Noche de juegos puede tener muchos defectos (ritmo irregular, alguna gracieta poco graciosa, giros absurdos de guión, situaciones inverosímiles) pero me lo he pasado fenomenal.
Hay dos elementos fundamentales que la hacen muy divertida: la buena construcción de los personajes y esa maravilla de la naturaleza que es Rachel McAdams.
Los directores nos dan la suficiente información de los personajes como para que los conozcamos y nos caigan bien.
Rachel es ese tipo de actrices que está en muchas películas buenas y que destaca precisamente por no destacar.
Pero es una actriz que puede con todo. Puede hacer de periodista en Spotlight o de agente de la ley en True Detective II o salir en una peli de Wim Wenders como Todo saldrá bien.
En esta Noche de juegos mantiene el tipo en el género más difícil como es la comedia.
La peli la conduce y la salva ella.
Tuve la suerte de ir con Rubén y con mi hija Mar, que al leer la sinopsis pensó que era una peli de intriga y de eso algo tiene, pero sobre todo es una comedia negra que se ríe de las apariencias y que habla también de la amistad y reivindica los juegos de mesa.
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Mi puntuación: 7,06/10.
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Los directores John Francis Daley y Jonathan Goldstein:
Benedict Cumberbatch interpreta a un neurocirujano pedante y chulito.
Empezamos mal. Este personaje me cae fatal.
Tiene un accidente. Se queda inútil de las manos…
La peli nos sumerge en una trama enrevesada de magia y brujería que se acompaña de un barroquismo de efectos especiales que lamentablemente no me impresionan.
Luego se lía en bucles espacio-temporales, para colmo de mis desdichas.
La peli no consigue interesarme nunca.
El Dr. Extraño me cae mal todo el metraje.
Me aburro como una ostra.
Solo la presencia ocasional de mi adorada Rachel McAdams consigue despertarme de mi sopor.
¿Será el Dr. Strange el peor héroe de esta Marvel-Disney?
Esta segunda entrega de True Detective ha cosechado malas críticas.
Le pregunté a mi sobrijo Adrián. Me dijo que le había gustado.
Solemos discrepar.
Nada apuntaba hacia el éxito de la futura relación serie-espectador.
El asesinato de un personaje de una ciudad de segunda del estado de California es encargado a tres policías.
Está claro que la designación está pensada para el crimen no se resuelva.
La Detective Ani Bezzerides (Rachel McAdams) marcada por el abandono de su madre, su hermana artesana y actriz porno, su padre gurú de una secta.
Sus relaciones sentimentales (sexuales) no perduran y como venganza su “exnovio” la denuncia por acoso.
Rachel McAdams es una actriz bellísima que yo idolatro. Aquí sale mal aliñada, con su pelo despeinado y sus mechas californianas desteñidas. Aún así me parece super atractiva.
El Detective Ray Velcoro trabaja de extranjis para un mafioso venido a menos. Su relación con su hijo es difícil y con su ex imposible.
Su mujer fue violada y se mantiene la duda sobre la paternidad biológica de su hijo.
Es interpretado por un Colin Farrell en estado de gracia, alcohólico y toxicómano.
El tercero en discordia es Paul Woodrugh, un poli de carretera que oculta sus relaciones homosexuales. Interpretado por Taylor Kitsch.
En contra de lo que sus superiores podían suponer se empeñan en resolver el caso que les lleva por senderos tenebrosos de vanganzas y especulación inmobiliaria. ¡El ladrillo, cuántos disgustos ha dado!
La primera temporada era más tétrica, más tenebrosa, con un aire existencialista filosófico.
Aunque esta segunda no tiene ese carácter poético, está construida en unos personajes rotos por la vida que tienen su propia moral que respetan y cumplen.
Son personajes de cine negro, con esa ambigüedad moral tan inquietante y atractiva.
La trama de la peli está bien urdida.
Hay muy buenos momentos de acción, con orgías de tiros incluidas.
Spotlight es el relato de la investigación periodística sobre los casos de pederastia en Boston en el estado de Massachussets.
Se trata de una peli coral con un reparto estupendo.
El título viene de una sección del Globe, un periódico local de Boston, que se dedica a la investigación en profundidad de noticias para la elaboración de reportajes.
Hace falta la llegada de un nuevo director para que se realizara esta investigación con los datos que estaban delante de todos, incluidos periodistas, y que nadie parecía querer ver.
El relato está bien llevado y resulta interesante. No hay épica del periodismo, como se ha podido ver en otras ocasiones.
Los periodistas son currantes que hacen su trabajo de manera laboriosa y constante.
Es muy llamativa la presencia en muchos planos de las Iglesias de Boston.
Funciona mejor la historia que la peli que tiene una realización plana, con pocos momentos emotivos o intensos, pero la trama está muy bien construida.
Respecto al tema, solo decir que es una vergüenza que esto haya ocurrido y ocurra, pero lo que es inaceptable es que durante muchos años la Iglesia como institución lo haya tapado y tolerado.
Lo mejor de la peli son las interpretaciones, el Sindicato de Actores de EE.UU. le concedido el Premio al Mejor Reparto.
Destacar a Rachel McAdams, por la que siento devoción.
Cuando se habla de peli de espías pensamos en la saga del 007. Guaperas, acción, chicas sexys, automóviles de lujo, artilugios sofisticados…
Ver a personas normales haciendo de agentes de inteligencia descoloca un poco. Bueno, un poco no, mucho mucho.
El hombre más buscado gana conforme avanza el metraje. Al principio oí roncar a algún espectador.
Se apoya fundamentalmente en la labor de los actores y en una trama inteligente, pero comprensible.
Philip Seymour Hoffman clava su personaje. Interpreta a Günther Bachmann, un viejo espía alemán, que no se conforma con cazar al terrorista, sino que pretende llegar al meollo del asunto, que es la financiación.
A mí Rachel McAdams me encanta. Aquí vuelve a estar estupenda. Acostumbrado a verla en comedias, su interpretación resulta de lo más convincente.
Se la ha comparado a El Topo de Tomas Alfredson. Algo tienen en común, pero ésta de Anton Corbijn es mucho más entretenida.
Salí satisfecho del cine: “Debo ser algo inteligente, he entendido de que va”. Bueno, del todo no, pero casi.
Aunque Una cuestión de tiempo es una comedia romántica se desenvuelve con total naturalidad y evita el exceso de edulcorante.
Es difícil encontrar el límite entre lo dulce y lo empalagoso, entre lo sensible y lo sensiblero, entre lo tierno y lo insufrible…
Curtis se arriesga y está, en ocasiones, a punto de caer en el lado oscuro pero aguanta el tirón. Por eso su peli se ve con una sonrisa en la boca y con una lágrima a punto de desbordar el ojo.
No hay público más frío que los críticos, ni ambiente más gélido que el de un pase de prensa. Yo reí, lloré, me emocioné y creo que no fui el único.
La peli va de un joven, el soso-soso e inexpresivo Dermot Mulroney, que lleva a su novia, Sarah Jessica, a pasar las navidades con su familia para que la conozcan.
La peli pretende ser una sucesión de escenas hilarantes con otras de carácter dramático pero lo gracioso no lo es y lo trágico es aburrido.
Penosa la interpretación de Diane Keaton a diferencia de la Parker que a pesar de interpretar un papel imposible sale más que airosa del entuerto.
Como la peli es americana todo termina bien y todos encuentran parejita. ¡Qué potito!
Un cameo de lujo, la primera dama de Francia, Carla Bruni que sale airosa del compromiso.
Una historia divertida con referencias a la Cenicienta, con una colección de personajes-artistas curiosos, especialmente gracioso el personaje de Dalí.
Un personaje pedante y odioso interpretado por Michael Sheen.
Con todo esto, Allen ha hecho una de sus mejores obras que como siempre nos invita a una reflexión-moraleja, esta vez sobre el inconformismo y la búsqueda de algo mejor en otro tiempo o en otras personas que nunca se termina de encontrar.
Vimos esta peli porque actuaba el gran Harrison Ford y parece que un actorazo así solo puede hacer productos de calidad. Elena es admiradora incondicional y lo comprendo.
Morning Glory pretende ser una comedia que se intenta sustentar el la joven actriz Rachel McAdams. Esta chica, al igual que el personaje, le echa empuje y se esfuerza hasta el infinito y más allá para intentar hacer algo divertido y es lo mejor de la peli.
El guión no es nada del otro jueves y se encuentran varias situaciones o ya vistas o repetidas por lo que carecen de total interés.
Reconozco que hay momentos hilarantes, pero el conjunto resulta aburrido.
Diane Keaton está penosa sin gracia y sin saber encontrar su sitio, a veces incluso repelente.
Harrison Ford pone toda la peli cara de enfadado y no sé si es su papel o es que no le gusta lo que está haciendo. Pero verle haciendo algo de chicha y nabo, con lo que ha sido, da pena, mucha pena.
Sherlock Holmes es una gran producción y era una película prometedora. Prometía una nueva visión del famoso detective con mucha acción y toques de humor.
Pero el resultado es francamente decepcionante.
El guión de la película es una especie de abracadabra contínuo que no tiene pies ni cabeza.
El personaje de la chica, una magnífica Rachel McAdams, no se sabe que pinta en todo ese embrollo.
Ritchie abusa de los primeros planos de Robert Downey Jr. En las numerosas películas dedicadas a este personaje a lo largo de la historia del cine Holmes suele ser un individuo listillo y presuntuoso y en esta peli también.
A mí personalmente no me resulta nada simpático.
Está clara en esta peli su faceta homosexual, eterno enamorado de su amigo el doctor Watson, interpretado por Jude Law, mucho más contenido, que se rinde a los convencionalismos echándose una novia supersosa.
Hay momentos de aventura dentro de la peli, estilo Indiana Jones, como el episodio del astillero, con un gigantón armado de un gran martillo persiguiendo a Holmes y destrozando todo a su camino. Pero incluso esta escena resulta demasiado alargada.
La ambientación del Londres victoriano es estupenda y el vestuario magnífico, con una banda sonora espectacular.
El Sherlock Holmes de Guy Ritchie es puro artificio, este director nos vende humo. Lo peor: habrá secuelas.
El tráiler es mucho mejor que la película. No dejes de verlo.