Ricardo y yo nos dirigimos a la tercera peli de la tarde, nuestro amigo Jesús nos la recomienda.
Se trata de una interesante mezcla de géneros. Romance, drama, ciencia ficción y thriller.
Hay una comunicación intertemporal que trastoca la vida de los protagonistas.
Las referencias a Regreso al Futuro son continuas y muy descaradas. Lo cual me parece bastante divertido.
La peli tiene “trucos” de guión que son absolutamente inverosímiles. Mejor tragarla sin pensar demasiado, porque si no se desploma y no te la crees. Y no me refiero a la conversación a través de la tele entre dos tiempos diferentes, cuestión que asumo sin pestañear ni un segundo.
Se deja ver, incluso resulta, ocasionamente, entretenida.
Pero el elemento más penoso es la interpretación de su protagonista.
Adriana Ugarte es una actriz (?) guapa, con buena presencia ante la cámara, que seguro se esfuerza por hacerlo bien, pero tiene una malsana tendencia hacia la mueca fácil, hacia el pucherito barato, incapaz de mover sus labios con naturalidad.
Un amigo me dijo, hace tiempo que tuviera cuidado con lo que la criticaba, que su padre era juez.
Solo un consejo: señor magistrado páguele unas clases en alguna buena academia de interpretación (Cristina Rota por ejemplo) donde le enseñen a evitar el mohín innecesario.
Lo siento, pero no comparto el entusiasmo de Jesús.
Los de provincias siempre llevamos mal ir a Madrid.
Este año el festejo de los Premios Feroz se celebraba en el Palacete de los Duques de Pastrana.
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Eso está en Paseo de La Habana.
Imposible aparcar. Todo zona verde para residentes.
Aparco en Chamartín y cojo un taxi.
Desde que salgo de casa y llego al fiestorro dos horas.
Desde el principio mucho ambiente.
Las actrices españolas engalanadas, guapísimas.
Me introduzco entre las mesas y no dejo de ver famosos.
Saludo a varios conocidos.
Las mesas son de nueve comensales.
Me toca una mesa estupenda, al lado de los de la serie Vis a vis y detrás de los de El Caso: crónica de sucesos.
En la mesa más atrás está Alex de la Iglesia y Carolina Bang. Los dos han adelgazado, ella bellísima.
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Sirven bebida, no demasiada, y unos canapiés de tamaño nanométrico.
La comida además de ser de muy reducido tamaño es irreconocible.
Como todo lo que puedo, porque las perspectivas son de pasar mucho hambre.
A las nueve en punto comienza la gala.
Nos presentamos los de mi mesa.
Hay dos chicas periodistas muy jóvenes, otros dos más veteranos y cuatro directivos de una empresa de avalistas de producciones cinematográficas.
El que está a mi izquierda me explica que para que los bancos den pasta para hacer una peli ellos la avalan, cobrando una comisión supongo. Porque sin aval los bancos no sueltan el parné.
La gala comienza con un monólogo de Antoñito de la Torre, encargado de la presentación.
Nos reímos mucho, sobre todo con el comentario a las dos protagonistas de Julieta, Emma Suárez y Adriana Ugarte.
Ya sabéis que las dos interpretan a Julieta en la peli de Almodóvar. Una hace de mayor y la otra de joven. No compartieron ni un minuto de rodaje, pero salieron discutiendo notoriamente de una entrevista de promoción.
Por la cara que pusieron, no les gustó un pelo el comentario de Antoñito.
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Los agradecimientos en general demasiado largos.
Los premiados aprovechan su momento de gloria para mencionar a toda la familia y a conocidos de cuando eran pequeños y veraneaban en Benidorm.
Cuando ya se sobraban les ponían una música que iba aumentando de volumen y le bajaban el micro, pero algunos insistían y seguían y seguían.
Destacar el mal perder de algunos no premiados.
A mí lado estaba la mesa de la serie Vis a vis.
Ni Najwa Nimri, ni Alba Flores fueron galardonadas como actrices de series. Las dos pusieron cara de defunción y se fueron antes que terminara la gala, visiblemente contrariadas.
Mira que caretos y era antes de los no premios.
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En cambio su compañera, la malagueña Maggie Civantos aguantó el tipo y estuvo muy simpática.
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El Feroz de Honor fue para el enorme Narciso Ibáñez Serrador, uno de los grandes del cine y la tele del siglo pasado.
Muy adecuada su elección al ser este año el de incorporación a los premios las series de televisión.
La presentación estuvo a cargo de Álex de la Iglesia, un discípulo aventajado.
A pesar de estar muy mayor se mostró gracioso y aseguró que volverá a rodar con los jóvenes actores que veía por la gala y que no conocía.
Insistió en ponerse de pie, ayudado por su hijo.
La ovación fue muy larga con todos puestos en pie.
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Este año el discurso del presidente de la Asociación de Informadores Cinematográficos, Pedro Vallin, fue breve y acertado.
Nos invitó a ser rebeldes como la Princesa Leia y a ser prudentes y no destrozar con nuestras críticas el trabajo y la ilusión de los cineastas.
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El chanante Julián López presentó tres premios: tráiler, cartel y música.
Protagonizó un tráiler alternativo de Julieta.
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Se mofó de la escasa importancia de los premios a los que iba a nombrar.
Paradójicamente Gabriel Moreno que recibió el premio al mejor cartel por El hombre de las mil caras lo agradeció visiblemente emocionado.
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Leonor Watling, Eduardo Noriega y Bárbara Lennie tuvieron unas palabras para Bimba Bosé que había fallecido por cáncer de mama ese mismo día.
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También hubo un recuerdo a Rikar Gil, uno de los creadores de El Ministerio del Tiempo, fallecido por accidente de moto el día anterior.
La lista de premiados:
Mejor película dramática: Tarde para la ira
Mejor comedia: Kiki el amor se hace
Mejor dirección: Raúl Arévalo (Tarde para la ira)
Mejor L´Oreal Professionnel a mejor actriz protagonista: Bárbara Lennie (María y los demás)
Mejor actor protagonista: Roberto Álamo (Que Dios nos perdone)
Mejor actriz de reparto: Ruth Díaz (Tarde para la ira)
Mejor actor de reparto: Manolo Solo (Tarde para la ira)
Mejor guion: David Pulido y Raúl Arévalo (Tarde para la ira)
Mejor música original: Fernando Velázquez (Un monstruo viene a verme)
Mejor tráiler: Rafa Martínez (Kiki, el amor se hace)
Mejor cartel: Gabriel Moreno (El hombre de las mil caras)
Mejor serie dramática: El ministerio del tiempo
Mejor serie de comedia: Paquita Salas
Mejor actriz protagonista de tv: Aura Garrido (El ministerio del tiempo)
Mejor actor protagonista de tv: Brays Efe (Paquita Salas)
Mejor actriz de reparto de tv: Belén Cuesta (Paquita Salas)
Mejor actor de reparto de tv: Ex Aequo para Hugo Silva (El ministerio del tiempo) y José Sacristán (Velvet)
Tarde para la ira de Raúl Arévalo fue la gran triunfadora de la noche con cinco feroces (actriz de reparto, actor de reparto, guión, dirección y mejor película dramática).
Mi película favorita y de más críticos. Me alegré una barbaridad con todos los premios.
Arévalo muy agradecido y emocionado.
Especialmente acertado estuvo en su intervención el guionista premiado David Pulido.
Agradeció el apoyo de la crítica que ha sido fundamental para la progresión de la película.
Me cayó fenomenal, un personaje con la cabeza bien amueblada y que brevemente nos trasladó lo que quería expresar.
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Javier Ambrossi y Javier Calvo, los creadores de Paquita Salas, fueron otros de los triunfadores de la noche.
Esta webserie fue la sorpresa de la noche. Yo ni siquiera sabía de su existencia.
Se fue con tres de los grandes premios en series.
Recibieron alborozados estos galardones. Muy simpáticos.
Con unas ganas terribles de ver a esta Paquita.
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Paco León, con su peli Kiki, el amor se hace, agradeció a los Feroz que haya un premio a la mejor comedia, de esa manera él se puede llevar uno a su casa.
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Una de las más guapas, Natalia de Molina, por la que siento devoción.
Esta superproducción española supone una gran novedad en la historia actual del cine patrio: habla sobre el colonialismo español.
Recuerdo bien cuando se independizó Guinea Ecuatorial.
En el año 68 era un crío, pero tenía uso de razón.
Los telediarios de la época ofrecieron la independencia como un acto de “generosa justicia de España”.
Había un programa semanal que se llamaba Por tierra, mar y aire, dedicado a las fuerzas armadas.
Hubo un especial de cómo el ejercito español había formado a las tropas guineanas.
Como veis a los 10 años devoraba toda la tele que se me ofrecía.
La realidad es que con la independencia se pasó de un colonialismo tradicional a una dictadura cruel, la de Macías que tres años después de la independencia se proclamaba “Presidente Vitalicio”.
Efectivamente fue de por vida hasta que su sobrino dio un golpe de estado y lo asesinó.
Volviendo a la peli.
Palmeras en la nieve nos presenta una historia de amor apasionado y adúltero entre un español y una africana.
Pero lo que más interés tiene es el trasfondo de la colonia española que nos da una visión inédita de esta etapa de la historia.
Hay una inquietante tendencia hacia el melodrama en esa historia romántico-trágica que me resulta molesta.
La peli cuenta con un gran acierto: la interpretación de la portentosa Macarena García, que está incomensurable. Roba cada plano en el que aparece. ¡Te idolatro!
Pero hay dos grandes errores:
Adriana Ugarte, que aunque figura como protagonista tiene un papel breve y poco importante. Esta chica tiene la rara habilidad de poner caritas sobreactuadas que destrozan el personaje. Afortunadamente sale poco.
Mario Casas es la gran equivocación de la peli. El protagonista de la trama es incapaz de trasmitir otra sensación que la de ridículo continuo. Incompetente para comprender su personaje va luciendo palmito en una actuación que parece premeditadamente esperpéntica.
Es la gran cagada de la peli que la desmonta y la llega a hacer insufrible.
Supongo que la base literaria es mejor que la peli, como suele ocurrir, pero creo que se consigue una buena ambientación y la mayoría de los actores sacan adelante su papel, con las excepciones citadas.
Hay un error en la cronología de la historia.
Kilian aparece como un viejo demenciado de más de setenta años en el comienzo de la historia.
Cuando Clarence viaja a Guinea encuentra al hijo de Kilian que parece tener unos veinte años.
Si el protagonista estuvo en la colonia con treinta años, como mucho, solo tendría cincuenta y no setenta.
Y Clarence debía ser menor.
(Creo que no me explico bien, lo siento).
La peli se hace larga y el tono es más de serie de televisión, que tal vez hubiera sido su formato más conveniente.
País: España Producción: Hernández y Fernández PC, Tornasol Films, Zebra Producciones, con la participación de Televisión Española (TVE) y ONO Dirección: Andrés Luque Pérez, Samuel Martín Mateo Guion: Javier Echániz, Juan Gil Bengoa, Samuel Martín Mateo, Andrés Luque Pérez Reparto: Juana Acosta, Carmelo Gómez, Adriana Ugarte, Félix Gómez
Tiempo sin aire pretende ser un drama profundo con estructura de thriller.
El tema que toca es trágico: la violación y el asesinato de una muchacha por parte de paramilitares en Colombia.
Su madre viaja a Tenerife para encontrar a uno de los asesinos. Va a dedicar su vida a ello.
La peli habla del dolor y de la venganza y de cómo ésta puede llegar a anular el resto de la vida para ser el centro de la existencia.
Juana Acosta interpreta a una madre que no ha sabido asumir el duelo, tal vez porque sea imposible.
Carmelo Gómez es un orientador, un psicólogo que anda perdido por la vida e intenta ayudar a esta madre rota y a su hijo con problemas graves de conducta.
Ya véis que el tema es interesante y puede dar mucho juego.
Pero yo he tenido un problema. No he sabido conectar.
Algo en mi interior me decía que lo que estaba viendo no trasmitía emociones, que estaba lleno de impostura.
El niño enurético y poco sociable está muy mal interpretado.
Carmelo Gómez no está demasiado inspirado.
Solo Juana Acosta funciona.
De Adriana Ugarte, prefiero no hacer comentarios, porque me acusaréis de tenerla manía.
Los directores se empeñan en mostrarnos en dos ocasiones la violación, cuando la elipsis hubiera sido lo más adecuado.
Al final se me hizo insoportable.
En mi opinión la peli no está bien cuajada y no trasmite las emociones que pretende.
Siempre he sentido un placer especial en ir contracorriente.
Esta serie española producida por Boomerang TV y Antena 3 Televisión ha tenido un gran éxito y conozco personas cabales a las que les ha gustado mucho.
A mí me ha parecido penosa e insufrible. Tal vez esté acostumbrado a series de tanta calidad como Breaking Bad o Los Soprano. También me puede haber influido el deseo de ver la cuarta temporada de The Walking Dead, que ya he empezado (ya he tenido alguna pesadilla).
Vayamos por partes, como decía el descuartizador.
El guión:
Ya sé que está basado en la novela de María Dueñas, pero la historia de esa modistilla de clase baja que asciende socialmente en la España de los treinta y cuarenta, no me la creo. Que se meta a espía de alto nivel resulta cómico.
La historia es demasiado reiterativa. Todas las escenas de clientas en la modista son iguales.
A muchos personajes se les intenta dar un empaque especial como a Candelaria o el amigo gay de Tetuán pero todo queda en buenas intenciones.
Hay una intensa voluntad en conseguir buenas ambientaciones, reconozco el esfuerzo de producción, pero la mayoría de los escenarios resultan poco creíbles, falsos.
Todos los personajes extranjeros hablan con un insufrible acento menos Marcus Logan (el galán), ese periodistabarraespía que habla perfecto castellano, a pesar de ser inglés.
De la costurerilla Sira Quiroga se enamoran todos los hombres de la serie. Pero ¡por favor!
La dirección:
La estructura es de puro culebrón. Con una dirección que intenta buscar la emoción a toda costa, con primeros planos y música que indica o incluso obliga a sentir emociones. La banda sonora, que he oído decir que es “muy bonita”, da a la historia el carácter de melodrama.
La dirección es de manual de telefilm barato.
La protagonista:
La serie se basa en la presencia insistente y machacona de Adriana Desastre, perdón Ugarte. Esta chica tiene una capacidad interpretativa muy limitada y está entre penosa y ridícula.
Es monina pero poco más. Se insiste en colocarnos primeros planos de esta Adriana Lacagaste, perdón Ugarte, cuando hubiera sido más adecuado irle colocando alguna máscara como en el teatro griego, hubiera transmitido más emociones.
Penosa Alba Flores (la nieta de La Faraona) como Jamila con una imitación de acento marroquí que resulta cómico.
Maravillosa Hannah New interpretando a una magnífica Rosalinda Fox. Esta actriz tiene esa rara habilidad de emocionar y su presencia mejoraba los capítulos en los que intervenía y oscurecía a Adriana Nopuedoaguantarte, perdón Ugarte.
Después del éxito conseguido supongo que se seguirán haciendo series de supuesta calidad. Animo a las televisiones a que lo hagan. Pero también les insto a que se superen.
El final de esta El tiempo entre costuras da la posibilidad de hacer una secuela. Hago una sugerencia que en lugar de tener a Adriana Loestropeaste, perdón Ugarte, como prota hagan un spin-off y sea Rosalinda Fox el personaje principal.
Gente en sitios es un largo (aunque solo dura 83 minutos) realizado a base de empalmar cortos que la mayoría no tienen nada en común. Han colaborado un montón de actores conocidos.
A mí me despertó cierta inquietud. Los hay bastante desasosegantes, pero otros son francamente divertidos.
Unos ladrones entran a una casa y la ven tan sucia que se ponen a limpiar.
Coque Malla busca en una chatarrería un regalo para su esposa, un delco por ejemplo, mientras reflexiona sobre la vida actual…
Lógicamente resulta irregular en su visionado. Gana al cabo de los días cuando superada la digestión lo encuentras más energético de lo que suponías.
Puede volverse en obra de culto conforme pasen los años. Es posible que dentro de dos lustros sea estudiada para comprender la vida en 2013, el año en el que empezamos a salir de la crisis según Montoro.
Daniel Calparsoro demuestra, una vez más, que es un gran director. Capaz de elaborar un producto bien hecho.
La trama resulta entretenida y hay escenas de acción muy logradas con carreras de coches, y una Adriana Ugarte que quita el aliento.
Para las jovencitas, Álex González sale sin camiseta luciendo una voluptuosa anatomía (esto ha quedado un poco gay, pero no importa).
Quede claro que me quedo con la Ugarte.
Después de la estupenda Invasor, esperaba esta peli con cierta ansiedad.
Calparsoro ha elaborado un producto comercial. Tal vez equivocado su estreno la misma semana que Iron Man 3.
Dicho todo lo anterior… A mí me ha parecido basura, pura y dura. Es una peli sin alma, hecha con oficio e interés, pero sin nada que contar que no hayamos visto mil veces y sin un solo sentimiento que comunicar.
Espero que tenga éxito en taquilla, siempre se lo deseo al cine español. Pero esto es como comerse una hamburguesa de MCDonald´s de hace tres días, está bien hecha pero es digna solo del cubo de los desperdicios y no del paladar de una persona.