Steven Soderbergh se ha movido en sus pelis entre la experimentación y la comercialidad. Aquí realiza un producción de ese subgénero que es el cine de catástrofes (subsección epidemias).
El desarrollo es frenético con muchos personajes a los que tan apenas nos da tiempo a conocer. En la realidad ocurriría lo mismo, los acontecimientos no darían tiempo más que a los sucesos de cada día.
Lo que la diferencia de otras pelis de este subgénero es que Soderberg le da un carácter más riguroso con un tono, a veces, didáctico.
Todo evoca a la epidemia de Gripe A de hace un par de años, con la alarma inicial, la sombra de los intereses farmacéuticos como telón de fondo, las reticencias ante la vacunación… Pero en la ficción el virus resulta mucho más mortal. Cuestión que es perfectamente posible que ocurra en un futuro.
La fotografía y la música dan un tono pesimista. Los personajes no son héroes y tienen debilidades y algunos de los principales incluso mueren.
El epílogo, dando explicación al origen del virus, resulta divertido.
Destaca Matt Damon que como es habitual en él está muy convincente, representando al tópico americano bien nutrido y buena gente, que intenta salvar el tipo y el de su hija lo mejor que puede.
Una de las mejores pelis de epidemias que se han realizado.
Los hermanos Dardenne nos relatan una especie de cuento moral a ritmo vertiginoso sin que nos dé tiempo para reflexionar durante la proyección, eso se queda para después.
La obsesión de ese niño por buscar a su padre que no lo quiere ni ver y la dedicación de esa peluquera que acoge a este muchacho con cariño son entrañables.
El desarrollo es trepidante con aire documental con una cámara que sigue a los actores intentando ser invisible.
El retrato social de la clase trabajadora y desfavorecida es desolador.
El sonido ambiental es constante y forma parte de la banda sonora.
El niño Thomas Doret, sobre el que recae el mayor peso de la peli, está impresionante con una interpretación conmovedora aunque a veces me sacó de quicio.
La actriz belga (a pesar de su apellido) Cécile de France está estupenda, es el hada madrina de este cuento.
Una gran película que no llega a los 90 minutos de duración y que se pasa en un suspiro pero que luego no se olvida.
La División Azul se constituyó con voluntarios falangistas y con “voluntarios” con cierto pasado que precisaban lavarlo. Uno de éstos es el soldado Arturo Andrade (Juan Diego Botto) al que le encargan resolver unos asesinatos por haber sido inspector de policía. Nos quedamos con las ganas de conocer más de su pasado de seguro republicano.
La parte de más interés y la mejor relatada es la investigación criminal. La parte dedicada a la guerra es más chapucera y menos interesante.
Los personajes están bien dibujados pero hay algunas escenas que chirrían resultando poco creíbles.
La peli está realizada con un gran despliegue de medios que para el desarrollo de la trama de interés son superfluos.
Los actores están correctos, a mí el que más me ha gustado ha sido Carmelo Gómez como el Sargento Espinosa, un falangista que está desesperanzado y se ha vuelto un cínico. Hay un montón de secundarios que están estupendos (tal vez lo más destacado de la peli).
Hay que reconocerle a Gerardo Herrero la originalidad de desarrollar una trama de investigación policial en la División Azul. Tal vez sea mejor productor que director. No olvidemos que produjo El secreto de sus ojos de Juan José Campanella.
Los descendientes es un peli poco usual en el panorama actual cinematográfico. Habla sobre una desgracia en una familia, sobre la especulación inmoviliaria, sobre la relación padres-hijos, sobre la oportunidad de volver a empezar y todo ello en el paisaje y el paisanaje de las islas Hawái.
Alexander Payne me sorprendió con la magnífica Entre copas en la que su protagonista también estaba en crisis. Aquí mezcla comedia con drama retratando la vida. En medio de la tragedia de esa madre en coma que va a morir surgen situaciones que también son hilarantes o al menos despiertan una sonrisa. Recordé como en muchos funerales en medio de la tristeza alguien cuenta un chiste y todo el mundo se parte.
El perosnaje de George Clooney hace un recorrido personal que lo cambia. Hombre dedicado solo a su trabajo nunca se había ocupado de sus hijas, ni de su casa, ni tampoco de su esposa. Y en este camino se encuentra con sus hijas y decide no seguir siendo el perfecto candidato a más rico del cementerio.
Payne rueda de manera divertida con planos originales aunque tal vez abuse de la voz en off al principio de la peli.
La filmación se realizó durante 4 meses en la isla de Oahu en parajes naturales de los que el director sabe sacar provecho.
Clooney está prodigioso, expresivo y entrañable en una interpretación que ya ha sido premiada en los Globos de Oro.
Pero el gran hallazgo para mí es la jovencita Shailene Woodley que interpreta con inusitada solvencia al sentido común en esa familia que revienta de crisis. Habrá que seguir su carrera de cerca.
A David Fincher le venía como anillo al dedo hacer una nueva versión de esta novela de éxito inimaginable.
Fincher es uno de los cineastas experto en la exploración del mal como producto del ser humano como lo demostró en Seven o en El Club de la lucha.
El reto era difícil porque la versión sueca es una muy aceptable película. Esta versión del director Niels Arden Oplev de 2009 fue criticada por los seguidores de la saga literaria pero apreciada por los espectadores de cine. Partía con un pecado original porque se ideó como una miniserie para televisión de 6 episodios y se concentraron dos episodios en una peli quedando partes muy interesantes en la sala de montaje. Aún así el resultado a mí me gustó. Contó con una Lisbeth Salander difícil de olvidar, interpretada por Noomi Rapace.
Fincher es un director perfeccionista y meticuloso que controla hasta el más mínimo detalle de la filmación, que repite las escenas una y otra vez hasta la extenuación y que ha empleado 9 meses en el rodaje de esta peli. Se realizó en Suecia, aunque el equipo es practicamente por entero norteamericano.
El resultado no ha sido malo. Ha conseguido algo difícil: realizar una peli diferente a la versión sueca, con un mismo punto de partida, con escenas muy parecidas pero con un resultado final distinto. Y eso es de agradecer.
Resulta muy entretenida la parte dedicada a la investigación que es más visual que verbal. Los personajes está bien construidos. Todo encaja perfectamente.
El estilo visual es muy Fincher, impactante y atractivo.
Daniel Craig no hace de hombre de acción, cuestión que yo temía, sino de periodista que busca de alguna manera su redención. Le da un toque cínico y a veces cómico a su personaje demostrando una gran valía como actor.
Rooney Mara interpreta a una Lisbeth convincente pero que no hace olvidar a la magnífica Noomi Rapace. El personaje es muy potente con mucha energía y la actriz está a la altura.
A pesar de su larga duración y de conocer el argumento, la peli pasa en un suspiro. Yo me quedé con ganas de más.
Espero que obtenga éxito comercial y Fincher ruede las dos partes restantes.
Roland Emmerich nos tiene acostumbrados a catástrofes colosales realizadas con pericia pero vacías de contenido, puro entretenimiento.
En Anonymous nos cuenta dos historias que mezcla para dar más interés al conjunto. Por un lado la teoría bastante divertida que Shakespeare era solo un hombre de paja y no sabía ni escribir. Por otro lado un relato de historia de intriga palaciega de cama y espada.
El inicio resulta confuso con saltos temporales continuos y con la dificultad para identificar y relacionar cada personaje. Pero cuando avanza la historia todo va cuadrando y resulta muy divertido casar todas las piezas del puzle.
Esta obra de historia-ficción resulta entretenida. Los ingleses permiten ridiculizar a sus ídolos históricos. Un Shakespeare impostor, una Reina Isabel I lujuriosa y vieja chocha, consejeros jorobados… Resulta inimaginable que nosotros pudieramos realizar un peli con un guión parecido poniendo a Cervantes o a Felipe II en tesituras semejantes.
En La chispa de la vida,de la Iglesia nos cuenta una gran tragedia en tono de sainete para terminar como un folletón. Esta mezcla de géneros podría parecer novedosa pero ya lo hicieron antes grandes del cine como Billy Wilder.
El gran Álex se desenvuelve con soltura y nos presenta una peli llena de humor y de temas de reflexión, todo ello divirtiendo.
Trata cuestiones de inmensa actualidad como:
El desempleo y esa sensación del parado de fracaso personal.
El sensacionalismo de los medios de comunicación siguiendo esa norma: “no dejes que la verdad estropee una buena noticia”.
El afán de protagonismo y de salir en televisión.
El hacer negocio con las desgracias ajenas.
El interés de los políticos por mantenerse en el cargo.
La preferencia entre patrimonio y personas.
El intento de conseguir el éxito aunque sea haciendo pública tu desgracia.
La integridad personal por encima del todo.
El dinero todo lo compra.
La falta de escrúpulos del empresario…
José Mota en parte juega con el equívoco, ¿vemos al comediante o al personaje?, parodiándose a sí mismo en algunos momentos. De la Iglesia lo inmoviliza. En sus programas es continua acción, aquí se encuentra clavado al suelo.
Salma Hayek está estupenda y representa la razón y el sentido común en medio de ese inmenso guirigay.
Álex de la Iglesiaha sabido dar un sello personal a sus producciones, es un autor. Ésta es una de sus pelis más redondas.
Acudí al cine para ver esta peli y admirar la interpretación de la gran Meryl Streep, como el resto de los espectadores (supongo).
Interpretar a un personaje tan nefasto como Margaret Thatcher es una tarea muy, pero que muy difícil. Humanizar y hacer atractivo a una lideresa que representó la peor cara del neoliberalismo económico (¿hay una cara buena?) es una tarea que solo se puede encomendar a una gran maestra de la interpretación.
La Streep nunca me había caído bien. Siempre interpretando con suma perfección cada uno de sus papeles. Decía que era la actriz que mejor lloraba. Tanto virtuosismo en el drama me molestaba. Pero hace un par de años la vi en Mamma mía! (de la misma directora que esta peli que comento) y me enamoró. Cantaba, bailaba, hacía reír, emocionaba. Me rendí ante ella. Desde entonces soy devoto admirador.
En la Dama de Hierro el personaje/interpretación se comen a la película. El recurso de la anciana que recuerda momentos de su vida política funciona solo al principio de la peli para luego incordiar.
La Tatcher/Streep se pasa la peli dando discursos grandilocuentes sobre su doctrina política como en posesión de la verdad absoluta, lo cual molesta bastante. El episodio de la Guerra de las Maldinas es, tal vez, de lo más interesante.
Se echa de menos más detalles de su vida personal y se obvia casi totalmente su amistad con Reagan y Pinochet.
La peli sería insufrible sino contara con la gran Meryl que consigue humanizar el personaje y abstraernos que sea una actuación, porque en la pantalla aparece de verdad la Thatcher.
Había oído críticas elogiosas de esta peli y también leído alguna no tan favorable. Para mí ha sido la gran sorpresa del año.
Criadas y señoras describe con una maestría ejemplar ese universo femenino tan rico y vigoroso.
La vida de esas señoras sureñas sustentada en principios éticos y morales repugnantes en las que la impostura y la falsedad lo es todo.
Y por otro lado las criadas negras que no conocen otra vida y otro futuro que servir a esas desgraciadas blancas.
El director (Tate Taylor) toma partido como lo tomaría cualquier persona con un poco de conocimiento.
La atmósfera asfixiante de Jackson (Misisipi) está magníficamente retratada con esa violencia subyacente que todo lo engloba. Es paradógico que el país paraíso de las libertades haya mantenido la segregación hasta hace menos de 50 años.
Hay momentos de humor y momentos de sentimentalismo que te hacen saltar las lágrimas.
Visualmente la película es muy atractiva con colores vivos, con una fotografía nítida y una cámara que se coloca para no molestar la narración.
Las interpretaciones están llenas de matices y todas las actrices están perfectas.
Destaco a Bryce Dallas Howard que hace de mala-malísima y está inconmensurable.
La siempre estupenda Sissy Spacek de abuela despistada.
Este director danés nos sorprende con una película de género electrizante y modesta en su producción pero brillante (muy brillante) en su resultado.
Lo primero que llama la atención es la planificación de las escenas de persecución que son creíbles y crean un estado de tensión sin que haya aparatosos accidentes.
El personaje interpretado por Ryan Gosling es parco en palabras y en gestos, capaz de todo por amor y sabedor que se ha metido en un asunto del que no puede salir bien librado con un tono trágico.
Ese mecánico, que se dedica ocasionalmente a especialista de coches en películas y a conductor en robos, tiene su vida vacía y encuentra con qué llenarla con sus vecinos, una madre y su hijo que tienen al marido y al padre en el talego.
Ryan Gosling actúa magníficamente haciendo muy creíble a un personaje frío y enigmático pero con gran corazón.
La trama encaja con mecanismo de relojería al más puro estilo de cine negro con escasos momentos de violencia que resulta incontenida.
La peli de presupuesto muy reducido recaudó más del doble el fin de semana de su estreno.
Nicolas Winding Refn se muestra como un director solvente que sin pretensiones articula una peli formidable. Es su primera peli americana espero que no se deje corromper.
Es la primera película de Joe Cornish como director, de la que también es autor del argumento. Había hecho anteriormente algún guión y había sido actor ocasional.
Os voy a contar algo del desarrollo de la peli: Unos extraterrestres comienzan a invadir la tierra en un barrio londinense no muy recomendable (primer error). Se enfrentan con unos delincuentes juveniles (segundo error). Asaltan un edificio de pisos que llaman el Bloque (tercer grave error).
Attack the Block mezcla hábilmente varios géneros: la ciencia ficción, la comedia, la acción, cine negro, con unos pequeños toques de cine social y una pizca de gore.
Los extraterrestres son más alimañas salvajes que seres super-inteligentes como nos tienen acostumbrados últimamente.
El conjunto es entretenido pero no es para echar cohetes, a diferencia de lo que sucede en la peli.
Aunque he visto casi todas las pelis del maestro Billy Wilder creo que ésta me faltaba, en cualquier caso no recordaba nada de ella.
Sabrina es una comedia romántica pero con el toque Wilder: diálogos ingeniosos, mucho sentido del humor, mucha mala leche y diversión.
Humphrey Bogart aceptó a regañadientes interpretar esta película. Quería que la protagonista femenina fuera su esposa, Lauren Bacall pero Wilder prefería a Audrey Hepburn que daba mejor con el papel de niña transformada en princesa y se ajustaba más a la edad del personaje.
Humphrey no se veía en el personaje de hombre de negocios serio y formal, cuando estaba acostumbrado a interpretar personajes atormentados y más marginales. El estilo de dirección de Wilder tampoco le gustaba que guiaba siempre con mano firme a sus actores y tenía claro lo que quería. Y además le sacaba más de treinta años a Sabrina.
Bogart hizo todo lo posible para que el rodaje fuera un infierno. Despreciaba continuamente a Audrey. Sus relaciones con Wilder eran penosas, le insultaba y amenazaba contínuamente. Incluso llegó a llamarle “asqueroso nazi”. Billy era judío y austriaco y tuvo que abandonar su patria al ser perseguido por los nazis, su propia madre falleció en Auschwitz. Por todo ello esas palabras fueron especialmente ofensivas. Lo cierto es que Bogart desconocía estos hechos y cuando los supo se disculpó públicamente. Además este actor tenía establecido por contrato que su jornada de trabajo terminaba a las seis de la tarde, hora en la que empezaba a beber, esto sucedía pasara lo que pasara. Él interrumpía el rodaje y bebía sin conocimiento hasta embriagarse. Lo cierto es que por las mañanas acudía puntual al trabajo y no se le notaban las resacas.
Wilder mantuvo hasta el último momento en secreto quien de los dos hermanos se quedaba con Sabrina, lo que crispaba a Bogart y además le preocupaba ya que deseaba un final favorable para él.
Audrey Hepburn está maravillosa e interpreta convincentemente su papel transformándose de oruga en mariposa.
El tono de la película tiene un aire de cuento y de hecho comienza con un érase una vez.
Bogart está inconmensurable y llena la pantalla cada vez que aparece dando un toque de distinción y de calidad a la película que gana con su presencia.
Todos los secundarios están estupendos. Destaco al padre de los Larrabee (Walter Hampden) y por supuesto a William Holden.
El rodaje fue muy difícil pero el resultado es magnífico.
Como estoy leyendo una biografía de Audrey Hepburn me interesa rever todas sus películas.
Elena me comentó que quería ver esta peli y a mí me vino de perlas y se la regalé.
Qué mejor manera de empezar el año que viendo esta peli la tarde de año nuevo.
Su duración es de 200 minutos. A mí las pelis largas siempre me han gustado. Es como si no me saciara de cine.
Vidor combina la historia de unas familias aristocráticas rusas, cuyas vidas se entrecruzan, con la Campaña de Napoleón en Rusia. Es una mezcla que se la debemos al gran Tolstoi pero que Vidor sabe dar vida en el cine.
La década de los cincuenta era una época en la que el cine se concebía como gran espectáculo, en la que un estreno era un acontecimiento mundial. Ahora también ocurre esto. La diferencia es que en estos tiempos actuales el acontecimiento es el estreno de Amanecer o esa de Tom Cruise subiendo las paredes de un rascacielos en lugar de subir en ascensor como todo el mundo.
Volviendo a Guerra y Paz. Las escenas de guerra son impresionantes con grandes masas de soldados en un inmenso campo de batalla. Con una carga de caballería desbordante de emoción. Tal vez dando una visión un poco distante de la batalla.
La película fue producida por el megalomaniaco Dino de Laurentis y rodada en Italia. Se realizaron miles de uniformes de cada ejército con gran fidelidad a los de la época. Los extras (varias decenas de miles) eran soldados que el ejército italiano cedió para la producción. En aquella época no había ordenadores.
En Cinecittà se recreó con gran detalle la ciudad de Moscú que luego fue incendiada de verdad.
Os cuento estos detalles de la producción porque el conocerlos hace que la admiración por la película gane.
La peli fue rodada en su mayor parte en verano, lo que hacía que los actores soportaran temperaturas de más de 40 grados y además en muchos casos con ropa de invierno. Audrey Hepburn, que entonces empezaba a ser una gran estrella, aguantó con profesionalidad todas las adversidades de un rodaje que se prolongó durante meses, a lo que contribuyó el perfeccionismo casi obsesivo de Vidor.
En mi opinión la peli pierde fuelle cuando relata las relaciones y los amoríos de Natasha Rostova, una muchacha vital pero enamoradiza. Llama la atención como su aspecto juvenil al comienzo, va madurando y adquiriendo un aspecto de más mujer.
La Hepburn está impresionante, en cambio, el entonces su esposo, Mel Ferrer está poco convincente y se muere fatal.
Que buenos actores el joven Vittorio Gassman y el ya veterano Barry Jones haciendo de padre alegre y vividor de Natasha.
Guerra y Paz es una gran película pero no una excelente película. Su visión es imprescindible para cualquier cinéfilo de pro. Forma parte de la historia del cine.
Pasamos una tarde estupenda. Inmejorable compañía y una peli interesante.
La tarde de nochevieja acudí solo (como de costumbre) a ver The Artist. En la sala solo habíamos dos personas, la otra era un joven con aspecto de indignado.
Estaba preocupado, las últimas películas que la crítica había aclamado a mí no me habían gustado, hablo de la pretenciosa Melancolía y de la aburrida El topo. Discrepar con la crítica siembra en mi espíritu la duda si no entenderé de cine, cuestión por otra parte bastante probable. Nunca me ha gustado que las opiniones de otros me influyan.
Me sorprendió el respeto al estilo del cine mudo. Los cartelitos, los créditos, el formato de pantalla, la gesticulación excesiva de los actores. En cambio la cámara se movía y fotografiaba con aire expresionista con planos potentes. La música sobre todo al principio me resultaba cargantica, aunque luego fue mejorando. El aire de folletón. El argumento ya visto en grandes obras maestras como la citada Cantando bajo la lluvia o el Crepúsculo de los dioses.
Y a pesar de todo la peli me entusiasmó, me divirtió, me emocionó. Salí del cine con la impresión de estar ante un gran ejercicio de estilo y una obra maestra.
Hay escenas brillantes. Momentos emotivos. El conjunto es soberbio.
La actriz Bérénice Bejo es un gran descubrimiento está absolutamente maravillosa, me pareció perfecta-perfecta.
Jean Dujardin cuyo personaje se apellida casualmente Valentin realiza una interpretación conmovedora.
El cine dentro del cine ha dado grandes películas, antiguas y recientes como la extraordinaria También la lluvia. Esta The Artist será una de las que pasarán a la historia del cine.
Me olvidaba. El número musical final es extraordinario. Un perfecto colofón.