El maestro Naruse compone una película que cuenta sucesos cotidianos de vidas no demasiado interesantes.
Pero gracias a su saber hacer, construye un relato muy sentimental, muy entrañable y muy interesante.
La figura central es Reiko Morita, a la que da vida Hideko Takamine, una viuda que ha entregado su vida a levantar el pequeño negocio de su suegra.
Sus cuñadas, ejercen como tales y son unas harpías, que quieren deshacerse de ella, cuando el colmado no va bien por irrupción de los modernos supermercados.
Ahí surge el elemento perturbador, una modernidad que contrasta con el estilo tradicional que quiere perpetuar, la anclada en el pasado, Reiko.
El progreso como alterador de un personaje y de un Japón que se resiste a lo nuevo y quiere seguir viviendo apegado a las tradiciones.
Por otro lado el personaje de Koji Morita, interpretado por el actor y cantante Yûzô Kayama, un vago, borrachín que ahoga sus penas en sake. Enamorado hasta las trancas de su cuñada, que se ve tentada a desmelenarse, pero en la que va a primar su apego a la tradición y a la contención de sentimientos.
Cuando ve que su trayectoria vital está rota intenta recuperar sus orígenes volviendo a su pueblo natal, para seguir afincada en sus tradiciones, en sus cadenas morales, en su contención sentimental.
Una película que alberga unas emociones, que están a flor de piel, pero como su protagonista intenta soterrar, lo que nos lleva a la tragedia.
Mikio Naruse (1905-1969) es uno de los directores más influyentes y reconocidos del cine japonés, aunque su nombre no siempre ha alcanzado la misma notoriedad internacional que otros contemporáneos como Akira Kurosawa o Yasujirō Ozu.
Con una carrera que abarcó más de tres décadas, Naruse exploró de manera magistral las complejidades emocionales de sus personajes, centrándose principalmente en las dificultades que enfrentan las mujeres en una sociedad marcada por las tradiciones y los cambios.
Biografía y orígenes
Nacido el 20 de agosto de 1905 en Tokio, Naruse creció en un entorno modesto y comenzó su carrera cinematográfica en 1920 como ayudante en los estudios Shochiku.
Durante sus primeros años, trabajó bajo la influencia de directores como Heinosuke Gosho, lo que marcó su temprano interés por los dramas sociales.
En 1930, debutó como director con La fuerza del amor (Ai wa chikara da), pero fue en los años 50 y 60 cuando consolidó su reputación como uno de los grandes narradores del cine japonés.
Producción artística y estilo cinematográfico
Naruse dirigió más de 80 películas a lo largo de su carrera.
Su cine se caracteriza por un estilo sobrio y contenido, donde los gestos y las miradas suelen transmitir más que los diálogos.
La mayoría de sus historias giran en torno a mujeres enfrentadas a adversidades como la pobreza, el abandono o las estrictas normas sociales.
Este enfoque le permitió captar con gran profundidad psicológica las emociones de sus protagonistas.
Entre sus obras más destacadas se encuentran:
Repast (Meshi) (1951): Un retrato de las tensiones en un matrimonio en decadencia.
Floating Clouds (Ukigumo) (1955): Una historia de amor trágica y desgarradora, considerada su obra maestra.
When a Woman Ascends the Stairs (Onna ga kaidan o agaru toki) (1960): Un análisis profundo sobre las luchas de una mujer soltera en el mundo de los bares de Ginza.
Midareru (1964): un drama sobre la pasión reprimida
Midareru (“Yearning” en inglés) es una de las películas más significativas de Mikio Naruse.
Protagonizada por Hideko Takamine, una de sus actrices más recurrentes y colaboradoras cercanas, la película cuenta la historia de Reiko, una viuda que administra una tienda familiar tras la muerte de su esposo.
La llegada de su cuñado, un hombre más joven que siente una pasión reprimida por ella, desata una serie de conflictos emocionales y sociales que culminan en un desenlace profundamente conmovedor.
Durante el rodaje de Midareru, Naruse fue especialmente meticuloso en su dirección de Takamine, buscando capturar cada matiz de su expresión emocional.
Se dice que el director evitaba explicaciones extensas y prefería confiar en la intuición de sus actores, lo que daba como resultado interpretaciones naturales y cargadas de autenticidad.
La película tuvo un impacto notable en cineastas posteriores, incluidos directores como Hou Hsiao-hsien y Hirokazu Kore-eda, quienes han citado a Naruse como una influencia clave en su tratamiento de los dramas humanos.
Legado e importancia en el cine japonés
Aunque su nombre no goza de la misma fama mundial que otros directores japoneses, la obra de Mikio Naruse ha sido objeto de redescubrimiento por parte de críticos e historiadores del cine.
Su capacidad para narrar historias intimistas con gran sensibilidad emocional lo ha consolidado como uno de los grandes maestros del melodrama.
Naruse falleció en 1969, dejando un legado que sigue siendo relevante en la exploración de las relaciones humanas en el cine.
Su obra representa un puente entre la tradición y la modernidad, y su impacto se siente tanto en el cine japonés como en la cinematografía global.
La documentalista y antropóloga Laura García Andreu compone una película que retrata fielmente un tipo de personaje muy valenciano.
Nuestro amigo Domingo es el protagonista absoluto de este film. Un individuo optimista y trabajador, que aspira a dar un pelotazo con un injerto secreto de naranjos con el que va a conseguir la patente de las mejores naranjas de la historia.
El capitalismo también ha llegado a la agricultura valenciana.
Los cultivadores se ven obligados a pagar a las multinacionales para plantar los naranjos que producen las naranjas más comerciales, que están patentadas por las grandes comercializadoras alimentarias.
Lo que en otro tiempo era un buen negocio, se ha convertido en algo menos rentable.
Laura termina haciendo un retrato de esa valencia rural, festiva y bromista que sabe trabajar y reírse de la vida a partes iguales.
Hay mucho vitalismo en este documental, que no deja de ser también el retrato del pícaro.
La primera parte entremezcla la investigación de un asesinato y de un secuestro.
La segunda se centra en la despedida de Tomás que ha decidido solicitar la eutanasia.
La parte thriller entretiene, la sentimental emociona. Por ello se tiene la sensación de haber visto una gran serie que termina por todo lo alto.
Hay emociones impregnadas de un sentimentalismo muy medido, como para que el espectador se sienta conmovido, pero no perturbado.
Javier Cámara está colosal, tiene ese don para la comedia por el que incluso en los momentos más dramáticos hay un puntito de humor. Un actor al que admiro mucho, porque lo tenía muy difícil para triunfar y se ha convertido en uno de los grandes del panorama actoral español.
Impresionante Mónica López, una actriz cautivadora que personifica a la nueva Guardia Civil, profesional, cumplidora y trabajadora.
Me impresiona cuando Tomás nos confiesa que era una persona amargada hasta que le diagnosticaron ELA y percibió que la vida se le acababa, desde entonces sintió que tenía que disfrutar de lo que le quedaba de existencia y que esos años de enfermedad han sido a la postre los mejores de su vida.
Tendríamos que tomar nota de este comentario y aplicárnoslo. No nos lamentemos de nuestra vida, vivámosla y disfrutémosla. Hagamos lo que nos gusta y seamos sinceros con los que nos rodean.
Javier Cámara: un repaso a su trayectoria profesional y personal
Javier Cámara, nacido el 19 de enero de 1967 en Albelda de Iregua, La Rioja, es uno de los actores más versátiles y prolíficos del cine y la televisión española.
Su carrera, que abarca décadas de trabajo continuo, lo ha llevado a participar en producciones de gran renombre tanto en el ámbito nacional como internacional.
Orígenes y formación
Criado en una familia trabajadora de La Rioja, Javier descubrió su pasión por la interpretación desde joven.
Estudió Arte Dramático en la Escuela de Teatro de La Rioja y posteriormente en Madrid, donde comenzó a construir los cimientos de su carrera.
Su talento y carisma pronto lo llevaron a obtener papeles destacados en teatro, medio que siempre ha considerado esencial en su desarrollo como actor.
Filmografía destacada
El gran salto a la fama de Javier Cámara llegó con la serie televisiva 7 vidas (1999-2006), una comedia que marcó un antes y un después en la ficción española. En ella interpretó a Paco, un camarero entrañable y despistado que se convirtió en uno de los personajes más queridos por el público.
En el cine, su carrera despegó conHable con ella (2002), dirigida por Pedro Almodóvar. En esta película, Cámara interpretó a Benigno, un personaje complejo que le valió reconocimiento internacional. Su relación con Almodóvar continuó conLa mala educación (2004) y Los amantes pasajeros (2013).
Otros títulos destacados de su filmografía incluyen:
La vida secreta de las palabras (2005), de Isabel Coixet.
Truman (2015), junto a Ricardo Darín, que le valió un Premio Goya como Mejor Actor Protagonista.
Vota Juan (2019) y sus secuelas Vamos Juan (2020) y Venga Juan (2021), donde demostró su talento para la comedia política.
No quiero olvidar su intervención en Torrente: El brazo tono de la ley (1998), dando vida al pescatero Rafi.
Premios y reconocimientos
A lo largo de su carrera, Javier Cámara ha recibido numerosos galardones, incluyendo dos Premios Goya: uno por Truman y otro como Mejor Actor de Reparto por Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013).
También ha sido nominado en varias ocasiones por sus trabajos en cine y televisión, consolidándose como una figura destacada del panorama interpretativo español.
En 2021, fue distinguido con el Premio Platino del Cine Iberoamericano por su trayectoria, un reconocimiento añadido a su amplia colección de logros.
Una carrera internacional
Cámara también ha trabajado fuera de España, participando en series como Narcos (2017) de Netflix, donde interpretó a Guillermo Pallomari, y en la producción británica The Young Pope (2016) y su continuación The New Pope(2019), dirigidas por Paolo Sorrentino, donde compartió escenas con Jude Law y John Malkovich.
Reflexión y vida personal
A pesar de su éxito, Javier Cámara siempre ha mantenido un perfil discreto en cuanto a su vida personal.
Ha expresado en numerosas entrevistas su amor por el teatro, que considera su “escuela permanente”, y su deseo de seguir explorando personajes que lo reten como actor.
Además, se ha mostrado comprometido con causas sociales y culturales, participando en iniciativas destinadas a promover el cine y las artes escénicas en España.
Protagonista en Rapa
En los últimos años, Javier Cámara ha sido el protagonista de la serie Rapa, que cuenta ya con tres temporadas. En esta producción de intriga y misterio, interpreta a Tomás, un profesor que se ve envuelto en una investigación de asesinato en una pequeña localidad gallega.
Su interpretación ha sido ampliamente elogiada por su capacidad para transmitir la complejidad emocional de un personaje lleno de matices.
A lo largo de las temporadas, la serie ha explorado no solo el desarrollo del caso principal, sino también las relaciones interpersonales y los dilemas éticos de sus protagonistas.
El papel de Cámara en Rapa ha reafirmado su talento para liderar proyectos televisivos de géneros diversos, consolidándose como uno de los rostros más destacados de la ficción española actual.
Con una carrera que no muestra signos de detenerse, Javier Cámara sigue siendo un referente indiscutible en el mundo de la interpretación, consolidándose como uno de los actores más completos y respetados de su generación.
Dos aspectos son los que hacen circular esta serie.
Por un lado Antonio Medina, un estafador, que ha desarrollado una técnica infalible para conseguir la donación de pequeñas cantidades de dinero a los famosos con los que se va encontrando.
Por otro la elaboración de una serie documental por parte de Jorge Ponce.
El primer tema se agota en pocas escenas, aunque recobre fuerza en su tramo final.
El segundo que es claramente metacine, parte del espanto que produce contemplar como un proyecto periodístico y empresarial va naufragando por incompetencia y exceso de irrealidad.
Las locas ideas de Jorge Ponce, a veces, son divertidas, pero otras, son tan locas que resultan desquiciantes.
Me lo he pasado bien, aunque tal vez hay temas que se alargan después de ya estar agotados.
Le sobra un episodio, pero se ve en su conjunto como entretenido.
Muy divertido el momento pánico cuando entra en juego Ana Rosa Quintana.
Jorge Ponce: perfil de un humorista en constante evolución
Jorge Ponce es uno de los humoristas más reconocibles del panorama televisivo y radiofónico en España. Nacido en Málaga en 1982, se dio a conocer al gran público gracias a su participación en La Resistencia, el programa de entrevistas de Movistar+, donde ejerce como colaborador habitual. Su estilo combina la irreverencia con una mirada cáustica sobre temas cotidianos, lo que le ha permitido conectar con audiencias diversas.
Formación y primeros pasos en el humor
Aunque inicialmente no se proyectaba hacia el humor, Jorge Ponce se formó en Periodismo, una carrera que, según él mismo ha reconocido, le permitió desarrollar su capacidad crítica y su curiosidad por las historias que conectan con el público.
Sus primeros pasos en el mundo del entretenimiento se dieron en la radio, un medio donde ha demostrado sentirse especialmente cómodo.
Formó parte del equipo de Yu: No te pierdas nada en Los 40, programa en el que perfeccionó su habilidad para el monólogo y los sketches radiofónicos.
Un estilo basado en la observación y el absurdo
El humor de Jorge Ponce se caracteriza por un uso constante de la observación como herramienta principal.
Lejos de recurrir a gags tradicionales, Ponce prefiere explorar los detalles más inusuales de la vida diaria, llevando al absurdo situaciones que, en principio, parecen mundanas.
Este estilo encaja perfectamente con la línea de La Resistencia, donde el humor irreverente y la improvisación tienen un papel protagonista.
Televisión y otros formatos
Aunque La Resistencia ha sido su trampolín definitivo, Jorge Ponce también ha participado en otros proyectos destacados.
Fue guionista y colaborador en programas comoEl intermedio y En el aire, donde compartió espacio con Andreu Buenafuente.
Estos trabajos le permitieron desarrollar su faceta como escritor de comedia, un aspecto que complementa su habilidad como performer.
En los últimos años, también se ha aventurado en el formato podcast, explorando nuevas formas de conectar con su público.
Su participación en el programa La píldora del buen humor es un ejemplo de su adaptabilidad a distintos formatos y su capacidad para renovarse.
“Medina: El estafador de famosos”: explorando un nuevo registro
En su última incursión televisiva, Jorge Ponce se adentra en el formato documental con Medina: El estafador de famosos, una producción que combina elementos de investigación y humor.
La serie, emitida en Amazon Prime, analiza la vida y las controvertidas actividades de Paco Sanz Medina, un personaje que logró embaucar a varias celebridades españolas.
El papel de Ponce en el documental destaca por su tono narrativo ágil, que mantiene el equilibrio entre el rigor informativo y su característico estilo humorístico.
Sin restar seriedad al tema, el humorista aporta un enfoque fresco que logra captar la atención del espectador mientras expone las claves de este escándalo.
Este proyecto ha sido bien recibido por la crítica, consolidando la versatilidad de Ponce más allá de la comedia convencional.
Críticas y polémicas
Como cualquier figura mediática, Jorge Ponce no ha estado exento de críticas.
Su estilo irreverente y, en ocasiones, provocador, ha generado debate sobre los límites del humor.
Sin embargo, también se le reconoce por su capacidad para abordar temas delicados sin perder de vista la risa como elemento fundamental del mensaje.
Proyección futura
Con una carrera en ascenso, Jorge Ponce se ha consolidado como una de las voces más originales del humor español contemporáneo.
Su versatilidad como guionista, monologuista y colaborador le permite adaptarse a distintos entornos, desde el directo hasta los formatos digitales.
Todo apunta a que su carrera continuará explorando nuevas formas de conectar con el público, siempre desde la irreverencia que le caracteriza.
Silvia Abril da vida a Mamen Mayo la mediadora de herencias.
Es una serie con clara vocación de comedia, planteando diferentes problemáticas que tienen como elementos centrales las herencias y los líos familiares.
Más que en aspectos legales se adentra en elementos psicológicos y familiares, componiendo una especie de thriller sentimental.
Cada episodio es autoconclusivo, pero los personajes centrales avanzan y los vamos conociendo y queriendo capítulo a capítulo.
Soy muy fan de Mona Martínez que está sensacional.
Destaca, como lo hacía en Celeste, la joven Clara Sans un portento de simpatía y alegría.
Eduard Sola es uno de los creadores de esta serie que también ha participado en la exitosa Querer, lo cual demuestra que desenvuelve bien en comedia y en drama.
Mi puntuación: 7,68/10.
Eduard Sola (Creador) y Miguel Angel Faura (Creador):
Silvia Abril: una actriz todoterreno que brilla con luz propia
Silvia Abril es una de esas actrices que no necesita presentación. Su rostro y su estilo inconfundible llevan años marcando un antes y un después en el panorama de la interpretación en España. Nacida en Mataró (Barcelona) en 1971, Silvia es una de las figuras más versátiles y carismáticas del cine, la televisión y el teatro español.
Con una carrera que abarca desde programas de humor como Homo Zapping hasta películas como Bajo el mismo techo, Silvia ha demostrado que su talento no tiene límites.
En cada proyecto, ha conseguido conquistar al público con una mezcla de humor, frescura y una capacidad innata para empatizar con cualquier personaje que interpreta.
Su reciente trabajo como protagonista en la serie Mamen Mayo no ha sido la excepción.
“Mamen Mayo”: una apuesta por la comedia con trasfondo
EnMamen Mayo, Silvia Abril interpreta a una peculiar mediadora de herencias, con un equipo aún más peculiar.
Silvia Abril consigue dotar a Mamen de una humanidad desbordante. Bajo su estilo cómico, logra que el espectador no solo ría, sino también reflexione sobre las complejidades de la vida moderna.
Una carrera cimentada en la versatilidad
Aunque Silvia Abril es especialmente conocida por su vis cómica, su trayectoria demuestra una capacidad para adaptarse a géneros diversos. Desde su participación en programas como Tu cara me suena hasta su trabajo en películas como Spanish Movie, ha sabido reinventarse una y otra vez. Este carácter polifacético ha sido clave para mantenerse vigente en una industria tan competitiva.
Con Mamen Mayo, Silvia se consolida no solo como una de las mejores actrices de comedia de nuestro país, sino también como una artista capaz de liderar proyectos complejos y dotarlos de una profundidad que trasciende el mero entretenimiento.
El futuro de Silvia Abril
Tras el éxito de Mamen Mayo, queda claro que Silvia Abril sigue en su mejor momento profesional. Sus seguidores esperan con ansias sus próximos proyectos, ya sea en la gran pantalla, en las tablas del teatro o en otro formato televisivo. Una cosa es segura: cada vez que Silvia aparece en escena, el público puede estar seguro de que está ante un espectáculo inolvidable.
Dos mujeres protagonizan esta historia más entroncada con el thriller que con la comedia dramática.
Por un lado la cantante Celeste, que da título a la serie, una super estrella que tiene fama, riqueza y novio, pero que declara sus impuestos en Panamá.
Por otro Sara Santano, una inspectora de hacienda que solo tiene su trabajo y un perro que heredó de su difunto esposo.
El empeño de Sara en demostrar que Celeste estuvo 184 días residiendo en España la llevará a una investigación que terminará rayando lo amoral e, incluso, lo delictivo.
Con esos días de presencia en nuestro país tiene la obligación de tributar aquí.
Carmen Machi está inconmensurable, muy bien secundada por Manolo Solo. Pero el gran descubrimiento de la serie es Clara Sans llena de juventud y de atractivo delante de la cámara.
Diego San José es el creador de esta miniserie, pero la directora de todos los episodios es Elena Trapé. Los dos demuestran su solvencia creando una serie muy cinematográfica, muy entretenida, donde el arco de recorrido personal de Sara es lo más interesante.
San José viene con el aval de haber sacado a la luz las joyas de Venga Juan, Vamos Juan y Vota Juan.
Se está convirtiendo en uno de los mejores diseccionadores de la realidad española.
Diego San José: el genio detrás de las risas y los guiones brillantes
Si hablamos de la comedia española actual, uno de los nombres que brilla con luz propia es el de Diego San José. Este guionista y creador, nacido en Irún (Guipúzcoa), ha puesto su firma en algunas de las producciones más exitosas de la última década, demostrando que sabe cómo mezclar humor inteligente con un toque de realidad que todos podemos reconocer (y reírnos de ello, claro).
De la política al cine: un viaje de ida y vuelta
Diego San José comenzó a destacar con Vaya semanita, el programa de sketches que revolucionó el humor en España en los 2000. Desde ahí, su trayectoria fue como un cohete espacial en ascenso: de los gags sobre la idiosincrasia vasca a guiones que conectaron con el público de toda España.
Su consagración llegó con Ocho apellidos vascos (2014), una comedia romántica que se convirtió en un fenómeno de taquilla. San José y Borja Cobeaga, su inseparable compañero de escritura, dieron vida a un guion que jugaba con estereotipos culturales sin perder frescura ni humanidad. Vamos, que no solo nos reímos, sino que también nos sentimos identificados con ese choque de culturas norte-sur.
La televisión, su otro gran terreno de juego
Pero San José no solo se queda en la pantalla grande. En televisión, ha firmado éxitos como Vota Juan, Vamos Juan y Venga Juan, donde saca punta a la política española con un humor ácido y un protagonista tan entrañable como deplorable. Nadie pone la lupa en las miserias humanas como este guionista, y eso se agradece.
El arte de hacer reír (y reflexionar)
Lo que hace grande a Diego San José no es solo su capacidad para crear chistes efectivos, sino su habilidad para construir historias que dicen algo más.
Sus personajes son cercanos, sus situaciones son universales y sus diálogos tienen ese toque de verdad que te hace reír a carcajadas, pero también pensar: “¿Y si somos todos un poco así?”.
Con una carrera que no para de crecer, Diego San José se ha ganado su lugar como uno de los grandes creadores del panorama audiovisual español. Y, sinceramente, si sigue haciéndonos reír así, por nosotros que no pare.
El debutante Aitor Echevarría trata en su película el difícil tema del alcoholismo. Yo aquilataría más diciendo el alcoholismo en la mujer.
Hace unos años oí a un familiar mío decir: “en un hombre es normal, pero que feo es en una mujer”.
Vivimos en un mundo machista, donde frases como éstas no extrañan a nadie, aunque a mí me producen, al menos, sonrojo.
Emma Suárez da vida a una prestigiosa arquitecta que debe ingresar en un centro por su problema de adicción.
Hace muchos años en una conferencia que impartió mi amigo Daniel Ramírez, un gran psicólogo, afirmaba, con todo acierto, que el alcoholismo no es una enfermedad es el síntoma de una enfermedad. La persona bebe por algo y ahí está la clave de solucionar el problema.
Esta cuestión se obvia en la película, aunque sí están elementos muy interesantes, como la incapacidad de los familiares, en muchas ocasiones, de ayudar a la enferma. O la culpabilización de la víctima. Las recaídas. La incomprensión social, que habla de vicio y no de enfermedad.
Natalia de Molina está estupenda como esa hija que no sabe cómo ayudar y que termina hartándose de ser ella la responsable de una madre.
Muy bien Emma Suárez que da esa profundidad al personaje, que no es capaz de disfrutar de las cosas de la vida y que encuentra lo cotidiano aburrido y vacío, con ese fondo claramente depresivo.
Me molesta un poco la elección de una familia adinerada para plantear el problema.
Desaprovechado el gran Darío Grandinetti, con un papel demasiado superficial.
Tal vez, la película no sea redonda y no resuelva problemas, pero tiene la valentía de plantearlos.
Una producción francesa que se esfuerza en construir una trama, ya conocida, por medio de imágenes documentales.
Un intento a través del montaje, la música y una insufrible voz en off.
Había varias familias con niños pequeños. Los padres acudían confundidos a ver este film. El resultado fue nefasto. Varias abandonaron la sala prematuramente. Al final varios niños llorando pidiendo desesperados una huida.
Yo tuve más suerte. Los documentales de La 2 son para mí, y para muchas personas, ideales para conciliar la siesta.
Esta película me produjo, con toda lógica, un profundo sopor, que me permitió echar una corta, pero reconfortante, cabezadita.
Lo dicho, ideal para dormir la siesta.
¡Atención padres! No es una película para niños… Bueno, ni para nadie.
Recuerdo poco de la primera entrega. Tal vez, solo que rebosaba testosterona.
Gerard Butler es el protagonista de esta película de atracos. Me llama la atención su aspecto agreste y colgado, como si durmiera mal, se aseara poco y fuera colocado.
Por momentos resulta entretenida, pero en general su falta de credibilidad la lastra profundamente.
No se paran de sacar conejos de las chisteras, intentando asombrar al espectador, que en mi caso pierde toda la confianza en la trama. Demasiadas cosas pasan por que sí, sin haber coherencia argumental alguna.
Los bostezos dominaron gran parte del metraje.
Prescindible y olvidable.
Gerard, por favor, date una ducha y cámbiate de ropa.
El director francés Jean-Stéphane Sauvaire se mete en el charco de una producción norteamericana en la interviene Sean Penn.
Intenta darle un aire hiperrealista, con mucho primer plano y una cámara que se mueve al ritmo de la Macarena, intentando que se respire adrenalina.
Se esfuerza en presentarnos a estos paramédicos como una especie de héroes que intentan, además de salud, repartir justicia entre los marginales neoyorquinos.
Su intento de infundir dramatismo se queda totalmente nublado por una puesta en escena efectista, pero no efectiva.
Hay errores médicos, a los que ya estoy acostumbrado. Además cualquiera que haya trabajado en ambulancias, sabe que es imposible realizar ninguna práctica con el vehículo en marcha. Lo que se haga se ha de hacer en parado. Aquí son capaces de tomar vías sin problemas.
Además hay algún error de racor muy llamativo.
Los reiterados intentos de impactar al espectador resultan insultantes. Lo que pretendía ser naturalista se torna grotesco y bufonesco.
Para colmo de desventuras la película tiene un intenso tufillo fascistoide.
Todos los personajes atendidos son chicanos, chinos, rusos o negros, mostrándose claramente agresivos con los sanitarios.
Solo al final una madre rubia caucásica se manifiesta agradecida con estos paramédicos.
Además, parece que hay un intento de justificar un infanticidio con fines sociales al más puro estilo nazi.
En la sesión de las cuatro en los Multicines Guadalajara no había mucho público, pero varios espectadores abandonaron la sala antes de su finalización. No me extrañó.
Voy a terminar metiéndome con el título. Hubo un peliculón que se llamó Jungla de asfalto de John Huston. Eso sí era un buen título. Pero ¿Ciudad de asfalto? La mayoría de las ciudades son de asfalto. Es que cuando una película es mala hasta el título lo tiene pésimo.
Por último:
Querido Sean, quítate el palillo de la boca que pareces un anciano manchego.
Si es que el pobre se ha convertido en una parodia de sí mismo.
Jesse Eisenberg coprotagoniza, escribe y dirige esta road movie de dos primos muy diferentes que viajan al país natal de su abuela para conocer sus raíces y rememorar el Holocausto.
Cine independiente americano, que aunque trata temas muy serios, respira aires de comedia ligera.
La comicidad parte de enfrentar a los dos personajes protagonistas. Uno, podríamos decir que, normalizado con su familia y su trabajo y otro, al que da vida un agotador Kieran Culkin, un individuo carismático y, a veces, encantador con una vida desastrosa.
En un viaje memorialista recorren diferentes escenarios polacos y también la casa natal de su abuela, que les ha contado relatos de su infancia.
En ocasiones se pasa de blablablá, en otras resulta demasiado pretenciosa.
A mí el personaje de Kieran Culkin me resulta bastante cargante, aunque empatizo con su drama personal. Tampoco me parece una interpretación brillante.
La película se deja ver, pero no es ni mucho menos una joyita, como algún listo la ha calificado.
Esta semana recibimos la visita de Aurora, nuestra amiga del Cine Club Alcarreño. Con ella hablamos de las proyecciones que harán este mes de enero, pero también de los estrenos que llegan esta semana a los Multicines Guadalajara, que presentan una variada cartelera.
A Real Pain, de Jesse Eisenberg, reflexión sobre la memoria histórica con ironía y sensibilidad.
Las vidas de Sing Sing celebran el poder del teatro en prisión, mientras La mitad de Ana explora identidad y redescubrimiento personal.
Desmontando un elefante aborda el impacto familiar que tiene la adicción al alcohol de su protagonista, y Ciudad de asfalto muestra el desgaste emocional de dos paramédicos en Nueva York.
Para los fanáticos de la acción, Juego de ladrones: Pantera promete tensión en un ambicioso robo, mientras la fantasía épica llega con la película de anime Overlord: El reino sagrado.
Finalmente, Bambi, una vida en el bosque ofrece una adaptación realista del clásico infantil.
En cuanto a la Zona Spoiler Total, a partir del minuto 54, nos metemos de lleno con Heretic, el thriller de terror protagonizado por un maligno Hugh Grant. Una película con luces y sombras que cuando lo hace bien, lo hace muy bien.
Centauros de La Alcarria es un programa de cine de Nueva Alcarria, que se difunde en GuadaTV Media, con la presencia del periodista de cultura Javier Pastrana, del joven crítico de cine Ernesto Delgado Centeno, de la avispada periodista Sara Sánchez, de la eficaz Cristina, del cortometrajista Jorge Andrés y del veterano cutrecomentarista Ramón Bernadó.
Todos ellos van a diseccionar la cartelera de los Multicines Guadalajara, hablando de estrenos y de eventos cinematográficos en la provincia de Guadalajara.
Sin olvidar referencias a los clásicos y las fobias y las filias que padecen.
Además todas las semanas desarrollan un debate sobre la película más interesante de la cartelera, en sección solo para podcast Spoiler Total.
Secuela (en formato cortometraje) para televisión de la exitosa “Love Actually“, que reúne a gran parte del reparto original de la película de 2003 y nos muestra qué ha sido de la vida de sus protagonistas.
Esta continuación se ha realizado con fines benéficos, en concreto para el “Red Nose Day”, un evento caritativo para conseguir dinero que pueda ayudar a todos los niños pobres del mundo.
Desconocía esta secuela de una de mis películas navideñas favoritas, que siempre veo con dos pañuelos en la mano. Estas navidades la he visto dos veces.
Me parece una digna prolongación de la película original.
Me emociona seguir viendo a Hugh Grant de presidente del Reino Unido con su discurso simpático y alentador, creyendo en la bondad humana. Está bien tener esperanzas.
María Trénor construye una gran película con una animación que me entusiasma, relatando la biografía del músico británico Robert Wyatt, sumergiéndonos en la cultura hippie de los setenta con su música y las drogas.
Un relato pesimista, pero, a la vez, nostálgico de buenos tiempos que tal vez no existieron, pero que seguro no volverán.
Intensidad emocional y visual, pero sin sentimentalismos baratos.
Un musical de Broadway, basado en una película de 2005 –Pisando fuerte (Kinky Boots)– a su vez inspirado en hechos reales.
Acudo con mi hermanica Clara, que tiene la gentileza de invitarme.
El Palacio de Congresos de Zaragoza es un sala amplia con asientos cómodos y espaciosos y con una visibilidad excelente. el sitio ideal para ver este estupendo musical.
El argumento os introduce en temas interesantes como el legado familiar, el mantenimiento del empleo, la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, la intolerancia, la toxicidad, la capacidad de aceptar a los demás…
Asuntos actuales y universales.
El argumento se sale de la clásica historia romántica de muchos musicales, aunque tiene elementos de este género.
Lo más potente de esta obra son sus números musicales, maravillosamente coreografiados e interpretados, muchos emocionan y todos divierten.
Mamántula es el chico al que todos desean, pero también una araña gigante travestida de humano, fruto de un breve encuentro en el Tiergarten berlinés, en un pasado alternativo de saunas brutalistas, interminables pasillos de metro y detectives con gabardina y sombrero. Cada amante de Mamántula es una nueva víctima de su apetito insaciable de venganza y semen; y cada víctima, un hilo más de la telaraña con la que pretende apresar al planeta entero. ¿Conseguirá pararle los pies Polla de Oro? ¿Lo conseguirá una pareja de tortolitos con placa de policía? ¿O tendrá que intervenir la comunidad gay y tomarse la justicia por su mano?
Insufrible, inconexo y tedioso relato el que nos ofrece Ion Sosa, que, inexplicablemente para mí, está en la lista de los cortos de ficción nominados a los Goya.
Película (anti)navideña que combina el (anti)atractivo de su protagonista, con mucho humor grueso, siendo una película de atracos, que termina recogiendo el verdadero espíritu de la navidad.
Demasiadas contradicciones que maridan perfectamente en esta Bad Santa.
Billy Bob Thornton da vida a este alcohólico y vago ladrón, que hace especialmente gracia cuando se enfrenta dialécticamente a su compañero el enano interpretado por Tony Cox.
Lauren Graham encantadora pone el punto romántico a la historia.
Apta para niños a partir de los 12 años.
Me quedo con la escena lujuriosa en el probador de señoras de tallas grandes.
Descubro esta serie spin-off del universo Del Revés, lo cual me llena de orgullo y satisfacción.
Nos enteramos que Riley también tiene sueños nocturnos y que éstos son creados por prestigiosas directoras que van a ir conformando sus expectativas y digiriendo sus experiencias.
Los sueños con unicornios rosas pasan de moda conforme Riley va madurando y entrando en la adolescencia.
Dos son las grandes aportaciones de esta miniserie de tan solo 4 capítulos.
Por un lado ampliar el mundo psicológico que nos está explicando Pixar.
Por otro dar a conocer cómo se hacen las películas y los roles que ocupan cada uno de sus integrantes.
Unas muy loables babores educativas.
Ingeniosa, divertida, encantadora.
Muy recomendable para todo tipo de públicos.
La única pena, que hay algún tonto que diga que es una serie para chicas. Qué le den!!!
Liam Neeson sigue empeñado en hacer la misma película una y otra vez. Ya se ha convertido en un género en sí mismo.
Un matón que está perdiendo la memora y decide reencauzar su vida, por supuesto, mientras intenta hacer el bien va dando mamporros y matando individuos.
Lo más interesante esos sueños en patera.
Me ha gustado la actriz Frankie Shaw, con mucho carácter.
Queer está basada en la novela autobiográfica de William S. Burroughs sobre las andanzas amorosas y tóxicas de William Lee.
Un relato que no encuentro por donde quiere caminar hasta al final del metraje en el que mi interés aumenta.
Todo me resulta cansino, plomizo y falto de interés.
Me llama la atención que los mejicanos que rodean a nuestros protagonistas norteamericanos pasen totalmente desapercibidos, no siendo más que mero decorado, en un gesto notoriamente supremacista, que me produce náuseas.
Solo en su tercio final, con síndrome de abstinencia a opiáceos y droga selvática de por medio se vuelve algo más atrayente.
Todo el metraje está impregnado de elementos fantásticos que tal vez sean lo más interesante. El momento David Lynch en el epílogo es estupendo, eso me hace salir con mejor sabor de boca.
Está claro que los biopics musicales están de moda y son valores seguros para las productoras.
A Michael Gracey lo conocemos por su anterior película El gran showman, con unos números musicales sensacionales y un relleno argumental más que prescindible.
En Better Man, tal vez, vuelva a ocurrir lo mismo.
Pero vayamos por partes, como diría el descuartizador.
Se trata de la biografía autorizada del gran Robbie Williams, retratando sus traumas infantiles, por su tortuosa relación con su padre, su juventud y ascenso a su muy ansiada fama. Sus problemillas con las drogas, con el síndrome del impostor, con las mujeres y con el alcoholismo.
En realidad nada muy novedoso y que no hallamos visto.
La cámara Michael Gracey se mueve con soltura, incluso con virtuosismo, componiendo escenas exuberantes y maravillantes (ya sé que no existe esta palabra, pero me venía bien).
Pero lo realmente impactante de la película es que su protagonista, el actor que hace las veces de Robbie Williams, es un chimpancé creado por CGI.
Desde el principio me causó un gran impacto, que no disminuye a lo largo del metraje. En ningún momento me pude abstraer de su presencia, que resultó extremadamente chocante.
Tal vez esta nota tan disonante se coma el resto de la película, que, por otra parte, no va a poder encontrar el público habitual de los biopics musicales.
Antes de ver esta película en una sala estupenda de unos cines de Zaragoza a los que me llevó mi sobrino Borja, me tragué con mi hermana Pili y mi cuñado JositoLove Actually y Notting Hill. No es broma.
Era la tarde de Hugh Grant.
Esta producción está realizada a cuatro manos por los directores norteamericanos Scott Beck y Bryan Woods, uno de Iowa y el otro de Colorado.
Grant ya no es ese muchacho titubeante, inseguro y tierno de esas películas, ahora da vida a un maduro profesor que toma como rehenes a dos pobres chicas mormonas que van predicando la doctrina de Joseph Smith, que siempre me ha parecido un nombre falso, que alguien adopta cuando quiere pasar desapercibido.
Les va a dar la paliza con sus teorías sobre las religiones. Unas reflexiones muy acertadas.
Luego la película se va transformando en un film de terror, con los elementos más clásicos y esperables.
Tiene el interés de ver al flogeras de Grant convertido en un torturador de mujeres, representando la antítesis de sus personajes pasados, pero poco más.
Respecto a las plausibles teorías sobre el control como fin fundamental de las religiones se vienen abajo al ser defendidas por un cruel psicópata.
Lo que da por un lado te lo quita por el otro. C´est la vie.