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Alcarria TV – Al Cine con Ramón – Centauros del desierto – 1956 – John Ford – Comentario, anécdotas y curiosidades

23/01/2016

 

Hablamos con Pablo Franco en EsRadio Guadalajara y en Alcarria TV de una de las pelis míticas de la historia del cine:

 

 

 

 

 

Muchos besos y muchas gracias.

 

Crítico de Cine de El Heraldo del Henares

 

Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV

 

Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos

 


 

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ramonazo 2016-01-20

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Centauros del desierto – 1956 – John Ford – Comentario, anécdotas y curiosidades – Taller de Cine de Azuqueca de Henares

10/01/2016

 

John Ford (director de cine), el hombre que hacía westerns:

 

John Ford (1 de febrero de 1894 – 31 de agosto de 1973).

 

Bautizado como John Martin Feeney y que comenzó su carrera cinematográfica con el nombre de Jack Ford, fue un actor, director y productor cinematográfico estadounidense, cuatro veces ganador del Premio de la Academia:

1935. El Delator.

1940. Las uvas de la ira.

1941. ¡Qué verde era mi valle! Mejor peli y director.

1942. La Batalla de Midway.

1943. El 7 de diciembre.

1952. El Hombre tranquilo.

 

Con una carrera profesional de más de 50 años, en la que participó en casi todas las facetas del arte cinematográfico antes de dedicarse a la dirección.

 

Ford dirigió más de 140 películas, muchas de ellas de cine mudo, y está ampliamente considerado uno de los cineastas más importantes e influyentes de su generación, siendo muy respetado por otros colegas de su profesión como Ingmar Bergman y Orson Welles quienes lo consideraban como uno de los grandes directores de cine de todos los tiempos.

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John ford joven

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Fue también marino y militar.

Participó en la Segunda Guerra Mundial como oficial de los servicios cinematográficos de la Armada de los Estados Unidos y fue herido en combate durante la Batalla de Midway.

Tras el final de la guerra continuó siendo reservista, colaboró en la realización de documentales durante la Guerra de Corea y la de Vietnam y alcanzó el grado de contraalmirante.

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John ford maduro

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John ford miluitar

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Director de directores, dejaba boquiabiertos a los espectadores, pero también a sus propios compañeros, los que mejor entendían lo que aportaba su cine.

 

Elevó a categoría de arte el cine más convencional.

 

“Era uno de esos artistas que nunca pronuncian la palabra ‘arte’, y de esos poetas que no hablan nunca de poesía”, escribía François Truffaut.

 

Pero siempre rechazó que le trataran como a un autor.

 

“No hago películas para hacer obras de arte. Ruedo películas para poder pagar las facturas”, dijo el hombre que se presentaba de la forma más humilde posible:

“Me llamo John Ford y hago películas del oeste”.

 

Dedico este post a los tres mejores directores de la historia del cine, según Orson Welles:

John Ford, John Ford y John Ford“.

 

 

Comentarios sobre Centauros del Desierto:

 

Una maravilla poder ver esta peli en pantalla grande con mis amigos del Taller de Cine de Azuqueca de Henares.

 

Hace justo dos años realicé un post sobre Centauros del desierto centrándome sobre todo en el personaje de Ethan Edwards (John Wayne), varios amigos lo han comentado y más que lo que yo escribí son los comentarios los que resultan interesantes.

 

Lo recomiendo: Centauros del desierto – 1956 – John Ford.

 

Está claro que a mí me apasiona.

 

Es el western perfecto.

 

Tiene indios, pioneros, perseguidores, forajidos, el ejército de la Unión, secuestros, familias, boda y baile.

 

Pero sobre todo tiene emoción, diversión, muy buenos personajes y una historia de redención de búsqueda sensacionales.

 

Voy a intentar analizar (dentro de mi modestia) algunos problemas éticos que se plantean.

 

Está claro desde el principio el choque cultural. Un tema de gran actualidad.

 

Las culturas india y la occidental se enfrentan sobre todo por el desconocimiento.

 

El miedo a lo diferente es fundamental.

 

Se podría pensar que Ford hace una presentación simplista, pero cuando el poblado indio es arrasado por el ejército y es asesinada la “esposa” india de Martin Pawley (Jeffrey Hunter), éste lo considera imposible.

 

Pero la brutalidad es recíproca.

 

Considerar al diferente como una amenaza y como enemigo sigue siendo hoy en día habitual.

 

El machismo es otro de los temas que se tocan en la peli.

 

Curiosamente aparece tanto en los “civilizados” americanos como entre los indios “salvajes”.

 

Martin Pawley  se escandaliza cuando Laurie Jorgensen (maravillosa Vera Miles) entra en su habitación mientras se baña.

 

Ella alega que son las mujeres las que limpian y cuidan de los niños y los ancianos y lavan su ropa.

 

Laurie toma la iniciativa con su pasivo pretendiente.

 

Martin compra una esposa a los indios por unos gorritos y después la maltrata escandalosamente.

 

En cambio Ethan, tal vez de cachondeo, la trata con respeto.

 

En este western las mujeres ocupan un papel fundamental.

 

Volviendo a las diferencias culturales.

 

Cuando Ethan y Martin visitan a las blancas rescatadas están en una situación de locura. La inmersión en una sociedad distinta produce el trastorno mental.

 

El choque cultural es tan intenso que despersonaliza.

 

Esto ha sido fuente de discusión entre los filósofos.

 

¿Hasta que punto la personalidad del individuo depende del ambiente social en el que se encuentra?

 

Otro aspecto importante de la peli es la importancia del dinero.

 

En la peli, como en la sociedad capitalista, nadie hace nada gratis.

 

Ethan hace de mercenario para el Emperador de México, por lo que recibe una medalla y obtiene dinero.

 

Con el que va pagando información e intenta encontrar a sus sobrinas.

 

Solo el loco Mose Harper no desea dinero. Lo que quiere es una mecedora.

 

Aún ansiando una cosa material, lo que desea es la tranquilidad de un hogar que representa ese mueble.

 

Debbie Edwards (Natalie Wood) padece Síndrome de Estocolmo, cuando se niega a acompañar a su familia. Se ha adaptado a su nueva situación, se ha vuelto “salvaje” por eso su tío quiere matarla.

 

No es soportable que nadie deserte de una cultura y se pase a la enemiga, a la contraria.

 

El supuesto final feliz se ve ensombrecido cuando Ethan Edwards deja la casa y se va solo. En un plano simétrico al del comienzo de la peli.

 

Respecto a la dirección de John Ford, yo creo que se ha dicho todo.

 

Nadie filmó la naturaleza y los grandes espacios abiertos como él.

 

Colocando la cámara con tal maestría, mostrándonos los sentimientos y los cielos al mismo tiempo.

 

Respetando al público y al actor nos muestra en toda la peli tan solo un par de primeros planos.

 

Me arrodillo y te reverencio.

 

¡Cómo te admiro Ford!

 

 

Curiosidades y anécdotas:

 

Making-of:

Adelantándose a su tiempo, John Ford decidió grabar algunos detalles del rodaje de Centauros del desierto, producida por Warner Bros.

Este making-of está disponible en la edición francesa del DVD de la película.

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La primera restauración

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Localizaciones:

El rodaje de la película tuvo lugar en diferentes sitios de los Estados Unidos (Aspen, Los Ángeles, Colorado, Monument Valley, Arizona) y en Edmonton (Canadá).

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Monument_Valley_10

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Natalie Wood en edad escolar:

Natalie Wood iba al instituto cuando comenzó el rodaje de esta película, por ello sus compañeros John Wayne y Jeffrey Hunter tuvieron que ir a recogerla a la puerta del instituto durante el rodaje.

Lo que causó numerosos alborotos entre las emocionadas fans de los actores.

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Natalie Wood en edad escolar 2

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Natalie Wood en edad escolar

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Documental:

Centauros del desierto fue una de las primeras películas en el mercado de las que se hizo un documental que se emitió por televisión posteriormente.

Gig Young (‘Danzad, danzad malditos’ y ‘Amantes y otros extraños’) se encargó del programa y trajo a Jeffrey Hunter (‘El último hurra’ y ‘El sargento negro’, dos películas dirigidas también por John Ford) como invitado especial.

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Gig Young

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Ethan Edwars:

El actor estadounidense John Wayne (‘El hombre que mató a Liberty Valance’ y ‘La conquista del Oeste’) consideraba que Ethan Edwars era el mejor personaje que jamás había representado en la pantalla, por ello en su honor llamó a su hijo Ethan Edwars.

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Ethan Edwards hijo de John Wayne

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Patrick Wayne:

El actor que interpreta al joven oficial de caballería en la película, el teniente Greenhill, es Patrick Wayne (‘Cuna de héroes’ y la serie de televisión ‘Vacaciones en el mar’), uno de los hijos de John Wayne.

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Patrick Wayne 2

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America Film Institute:

‘Centauros del desierto‘ ha sido calificada por el America Film Institute, en el puesto número 12 del ranking de las Mejores Películas de la Historia en el año 2007.

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America Film Institute

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Robert Wagner vs Jeffrey Hunter:

El actor Robert Wagner (‘Locos en Alabama’ y ‘NAVY: Investigación criminal’) fue considerado para el papel de Martin Pawley, que luego representó Jeffrey Hunter.

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Robert Wagner

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Jeffrey Hunter

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Dorothy Jordan:

Dorothy Jordan (‘Escrito bajo el sol’), que interpreta a Martha Edwards en la película, era la mujer del productor del film Merian C. Cooper (‘King Kong’).

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Dorothy Jordan

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Dorothy Jordan2

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10 días de “no” rodaje en “Centauros del Desierto”:

Durante el rodaje de “Centauros del desierto” (The searchers, 1956) John Ford recibió la visita del delegado de producción para decirle que llevaba diez días de retraso.

Ford agarró el guión, arrancó diez secuencias al azar y dijo:

– “Acabo de recuperarlos”

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John Ford 2

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La lápida:

Cuando Debbie se esconde del ataque de los indios, se coloca delante de una lápida que dice:

“Aquí yace Mary Jane Edwards muerta por comanches 12 de mayo de 1852. Una buena esposa y madre en su año número 41″.

Se trata de la madre de Ethan Edwards.

De ahí el odio que profesa hacia los comanches.

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debbie junto a la lapida

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Mose Harper:

El carácter excéntrico de Mose Harper, interpretado por Hank Worden, se basa libremente en un personaje histórico real llamado Mad Mose, un luchador indio medio loco legendario de la America del suroeste con una gran afición por las mecedoras.

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Mose Harper

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Mose Harper2

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“El Hombre Con El Gran Águila”:

Durante el rodaje, un niño Navajo cayó gravemente enfermo de neumonía y necesitaba atención médica urgente.

John Wayne disponía de su propio avión.

Su piloto llevó a la niña al hospital.

Por su obra, de los navajos le nombraron “El Hombre Con El Gran Águila”.

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Niña navajo

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Lana Wood y Natalie Wood:

Lana Wood hizo de la niña Debbie Edwards y Natalie Wood, que era la hermana mayor de Lana con ocho años de diferencia de la adolescente Debbie Edwards.

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Lana Wood y Natalie Wood

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Lana Wood y Natalie Wood2

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Ethan mercenario:

En el guión de Frank S. Nugent, la medalla que Ethan Edwards da a Debbie se identifica como “un medallón de oro” otorgado por “Maximiliano de México” a los soldados mercenarios que lucharon entre 1865 y 1867 con las fuerzas francesas del emperador Maximiliano.

Esta medalla implica que Ethan sirve en la expedición mexicana francesa durante sus tres años de ausencia y también explica su conocimiento del español.

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Maximiliano de México

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Ward Bond lo intenta con Vera Miles:

En una biografía de John Ford se menciona que Ward Bond, en su habitación de un motel después de un día de rodaje, caminó desnudo con las cortinas abiertas con la esperanza de atraer a Vera Miles.

Al parecer, este plan no obtuvo los resultados esperados.

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Ward Bond

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vera-miles

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Jean-Luc Godard:

En 1963 el crítico y director Jean-Luc Godard llamó a esta producción la película más grande de América.

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Jean-Luc Godard

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El afeitado de Ward Bond:

Durante el rodaje del discurso de Ethan relatando el descubrimiento y el entierro de Lucy se requieró más de una sola toma.

John Wayne clavó la escena en la primera toma.

La cámara se había detenido, sin razón aparente.

Sumamente irritado, John Ford le pidió al operador una explicación.

El cámara no fue capaz de dar razón de lo sucedido.

Ward Bond había tirado del enchufe de la cámara con el fin de utilizar su máquina de afeitar eléctrica.

Los técnicos no le dijeron a Ford la verdad, por temor a que le dañara físicamente a Bond.

Pero años más tarde, después de la muerte de Bond, el camarógrafo Winton C. Hoch le confesó a Ford la verdad sobre el incidente en un evento de Hollywood.

El cámara temió por su vida ante la cólera del director…

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Ward Bond2

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El afeitado de Ward Bond

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El Jefe Cicatriz:

Los actores que interpretan a los indios comanches son navajos, con la excepción del Jefe Cicatriz, interpretado por Henry Brandon, un judío nacido en Alemania.

El lenguaje, la vestimenta y las danzas representadas en la película son todos navajo, no comanche.

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Henry Brandon

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Henry Brandon2

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Jeffrey Hunter vs Martin Pawley, diferencia de edad:

Jeffrey Hunter (Martin Pawley) tenía 29 años en el momento de la filmación, a pesar que su personaje se suponía que era un adolescente.

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Jeffrey Hunter  tenía 29 años

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Hank Worden en dos pelis a la vez:

Hank Worden (Mose Harper) estaba rodando el final de Pacto de honra (1955) y no estaba disponible para algunas tomas en esta película.

En las escenas donde los Rangers montan juntos en Monument Valley, ‘Old Mose Harper’ es otro actor evitando su rostro.

Los planos en los que Harper dispara fueron rodados más tarde.

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Mose Harper2

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De la novela al guión:

El guión de la película fue adaptado por Frank S. Nugent de la novela de Alan Le May de 1954, con mismo nombre.

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Alan Le May's

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La primera restauración:

La primera restauración de la peli se realizó en 1991.

Se digitalizó para su venta en Laserdisc.

De esta versión se han realizado copias para los DVD posteriores.

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La primera restauración

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El acento de Ken Curtis:

Ford escuchó por primera vez a Ken Curtis usando un exagerado acento que definió como “Colorado tierras secas.”

John Ford le gustó tanto que exigió a Curtis interpretar con ese acento el papel de Charlie McCorry.

Curtis se opuso, pero Ford respondió que el acento mejoraría el papel ingrato del tipo que no se lleva a la chica.

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Ken Curtis

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El 12 no está mal:

En 2007, el Instituto de Cine de América clasificó esta producción como la décimo segunda película más grande de todos los tiempos.

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Ford y el escorpión:

Durante el rodaje en el desierto, John Ford fue mordido por un escorpión.

Preocupado por su inversión, el patrocinador financiero C. V. Whitney preguntó a John Wayne:

– “¿Qué pasa si lo perdemos? ¿Qué vamos a hacer?”

Wayne se ofreció a ver la lesión del director.

Unos minutos más tarde salió de la caravana de Ford y dijo a Whitney:

– “Está bien. John está bien. Es el escorpión el que murió.”

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C. V. Whitney

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escorpion

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La prueba de Natalie:

Natalie Wood pasó por una audición “agotadora”.

Fue conducida a una habitación en la que se introdujo a John Wayne y John Ford.

Como relata en su biografía Natalie:

– “El Sr. Wayne se puso de pie (que parecía alzarse más hacia el techo de lo que nadie jamás había visto en mi vida) sonrió y se frotó las manos enormes. Luego se agachó, me recogió y en ningún momento dejó de sonreírme. “Eso está bien, no hay problema en absoluto”, dijo finalmente, bajándome. Y eso fue todo”.

Nunca hizo una prueba más fácil.

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natalie wood y john waine 2

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Lorena:

La melodía de los créditos de apertura es “Lorena“, una canción escrita por José Webster y Henry DeLafayette Webster.

Aunque esta canción fue escrita en Chicago en 1857, es más conocida por haber sido cantada por los soldados de la Confederación durante la Guerra Civil.

La letra habla de los anhelos de un hombre por su esposa fallecida.

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Bandera de Bonnie Blue

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La Bandera de Bonnie Blue:

La canción que suena cuando John Wayne se acerca al principio de la película a la casa es una versión lenta de “La Bandera de Bonnie Blue“.

Esta canción fue uno de los “himnos” de la Confederación.

 

David Lean:

David Lean vio la película en varias ocasiones, mientras se preparaba para rodar Lawrence de Arabia, para hacerse una composición de como fotografiar el paisaje.

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David Lean

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Homenajes de los más grandes directores actuales:

Steven Spielberg, Martin Scorsese, George Lucas, Jean-Luc Godard, John Milius, y Paul Schrader la consideran como una de sus películas más influyentes y le han dado algún tipo de homenaje en su trabajo.

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Steven Spielberg, Martin Scorsese, George Lucas

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Emilio Gabriel Fernández y Figueroa:

El hombre mexicano que lleva a los protagonistas con el Jefe Cicatriz se llama Emilio Gabriel Fernández y Figueroa.

El nombre de este personaje, interpretado por Antonio Moreno, es una combinación de los nombres de actor y director mexicano Emilio Fernández y su director de fotografía, Gabriel Figueroa, los cuales eran amigos del director John Ford.

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Antonio Moreno

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Madre e hijo:

Olive Carey (la señora Jorgensen) era la madre en la vida real de Harry Carey Jr. (Brad Jorgensen).

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Familia Jorgensen

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Harry Carey Jr

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Patrick Wayne:

John Ford era conocido por su mal genio y su hábito de gastar bromas crueles a su reparto y al equipo, pero él fue inusualmente amable con John Wayne y su hijo Patrick Wayne, durante el rodaje.

Fue el primer papel de cierta importancia de Patrick y en la biografía, “Imprimir la leyenda: La vida y obra de John Ford” por Scott Eyman, recordó que:

– “Ford estaba loco por mí…

Todo el mundo tenía su mal día con Ford, pero yo siempre me salvé de eso.

Lo que era bueno y lo malo a la vez.

Yo no era exactamente la persona más popular en el set.

Recuerdo, que él fue el único director que me trató así de bien, hasta el punto que le quise como a un padre.

Pero cuando actuaba no dejé de tener miedo ni un solo instante.

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Patrick Wayne con su padre

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Patrick Wayne

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Lucy y Debbie:

De acuerdo con John Wayne en una entrevista de 1974, John Ford dio a entender en toda la película que Ethan había tenido un romance con la esposa de su hermano, y fue posiblemente el padre de Lucy y Debbie.

Esto significaba que la sed de venganza de Ethan no provenía del asesinato de su hermano, sino de la mujer que Ethan había amado.

Esta cuestión que ahora parece obvia, en el momento del estreno pasó desapercibida casi por completo.

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Ethan Edwars

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Lucy y Debbie

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Cynthia Ann Parker:

La película está inspirada en hechos reales.

En 1836 los comanches secuestraron a Cynthia Ann Parker.

Fue criada por ellos, se convirtió en un miembro de la tribu y dio a luz a un hijo.

Un día los soldados estadounidenses atacaron el campamento de la tribu y entre los “recapturados” estaba ella.

Sin embargo, ella no quería dejar a “su gente”, y lamentó esto y la pérdida de su hijo por el resto de su vida.

Su hijo, Quanah Parker, se convirtió en un líder de Comanches y luchó contra el ejército durante muchos años.

Cuando él y su banda finalmente se rindió, se fue a vivir entre los blancos y se convirtió en un exitoso hombre de negocios.

En realidad la historia se uso en una película muda 1908 (The Bank Robbery).

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1041 Km de distancia:

En la escena culminante John Wayne y Natalie Wood corren por la ladera de una colina en Monument Valley en Utah y descienden al otro lado de la colina en la zona de Bronson Canyon de Griffith Park, Los Ángeles (647 millas de distancia).

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natalie y waine

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Las 10 cosas que no sabías de John Wayne:

 

1. HACÍA TRAMPAS AL AJEDREZ

El ajedrez era una de sus pasiones, afición que compartía con alguno de sus compañeros del mundo del cine.

Pero el actor en varias ocasiones fue acusado de hacer trampas.

El también intérprete Robert Mitchum aseguró que con sus grandes manos podía hacer un movimiento mientras cambiaba otra pieza.

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2. APASIONADO DE LA LITERATURA

Le encantaban las novelas de Agatha Christie, aunque sus dos libros favoritos eran de Arthur Conan Doyle, precisamente dos novelas históricas: La compañía blanca y Sir Nigel.

También se declaró fan del escritor Charles Dickens.

 

3. SU NOMBRE DE PILA

Al igual que muchos otros actores John Wayne se puso un nombre artístico.

Sus padres le bautizaron como Marion Robert Morrison, un nombre, el de Marion, que no le gustaba demasiado, prefería el apodo de Duke, por el que le conocían en su familia.

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4. ERA UN “HUEVO ESCALFADO” PARA JOHN FORD

Pero Duke no era el único mote por el que era conocido.

Durante el rodaje de Centauros del desierto, la actitud de John Ford enfureció a Wayne, quien llegó a decir que “quería matarlo”.

Por su parte el cineasta le gritó en alguna ocasión:

– “¿No sabes caminar? Eres tan torpe como un hipopótamo. Y deja de arrastrar el diálogo, muestra alguna expresión. Pareces un huevo escalfado”.

 

5. FUE PERIODISTA DEPORTIVO

En su época de instituto fue un alumno muy implicado en la vida académica.

Jugaba en el equipo de fútbol, participó en los grupos de debate y fue presidente del club de latín.

Además trabajó como redactor en el periódico del instituto, en el que escribía sobre deportes.

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6. IMPLICADO EN LA POLÍTICA

Nunca escondió su ideología de derechas.

El actor se enfrentó a Jane Fonda por su discurso anti-guerra de Vietnam y fue un ferviente defensor de Richard Nixon, incluso después del caso Watergate.

A Wayne le gustaba debatir con Paul Newman sobre política, quien le enviaba textos de pensadores progresistas.

 

7. SUPERSTICIOSO

Una de las cosas que le sacaban de sus casillas era que alguien dejara su sombrero en la parte superior de la cama.

Tampoco se le podía pasar la sal directamente durante una comida. Había que acercársela y dejarla en la mesa.

 

8. LA ANÉCDOTA DE LOS ZAPATOS AZULES

La primera vez que conoció a Michael Caine, Wayne le aconsejó que nunca llevara zapatos de ante azules.

Cuando el actor británico preguntó por qué, le contestó que en una ocasión conoció a un seguidor que se meó en sus zapatos de ante azules.

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9. IMPRESIONADO CON CHURCHILL

En varias ocasiones confesó a su círculo de amigos que tenía en alta estima a Winston Churchill, Primer Ministro de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.

 

10. ERA UN BUEN GANADOR

Cuando en 1969 se llevó el Oscar a Mejor actor por Valor de Ley, Wayne le dijo a Barbra Streisand que había sido “la suerte del principiante”.

Más tarde, en la fiesta después de la ceremonia, se acercó a Richard Burton -nominado también a Mejor Actor-, le entregó el Oscar y le grito:

– “Tú debías tener esto, no yo”.

 

 

 

 

 

Muchos besos y muchas gracias.

 

Crítico de Cine de El Heraldo del Henares

 

Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV

 

Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos

 


 

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El Padrino – 1972 – Francis Ford Coppola – Anécdotas y curiosidades

31/12/2014

 

Loscorleone

 

 

‘El Padrino‘ ha sido recientemente elegida como la segunda película con el mejor guión de la historia del cine por el Sindicato de Guionistas de América, únicamente detrás de ‘Casablanca’.

 

El Padrino‘ (The Godfather), dirigida por Francis Ford Coppola y escrita por el propio Coppola y Mario Puzo.

 

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Empecemos con 40 (o más) preguntas básicas sobre el rodaje de El Padrino:

 

¿Qué día empezó el rodaje de ‘El Padrino’?

El 29 de marzo de 1971.

 

¿Cuál fue la primera escena que se rodó?

Michael y Kay saliendo con regalos navideños de los almacenes Best & Co.

 

¿Cuántos años tenía Francis Ford Coppola cuando empezó a dirigir la película?

32 años.

 

¿Cuáles eran las tres reglas básicas de Coppola como realizador?

1ª. Empezar con el guión acabado.

2ª. Trabajar sólo con gente de total confianza.

3ª. Rodar de manera que la productora no pueda cambiarle nada.

Coppola reconoció al final que no pudo cumplir ninguna de la tres.

 

¿Cuántas veces estuvo a punto de ser despedido Francis Ford Coppola?

Cinco.

Cuando defendió a Brando para el papel de Corleone.

Cuando a la Paramount le entró el pánico por el retraso del rodaje.

Cuando insistió en rodar una parte en Sicilia.

Cuando se pasó del presupuesto.

Cuando dijo que quería una película de más de tres horas de duración.

 

¿Cuántas páginas tenía el guión original de ‘El Padrino’?

160 páginas, 40 páginas más de lo habitual en un guión cinematográfico.

 

¿Que día empezó a rodar Marlon Brando?

El 12 de abril de 1971.

 

¿Cuánto tiempo trabajó Brando en la película?

Seis semanas.

 

¿Cuantos años tenía Brando cuando interpretó a Corleone?

47 años.

 

¿Y qué edad tenía Corleone durante la película?

53 cuando empieza la historia y 62 cuando muere.

 

¿Qué actores compitieron con Marlon Brando por el papel de Don Vito?

Ernest Borgnine, Richard Conte, Anthony Quinn y Raf Vallone estuvieron en la línea de salida.

También Carlo Ponti, marido de Sofia Loren y productor cinematográfico.

Los finalistas fueron Brando, Laurence Olivier, la lucha fue entre ellos, y George C. Scott, como tercero en discordia.

 

¿Cuánto dinero se apostó, y perdió, el productor Albert Ruddy con Coppola a que la Paramount no aceptaría a Brando?

200 dólares.

 

¿Qué tres condiciones le puso la Paramount a Brando para darle el papel de Don Vito Corleone?

No cobrar hasta que no concluyera su trabajo.

Descontar de sus emolumentos todos los gastos superfluos que provocara.

Y someterse a una prueba, algo que Brando no hacía nunca, para ver si era idóneo para el papel.

 

¿Aceptó Marlon Brando hacer esa prueba?

La hizo tras una conversación con Coppola.

Se engominó el pelo con betún negro y se rellenó las mejillas con bolas de pañuelos kleenex porque quería parecer un bulldog.

Fue el propio Brando el que se inventó el aspecto de Corleone, una de las claves del gran éxito de su interpretación.

El texto que ensayaron es el que abre la película: la conversación entre el funerario Bonasera y Corleone.

 

¿Cuales son las primeras palabras que se pronuncian en la película?

«Yo creo en América. América ha hecho mi fortuna». (Lo dice Bonasera delante de Don Vito).

 

¿Qué actores disputaron a Al Pacino el papel de Michael Corleone?

Robert Redford era el favorito del productor Albert Rudy, aunque casi nadie lo veía en el papel.

Después estuvieron en danza Warren Beatty, Rod Steiger, Dustin Hoffman, Ryan O’Neal, Jack Nicholson, Martin Sheen y Tony Lo Bianco.

Y también, David Carradine y James Caan, que luego interpretaría a Sonny Corleone. F

ue Caan el que más interés puso en hacerse con el papel de Michael, pero al final fue para Pacino.

 

¿Y el resto de papeles?

El de Kay Adams (la mujer de Michael Corleone) fue para Diane Keaton, que hasta entonces sólo había hecho comedia, por delante de Jill Clayburgh, Jennifer O’Neill, Anne Archer, Genevieve Bujold, Karen Black, Cybill Shepherd e incluso Ali MacGraw, esposa de Evans, el productor.

 

El de Sonny Corleone fue sin discusión para James Caan, que también había optado al de Michael.

 

John Cazale se hizo, también sin oposición, con el de Fredo, el otro hermano Corleone.

 

El de Connie Corleone fue para Talia Shire, hermana de Coppola, que se impuso a Maria Tucci, Brenda Vaccaro, Penny Marshall y Julie Gregg.

 

Mamma Corleone, esposa de Don Vito, fue para la cantante de jazz Morgana King, por delante de Anne Brancroft.

 

¿Optó Robert de Niro a algún papel en ‘El Padrino’?

Sí.

Optó a varios y estuvo a punto de hacerse con uno de ellos (el de Paulie Gatto), aunque afortunadamente para él lo rechazó al ofrecerle el papel protagonista en otra película.

Si lo hubiera aceptado, jamás hubiera podido hacer ‘El Padrino II’, encarnando al joven Vito Corleone.

 

¿Quién interpretó a Luca Brasi?

Lenny Montana.

Medía más de dos metros y pesaba 150 kilos.

Era conocido como Zebra King y Chief Chicawicki.

Este fue su primer papel en el cine.

 

¿Cuantas muertes violentas hay en ‘El Padrino’?

22 en total, 16 de ellas en pantalla.

 

¿Cuántos capos acuden a la cumbre de mafiosos convocada por Corleone?

12

 

¿Cuántos pistoleros atacan a Don Vito Corleone y cuántos disparos recibe?

Dos pistoleros y nueve impactos de bala.

 

¿Cuál es el número de teléfono de la casa de Vito Corleone?

Long Beach 4-5620.

 

¿En qué periódico lee Michael Corleone el atentado contra su padre?

En el ‘Daily Mirror’.

 

¿Que condecoración le fue impuesta a Michael Corleone durante la II Guerra Mundial?

La Cruz Naval.

 

¿Cómo se llama la mujer con la que Michael se casa en Sicilia?

Apollonia.

 

¿Y cómo se llama el padre de Apollonia?

Vitelli.

 

¿Cual es la relación de Tom Hagen, el consigliere, con la familia Corleone?

Sonny lo encontró en la calle de niño, se hicieron muy amigos y lo llevó a vivir a su casa hasta que los Corleone lo adoptaron y pasó a ser uno más de la familia.

 

¿Cuál era el negocio legal de Vito Corleone?

La importación de aceite de oliva.

 

¿Cómo se llama el aceite que importaba?

Genco Pura.

 

¿Cómo se llama el restaurante donde Michael Corleone mata a Sollozo y al capitán de la policía McClusky?

Louis’s.

 

¿Qué le dice Clemenza a Rocco después de que éste elimine a Paulie?

«Tira la pistola y coge los ‘cannoli’».

 

¿Cómo se llama el caballo de carreras cuya cabeza acaba en la cama del productor cinematográfico Woltz?

Jartum.

 

¿Dónde tuvieron lugar los funerales de Don Corleone?

En el cementerio de Calvary, en Queens.ç

 

¿Cuántas escenas había en el guión original de ‘El Padrino’?

50 escenas divididas en cinco partes.

Algunas escenas no se llegaron a filmar o no se utilizaron en el montaje definitivo.

 

¿Cuáles fueron algunas de las escenas que no se utilizaron?

Vito y Michael visitando en el hospital al amigo más antiguo de Corleone y primer ‘consigliere’ de la familia, poco antes de que éste muera.

Sonny comunicándole a su madre la muerte del Don.

Paulie y dos sicarios dando una paliza a los jóvenes que habían violado a la hija de Bonasera.

 

¿En qué escenas de la película salen los padres de Coppola?

 

Podemos ver a Carmine e Italia Coppola cenando en el restaurante donde Michael Corleone acaba con la vida de Sollozo y el capitán McClusky.

 

Italia también sale como telefonista en la oficina de Genco.

 

Carmine toca el piano en la escena donde los hombres de Corleone se preparan para la guerra con otra familias.

 

¿Cuántos besos y abrazos, desde el punto de vista de saludo mafioso, hay en la película?

Según los estudiosos del filme, hay siete besos y ocho abrazos.

 

¿Quién es conocido como ‘El Turco’?

Sollozo.

 

¿Con qué es realmente bueno Sollozo?

Con la navaja.

 

¿Y cuál es su territorio?

El Bronx.

 

¿Y el de Tesio?

Brooklyn.

 

¿Cuántos acres tiene la finca de Don Corleone?

56.

 

¿Cuántos colchones le pide Clemenza a Paulie cuando empieza la guerra de familias?

18.

 

¿Cuántas veces se habla en el filme de una oferta que no se podrá rechazar?

Cuatro:

Michael a Kay:«Mi padre le hizo una oferta (al director de orquesta) tan buena que no pudo decir que no; Luca Brasi le puso una pistola en la nuca y mi padre le dijo que podía escoger entre su cabeza o firmar el contrato».

 

Vito a Jonny Fontane, refiriéndose a al productor Woltz: «Le haré una oferta que no podrá rechazar».

 

Sonny a Michael: «Han prometido que el trato será tan bueno que no nos podremos negar», al hablar de la oferta de los Tattaglia.

 

Michael a Fredo, refiriéndose a Moe Greene: «Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar».

 

¿Cuántos coches se emplearon en la realización de la película?

Más de 80.

Además, el ruido del motor de los coches que aparecen en la película era real, se grabó en un museo de coches de San Francisco.

 

¿Estaba previsto en el guión el papel del gato que acaricia Corleone en la primera escena de la película?

No.

Fue una improvisación de Brando.

Se lo encontró por el plató y pensó que podría quedar creíble.

El gato se lo pasó tan bien que sus ronroneos hicieron que no se oyera correctamente a los protagonistas, provocando que hubiera que doblar, posteriormente, la escena.

 

¿Cuánto le costó a la Paramount cada día de producción?

40.000 dólares.

4.000 dólares a la hora.

 

¿Cuál era el presupuesto inicial de la película y cuánto acabó costando?

El presupuesto ascendía a un millón de dólares, pero se incrementó hasta los 6,2 millones.

 

¿Cuántos días de rodaje solicitó Coppola?

80.

 

¿Cuántos días le dio la Paramount?

53.

 

¿Y cuántos tardó al final?

77.

 

¿Cuántos metros de película se rodaron?

150.000 metros, que equivalían a 90 horas.

La relación entre metraje grabado y metraje usado fue de 30 a 1.

 

¿Cuánto ganó Coppola con la película?

Recibió el 6% de los beneficios netos.

Con los dos primeros ‘padrinos’ ganó alrededor de 7 millones de dólares, más 175.000 por ayudar con el guión y 1.500 dólares semanales para gastos.

 

¿Cuál fue el salario de Marlon Brando?

50.000 dólares por seis semanas de trabajo, más 1.000 dólares semanales para gastos.

También se llevó el 5% de los beneficios, con un máximo de 1,5 millones de dólares, que fue lo que finalmente se llevó.

 

¿Y el de Pacino, Caan y Keaton?

35.000 dólares.

 

¿Que le regaló la Paramount a Coppola por haber hecho el filme más exitoso de todos los tiempos hasta entonces?

Un Mercedes Benz 600 valorado en 45.000 dólares.

Pero Coppola lo dejó aparcado en su garaje y siguió utilizando su pequeño Honda.

 

¿Cuántas nominaciones para los Oscar tuvo ‘El Padrino’?

Nueve.

 

¿Cuántos ganó?

Tres.

Mejor película, mejor guión adaptado (Francis Ford Coppola y Mario Puzo) y mejor actor principal (Marlon Brando).

 

¿Cómo se llama el último hombre que besa la mano de Michael Corleone en la última escena de la película?

Rocco Lampone.

 

 

 

 

Basada en la novela homónima de Mario Puzo.

 

Francis Ford Coppola no quería dirigir en un principio ‘El Padrino’.

Lo que pasó fue que no le quedaba más remedio.

Con 31 años y una carrera en el mundo de la serie B, el director estaba endeudado hasta las cejas por haberle producido ‘THX-1138’ a su amigo George Lucas, con lo que aceptó dirigir un filme que había sido rechazado por Sergio Leone y Peter Bogdanovich.

 

La razón de Robert Evans para elegirle fue, según sus palabras, que una peli de mafiosos dirigida por un italoamericano sería “lo bastante realista como para que se oliesen los espaguétis”.

Y, claro está, que Coppola cobraría poco, pues su principal acreedora era la propia Paramount.

 

 

El rodaje de ‘El Padrino’ comenzó el 29 de marzo de 1971.

 

El guión original de ‘El Padrino’ tenía 160 páginas, 40 más de lo habitual en un guión cinematográfico.

 

El libro de Mario Puzo fue un éxito de ventas, llegando a vender 10 millones de copias.

 

Tanto Coppola como Mario Puzo lo tenían claro: el actor de ‘Un tranvía llamado deseo’ era el hombre idóneo para encarnar a Don Vito.

Pero la productora quería a Laurence Olivier o a Ernest Borgnine.

Incluso se oyó hablar del mismísimo Frank Sinatra, el cual conocía el tema a fondo.

 

Coppola tuvo que ceder a tres condiciones para que los productores aceptasen contratar a Marlon Brando:

1) El actor trabajaría por el salario mínimo.

2) Pagaría de su bolsillo en caso de un retraso en el rodaje.

3) Tendría que hacer una prueba de cámara, algo que Brando nunca hacía.

 

Cuando Coppola fue a su casa para grabarle, Marlon se presentó con el pelo largo y vestido de corto.

Antes de que el director tuviese tiempo para desmayarse, Brando sacó al actorazo que llevaba dentro.

Oscureció su pelo con betún y se llenó la boca de papel higiénico, mientras repetía: “Es un bulldog. Parece malo, pero en el fondo es cariñoso”.

 

En esa misma sesión, Brando improvisó la cascada voz del Padrino, y su forma de mover las manos.

Fue el propio Brando el que se inventó el aspecto de Vito Corleone, una de las claves del gran éxito de su interpretación.

 

Cuando Coppola enseñó la cinta a Buldhorn, sin revelarle de qué actor se trataba, el magnate exclamó:

“¿Quién coño es este viejo? ¡Es fantástico!”.

 

vitocorleone

 

El texto que Brando ensayó en su prueba de cámara es el que abre la película: la conversación entre el funerario Bonasera y Corleone.

 

El productor Albert Ruddy apostó (y perdió) con Coppola 200 dólares a que la Paramount no aceptaría a Marlon Brando.

 

Marlon Brando trabajó en la película ‘El Padrino’ un total de seis semanas.

 

Brando tenía 47 años cuando interpretó a Vito Corleone, un personaje de 53 años al comienzo de la historia y que fallece a los 62 años.

 

 

La primera escena que se rodó fue la de Michael y Kay saliendo con los regalos navideños de los almacenes Best & Co.

 

La presencia de naranjas en las tres películas de ‘El Padrino’ indica que una muerte o una llamada cercana va a suceder pronto.

 

Woody Allen se marcó una broma de altura en Annie Hall, diciéndole a Diane Keaton aquello de “¡Me has dejado solo con dos extras de El Padrino!”.

 

Porque, efectivamente, los tipos con pinta de mafiosos que acosaban al pobre Alvy Singer habían sido extras en El Padrino… ¡Y además eran chicos de la ‘Cosa Nostra’!

 

Coppola empleó a gángsters auténticos en muchas escenas.

 

El mejor caso de todos fue el de Lenny Montana, un campeón de lucha libre que se ganaba un sobresueldo como guardaespaldas de un capo.

 

El director se quedó tan impresionado con él que le adjudicó el papel de Luca Brasi, ejecutor en jefe de Don Corleone.

 

Cuando le tocó rodar su escena con Brando, Montana se puso tan nervioso que no atinó a repetir bien sus líneas. A Coppola le gustó y dio la toma por buena.

 

 

 

Estos fueron algunos de los candidatos para interpretar a Michael Corleone (Al Pacino):

  • Robert Redford.
  • Ryan O’Neal.
  • Warren Beatty.
  • Dustin Hoffman.
  • Martin Sheen.
  • Jack Nicholson.

 

Sin embargo, Coppola no cedió: si ese desconocido actor italoamericano (“Demasiado bajito”, decía Robert Evans) no entraba en el filme, él se largaría.

 

El espíritu animoso de Brando se transmitió a sus compañeros.

Mientras Marlon improvisaba su monumental collejón a Al Martino para conseguir que el cantante actuase un poco (el ataque de risa de Robert Duvall en la escena también es imprevisto), James Caan se contagiaba de la violencia de Sonny hasta el punto de que los demás actores tuvieron que llegar a sujetarle en más de una ocasión para que no lastimase a Gianni Russo, su cuñado maltratador Carlo en la película.

Estas salidas de tono, que encantaban al propio Coppola, al director de fotografía Gordon no le hacían tanta gracia.

 

Coppola consiguió colar a unos cuantos de sus familiares en algunas escenas: además de su hermana Talia Shire y sus hijos Gian Carlo y Roman, su padre Carmine Coppola es el gángster que toca el piano durante el montaje de las masacres de Sonny, su madre Italia Coppola y, por supuesto, a su hija pequeña Sofia Coppola.

 

La futura directora de ‘Lost In Translation’ es el bebé al que bautizan mientras los esbirros de los Corleone masacran a los jefes de las Cinco Familias.

 

Coppola adquirió el macabro resto de caballo en una fábrica de comida para perros, para después convencer al actor John Marley de que utilizaría una cabeza de atrezo.

 

El gesto de horror de Marley cuando vio un auténtico pedazo de cadáver equino a los pies de su cama quedó fenomenal en la pantalla.

 

Raro es que Stanley Kubrick llegara a elogiar un filme.

Así que imaginen la sorpresa de Michael Herr, guionista de ‘Apocalypse Now’ (Francis Ford Coppola) y ‘La chaqueta metálica’ (Stanley Kubrick) cuando el genio del Bronx le reconoció que consideraba ‘El Padrino’ la mejor película de la historia de Hollywood, o como mínimo la que tenía el mejor reparto.

 

Durante el rodaje de ‘El Padrino’, el pobre Coppola lo pasó realmente mal.

 

Profesionales curtidos como Gordon Willis no le tenían el menor respeto y le tomaban el pelo continuamente.

Tras una bronca particularmente intensa en el plató, Coppola se encerró en su despacho, cerrando la puerta con tanta violencia que el equipo corrió a buscarle.

Pensaban que se había pegado un tiro.

 

Por más que el montador William Reynolds se quejase de sus secuencias largas y sus montajes paralelos (“¡Esto es un jodido rompecabezas!”, llegó a decir), uno de los aciertos de ‘El Padrino’ fue la concisión empleada por Coppola: de las casi cuatro horas rodadas, sólo tres llegaron a las pantallas.

 

Las escenas inéditas pudieron verse en 1977, cuando el director montó las dos primeras películas para la serie de TV ‘La saga de El Padrino’.

 

Entre ellas, figuraban una discusión entre Don Vito y Michael, y un final alternativo en el que el personaje de Diane Keaton encendía velas en una iglesia por el alma de su marido.

 

Mario Puzo, autor de la novela original era ludópata.

 

Sus deudas con los corredores de apuestas le llevaron a plantear un best seller seguro sobre el mundo del crimen.

“Tengo una deuda de once de los grandes: o me compras esto, o me parten las piernas”, fueron sus palabras a Robert Evans (jefe de producción de Paramount) cuando fue a venderle los derechos para el cine de un manuscrito que, por entonces, se titulaba ‘The Mafia’.

 

“Toma doce mil quinientos y escribe el puto libro”, respondió Evans, y la inversión le salió bien: el volumen, titulado finalmente ‘El Padrino’, estuvo durante 67 semanas en la lista de best sellers de The New York Times.

 

El actor joven más famoso que participó en ‘El Padrino’ fue James Caan, considerado en principio para encarnar a Michael.

Caan se hizo con el papel de Sonny Corleone de una forma bastante peculiar:

Robert Evans ofreció un ultimátum a Coppola diciéndole que, si Caan no entraba en el filme, Pacino se quedaba fuera.

 

Esto dejó fuera, no sólo a la opción de Coppola, un tal Carmine Caridi, sino también a otro jovenzuelo que daría mucho de qué hablar en el futuro (Robert De Niro).

 

Según Nicolas Pileggi, guionista de ‘Uno de los nuestros’, uno de los actores principales de ‘El Padrino’ se tomó tan en serio la preparación de su papel que acompañó a un grupo de auténticos mafiosos en una misión.

 

Por otra parte, Robert Duvall consiguió que se le invitase a una reunión de ‘chicos listos’.

 

El actor les observó con tanto detenimiento que su contacto le susurró:

– “No les mires tan fijamente, están sospechando que eres marica”.

 

Sin duda, la decisión de casting más imprevisible de la película fue la del gato de Don Vito.

Por más que Coppola afirme que incluyó al animal para mostrar las “garras” ocultas en el amable semblante del personaje, la verdad es menos pretenciosa:

Brando encontró al felino deambulando por el estudio de Paramount, se encariñó con él y se lo llevó al plató.

A Marlon se le debían dar muy bien los animales porque, aunque eliminados en el doblaje castellano, los ronroneos del felino fueron tan intensos que obligaron a Coppola a doblar algunas frases de la escena.

 

Es evidente que el personaje de Johnny Fontane es un trasunto de Frank Sinatra.

Pues el propio Sinatra era consciente de ello, y no le hacía ni maldita la gracia.

Incluso llegó a tomar medidas legales para detener el rodaje.

Una noche, Mario Puzo y Al Rudi se lo cruzaron en un night club, al grito de “¡Os voy a partir las piernas! ¿Os pasó el FBI información para escribir el puto libro?”.

 

El actor de la película más cercano a la ‘Cosa Nostra’ fue Al Martino, quien interpretó a Johnny Fontane.

 

El cantante, que no había actuado en su vida, trató de persuadir a Coppola gastándose 78.000 euros en convidarle a un fin de semana loco en Las Vegas.

Cuando vio que la cosa no resultaba, acudió a su auténtico padrino, el jefe mafioso Russ Rufalino, para que presionara a los productores.

 

Robert De Niro fue considerado inicialmente para interpretar a Sonny, papel que fue a parar finalmente a manos de James Caan.

 

¿Qué hubiese pasado si los productores no hubiesen presionado para que Caan interviniese en la película?

Nunca lo sabremos.

Lo que sí sabemos, es que no hubiésemos visto la magistral actuación de De Niro como el joven Vito Corleone en ‘El padrino: Parte II’.

 

Al Pacino se tomó muy a pecho la parte física de su papel.

En una de las escenas más míticas (cuando Michael mata a Solozzo y al capitán McCluskey) puede verse en su cara un gesto de apuro que no tiene nada de artificial.

 

Pacino se había torcido el tobillo, lo que causó retrasos en el rodaje desde la primera semana.

 

Además de ser una de las escasas películas con un 100 por cien de aprobación en Rotten Tomatoes, ‘El Padrino’ es la segunda mejor película de la historia según el American Film Institute.

 

Quedó cuarta (tras ‘Ciudadano Kane’, ‘La regla del juego’ y ‘Vértigo’) en la encuesta de 2002 de la revista Sight And Sound.

 

En 1990 pasó a formar parte de los fondos de la Biblioteca del Congreso de EE UU.

 

Recientemente su guión ha sido elegido como el segundo mejor de la historia por el Sindicato de Guionistas de América.

 

Coppola se empleó a fondo con el libro.

Llenó su ejemplar de anotaciones, modificó tramas y eliminó personajes y líneas argumentales enteras, consiguiendo un guión que respeta bastante el trabajo de Puzo y que al mismo tiempo funciona en la pantalla.

 

Sin duda, su medida más sabia fue omitir la historia de Lucy Mancini, la amante de Sonny, que pese a aparecer brevemente en el filme cuenta en la novela con una trama ginecológica digna de un Cronenberg, con operaciones de reconstrucción vaginal y todo.

 

El imprevisible Brando se convirtió en el corazón de la película.

 

Pese a su fama de difícil, el actor tomó bajo su ala a sus compañeros más jóvenes, aconsejándoles, cuidándoles y bromeando con ellos.

 

Según recuerdan James Caan y Robert Duvall, el punto álgido del cachondeo llegó cuando Brando y ellos organizaron un concurso de hacer ‘calvos’ en el plató.

 

En palabras de Caan, Marlon se ganó el primer puesto mostrando su trasero a la cámara 500 veces en un día.

 

Los sociólogos de EE UU hablan de “el efecto El Padrino” para señalar el impacto de la película en la cultura italoamericana.

 

Un impacto que, huelga decirlo, alcanzó sobre todo a la propia Mafia.

 

Los capos que habían tratado de sabotear la película observaban con agrado cómo sus soldati más jóvenes recuperaban viejas tradiciones, como llamarles de ‘Don’ y besarles la mano, mientras que el vocabulario de los ‘chicos listos’ se enriquecía con expresiones como “¡Bada Bing!” (la onomatopeya de un tiro a bocajarro), “el especial Moe Greene” (matar a alguien de un disparo en el ojo), entre otras.

 

El palo que Sonny Corleone le lanza a Carlo en la escena de la pelea entre ambos, fue algo totalmente improvisado por James Caan para acentuar la actuación de perplejidad de Gianni Russo.

 

En la escena de la boda en que Johnny Fontaine está cantando, los planos cortos de la conversación entre Kay y Michael fueron rodados de noche ya que el tiempo se les echó encima, cosa que enfureció al director de fotografía Gordon Willis.

 

La escena en la que Vito Corleone se burla de Johnny Fontane imitando sus sollozos no estaba prevista en el guión, sino que fue improvisada por Brando.

Ninguno de los participantes en la escena se lo esperaba, por lo que la cara de sorpresa de Al Martino y las sonrisas nerviosas de Robert Duvall y Richard Wright son auténticas.

 

Tan grande fue la popularidad de ‘El Padrino’, que en 1972 apareció un juego de mesa basado en la película.

 

Robert Evans quería incluso lanzar al mercado salsas italianas con el rostro de Marlon Brando.

 

En 2006, por su parte, apareció un videojuego con las voces de James Caan, Robert Duvall, Abe Vigoda (Tessio) y un Marlon Brando ya muy enfermo.

 

Pacino, que había vendido sus derechos de imagen para el juego de ‘El precio del poder’, pasó del tema y Coppola se molestó con Paramount por haber tomado la iniciativa sin contar con él.

 

Tan pegadiza como atmosférica, la BSO de ‘El Padrino’ es tan icónica como las imágenes de la película.

 

Pero su autor, Nino Rota, se quedó sin nominación al Oscar por haber reutilizado parte de su música para la película italiana ‘Fortunella’ (1956).

 

Nominada a cinco estatuillas, la película se llevó tres.

 

Desde la publicación del libro de Mario Puzo, los principales enemigos de ‘El Padrino’ no fueron sólo los ejecutivos de Paramount, sino también los propios “goodfellas”.

 

El capo Joe Colombo, a través de su organización-tapadera Liga Italoamericana, presionó públicamente para que la película no se rodase.

 

Todos los implicados en la producción sufrieron amenazas telefónicas y se amenazó con boicotear el rodaje de forma “persuasiva”.

 

La insistencia de Coppola en localizar los exteriores en Little Italy no puso las cosas más fáciles, hasta que una reunión entre Al Rudi y el jefe arregló las cosas.

 

‘El Padrino’ podría rodarse, siempre que en sus diálogos no se mencionase la palabra que empieza con “M”.

 

El marido maltratador de Connie Corleone también surgió del mundo del hampa.

Bisnieto de un gángster y protegido del capo Frank Costello, Russo contrató un equipo de rodaje para rodar una prueba de cámara.

 

A fin de ponerla en manos de Coppola, Russo acudió a una showgirl asiática, a la que vistió de uniforme y envió rumbo a Los Ángeles con la cinta de vídeo.

 

El director dijo que no, así que Russo (quien afirma “haber matado a tres hombres en legítima defensa”) se ganó su papel invocando la ayuda de amigos que habían prestado dinero a Charles Buhldorn.

 

En cuanto a la ragazza, la leyenda afirma que acabó en brazos de Marlon Brando.

 

¿En qué “padrinos” de la vida real se basó Mario Puzo para el personaje?

 

En varios; las conexiones políticas del patriarca y su voz rasposa salieron de Frank Costello.

 

Mientras que su habilidad para la diplomacia entre mafiosos tuvo su origen en Carlo Gambino.

 

Otros fundadores de la ‘Cosa Nostra’ estadounidense, Joe Profanti y el mítico Lucky Luciano, aportaron los buenos modales del ‘Don’ y su condición de capo “di tutti capi”, respectivamente.

 

Su nombre y apellido, finalmente, fueron una combinación del de Vito Genovese y de una población siciliana que aparece en la película.

 

Pese al perfeccionismo de Coppola, se le escaparon algunos gazapos en el guión.

 

Por ejemplo, cuando el viejo Clemenza (Richard Castellano) explica a Michael Corleone cómo preparar los espaguetis perfectos, el guión indicaba: “tuesta un ajo picado”.

Mario Puzo tachó inmediatamente el verbo de la frase, reemplazándola por “fríe un ajo picado”.

Según el autor, “ningún mafioso que se respete usaría la palabra ‘tostar”.

 

Pese a los arriesgados experimentos de Willis, ‘El Padrino’ se rodó bajo un clasicismo absoluto.

 

No se usaron recursos tan característicos del cine de los 70 como zooms o tomas aéreas, y su uso del claroscuro quedó como un hito en la historia del cine.

 

Sin embargo, los ejecutivos no pensaron lo mismo al ver los copiones:

–         “¿Qué pasa aquí, es que llevo aún mis gafas de sol?”, protestó uno de ellos cuando se le proyectó la primera escena.

Tras recibir las primeras noticias del éxito de la película, el director partió raudo y veloz a comprarse un Mercedes a cuenta de Paramount junto a George Lucas.

 

A bordo de ese mismo coche, y a la salida de una fiesta, Coppola quedó parado frente a un semáforo junto a algunos amigos.

 

Uno de ellos, William Friedkin, asomó la cabeza por la ventanilla de su coche y gritó:

– “French Connection: ocho nominaciones y cinco Oscar, incluyendo Mejor Película”.

 

Peter Bogdanovich, que también estaba en la caravana, respondió:

– “La última película: ocho nominaciones, y encima es mejor que la tuya”.

 

Para no ser menos, Coppola sentenció:

– “El Padrino: 150 millones de dólares”.

 

Según cuenta el periodista Peter Biskind, la premiere de ‘El Padrino’ fue un fenómeno que nadie se esperaba.

 

Las primeras reacciones de la crítica, que anunciaba una obra maestra, atrajeron a muchísimos espectadores pese a que aquel día nevaba en Nueva York y a que el filme se estrenaba fuera de la temporada de Oscar.

 

Eso sí, pese a todos los esfuerzos de Robert Evans, Brando (considerado como la gran atracción de la noche) logró escabullirse de la premiere en el último momento.

 

En el año de su estreno, ‘El Padrino’ amasó en los cines la friolera de 1062,9 millones de euros , convirtiéndose automáticamente en una de las películas más taquilleras de la historia.

 

Esto lo consiguió de una forma sencilla.

 

En lugar de las formas tradicionales de distribución, basadas en el sistema de reestrenos, Paramount optó por una campaña muchísimo más agresiva.

 

A cambio de un anticipo de 316.000 euros, cualquier cadena de cines podía proyectar la película, lo cual consiguió que esta llegara a 366 salas de EE.UU. en su primer fin de semana.

 

Durante abril de 1973, los réditos de la película ascendieron a 3 millones de euros diarios.

 

Todo un triunfo para la compañía, pero también el comienzo del declive de las salas pequeñas y los cines de barrio.

 

En la primavera de 1971, Martin Scorsese acudió a visitar a su amigo Coppola al rodaje de ‘El Padrino’ en el cementerio Calvary de Queens.

 

Nada más ver aparecer a ‘Marty’, un Francis totalmente deshecho se sentó sobre una lápida llorando, rodeado por los 121 extras y las coronas de flores por valor de casi 50.000 euros que había encargado para la escena del funeral.

 

El comportamiento de Coppola durante este tramo del rodaje era totalmente descontrolado.

Compraba compulsivamente, se escapaba del plató para realizar reescrituras del guión, y acabó enganchado a las pastillas para dormir que su médico le recetaba.

 

Robert Evans y el productor Albert Ruddy se la jugaron vendiéndole el proyecto al mandamás de Paramount, Charles Bluhdorn.

 

Este millonario australiano, cabeza del grupo “Gulf + Western”, había adquirido el estudio en 1966, y era muy aficionado a imponer su ley a gritos y garrotazos.

 

Sabedor de los rumores que vinculaban a Bluhdorn con los altos mandos de la ‘Cosa Nostra’, Ruddy presentó ‘El Padrino’ de forma muy arriesgada:

 

– “Charles, quiero hacer una película fría y terrorífica sobre tus amigos”, le soltó.

 

El magnate casi le suelta una galleta de las suyas, pero dio luz verde al filme.

 

Gordon Willis, el director de fotografía que imprimió a ‘El Padrino’ su tono tenebrista, era un maniático del control y poco afectuoso con el cineasta (a quien consideraba un advenedizo).

 

Willis se desesperaba cada vez que uno de los actores se salía de su marca.

 

Sus juegos de iluminación eran tan complejos que un paso en falso colocaba a los intérpretes en puntos oscuros, obligando a repetir la toma.

 

“Gordon se comportó como un futbolista en medio de una pandilla de nenazas”, recordó Coppola años después.

“Yo era un Hitler”, admitía, por su parte, Willis.

 

El productor Robert Evans amenazó varias veces a Coppola con despedirle en mitad del rodaje para sustituirle por Elia Kazan.

Lo único que salvó al director fue el Oscar al Mejor Guión que acababa de recibir por ‘Patton’.

 

Cuando la película ya estaba finiquitada, Evans amenazó con llevarse el metraje en bruto a Los Ángeles para montarlo él mismo.

 

Concretamente fueron cinco las veces que Coppola estuvo a punto de ser despedido:

1) Cuando defendió a Brando para el papel de Vito Corleone

2) Cuando a la Paramount le entró el pánico por el retraso del rodaje.

3) Cuando insistió en rodar una parte en Sicilia.

4) Cuando se pasó del presupuesto.

5) Cuando dijo que quería una película de más de tres horas de duración.

 

En la película ‘El Padrino’ hay un total de 22 muertes violentas. 16 de ellas transcurren en la pantalla.

 

En una de las escenas eliminadas del montaje, Vito y Michael visitan en el hospital al amigo más antiguo de los Corleone y primer “consiguiere” de la familia, poco antes de que este muera.

 

Otras de las escenas eliminadas son las de Sonny comunicándole a su madre la muerte de su padre, y Paulie junto a dos sicarios dando una paliza a los jóvenes que habían violado a la hija de Bonasera.

 

En total, cuatro son las ocasiones en que en ‘El Padrino’ se habla de “una oferta que no podrá rechazar”.

 

Para la realización de la película se emplearon más de 80 coches.

 

El ruido del motor de los coches que aparecen en la película real se grabó en el museo de coches de San Francisco.

 

La Paramount se gastó en ‘El Padrino’ una media de 40.000 dólares por cada día de producción. 4.000 dólares la hora.

 

La película partió con un presupuesto inicial de un millón de dólares, pero se fue incrementando hasta alcanzar los 6,2 millones.

 

Francis Ford Coppola solicitó 80 días de rodaje, la Paramount le dio 53 y acabó tardando unos 77 días en total.

 

Se rodaron un total de 150.000 metros de película, lo que equivalía a 90 horas.

 

Coppola recibió el 6% de los beneficios de ‘El Padrino’.

 

Con las dos primeras entregas ganó alrededor de 7 millones de dólares, más 175.000 por ayudar con el guión y 1.500 dólares semanales para gastos.

 

Marlon Brando cobró 50.000 dólares por seis semanas de trabajo más 1.000 dólares semanales para gastos.

 

También se llevó el 5% de los beneficios con un máximo de 1,5 millones que fue lo que finalmente se llevó.

 

Al Pacino, James Caan y Diane Keaton cobraron 35.000 dólares

 

 

 

 

 

Todo empezó con una deuda…

 

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Mario Puzo, autor de la novela original (arriba, junto al productor Pierre Spengler) no sabía demasiado de las cosas de la ‘Cosa Nostra’…

 

Salvo en un aspecto: el escritor italoamericano era un feroz ludópata, y sus deudas con los corredores de apuestas le llevaron a plantear un best seller seguro sobre el mundo del crimen.

 

“Tengo una deuda de once de los grandes: o me compras esto, o me parten las piernas”, fueron sus palabras a Robert Evans (jefe de producción de Paramount) cuando fue a venderle los derechos para el cine de un manuscrito que, por entonces, se titulaba The Mafia.

 

“Toma doce mil quinientos y escribe el puto libro”, respondió Evans, y la inversión le salió bien: el volumen, titulado finalmente El Padrino, estuvo durante 67 semanas en la lista de best sellers de The New York Times: ahí había tema…

 

 

Un tal Coppola (y un tal George Lucas)

 

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En realidad, Francis Ford Coppola no quería dirigir El Padrino.

 

Lo que pasó fue no le quedaba más remedio: con 31 años y una carrera en el mundo de la serie B, el director estaba endeudado hasta las cejas por haberle producido THX-1138 a su amigo George Lucas, con lo que aceptó dirigir un filme que había sido rechazado por Sergio Leone y Peter Bogdanovich.

 

La razón de Robert Evans (en la foto, junto al interfecto) para elegirle fue, según sus palabras, que una peli de mafiosos dirigida por un italoamericano sería “lo bastante realista como para que se oliesen los espaguétis”.

 

Y, claro está, que Coppola cobraría poco: su principal acreedora era la propia Paramount.

 

 

Un productor ‘de la casa’

 

Robert Evans y el productor Albert Urdí se la jugaron, pero bien, vendiéndole el proyecto al mandamás de Paramount, Charles Bluhdorn.

 

Este millonario australiano, cabeza del grupo Gulf+Western, había adquirido el estudio en 1966, y era muy aficionado a imponer su ley a gritos y garrotazos.

 

Sabedor de los rumores que vinculaban a Bluhdorn con los altos mandos de la ‘Cosa Nostra’, Ruddy presentó El Padrino de forma muy arriesgada:

 

“Charles, quiero hacer una película fría y terrorífica sobre tus amigos”, le soltó.

 

El magnate casi le suelta una galleta de las suyas, pero dio luz verde al filme.

 

 

Una producción de serie B

 

En números rojos y buscando locamente un taquillazo, Paramount quería una película de presupuesto ínfimo, rodada a toda prisa y en la cual (a fin de ahorrar costes) se trasladaría la historia de los años 40 a los 70.

 

Justo entonces, Coppola comenzó a dar muestras de quién era en realidad.

 

No sólo se empeñó en mantener la época original, sino que celebró su nombramiento como director con un crucero en transatlántico.

 

Acaparando para él solo el restaurante del navío, Francis comenzó la escritura de un guión que costaría mucho más de lo previsto.

Finalmente, la película requirió el equivalente actual a 27 millones de euros, a lo largo de 6 meses de rodaje.

 

 

 

¿Quién es Don Vito Corleone?

 

Antes de hablar sobre el dantesco proceso que supuso el casting del anciano mafioso, nos centramos en otro tema con su aquél.

 

¿En qué ‘padrinos’ de la vida real se basó Mario Puzo para el personaje?

 

Pues en varios: las conexiones políticas del patriarca y su voz rasposa salieron de Frank Costello (foto) mientras que su habilidad para la diplomacia entre mafiosos tuvieron su origen en otro boss histórico Carlo Gambino.

 

Frank_Costello

 

 

Otros fundadores de la ‘Cosa Nostra’ estadounidense, Joe Profanti y el mítico Lucky Luciano, aportaron los buenos modales del ‘Don’ y su condición de capo di tutti capi, respectivamente.

 

Su nombre y apellido, finalmente, fueron una combinación del de Vito Genovese y de una población siciliana que aparece en la película.

 

 

 

“¿Brando? ¡Ni hablar!”

 

Tanto Coppola como Mario Puzo lo tenían claro: el actor de Un tranvía llamado deseo era el hombre idóneo para encarnar a Don Vito.

 

Pero en Paramount no pensaban lo mismo: ¿te imaginas al Padrino encarnado por Laurence Olivier?

¿O por Ernest Borgnine?

Pues todos esos nombres se barajaron en preproducción.

 

Incluso se oyó hablar del mismísimo Frank Sinatra, el cual (todo hay que decirlo) conocía el tema a fondo.

 

 

 

“¿Quién es ese Pacino?”

 

Si los candidatos para el papel de Don Vito dan risa, los actores propuestos para dar vida al benjamín de los Corleone son, directamente, disparatados.

 

Desde Robert Redford (explicación: en la novela, Michael Corleone es rubio) al muy irlandés Ryan O’Neal, pasando por Warren Beatty, Dustin Hoffman, Martin Sheen y Jack Nicholson.

 

Sin embargo, Coppola no cedió: si ese desconocido actor italoamericano (“Demasiado bajito”, decía Robert Evans) no entraba en el filme, él se largaría.

 

 

 

Marlon y Francis se salen con la suya

 

Para que los productores se planteasen contratar a Brando, Coppola tuvo que ceder a tres condiciones:

Primero, el actor trabajaría por el salario mínimo.

Segundo, pagaría de su bolsillo en caso de un retraso en el rodaje.

Y, tercero, tendría que hacer una prueba de cámara.

 

The Godfather movie image Marlon Brando

 

Cuando Coppola fue a su casa para grabarle, Marlon se presentó ante él hecho un hipster, con el pelo largo y vestido de corto.

 

Pero, antes de que el director tuviese tiempo para desmayarse, Brando sacó al actorazo que llevaba dentro: oscureció su pelo con betún y se llenó la boca de papel higiénico, mientras repetía:

“Es un bulldog. Parece malo, pero en el fondo es cariñoso”.

 

En esa misma sesión, Brando improvisó la cascada voz del Padrino, y su forma de mover las manos.

 

Cuando Coppola proyectó la cinta a Buldhorn, sin decirle de qué actor se trataba, el magnate exclamó:

“¿Quién coño es este viejo? ¡Es fantástico!”.

 

 

 

“Si no hay Caan, no hay Pacino”

 

Aunque, con el tiempo, las cosas han cambiado mucho, el actor joven más famoso que participó en El Padrino fue James Caan.

 

El cual, considerado en principio para encarnar a Michael, se hizo con el papel de Sonny Corleone de una forma bastante peculiar: Robert Evans ofreció un ultimátum a Coppola diciéndole que, si Caan no entraba en el filme, Pacino se quedaba fuera.

 

Tras unos cuantos portazos y llantos por parte del cineasta, el trato quedó sellado.

 

Lo cual dejó fuera, no sólo a la opción de Coppola, un tal Carmine Caridi, sino también a otro jovenzuelo que daría mucho de qué hablar en el futuro.

 

 

 

¿Qué hubiese pasado si Robert De Niro hubiese dado vida a Sonny?

 

Pues, por lo pronto, que el actor se hubiese quedado sin encarnar al joven Don Vito enEl Padrino II,un papel por el que se llevó el Oscar.

No hay mal que por bien no venga…

 

 

 

La Mafia no quiere que se diga “Mafia”

 

Desde la publicación del libro de Mario Puzo, los principales enemigos de El Padrino no fueron sólo los ejecutivos de Paramount, sino tambiénlos propios goodfellas.

 

El capo Joe Colombo (foto, a la derecha) a través de su organización-tapadera Liga Italoamericana, presionó públicamente para que la película no se rodase.

 

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Entre bambalinas, la cosa fue a más: todos los implicados en la producción sufrieron amenazas telefónicas, y se amenazó con boicotear el rodaje de forma ‘persuasiva’.

 

La insistencia de Coppola en localizar los exteriores en Little Italy no puso las cosas más fáciles, hasta que una reunión entre Al Rudi y el boss arregló las cosas:

El Padrino podría rodarse, siempre que en sus diálogos no se mencionase la palabra que empieza con “M”.

 

 

 

Los Corleone ríen los últimos

 

Tras sus trapacerías contra el rodaje de esta película, no podemos sino considerar justicia poética el final de Joe Colombo.

 

El 28 de junio de 1971, el capo recibió un tiro en la cabeza, que le dejó paralizado durante años, mientras daba un mitin público.

 

Ese mismo día, Coppola estaba rodando la escena de la masacre final.

 

¿Coincidencia?

 

 

 

Al Martino tenía padrinos

 

El actor de la película más cercano a la ‘Cosa Nostra’ fue Al Martino, corner de Las Vegas que interpretó a Johnny Fontane.

 

El cantante, que no había actuado en su vida, trató de persuadir a Coppola gastándose 78.000 euros (ajustados) en convidarle a un fin de semana loco en Las Vegas.

 

Cuando vio que la cosa no resultaba, acudió a su auténtico padrino, el jefe mafioso Russ Rufalino, para que presionara a los productores.

 

 

 

La ira de Frank (Sinatra)

 

Ya que mencionamos a Johnny Fontane, está bastante claro que ese personaje es un trasunto de Frank Sinatra, ¿verdad?

 

Pues el propio Sinatra era consciente de ello, y no le hacía ni maldita la gracia.

 

‘La Voz’ tomó medidas legales para detener el rodaje, y cuando una noche Mario Puzo y Al Rudi se lo cruzaron en un night club, al grito de “¡Os voy a partir las piernas! ¿Os pasó el FBI información para escribir el puto libro?”.

 

Ya sabemos que tus amistades mafiosas no tuvieron nada que ver con tu papel en De aquí a la eternidad, Frank, pero quien se pica…

 

 

 

Gianni Russo, otro que tal

 

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El marido maltratador de Connie Corleone también surgió del mundo del hampa: bisnieto de un gángster y protegido del capo Frank Costello.

 

Russo contrató un equipo de rodaje para rodar una prueba de cámara.

 

A fin de ponerla en manos de Coppola, Russo acudió a una showgirl asiática, a la que vistió de uniforme y envió rumbo a Los Ángeles con la cinta de vídeo.

 

El director dijo nones, así que Russo (quien afirma “haber matado a tres hombres en legítima defensa”) se ganó su papel invocando la ayuda de amigos que habían prestado dinero a Charles Buhldorn.

 

En cuanto a la ragazza, la leyenda afirma que acabó en brazos de Marlon Brando.

 

 

 

Las mil y un reescrituras de Coppola

 

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No pecamos de pretenciosos si decimos que, lo que es calidad literaria, la novela original de El Padrino no tiene demasiada.

 

Por eso, Coppola se metió a fondo con el libro: llenó su ejemplar de anotaciones, modificó tramas y eliminó personajes y líneas argumentales enteras, consiguiendo (¡milagro!) un guión que respeta bastante el trabajo de Puzo y que al mismo tiempo funciona en la pantalla.

 

Sin duda, su medida más sabia fue omitir la historia de Lucy Mancini, la amante de Sonny, que pese a aparecer brevemente en el filme cuenta en la novela con una trama ginecológica digna de un Cronenberg, con operaciones de reconstrucción vaginal y todo.

 

 

 

¿Tuestas, o fríes?

 

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Pese al perfeccionismo de Coppola, se le escaparon algunos gazapos en el guión.

 

Por ejemplo, cuando el viejo Clemenza (Richard Castellano) explica a Michael Corleone cómo preparar los espaguetis perfectos, el guión indicaba: “tuesta un ajo picado”.

 

Mario Puzo tachó inmediatamente el verbo de la frase, reemplazándola por “fríe un ajo picado”.

 

Su explicación: “Ningún mafioso que se respete usaría la palabra ‘tostar”.

 

 

 

Marlon se hace de querer

 

Mientras los productores lidiaban con la Mafia, y Coppola con un rodaje que se adivinaba infernal, el (en teoría) imprevisible Brando se convirtió en el corazón de la película.

 

famiglia

 

Pese a su fama de difícil, el actor tomó bajo su ala a sus compañeros más jóvenes, aconsejándoles, cuidándoles y bromeando con ellos.

 

Según recuerdan James Caan y Robert Duvall, el punto álgido del cachondeo llegó cuando Brando y ellos organizaron un concurso de hacer ‘calvos’ en el plató.

 

Siempre en palabras de Caan, Marlon se ganó el primer puesto mostrando su trasero a la cámara 500 veces en un día.

 

 

 

El ‘Padrino’ más felino

 

Sin duda, la decisión de cásting más imprevisible de la película fue la del gato de Don Vito.

 

Por más que Coppola afirme que incluyó al animal para mostrar las “garras” ocultas en el amable semblante del personaje, la verdad es menos pretenciosa.

 

Brando encontró al micho deambulando por el estudio de Paramount, se encariñó con él y se lo llevó al plató.

 

A Marlon se le debían dar muy bien los animales, porque (aunque eliminados en el doblaje castellano) los ronroneos del felino fueron tan intensos que obligaron a Coppola a doblar algunas frases de la escena.

 

Por desgracia, el brillante y peludo actor no aparece en IMDb.

 

 

 

¡Ay, Pacino!

 

El tímido Al se tomó muy a pecho la parte física de su papel.

 

En una de las escenas más míticas (cuando Michael mata a Solozzo y al capitán McCluskey) puede verse en su cara un gesto de apuro que no tiene nada de artificial.

 

Pacino se había torcido el tobillo, lo que causó retrasos en el rodaje desde la primera semana.

 

 

 

¡Improvisación!

 

El espíritu animoso de Brando se transmitió a sus compañeros, desde los actores masculinos a Diane Keaton y Talia Shire (hermana, por cierto, del director).

 

Mientras Marlon improvisaba su monumental collejón a Al Martino para conseguir que el cantante actuase un poco (el ataque de risa de Robert Duvall en la escena también es imprevisto), James Caan se contagiaba de la violencia de Sonny hasta el punto de que los demás actores tuvieron que sujetarle en más de una ocasión para que no desgraciase a Gianni Russo, que interpretaba a su cuñado maltratador Carlo.

 

Estas salidas de tono encantaban a Coppola, pero había alguien a quien no hacían tan feliz…

 

 

 

Gordon arma la gorda

 

Ese “alguien” era nada menos que Gordon Willis, el director de fotografía que imprimió a El Padrino su tono tenebrista.

 

gordon_willis

 

Maniático del control y poco afectuoso con el cineasta (a quien consideraba un advenedizo), Willis se desesperaba cada vez que uno de los actores se salía de su marca.

 

Sus juegos de iluminación eran tan complejos que un paso en falso colocaba a los intérpretes en puntos oscuros, obligando a repetir la toma.

 

“Gordon se comportó como un futbolista en medio de una pandilla de nenazas”, recordó Coppola años después.

 

“Yo era un Hitler”, admitía, por su parte, Willis.

 

 

 

“¡Aquí no se ve nada!”

 

Pese a los arriesgados experimentos de Willis, El Padrino se rodó bajo un clasicismo absoluto.

 

No se usaron recursos tan característicos del cine de los 70 como zooms o tomas aéreas, y su uso del claroscuro quedó como un hito en la historia del cine.

 

Sin embargo, los ejecutivos no pensaron lo mismo al ver los copiones:

“¿Qué pasa aquí, es que llevo aún mis gafas de sol?”, protestó uno de ellos cuando se le proyectó la primera escena.

 

 

 

El equino sangriento

 

Suéltale a alguien de improviso las palabras El Padrino, y su respuesta no será:

“Yo creo en América” o “Le haré una oferta que no podrá rechazar”, sino “cabeza de caballo”.

 

Una escena esta que no da tanta grima por casualidad.

 

Coppola adquirió el macabro resto en una fábrica de comida para perros, para después convencer al actor John Marley de que utilizaría una cabeza de atrezo.

 

El gesto de horror de Marley cuando vio un auténtico pedazo de cadáver equino a los pies de su cama queda fenomenal en la pantalla…

 

 

 

Los extras saben del asunto

 

Woody Allen se marcó una broma de altura en Annie Hall, diciéndole a Diane Keaton aquello de “¡Me has dejado solo con dos extras de El Padrino!”.

 

Porque, efectivamente, los tipos con pinta de mafiosos que acosaban al pobre Alvy Singer habían sido extras en El Padrino…

 

Y eran chicos de la ‘Cosa Nostra’.

 

A fin de calmar los ánimos, Coppola empleó a gángsters auténticos en muchas escenas.

 

El mejor caso de todos fue el de Lenny Montana, un campeón de lucha libre que se ganaba un sobresueldo como guardaespaldas de un capo.

 

El director se quedó tan impresionado con él que le adjudicó el papel de Luca Brasi, ejecutor en jefe de Don Corleone.

 

Cuando le tocó rodar su escena con Brando, Montana se puso tan nervioso que no atinó a repetir bien sus líneas…

 

Y a Coppola le gustó, con lo que dio la toma por buena.

 

 

 

Hasta las últimas consecuencias

 

Según Nicolas Pileggi, guionista de Uno de los nuestros, uno de los actores principales de El Padrino se tomó tan en serio la preparación de su papel que acompañó a un grupo de auténticos mafiosos en una misión.

 

El problema: los gángsters habían anotado mal la dirección del soplón al que debían despachar, con lo que volvieron a sus casas con el rabo entre las piernas.

 

Por otra parte, Robert Duvall consiguió que se le invitase a una reunión de ‘chicos listos’.

 

El actor les observó con tanto detenimiento que su contacto le susurró:

“No les mires tan fijamente, están sospechando que eres marica”.

 

 

 

‘¡Bada Bing!’

 

La verdad es que, durante el rodaje de El Padrino, el pobre Coppola las vio venir por todas partes.

 

Para empezar, aguantó carros y carretas del equipo de rodaje, formado por profesionales curtidos que, como Gordon Willis, no le tenían el menor respeto y le tomaban el pelo continuamente.

 

Tras una bronca particularmente intensa en el plató, Francis se encerró en su despacho, cerrando la puerta con tanta violencia que el equipo corrió a buscarle, pensando que se había pegado un tiro.

 

 

 

“O acabas, o te despedimos”

 

Otros sufrimientos para el director llegaron de manos de los ejecutivos de Paramount, llevándose la palma Robert Evans.

 

El productor amenazó varias veces a Coppola con despedirle en mitad del rodaje para sustituirle por Elia Kazan.

 

Lo único que salvó al director fue el Oscar al Mejor Guión que acababa de recibir por Patton.

 

Cuando la película ya estaba finiquitada, Evans amenazó con llevarse el metraje en bruto a Los Ángeles para montarlo él mismo.

 

 

 

Francis pierde la cabeza

 

Estamos en primavera de 1971, y Martin Scorsese acude a visitar a su amigo Coppola al rodaje de El Padrino en el cementerio Calvary de Queens.

 

Nada más ver aparecer a ‘Marty’, un Francis totalmente deshecho se sienta sobre una lápida llorando, rodeado por los 121 extras y las coronas de flores por valor de casi 50.000 euros que había encargado para la escena del funeral.

 

El comportamiento de Coppola durante este tramo del rodaje era totalmente descontrolado.

 

Compraba compulsivamente, se escapaba del plató para realizar reescrituras del guión, y acabó enganchado a las pastillas para dormir que su médico le recetaba.

 

 

 

¡Ah, la famiglia!

 

Fiel al espíritu de la película, pese a todo, Coppola había conseguido colocar a unos cuantos de sus familiares en algunas escenas.

 

Además de su hermana Talia Shire y sus hijos Gian Carlo y Roman, podemos ver a su padre Carmine Coppola (es el gángster que toca el piano durante el montaje de las masacres de Sonny) su mamma Italia Coppola y, por supuesto, a la piccola figlia Sofia Coppola: la futura directora de Lost In Translation es el bebé al que bautizan mientras los esbirros de los Corleone masacran a los jefes de las Cinco Familias.

 

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Luego llegaría El Padrino III, y muchos pensarían que con aquella intervención debería haber sido suficiente.

 

 

 

Quien resta, suma

 

Por más que el montador William Reynolds se quejase de sus secuencias largas y sus montajes paralelos (“¡Esto es un jodido rompecabezas!”, llegó a decir), uno de los aciertos de El Padrino fue la concisión empleada por Coppola.

 

De las casi cuatro horas rodadas,  sólo tres llegaron a las pantallas.

 

Las escenas inéditas pudieron verse en 1977, cuando el director montó las dos primeras películas para la serie de TV La saga de El Padrino.

 

Entre ellas, figuraban una discusión entre Don Vito y Michael, y un final alternativo en el que el personaje de Diane Keaton encendía velas en una iglesia por el alma de su marido.

 

 

 

Un estreno tumultuoso

 

Según cuenta el periodista Peter Biskind, la premiere de El Padrino fue un fenómeno que nadie se esperaba.

 

Las primeras reacciones de la crítica, que anunciaba una obra maestra, atrajeron a muchísimos espectadores pese a que aquel día nevaba en Nueva Cork y a que el filme se estrenaba fuera de la temporada de Oscar.

 

godfather-estreno

 

Eso sí, pese a todos los esfuerzos de Robert Evans, Brando (considerado como la gran atracción de la noche) logró escabullirse del sarao en el último minuto.

 

 

 

El fin de los cines de barrio

 

En el año de su estreno, El Padrino amasó en los cines la friolera de 1062,9 millones de euros ajustados, convirtiéndose automáticamente en una de las películas más taquilleras de la historia.

 

¿Cómo se logró semejante taquillazo?

 

Sencillo: en lugar de las formas tradicionales de distribución, basadas en el sistema de reestrenos, Paramount optó por una campaña muchísimo más agresiva.

 

A cambio de un anticipo de 316.000 euros ajustados, cualquier cadena de cines podía proyectar la película, lo cual consiguió que esta llegara a 366 salas de EE UU en su primer fin de semana.

 

Durante abril de 1973, los réditos de la película ascendieron a 3 millones de euros diarios: todo un triunfo para la compañía, pero también el comienzo del declive de las salas pequeñas y los cines de barrio.

 

 

 

Nino Rota se queda sin Oscar

 

Tan pegadiza como atmosférica, la BSO de El Padrino es tan icónica como las imágenes de la película.

 

Pero su autor, Nino Rota, se quedó sin nominación al Oscar por haber reutilizado parte de su música para la película italiana Fortunella (1956).

 

Nominada a cinco estatuillas, la película se llevó tres: Mejor Guión Adaptado, Mejor Actor (para Brando, que no acudió a recogerlo) y Mejor Película.

 

En los Globos de Oro, por su parte, cosechó las categorías de Mejor Película Dramática, Mejor Guión Dramático, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado… Y Mejor Banda Sonora.

 

 

 

Salsas y juegos

 

Tan enorme fue la popularidad de El Padrino, que en 1972 apareció un juego de mesa basado en la película.

 

Pero eso no era todo, porque Robert Evans quería lanzar al mercado salsas italianas con el rostro de Marlon Brando como gimmick promocional.

 

En 2006, por su parte, apareció un videojuego con las voces de James Caan, Robert Duvall, Abe Vigoda (Tessio) y un Marlon Brando ya muy enfermo.

 

Pacino, que había vendido sus derechos de imagen para el juego de El precio del poder, pasó del tema y Coppola se ciscó en Paramount por haber tomado la iniciativa sin contar con él.

 

 

 

Perfume embriagador

 

Original o no, el tema de amor de marras, titulado Speak Softly Love en su versión cantada en inglés, es la pieza más conocida de la banda sonora de El Padrino.

 

Entre los cantantes que lo han interpretado se hallan Scott Walker, Dalida (Parle Plus Bas y Gianni Morando (Parla piu piano).

 

En España, la versión traducida que reza “Estoy sintiendo tu perfume embriagador…” recibió el título (poco adecuado) de El milagro del amor.

 

 

 

Los ‘mafiosi’ son fans

 

Los sociólogos de EE UU hablan de “el efecto El Padrino” para señalar el impacto de la película en la cultura italoamericana.

 

Un impacto que, huelga decirlo, alcanzó sobre todo a la propia Mafia.

 

Los capos que habían tratado de sabotear la película observaban con agrado cómo sus soldati más jóvenes recuperaban viejas tradiciones, como llamarles de ‘Don’ y besarles la mano, mientras que el vocabulario de los ‘chicos listos’ se enriquecía con expresiones como “¡Bada Bing!” (la onomatopeya de un tiro a bocajarro), “el especial Moe Greene” (matar a alguien de un disparo en el ojo) y otras más que seguramente habrás oído utilizar en Los Soprano.

 

 

 

Y Stanley Kubrick también

 

Para que Stanley Kubrick elogiase un filme ajeno, casi que tenía que llover fuego del cielo.

 

Así que imaginemos el pasmo del guionista Michael Herr (Apocalypse Now, La chaqueta metálica) cuando el genio del Bronx le reconoció, a finales de los 80, que consideraba El Padrino la mejor película de la historia de Hollywood, o como mínimo la que tenía el mejor reparto.

 

 

 

Un Mercedes, y una ‘fantasmada’

 

“El Padrino me destruyó”, declaró en los 90 un Coppola en bancarrota, lamentando que La conversación (un proyecto más personal, que llevaba desarrollando desde los 60) quedase eclipsada por este filme.

 

Sin embargo, hay dos anécdotas de la época que prueban que lo de Francis es pura retórica.

 

Tras recibir las primeras noticias del éxito de la película, el director partió raudo y veloz a comprarse un Mercedes a cuenta de Paramount junto a George Lucas.

 

Coppola_Oscars

 

A bordo de ese mismo coche, y a la salida de una fiesta, Coppola quedó parado frente a un semáforo junto a algunos amigos.

 

Uno de ellos, William Friedkin, asomó la cabeza por la ventanilla de su coche y gritó:

“French Connection: ocho nominaciones y cinco Oscar, incluyendo Mejor Película”.

 

Peter Bogdanovich, que también estaba en la caravana, respondió:

“La última película: ocho nominaciones, y encima es mejor que la tuya”.

 

Para no ser menos, Coppola sentenció:

“El Padrino: 150 millones de dólares”. Y se hizo el silencio….

 

 

 

Medallas y galardones

 

Además de ser una de las escasas películas con un 100 por cien de aprobación en Rotten Tomatoes, El Padrino es la segunda mejor película de la historia según el American Film Institute, quedó cuarta (tras Ciudadano Kane, La regla del juego y Vértigo) en la encuesta de 2002 de la revista Sight And Sound, y en 1990 pasó a formar parte de los fondos de la Biblioteca del Congreso de EE UU.

 

No está mal para una película de serie B en la que no creía casi nadie, ¿verdad?

 

Muchos besos y muchas gracias.

 

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