

Cutrecomentario de Ramón:
La IA se hizo carne y la lió entre nosotros.
Joachim Rønning (nacido en Sandefjord, Noruega, en 1972) es un director y guionista especializado en cine de aventuras y fantasía.
Junto a Espen Sandberg, codirigió Kon-Tiki (2012), nominada al Óscar, y después dio el salto a Hollywood con Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (2017).
También dirigió Maléfica: Maestra del mal (2019) y ha estrenado Tron: Ares para Disney.
Su cine combina épica visual y ritmo de blockbuster, con un toque nórdico de precisión y frío calculado.
La saga Tron es una rareza luminosa dentro de la historia del cine de ciencia ficción.
Comenzó en 1982 con Tron, dirigida por Steven Lisberger, una película que se adelantó décadas a su tiempo al mezclar acción real con animación por ordenador.
Jeff Bridges daba vida a un programador atrapado dentro de un videojuego, un concepto que hoy suena a rutina digital pero entonces era pura locura futurista.
En 2010 llegó Tron: Legacy, dirigida por Joseph Kosinski, con un despliegue visual impresionante, banda sonora de Daft Punk y una estética que convirtió las motos de luz en iconos de culto.
Ahora, con Tron: Ares en camino bajo la dirección de Joachim Rønning, la saga promete regresar a la pantalla con nuevos brillos de neón y dilemas existenciales sobre la inteligencia artificial.
En resumen: Tron empezó como una apuesta arriesgada y acabó siendo la biblia estética de los hackers con estilo.
Esta entrega parece hecha a piñón fijo, con un argumento rutinario, de manual.
Sin grandes novedades en cuanto al argumento, aporta el atractivo estético propio de la marca y un barniz de nostalgia.
Resulta aburrida.
Se ve, se olvida y a otra cosa mariposa.
Mi puntuación: 5,53/10.

Dirigido por Joachim Rønning:

Ficha: En este enlace.
Otros posts relacionados

Muchos besos y muchas gracias.
¡Nos vemos en el cine!

Chistes y críticas en holasoyramon.com
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Para poner un comentario:
Hay 3 casillas.
En la superior va tu nombre.
En la segunda, la del medio, pon una dirección de correo electrónico.
La tercera, la de abajo de las tres, puedes dejarla en blanco o poner tu web.