Hay unos premios que dan los blogueros de cine que son los Blogos de Oro.
Pertenezco desde hace años a esta asociación, que exige muy poco a sus socios.
Hay premios a muchas candidaturas y una es al mejor baratometraje.
Son películas hechas con muy poco presupuesto echando mano de amigos y familiares, pidiendo favores a actores y técnicos y usando el crowdfunding como recurso principal.
Pelis que salen adelante con mucho entusiasmo y mucha ilusión pero con muy poca pasta.
Una producción así cae simpática por principios. Por lo que se suele ser más indulgente y más generoso.
En Dhogsencuentro elementos turbadores en el fondo y en la forma.
La presentación como si fuera una obra de teatro con elementos confusos para el espectador y al final un elemento añadido de videojuego.
Todo ese guirigay de elementos me confunde, pero me fascina al mismo tiempo.
La historia que cuenta es bastante turbia, creando inquietudes diferentes en mi persona.
Un relato sucio e inmisericorde con personajes desoladores, solitarios y perdedores y algunos terriblemente malvados, con elementos de western y de comedia negra (muy negra).
Lo que más se aprecia ahora es el hacer algo original, diferente, que a la vez eche mano de recursos clásicos con homenajes al mejor cine. Eso lo consigue Andrés Goteira.
Me gusta mucho este thriller, pensé al terminar la proyección.
Cuando llego a casa me sorprende ver críticas tan negativas.
Incluso mi admirado Javier Ocaña la pone a parir:
“Hay una buena cantidad de inverosimilitudes; también de casualidades forzadas, incluso de arbitrariedades. Pero ese no es el problema. (…) una grisácea fotocopia de fotocopia (…) con aspecto de compleja cuando solo es confusa.”
Un exitoso empresario mata a su amante en un hotel pirenaico.
Con esta premisa se va rebuscando en la verdad, o mejor dicho en las posibles verdades.
Cada personaje tiene su punto de vista y de ahí tenemos que descubrir la realidad.
El planteamiento me parece brillante y la trama avanza con energía.
Tal vez sea demasiado discursiva, apoderándose, en ocasiones, la palabra a la imagen.
Llama la atención lo buena actriz que es Bárbara Lennie, sobre todo si la comparas con el inadecuadamente expresivo Mario Casas.
Porque Bárbara sabe llenar de matices su interpretación haciendo grande su papel.
Mario en cambio…
Una sala con bastante público, que creo que salió más que satisfecho.
Ésta es la última peli que tengo de Cine policíaco catalán y en consecuencia termino este ciclo particular y casero.
Su director, Antonio Santillán, comenzó en el mundo del cine como técnico de sonido, después hizo de coordinador de doblaje y finalmente pasó a la dirección. Realizó catorce pelis, posiblemente muy interesantes.
Ésta que acabo de ver es la antepenúltima.
Es cine de género, pero también hay retrato social detrás que no sé si los censores pasaron por alto.
Se reflejan las calles de Madrid y Barcelona magníficamente, con los coches y las personas de la época con rasgos de neorrealismo. Muchas de las tomas parecen hechas filmando la realidad.
Los malos, especialmente la pareja protagonista, tienen motivaciones para salir de la pobreza usando la delincuencia. No son personajes esencialmente malvados, el director intenta explicar su actuación.
El retrato de los secundarios es demasiado simplista.
Hay un interés especialmente en realzar la figura de la madre. Curiosamente tanto el ladrón y el policía son solteros y viven con su madre.
Destacar el papel de la bella Marta Padovan, hasta cierto punto una mujer fatal.
Casi irreconocible por su juventud la presencia de Víctor Valverde.
La peli se ve con interés y agrado. No hay moralina.
Su corta duración (82 minutos) ayuda a que sepa a poco.
País: España
Productora: Apaches Entertainment, Atresmedia Cine, Cine 365
Director: Pau Teixedor
Guión: Luis Moreno
Reparto: Oona Chaplin, Andrés Gertrudix, Ana Fernández, Sergi Méndez.
Se trata de un drama con elementos de terror. ¿O una peli de terror con elementos de drama?
Es la ópera prima de Pau Teixedor.
Las imágenes de esa ciudad fantasma de Seseña, solitaria y lejana, son una buena metáfora del estado mental de Marta a la que da vida en la pantalla Oona Chaplin.
Durante la peli hay cuatro sobresaltos de esos que te hacen pegar un bote en el asiento. Pero además de los sustos hay una historia que te mantiene en vilo.
Tal vez me haya dejado atrapar por la idea que un niño cabrón puede ser el camino para que Marta pueda recuperar el recuerdo de su hijo.
El plano del final del pomo de la puerta, que pretende dar una explicación a la trama, es absolutamente prescindible. Un final abierto hubiera sido más adecuado.
Se encuadra dentro del llamado Cine policiaco catalán. Durante la década de los cincuenta y sesenta un grupo variado de directores españoles realizaron pelis de género ambientadas en Barcelona. Aunque ésta se desarrolla preferentemente en Madrid.
Películas interesantes que obtuvieron bastante éxito comercial. Siempre controladas por la censura. Planteaban tramas de investigaciones criminales por parte de la policía nacional. Eran pelis de buenos y malos carecían sus personajes de la ambigüedad moral del cine negro.
Esta producción fue dirigida por Ignacio F. Iquino, que participó en más de cien pelis desde 1934 hasta 1984 con su última peli Yo amo la danza. Su carrera fue de lo más irregular, con películas brillantes (como la que nos ocupa) y bodrios de la época del cine S de la transición como La caliente niña Julietta.
Todo esto lo he aprendido del maestro Javier Ocaña en el Curso de Cine español que ha impartido en Guadalajara. De otras pelis que se han mencionado en el curso había oído hablar pero del cine criminal catalán no tenía ni idea. En internet he estado rebuscando sobre este género y prácticamente no he encontrado nada.
Brigada criminal está muy bien rodada con mucho oficio y planos muy estéticos, usando con frecuencia contrapicados. Con una fotografía en blanco y negro estupenda. El rodar en exteriores nos muestra también un retrato de la época.
La trama está bien construida, sorprenden los magníficos giros de guión y las escenas de acción bien montadas, todo ello hacen del conjunto muy entretenido.
Hay mucho de loa a la policía. Me llamó la atención la abnegación de la esposa del inspector Basilio Lérida (Manuel Gas en la ficción) interpretada por Maruchi Fresno.
No conocía a la chica que realiza un papel más principal (Soledad Lence) pero era un bellezón.
José Suárez tenía 31 años cuando realizó esta peli y debía representar a un chico de 22 ó 23 pero demuestra ser un actor competente.
Creo que voy a realizar un ciclo en casa de Cine policiaco catalán.
Por la mañana había realizado una buena caminata. Fuimos a comer a casa de unos buenos amigos y me puse ciego de callos con garbanzos, posiblemente los más ricos de mi vida.
Decido ir a ver El cuerpo.
La peli comienza por los derroteros más trillados del thriller y empiezo a dar cabezadas. Me esfuerzo por seguir despierto. Me bebo una coca-cola de tirón pero me vence el sopor.
A ratos me duermo y a ratos veo el desarrollo en una morgue con flashback constantes donde aparece Belén Rueda guapísima con unos vestidos impresionantes.
José Coronado lleva un peinado imposible, un policía que hace añorar a Santos Trinidad, ahí sí que daba gloria verlo.
Ya me empiezo e espabilar pero hasta ahora he seguido la trama sin dificultad.
Oriol Paulo me trata de confundir constantemente pero eso no consigue mantenerme entretenido.
Me dan ganas de gritar: ¡Me aburro!
Hugo Silva no está muy inspirado. Cuando comparte plano con Belén Rueda, ésta lo anula.
En Invasor hay dos películas. Una bélica en el desierto de Irak donde todo es muy difícil. La otra peli es un thriller en la verde Galicia donde todo es más difícil aún. Estos dos filmes se intercalan y el desconocer la historia completa de la guerra mantiene el suspense.
Otro aspecto muy interesante es del punto de vista que es del protagonista, un médico militar de profundas convicciones éticas que prefiere tirar de la manta antes que vivir con la carga de una mentira.
A pesar de ser una producción española, es decir barata, nada nos lo indica, los efectos especiales y visuales están perfectos y en su factura parece una peli americana.
Destacar la labor de los actores.
El malagueño Antonio de la Torre está estupendo, ya ha demostrado sobradamente ser un gran actor y aquí lo ratifica, es uno de mis actores preferidos.
El cordobés Alberto Ammann (de Córdoba, Argentina) después de haber demostrado su valía en Celda 211, aquí vuelve a interpretar a un personaje atormentado y lo hace de manera convincente.
¡Qué podría decir del inmenso Karra Elejalde! Ese papel de cínico, esbirro del poder, con ese tono de hipocresía le viene como anillo al dedo.
En definitiva una gran película que consagra a Calparsoro como un gran director. La pena que pase desapercibida.
Esta peli puede ser para el que la vea una sorpresa agradable.
Comienza como un thriller bien construido para tornarse en una especie de comedia psiquiátrica.
Todo el desarrollo es inteligente y divertido con giros argumentales inesperados y sorprendentes. Imprescindible no contar el argumento.
El gran protagonista es David Hyde Pierce, famoso por la serie Frasier, convincente aunque en ocasiones excesivamente histriónico, aunque tal vez el papel lo requiera.
Después de haber visto El árbol de la vida que es como un banquete de boda que se puede indigestar, ver este Perfecto anfitrión es como tomar un helado refrescante y digestivo.
Sin límites es un thriller entretenido que mantiene el interés.
Hay secuencias bien rodadas y originales que sorprenden al espectador, sobre todo cuando el protagonista consume esa droga maravillosa el NZT. Esa cámara que camina a ritmo vertiginoso por las calles de Nueva York resulta impactante.
La voz en off es como siempre innecesaria aunque es preciso reconocer que no se abusa de ella.
Robert de Niro como siempre eficaz, pero verle en tantos personajes en tantas y tantas películas confunde un poco.
Hay aspectos en la peli que me recordaron a Matrix y al Club de la lucha, aunque las líneas argumentales sean totalmente diferentes. El apartamento del personaje Eddie Morra me recuerda mucho al del Club de la lucha.
Destacar el maquillaje que resulta muy eficaz y hace muy creíbles a los personajes.
Se podría decir que Sin límites es un thriller del siglo XXI.
Lo peor con ventaja es el final, con una moralina absurda y entrando de lleno en esa malformación del cine americano del happy end.
Martin Scorsese es uno de los grandes directores de la actualidad y de él siempre se espera mucho. Pero si os soy sincero a mí me suele decepcionar con frecuencia.
Shutter Island tiene un comienzo muy prometedor. Esos dos investigadores que van a descubrir como se ha fugado una asesina enferma psiquiátrica de una isla-manicomio es un empezar estupendo.
La ambientación es deslumbrante con esos cielos tormentosos, esos acantilados y esa lluvia.
Hay elementos de cine negro y de terror.
Pero según avanza el metraje la película decae. Se hace tediosa con las repetidas alucinaciones y delirios. Y al final cuando viene la sorpresa ya te pilla un poco cansado y ni te sorprende.
Leonardo DiCaprio que empezó siendo una cara bonita, se engordó y ganó como actor siendo su actuación perfecta.
Scorsese me ha vuelto a decepcionar. Tal vez esperaba un thriller y Shutter Island es una película sobre la esquizofrenia.
Cuando termino de ver una película tengo la irrefrenable compulsión de escribir su crítica. He de confesar que cada día me gusta más.
Esta peli es un thriller típico y tópico. Un fiscal malo y ambicioso que hace trampas para conseguir condenas. Un periodista bueno que intenta desenmascararlo.
También sale una chica, la novia del periodista (Amber Tamblyn) que casualidades de la vida trabaja en la oficina del fiscal.
La peli tiene juicios, que siempre gustan, tiene un persecución en coche, que no pinta nada, y al final tiene una sorpresa. La peli termina con una frase ingeniosa: “que te jodan”.
La peli es entretenida pero es conveniente no pensar demasiado para no encontrar los fallos de guión.
Hay tres cosas absolutamente penosas. Una la persecución a la chica en el garaje y otra el título. ¡Hay mil títulos parecidos!. La tercera es el trailer que lo cuenta todo.