Dirección: Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki
Guion: Cornelius Ryan (Novela: Cornelius Ryan)
Música: Maurice Jarre
Fotografía: Jean Bourglin, Walter Wottitz (B&W)
Reparto: John Wayne, Robert Mitchum, Henry Fonda, Richard Burton, Sean Connery,Curd Jurgens, Rod Steiger, Robert Ryan, Eddie Albert, Peter Lawford, Gert Frobe,Robert Wagner, Sal Mineo, Mel Ferrer, Richard Todd, Richard Beymer, Bourvil,Georges Wilson, Paul Anka, Arletty, Jean-Louis Barrault, Red Buttons, Irina Demick,Ray Danton, Fabian, Steve Forrest, Leo Genn, Jeffrey Hunter, Alexander Knox,Christian Marquand, Roddy McDowall, Kenneth More, Edmond O’Brien,Ron Randell, Tommy Sands, George Segal, Jean Servais, Tom Tryon,Peter van Eyck, Stuart Whitman, Mark Damon
Productora: 20th Century Fox / Darryl F. Zanuck Production
Género: Bélico. Acción | II Guerra Mundial. Cine épico
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Comentario:
Revisitar pelis de mi infancia siempre es atractivo.
Una superproducción con decenas de actores conocidos y tres directores desconocidos al servicio de un productor mítico como Darryl F. Zanuck, tal vez el verdadero responsable de esta peli.
Pretende ser el relato minucioso del Desembarco de Normandía, pero se queda en una sucesión de anécdotas sin demasiada ligazón sobre esos días que cambiaron el curso de la historia.
Repleta de tópicos y de referentes de una generación de postguerra.
Divertido ir identificando a los actores del viejo Hollywood que ya iban entrando en años.
Impresionantes algunas escenas con cientos de extras corriendo y disparando, con explosiones perfectamente sincronizadas, en una época en la que todo era artesanal y los efectos digitales ni se imaginaban.
La escena del asalto al casino, perfectamente defendido por el ejército alemán, con esa toma aérea es colosal, no me canso de verla una y otra vez.
En estos años la guerra era blanca, sin sangre, sin mutilaciones. Los muertos solo se dormían, pasando al otro barrio sin sufrimiento, sin dolor.
La Guerra de Vietnam y sus películas cambiaron la forma de relatar los conflictos bélicos.
Un baño de nostalgia no está mal.
Hace falta verla con los ojos de mi infancia para disfrutarla totalmente.
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Mi puntuación: 7,03/10.
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Los directores Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki:
Todas las semanas Guadalajara Media nos brinda la oportunidad de realizar una entrevista a un aficionado al cine.
Diego Gismero conduce el programa que realizamos en los Multicines Guadalajara.
Esta semana hemos tenido la suerte de contar con Julio Cuevas, uno de los grandes médicos de atención primaria de la provincia y Presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara.
Lo hemos pasado fenomenal, hablando de John Wayne.
John Ford (director de cine), el hombre que hacía westerns:
John Ford (1 de febrero de 1894 – 31 de agosto de 1973).
Bautizado como John Martin Feeney y que comenzó su carrera cinematográfica con el nombre de Jack Ford, fue un actor, director y productor cinematográfico estadounidense, cuatro veces ganador del Premio de la Academia:
1935. El Delator.
1940. Las uvas de la ira.
1941. ¡Qué verde era mi valle! Mejor peli y director.
1942. La Batalla de Midway.
1943. El 7 de diciembre.
1952. El Hombre tranquilo.
Con una carrera profesional de más de 50 años, en la que participó en casi todas las facetas del arte cinematográfico antes de dedicarse a la dirección.
Ford dirigió más de 140 películas, muchas de ellas de cine mudo, y está ampliamente considerado uno de los cineastas más importantes e influyentes de su generación, siendo muy respetado por otros colegas de su profesión como Ingmar Bergman y Orson Welles quienes lo consideraban como uno de los grandes directores de cine de todos los tiempos.
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Fue también marino y militar.
Participó en la Segunda Guerra Mundial como oficial de los servicios cinematográficos de la Armada de los Estados Unidos y fue herido en combate durante la Batalla de Midway.
Tras el final de la guerra continuó siendo reservista, colaboró en la realización de documentales durante la Guerra de Corea y la de Vietnam y alcanzó el grado de contraalmirante.
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Director de directores, dejaba boquiabiertos a los espectadores, pero también a sus propios compañeros, los que mejor entendían lo que aportaba su cine.
Elevó a categoría de arte el cine más convencional.
“Era uno de esos artistas que nunca pronuncian la palabra ‘arte’, y de esos poetas que no hablan nunca de poesía”, escribía François Truffaut.
Pero siempre rechazó que le trataran como a un autor.
“No hago películas para hacer obras de arte. Ruedo películas para poder pagar las facturas”, dijo el hombre que se presentaba de la forma más humilde posible:
“Me llamo John Ford y hago películas del oeste”.
Dedico este post a los tres mejores directores de la historia del cine, según Orson Welles:
“John Ford, John Ford y John Ford“.
Comentarios sobre Centauros del Desierto:
Una maravilla poder ver esta peli en pantalla grande con mis amigos del Taller de Cine de Azuqueca de Henares.
Hace justo dos años realicé un post sobre Centauros del desierto centrándome sobre todo en el personaje de Ethan Edwards (John Wayne), varios amigos lo han comentado y más que lo que yo escribí son los comentarios los que resultan interesantes.
Tiene indios, pioneros, perseguidores, forajidos, el ejército de la Unión, secuestros, familias, boda y baile.
Pero sobre todo tiene emoción, diversión, muy buenos personajes y una historia de redención de búsqueda sensacionales.
Voy a intentar analizar (dentro de mi modestia) algunos problemas éticos que se plantean.
Está claro desde el principio el choque cultural. Un tema de gran actualidad.
Las culturas india y la occidental se enfrentan sobre todo por el desconocimiento.
El miedo a lo diferente es fundamental.
Se podría pensar que Ford hace una presentación simplista, pero cuando el poblado indio es arrasado por el ejército y es asesinada la “esposa” india de Martin Pawley (Jeffrey Hunter), éste lo considera imposible.
Pero la brutalidad es recíproca.
Considerar al diferente como una amenaza y como enemigo sigue siendo hoy en día habitual.
El machismo es otro de los temas que se tocan en la peli.
Curiosamente aparece tanto en los “civilizados” americanos como entre los indios “salvajes”.
Martin Pawley se escandaliza cuando Laurie Jorgensen (maravillosa Vera Miles) entra en su habitación mientras se baña.
Ella alega que son las mujeres las que limpian y cuidan de los niños y los ancianos y lavan su ropa.
Laurie toma la iniciativa con su pasivo pretendiente.
Martin compra una esposa a los indios por unos gorritos y después la maltrata escandalosamente.
En cambio Ethan, tal vez de cachondeo, la trata con respeto.
En este western las mujeres ocupan un papel fundamental.
Volviendo a las diferencias culturales.
Cuando Ethan y Martin visitan a las blancas rescatadas están en una situación de locura. La inmersión en una sociedad distinta produce el trastorno mental.
El choque cultural es tan intenso que despersonaliza.
Esto ha sido fuente de discusión entre los filósofos.
¿Hasta que punto la personalidad del individuo depende del ambiente social en el que se encuentra?
Otro aspecto importante de la peli es la importancia del dinero.
En la peli, como en la sociedad capitalista, nadie hace nada gratis.
Ethan hace de mercenario para el Emperador de México, por lo que recibe una medalla y obtiene dinero.
Con el que va pagando información e intenta encontrar a sus sobrinas.
Solo el loco Mose Harper no desea dinero. Lo que quiere es una mecedora.
Aún ansiando una cosa material, lo que desea es la tranquilidad de un hogar que representa ese mueble.
Debbie Edwards (Natalie Wood) padece Síndrome de Estocolmo, cuando se niega a acompañar a su familia. Se ha adaptado a su nueva situación, se ha vuelto “salvaje” por eso su tío quiere matarla.
No es soportable que nadie deserte de una cultura y se pase a la enemiga, a la contraria.
El supuesto final feliz se ve ensombrecido cuando Ethan Edwards deja la casa y se va solo. En un plano simétrico al del comienzo de la peli.
Respecto a la dirección de John Ford, yo creo que se ha dicho todo.
Nadie filmó la naturaleza y los grandes espacios abiertos como él.
Colocando la cámara con tal maestría, mostrándonos los sentimientos y los cielos al mismo tiempo.
Respetando al público y al actor nos muestra en toda la peli tan solo un par de primeros planos.
Me arrodillo y te reverencio.
¡Cómo te admiro Ford!
Curiosidades y anécdotas:
Making-of:
Adelantándose a su tiempo, John Ford decidió grabar algunos detalles del rodaje de Centauros del desierto, producida por Warner Bros.
Este making-of está disponible en la edición francesa del DVD de la película.
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Localizaciones:
El rodaje de la película tuvo lugar en diferentes sitios de los Estados Unidos (Aspen, Los Ángeles, Colorado, Monument Valley, Arizona) y en Edmonton (Canadá).
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Natalie Wood en edad escolar:
Natalie Wood iba al instituto cuando comenzó el rodaje de esta película, por ello sus compañeros John Wayne y Jeffrey Hunter tuvieron que ir a recogerla a la puerta del instituto durante el rodaje.
Lo que causó numerosos alborotos entre las emocionadas fans de los actores.
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Documental:
Centauros del desierto fue una de las primeras películas en el mercado de las que se hizo un documental que se emitió por televisión posteriormente.
Gig Young (‘Danzad, danzad malditos’ y ‘Amantes y otros extraños’) se encargó del programa y trajo a Jeffrey Hunter (‘El último hurra’ y ‘El sargento negro’, dos películas dirigidas también por John Ford) como invitado especial.
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Ethan Edwars:
El actor estadounidense John Wayne (‘El hombre que mató a Liberty Valance’ y ‘La conquista del Oeste’) consideraba que Ethan Edwars era el mejor personaje que jamás había representado en la pantalla, por ello en su honor llamó a su hijo Ethan Edwars.
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Patrick Wayne:
El actor que interpreta al joven oficial de caballería en la película, el teniente Greenhill, es Patrick Wayne (‘Cuna de héroes’ y la serie de televisión ‘Vacaciones en el mar’), uno de los hijos de John Wayne.
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America Film Institute:
‘Centauros del desierto‘ ha sido calificada por el America Film Institute, en el puesto número 12 del ranking de las Mejores Películas de la Historia en el año 2007.
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Robert Wagner vs Jeffrey Hunter:
El actor Robert Wagner (‘Locos en Alabama’ y ‘NAVY: Investigación criminal’) fue considerado para el papel de Martin Pawley, que luego representó Jeffrey Hunter.
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Dorothy Jordan:
Dorothy Jordan (‘Escrito bajo el sol’), que interpreta a Martha Edwards en la película, era la mujer del productor del film Merian C. Cooper (‘King Kong’).
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10 días de “no” rodaje en “Centauros del Desierto”:
Durante el rodaje de “Centauros del desierto” (The searchers, 1956) John Ford recibió la visita del delegado de producción para decirle que llevaba diez días de retraso.
Ford agarró el guión, arrancó diez secuencias al azar y dijo:
– “Acabo de recuperarlos”
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La lápida:
Cuando Debbie se esconde del ataque de los indios, se coloca delante de una lápida que dice:
“Aquí yace Mary Jane Edwards muerta por comanches 12 de mayo de 1852. Una buena esposa y madre en su año número 41″.
Se trata de la madre de Ethan Edwards.
De ahí el odio que profesa hacia los comanches.
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Mose Harper:
El carácter excéntrico de Mose Harper, interpretado por Hank Worden, se basa libremente en un personaje histórico real llamado Mad Mose, un luchador indio medio loco legendario de la America del suroeste con una gran afición por las mecedoras.
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“El Hombre Con El Gran Águila”:
Durante el rodaje, un niño Navajo cayó gravemente enfermo de neumonía y necesitaba atención médica urgente.
John Wayne disponía de su propio avión.
Su piloto llevó a la niña al hospital.
Por su obra, de los navajos le nombraron “El Hombre Con El Gran Águila”.
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Lana Wood y Natalie Wood:
Lana Wood hizo de la niña Debbie Edwards y Natalie Wood, que era la hermana mayor de Lana con ocho años de diferencia de la adolescente Debbie Edwards.
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Ethan mercenario:
En el guión de Frank S. Nugent, la medalla que Ethan Edwards da a Debbie se identifica como “un medallón de oro” otorgado por “Maximiliano de México” a los soldados mercenarios que lucharon entre 1865 y 1867 con las fuerzas francesas del emperador Maximiliano.
Esta medalla implica que Ethan sirve en la expedición mexicana francesa durante sus tres años de ausencia y también explica su conocimiento del español.
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Ward Bond lo intenta con Vera Miles:
En una biografía de John Ford se menciona que Ward Bond, en su habitación de un motel después de un día de rodaje, caminó desnudo con las cortinas abiertas con la esperanza de atraer a Vera Miles.
Al parecer, este plan no obtuvo los resultados esperados.
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Jean-Luc Godard:
En 1963 el crítico y director Jean-Luc Godard llamó a esta producción la película más grande de América.
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El afeitado de Ward Bond:
Durante el rodaje del discurso de Ethan relatando el descubrimiento y el entierro de Lucy se requieró más de una sola toma.
John Wayne clavó la escena en la primera toma.
La cámara se había detenido, sin razón aparente.
Sumamente irritado, John Ford le pidió al operador una explicación.
El cámara no fue capaz de dar razón de lo sucedido.
Ward Bond había tirado del enchufe de la cámara con el fin de utilizar su máquina de afeitar eléctrica.
Los técnicos no le dijeron a Ford la verdad, por temor a que le dañara físicamente a Bond.
Pero años más tarde, después de la muerte de Bond, el camarógrafo Winton C. Hoch le confesó a Ford la verdad sobre el incidente en un evento de Hollywood.
El cámara temió por su vida ante la cólera del director…
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El Jefe Cicatriz:
Los actores que interpretan a los indios comanches son navajos, con la excepción del Jefe Cicatriz, interpretado por Henry Brandon, un judío nacido en Alemania.
El lenguaje, la vestimenta y las danzas representadas en la película son todos navajo, no comanche.
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Jeffrey Hunter vs Martin Pawley, diferencia de edad:
Jeffrey Hunter (Martin Pawley) tenía 29 años en el momento de la filmación, a pesar que su personaje se suponía que era un adolescente.
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Hank Worden en dos pelis a la vez:
Hank Worden (Mose Harper) estaba rodando el final de Pacto de honra (1955) y no estaba disponible para algunas tomas en esta película.
En las escenas donde los Rangers montan juntos en Monument Valley, ‘Old Mose Harper’ es otro actor evitando su rostro.
Los planos en los que Harper dispara fueron rodados más tarde.
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De la novela al guión:
El guión de la película fue adaptado por Frank S. Nugent de la novela de Alan Le May de 1954, con mismo nombre.
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La primera restauración:
La primera restauración de la peli se realizó en 1991.
Se digitalizó para su venta en Laserdisc.
De esta versión se han realizado copias para los DVD posteriores.
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El acento de Ken Curtis:
Ford escuchó por primera vez a Ken Curtis usando un exagerado acento que definió como “Colorado tierras secas.”
John Ford le gustó tanto que exigió a Curtis interpretar con ese acento el papel de Charlie McCorry.
Curtis se opuso, pero Ford respondió que el acento mejoraría el papel ingrato del tipo que no se lleva a la chica.
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El 12 no está mal:
En 2007, el Instituto de Cine de América clasificó esta producción como la décimo segunda película más grande de todos los tiempos.
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Ford y el escorpión:
Durante el rodaje en el desierto, John Ford fue mordido por un escorpión.
Preocupado por su inversión, el patrocinador financiero C. V. Whitney preguntó a John Wayne:
– “¿Qué pasa si lo perdemos? ¿Qué vamos a hacer?”
Wayne se ofreció a ver la lesión del director.
Unos minutos más tarde salió de la caravana de Ford y dijo a Whitney:
– “Está bien. John está bien. Es el escorpión el que murió.”
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La prueba de Natalie:
Natalie Wood pasó por una audición “agotadora”.
Fue conducida a una habitación en la que se introdujo a John Wayne y John Ford.
Como relata en su biografía Natalie:
– “El Sr. Wayne se puso de pie (que parecía alzarse más hacia el techo de lo que nadie jamás había visto en mi vida) sonrió y se frotó las manos enormes. Luego se agachó, me recogió y en ningún momento dejó de sonreírme. “Eso está bien, no hay problema en absoluto”, dijo finalmente, bajándome. Y eso fue todo”.
Nunca hizo una prueba más fácil.
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Lorena:
La melodía de los créditos de apertura es “Lorena“, una canción escrita por José Webster y Henry DeLafayette Webster.
Aunque esta canción fue escrita en Chicago en 1857, es más conocida por haber sido cantada por los soldados de la Confederación durante la Guerra Civil.
La letra habla de los anhelos de un hombre por su esposa fallecida.
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La Bandera de Bonnie Blue:
La canción que suena cuando John Wayne se acerca al principio de la película a la casa es una versión lenta de “La Bandera de Bonnie Blue“.
Esta canción fue uno de los “himnos” de la Confederación.
David Lean:
David Lean vio la película en varias ocasiones, mientras se preparaba para rodar Lawrence de Arabia, para hacerse una composición de como fotografiar el paisaje.
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Homenajes de los más grandes directores actuales:
Steven Spielberg, Martin Scorsese, George Lucas, Jean-Luc Godard, John Milius, yPaul Schrader la consideran como una de sus películas más influyentes y le han dado algún tipo de homenaje en su trabajo.
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Emilio Gabriel Fernández y Figueroa:
El hombre mexicano que lleva a los protagonistas con el Jefe Cicatriz se llama Emilio Gabriel Fernández y Figueroa.
El nombre de este personaje, interpretado por Antonio Moreno, es una combinación de los nombres de actor y director mexicano Emilio Fernández y su director de fotografía, Gabriel Figueroa, los cuales eran amigos del director John Ford.
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Madre e hijo:
Olive Carey (la señora Jorgensen) era la madre en la vida real de Harry Carey Jr. (Brad Jorgensen).
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Patrick Wayne:
John Ford era conocido por su mal genio y su hábito de gastar bromas crueles a su reparto y al equipo, pero él fue inusualmente amable con John Wayne y su hijo Patrick Wayne, durante el rodaje.
Fue el primer papel de cierta importancia de Patrick y en la biografía, “Imprimir la leyenda: La vida y obra de John Ford” por Scott Eyman, recordó que:
– “Ford estaba loco por mí…
Todo el mundo tenía su mal día con Ford, pero yo siempre me salvé de eso.
Lo que era bueno y lo malo a la vez.
Yo no era exactamente la persona más popular en el set.
Recuerdo, que él fue el único director que me trató así de bien, hasta el punto que le quise como a un padre.
Pero cuando actuaba no dejé de tener miedo ni un solo instante.
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Lucy y Debbie:
De acuerdo con John Wayne en una entrevista de 1974, John Ford dio a entender en toda la película que Ethan había tenido un romance con la esposa de su hermano, y fue posiblemente el padre de Lucy y Debbie.
Esto significaba que la sed de venganza de Ethan no provenía del asesinato de su hermano, sino de la mujer que Ethan había amado.
Esta cuestión que ahora parece obvia, en el momento del estreno pasó desapercibida casi por completo.
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Cynthia Ann Parker:
La película está inspirada en hechos reales.
En 1836 los comanches secuestraron a Cynthia Ann Parker.
Fue criada por ellos, se convirtió en un miembro de la tribu y dio a luz a un hijo.
Un día los soldados estadounidenses atacaron el campamento de la tribu y entre los “recapturados” estaba ella.
Sin embargo, ella no quería dejar a “su gente”, y lamentó esto y la pérdida de su hijo por el resto de su vida.
Su hijo, Quanah Parker, se convirtió en un líder de Comanches y luchó contra el ejército durante muchos años.
Cuando él y su banda finalmente se rindió, se fue a vivir entre los blancos y se convirtió en un exitoso hombre de negocios.
En realidad la historia se uso en una película muda 1908 (The Bank Robbery).
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1041 Km de distancia:
En la escena culminante John Wayne y Natalie Wood corren por la ladera de una colina en Monument Valley en Utah y descienden al otro lado de la colina en la zona de Bronson Canyon de Griffith Park, Los Ángeles (647 millas de distancia).
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Las 10 cosas que no sabías de John Wayne:
1. HACÍA TRAMPAS AL AJEDREZ
El ajedrez era una de sus pasiones, afición que compartía con alguno de sus compañeros del mundo del cine.
Pero el actor en varias ocasiones fue acusado de hacer trampas.
El también intérprete Robert Mitchum aseguró que con sus grandes manos podía hacer un movimiento mientras cambiaba otra pieza.
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2. APASIONADO DE LA LITERATURA
Le encantaban las novelas de Agatha Christie, aunque sus dos libros favoritos eran de Arthur Conan Doyle, precisamente dos novelas históricas: La compañía blanca y Sir Nigel.
También se declaró fan del escritor Charles Dickens.
3. SU NOMBRE DE PILA
Al igual que muchos otros actores John Wayne se puso un nombre artístico.
Sus padres le bautizaron como Marion Robert Morrison, un nombre, el de Marion, que no le gustaba demasiado, prefería el apodo de Duke, por el que le conocían en su familia.
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4. ERA UN “HUEVO ESCALFADO” PARA JOHN FORD
Pero Duke no era el único mote por el que era conocido.
Durante el rodaje de Centauros del desierto, la actitud de John Ford enfureció a Wayne, quien llegó a decir que “quería matarlo”.
Por su parte el cineasta le gritó en alguna ocasión:
– “¿No sabes caminar? Eres tan torpe como un hipopótamo. Y deja de arrastrar el diálogo, muestra alguna expresión. Pareces un huevo escalfado”.
5. FUE PERIODISTA DEPORTIVO
En su época de instituto fue un alumno muy implicado en la vida académica.
Jugaba en el equipo de fútbol, participó en los grupos de debate y fue presidente del club de latín.
Además trabajó como redactor en el periódico del instituto, en el que escribía sobre deportes.
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6. IMPLICADO EN LA POLÍTICA
Nunca escondió su ideología de derechas.
El actor se enfrentó a Jane Fonda por su discurso anti-guerra de Vietnam y fue un ferviente defensor de Richard Nixon, incluso después del caso Watergate.
A Wayne le gustaba debatir con Paul Newman sobre política, quien le enviaba textos de pensadores progresistas.
7. SUPERSTICIOSO
Una de las cosas que le sacaban de sus casillas era que alguien dejara su sombrero en la parte superior de la cama.
Tampoco se le podía pasar la sal directamente durante una comida. Había que acercársela y dejarla en la mesa.
8. LA ANÉCDOTA DE LOS ZAPATOS AZULES
La primera vez que conoció a Michael Caine, Wayne le aconsejó que nunca llevara zapatos de ante azules.
Cuando el actor británico preguntó por qué, le contestó que en una ocasión conoció a un seguidor que se meó en sus zapatos de ante azules.
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9. IMPRESIONADO CON CHURCHILL
En varias ocasiones confesó a su círculo de amigos que tenía en alta estima a Winston Churchill, Primer Ministro de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.
10. ERA UN BUEN GANADOR
Cuando en 1969 se llevó el Oscar a Mejor actor por Valor de Ley, Wayne le dijo a Barbra Streisand que había sido “la suerte del principiante”.
Más tarde, en la fiesta después de la ceremonia, se acercó a Richard Burton -nominado también a Mejor Actor-, le entregó el Oscar y le grito:
Otra de las grandes pelis de Howard Hawks, basada como El Dorado (1966), en la idea de un sheriff que quiere cumplir la ley ayudado de un viejo, un alcohólico y un muchacho.
La idea es la misma, pero la peli muy diferente.
John Wayne es un hombretón de corazón tan grande como su corpachón.
Esta fue la última peli en la que usó el sombrero que comenzó a emplear en La Diligencia.
Para que parecieran más grandes los personajes Howard Hawks empleó un decorado a una proporción de tres cuartos.
Dean Martin es un borracho por un desengaño amoroso que encuentra la rehabilitación con la ayuda de sus amigos y su fuerza de voluntad. El interés del actor fue máximo en interpretar el papel. Para llegar a la audición que le propuso el director contrató una avión que le trasladar desde Las Vegas después de una actuación a altas horas de la madrugada.
Ricky Nelson interpreta a Colorado. Su papel fue propuesto a Elvis Presley, que no lo realizó primero por lo elevado de sus honorarios y porque fue llamado filas.
Destaca la intervención de una jovencísima Angie Dickinson, que me recuerda muchísimo la actuación de Lauren Bacall en Tener y no tener de 1944 con Humphrey Bogart.
En estas dos pelis la relación amorosa de estas dos parejas es similar.
Una peli mítica, un clásico, con grandes escenas de acción, magníficos personajes y muy buenos diálogos.
Howard Hawks fue productor de 23 películas, intervino como guionista en 26 y dirigió 47 títulos.
Hizo cine de todos los géneros, comedia, drama, bélico, musical oeste…
Unas de sus premisas de trabajo era que la cámara siempre tenía que estar a la altura de los hombres, y que el espectador no debía ser consciente de su movimiento. Esto le proporcionaba un estilo en apariencia muy sencillo pero a la vez muy difícil de ejecutar.
Los cineastas franceses llamaron a su manera de rodar la cámara invisible.
A pesar de haber hecho un puñado de las mejores películas de la historia del cine, no ganó ningún Óscar. Sólo estuvo nominado en 1942 por El sargento York y recibió un Óscar honorífico por el conjunto de su carrera en 1975.
Esta El Dorado es más o menos un remake de Río Bravo (1959), aunque Howard Hawks siempre lo negó.
Los créditos iniciales incluyen un montaje de pinturas originales que representan diferentes escenas de la vida de los vaqueros en el viejo oeste. El artista era Olaf Wieghorst, que aparece en la película como el armero, el sueco Larsen.
Este inicio nos introduce en lo que se intuye como una gran peli.
Robert Mitchum reveló en una entrevista que cuando Howard Hawks le seleccionó para interpretar a este agente de la ley, le preguntó cuál era la historia de la película.
Hawks le respondió que la historia no importaba porque era una peli de personajes.
Efectivamente John Wayne interpreta a un pistolero a sueldo llamado Cole Thornton. Casualmente como Sean de El hombre tranquilo de John Ford.
Robert Mitchum era el Sheriff El Dorado J.P. Harrah.
Los dos tienen una edad, con mucho pasado a cuestas y los dos buscan un retiro y que mejor lugar que un sitio que se llama El Dorado.
Entre ellos hay una relación de amistad de tíos duros que son capaces de dejarlo todo, incluso la vida y después pegarse una paliza.
Además están tocados por la existencia, cuestión que se manifiesta por sus taras físicas. Wayne con una bala clavada en la columna y Mitchum alcoholizado por un desengaño amoroso que le ha ocurrido de mayor, lo cual indica su debilidad de carácter.
James Caan es Mississipi, una vez que ha cumplido el objetivo de vengar a su amigo se queda vacío, sin saber que hacer y ¿qué mejor que unirse a un viejo pistolero?.
Como véis, El Dorado es un western crepuscular en toda la regla, con toques de ironía y un fino sentido del humor.
La afirmación de Hawks que la historia no importaba es solo una simplicidad.
Además de personajes hay mucho argumento. Cuatro hombres defendiendo a los más débiles y cumpliendo su deber.
Aunque no lo sepan están instaurando el Estado de derecho en el Salvaje Oeste, intentando que la ley se cumpla. Ellos actúan así porque es lo justo, es su deber.
En este relato hay épica, la de los perdedores heridos por la vida que prefieren morir antes que doblegarse. Están solos ante el peligro, el resto de la población permanece inmóvil ante la injusticia.
Para terminar, cuento un par de anécdotas.
El poema recitado por Mississippi es una poesía real titulada “El Dorado”, de Edgar Allan Poe.
James Caan llevaba unas alzas de tres pulgadas durante el rodaje. Se veía muy pequeño en medio de dos gigantes (en todos los sentidos) como Wayne y Mitchum.
Los ingredientes que Mississippi recita para la receta de Johnny Diamond para devolver la sobriedad J.P. Hara son: pimienta de cayena, mostaza en polvo caliente, ipecacuana, asafétida, y aceite de croton. Cualquier ser humano que se hubiera tomado semejante poción hubiera estado vomitando y con diarreas durante horas para después fallecer deshidratado, salvo si hubiera recibido atención médica.
Cole Thornton tiene alojada una bala en la columna lumbar y presenta parálisis ocasional del brazo derecho, lo cual no tiene sentido anatómico. Un proyectil en esa zona podría producir lesión en el miembro inferior.
El camarero al que Robert Mitchum dispara en el salón es interpretado por su hermano, el actor y escritor John Mitchum.
Me despierto después de una larga siesta. Me asomo a la terraza y seguía lloviendo a mares. Es lo que tiene la gota fría.
En un hotel de playa si no hay sol y calor estás más perdido que un torero al otro lado del telón de acero.
Enciendo el televisor. Comienzo a hacer zapping. En la Sexta 3 Sean Thornton acababa de bajarse del tren en Castletow y preguntaba como llegar a Innisfree.
Me invade una gran felicidad. Pongo el sillón delante del televisor y comprendo que voy a pasar una tarde estupenda viendo The Quiet Man.
Considerada como una de la mejores pelis de la historia del cine.
Ford compró los derechos quince años antes que consiguiera la financiación necesaria para rodarla. Los productores la consideraban una historia ñoña.
Desde su estreno fue valorada como una peli de culto, una obra maestra.
Obtuvo dos oscars, al mejor director y a la mejor fotografía en color, y siete nominaciones.
Con esta peli se demuestra lo gran director que era John Ford y lo gran actor que era John Wayne.
Él era el primero que se minusvaloraba. El propio Ford se definía como hacedor de westerns. Aunque Orson Welles opinaba que los tres mejores directores de la historia del cine eran: John Ford, John Ford y John Ford.
John Wayne tampoco fue considerado un gran actor a pesar que demostrara lo contrario en muchas películas. Hombre con un físico impresionante. Interpretó magistralmente papeles muy diferentes.
Como siempre, en las películas del genial director, todos los personajes tienen pasado y cargan con él. En absoluto son personajes planos.
Se ha dicho que Ford pretendía reflejar el verdadero espíritu irlandés. Y lo consigue. Vaya que lo consigue.
Nos pinta a unos irlandeses obstinados, tercos, amantes de las peleas y de la cerveza, aferrados a sus costumbres…
Si bien es verdad que en El hombre tranquilo no hay malos.
Maureen O’Hara está maravillosa y Ford sabe sacar el máximo partido a su belleza.
El tono de comedia, edulcorada, no decae durante todo el metraje.
Cuando Ford proyectó a los productores la película y vieron que duraba 129 minutos, le dijeron que debía reducirla a 120 minutos, que era lo que se consideraba se podía soportar sentado.
Ford enfadado intentó volverla a montar. Unos días después pasó la peli sin tocarla y a los 120 minutos terminaba bruscamente, a mitad de la pelea entre Sean Thornton y su cuñado Will Danaher. Los productores dijeron que eso era imposible. Ford se terminó saliendo con la suya.
Los exteriores de la peli fueron rodados en Irlanda y los interiores en Los Ángeles.
Vuelve después de acabada la Guerra Civil Americana a casa de su hermano. Se ve por su uniforme que pertenecía al ejército perdedor.
Solo con las miradas Ford nos cuenta que su cuñada y él habían estado enamorados.
Es un hombre desarraigado sin casa, capaz de dejarlo todo y pasar muchos años buscando a su sobrinas raptadas por los indios.
Es claramente un individuo racista pero conoce y respeta las costumbres de los indios.
Todo esto, y mucho más, nos lo cuenta John Ford con oficio y elegancia.
Ford, por trágica que fuera la historia, siempre incluía toques de humor y personajes cómicos.
Cuando era niño iba a ver películas de indios y vaqueros y el que en ellas actuara “Juan Vaine” era marchamo de calidad. Con los años me enteré que se decía John Wayne y aún más tarde que muchas estaban dirigidas por John Ford, a esto contribuyó mucho el programa de José Luis Garci¡Qué grande es el cine! en la década de los noventa. Como su duración era de varias horas lo solía grabar en VHS y lo veía en las noches de guardia.
Ford y Wayne se parecían físicamente. Los dos eran unos hombretones, grandes y fuertes. Pero su ideología política era contrapuesta.
Cuando de crío veía a Wayne me inspiraba protección y confianza. Siempre se habló de él como de un mal actor. Tal vez solo interpretó un papel en su vida pero lo hizo rematadamente bien. Pero ha pasado con otros grandes actores como Clark Gable.
Como anécdota sobre esta peli contaré una muy conocida. En la escena donde Wayne encuentra a su sobrina Natalie Wood ascienden por Monument Valley (Utah) y bajan por Bronson Canyon (Los Ángeles). En solo unos segundos recorren miles de kilómetros. Cosas del montaje.
John Ford es, según muchos, el mejor director de la historia del cine y esta peli que nos ocupa, tal vez, la mejor peli de Ford.
Es aquí donde el concepto del punto de vista se haya tratado más profundamente.
Según donde se pone la cámara el espectador puede ver una realidad u otra. Ford coloca su vista y la del espectador de tal manera que pensamos que el personaje de James Stewart (Ransom Stoddard) es el que mata al malvado Liberty Valance interpretado por Lee Marvin. Pero al final de la peli nos descubre que en realidad fue John Wayne en su personaje de Tom Doniphon. Esto a parte de ser una genialidad nos explica cómo puede ser forjada una leyenda.
Ransom Stoddard que llega a senador siempre será recordado por matar en un tiroteo a Liberty, no por sus actos políticos sino por esa acción que ni siquiera realizó.
Ford disfrazó siempre sus producciones para que fueran recordadas como películas de oeste y nada más pero en ellas se esconden grandes pensamientos morales. Era un artista sin hablar de arte y un poeta sin escribir poesía.
Pero la profundidad de esta peli llega más allá.
Ford enfrenta tres maneras de concebir la vida en el oeste americano. La de Valance que representa el uso de la violencia, con la ausencia completa de moralidad y principios, que claramente representa el pasado.
La de Tom Doniphon que es el hombre del presente, con principios, con sus normas que defenderá hasta la muerte, incluso con la violencia.
Ransom Stoddard cree en la justicia y en la aplicación de las leyes, representa el futuro pero se ve abocado a enfrentarse a muerte a Valance.
John Wayne era un grandísimo actor, a pesar que no fue considerado como tal, aquí está enamorado de la bella Vera Milles pero se da por vencido en la lucha por su amor cuando se percata que Ransom Stoddard también lo está. Y hace lo mismo que hizo Rick Blaine en Casablanca renuncia para hacer lo correcto. Humphrey Bogart se despide en el aeropuerto con una parrafada que ha pasado a la historia. En cambio Tom Doniphon quema su casa, el hogar que estaba preparando para Vera Milles.
Jamás se han visto filetes más grandes que los que servían en el restaurante de Vera Miles.
Si hay algún jovenzano o algún madurito que no haya visto esta peli, mi recomendación más sincera es que la disfrutéis como yo acabo de hacer por enésima vez.
Vi esta peli por primera vez en el cine del colegio, por seis pesetas veías cosas estupendas. Luego la volví a ver hace como 20 ó 30 años después en la tele y tal vez porque es una de las pelis que forman parte del recuerdo de mi infancia la vuelvo a disfrutar.
Se trata de una peli de aventuras en la que los buenos son las legaciones extranjeras que ejercían de imperialistas y los malos son los chinos que pasan hambre y se revelan contra ellas.
De niño no me enteré que había sido rodada en los alrededores de Madrid y que los chinos eran en su mayor parte madrileños.
El productor Samuel Bronston rodó varias superproducciones en nuestro país aprovechando las facilidades que le ofrecía el gobierno de Franco, lo barata que era la mano de obra y los escasos derechos laborales.
Nicholas Ray es uno de los grandes directores de la historia del cine y se dice que es un director de transición entre el cine clásico y el moderno. Las discrepancias con Bronston llegaron a ser insoportables y terminó renunciando a concluir la película siendo sustituido por Andrew Marton. Ésta fue su última peli.
Ava Gardner entonces ya era una estrella crepuscular, andaba siempre borracha, llegaba tarde, no recordaba su papel. Charlton Heston estaba harto de ella y exigió que se cambiara el guión y que muriera. En el argumento original no fallecía.
El estreno mundial de la película se realizó en Madrid y asistieron estrellas internacionales, además de los protagonistas, como Rita Hayworth y John Wayne. El actual rey, entonces príncipe de España, asistió al estreno.
El embajador español es interpretado por Alfredo Mayo actor por entonces muy popular. Samuel Bronston concedió esta licencia a Franco ya que es falso que España tuviera legación en Pekín en esa época en la que acababa de perder la guerra con Estados Unidos y desde luego ya no era una potencia.
En 55 días en Pekín hay acción, heroísmo, romance, amor, drama, una música extraordinaria, un chino muy malo y mucha diversión. Una gran película. Hay un pero: era mejor cuando la vi de niño.
Valor de ley es un western clásico en todos los sentidos. No era esperable que los hermanos Coen amigos de aspavientos visuales y de un humor cosmonáutico hicieran una película que podría haber sido realizada por directores como John Ford o Howard Hawks. Tal vez parezca un sacrilegio lo que acabo de escribir pero si alguien duda lo que afirmo que vea la peli.
Todo en Valor de ley es western clásico. El tono de humor (que no cómico) de muchas secuencias y de la peli en general. Grandes paisajes con planos largos. Personajes bien planteados en los que prima su ética aunque contradictoriamente estén cargados de defectos como la afición a la bebida o el gatillo fácil. La defensa de valores tradicionales como la lealtad. No hay una recreación en la violencia como en otras actualizaciones del western.
La historia resulta muy entretenida. El espectador va descubriendo la trama a través de los ojos del personaje de Mattie Ross, la niña eje central de la peli, interpretada de manera perfecta y contenida por Haille Steinfel.
Jeff Bridges vuelve a estar magnífico y convincente, con un personaje que parece escrito a medida.
Mi recuerdo sobre la peli de Henry Hathaway protagonizada por John Wayne es muy tenue y no me permite hacer comparaciones. Pero seguro que esta peli de 1969 también era estupenda. Habrá que revisionarla. Por cierto cuando yo era crío a este maravilloso actor le llamábamos Juan Vaine y no es broma.
Está nominada a los Oscars como mejor película de forma totalmente merecida. Es una peli imprescindible.