Elena elige la peli y vamos el día del estreno a los Multicines Guadalajara.
He de reconocer que Mario Casas se esfuerza en demostrar que es un buen actor. Se mete en proyectos en los que ya no sale de guaperas.
La voluntad es muy importante en la vida, pero para ser artista, para ser actor, hace falta además talento y lamento decirlo mi apreciado Mario no lo tiene.
No es que hunda esta película, sino simplemente no colabora en elevarla de producción mediocre.
Ya sé que todos los hechos que se relatan están basados en la realidad, que por esperpéntico que parezca había prostíbulo y fotógrafo en Mauthausen.
La peripecia que se relata de esconder los negativos y dejar imágenes para la posteridad es rigurosamente verdadera.
La peli tiene una producción muy floja, donde deberíamos ver dos mil presos, la peli nos presenta veinte.
Además los extras están mal escogidos, algunos bien nutridos y muchos pasados de años, cuando lo esperable es haber visto chicos jóvenes y delgadicos.
Se ha promocionado que Mario perdió 15 kilos, pero en la peli da el aspecto de bien alimentado.
Todo ello le resta credibilidad.
Además la peli carece de emoción.
Mar Targarona se empeña en poner musiquitas para estimular sentimientos, pero no lo consigue.
Hay escenas francamente chirriantes, que merecerían haberse quedado en la mesa de montaje.
Encuentro algún homenaje a La gran evasión incluso en la música, que rompe el intento de tono dramático de la película.
Curiosamente los actores alemanes parecen más competentes que los españoles.
Hay mucha buena voluntad en esta peli, pero pocos resultados eficaces que conmuevan al espectador.
Curiosamente las fotos de los créditos finales resultan más intensos que lo que se ha visto previamente.
Esa misma tarde del estreno en la Sexta Columna emitieron un reportaje sobre los españoles en Mauthausen que me resultó muchísimo más interesante y emotivo que la peli.
Samu Fuentes | España | 2017 | 90 min. | V.O. en español subtitulada en inglés
Mario Casas, Irene Escolar (Goya a Mejor Actriz Revelación por Un otoño sin Berlín), Ruth Díaz (premiada en Venecia por Tarde para la ira), y Ramón Barea (Negociador) protagonizan esta historia que acontece en un paisaje tan imponente como severo. Martín es el último habitante de Auzal, una aldea entre montañas en la que vive en comunión con la naturaleza. Solo desciende a los valles dos veces al año para comerciar y aprovisionarse. Pero un día tiene un tórrido y fugaz encuentro con Joxepi, “la molinera”, que romperá sus esquemas. Un torrente de sentimientos nuevos se arremolinan en quien hasta ahora era un lobo solitario.
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Dirección: Samu Fuentes
Guion: Samu Fuentes
Fotografía: Aitor Mantxola
Montaje: Maialen Sarasua
Música: Paloma Peñarrubia
Sonido: Eva Valiño
Intérpretes: Mario Casas, Irene Escolar, Ruth Díaz, Quimet Pla, Josean Bengoetxea, Kandido Uranga.
Producción: Javier Pruaño, Joseba Garmendia
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Mario Casas es el gran protagonista de esta historia.
Sus ruidos respiratorios, sus gruñidos, sus sonidos al comer, sus escupitajos, sus mocos ocupan la mayor parte del metraje.
Hay una obsesión por parte del actor y del director, Samu Fuentes, en presentarnos a este personaje como un salvaje que devora las costillas con los dedos y se limpia en los pantalones.
Pero además nos muestran reiteradamente que folla como un animal.
Tal vez algo de más de sutileza no hubiera venido mal.
La parte de la naturaleza me gusta.
La fotografía es excelente.
Pero lel tramo final, con la estupenda Irene Escolar, no me queda claro.
La peli según avanza cae en el tedio.
No sé que tiene Mario Casas que nunca me creo los papeles que interpreta.
Si sus fans ven esta peli dudo mucho que quieran tener relaciones con él.
La peli se ha rodado en el Pirineo Oscense. Acabo de encontrar el dato, pero desde que vi esos paisajes lo supe.
Me gusta mucho este thriller, pensé al terminar la proyección.
Cuando llego a casa me sorprende ver críticas tan negativas.
Incluso mi admirado Javier Ocaña la pone a parir:
“Hay una buena cantidad de inverosimilitudes; también de casualidades forzadas, incluso de arbitrariedades. Pero ese no es el problema. (…) una grisácea fotocopia de fotocopia (…) con aspecto de compleja cuando solo es confusa.”
Un exitoso empresario mata a su amante en un hotel pirenaico.
Con esta premisa se va rebuscando en la verdad, o mejor dicho en las posibles verdades.
Cada personaje tiene su punto de vista y de ahí tenemos que descubrir la realidad.
El planteamiento me parece brillante y la trama avanza con energía.
Tal vez sea demasiado discursiva, apoderándose, en ocasiones, la palabra a la imagen.
Llama la atención lo buena actriz que es Bárbara Lennie, sobre todo si la comparas con el inadecuadamente expresivo Mario Casas.
Porque Bárbara sabe llenar de matices su interpretación haciendo grande su papel.
Mario en cambio…
Una sala con bastante público, que creo que salió más que satisfecho.
Mi reencuentro con Málaga, la ciudad, es agridulce.
Sus calles siguen rebosando ambiente, con terrazas abarrotadas y se respira alegría.
Pero la ciudad está herida por las obras del Metro.
Una vez que se tiene Corte Inglés, que da la categoría de ciudad importante a cualquier población, el siguiente paso para situarla entre las más prestigiosas es la construcción del metropolitano.
Hago muchas fotos en la Alfombra Roja.
Mucho bellezón.
Quien levantó más entusiasmo entre el público ha sido claramente Mario Casas, que acudió sin calcetines.
La Ceremonia de Inauguración es presentada por Javier Gutiérrez y Natalia de Molina.
Ninguno de los dos presenta peli en el Festival este año.
Por cierto, me parece mejor actriz que presentadora.
Unos montajes de las pelis que componen las diferentes secciones del Festival y tres números musicales en directo, hicieron esta Gala bastante agradable.
Apaches Entertainment, Atresmedia Cine, Zircozine, Escándalo Films, Maestranza Films, Telefónica Studios y Ran Entertainment, en asociación con BMedia 2013-Backup Media. Con la participación de Atresmedia, Movistar+, Canal Sur Televisión y TVG. Con el apoyo del ICAA, ICO, Junta de Andalucía, AGADIC y Xunta de Galicia
Guion
Rafael Cobos, Fernando Navarro
Reparto
Mario Casas, Luis Tosar, José Sacristán, Ingrid García Jonsson, Claudia Vega, Nya de la Rubia, Ignacio Herráez, José Manuel Poga, Manuel Salas
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Sinopsis
Toro es un thriller de acción que transcurre durante 48 frenéticas horas. Dos hermanos se reencuentran después de cinco años. Uno ha estado en la cárcel. El otro ha robado a un peligroso perista y ahora huye junto a Diana, su hija pequeña. Los tres emprenden un viaje por una Andalucía violenta, mítica, agreste y salvaje. Un viaje en el que aparecen las viejas heridas del pasado y en el que los hermanos se ven obligados a reconciliarse para salvar la vida.
Kike Maíllo nos había anticipado un tráiler de Toro muy potente que invitaba a ver la peli.
Los créditos comienzan estupendos.
La presencia de Luis Tosar y José Sacristán son siempre garantía de calidad.
La peli se inicia bien, pero a la media hora pierde fuelle y credibilidad.
El guión mantiene situaciones poco verosímiles.
Hay un gran esfuerzo en hacer un thriller con mucha acción, algo muy comercial.
Pero el director nos muestra trucos ya muy vistos carentes de fuerza propia.
Mario Casas se convierte en un Rambo justiciero, después de haber perdido 6 litros de sangre puede con todo. Se convierte en el José Tomás del cine de acción patrio.
Es curioso que este chico está mejor cuando actúa y no habla. Cuando pronuncia sus diálogos no está demasiado inspirado.
Espero que haga una buena recaudación, lo deseo de corazón.
Pero Toro es un producto comercial bien (?) hecho, pero con fallos de guión y una trama poco creíble.
Esta superproducción española supone una gran novedad en la historia actual del cine patrio: habla sobre el colonialismo español.
Recuerdo bien cuando se independizó Guinea Ecuatorial.
En el año 68 era un crío, pero tenía uso de razón.
Los telediarios de la época ofrecieron la independencia como un acto de “generosa justicia de España”.
Había un programa semanal que se llamaba Por tierra, mar y aire, dedicado a las fuerzas armadas.
Hubo un especial de cómo el ejercito español había formado a las tropas guineanas.
Como veis a los 10 años devoraba toda la tele que se me ofrecía.
La realidad es que con la independencia se pasó de un colonialismo tradicional a una dictadura cruel, la de Macías que tres años después de la independencia se proclamaba “Presidente Vitalicio”.
Efectivamente fue de por vida hasta que su sobrino dio un golpe de estado y lo asesinó.
Volviendo a la peli.
Palmeras en la nieve nos presenta una historia de amor apasionado y adúltero entre un español y una africana.
Pero lo que más interés tiene es el trasfondo de la colonia española que nos da una visión inédita de esta etapa de la historia.
Hay una inquietante tendencia hacia el melodrama en esa historia romántico-trágica que me resulta molesta.
La peli cuenta con un gran acierto: la interpretación de la portentosa Macarena García, que está incomensurable. Roba cada plano en el que aparece. ¡Te idolatro!
Pero hay dos grandes errores:
Adriana Ugarte, que aunque figura como protagonista tiene un papel breve y poco importante. Esta chica tiene la rara habilidad de poner caritas sobreactuadas que destrozan el personaje. Afortunadamente sale poco.
Mario Casas es la gran equivocación de la peli. El protagonista de la trama es incapaz de trasmitir otra sensación que la de ridículo continuo. Incompetente para comprender su personaje va luciendo palmito en una actuación que parece premeditadamente esperpéntica.
Es la gran cagada de la peli que la desmonta y la llega a hacer insufrible.
Supongo que la base literaria es mejor que la peli, como suele ocurrir, pero creo que se consigue una buena ambientación y la mayoría de los actores sacan adelante su papel, con las excepciones citadas.
Hay un error en la cronología de la historia.
Kilian aparece como un viejo demenciado de más de setenta años en el comienzo de la historia.
Cuando Clarence viaja a Guinea encuentra al hijo de Kilian que parece tener unos veinte años.
Si el protagonista estuvo en la colonia con treinta años, como mucho, solo tendría cincuenta y no setenta.
Y Clarence debía ser menor.
(Creo que no me explico bien, lo siento).
La peli se hace larga y el tono es más de serie de televisión, que tal vez hubiera sido su formato más conveniente.
Ha definido un estilo personal creando un cine excesivo, desmadrado, crítico con lo que le rodea y siempre divertido.
En Mi gran noche homenajea y se mofa de los especiales de Nochevieja, en esas épocas en las que una sola cadena (dos contando el UHF) poseía el monopolio de la diversión de una noche que para millones de españoles solo consistía en estar delante de la caja tonta.
En el gran plató donde se rueda el especial están concentrados todos los personajes que conforman la actualidad española.
Raphael hace de Alphonso en una autoparodia, que demuestra el gran sentido del humor de este inmenso artista que no estaba en una peli desde el año 1971 en Volveré a nacer de Javier Aguirre.
Se retrata ese mundo del famoseo de baratillo con el fondo de la crisis y de los despidos masivos en las cadenas, mientras productores se llevan maletines a Suiza.
Hay envidias entre presentadores. Adictos al móvil que solo desean wiffi. Amores de media noche. Hijos que no consiguen asumir el éxito de su padre. Admiradores despechados…
Muchas historias combinadas para conseguir un producto de entretenimiento con momentos gloriosos.
Destacar a Carlos Areces con una dermatitis seborreica por estrés.
A Terele Pávez tan buena actriz como siempre.
A Blanca Suárez que descubre una faceta de actriz de comedia con gracia y soltura (mi personaje favorito).
Y a Mario Casas interpretando (o mejor perpetrando) Bombero.
Lo mejor: Raphael cantando Escándalo, el mejor tema de la historia de la música.
Blanca Suárez absolutamente divina, en ese papel de lolita guarrona.
Tal vez sea un puritano, pero el tratamiento de comedia, de sainete, que se da a la trata de blancas y a la prostitución obligada me molesta. No puedo soportar que un drama personal y un hecho tan deleznable moralmente pueda ser visto con ligereza.
Incluso que una peli, con este tema tratado de este modo, me pueda gustar, me repugna, me resulta insoportable.
Me llega muy hondo el sufrimiento de estas chicas esclavizadas y explotadas.
No puedo compartir la visión de Paco Cabezas.
A ver que tal su próxima peli, Tokarev, que está en fase de postproducción, que ha rodado con Nicolas Cage como protagonista, posiblemente el peor actor del mundo.
La peli se desarrolla durante poco más de 24 horas. Un niño pequeño (Ismael) viaje desde Madrid a Barcelona para conocer a su padre.
Durante la proyección me emocioné, llegue a llorar, cuestión no muy difícil porque soy de lágrima fácil. Salí muy satisfecho. La peli me había calado.
Pero han pasado unos días. A mí me gusta reposar y meditar antes de criticar.
El análisis post-visionado desmonta mi buena impresión inicial.
Hay pelis que después de vistas ganan, encuentras cosas que se te habían pasado en la proyección o detalles que la mejoran.
En otras ocasiones, como en ésta, te das cuenta de lo poco verosímil del guión. Dejas de creerte los personajes…
Asombroso el viaje del niño, sus inquietudes y que hable como un viejuno.
El personaje de Mario Casas está mal construido. Su cojera, su activismo social me parecen de palo. No tengo mala opinión sobre este actor, de hecho en La mula o en Grupo 7 me gustó mucho.
En cambio el personaje de Sergi López me resulta estupendo, real y simpático. Aunque, bien mirado, la historia de su fracaso como músico es un poco tramposa.
Belén Rueda es una gran actriz y aquí está estupenda. Deja por una vez su papel de sufridora oficial del cine español. Vamos, que por esta vez no hace un belenrueda.
A pesar de lo dicho os la recomiendo. Os hará sentir y os emocionará. Eso sí, prohibido el análisis posterior.
De la Iglesia ha cogido la idea y la elevado hasta el infinito y más allá.
Como buen bilbaíno al director de La Comunidad le gusta hacer las cosas a lo grande.
Hay que reconocer que rueda magníficamente las escenas de acción. Con tan solo 4 millones de euros de presupuesto alcanza resultados de máxima espectacularidad.
Durante todo el metraje se pueden encontrar elementos valiosos. Diálogos chispeantes, ideas geniales o, al menos, originales… Se nota la mano de su coguionista habitual Jorge Guerricaechevarría.
Hay mucho humor, mucha acción y algo de terror. Lo que más miedo me dio fue ver a José Luis Moreno en la tele del bar de Zugarramurdi.
La historia es devorada por el propio exceso. La hipérbole es tan desmedida que puede resultar indigerible.
La Venus de Willendorf mastodóntica en esa cueva es el colmo del despropósito.
Para soportar esta bacanal de sinsentidos hay que dejarse arrastrar por el juego, dejarse llevar. La reflexión ha de quedar desplazada por la imagen, si no puedes acabar ingresado en un box de urgencias psiquiátricas.
Estoy en muchas cuestiones con las tesis de la peli: Dios es mujer. Los hombres son tontos. Las mujeres son unas brujas…
Los actores todos muy bien. Carolina Bang impresionante (quiero una). Mario Casas cada vez me parece mejor actor.
Las señoras de Bilbao (Santiago Segura y Carlos Areces) muy graciosas. Es curioso que al verlos identificamos de inmediato a los actores pero eso no impide que nos abstraigamos y percibamos a los personajes.
Me viene a la cabeza un viejo chiste.
– ¿Qué harían las mujeres si los hombres desaparecieran de la faz de la tierra?
La historia del como se hizo esta peli da para hacer una nueva. Es todo bastante complicado pero intentaré resumirlo. Es divertido.
Una semana antes de acabar el rodaje de La mula Michael Radford, director y co-productor, abandona el rodaje, no se ha explicado muy bien pero parece ser que por desavenencias con la productora Alejandra Frade.
Se encarga de terminar la filmación Sebastien Grousset un publicista francés. Se intentó mantener en secreto este nombre, incluso con una cláusula de confidencialidad a los actores, pero ha terminado transcendiendo.
Parece ser que Michael Radford se llevó parte de la película filmada. En el 2010 esta peli se realizó no en digital sino en película clásica.
Alejandra Frade intenta estrenar la película y se encuentra con dos graves inconvenientes. Por un lado los productores británicos e irlandeses de Radford, con un lío legal de muy padre y señor mío. Intervienen tribunales ingleses y españoles.
No se consiguieron todos los negativos de la peli que se llevó Radford pero sí se disponía de los “dailies” de rodaje. Los dailies son grabaciones en vídeo que se realizan durante la filmación de la peli que se hacen con el mismo enfoque y posición que la cámara de la película. Se puede ver en el combo para comprobar que el plano es correcto, que no se ven cables ni micrófonos, que el racor está bien, etc… Lógicamente la calidad es mucho peor que la grabación en film. Ahora este problema se ha solucionado con la realización en digital.
Cuando se ve esta peli se observa que hay secuencias con una muy buena calidad y otras con desenfoque y abundante grano. Para justificar esto la productora ha enviado una carta a todos los cines diciendo que está rodada como una técnica documental, con iluminación antigua, buscando un look retro… El escrito está disponible en la red. Pero la realidad ya la he explicado.
Ahora, por fin, comienzo a hablar de la peli.
La mula es una historia en la Guerra Civil Española en tono de comedia.
Juan Eslava Galán es coguionista y autor del libro en el que se basa la peli, novela la historia de su padre durante los tres últimos meses de la Guerra Civil.
Juan es un acemilero que tiene la esperanza que cuando acabe la guerra tendrá un futuro mejor, gracias a Valentina, una preciosa mula que ha encontrado y escondido y a Conchi, una chica con la que festeja.
La peli se ve con gusto, la comicidad está bien conseguida porque nace de la realidad, una especie de humor costumbrista muy bien llevado, no hay esperpento, ni sátira.
Todos los personajes están bastante bien constituidos. No es, para nada, maniqueísta y refleja una cruda realidad de manera coloquial y sencilla.
Las interpretaciones están muy conseguidas. Destaca Mario Casas que demuestra ser un buen actor y no solo una cara bonita. Resulta conmovedor y demoledor comprobar que todas sus esperanzas se ven truncadas, tal vez como la de la mayoría de los españoles que tuvieron que pasar muchos años de penuria.
Especialmente agradecido es el personaje de Doña Concepción, la madre suspicaz de Conchi, interpretado por una magnífica Maite Sandoval.
En España siempre hemos disfrutado de unos estupendos actores y aquí se vuelve a demostrar.
No es la primera vez que de un desastre durante el rodaje y la post-producción surge una buena peli.
Porque La mula emociona, entretiene, hace reflexionar y llega al corazón.
La selección de esta película para ser nominada a los Oscars y su re-estreno me han animado a verla.
Mi amigo Koldo me habló bien de ella y ha obtenido numerosos premios en festivales.
Grupo 7 es un thriller policial en toda la reglas y cumple las normas del género pero su ambientación en la Sevilla pre-Exposición Universal la hacen especial.
Está rodada con eficacia. Las escenas de acción y las persecuciones son impecables. Los policías son seres humanos con sentimientos, con ira, trasgreden continuamente la ley pero son simpáticos y les gusta salir en televisión. Son personas, tal vez malas personas.
Todo en Grupo 7 respira realidad y nos muestra el paisaje y el paisanaje cutre de la Sevilla menos glamurosa.
La fotografía y el estilo me recordó a la magnífica Un Profeta, película francesa que ya comentamos en su momento.
Esta peli relata la actividad sexual y toxicológica de un grupo de jóvenes.
Decir que esta peli es basura sería elevarla a una categoría que no tiene. En la basura se puede encontrar algo de interés en esta peli nada.
El guión es pésimo, para esto no hacían falta tres guionistas.
Los personajes están desdibujados solo salen drogándose y teniendo relaciones sexuales. No nos explican nada de ellos, ni a que se dedican, si estudian o trabajan, ni si son de buena familia. Solo folleteo y drogas.
La realización pretende ser efectista pero es tediosa y sin interés, totalmente aburrida.
Los autores de esta aberración meten en el mismo saco las relaciones sexuales y las drogas en un mensaje que resulta claramente reaccionario.
Al parecer los jóvenes actores son famosos por su intervención en series de televisión, yo solo conocía al chico de los Serrano en un papel penoso.
Heroicamente Elena y yo llegamos a verla entera pero con una penosa sensación de tiempo miserablemente perdido.
Parece increíble que González Sinde, la guionista de la estupenda la Buena Estrella en 1997, haya podido perpetrar este guión en 2008.
Aunque pensándolo bien, una ministra de Cultura que antes que apoyar la divulgación cultural defiende los intereses de un grupo de presión como la SGAE, es capaz de cualquier cosa.