Mi amigo Gustavo me cuenta que se salió a mitad de peli. No la soportaba.
Ricardo, gran crítico y mejor persona, habla moderadamente bien de ella en su blog.
Se trata de cine bélico con buenas escenas de acción, pero yo le veo dos problemas.
Se centra demasiado en un personaje principal Mitch Nelson (Chris Hemsworth) y en dos o tres secundarios y nada más.
Ni siquiera éstos están bien construidos, no dejan de ser caricaturas esquemáticas de arquetipos del cine de guerras.
Faltan más secundarios y mejor estructura en los personajes.
Y en segundo lugar, el terrible tufillo a patrioterismo barato, de manual aprendido en los Rambos.
Ese mal olor impregna toda la peli, dando la impresión que estamos ante una alabanza al supremacismo yanqui.
Desaprovechadas las cabalgadas, que podrían haber supuesto una especie de homenaje a las pelis del Séptimo de Caballería, pero su rodaje con estilo heroíco le hacen perder credibilidad.
La idea de juntar a dos o tres decenas de superhéroes en una peli me parecía innecesario y megalómano.
Presentía que no sería capaz de identificar a cada superhéroe con sus poderes y sus nombres, que solo los grandes fans serían lo suficientemente listos.
Pero cuando veo la peli me encuentro que identifico a todos y más o menos sé que son capaces de hacer.
Es lo que tiene ver todas las pelis.
Además descubro dos horas y media que se pasan muy rápido y que son muy divertidas.
Hay batallas bien construidas, hay emoción, hay épica, hay rollo shaquesperiano y sobre todo hay mucho sentido del humor.
Salvo en algunas contadas escenas la peli tiene un tono cómico, ligero que huye de grandes solemnidades y que la dan un carácter fresco.
Y ademas y sobre todo hay un malo colosal, una especie de Hitler global que quiere reducir a la mitad la población del universo con fines conservacionista, pero sin rollo supremacista, un contrasentido tan loco y terrible que resulta atractivo. Es un malo poderoso, pero que en algún momento parece que puede ser vencido.
Un convincente Josh Brolin interpretando a Thanos.
Hay momentos sublimes que van a pasar a la historia del cine como el encuentro de Guardianes de la Galaxia con Thor.
Estupendo también el problemilla de Bruce Banner que dura toda la peli.
Una sala casi llena en la primera sesión del viernes, día del estreno. Con una jovencita a mi lado que terminó llorando desconsoladamente al final de la proyección asistida por su también tocado novio.
Porque el final de la peli provoca el llanto. Yo me contuve.
Tendremos que esperar un año para conocer el final de esta Guerra Infinita.
La peli tiene todos los ingredientes bien cocinados para ser un bombazo en taquilla.
Si eres fan de Marvel te va a entusiasmar. Si no conoces a los superhérores haz un cursillo antes de ver la peli.
Es un producto de consumo para un público infantil poco exigente.
Aún así disfruté de la escasa presencia de mi admirada Charlize Theron.
Aunque he de confesar mi debilidad hacia Jessica Chastain, a la que idolatro.
La peli no es aburrida, pero carece de emoción. Todo es bastante previsible.
Mi adorada Marta hizo una aportación muy interesante.
Apuntaba que la presencia de los goblins en esta peli es una referencia a la peli de culto Dentro del laberinto de Jim Henson de 1986. (pongo un vídeo: Ojala vinieran los goblins…)
Repasando su filmografía encuentro pelis muy valiosas.
Lo primero que llama la atención desde el principio es el tono serio, dramático, solemne de la narración.
Lo segundo que viendo el tráiler ya has visto la peli.
Los 121 minutos se pueden resumir en dos.
Ballenero guapo y fuerte (no olvides que es Thor). Capitán malo. Cachalote gigante hunde el barco. Las pasan putas en los botes, hasta que son rescatados.
Me han sobrado 60 segundos.
Me olvidaba: en las balsas a la deriva hay canibalismo.
Todo esto adornado con una estupenda fotografía, unos efectos visuales impresionantes y Chris Hemsworth luciendo palmito.
Me molesta cuando se pretende dar un tono dramático a alguna escena con un uso torticero de la música y no consigue más que algún bostezo.
En el corazón del mar es una tomadura de pelo que, con una música manipuladora, unos efectos especiales apabullantes y una cara bonita en un cuerpo cañón, pretende colar un producto simplón y manido.
Moby Dick de John Huston, con Gregory Peck, ¡eso si que era una buena peli!
Por una vez se presenta una familia típica, no disfuncional. Dos padres y dos hijos, sin divorcios, ni padrastros, ni madrastras. Algo insólito en el cine.
Un padre genéticamente predispuesto a la tontopollez, con un hijo mayor que ha heredado los penosos genes. La madre y el hijito pequeño parecen más normales (¿?).
La sucesión de gags es continua. Los hay penosos, pero los hay brillantes e hilarantes.
Pero detrás está la sombra alargada de los gilis que protagonizan la road movie y eso resulta difícilmente soportable.
Hay sketches que podrían ser graciosos y sencillamente son estropeados por los actores.
Lo mejor:
La intervención del musculoso y muy bien dotado Chris Hemsworth.
El inicio de la peli es sensacional. Un plano secuencia imposible, rodado con todas las herramientas de la tecnología actual.
En ese plano que abre el film está la esencia de la peli. Es resto del metraje se podría obviar y simplemente poner: Los 140 minutos restantes son lo mismo , pero un poco peor.
Estos Vengadores se agotan al comenzar, en un torbellino de imágenes, en una montaña rusa mareante que no da respiro al espectador, con una vocación de divertir, a toda costa.
Pero todo es más de lo mismo, sin nada de originalidad, con poco humor (que es lo que suele salvar estas producciones), con un guión calcado a su anterior… Todo suena a ya visto.
Empiezo a estar confuso, sumergido en este mar sin fondo de super-hérores: los Fantásticos, los X-men, los Guardianes de la Galaxia (que es de lo mejor), Superman, el Arañita, el Murcielaguito…
Todos se mezclan en mi senil cabeza y no salvo ya nada.
Hay un público, juvenil, que solo consume estos productos de seres con superpoderes, a los que también debería incluir, Sinsajos y Divergentes, que no quieren más que otra vez lo mismo, ver en bucle la misma peli.
Me considero un tragaldabas, pero esto es demasiado.
Imaginemos que me gustan las ensaladas y el brócoli, pero dejo de consumir carne, pescado, huevos y me hago vegano. En primer lugar mi vida sería más triste y en segundo seguramente no estaría bien nutrido (lo digo con fundamento que tengo un máster en nutrición).
Esto está pasando con nuestros jóvenes que se han vuelto superhéroenívoros.
Comienza haciendo parodia del subgénero de casa aislada con jóvenes… Pero le añade el ingrediente del Gran Hermano. Para crecer y crecer en su desarrollo llegando a ser la explicación final a todo el género de terror.
De pronto podemos comprender el porqué hemos estado viendo una y otra vez la misma peli.
Puede ser que haya espectadores que quieran repetir la misma experiencia visual como en bucle.
Pero era inexplicable que cineastas y productoras emplearan tiempo y dinero en hacer más de lo mismo.
Pues la explicación está aquí. Y no os lo voy a descubrir.
La historia empieza pequeña para terminar siendo grande, enorme.
No es una vuelta de tuerca al género de terror es la obra definitiva que hace que todo encaje de manera perfecta.
Acudo a ver esta peli aconsejado por los críticos que la han puesto estupenda.
Ha costado 38 millones de dólares que para ser un producto made in Hollywood no es demasiado.
El mundo del automovilismo me interesa menos que nada. No soy aficionado a los coches.
Tengo un coche de 10 años con 230 mil kilómetros y estoy encantado. Ojalá me dure dos lustros más.
En consecuencia todo el rollito de bólidos y carreras me ha parecido un coñazo. Reconozco que está bien montado, con oficio, incluso con maestría. Pero a mí me aburre.
El tema de la rivalidad entre los dos pilotos James Hunt y Niki Lauda es interesante. Ya lo habíamos visto en todas las pelis de superhéroes. Lo que hace grande al héroe es el villano. Siempre es más interesante el malo que el bueno. Aunque aquí no me queda claro quien es cada cual.
Las dos personalidades contrapuestas y las dos maneras de entender la vida no tienen que ser antagónicas, más bien diría que son complementarias.
La épica del triunfo no la entiendo bien. Ser un tipo mediocre que nunca ha ganado en nada hace que para mí sea incomprensible.
Ron Howard demuestra ser un gran director imprimiendo a la peli un buen ritmo que no desfallece.
Es posible que esta peli se encuentre entre las candidatas a los oscars. El rollito de espíritu de superación y los coches son dos cosas que gustan mucho a la Academia.
Hago una propuesta. ¿Porqué no hacer Rush pero basado en el mundo del cine? Seguro que hay personajes que cumplen los requisitos. Me interesaría más que el mundo del Scalextric a escala natural.