Los vecinos son más monstruosos que el animalillo remendado que tiene goteras por todas partes.
La madre es Shelley Duvall, que cuatro años antes protagonizara El resplandorde Stanley Kubrick.
Francamente divertida.
Unas anécdotas:
Tim Burton fue despedido de Disney por “desperdiciar” sus recursos en películas como ésta que se consideraban de demasiado miedo para ver en familia.
Eso no impidió que Disney lo distribuyera en VHS después que Burton se hiciera famoso, aunque sólo en una versión censurada.
Pesadilla antes de Navidad (1993) en DVD es su primera aparición en el vídeo sin censura.
Fue originalmente programado para ser visto en el mismo programa que en 1984 relanzaba Pinocho (1940), pero fue retirado después de varias proyecciones de prueba (¿niños trastornados?).
Daniel Stern es sólo 16 años mayor que Barret Oliver, que hace de su hijo.
Durante la escena en la que Víctor resucita Sparky, el niño suelta una cometa con forma de murciélago.
Tim Burton más tarde dirigió Batman y Batman Returns.
Rodó quince pelis en Alemania y cuatro en los USA.
Murnau se puede adscribir, aunque sólo en parte, a ese movimiento expresionista, dentro del cine alemán, que se desarrolló durante la década de 1920, produciendo una obra variada y originalísima, en la que se nota el eco de Max Reinhardt.
También pueden considerarse sus pelis como una prolongación del romanticismo alemán.
Ha pasado a la historia como el director de Nosferatu de 1922.
Considerado como “un maestro de la puesta en escena, en el empleo de los espacios urbanos y de la naturaleza como expresión emocional y lírica, así como en el manejo psicológico de unos personajes marcados, en general, por el fatalismo y la búsqueda en un contexto infausto“.
El último es considerada como una de sus mejores películas.
El último (La última carcajada):
Se trata de una joya del cine mudo crepuscular.
Considerada por muchos críticos como la segunda mejor película de la historia.
Los éxitos cosechados por sus anteriores películas (Nosferatu y El nuevo Fantomasentre otras) le permitieron apostar por un proyecto revolucionario con el apoyo de la U.F.A. (Universum Film AG), la gran productora de cine alemana.
Para ello además contó con tres nombres capitales del cine alemán de los años 20:
Emil Jannings (la gran estrella de cine del momento), Carl Mayer (posiblemente el mejor guionista de la década de los 20), y Karl Freund (director de fotografía que revolucionó la historia del cine con su trabajo).
La característica más representativa de todo el film se encuentra en el apartado técnico.
Karl Freund decidió innovar de una manera revolucionaria al dotar de movimiento a la cámara.
Más tarde se conocería como el movimiento del entfesslte Kamera (cámara sin cadenas).
Freund apuesta por mover la cámara para dotar de mayor realismo a la acción que se nos narra y que el espectador se sienta parte de la escena misma.
Para ello Freund llegó a atarse la cámara a su pecho mientras montaba en bicicleta por el plató.
Otra técnica fue la de atar la cámara a un cable y arrojarlo desde una ventana para que cruzase la calle hasta la entrada del hotel, luego, en la sala de montaje, se invertía la escena de manera que parezca que es la cámara la que asciende.
La cámara para que se desplazara se colocó también sobre un cochecito de bebé.
El director FW Murnauy el guionista Carl Mayer originalmente querían que la película terminara con la muerte del portero en el baño.
Los ejecutivos de UFA los presionaron para realizar un final feliz antes del estreno de la película con el fin de maximizar su potencial económico.
Murnau y Mayer, obviamente irritados por esto, crearon un epílogo cínico, mostrando que el portero había heredado de un excéntrico huésped del hotel, que legó toda su propiedad a la última persona vista antes de morir.
Los ejecutivos también presionaron a los artistas para cambiar el título de la película de “The Last Man” a “The Last Laughter“.
Comentario de Ramón:
Un placer ver esta peli, que no conocía, con mis compañeros del Taller de Cine en pantalla grande. Una oportunidad única.
La peli nos plantea la interesante cuestión de “el hábito hace al monje“.
Este portero de hotel basa su status en el barrio en su ostentoso uniforme.
Pierde su condición y su vestimenta y, en consecuencia, pierde su prestigio.
La crueldad de sus vecinos y de su familia hacen que caiga en la debacle personal.
El actor Emil Jannings compone un personaje muy teatral. De ser un hombretón orgulloso pasa a un guiñapo encogido y decadente.
Tal vez, se insista demasiado en este aspecto.
La peli está muy elegantemente rodada.
Destacar esa fotografía contrastada que, sobre todo, por las noches nos sumerge en un mundo de sombras y luces, con aire entre onírico y fantasmagórico.
Imposible no compadecerte de este anciano, aunque tal vez basó su vida en un uniforme demasiado llamativo que le daba un nivel, que nunca tuvo en realidad.
La caída del personaje es social, pero sobre todo personal.
De ahí la reflexión que es bueno valorarse adecuadamente, sin excesos, ni defectos.
El pegote cómico satírico del final resulta muy divertido.
Claramente innecesario, pero el genio del director y el guionista hace que te lo pases bien y olvides la tristeza de la realidad anterior.
Siempre he opinado que en el cine lo que puedas decir con imágenes no lo digas con palabras.
Por eso esta peli y muchas de la época silente me entusiasman.
Después de su éxito en los Premios Feroz 2017 y de lo elogiosamente que me había hablado mi amiga Beatriz era de obligado cumplimiento su visionado.
Son solo cinco capítulos que se ven en un suspiro.
Cuando los terminé me quedé con ganas de más y me vi todos los extras como si fuera un yonki de Paquita.
Decir que me ha encantado es poco. Me ha entusiasmado.
Las referencias al mundo del cine y de las series españolas es continuo. Si no eres un experto te lo vuelves.
Los cameos de actores y actrices son divertidísimos.
Ya casi resulta tópico destacar a Yolanda Ramos, que como siempre está colosal.
Pero lo más grande de la serie son los personajes de Paquita Salas y Magüi Moreno, interpretados por dos actores con una vis cómica inabarcable, Brays Efe y Belén Cuesta. Los dos premiados en los Feroz.
Paquita Salas es tan de verdad, tan auténtica, tan emotiva, tan sincera.
Te la crees desde el primer fotograma y te alegras con ella y lloras con ella.
Se crea una complicidad absoluta con el espectador, al menos conmigo, que no te importaría tenerla en casa de invitada.
Magüi es al menos tan maravillosa como Paquita, más pegada a la realidad, pero llena de inocencia.
Forman una pareja como Don Quijote y Sancho Panza, aunque con los fenotipos intercambiados.
En todos los capítulos me he reído y llorado. Con Paquita es imposible no reventar de emociones.
Me alegra sobremanera saber que los dos Javieres están preparando una película para 2018.
En la faceta actoral oscila entre muy malo y pésimo.
Fijaros lo que voy a decir, a veces al nivel de Nicholas Cage. Igual me he pasado. Tan malo como Cage es imposible.
En Vivir de noche es el guionista, el director y el actor principal, casi único, porque sale en el 100% de los planos de la peli.
Con estas tres facetas corres en riesgo de cagarla por partida triple. Y eso es efectivamente lo que ha conseguido.
El guión mezcla mafia irlandesa, italiana y el Ku Klux Klan.
Repleto de escenas retóricas, sin sentido, ni utilidad narrativa.
Con traiciones de opereta de mercadillo y trucos de guión de trilero de callejón.
El personaje de Affleck se empeña en ser un gangster honesto y honrado. ¡De traca!
Además la peli está mal dirigida, con situaciones confusas, aunque hay planos brillantes que recuerdan al mejor Ben director.
Pero lo peor es la interpretación.
Se ha retocado la cara y se la ha rellenado de bótox como si no hubiera un mañana.
Su expresividad era escasa. Ahora es nula.
Hubiera dado igual poner un muñeco de cera. El resultado sería el mismo.
Tal vez con otro actor (de verdad) la peli se hubiera salvado, pero Affleck la hunde hasta el abismo abisal.
Sienna Miller, Zoe Saldana y Elle Fanning son y están maravillosas pero no son suficientes para contener el desastre. Por cierto, las tres muy delgadicas, pobrecillas.
Los de provincias siempre llevamos mal ir a Madrid.
Este año el festejo de los Premios Feroz se celebraba en el Palacete de los Duques de Pastrana.
.
.
Eso está en Paseo de La Habana.
Imposible aparcar. Todo zona verde para residentes.
Aparco en Chamartín y cojo un taxi.
Desde que salgo de casa y llego al fiestorro dos horas.
Desde el principio mucho ambiente.
Las actrices españolas engalanadas, guapísimas.
Me introduzco entre las mesas y no dejo de ver famosos.
Saludo a varios conocidos.
Las mesas son de nueve comensales.
Me toca una mesa estupenda, al lado de los de la serie Vis a vis y detrás de los de El Caso: crónica de sucesos.
En la mesa más atrás está Alex de la Iglesia y Carolina Bang. Los dos han adelgazado, ella bellísima.
.
.
Sirven bebida, no demasiada, y unos canapiés de tamaño nanométrico.
La comida además de ser de muy reducido tamaño es irreconocible.
Como todo lo que puedo, porque las perspectivas son de pasar mucho hambre.
A las nueve en punto comienza la gala.
Nos presentamos los de mi mesa.
Hay dos chicas periodistas muy jóvenes, otros dos más veteranos y cuatro directivos de una empresa de avalistas de producciones cinematográficas.
El que está a mi izquierda me explica que para que los bancos den pasta para hacer una peli ellos la avalan, cobrando una comisión supongo. Porque sin aval los bancos no sueltan el parné.
La gala comienza con un monólogo de Antoñito de la Torre, encargado de la presentación.
Nos reímos mucho, sobre todo con el comentario a las dos protagonistas de Julieta, Emma Suárez y Adriana Ugarte.
Ya sabéis que las dos interpretan a Julieta en la peli de Almodóvar. Una hace de mayor y la otra de joven. No compartieron ni un minuto de rodaje, pero salieron discutiendo notoriamente de una entrevista de promoción.
Por la cara que pusieron, no les gustó un pelo el comentario de Antoñito.
.
.
Los agradecimientos en general demasiado largos.
Los premiados aprovechan su momento de gloria para mencionar a toda la familia y a conocidos de cuando eran pequeños y veraneaban en Benidorm.
Cuando ya se sobraban les ponían una música que iba aumentando de volumen y le bajaban el micro, pero algunos insistían y seguían y seguían.
Destacar el mal perder de algunos no premiados.
A mí lado estaba la mesa de la serie Vis a vis.
Ni Najwa Nimri, ni Alba Flores fueron galardonadas como actrices de series. Las dos pusieron cara de defunción y se fueron antes que terminara la gala, visiblemente contrariadas.
Mira que caretos y era antes de los no premios.
.
.
.
En cambio su compañera, la malagueña Maggie Civantos aguantó el tipo y estuvo muy simpática.
.
.
El Feroz de Honor fue para el enorme Narciso Ibáñez Serrador, uno de los grandes del cine y la tele del siglo pasado.
Muy adecuada su elección al ser este año el de incorporación a los premios las series de televisión.
La presentación estuvo a cargo de Álex de la Iglesia, un discípulo aventajado.
A pesar de estar muy mayor se mostró gracioso y aseguró que volverá a rodar con los jóvenes actores que veía por la gala y que no conocía.
Insistió en ponerse de pie, ayudado por su hijo.
La ovación fue muy larga con todos puestos en pie.
.
.
Este año el discurso del presidente de la Asociación de Informadores Cinematográficos, Pedro Vallin, fue breve y acertado.
Nos invitó a ser rebeldes como la Princesa Leia y a ser prudentes y no destrozar con nuestras críticas el trabajo y la ilusión de los cineastas.
.
.
El chanante Julián López presentó tres premios: tráiler, cartel y música.
Protagonizó un tráiler alternativo de Julieta.
.
.
Se mofó de la escasa importancia de los premios a los que iba a nombrar.
Paradójicamente Gabriel Moreno que recibió el premio al mejor cartel por El hombre de las mil caras lo agradeció visiblemente emocionado.
.
.
Leonor Watling, Eduardo Noriega y Bárbara Lennie tuvieron unas palabras para Bimba Bosé que había fallecido por cáncer de mama ese mismo día.
.
.
También hubo un recuerdo a Rikar Gil, uno de los creadores de El Ministerio del Tiempo, fallecido por accidente de moto el día anterior.
La lista de premiados:
Mejor película dramática: Tarde para la ira
Mejor comedia: Kiki el amor se hace
Mejor dirección: Raúl Arévalo (Tarde para la ira)
Mejor L´Oreal Professionnel a mejor actriz protagonista: Bárbara Lennie (María y los demás)
Mejor actor protagonista: Roberto Álamo (Que Dios nos perdone)
Mejor actriz de reparto: Ruth Díaz (Tarde para la ira)
Mejor actor de reparto: Manolo Solo (Tarde para la ira)
Mejor guion: David Pulido y Raúl Arévalo (Tarde para la ira)
Mejor música original: Fernando Velázquez (Un monstruo viene a verme)
Mejor tráiler: Rafa Martínez (Kiki, el amor se hace)
Mejor cartel: Gabriel Moreno (El hombre de las mil caras)
Mejor serie dramática: El ministerio del tiempo
Mejor serie de comedia: Paquita Salas
Mejor actriz protagonista de tv: Aura Garrido (El ministerio del tiempo)
Mejor actor protagonista de tv: Brays Efe (Paquita Salas)
Mejor actriz de reparto de tv: Belén Cuesta (Paquita Salas)
Mejor actor de reparto de tv: Ex Aequo para Hugo Silva (El ministerio del tiempo) y José Sacristán (Velvet)
Tarde para la ira de Raúl Arévalo fue la gran triunfadora de la noche con cinco feroces (actriz de reparto, actor de reparto, guión, dirección y mejor película dramática).
Mi película favorita y de más críticos. Me alegré una barbaridad con todos los premios.
Arévalo muy agradecido y emocionado.
Especialmente acertado estuvo en su intervención el guionista premiado David Pulido.
Agradeció el apoyo de la crítica que ha sido fundamental para la progresión de la película.
Me cayó fenomenal, un personaje con la cabeza bien amueblada y que brevemente nos trasladó lo que quería expresar.
.
.
Javier Ambrossi y Javier Calvo, los creadores de Paquita Salas, fueron otros de los triunfadores de la noche.
Esta webserie fue la sorpresa de la noche. Yo ni siquiera sabía de su existencia.
Se fue con tres de los grandes premios en series.
Recibieron alborozados estos galardones. Muy simpáticos.
Con unas ganas terribles de ver a esta Paquita.
.
.
.
Paco León, con su peli Kiki, el amor se hace, agradeció a los Feroz que haya un premio a la mejor comedia, de esa manera él se puede llevar uno a su casa.
.
.
Una de las más guapas, Natalia de Molina, por la que siento devoción.
Black Mirror está formada por episodios independientes y autoconclusivos (con diferentes tramas y reparto).
Se nos presenta un mundo distópico.
¿Por qué me atraerán tanto las distopías?
Los humanos viven aislados con distracciones virtuales.
Son productores de energía pedaleando gran parte de su vida.
Lo que producen se acumula en forma de méritos y lo que gastan, por pequeño que sea el consumo (pasta de dientes incluida), se saca de ese fondo.
El enamoramiento hace que Bing se los regale a la guapa Abi para que intervenga en un concurso de talentos, la única manera de salir de esa monotonía existencial.
No cuento más, pero el final es descorazonador.
El conjunto del relato es bastante desagradable.
Una crítica sobre una sociedad superficial, individualista y en la que la tele es un generador de alienación personal y social.
Todos los episodios de Black Mirror ordenados alfabéticamente:
Relata esta historia desde el punto de vista de sus dos protagonistas, con una visión íntima.
No hay discursos grandilocuentes ni grandes momentos dramáticos.
La visión es desde la sinceridad de una pareja interracial que no hace mal a nadie y que solo desea una vida sencilla en el campo de Virginia donde sus hijos se pueden criar en libertad.
La sobriedad del relato, con ausencia de música manipuladora o de ensañamiento sentimental, no le resta emoción y verdad.
Los dos protagonistas, Joel Edgerton y Ruth Negga están inconmensurables, desde la contención saben trasmitirnos sus sentimientos.
El siempre inquietante Michael Shannon parece el actor fetiche de Nichols, imprescindible en sus películas.
No deja de asombrarme que hace poco más de cincuenta años negros y blancos no pudieran contraer matrimonio en Virginia.
Soy de los que opinan que esté basado en hechos reales no suele aportar nada, pero me ha gustado ver las fotografías de la pareja real.
Lubitsch sabía dar a sus películas ese toque de elegancia que le caracterizaba.
Era capaz de dar ese aire, esa bruma a sus producciones que hacían verosímil lo más increíble.
Esa acérrima comunista se transforma, se humaniza, al ver caer de una silla al Conde Leon d’Algout.
La irrealidad de Lubitsch permite que la socialista se adapte rápidamente a una vida de lujo y champán que le regala el sistema capitalista.
Ninotchka se ve con agrado, con una sonrisa permanente en la boca.
La mejor propaganda anticomunista que nadie pudiera imaginar.
Me lo he pasado fenomenal volviéndola a ver.
La vez que más me ha gustado.
Es lo que tiene disfrutarla en pantalla grande.
Curiosidades:
¿La Garbo en una comedia?
Greta Garbo tenía sus dudas acerca de aparecer en una comedia.
Estuvo especialmente nerviosa cuando interpreta a su personaje bebida. Lo consideraba demasiado vulgar.
.
.
Prohibida
La película fue prohibida en la Unión Soviética y sus estados satélites.
La Garbo ríe
El lema “¡Garbo ríe!” llegó antes de que el guión fuera escrito.
La peli fue construida alrededor de este eslogan.
.
.
Peli favorita de Lubitsch
Ernst Lubitsch consideraba a esta peli como su favorita.
También era de su preferencia El Bazar de las sorpresas (1940) y Un ladrón en la alcoba (1932).
.
.
Sin maquillaje
Greta Garbo no llevaba ningún tipo de maquillaje en sus escenas donde hace el papel de enviada soviética.
.
.
Los guionistas
Son Charles Brackett, Walter Reisch y el gran Billy Wilder.
Lubitsch también hizo alguna contribución aunque no aparece acreditado.
.
.
El estreno
Por primera vez en su vida La Garbo asistió al estreno de la peli, que tuvo lugar en Long Beach.
Greta según informaciones de la época, se puso en la fila para comprar la entrada un cuarto de hora antes del comienzo y nadie la reconoció.
.
.
Otros León
Spencer Tracy fue una de los principales candidatos para el papel de León.
William Powell , Robert Montgomery y Cary Grant también se consideraron para el papel.
.
.
Lugosi
Bela Lugosi aparece cerca del final de la película y sólo en una escena con Greta Garbo.
.
.
En la tele
Se emitió por primera vez en los USA en televisión en 1956.
Se enamoraron varias veces
Greta Garbo y Melvyn Douglas han estado enamorados tres veces en la gran pantalla: en Como tú me deseas (1932), Ninotchka (1939) y La mujer de las dos caras (1941).
.
.
Premios ninguno
‘Ninotchka‘ recibió cuatro nominaciones a los Oscar en 1939: Mejor película, Mejor actriz (Greta Garbo), Mejor Guión y Mejor Historia Original.
Frente a la colosal ‘Lo que el viento se llevó‘ que ganó nueve estatuillas ese año.
‘Ninotchka’ regresó con las manos vacías.
.
.
Amenazas de la Divina
Se cuenta sobre la Divina Garbo que, cuando algo le desagradaba en el curso de un rodaje, lanzaba a los productores un amenazante “quiero volver a Suecia” que siempre surtía efecto y, en consecuencia, siempre acababa por obtener lo que quería.
.
.
La Garbo no se casó
Legendario también fue el supuesto desplante de la Garbo al famoso actor y galán John Gilbert.
Dicen que, el día en que había de celebrarse la boda, la actriz se echó repentinamente atrás y dejó plantado al novio ante el altar.
.
.
Del mudo al…
Pocas estrellas de Hollywood sobrevivieron a la traumática transición del cine mudo al sonoro.
Greta Garbo fue una de esas pocas al rodar el largometraje La reina Cristina de Suecia, que fue publicitado con el eslogan “la Garbo habla” (1930).
.
.
Por favor, una comedia
Harta de sus papeles melodramáticos y torturados, fue ella quien exigió que le encontraran un papel adecuado en una comedia; el resultado fue Ninotchka, en 1939, donde parodiaba a una fría soviética del Komintern conquistada por los encantos de París.
El eslogan publicitario de la película se inspiró del utilizado para su primer film sonoro: “la Garbo ríe!”.
Sin embargo, la actriz detestaba su risa y mandó que fuera doblada por otra mujer.
Estar sola
Tras la tibia acogida de su película “La mujer de dos caras” (1941), por el público norteamericano, Greta Garbo decidió retirarse para siempre del cine.
Tenía entonces 36 años y 32 películas a sus espaldas.
Famosa fue su escueta frase explicativa de entonces: “Quiero estar sola“…
Más tarde precisó a un periodista:
– “Quise decir que me dejen en paz, lo que es diferente“.
.
.
Pregunta sin respuesta
Su última entrevista con un periodista duró menos de dos segundos cuando éste la inició diciendo:
– “Yo me pregunto…”
– “¿Por qué preguntarse?” interrumpió la Garbo alejándose y dejándole con la palabra en la boca.
Oscar
Varias veces nominada como mejor actriz por la Academia, nunca obtuvo la preciada estatuilla hasta que, ya una vez retirada del cine e instalada en Nueva York, se le otorgó un Oscar honorífico en 1954 por el conjunto de su carrera cinematográfica.
Nunca acudió a recogerlo, aduciendo que no quería ver a nadie.
Había tantas críticas elogiosas que tenía miedo me decepcionara.
Hasta de la pluma de Boyero han salido palabras de admiración.
La peli comienza con un número musical rodado en un plano secuencia de un virtuosismo apabullante.
Continua con una historia de amor sin ñoñerías, ni cursiladas.
Y termina con una reflexión brillante sobre lo que podíamos haber hecho mejor, sobre lo que pudo haber sido y no fue.
La ciudad de las estrellas habla sobre las ilusiones y el esfuerzo por conseguirlas.
Del afán de alcanzar tu sueño y de lo que tienes que dejar atrás para lograrlo.
De una vida feliz que tal vez de otra manera lo hubiera sido más.
Todo ello en el universo del cine y de la música en la ciudad de las oportunidades y de los fracasos, en un Los Ángeles no idealizado, donde hay glamour y miserias.
Contiene también un homenaje al cine de siempre visto en salas.
Lo mejor de la peli es el aire clásico-nostálgico alegre y feliz.
Porque actualiza el musical clásico, transportándolo al momento actual, presentándolo moderno pero sin traicionar su espíritu esencial. Una combinación aparentemente imposible, pero que Damien Chazelle lo consigue a la perfección.
Los números musicales son infinitamente gratificantes, bonitos, hermosos, emotivos, divertidos.
Emma Stone demuestra lo magnífica actriz que es.
Y lo completa. Canta, baila e interpreta a la perfección, con una elegancia y un saber hacer y estar impresionantes.
Es sencillamente maravillosa.
Y cualquier elogio que se pronuncie hacia ella va a ser escaso, insuficiente.