Conversar con alguien tan inteligente y sabio en temas de cine me facilita realizar la crítica.
No soy una persona muy inteligente, más bien un poquillo corto, pero tengo la habilidad, la astucia de aprender de los demás. Soy como una esponja que absorbe la sabiduría de mis amigos.
Además siempre he tenido mucha suerte. Estas dos cuestiones me han hecho llevar una vida muy placentera. Y para mi C.I. incluso exitosa.
Una vida a lo grandenos lleva por un recorrido coherente de géneros.
De la ciencia ficción distópica, al drama, al cine social, al ecologismo. Todo con un constante fondo de humor.
Viendo esta peli he aprendido un par de cosas, tal vez ya las sabía.
Primero que lo material no suele producir la felicidad.
Segundo que un divorcio te deja en la ruina.
Tercero que no hace falta hacer grandes cosas para ser valioso, la suma de las pequeñas es mejor.
Me han salido tres.
Una vida a lo granderesulta divertida del principio al fin llevada de la mano de Matt Damon, sucesor de Tom Hanks en el papel del americano bueno y bien nutrido.
Resaltar que cuando aparece en la pantalla Christoph Waltz eclipsa todo lo demás con la fuerza de un ciclón. Una especie de voz de la conciencia, que desde su pedestal de vividor profesional va diciendo la verdad.
Esta secuela, de la peli de hace quince años, da lo que promete:
– Una historia incoherente que bebe del absurdo y de la zafiedad.
– Unos personajes penosos.
– El mundo de la moda ridiculizado hasta la extenuación, para que la burla se vuelva sobre sí misma y se convierta en loa.
– Momentos hilarantes, en un contexto general ausente de imaginación.
– Ben Stiller dispuesto a todo como director y protagonista para conseguir un taquillazo.
– Will Ferrell desatado.
– Todos los personajes luchan a ver quien es el más tonto, pero gana Stiller.
– Deudora del éxito tardío de su antecesora, tiene menos gracia.
– Penélope Cruz con una sorprendente vis cómica. Está como un queso.
– Cameos de personajes de la moda, que como no conozco no me aportan nada…
La peli de tan mala, de tan penosa se convierte en buena.
Que nadie acuda al cine esperando otra cosa.
Si uno va a ver Zoolander No. 2, no se puede quejar. Debe saber a lo que va.
La peli no defrauda, no engaña. Da lo que promete.
Carlos Boyero escribe:
“Solo recuerdo un gag en esta película que haya logrado transformar mi expresión de Buster Keaton. (…) Creo que sonreí, pero ahí se acabó mi diversión.”
Yo he tenido más suerte que Don Carlos. Me he reído varias veces y no me ha defraudado.
No se qué se pensaba encontrar. ¿Primera plana de Wilder? o ¿Ser o no ser de Ernst Lubitsch?
De ésta presunta marcianada se podía esperar lo peor.
Pero el bueno de Ridley nos sorprende con una peli muy entretenida de principio a fin.
La podríamos encuadrar dentro de la ciencia ficción científica y verosímil. No es una peli fantástica.
Nunca he comprendido el afán por trasportar humanos a satétiles y planetas.
Explorar el sistema solar con sondas vale, pero enviar personas no tiene mucho objeto.
Soy de los que piensan que nunca se ha llegado a la Luna, que eso fue el gran timo de los norteamericanos a la opinión pública mundial.
No puedo creer que el proyecto Apolo llevara a doce hombres a la Luna del 69 al 72 y 43 años después no se haya vuelto a hacer.
Lo de ir a Marte es complicado sobre todo por que la salud de los astronautas se vería gravemente deteriorada después de más de un año de ingravidez, posiblemente su reencuetro con la fuerza gravitatoria resultaría mortal.
Vayamos a la peli.
Matt Damon queda en Marte como una especie de Robinson Crusoe que nos va narrando lo que va realizando para sobrevivir. Su relato no resulta, para nada, aburrido.
Por otro lado se nos cuentan las actividades de la NASA para salvarle.
Exceptuando alguna laguna argumental, todo resulta coherente.
Hay un tratamiento con buen sentido del humor, evitando un dramatismo circunspecto. Ese tono hace a la peli más atractiva.
Damon es un actor perfecto para interpretar al americano medio que puede ser un héroe sin pretenderlo, haciendo lo que puede y lo que sabe sin mucho esfuerzo.
Este actor es Thom Hanks en joven.
Jessica Chastain interpreta a la comandante de la nave y, como suele ser costumbre, está maravillosa. Cada día me gustas más.
Esperemos que con esta peli Ridley Scott enderece su torcida carrera.
Terminé ligeramente defraudado al ver esta comedia. No por su desarrollo sino por su final.
Empezaré hablando de éste. Es penoso ver como una estupenda película termina de una forma tan convencional con un final para dejar contento a los amantes de los happy end.
La boda de mi mejor amiga es una comedia divertida que se mofa con muy mala leche de los preparativos de la boda ideal.
Hay episodios incluso crueles con esos personajes entregados al consumo desmesurado para celebrar un matrimonio que con suerte durará unos años.
La peli funciona gracias a su protagonista, una casi desconocida Kristen Wiig que interpreta a la perfección un personaje que se hace simpático por lo contradictorio y patoso. La Wiig es también coguionista pero a pesar de ello no demuestra piedad con su personaje.
Kristen está muy bien secundada por un grupo de actrices sensacionales, todas tienen su historia y ayudan a dar cuerpo a la peli.
La mezcla de comedia romántica (en pequeñas dosis), de comedia gamberra y, a veces, escatológica con una cierta crítica social funciona muy bien y da originalidad a esta peli.
Lo mejor: una Kristen Wiig encantandora. Lo peor el final. Mi consejo es salirse de la sala 5 minutos antes.
Una pregunta final: ¿Porqué en las pelis americanas las actrices hacen el amor con el sujetador puesto?
Se ríe de los aficionados a la ufología y de los comics, de los cristianos ultraconservadores, de los paletos americanos, de los agentes del FBI y de alguna cosa más que no me acuerdo.
Pero lo que tiene más gracia son las frecuentes referencias a pelis de extraterrestres incluso con el pequeño cameo de Sigourney Weaver al final.
Su director es Greg Mottola que ha perpetrado Adventureland de 2009 y Supersalidos de 2007 que no he visto pero que tendré que ver con algo de prevención, dicho sea de paso.
La dirección es correcta sin nada que destacar.
La peli podría haber sido divertida pero le falta más mala uva, resulta muy blandita y condescendiente con todos los personajes. Paul es un E.T. ñoño que lo único que hace fuera de lo políticamente correcto es fumar.
Una buena idea a la que no se le ha sacado todo el partido.