Vimos esta peli porque actuaba el gran Harrison Ford y parece que un actorazo así solo puede hacer productos de calidad. Elena es admiradora incondicional y lo comprendo.
Morning Glory pretende ser una comedia que se intenta sustentar el la joven actriz Rachel McAdams. Esta chica, al igual que el personaje, le echa empuje y se esfuerza hasta el infinito y más allá para intentar hacer algo divertido y es lo mejor de la peli.
El guión no es nada del otro jueves y se encuentran varias situaciones o ya vistas o repetidas por lo que carecen de total interés.
Reconozco que hay momentos hilarantes, pero el conjunto resulta aburrido.
Diane Keaton está penosa sin gracia y sin saber encontrar su sitio, a veces incluso repelente.
Harrison Ford pone toda la peli cara de enfadado y no sé si es su papel o es que no le gusta lo que está haciendo. Pero verle haciendo algo de chicha y nabo, con lo que ha sido, da pena, mucha pena.
Déjame entrar es una película americana, basada en una producción sueca que tuvo mucho éxito en los países escandinavos y se ha vuelto un fenómeno de masas, además ha obtenido varios premios como en el Festival de Tribeca.
Hacer una peli de vampiros original y que dé miedo es una tarea ciertamente difícil.
El tono de Déjame entrar es intimista, poético y turbador. Es la historia de un niño en una familia disfuncional, con padre ausente, madre ultrarreligiosa y aficionada a la bebida y este muchacho es víctima de acoso escolar por tres subnormales de tomo y lomo. Pero el niño sabe llevar con dignidad sus problemas y hace lo que puede.
Su vecina es una niña enigmática que vive con un señor mayor que parece ser su padre pero no lo es y que le consigue sangre humana para que la niña se alimente.
La niña vampira inspira ternura pero es capaz de sangrientas fechorías.
No es una peli de sustos. Los momentos terribles que más que verlos los suponemos, aunque también hay imágenes explícitas.
Hay secuencias muy potentes vistas desde puntos de cámara inusuales, como la secuencia del accidente de coche.
Una película sumamente interesante en la que el vampirismo solo es un elemento más. Una peli que nos habla de la soledad y de la necesidad de afecto.
Sin límites es un thriller entretenido que mantiene el interés.
Hay secuencias bien rodadas y originales que sorprenden al espectador, sobre todo cuando el protagonista consume esa droga maravillosa el NZT. Esa cámara que camina a ritmo vertiginoso por las calles de Nueva York resulta impactante.
La voz en off es como siempre innecesaria aunque es preciso reconocer que no se abusa de ella.
Robert de Niro como siempre eficaz, pero verle en tantos personajes en tantas y tantas películas confunde un poco.
Hay aspectos en la peli que me recordaron a Matrix y al Club de la lucha, aunque las líneas argumentales sean totalmente diferentes. El apartamento del personaje Eddie Morra me recuerda mucho al del Club de la lucha.
Destacar el maquillaje que resulta muy eficaz y hace muy creíbles a los personajes.
Se podría decir que Sin límites es un thriller del siglo XXI.
Lo peor con ventaja es el final, con una moralina absurda y entrando de lleno en esa malformación del cine americano del happy end.
Segundo preestreno al que acudo en mi vida. Maravillosa compañía la de Mar. Saludamos a Oscar, gerente de los multicines, con el que compartimos sala y comentarios sobre ésta y otras pelis antes de empezar.
Nada que declarar es una peli francesa dirigida por Dany Boon, el director de moda en el país vecino, muy popular a raíz de su peli Bienvenidos al Norte, todo un taquillazo en la Galia y con cierta repercusión en España.
Bienvenidos al Norte se reía de los prejuicios de los franceses del Sur sobre los franceses del Norte y fue una película que me pareció entretenida, aunque un poco irregular.
Nada que declarar trata de ser, desde el primer fotograma, una comedia disparatada. Esta vez habla de las relaciones entre belgas y franceses en el marco histórico de la desaparición de las fronteras en al Unión Europea en 1993.
Empecemos hablando de la dirección. El abuso de los primeros planos resulta irritante, pensando mucho en el mercado televisivo. El manejo de la cámara es impersonal sin nada de interés.
Sigamos por el guión. Decir penoso significaría que da pena y eso sería tener compasión y yo no quiero tenerla. El desarrollo de la trama es horroroso con un relato infantiloide, exento absolutamente de interés por predecible. Desarrollos patéticos que producen auténtica vergüenza ajena. El guión pretende desarrollar una “comedia amable” y lo que obtiene es un esperpento grotesco que no llega ni al nivel de las comedias de Esteso y Pajares o de Ozores de los ochenta.
Los personajes son solo caricaturas (en el peor sentido del término). Los actores gesticulan de manera incomprensible degradando aún más el conjunto.
Debe quedar claro que solo es mi opinión. La sala estaba llena y muchos de los asistentes se partían de risa y daban grandes carcajadas. A mí, esta ¿peli?, solo consiguió arrancarme alguna leve sonrisa en un par de ocasiones. No le veía la gracia por ninguna parte y desde luego no me entretuvo para nada. ¿Habré perdido el sentido del humor?
Escribo la crítica lo más rápidamente posible porque si esperara un poco seguro que la olvidaría, o eso espero.
Atraco perfecto es una película de 1956. Una gran muestra de cine negro.
Su director y guionista es un Stanley Kubrick de tan solo con 28 años realiza una obra maestra.
Kubrick siempre fue un perfeccionista y en su madurez se distinguió por martirizar a los actores repitiendo decenas y a veces cientos de veces las escenas. En esta peli ejecuta un guión de manera meticulosa mostrando el atraco y su preparación desde diferentes puntos de vista.
El uso del blanco y negro es ejemplar con una fotografía que sabe sacar partido de la noche y de sus sombras, hay momentos en los que el negro ocupa toda la pantalla pero aún así la acción avanza.
Kubrick disecciona con brevedad pero con precisión las razones de cada atracador para cometer el delito. Todos tienen su justificación y todos son comprendidos.
Hay un elemento común en todas estas pelis de este género: la mujer como inductora del mal y del desastre final. Esa mujer fatal que impulsa al crimen y a la traición. Mujer sin escrúpulos que hace cualquier cosa para obtener su beneficio. Que sabe manejar a los hombres a su antojo.
El título original en inglés es The Killing y a mí me parece más acertado éste Atraco perfecto en castellano que le da un tono irónico más rico.
La peli es una gran reflexión sobre como el destino domina las vidas y como pequeños imprevistos pueden dar al traste con planes perfectos. En ningún caso el final hubiera podido ser otro, en aquella época el crimen siempre debía tener su castigo al menos en la ficción.