

Hedy Lamarr: actriz, refugiada, inventora… y gran borrada de la historia
1. Introducción: un cerebro escondido detrás de un rostro perfecto
A Hedy Lamarr la vendieron como “la mujer más bella del mundo”.
El eslogan funciona para un póster, pero es una caricatura cruel de lo que fue su vida real: una niña judía vienesa superdotada, actriz de prestigio en Europa, refugiada que huye del nazismo, esposa prisionera de un magnate de las armas… y coautora de una patente de comunicaciones secretas por salto de frecuencia que acabó siendo uno de los ladrillos fundamentales de las tecnologías inalámbricas modernas: Wi-Fi, Bluetooth, sistemas GNSS, algunas formas de telefonía móvil, etc. (American Scientist)
Durante décadas sólo se habló de su cuerpo y de su escándalo en Éxtasis.
El cerebro quedó fuera de plano.
Su caso encaja de manual en el llamado “efecto Matilda”: mujeres cuyo trabajo científico o técnico se minimiza o se atribuye a otros. (National Women’s History Museum)
En este ensayo vamos a seguir su vida casi como si fuera una película muy larga, con tres líneas argumentales que se cruzan todo el rato:
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la línea biográfica y cinematográfica (la estrella de Hollywood, la refugiada, la mujer europea en la fábrica de sueños);
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la línea tecnológica (la niña que desmonta cajas de música, la inventora casera, la ingeniera improvisada de guerra);
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y la línea política y de género (nazismo, Guerra Mundial, Hollywood clásico, patriarcado, olvido y rescate tardío).
2. Viena: infancia feliz, padre ingeniero “de paseo” y curiosidad compulsiva
Hedwig Eva Maria Kiesler nace en Viena el 9 de noviembre de 1914, en el seno de una familia judía acomodada.
Las fuentes serias actuales (biografías de Ruth Barton, Stephen Michael Shearer, Richard Rhodes) coinciden ya en ese 1914, aunque en prensa antigua aparecían otras fechas. (SeaWaves Magazine)
Su padre, Emil Kiesler, es director de banco; su madre, Gertrud “Trude” Kiesler, es pianista de conciertos.
No les faltaba dinero, pero lo importante no es eso, sino el tipo de educación que le dan:
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La madre la empuja hacia la música y los idiomas. De niña toca el piano, baila, actúa en pequeñas obras.
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El padre se la lleva de paseo por Viena y le explica cómo funcionan las cosas: tranvías, motores, mecanismos, luces, interruptores.
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Ese vínculo padre-hija será central en todos los testimonios posteriores; ella misma recordaba que desmontó y volvió a montar una caja de música de pequeña sólo para entenderla. (Universidad de Córdoba)
En los años 20, Viena sigue siendo un hervidero cultural: psicoanálisis, música moderna, ciencia, cafés llenos de tertulias.
En ese ambiente, una niña listísima y guapa llama la atención.
En revistas austriacas de principios de los 30 ya se la describe como “joven de sociedad que aspira a una carrera en el cine” y se menciona que había iniciado estudios de ingeniería, que abandona cuando la seduce el teatro y el cine. (Wikipedia)
Con 16 años entra en la órbita del director teatral Max Reinhardt, uno de los grandes del teatro europeo, y se traslada a Berlín, donde se mezclan teatro de prestigio, cine sonoro emergente y, por debajo, la creciente marea del nazismo.(Wikipedia)
3. Primeros pasos en el cine europeo y el terremoto de Éxtasis
Antes de hacerse famosa en Hollywood, la joven Hedy Kiesler rueda varias películas en el circuito austro-alemán: Dinero en la calle (Geld auf der Straße, 1930), La mujer de Lindenau (Die Blumenfrau von Lindenau, 1931), Las maletas del señor O.F. (Die Koffer des Herrn O.F., 1931), papeles modestos pero suficientes para ir apareciendo en revistas especializadas.(SeaWaves Magazine)
El salto se produce con Éxtasis (Ekstase, 1933), dirigida por Gustav Machatý.
La película cuenta un drama amoroso rural bastante convencional… si no fuera por dos elementos:
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Un desnudo integral de ella bañándose en un lago, algo absolutamente rompedor para el cine comercial de la época.
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Una secuencia de orgasmo femenino, sugerido por primeros planos de su rostro, que en su momento se percibió como pornográfico.(American Scientist)
El film es censurado o prohibido en varios países, criticado por el Vaticano y convertido en escándalo europeo.
A la vez, la convierte a ella en “la chica de Éxtasis”, una etiqueta que va a arrastrar toda su vida.
La propia Hedy contaría más tarde que el director le pedía miradas, gestos y respiraciones sin explicarle el efecto del montaje final, y que se sintió engañada cuando vio lo que se había hecho con esas imágenes. (Universidad de Córdoba)
En paralelo, su vida personal se cruza con la política.

4. Matrimonio con Friedrich Mandl: prisión de lujo y universidad de armamento
En 1933, con 18 años, se casa con Friedrich “Fritz” Mandl, industrial austríaco de la empresa de municiones Hirtenberger Patronenfabrik.
Mandl tenía negocios con los regímenes de Mussolini y de la Alemania nazi; aunque él no era nazi formalmente, era parte del entramado industrial que alimentaba su maquinaria bélica. (Future Markets Magazine)
Este matrimonio es clave por dos motivos:
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Una relación de control casi carcelario
Mandl, celoso y posesivo, detesta Éxtasis y, según varias fuentes, intenta comprar todas las copias para que nadie vea el desnudo de su esposa (objetivo que obviamente fracasa). La obliga a dejar el cine, la mantiene recluida en su mansión y controla sus desplazamientos. Ella misma lo describiría como una especie de “cautiverio de lujo”. (Future Markets Magazine)
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Una exposición privilegiada al mundo del armamento
Como esposa de Mandl, asiste a reuniones con ingenieros, militares y políticos, cenas de negocios y demostraciones de armas. Escucha discusiones sobre control remoto de torpedos, sistemas de guiado por radio, problemas de interferencias y de seguridad en las comunicaciones. (Future Markets Magazine)
Ahí, en esos salones donde ella es “adorno” pero escucha todo, se empieza a gestar la futura inventora de un sistema de comunicación secreta.
Muchos relatos subrayan que durante este periodo, sin poder actuar, retoma estudios de ingeniería por su cuenta.
No se matricula en una universidad, pero lee manuales, pregunta a técnicos, toma notas. (Future Markets Magazine)
La huida
Ella misma contó versiones muy novelescas de su fuga: que drogó a una criada, se disfrazó con su uniforme y escapó en coche o en tren, llevando encima todas sus joyas para venderlas después.
Lo comprobable es que en 1937 ya no está con Mandl, ha iniciado procesos de separación y abandona Austria rumbo a París y luego a Londres, huyendo de un marido controlador y de un país que se aproxima al Anschluss. (Future Markets Magazine)

5. De refugiada a estrella MGM: encuentro con Louis B. Mayer
En Londres conoce a Louis B. Mayer, jefe de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), que está fichando actores y directores europeos que escapan del nazismo.
Mayer ve en ella un filón: el escándalo de Éxtasis, su belleza, su acento europeo… pero le ofrece un contrato bastante cutre. Ella lo rechaza. (Future Markets Magazine)
En el viaje en barco hacia Estados Unidos, Hedy se convierte en su propia campaña de marketing: pasea por cubierta, habla con todo el mundo, se hace visible.
Mayer ve la reacción del pasaje y multiplica por cinco la oferta. Es entonces cuando nace “Hedy Lamarr”, nombre escogido en homenaje a la actriz del cine mudo Barbara La Marr. (Future Markets Magazine)
Hollywood la recibe con una etiqueta muy clara: “la mujer más bella del mundo”.
A partir de ahí, su carrera se mueve siempre entre lo que ella quiere hacer y lo que el sistema le deja.
6. La carrera cinematográfica: glamour, clichés y pequeñas rebeliones
6.1. Primeros éxitos en Hollywood
Su debut importante en Estados Unidos es Argel (Algiers, 1938), junto a Charles Boyer, remake del clásico francés Pépé le Moko.
Ella encarna a Gaby, la mujer sofisticada que tienta al bandido en el exilio.
El film funciona muy bien en taquilla y fija su imagen: exótica, misteriosa, inaccesible. (Wikipedia)

Le siguen:
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Fruto dorado (Boom Town, 1940), con Clark Gable, Spencer Tracy y Claudette Colbert, gran producción sobre la fiebre del petróleo.
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Ella es la pieza del triángulo amoroso, glamurosa y ambigua.(septimoescenario.com)

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Cenizas de amor (H.M. Pulham, Esq., 1941), de King Vidor, donde su personaje representa la modernidad frente al conservadurismo del protagonista.
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Es uno de sus trabajos más interesantes como actriz, menos “adorno” y más personaje. (Wikipedia)

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Noche en el alma (Experiment Perilous, 1944), thriller psicológico de Jacques Tourneur con atmósfera gótica.
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Aquí explota mejor su mezcla de fragilidad y misterio. (IMDb)

En todas, su físico pesa más que cualquier matiz interpretativo. Y sin embargo, cuando los guiones le dan material, se ve una actriz con instinto y capacidad.
6.2. Hedy productora: La extraña mujer y Pasión que redime
En 1946 se convierte en una pionera: produce su propia película, La extraña mujer (The Strange Woman), dirigida por Edgar G. Ulmer.
Interpreta a una mujer ambiciosa y manipuladora en el Maine del siglo XIX.
El rodaje es complejo, el lanzamiento torpe y la película no hace taquilla, pero el gesto es importante: una actriz que intenta controlar su carrera. (Wikipedia)

Un año después produce Pasión que redime (Dishonored Lady, 1947), donde hace de diseñadora atormentada que intenta rehacer su vida.
No funciona comercialmente, pero de nuevo muestra a una Hedy que no quiere limitarse a decir frases y sonreír. (SeaWaves Magazine)

6.3. La consagración: Sansón y Dalila
El gran taquillazo llega en 1949 con Sansón y Dalila (Samson and Delilah), superproducción bíblica de Cecil B. DeMille.
La maquinaria publicitaria es demoledora: “La mujer más bella del cine interpreta a la mujer más bella de la Biblia”. (Wikipedia)
La película arrasa en taquilla, recibe premios y consolida su mito erótico-religioso.
Pero refuerza también el encasillamiento: el mundo entero la ve como Dalila, no como inventora ni como refugiada judía que huyó del nazismo.


Ella misma ironizaría después:
“Cualquier chica puede ser glamurosa.
Lo único que tiene que hacer es quedarse quieta y parecer estúpida.” (National Women’s History Museum)
El problema es que el sistema le pedía exactamente eso: quedarse quieta.
7. Hedy inventora (I): inventos “pequeños”, laboratorio casero y obsesión por mejorar cosas
Mientras rueda películas y recorre alfombras rojas, Hedy Lamarr lleva otra vida paralela: la de inventora aficionada que se pasa las noches trasteando con ideas, planos y prototipos caseros.
Ella misma decía: “Me sale natural intentar mejorar las cosas”. (National Women’s History Museum)
Entre los inventos que se le atribuyen (algunos mejor documentados que otros) destacan:
7.1. Tabletas efervescentes de refresco
Diseñó unas tabletas efervescentes que, al disolverse en agua, debían dar lugar a una especie de refresco tipo cola.
El objetivo era tener un “refresco instantáneo” para soldados o para quien no tuviera acceso a bebidas embotelladas.
El problema: el sabor era, según sus propias palabras, “horrible”. (WiTech)
El invento no prospera comercialmente, pero ilustra bien su modo de pensar: detectar un problema cotidiano (falta de bebidas en determinadas situaciones) e intentar una solución técnica sencilla.
7.2. Mejora de los semáforos
Fuentes como el National Women’s History Museum y otros resúmenes biográficos mencionan que ideó una mejora de los semáforos, un sistema de parada-espera-avance más eficiente.
No se conserva una patente clara a su nombre sobre este punto, así que aquí hay mezcla de hecho y leyenda, pero la idea encaja con el tipo de “micro-innovaciones urbanas” que ella decía imaginar. (National Women’s History Museum)
7.3. Collar fluorescente para perros
También se le atribuye un collar fluorescente para perros, pensado para que las mascotas fueran visibles de noche, especialmente en tiempos de apagones durante la guerra.
De nuevo, no se trata de una patente revolucionaria, pero sí de una idea práctica y adelantada a productos que hoy nos parecen evidentes. (Hello Future)
7.4. Caja de pañuelos “de arrastrar”
Algunas fuentes mencionan que experimentó con el concepto de una caja de pañuelos de la que se sacan uno a uno, una especie de antecesor de las cajas modernas de tissues.
Este punto es más debatido (no hay una patente suya registrada al respecto), pero vuelve a aparecer en artículos que destacan su obsesión con el “¿cómo podría esto ser más cómodo?”. (Medium)
7.5. Aerodinámica de aviones y Howard Hughes
Una parte mejor documentada es su colaboración informal con Howard Hughes, aviador y magnate.
Él le facilita acceso a sus ingenieros; ella observa que sus aviones son demasiado cuadrados, estudia formas de peces y aves rápidas y propone alas y fuselajes más estilizados.
Hughes quedó tan impresionado que, según se ha contado en varias entrevistas y en el documental Bombshell: La historia de Hedy Lamarr, le permitió “jugar” con un equipo de ingenieros para probar ideas. (Hello Future)
No es que diseñara sola un nuevo avión, pero sí que aplicó razonamiento ingenieril a un problema real, y sus sugerencias fueron tomadas en cuenta por un gigante de la aviación.
8. Hedy inventora (II): encuentro con George Antheil y el problema de los torpedos
Todo lo anterior se queda en inventos más o menos menores.
El gran salto llega con la Segunda Guerra Mundial.
8.1. El problema técnico
En las reuniones con Mandl, Hedy había oído una queja recurrente:
los sistemas de guiado por radio de torpedos eran muy vulnerables.
Si el enemigo conocía la frecuencia de la señal, podía interferirla (hacer jamming) o incluso apropiarse de ella y desviar el torpedo. (Future Markets Magazine)
Durante la guerra, los aliados se enfrentan a la amenaza de los submarinos alemanes.
La idea de usar torpedos guiados por radio es tentadora, pero ¿cómo evitar que el enemigo bloquee la señal?
8.2. Entra en escena George Antheil
En Los Ángeles, Hedy Lamarr conoce a George Antheil, compositor vanguardista y excéntrico, famoso por su pieza Ballet Mécanique, escrita para varios pianos automáticos (pianolas) sincronizados.
Antheil llevaba años trabajando con rollos perforados y sincronización de instrumentos. (American Scientist)
Entre cenas, fiestas y conversaciones, Hedy le plantea el problema de los torpedos. Antheil aporta su experiencia con pianolas; ella, lo que ha aprendido en las cenas de armamento de Mandl. De ese cruce sale la idea clave:
Si podemos sincronizar varios pianos para que cambien de nota a la vez siguiendo un rollo perforado…
también podemos sincronizar emisor y receptor de radio para que vayan cambiando de frecuencia al mismo tiempo.
Es decir: salto de frecuencia (frequency hopping).
9. La patente del “sistema de comunicación secreta”
9.1. La solicitud y el texto
En junio de 1941, Hedy Kiesler Markey (su nombre legal entonces) y George Antheil presentan una solicitud de patente en Estados Unidos para un “Secret Communication System”.
La patente se concede el 11 de agosto de 1942 con el número US 2,292,387. (patents.google.com)
En el texto se lee que el objetivo es:
“proporcionar un método de comunicación secreta que sea relativamente sencillo y fiable en la práctica, pero difícil de descubrir o descifrar”, mediante “el uso de ondas portadoras de diferentes frecuencias”, especialmente útil para el control remoto de “artefactos dirigibles, como torpedos”. (Deutsches Patent- und Markenamt)
9.2. ¿Qué proponían exactamente?
Resumiendo la parte técnica:
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Dividen el espectro de radio en varias “ranuras” de frecuencia (en el ejemplo usan 88, como las teclas de un piano).
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Diseñan un patrón de salto: una secuencia de cambios de frecuencia preestablecida, conocida sólo por emisor y receptor.
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Sincronizan emisor y receptor mediante dos tambores perforados, tipo rollo de pianola, que giran al mismo tiempo y marcan cuándo saltar de una frecuencia a otra. (American Scientist)
El resultado es que el mensaje (la señal que guía el torpedo) no viaja siempre por la misma frecuencia, sino que “va pegando saltos” rápidos entre muchas.
Para un enemigo que intente interceptar la señal:
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si no conoce el patrón de saltos, sólo oye ruido o segmentos incompletos;
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si intenta bloquear una frecuencia concreta, sólo la bloqueará durante un instante, porque enseguida el sistema saltará a otra.
Eso es, en esencia, un sistema de “espectro ensanchado por salto de frecuencia” (frequency-hopping spread spectrum, FHSS). (Wikipedia)
9.3. El papel de ella y de él
La historiografía reciente ha ido matizando la autoría:
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La idea base de usar salto de frecuencia para hacer la comunicación más segura ya existía en patentes anteriores (por ejemplo, de Nikola Tesla y otros inventores de telegrafía sin hilos), como recuerda la literatura técnica. (Wikipedia)
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Lo que aportan Lamarr y Antheil es una implementación concreta: la de los dos tambores sincronizados tipo pianola para coordinar transmisor y receptor, aplicada específicamente a torpedos guiados por radio. (American Scientist)
Papeles recientes, como el análisis de 2024 sobre su patente, señalan que la Oficina de Patentes les rechazó una reivindicación muy amplia (que habría descrito el FHSS de forma general) por existir “arte previo”, y que los seis puntos de patente finalmente concedidos cubren el mecanismo concreto de sincronización, más que el concepto abstracto de salto de frecuencia. (Researchers.One)
Aun así, el mérito no es menor: dos personas sin formación formal en ingeniería electrónica consiguen formular un sistema patenteable, coherente y avanzado, que encaja con lo que se desarrollaría décadas después.
10. ¿Por qué la Marina no lo usó en su momento?
Cuando presentan la idea a la Marina estadounidense, la respuesta oficial es que el sistema es poco práctico: los tambores mecánicos ocuparían demasiado espacio en un torpedo real, y el mecanismo de sincronización se considera complicado. (Wikipedia)
Oficiosamente, también pesa el hecho de que:
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ella es una actriz de Hollywood;
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él, un compositor vanguardista;
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y la reacción instintiva de los mandos militares es de escepticismo (“que esta señora venda bonos de guerra, de lo técnico ya nos ocupamos nosotros”). (Wikipedia)
Le sugieren que es más útil como rostro público recaudando dinero para el esfuerzo bélico.
Dicho y hecho: Hedy Lamarr protagoniza campañas de bonos de guerra, besa soldados a cambio de compras masivas de bonos y recauda, según algunas estimaciones, millones de dólares para el Tesoro.(nationalww2museum.org)
Mientras tanto, su patente queda archivada… pero no olvidada.
11. De los torpedos al Wi-Fi: trayectoria real de su idea
Aquí conviene separar mito y realidad.
11.1. Lo que sí es cierto
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La patente de 1942 es una de las primeras aplicaciones prácticas de un sistema de salto de frecuencia para comunicaciones secretas en contexto bélico, y con una formulación muy cercana al FHSS moderno. (American Scientist)
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A finales de los 50, empresas como Sylvania Electronic Systems desarrollan sistemas de comunicación militar que usan principios de espectro ensanchado, ya con transistores y sin mecanismos mecánicos tipo pianola.
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En plena Guerra Fría, la Marina y otras ramas militares empiezan a usar salto de frecuencia en comunicaciones seguras, por ejemplo durante la crisis de los misiles de Cuba. (Wikipedia)
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Las técnicas de espectro ensanchado (por salto de frecuencia o por secuencia directa) se convierten después en pieza fundamental de muchas tecnologías inalámbricas modernas: ciertas implementaciones de Wi-Fi, Bluetooth, algunos sistemas GNSS/GPS, comunicaciones militares y sistemas de acceso múltiple tipo CDMA en telefonía móvil. (Wikipedia)
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La Electronic Frontier Foundation (EFF), el National Inventors Hall of Fame y otras instituciones reconocen formalmente la contribución de Hedy Lamarr y George Antheil al espectro ensanchado como un hito histórico. (Future Markets Magazine)
11.2. Lo que está exagerado
Decir que “Hedy Lamarr inventó el Wi-Fi” es una simplificación muy periodística:
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El concepto de salto de frecuencia ya existía antes en trabajos de Tesla y otros;
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La tecnología de Wi-Fi actual se apoya en un desarrollo enorme posterior: teoría de la información (Shannon), codificación, modulación digital compleja, OFDM, etc., que no tienen nada que ver directamente con ella. (Wikipedia)
Lo justo sería decir que:
Lamarr y Antheil aportaron una de las primeras patentes que describen un sistema eficaz de comunicaciones secretas por salto de frecuencia, que forma parte de la genealogía técnica del Wi-Fi y de otras tecnologías inalámbricas actuales.
Sin su ladrillo se habría llegado, probablemente, a soluciones similares, pero su idea forma parte del camino y, durante años, se le borró del mapa.
12. Vida personal: matrimonios, hijos, cirugías y escándalos menores
La vida privada de Hedy Lamarr daría para varias miniseries:
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Se casa seis veces: con Fritz Mandl, Gene Markey, John Loder, Ernest “Ted” Stauffer, W. Howard Lee y Lewis J. Boies. (Wikipedia)
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Tiene tres hijos: James, adoptado durante su matrimonio con Markey pero con rumores constantes sobre su filiación real; y Denise y Anthony Loder, con el actor John Loder. Las relaciones familiares serán tensas, con pleitos por herencias y periodos de ruptura. (Wikipedia)
A partir de los años 50, su carrera cinematográfica decae.
Se critica su dependencia de la cirugía estética, los estudios pierden interés, Hollywood no sabe qué hacer con una mujer madura que no encaja en los papeles que antes le daban. (Wikipedia)
En los 60 y 90 sufre dos detenciones por hurtos menores en grandes almacenes (cosméticos, baratijas), amplificadas por la prensa amarilla.
En ambos casos los cargos se retiran.
Algunos biógrafos lo interpretan como signos de deterioro psicológico y económico; otros, como una mezcla de impulsividad y mala prensa. (Wikipedia)
Se recluye cada vez más, primero en California y luego en Florida, comunicándose por teléfono, evitando cámaras, obsesionada con sus operaciones y con su imagen pública.
El documental Bombshell: La historia de Hedy Lamarr retrata muy bien esa última etapa casi fantasmagórica. (Wikipedia)
Muere el 19 de enero de 2000 en Casselberry (Florida), a los 85 años, por un problema cardíaco.
Sus cenizas se reparten entre Florida y Viena; parte de ellas se esparcen en un bosque cerca de su ciudad natal. (Future Markets Magazine)
13. Reconocimiento tardío: premios, día del inventor y recuperación mediática
A partir de los años 90 se produce un giro total en la percepción pública:
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En 1997, la Electronic Frontier Foundation (EFF) le concede su Pioneer Award (junto a Antheil, ya fallecido), reconociendo el impacto de su patente de 1942. (Future Markets Magazine)
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En esos mismos años recibe el Bulbie Gnass Spirit of Achievement Award, conocido como los “Oscar de la invención”. (Future Markets Magazine)
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En 2014 es incorporada al National Inventors Hall of Fame por su contribución a las comunicaciones de espectro ensanchado. (Future Markets Magazine)
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Alemania, Austria y Suiza deciden celebrar el Día del Inventor el 9 de noviembre, fecha de su nacimiento. (Deutsches Patent- und Markenamt)
El documental Bombshell: La historia de Hedy Lamarr (2017), de Alexandra Dean, refuerza definitivamente su imagen de “estrella y genia tecnológica invisible” y la introduce en el circuito de festivales, cines de arte y ensayo y plataformas de streaming. (FilmAffinity)
A partir de ahí proliferan:
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obras de teatro sobre su vida (por ejemplo, “HEDY! The Life & Inventions of Hedy Lamarr”, en off-Broadway); (Wikipedia)
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novelas históricas (como “Die einzige Frau im Raum / La única mujer en la habitación”, de Marie Benedict); (Wikipedia)
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exposiciones en museos de ciencia, retros en filmotecas, artículos divulgativos sobre mujeres en tecnología.
Lo que fue un pie de página en su obituario se convierte, con el tiempo, en el foco principal: hoy mucha gente la conoce más por el Wi-Fi que por Sansón y Dalila.
14. Lecturas feministas y política de la memoria
La figura de Hedy Lamarr se ha convertido en:
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Símbolo del efecto Matilda
Su caso se cita junto a Rosalind Franklin, Lise Meitner o Ada Lovelace como ejemplo de mujer cuya contribución fue infravalorada, retrasada o atribuida a otros. (National Women’s History Museum) -
Crítica a la lógica de Hollywood
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La industria la explota como “bomba sexual” mientras ella piensa en torpedos, semáforos y alas de avión.
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Sus intentos de producir sus propias películas (La extraña mujer, Pasión que redime) fracasan en un sistema que no perdona a una mujer con ambición de control. (Wikipedia)
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Ejemplo de cómo se construye la memoria tecnológica
Durante décadas, los libros sobre comunicaciones inalámbricas mencionan patentes, ingenieros militares, empresas, pero no a una actriz austríaca. Tienen que llegar los años 90, el auge de internet y del feminismo para que se reescriba el relato y se la coloque en el mapa. (Wikipedia)
Su vida obliga a hacerse preguntas incómodas:
¿A cuántas mujeres con talento técnico se ha relegado a un segundo plano porque encajaban mejor en el papel de “musa”, “madre”, “esposa” o “cuerpo bonito”?
¿Cuántas patentes, ideas o intuiciones se han perdido o atribuido a otros porque el sistema no estaba preparado para tomarlas en serio?
15. Conclusión: Hedy Lamarr, entre la Dalila y el router
Si hoy alguien busca Hedy Lamarr en internet, encontrará dos imágenes principales:
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una foto en blanco y negro de una mujer de belleza casi irreal, mirada intensa, peinado perfecto, estrella del Hollywood clásico;
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y esquemas de una patente de 1942, gráficos de frecuencias, menciones a Wi-Fi, Bluetooth y GPS.
El mérito del trabajo historiográfico de las últimas décadas ha sido poner esas dos imágenes juntas y entender que no se contradicen.
No hay que elegir entre “diva” o “genia”: fue ambas cosas, y además fue refugiada, judía en tiempos del nazismo, víctima de violencia de control, pionera como productora, madre complicada y anciana reclusa.
Su historia nos recuerda varias cosas:
-
que la creatividad tecnológica puede venir de lugares insospechados (un camerino, una cena de gala, una conversación con un compositor excéntrico);
-
que la industria del espectáculo puede borrar durante décadas el lado intelectual de una mujer si le resulta incómodo;
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y que la memoria histórica no es fija: se reescribe, se corrige y se amplía cuando alguien se toma la molestia de mirar más allá de los tópicos.
La próxima vez que el wifi del bar te falle, puedes maldecir al router… o pensar un segundo en aquella actriz vienesa que se aburría en sus ratos libres y decidió que, ya que el mundo la veía como un adorno, al menos ella iba a entretenerse diseñando torpedos imposibles de interceptar.

Bibliografía orientativa (en castellano e inglés)
Libros y biografías
-
Hedy Lamarr: Éxtasis y yo. Notorious Ediciones, Madrid, 2017. Edición española de sus memorias, con prólogo y aparato crítico. Hay que leerla con distancia: la propia Hedy denunció que los negros literarios se inventaron y exageraron muchos episodios.(SeaWaves Magazine)
-
Ruth Barton: Hedy Lamarr: The Most Beautiful Woman in Film. University Press of Kentucky, 2010. Biografía muy completa centrada en su carrera cinematográfica y en el contexto de Hollywood.(Future Markets Magazine)
-
Stephen Michael Shearer: Beautiful: The Life of Hedy Lamarr. St. Martin’s Press, 2010. Profundiza en la vida personal, en los matrimonios y en la recepción de su imagen pública.(Andar en bici)
-
Richard Rhodes: Hedy’s Folly: The Life and Breakthrough Inventions of Hedy Lamarr, the Most Beautiful Woman in the World. Doubleday, 2011. Centrado en la invención del sistema de comunicación secreta y en su relación con George Antheil y la historia del espectro ensanchado.(American Scientist)
-
Karl-Arne Markström: “The invention by Hedy Lamarr and George Antheil of frequency-hopping spread-spectrum secret communications”. URSI Radio Science Bulletin, 2020. Artículo técnico que analiza qué cubría realmente la patente US 2,292,387 y cómo encaja en la historia del FHSS.(ResearchGate)
-
Marie Benedict: La única mujer en la habitación (traducción de The Only Woman in the Room). Kiepenheuer & Witsch, 2023 (ed. alemana); ediciones en castellano disponibles. Novela histórica basada en la vida de Hedy Lamarr.(Wikipedia)
Artículos y recursos divulgativos
-
National Women’s History Museum: “Hedy Lamarr”. Biografía breve, muy clara, que subraya su doble faceta de actriz e inventora, y menciona inventos como las tabletas efervescentes y la mejora de semáforos.(National Women’s History Museum)
-
Future Markets Magazine: “Hedy Lamarr – Inventor and Hollywood star”. Buen resumen de su vida, la patente y la aplicación posterior en tecnologías como Wi-Fi o GPS.(Future Markets Magazine)
-
Electronic Frontier Foundation (EFF): notas sobre los Pioneer Awards 1997, donde se reconoce su aportación al espectro ensanchado.
-
National Inventors Hall of Fame: ficha de Hedy Lamarr, centrada en la patente US 2,292,387 y su impacto.
-
American Scientist: Tony Rothman, “Random Paths to Frequency Hopping” (2019). Historia detallada del FHSS, con sección dedicada a Lamarr y Antheil.(American Scientist)
-
US Patent 2,292,387: “Secret Communication System”, disponible en Google Patents y bases de datos como datamp.org. Texto original de la patente, con esquemas y reivindicaciones.(patents.google.com)
-
DPMA (Oficina de Patentes alemana): artículo “Hedy Lamarr – inventiva femme fatale”, que resume su biografía y comenta la patente desde el punto de vista de la propiedad industrial.(Deutsches Patent- und Markenamt)
-
National WWII Museum: “Hedy Lamarr’s WWII Invention Helped Shape Modern Tech”. Buen contexto para entender el problema de los torpedos, la guerra antisubmarina y el uso posterior de sus ideas.(nationalww2museum.org)
-
Wyld Networks Blog y otros artículos técnicos recientes sobre FHSS y spread spectrum en comunicaciones móviles, que conectan de forma didáctica la patente histórica con el Wi-Fi y Bluetooth actuales.(Wyld Networks)
Cine y audiovisual
-
Bombshell: La historia de Hedy Lamarr (Bombshell: The Hedy Lamarr Story, 2017), dir. Alexandra Dean. Documental fundamental, con audios inéditos de Hedy, testimonios de sus hijos y análisis de su doble vida.(FilmAffinity)
-
Otros documentales y docudramas europeos:
Chistes y críticas en holasoyramon.com
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
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