Chiste: La mano ortopédica

Un tío en un accidente laboral pierde una mano y al poco tiempo le comentan de un lugar donde fabrican unas muy buenas.

- Mire. Estas manos ortopédicas son la hostia. Y no hay que hacer ninguna operación porque obedecen a la voz.

- No sé. No sé.

- Verá. Le voy a hacer una demostración.

- Ráscame la oreja.

Y la mano le rasca la oreja.

- Métete en el bolsillo.

Y la mano se mete en el bolsillo.

- Acaríciame la otra mano.

Y le acaricia la otra mano.

- Vale. Vale. Me ha convencido.

Y el hombre se va todo feliz para casa.

Una vez en casa tiene que ir al servicio y allí se dice:

- Voy a probarla a ver que tal va con esto.

- Acaríciamela.

- ¡Huyy! que gusto.

- Acaríciamela un poco más fuerte.

- ¡Huyyy! que me muero de gusto.

El hombre que se anima y dice:

- Ahora cáscamela.

¡CRASHH!