Invito a mi amigo Adolfo a hacer una tarde con sesión doble.
La primera que vemos es esta producción noruega.
Le pido públicamente disculpas.
Suponía una producción de serie B con el encanto de cine fuera de las grandes productoras.
Me encuentro con un producto de ínfima calidad.
Intenta ser un Piratas del Caribe y se queda en una versión cutre y mal hecha del Capitán Tan Tan.
Todo es penoso en esta peli, aunque tal vez no merezca esta calificación.
El guión es inconsistente, repleto de situaciones absurdas, sin hilo argumental.
Los errores de raccord continuos te van dejando perplejo.
Los supuestos actores (des)componen personajes patéticos, con una inmensa sensación de vergüenza ajena.
El monillo es, tal vez, el mejor intérprete. Al menos tiene naturalidad.
Hay un plano en el que se come un plátano. Es el mejor momento.
Aguanté casi al final para comentar que estaba siendo insoportable. Lo único que aliviaba mi sufrimiento son las cabezadas en las que fui cayendo.
Que ningún padre caiga en el error de llevar a sus hijos a ver este bodrio. Ningún niño por travieso que sea se merece tal castigo.
Insisto: Perdón Adolfo.
Esto no es una peli es un delito.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
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