De la censura al prestigio global: los directores que forjaron el alma del Festival de Cine de San Sebastián – Donostia Zinemaldia – Festival de San Sebastián 2025 – #73SSIFF – @sansebastianfes – Gema Santamaría

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De la censura al prestigio global: los directores que forjaron el alma del Festival de Cine de San Sebastián.

 


De Gasca a Rebordinos, cinco figuras clave han pilotado el Zinemaldia desde sus vaivenes políticos hasta su proyección como epicentro mundial del cine de autor.








Desde sus inicios bajo la tutela franquista hasta convertirse en uno de los festivales de referencia a nivel internacional, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián ha transitado una compleja evolución marcada por la política, la cultura y la sociedad.

 

Detrás de este recorrido están sus directores, figuras clave que han dejado una impronta indeleble.

 

Este artículo repasa, con lupa histórica y social, el legado de cada uno, desde Luis Gasca hasta José Luis Rebordinos.






I. El festival antes del director: cine entre la censura y la propaganda (1953–1969)

 

La primera edición del Festival de Cine de San Sebastián tuvo lugar en 1953, en pleno franquismo.

 

En realidad, no existía una dirección artística como tal: la organización estaba en manos del Sindicato Nacional del Espectáculo, órgano vertical del régimen, con apoyo del Ministerio de Información y Turismo. Más que una plataforma artística, el festival era un escaparate ideológico.

 

No obstante, el certamen sirvió de válvula de escape para introducir tímidamente aires de modernidad cinematográfica en la España autárquica.

 

En 1957, por ejemplo, Alfred Hitchcock acudió al estreno europeo de Con la muerte en los talones (North by Northwest), y un año después repitió con Vértigo. Sin embargo, no fue hasta 1970 cuando se institucionalizó por fin la figura del director.

 

 






II. Luis Gasca: el cinéfilo ilustrado que modernizó el certamen (1970–1979)

 

Luis Gasca (San Sebastián, 1933–2021) fue el primer director oficial del festival. Editor, historiador del cómic y cinéfilo empedernido, Gasca asumió el mando en un momento convulso.

 

El festival había perdido la categoría “A” de la FIAPF en 1963 por su excesiva dependencia estatal, y aunque la recuperó en 1964, su prestigio seguía en entredicho.

 

Gasca optó por reforzar la dimensión internacional del festival. Incorporó títulos de cine de autor europeo, consolidó la Sección Oficial como escaparate competitivo y comenzó a atraer películas como El último tango en París (Last Tango in Paris) o El espíritu de la colmena.

 

Quería que San Sebastián dejara de ser una feria provinciana y se pareciera más a Cannes o Berlín”, declararía años después en una entrevista para Dirigido por….

 

El contexto político también era crucial: el franquismo agonizaba y comenzaba una etapa de transición.

 

Gasca abrió la puerta a una programación más audaz, aunque todavía bajo la sombra de la censura. Su legado fue sentar las bases de un festival moderno, respetado y con voz propia.

 

 






III. Diego Galán: reconstrucción y prestigio tras la crisis (1980–1990)

 

Tras años de incertidumbre y cierta desorientación, en los 80 llegó al rescate Diego Galán (Tánger, 1946–Madrid, 2019), crítico de cine y documentalista.

 

Durante su primer mandato (1986–1989), el festival había vuelto a caer en crisis: bajón de calidad, escasa repercusión mediática y rumores de desaparición.

 

Galán aplicó un modelo mixto: combinar cine popular con propuestas autorales, abrir la puerta a cinematografías emergentes y, sobre todo, dar visibilidad al cine español.

 

Fue durante su etapa cuando se instituyó el Premio Donostia, creado para homenajear a grandes figuras del cine internacional. El primero fue Gregory Peck en 1986.

 

Además, su gestión fue fundamental para volver a captar la atención de autores como Pedro Almodóvar, quien presentó Tacones lejanos (High Heels) en 1991, generando gran expectación.

 

El festival necesitaba respeto, y para eso había que trabajar con los mejores”, dijo Galán en una entrevista a El País en 2001.

 

Su figura también perdura gracias al documental Una historia del Zinemaldia, donde repasó los entresijos políticos del certamen durante el franquismo.

 

 




IV. Profesionalización y nueva estructura: la dirección colegiada (1991–1992)

 

Entre 1991 y 1992, la dirección del festival pasó a manos de un equipo más institucional, designado por el Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación de Gipuzkoa. Lo encabezaban Pello Aldazábal como delegado general, Koldo Anasagasti como director ejecutivo, y en labores de programación, el crítico Rudi Barnet.

 

Esta dirección colegiada no fue larga, pero sí crucial. Se constituyó la sociedad anónima que aún hoy rige el festival, se profesionalizó la estructura de gestión y se desligó definitivamente de las inercias políticas del pasado. El festival comenzó a respirar con autonomía.

 

Era urgente que el Zinemaldia tuviera herramientas propias de gestión“, explicaría Aldazábal en 1993 a Deia.

 

 

 






V. Mikel Olaciregui: internacionalización y cine de autor (2001–2010)

 

El relevo lo tomó Mikel Olaciregui (San Sebastián, 1958), programador de larga trayectoria y subdirector del festival durante años. Su mandato comenzó en enero de 2001, con el reto de internacionalizar el certamen sin perder identidad.

 

Los primeros años no fueron fáciles: en 2001, el atentado de las Torres Gemelas deslució la edición; en 2003, una huelga en el Hotel María Cristina obligó a cambiar el alojamiento de las estrellas a última hora.

 

Pese a todo, Olaciregui logró atraer a grandes figuras del cine: en 2004 se presentó Melinda y Melinda de Woody Allen, en 2008, Vicky Cristina Barcelona, con presencia de Scarlett Johansson y Penélope Cruz.

 

La reapertura del Teatro Victoria Eugenia en 2007 dio nuevo lustre al certamen. Ese año desfilaron por la alfombra roja Samuel L. Jackson, Demi Moore, Richard Gere o Viggo Mortensen.

 

Olaciregui combinó hábilmente cine independiente con nombres mediáticos, y fortaleció los vínculos con América Latina.

 

 






VI. José Luis Rebordinos: consolidación, identidad y compromiso social (2011–presente)

 

Desde enero de 2011, el festival está bajo la dirección de José Luis Rebordinos (Errenteria, 1961), hombre de cine y cultura con larga trayectoria en la Semana de Cine Fantástico y de Terror y el Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia.

 

Su modelo ha sido integral: sostenibilidad económica (primer convenio con patrocinadores privados en 2012), identidad vasca, y cine con compromiso social. Se ha mantenido la apuesta por el cine latinoamericano, el feminismo, los derechos humanos y la calidad autoral.

 

En su mandato, el festival ha vivido momentos brillantes: la presentación en 2023 de Cerrar los ojos, de Víctor Erice; la consolidación de la sección Zabaltegi-Tabakalera; y una 72ª edición (2024) calificada por él mismo como “la más potente” de su etapa, con nombres como Johnny Deep, Cate Blanchett, Pedro Almodóvar o Javier Bardem.

 

Queremos ser un festival con una identidad clara, pero sin perder proyección internacional. Ser únicos sin encerrarnos”, ha dicho en múltiples entrevistas.

 

Ha sido distinguido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2015), el título de Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres (Francia, 2021) y el Tilda Thamar Award (Argentina, 2024).

 

 






Conclusión: cinco etapas, una evolución

 

A lo largo de siete décadas, el Festival de Cine de San Sebastián ha cambiado tanto como el país que lo acoge. Desde la censura de los años 50 hasta el compromiso social de hoy, cada director ha reflejado su tiempo:

 

  • Gasca, la apertura cultural tras el franquismo.

 

  • Galán, la reconstrucción democrática.

 

  • Aldazábal y Anasagasti, la profesionalización técnica.

 

  • Olaciregui, la internacionalización moderna.

 

  • Rebordinos, la consolidación ética y estética.

 

El Zinemaldia no sería lo que es sin estos gestores que, entre bastidores, han moldeado la historia reciente del cine en España y en el mundo.

 

Cada director no solo ha mantenido el prestigio del Festival, sino que lo ha adaptado a los desafíos de su época: desde la recuperación después de crisis políticas y económicas, la integración de nuevos públicos y la industria, hasta una proyección global que ha reforzado el estatus del Zinemaldia como evento cultural de primera categoría.






Fuentes consultadas

 

  • Galán, Diego. Una historia del Zinemaldia. Filmoteca Vasca, 2002.

 

  • Artículos de prensa en El País, Fotogramas, Dirigido por…, Deia y El Diario Vasco.

 

  • FIAPF: International Federation of Film Producers Associations (www.fiapf.org)

 

 

  • Entrevistas a José Luis Rebordinos (RTVE, El Diario Vasco, Variety, 2021–2024)

 

  • Obituarios y perfiles en prensa nacional: Diego Galán (2019), Luis Gasca (2021).


 

 

 

 

 

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Muchos besos y muchas gracias.

¡Nos vemos en el cine!

 

 

 

Chistes y críticas en holasoyramon.com

Crítico de Cine de El Heraldo del Henares

 

 

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