John du Pont es un ricachón con menos personalidad que un gorrión, pero con más necesidad de reconocimiento que el Dictador Norcoreano, Kim Jong-un.
Cuando la calidad de una persona se mide por su dinero, en realidad es que no vale nada.
Steve Carell interpretando a este inútil raya la perfección, haciendo suyo el dicho que menos es más.
Channing Tatum, demuestra que detrás de su potente físico hay un gran actor, dando la réplica Steve Carell. Un muchacho desvalido necesitado de una figura paternal que se ilusiona con la idea que el potentado podrá cubrir esa ausencia.
Los dos se sienten terriblemente solos.
Uno precisa el reconocimiento de su madre y otro un progenitor, cansado (inexplicablemente) de la tutela de su hermano mayor.
David Schultz (el hermano del que hablamos) es interpretado por el gran Mark Ruffalo, la persona más equilibrada de este trío protagonista.
No me quiero olvidar de una actriz formidable, que aparece en un plano muy secundario, la maravillosa Sienna Miller.
Hay en toda la peli un trasfondo de tristeza, de melancolía…
Es curioso que una tarde de sábado la haya dedicado a ver dos pelis de tema deportivo.
Las dos utilizan el deporte como metáfora de la vida y como escusa para hablar de la decadencia la primera del comunismo y la segunda de un rico y tal vez del capitalismo.