El día 11 de Febrero mi padre era intervenido urgentemente y al día siguiente fallecía, después el velatorio y el 14 el entierro.
Cuatro días de tristeza y grandes emociones que nunca olvidaré.
Desde entonces no he colgado nada en holasoyramon, no he tenido ánimo. Ahora que casi ha pasado un mes y he comenzado a digerir lo ocurrido he decidido reanudar la actividad pero antes tenía que escribir sobre mi padre.
Murió a los 85 años y creo que no llevó mala vida.
Fue el más pequeño de 23 hermanos, tuvo su gran aventura de infancia durante la Guerra Civil, se casó, tuvo tres hijos, conoció a sus cinco nietos y cumplió la ilusión de visitar la Expo de Zaragoza. En fin, una vida sencilla y espero que feliz.
Cuando era niño tenía fiesta los miércoles por la tarde, entonces los sábados por la mañana había colegio y se tenía fiesta esa tarde, mi padre procuraba librar ese día para llevarme al cine. Íbamos al cine Monumental en la calle General Franco (ahora, afortunadamente, es Conde Aranda) a ver películas de romanos. Esperaba con ilusión ese día. Me prometí que cuando tuviera hijos los llevaría mucho al cine.
También le recuerdo de veraneo (entonces se llamaba así) en Panticosa, bañándonos en el río de aguas heladas o caminando desde el pueblo al Balneario por senderos y la carretera.
Mi padre siempre tuvo inquietudes intelectuales. Gran lector hasta sus últimos días. Aficionado al jazz especialmente a Louis Armstrong.
En los años sesenta escribió una novela que en 2000 pasé a Word y la encuaderné para él y mis hermanas. Por su casa hay escritos que habrá que buscar y leer.
Era un personaje curioso. Hablaba muy bajito aunque estaba bastante sordo. Siempre se afeitaba una patilla más larga que la otra. Casi siempre llevaba traje, incluso los días más calurosos de verano.
Aunque era mayor hemos sentido mucho su fallecimiento. Como me decía un amigo: estas cosas nunca vienen bien.
Muchos besos papá.
Agradezco mucho a familiares, amigos y vecinos el afecto demostrado.
Muchas gracias y muchos besos.
