Mi amigo Gustavo me cuenta que se salió a mitad de peli. No la soportaba.
Ricardo, gran crítico y mejor persona, habla moderadamente bien de ella en su blog.
Se trata de cine bélico con buenas escenas de acción, pero yo le veo dos problemas.
Se centra demasiado en un personaje principal Mitch Nelson (Chris Hemsworth) y en dos o tres secundarios y nada más.
Ni siquiera éstos están bien construidos, no dejan de ser caricaturas esquemáticas de arquetipos del cine de guerras.
Faltan más secundarios y mejor estructura en los personajes.
Y en segundo lugar, el terrible tufillo a patrioterismo barato, de manual aprendido en los Rambos.
Ese mal olor impregna toda la peli, dando la impresión que estamos ante una alabanza al supremacismo yanqui.
Desaprovechadas las cabalgadas, que podrían haber supuesto una especie de homenaje a las pelis del Séptimo de Caballería, pero su rodaje con estilo heroíco le hacen perder credibilidad.
Se trata de un relato fantástico ambientado en los edifcios de la CIA durante la Guerra Fría.
Con dos protagonistas insólitos una limpiadora muda y un monstruo anfibio.
El principio de la peli es un estilo Amélieque me entusiasmó, con escenas tiernas con las que me sentí muy cómplice.
Hay un malo muy malo, un sádico al que da vida de manera magistral un desbocado Michael Shannon, especializado en estos papeles.
Me gusta la idea que la protagonista sea una mujer sencilla con una vida cotidiana nada edificante que encuentra el amor en un ser marginado como ella.
Sally Hawkins me parece extraordinariamente atractiva, con una expresividad que no hace falta que diga ni una sola palabra.
La peli es bonita, atrevida por esta relación de bestialismo, con un mensaje positivo. Termina siendo una gran historia de amor.
Pero no me parece la mejor peli del año como para llevarse el montón de oscars a los que está nominada.
Un grave inconveniente es que el tráiler cuenta toda la peli, incluso el cartel nos muestra el final.
Relata esta historia desde el punto de vista de sus dos protagonistas, con una visión íntima.
No hay discursos grandilocuentes ni grandes momentos dramáticos.
La visión es desde la sinceridad de una pareja interracial que no hace mal a nadie y que solo desea una vida sencilla en el campo de Virginia donde sus hijos se pueden criar en libertad.
La sobriedad del relato, con ausencia de música manipuladora o de ensañamiento sentimental, no le resta emoción y verdad.
Los dos protagonistas, Joel Edgerton y Ruth Negga están inconmensurables, desde la contención saben trasmitirnos sus sentimientos.
El siempre inquietante Michael Shannon parece el actor fetiche de Nichols, imprescindible en sus películas.
No deja de asombrarme que hace poco más de cincuenta años negros y blancos no pudieran contraer matrimonio en Virginia.
Soy de los que opinan que esté basado en hechos reales no suele aportar nada, pero me ha gustado ver las fotografías de la pareja real.
La peli se inicia con unas mujeres con obesidad mórbida bailando desnudas como si fueran gogós de discoteca cult.
Nos da la idea perfecta de lo que vamos a ver en esta peli.
Tom Ford nos va a ofrecer lo peor de esta sociedad, lo más desagradable, pero disfrazado de arte y de estilo.
.
.
La trama se desarrolla en tres planos diferentes.
Por lado la vida de Susan Morrow (maravillosa Amy Adams) que habita en un mundo de riqueza, de esnobismo, de cirugía plástica y reparadora.
Galerista de moda, su matrimonio es un fracaso y su vida bastante triste.
.
.
Por otro la novela que un exmarido le envía y dedica.
Una historia cruel y violenta.
Desarrollada en la América profunda, donde los paletos sin barreras morales campan por sus respetos.
Tony Hastings (Jake Gyllenhaal) es asaltado y su mujer e hija tienen un triste final.
Es la historia del hombre bueno, que algunos considerarían débil, que se ve arrastrado a la venganza.
.
.
La presencia en el relato literario de un inspector, Bobby Andes interpretado por un magistral Michael Shannon, da una energía a la narración inconmensurable.
Un personaje que merece un aparte.
Un policía de la vieja escuela, que le importa más la justicia que la ley.
Desprecia a los delincuentes, pero también a la víctima y la culpa de no haber sabido defender a su familia. la misma culpa que siente Tony Hastings.
.
.
Mencionar al malvado Aaron Taylor-Johnson, un individuo despreciable, un cáncer dentro de una sociedad ya enferma.
.
.
El tercer nivel de la historia es la relación juvenil entre Susan Morrow y Edward Sheffield, también interpretado por Jake Gyllenhaal.
.
.
Él un novelista sin futuro. Ella una rica heredera que odia lo que representa su madre, pero termina eligiendo el mismo camino.
Tom Ford sabe retratar una sociedad vacía, donde la apariencia es lo importante y contraponerla al sufrimiento de la víctima destinada a padecer la injusticia.
Mundos que conviven, pero no se tocan, que no convergen. Moviéndose en escalas diferentes.
La peli en su conjunto contiene el andamiaje perfecto para entretener y subyugar, pero no plantea soluciones, no hay sitio para la felicidad, ni para la justicia, ni para la redención.
Es un espectáculo triste y desolador que te atrapa en la trampa que se teje con habilidad.
Me cabe preguntarme: ¿en esta sociedad decadente, en crisis, el arte, y el cine en concreto, qué función deben jugar?
¿La denuncia, y solo la denuncia, está bien?
¿O sirve para profundizar en el vacío moral?
Mi amigo Carlos ponía el ejemplo de presentar como arte un urinario en una exposición.
Me parece que me he ido muy arriba.
Que nadie me haga caso.
Debe ser la cafeína que me hace discurrir más de la cuenta.
Acudo con mi amigo Adolfo a ver el enfrentamiento entre dos de los superhéroes de DC Comics.
Con un inicio soporífero y con muchos comentarios previos nefastos nada prometía un final feliz.
Pero conforme avanza la historia fue creciendo mi interés.
Los tres personajes principales tienen una infancia compleja y son inadaptados sociales.
. Bruce Wayne / Batman, el único sin superpoderes, que basa su fuerza en su traje y su batmóvil.
Trastornado desde que contempló el asesinato de sus padres.
Sin amigos, sin novia conocida.
Rico y solitario.
Teme el abuso de poder de Superman y también, tal vez, quiera acabar con él por pura envidia.
Por cierto el batmóvil se refiere al coche, ¿cómo se llamará su teléfono?, ¿batcelular?.
Aquí es interpretado por Ben Affleck, un pésimo actor y un gran director.
Es posible que su actuación sea de lo peor de la peli.
Clark Kent / Superman es un emigrante ilegal que fue adoptado por unos granjeros.
Su relación con Lois es compleja.
Ella tiene cierta tendencia a caer de rascacielos.
No soy el primero que se ha planteado la cuestión del sexo con Superman.
No creo que exista vagina en el mundo capaz de soportar el empuje del kryptoniano. Imaginemos que en medio de la pasión y llevado por ella, Superman se pasa un poco (solo un poco) de entusiasmo, los destrozos en su partener podrían ser letales.
Aunque el control fuera absoluto, su esperma eyaculado atravesaría cualquier estructura, lo cual obligaría a la marcha atrás de manera obligatoria y apuntar hacia entramados prescindibles.
En cualquier caso un lío.
Además no termino de comprender como es capaz de sentir los peligros de su novia y en cambio cuando su madre (a la “que tanto quiere”) lo necesita ni se entera. Eso solo tiene un nombre: mal hijo.
Entiendo su sufrimiento. Tiene demasiados problemas.
Tampoco Henry Cavill es un buen actor, ni siquiera mediocre… Vamos que es malísimo. Inexpresivo total.
Lex Luthor, es el tercero en discordia, el detonante de la rivalidad entre los superhéroes DC.
Es muy malo. Su padre le zurraba de pequeño.
No anda bien de amigos, ni de novias y el medio clon que crea es feísimo.
A su favor: cuenta con un buen sentido del humor que contrasta con la solemnidad de los otros dos citados que son un muermo.
Al menos Lex es un tío gracioso que sabe encontrar el lado cómico a la vida, si bien es cierto que su sentido del humor es peculiar.
Es rico y se aburre. Como entretenimiento vuela el Capitolio. ¡Chiquilladas de niño mimado!
Jesse Adam Eisenberg es mucho mejor actor que sus oponentes y sabe llenar de matices a su personaje, resultando el más atractivo.
Estos tres desgraciados protagonizan esta peli que yo imaginaba pésima y no es tanto. De hecho a pesar de sus 153 minutos de duración no se hizo larga.
La que salva realmente el film es Diana Prince / Wonder Woman (La Mujer Maravilla), de la que sabemos poco de su pasado, pero es la que saca las castañas del fuego cuando se enfrentan al monstruoso engendro creado por Lex Luthor.
La muchacha no se amilana y con su escudico y su espadica hace maravillas.
Lástima que su presencia sea tan breve.
Interpretada por Miss Israel, Gal Gadot. Realmente impresionante. (Pongo foto).
La vamos a seguir viendo en La Liga de la Justicia.
La peli se debería haber titulado: La Mujer Maravilla salva el culo al murciélago y al kryptoniano.
Otro título posible: La Mujer Maravilla protectora de animales e inmigrantes.
A Peter Bogdanovich lo conozco más como estudioso del cine y actor ocasional que como director.
Ya es mayorzote (76 años) y después de bastantes fracasos se mete en este lío de dirigir una peli con tono de comedia loca.
Trata de realizar una screwball comedy. Que esto funcione requiere un ritmo frenético, un guión perfecto y unos actores excelentes.
El ritmo que le imprime es correcto.
El guión es aceptable. Muchas situaciones forzadas, pero forma parte del juego entre director y espectador.
Los actores estupendos. Tal vez Jennifer Aniston demasiado gritona.
La londinense de 26 años, Imogen Poots, está realmente sublime. ¿Candidata al Oscar a la mejor actriz de reparto?
La peli comienza como un Woody Allen ligero, pero enseguida se desmadra.
Si todos los elementos están bien, ¿porqué el resultado es tan mediocre?
Tal vez, el aire nostálgico, que le quiere dar Bogdanovich a su peli, se percibe como rancio. Hay una sutil diferencia entre lo vintage y lo antiguo. Esta producción queda antigua.
Aunque hay momentos que funciona la comedia y provocó mi hilaridad, en muchos otros sientes una desagradable sensación de incomodidad que raya la vergüenza ajena.
Indicada para degustadores de lo pasado de moda y nostálgicos de un cine que tuvo su época y no volverá (lamentablemente).
Hemos visto cada año Boardwalk Empire desde 2010. Espero a que termine toda la temporada y la vemos de tirón.
Este año no recordaba bien todos los detalles de la trama de las temporadas previas. No había olvidado a los personajes.
Enoch ‘Nucky’ Thompson es el puto amo de Atlantic City (Nueva Jersey), se dedica al contrabando de alcohol y al tráfico de influencias. Ha tenido problemas graves, pero ha terminado saliendo airoso de los conflictos. Sus poder ha ido disminuyendo, pero el alcalde le sigue comiendo en la mano.
Jeff Nichols estrenó en 2011 la interesante Take Shelter. Ahora nos ofrece un relato con múltiples.
Se nos sumerge en esa América profunda, lejana a la soleada California o la cinematográfica Nueva York.
La historia se desarrolla en Arkansas y más concretamente en el río Misisipi. La isla que aparece se encuentra a las afueras de la ciudad de Eudora.
Se trata de la mayor producción que ha sido rodada en este estado americano.
Los protagonistas son perdedores marginales que malviven, a veces, aferrados a su pequeño mundo. En esto me recuerdan a Bestias del Sur salvajes.
Este ambiente y este tipo de personajes encajan bien dentro de lo que se ha dado en llamar el Gótico americano.
Pero Mud también es una historia de amor, de amor destructivo, lesivo pero inevitable. Los sentimientos superan a la lógica y al sentido común.
También es un relato de iniciación, con esos muchachos muy espabilados, que se sienten atraídos por un perseguido y deciden ayudarle por lo que tiene de aventura y de riesgo.
Riesgo que se percibe también en el Misisipi con sus aguas turbias y contaminadas.
Mud, el personaje que interpreta Matthew McConaughey, se traduce al castellano como barro, está lleno de aristas pero derrocha humanidad. Su vida se ha visto lastrada por ese amor tóxico que le ha llevado al abismo.
El bueno de Matthew McConaughey que se siempre se ha distinguido por llevar el torso desnudo aquí no se quiere desprender de su cochambrosa camisa blanca. Su interpretación es absolutamente apabullante. El mejor papel de su vida.
La historia discurre de forma elegante, sin prisas, tal vez con algún tributo innecesario a la comercialidad.
Sorprende ver a una Reese Witherspoon en un registro de choni americana, origen y detonante de la desgracia.
Acudí a ver Mud la tarde del estreno (viernes 30 de agosto) a la primera sesión y sorprendentemente había una cola decamétrica. Menos mal que había salido con tiempo. Entre los compradores de entradas muchas adolescentes.
En la sala fui el único espectador. Me ocurre con frecuencia.
Christopher Nolan como productor y guionista y Zack Snyder como director unen sus fuerzas para levantar esta megaproducción, con un presupuesto de 225 millones de dólares. Posiblemente los dos estén sobrevalorados, aunque confieso que algunas de sus pelis me han parecido más que interesantes.
En 1978 Richard Donner nos ofreció un Superman con cierta ingenuidad, discretamente entretenido. Recuerdo bien que la vi en el Cine Palafox en Zaragoza con mis padres y mis hermanas, entonces era un gran cine y no un multisalas.
El hombre de acero de 2013 pretende ser una revisión del superhéroe dando peso a su faceta de extraterrestre. Ya no es un humano de origen kriptoniano. Aquí es un kriptoniano que ha crecido en la tierra.
La mejor parte es cuando pretende pasar desapercibido entre los terrícolas. El conflicto personal de tratar de ocultar sus poderes como le indicó su padre tiene interés.
A mí todo el rollo de Krypton y de sus líos de decadencia no me impresionan para nada.
El tercio final de la peli se convierte en una orgía de destrucción. El problema es que cuando ves la demolición de cien edificios que sean veinte más o menos te da igual. Me llegué a saturar de esas peleitas entre Kal-El y el General Zod con rotura de decorados añadida. Bostecé varias veces, se me hizo muy tedioso.
Insoportable la interpretación de Ayelet Zurer (Lara Lor-Van, la madre kriptoniana) que no deja de llorar.
Del protagonista Henry Cavill, mejor no comento. No quiero ser destroyer.
La dirección de Snyder me parece pretenciosa, sus continuos primeros planos y desenfoques no consiguieron más que confundirme.
En los USA este Hombre de acero se ha vendido como una representación de la vida de Cristo. No es broma. La productora Warner Bros. para ganar audiencia entre los cristianos la ha promocionado desde la perspectiva de la vida de Jesús aprovechando los numerosos paralelismos entre las dos historias y al parecer ha tenido éxito con esta campaña promocional.
¿Dónde está el sentido del humor? ¿Dónde los calzoncillos? ¿Dónde está la música de John Williams? ¿Dónde está Superman?
Take Shelter nos plantea donde está límite de la normalidad y la locura y al decir locura quiero decir esquizofrenia.
Curtis tiene pesadillas y visiones (alucinaciones) sobre cuestiones perjudiciales y él acondiciona su vida y la de su familia al temor a esos peligros. Aunque acude a médicos sigue actuando de manera extraña.
Jeff Nichols crea una atmósfera claramente inquietante con varios momentos de auténtico terror, aunque tal vez termine resultando reiterativa.
Michael Shannon realiza un difícil papel. Es complicado encontrar el punto justo de hombre atormentado y no pasarse.
Jessica Chastain está maravillosa en su personaje de mujer fiel a su esposo a pesar que él se lo pone muy complicado. La acabamos de ver en La Noche más oscura. Es claramente un valor en alza.
La peli relata las andanzas, o más bien fechorías de un teniente recién ascendido y su investigación sobre el asesinato de una familia senegalesa por un asunto de drogas. El teniente en cuestión entra en una vorágine de drogas, deudas de juego, trapicheos y abusos varios hasta que tiene un cambio repentino de su suerte.
La historia está bien contada y resulta entretenida con guión bien trabajado. La dirección es correcta con planos bien escogidos y una fotografía que realza el descenso a los infiernos de nuestro teniente.
Eva Mendes es la protagonista femenina, está maravillosa como actriz y como mujer. Su actuación es medida y creíble sin aspavientos ni florituras en un papel difícil pero que sabe manejar con soltura. En algunas secuencias sale bellísima.
Nicolas Cage ocupa prácticamente todo el metraje de la película. Decir que está sobreactuado sería quedarse muy corto.
Llega a tal nivel de exceso que resulta entre patético y payaso. A mí nunca me ha parecido un gran actor y a mi hija Marta mucho menos, pero tengo a mi amigo Juan Pedro que es un gran admirador.
Desde que Nicolas empezó a quedarse calvo ha ido de mal en peor.
No ha sabido asumir su calvicie que se esfuerza en esconder, en esta peli con un pelucón y otras veces con peinados a lo Anasagasti, pero además parece que ha empeorado como actor, cuestión que ya era difícil.
Se pega toda la peli levantando el hombro derecho porque al parecer tiene problemas en la columna lumbar, ¿tal vez quería dar un toque de calidad a su personaje?
No, si es un perfeccionista.
Como curiosidad os contaré un error que aparece en la peli. El teniente Terence McDonagh (el inefable Cage) en ocasiones tiene alucinaciones. La peli se desarrolla en el Nueva Orleans post-Katrina. En sus alucinaciones ve una pareja de iguanas. Pero, en realidad, de los dos reptiles uno sí que es una iguana pero otro es un dragón barbudo. Las iguanas son muy frecuentes en los alrededores de Nueva Orleans pero los dragones barbudos son oriundos de Australia.
Os pongo una foto de la adorable Eva Mendes y el trailer de la peli.