Ana trabaja de ambulanciera. Le gusta ayudar a los demás. Pero es una muchacha que sufre.
Le resulta difícil mantener relaciones personales con los demás. Cambia de humor con facilidad.
Presenta crisis de furia, de ansiedad. A veces se autolesiona, se quema con cigarrillos o se corta en las muñecas o en los muslos.
Se encuentra incómoda con frecuencia, no es capaz de empatizar con los demás.
Su relación con su madre se basa en monosílabos.
Con frecuencia la tristeza y el desasosiego invade su vida. Es profundamente infeliz. Parece que nadie puede ayudarla.
Ana padece trastorno límite de la personalidad.
Los trastornos de personalidad son difíciles de entender. Más que padecer una enfermedad, los pacientes que sufren estos trastornos “simplemente” son así. Han manifestado su trastorno desde la infancia y difícilmente van a cambiar.
Ana está condenada a padecer una existencia de sufrimiento y de incomprensión.
Fernando Franco rueda con la cámara pegada a su protagonista, una manera de dirigir que detesto profundamente.
Pero demuestra gran habilidad al depositar el peso de la peli en una actriz inconmensurable como, la multipremiada (con todo merecimiento), Marian Álvarez.
Toda la gama de sentimientos, de reacciones descritos son interpretados con perfección increíble por esta actriz con mayúsculas. Sin ella la peli no sería más que un experimento olvidable.
Tenía mucho interés en ver esta peli que ha sido multipremiada: (la lista de premios no hace falta leerla)
Oscar: Mejor película de habla no inglesa. 5 Nominaciones, incluyendo película
Festival de Cannes: Palma de Oro (Mejor película)
5 Premios César, incluyendo mejor película y director. 10 nominaciones
Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa
Premios del Cine Europeo: Mejor película, director, actor y actriz. 6 nominaciones
Critics Choice Awards: Mejor película de habla no inglesa. 2 nominaciones
2 Premios BAFTA: Mejor película extranjera y actriz (Riva). 4 nominaciones
Independent Spirit Awards: Mejor película extranjera
Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
National Board of Review (NBR): Mejor película extranjera
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor película
Satellite Awards: Nominada a Mejor película extranjera y mejor actriz (Riva)
Premios Guldbagge: Mejor película extranjera.
Hace unos años di cursos de Geriatría y de Alzheimer, si hubiera existido esta peli, la hubiera puesto a las alumnas, sin lugar a dudas, porque relata de manera minuciosa el proceso de degradación física que produce, en este caso, la enfermedad cerecebrovascular y la demencia vascular y el sufrimiento que lleva para la paciente y para el cuidador.
Haneke se enfrenta a un reto difícil y poco comercial. La historia es esencialmente triste y los protagonistas son dos ancianos que van deteriorándose hasta la muerte.
Este director siempre me ha parecido muy interesante y su anterior peli La cinta blanca me pareció extraordinaria.
Aquí coloca la cámara con distancia, usa planos fijos, no usa banda musical, salvo lo que se escucha como música en el trascurso de la peli. El ritmo es pausado, tranquilo, detallista. Su mirada es distante, fría. Desde luego no se le puede acusar de sensiblero. Deja todo en manos de los actores y apela a la sensibilidad del espectador.
Hay momentos magníficos como cuando Trintignant escucha un CD e imagina a su esposa tocando el piano.
Esta obra venerada por los críticos y que ha obtenido tantos galardones, a mí no me ha gustado. Ese distanciamiento del autor me molesta, tal vez le imprima verdad pero a mí no me implica lo suficiente.
Y lo que no le puedo disculpar a la peli es que sea tan aburrida. El cine es arte y entretenimiento. Y según mi opinión aquí tal vez haya mucho arte pero nada de entretenimiento.