Dos son las ideas básicas de esta peli de animación nipona.
Por un lado la conciliación de la vida familiar y laboral y por otro la llegada de una hermana pequeña y los celos que produce en el hasta entonces primogénito.
Esos planteamientos iniciales se desarrollan a base de episodios fantásticos que padece el mimado Kun.
Pero la trama termina derivando hacia el valor de los antepasados y la ayuda que su ejemplo puede aportar en la vida.
La peli está llena de gran sensibilidad y sabe retratar maravillosamente ese mundo infantil lleno de inseguridades y de llamadas de atención.
¿Porqué a quién no le gusta ser el centro de todo?
Disfrutamos de una animación luminosa, limpia y colorista. Un placer para los sentidos.
Dicho todo esto, debo de afirmar que me he aburrido como una ostra.
La peli no ha conseguido mantener mi atención y cualquier escusa era buena para abandonar la proyección y dedicarme a otra cosa.
Los cien minutos de metraje me han parecido eternos.
Reconozco sus muchos valores, pero no ha sabido captar mi interés.
Un mediometraje, porque no llega a los 60 minutos, que se puede ver en Amazon Vídeo.
Me lo recomienda, el cineasta y compañero de tertulia en EsRadio Guadalajara,Diego Gismero.
Un musical con tono reivindicativo.
Nos relata como una isla tropical paradisíaca, se puede convertir en un infierno capitalista sin derechos laborales.
La música y el arte son, en esta historia, elementos revolucionarios capaces de cambiar la situación.
A veces, el empleo de la violencia se vuelve en contra del que la emplea.
Su protagonista es Donald McKinley Glover conocido también como Childish Gambino, un actor, cantante, guionista, director de TV y comediante estadounidense. Interpreta todas las canciones.
En cambio, Rihanna no canta nada.
Un cuento bienintencionado, que resulta muy entretenido por el empleo de las canciones y su corta duración.
Malsana costumbre la de cambiar los títulos de las pelis.
The Kid, El Niño, es mucho más adecuada que Sin piedad, aunque nos remita a filmes como Sin perdón.
El western es un género que de vez en cuando resucita, para ofrecernos joyitas como ésta que nos ocupa.
Ya hemos visto en repetidas ocasiones el enfrentamiento entre Billy “El Niño” y el sherriff Pat Garret, que curiosamente es uno de los episodios más conocidos de la historia americana. Nunca comprenderé porqué.
Pero la verdadera trama de la peli, su esencia es la historia de un niño que se enfrenta a la violencia machista, una realidad intemporal y universal.
La historia de dos hermanos con un padre terrible, maltratador y asesino, que hacen lo que pueden para sobrevivir en el salvaje Oeste.
No nos olvidemos del tío un personaje malo donde los haya.
La peli habla de la superación y de afrontar la vida pensando en un futuro mejor.
Con grandes momentos de violencia, nos presenta un western realista, alejado de la épica y de la mística.
Vincent D’Onofrio tiene poca experiencia como director, aquí se reserva un pequeño papel como actor.
Como intérprete le hemos visto en más de ochenta pelis. Yo nunca le olvidaré como el Recluta patoso en La chaqueta metálica del maestro Stanley Kubrick.
Impresionante la madurez de Ethan Hawke como actor.
Decepcionante el doblaje del niño Río.
Chris Pratt da vida ese tío despiado, no se le reconoce totalmente trasmutado. Im-presionante.
El planteamiento inicial de la peli es extraordinario.
Hemos visto mil pelis de la Segunda Guerra Mundial, pero muy pocas de lo que pasó después.
El retrato de ese Hamburgo devastado por los bombardeos, con su población intentando sobrevivir es estupendo.
La cuestión de cómo afrontar las partes ser los derrotados y los victoriosos tiene una gran fuerza.
El olvido, el perdón, la convivencia, la piedad en la posguerra.
Todo lo prometedor del argumento se ve difuminado por una historia de amor, poco convincente.
La muerte del hijo marca a esta pareja británica, un hecho casi insuperable. Tal vez eso sea lo mejor representado.
Como en toda producción británica, fotografía y ambientación impecables.
Keira Knightley es la Adriana Ugarte británica, con esa tendencia perversa a la mueca, al mohino caprichoso, incapaz de dejar los labios en una posición neutra.
Su interpretación contribuye a que esta peli termine siendo un bodrio, una peliculilla romántica, con aires de cine de segunda, para llenar carteleras de manera innecesaria.
Propongo que alguien haga una buena peli que hable de la posguerra, pero por favor que no salga Keira Knightley.
Rafael Azcona
Angelino Fons
Carlos Saura. Basado en una historia de Carlos Saura
Música
Teddy Bautista
Luis de Pablo
Fotografía
Luis Cuadrado
Montaje
Pablo González del Amo
Protagonistas
Geraldine Chaplin
José Luis López Vázquez
Alfredo Mayo
Emiliano Redondo
María José Charfole
Francisco Venegas
Pedro Luis Lozano
Víctor Manuel Moreno
Ana María Custodio
Fernando Sánchez Polack
Mi problema con esta peli, es que recordaba el final.
No consigo averiguar cuándo y dónde la visioné por primera vez.
De hecho casi no sabía de qué iba, pero su terminación me debió de impresionar.
Me he pasado la peli esperando su desenlace y eso me ha impedido disfrutarla.
¿Maldito recuerdo-spoiler?
No es casualidad que Saura se la dedique a su amigo Luis Buñuel.
La peli contiene elementos buñuelianos. El más notorio que una misma actriz (una Geraldine Chaplin en estado de gracia) interprete a dos mujeres contrapuestas.
Elena representa la modernidad, que en la España de los sesenta debía parecer escandalosa.
Ana es la chica de pueblo con una vida en blanco y negro.
Esas dos Españas que convivían en esa década.
Por cierto que ésta última parece que vuelve a resurgir.
Me llama la atención que los hombres que aparecen son calvos. En esa época todos los hombres eran calvos.
Alfredo Mayo y mucho más José Luis López Vázquez están subyugados por los encantos de Elena, símbolo de erotismo y objeto de su deseo sexual.
El porqué ese médico frustrado de provincias, con una vida triste y solitaria, termina haciendo lo que hace, lo deja Saura a la imaginación del espectador.
Yo veo envidia en esa actitud, pero no solo del médico sino también de la enfermera que ve como el verdadero objeto de deseo no es ella sino su parecido con Elena.
Hay una relación paternalista de Julián con Ana, pero también de Elena con Julián al que trata como a un niño.
En cierto modo Julián vive anclado en su infancia con una relación morbosa con las mujeres a las que espiaba (voyerismo), aunque le repugnaban por su obesidad.
Ese voyerismo lo ejercía también su tía mirando por el ojo de la cerradura, cuando eran castigados.
No sé qué simbolismo puede haber en el Peppermint Frappé, constante presencia en la peli.
Yo comencé a trabajar de camarero a los 14 años. El mundo en el que desarrollaba esa actividad era claramente machista, incluso misógino. Esta cuestión soy capaz de analizarla ahora. En su tiempo lo veía “normal”.
Se decía que el Peppermint era bebida de putas.
Había una mezcla de este licor con leche que se llamaba Vaca verde, que a mí me gustaba mucho, tan aficionado a los lácteos como era. Eso en cambio se decía que daba potencia sexual.
Curioso que la botella de peppermint en cuestión llevara una bailarina.
También hay elementos que recuerdan a La caza, no solo en el montaje, en la forma de rodar y la fotografía (aunque aquélla era en blanco y negro), sino también en el asunto.
También se podría comentar el fetichismo y la impotencia de ese doctor de Cuenca, pero ya he escrito demasiado.
Curioso que me haya fascinado más hablar de la peli que verla.
François Ozon nos cuenta el tema de la pederastia en el seno de la iglesia Católica desde el punto de vista de las víctimas.
Muchos años después se atreven a hablar, a contar sus desagradables vivencias.
Cada una ha afrontado su vida de muy diferentes maneras.
Los hay que siguen siendo fervientes católicos y confían que la Institución resuelva el problema.
Otros han llevado una vida triste marcada por esos abusos.
Otros se han hecho ateos y no confían en que la Iglesia haga algo al respecto.
Hay dos cuestiones en el meollo del asunto. Por un lado el cura pederasta, que se disculpa como enfermo. Pero por otro está la Iglesia como institución que oculta y protege a los criminales, incluso consiente sus actividades.
La peli también plantea ese pacto de silencio que se ha mantenido en la sociedad, también en algunos padres, que no querían, o no se atrevían a meterse con una organización de tanto poder como la Iglesia Católica.
Ozon usa un tono frío, casi documental. Sin cargar las tintas, sin utilizar la música para crear melodrama.
Pero son tan potentes las imágenes de sufrimiento de estos personajes, que no pude evitar compadecerme de ellos y mojar algunos pañuelos de papel. Debe quedar claro que no es la intención del director.
Estamos ante una peli testimonio, que no pretende sacar conclusiones, que deja al espectador que obtenga las suyas.
Hasta la Universidad fui a un colegio de curas, concretamente a los escolapios. Cuando tenía unos doce años conocí a un cura que todos llamámos El Tocaculos.
Yo fui testigo de los pellizcos que daba en la citada parte a otros niños.
Tal vez mi aspecto enclenque evitó que fuera víctima de esos tocamientos.
Por supuesto esta experiencia personal no es nada comparada con el padecimiento de los protagonistas de esta peli.
Hace unas semanas mi amigo y compañero de Euskal, Isra, me recomendó este vídeo.
Soy un total ignorante en música.
Como todo el mundo sé decir si algo me gusta o no.
La música de las pelis para mí suele pasar desapercibida, salvo que chirríe mucho o sea una maravilla.
En este vídeo el musicólogo Jaime Altozano nos explica (a la perfección) porqué afirma que la banda sonora de Your Name de Makoto Shinkai es la mejor en su conjunto.
La encuentro en Netflix y compruebo que está protagonizada por Claire Danes, Michelle Pfeiffer y Robert De Niro.
En el siglo pasado era incondicional de la Pfeiffer y este XXI de la Danes.
Unir en la pantalla a dos de mis veneradas diosas del celuloide de dos siglos diferentes ya es un gran atractivo.
En Stardust hay magia, fantasía medieval, brujas, romance, algo de comedia y aventuras, con un cierto aire steampunk retrofuturista. Aunque de esto último no estoy muy seguro.
Con un toque ingenuo, simplista, infantiloide que no sé si me atrae o lo repudio.
Me gusta la idea que Claire sea una estrella que brilla y que Michelle sea una bruja que envejece según gasta sus poderes.
Lo peor el prota, un soseras Charlie Cox que para nada hace convincente su papel y que no consigo comprender que la reluciente Danes se enamore de él.
Tiene un cierto aroma nostálgico que hace que en su visionado sea generoso y la disfrute moderadamente.
Creo que ha quedado algo anticuada.
Como siempre los malos son más divertidos, sobre todo el grupo de hermanos fantasmas.
Al final me quedo con Claire y también con Michelle, como lo mejor de la peli.
Guion: Carey Van Dyke, Shane Van Dyke (Novela: Tim Lebbon)
Música: Tomandandy
Fotografía: Michael Galbraith
Reparto:Stanley Tucci, Kiernan Shipka, Miranda Otto, John Corbett, Kate Corbett,Kyle Harrison Breitkopf, Hannah Gordon, Alex Hatz, Billy MacLellan, Helen Stevens,Callum Shoniker, Sarah Abbott, Taylor Love, Gino Raimondo
Productora: Coproducción Alemania-Estados Unidos; Constantin Film Produktion. Distribuida por Netflix
La peli no parte de la idea de mantener el misterio.
Desde el comienzo nos presenta a estos monstruos asesinos voladores que atacan a los que usan más decibelios de la cuenta.
Se convierte pronto en survival familiar destacando el padre y la hija como protagonistas, interpretados por el experimentado y solvente Stanley Tucci y la emergente Kiernan Shipka.
Los noventa minutos que dura la peli pasan en un suspiro.
Basada en una aclamada novela sueca, la serie se sitúa en Estocolmo, justo después del tiroteo en un colegio privado.
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Comentario:
Serie sueca distribuida por el gigante del streaming.
Comienza con una matanza en un instituto, rodado con planos muy cortos, con los que intuimos la situación, sin conocerla a fondo.
A base de flashbacks vamos conociendo la tóxica relación entre un consentido niño rico y una muchacha de familia acomodada.
Me asombran varias cuestiones.
Los padres de la muchacha ven con muy buenos ojos ese noviazgo, consintiendo sin ningún problemas que mantengan relaciones sexuales, o que se vayan en el pedazo de yate con catorce personas de tripulación.
Impresionado por el riguroso sistema penitenciario sueco que mantiene aislada a esta muchacha durante semanas. En España por orden judicial se puede mantener incomunicada a una persona como mucho unos pocos días.
La serie tiene ese aire Netflix con protagonistas jóvenes y cierto aire moralizante.
A lo largo de los capítulos vamos descubriendo el porqué y el cómo del arranque de la serie.
Encontrar elementos nuevos en el cine de terror resulta muy difícil.
Generalmente nos conformamos con que los elementos tradicionales del cine de género ensamblen medianamente bien, con eso nos damos por satisfechos.
Cementerio de animales comienza, tal vez, de forma rutinaria, pero cuando avanza la peli aporta elementos muy turbadores, para acabar con una fuerza que realmente causa desazón.
Llega un momento en la que somos capaces de prever lo que va a ocurrir y eso nos causa un profundo malestar, sabedores que aquello no va a terminar bien.
Efectivamente el relato acaba con el Rosario de la Aurora.
Siempre resulta difícil digerir la maldad en la infancia y complicado justificar la agresión a un niño, como bien se preguntaba en el título de su película Narciso Ibáñez Serrador en ¿Quién puede matar a un niño?
No diré que llegué a pasar miedo, pero salí del cine con la extraña sensación que iba a padecer pesadillas.
Cada semana se estrena una comedia española, en ocasiones incluso dos.
Ésta viene patrocinada por Tele 5 con su maquinaria publicitaria detrás.
Plantea la historia de unos jóvenes que se dejan la vida estudiando para sacar una carrera y luego quedan condenados al paro o al empleo precario.
Un tema muy actual, muy real.
Se trata de una comedia loca, incluso salvaje, con buenos momentos de comicidad, pero con, también, elementos chirriantes.
Muy bien todos los actores con grandes dotes para la comedia.
Yo me parto con Ernesto Sevilla.
Las tres chicas protagonistas (Cristina Castaño, Miren Ibarguren y Amaia Salamanca) interpretan papeles potentes y no desentonan en el registro de comedia. Maravillosas.
Una sorpresa ver a David Verdaguer en este género, nos tiene más acostumbrado a verle en pelis serias.
Cumple como comedia de evasión, siendo más interesante su planteamiento que su desarrollo.
Elena consigue aguantar los 188 minutos de proyección, lo cual habla muy a favor de la peli.
Es la biografía de los treinta primeros años del pintor Kurt Barner.
De fondo el nazismo, la guerra y la posguerra con las dos alemanias enfrentadas.
Se trata de una peli ambiciosa en muchos sentidos, que podía haber patinado, pero su comedimiento la hace muy eficaz.
Una gran virtud es su relato lineal, huyendo de flashbacksinnecesarios.
En el meollo de la peli hay una sustancia didáctica sobre el arte y su interpretación.
El arte en la Alemania nazi como representación del poderío de una raza, un arte al servicio de la política.
El arte en la órbita soviética, ese realismo social propagandístico.
Y por último las vanguardias. Esa búsqueda, a veces un poco loca, de nuevas expresiones artísticas. Esa necesidad vital de hacer algo nuevo, algo diferente.
Efectivamente el título es muy acertado.
La sombra del pasado persigue a ese psicópata ginecólogo, un hijo de la gran puta, asesino despiadado que antepone los valores de la raza incluso antes que la salud de su propia hija.
Una arribista sin escrúpulos que puede servir al Tercer Reich tanto como al Sóviet Supremo.
Pero esta peli es sobre todo un análisis de la verdad.
Esa búsqueda de la verdad de nuestro pintor protagonista es la esencia.
Los nazis se creían en la posesión absoluta de la verdad, eso les llevó a hacer las más grandes atrocidades, incluso con sus compatriotas.
Las personas más débiles, aquéllas en las que la sociedad se debería volcar para proteger y cuidar, eran exterminadas.
Los soviéticos también defendían una verdad única, no había espacio para la opinión, ni para la libertad.
Nuestro artista aprende de su tía, esquizofrénica, pero clarividente, que no tiene que dejar de ver, de mirar y esa realidad que va a representar la distorsiona, la desenfoca. Porque la verdad no suele ser diáfana, trasparente, única. La verdad es borrosa y difícil de alcanzar.
Huyamos siempre del que se dice en posesión de la verdad, del que está seguro de todo, del que no puede aceptar la diferencia, lo nuevo, lo marginal.
¡Qué acertado el cartel de esta peli, qué se puede ver al final del post!
No ha gustado a la crítica, pero a nuestro amigo Jesús, a Elena y a mí sí.
A los que amamos el cine, nos ponen las pelis largas.
Una cuidada producción británica que nos relata la última gira que realizaron estos dos grandes de la comedia por el Reino Unido.
Son dos actores en el crepúsculo de su carrera.
Dos achacosos cómicos muy diferentes, pero complementarios.
Ollie arruinado por los divorcios y por las apuestas en las carreras y un Stan soñando con realizar una última película.
Los números cómicos funcionan muy bien, apelando a la nostalgia de los que disfrutamos de su ingenio en las tardes de los sábados en la tele única de mi infancia.
Stan & Ollie es sobre todo una historia de amistad, de esas relaciones inquebrantables, que pueden estar surcadas de inconvenientes y desencuentros pero que son irrompibles.
Llegué a emocionarme en su tramo final, cuando se vuelve sensiblera, soltando algo más que unas lágrimas.
La peli tiene como elemento a favor el relato entrañable del mundo del cine y del espectáculo en la época dorada del viejo Hollywood.
Antes de comenzar a comentar la peli quería contar algunas cuestiones sobre los Estados Intersexuales.
Yo cuando los estudié se llamaban Hermafroditismos.
Antes que nada diferenciar entre genotipo y fenotipo.
Lo primero se refiere a la carga genética.
Tenemos dos cromosomas sexuales. En hombres XY y en mujeres XX, como todos sabemos.
El fenotipo se refiere al aspecto exterior de la persona.
Puede ocurrir que un individuo tenga un fenotipo masculino, con barba, pene, escroto, pelo en el pecho y todos los tópicos consecuentes, pero en cambio tenga ovarios y no testículos. A eso se le llamaba antes Pseudohermafroditismo femenino.
Pero también puede darse el trastorno contrario. El Pseudohermafroditismo masculino, con testículos, pero fenotipo femenino, con mamas, vagina, distribución de la grasa corporal ginecoide, etc…
Un ejemplo de esto es el síndrome de insensibilidad a los andrógenos, síndrome de Morris o feminización testicular es una condición genética en la cual las hormonas encargadas de desarrollar las características físicas masculinas (andrógenos), no son asimiladas por las células.
Estas chicas suelen ser altas y bellas. Su insensibilidad a los andrógenos las hace muy femeninas. Hay muchas leyendas sobre famosas que tienen esta “alteración”.
Por otra parte las personas con Síndrome de Klinefelter, tienen un cromosoma X de más.
Poseen XXY, como el título de la peli.
Su fenotipo es masculino, pero especial como se describe en el dibujo de abajo.
A lo largo de mi vida profesional he conocido a varias personas con este trastorno.
La mayoría tienen vidas normales y cuando deciden tener hijos, sus esposas no se quedan embarazadas. Al hacer el espermiograma se comprueba la ausencia de espermatozoides. Y a algún médico espabilado se le ocurre pedirle un cariotipo y se descubre la presencia de ese cromosoma X de más.
En mi experiencia, se suele aceptar bien y eso explica su aspecto, un poco peculiar.
Hace muchos años, en mi época de médico penitenciario, ingresó en prisión un chico que había asesinado a dos compañeros realizando el servicio militar.
Al parecer era objeto de bromas por parte de unos desgraciados, que le estaban haciendo la vida imposible.
Este muchacho una noche cogió su Cetme y descerrajó varios tiros sobre los acosadores.
Cuando lo conocí en la cárcel, parecía un muchacho apocado, con cara de susto, muy prudente, no muy listo, pero educado.
Contaba su historia sin muchos tapujos y recuerdo como le había impresionado el ver salir la sangre de sus víctimas.
Por su aspecto le hicimos un cariotipo y resultó tener un Síndrome de Klinefelter.
Álex la protagonista de esta historia parece tener un hermafroditismo verdadero y no un Síndrome XXY.
Pero eso, en definitiva, es poco importante.
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Vamos a la peli:
Nos cuenta la dificultad para encontrarse a sí misma de esta jovencita.
Si la adolescencia ya es una época complicada en la vida, mucho más si tu sexo no está bien definido por la naturaleza, ni por tus padres.
Ricardo Darín es un padre que no ha sabido decidir.
Cuando nació Álex podía haber tomado el camino de determinar, con cirugía la identidad sexual de su hija, pero prefirió posponer esa decisión hasta que ella la tomara.
Tal vez, es lo más ético, pero no lo más práctico.
La protagonista se considera un monstruo, y no ayuda nada la actitud de otros muchachos o de los amigos de los padres.
Pero encuentra compresión en sus progenitores y en dos amigos, que deberán ser su apoyo.
Ella tendrá que aprender a aceptarse y decidir.
Lucía Puenzo maneja bien los tiempos cinematográficos y realiza un relato sincero de los personajes.
Su retrato del desconcierto es muy realista, muy veraz.
Su peli es un reto, una experiencia de equilibrista para no caer en el folletín, ni en la banalidad, ni en lo escatológico, para ello se centra en los sentimientos.
Una peli que vi, en su estreno, hace más de diez años y que casi no recordaba.
Biopic de la adolescencia y juventud de la escritora sueca Astrid Lindgren, creadora de Pippi Calzaslargas.
El relato está aderezado y salpicado con las cartas que recibe por su cumpleaños cuando es anciana.
Son misivas de niños admiradores, que la obsequian con dibujos y amables palabras de agradecimiento.
Astrid está magníficamente interpretada por Alba August que le sabe dar a su personaje esa vitalidad y energía propia de una persona creativa y rebelde.
Hay algo en esa actuación que emociona, trasmitiendo verdad y sentimientos intensos.
La peli adquiere a lo largo del metraje un tono de folletín, que puede resultar molesto.
Es una historia más propia del siglo XIX que del XX.
Con elementos lacrimógenos que empañan la narrativa y los ojos del espectador.
Al final resulta una historia de superación, con tonos ya vistos.
Sorprendente la actitud de esa abuela que prefiere hacer desaparecer a su nieto por conservar las apariencias, más teniendo en cuenta sus fuertes convicciones cristianas.
Una peli irregular, que como elemento más positivo tiene la potencia del personaje y de la actriz que le da vida.
No me gustaría desvelar nada de su argumento. Lo voy a intentar.
Border es una peli rara, turbadora y fascinante.
Lo extraordinario, lo raro, lo feo siempre me causan sentimientos contrapuestos.
He aprendido a lo largo de mi vida a apreciar, a valorar lo diferente.
Muchas personas físicamente feas tienen un espíritu hermoso.
Esta peli habla de eso, pero también cuenta la historia de la intolerancia de los humanos con lo especial, con lo que no se comprende.
Los represaliados pueden tomar posiciones diferentes. El enfrentamiento, colaborando con el mal que nace del humano, alimentándolo como si fuera un cáncer o hacer totalmente lo contrario, intentar salvar lo mejor de la humanidad.
Tina es especial, única, extraordinaria, pero maravillosa y bondadosa, mucho mejor que nadie en la peli.
Ella aprende a conocerse y a valorarse, se mueve en la difícil decisión de hacer lo correcto.
Una peli que no te dejará indiferente.
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Mi puntuación: 8,99/10.
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Comentario de Elena:
Es una película diferente e impactante.
La protagonista trabaja en la seguridad de un aeropuerto, gracias a un sentido muy desarrollado de su olfato es capaz de captar cualquier olor, pero sobre todo el que desprenden los sentimientos, las emociones y los estados de las personas desde la maldad, nerviosismo o la mentira.
Es una buena mujer por naturaleza, incapaz de hacer daño y con un sentimiento profundo de querer ayudar a los demás.
Es querida por su padre, su novio, al que el trabajo es algo que no le gusta mucho, por sus compañeros, vecinos y amigos.
Un día en el desempeño de su profesión conoce a un extraño hombre que se asemeja a ella y cree haber encontrado la felicidad, pero ¿será realmente así?
Reparto: Jeff Bridges, Barry Brown, John Savage, Ed Lauter, David Huddleston, Jim Davis,John Quade, Damon Douglas, Jerry Houser, Geoffrey Lewis, Jean Allison,Todd Martin
Productora: Paramount Pictures
Género: Western. Drama
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Comentario:
Hace casi una año, en una entrevista que realicé a mi maestro y amigo José Antonio Orteu, me comentaba esta peli y me la recomendaba.
Acabo de verla muy sorprendido.
Su título no tiene nada que ver con su contenido.
Podría haberse llamado “Pardillos en el Oeste“.
La historia de unos muchachetes, unos raterillos de muy poca monta en un mundo cruel y hostil como la salvaje América.
Se mueve entre la comedia de los fracasados y el drama de los desarraigados.
En la trama hay momentos brillantes que pocas veces habíamos visto en el western.
Como cuando esos pistoleros echan a corren al ver que los críos les hacen frente con sus disparos.
Este mundo de la aventura del Oeste americano se desmitifica y se ridiculiza, aproximándose, muy probablemente a la realidad.
Una muy grata sorpresa.
Su director y guionista, que en la actualidad tiene 86 años, será recordado porque se llevó el Oscar a la mejor dirección por la lacrimógena Kramer contra Kramer.
Esta peli que nos ocupa es mucho mejor que el bodrio por el que fue premiado.
La vida cotidiana, sencilla, pero a la vez compleja de una mujer del siglo XXI.
Conflictos con el marido (bastante gilipollas), conflictos con una madre autoritaria.
Un drama brasileño con toques de folletín.
Hace más de una década un estudio desvelaba que alrededor de un 15% de los maridos no eran los padres de los chiquillos de la pareja, la estadística era en el País Vasco…
Pues en brasil también suceden estas cosas.
Lo mejor de la peli, con ventaja, es su maravillosa protagonista, una formidable Maria Ribeiro, tan bella como atractiva. Una razón más que poderosa para ver esta peli.
La séptima temporada de la serie de televisión estadounidense Homeland se estrenó el 11 de febrero de 2018 y concluyó el 29 de abril de 2018 en Showtime, que consta de 12 episodios.
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Comentario:
La sexta temporada nos dejó un buen sabor de boca y por ello no nos da mucha pereza comenzar a ver la séptima.
Carrie Mathison es el centro y la guía de la historia.
Ha demostrado ser un personaje muy potente.
En estos doce capítulos su personalidad y su trastorno bipolar cobran un gran protagonismo.
Sufrimos al verla incapaz de cumplir con sus deberes de madre, víctima de su patología.
Su crisis maníaca le impide ver con claridad la realidad y sus delirios, paradógicamente, resultan esclarecedores de la tremenda conspiración que se nos ofrece.
En la temporada anterior se hablaba del poder de los servicios secretos, en cambio en ésta hay un claro enemigo, los rusos, capaces de manipular a personas íntegras para atacar a la Democracia Americana.
La serie mezcla, incluso combina, de manera eficaz, una trama a lo House of Cards con la típica historia de espías y contra espías que se ha mantenido viva en Homeland.
Me encanta la idea del “tonto útil” como elemento manipulado por la falsa información en beneficio del poder destructor.
Impresionante Claire Danes que da vida a esta ex-agente, mala madre, medio loca, medio clarividente a la que odias y amas.
Me sigo considerando incondicional de esta saga, aunque, tal vez, no tanto.