La grabación de este documental arranca en 2013 y se ha terminado el pasado 2018.
En Filmaffinity solo figura como director Gonzalo Visedo.
Coque Malla conversa con diez mujeres artistas y cantan a dúo alguno de sus temas más conocidos.
No soy fan de este actor y músico, aunque como es lógico conozco sus canciones más populares.
Sus invitadas son Ángela Molina, María Rodés, Amparo Valle, Vilma, Laura Gómez Palma, Leonor Watling, Alondra Bentley, Rebeca Jiménez, Anni B. Sweet y Jeanette.
Con ellas reflexiona sobre la relación entre hombres y mujeres, sobre el sexo, sobre el amor…
Lo musical funciona muy bien, en cambio algunas de las conversaciones me parecen intrascendentes, con falta de calado y, en ocasiones, incluso, tópicas.
Hay cierto ejercicio de egocentrismo (no me atrevo a decir que machista) en esta producción de un hombre complementado por diez mujeres.
El documental no consigue mantener siempre mi atención.
Asombroso el parecido de este cantante con mi amigo Borja.
Premios BAFTA: Mejor película de habla no inglesa y guión original
Premio Goya: Mejor música. 7 nominaciones
NBR – Asociación de Críticos Americanos: Mejor Película Extranjera
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor director
Cesar: Mejor película europea
Nominada al David de Donatello: Mejor película extranjera
Premios del Cine Europeo: incluyendo mejor película y director
Nominada a Critics’ Choice Awards: Mejor película de habla no inglesa
Círculo de Críticos de Nueva York: 3 Nominaciones
No es de extrañar que Pedrito esté cabreado con la Academia Española.
Recibe premios en todos los sitios menos en España.
En el 2003 recibió el Goya la estupenda Los lunes al sol. Pero ¿mejor que Hable con ella?
Destaco la labor de Javier Aguirresarobe en la fotografía (perfecta) y de Alberto Iglesias en la música (fascinante).
Almodóvar sabe dar la vuelta a las cosas para que lo más deleznable lo veamos como bueno.
Benigno se beneficia, aprovechando su coma, a Alicia y la deja embarazada.
Dicho así es un horror.
Pero Pedrito nos presenta la bondad del personaje, incluso su candidez, impresionante Javier Cámara, para transformar una violación en un acto de amor.
Porque a Benigno no lo mueve la lujuria, lo mueve el amor.
Se entregó al cuidado de su madre y ahora se dedica en cuerpo y alma al cuidado de Alicia.
Además se relata la unión de dos hombres por la misma desgracia.
Marco y Benigno compartieron butacas en el teatro.
Uno disfruta, el otro llora.
Cuando los dos tienen a sus “novias” en estado vegetativo. Uno habla con ella. El otro es incapaz de disfrutar de la situación.
De nuevo el manchego nos presenta como buena una situación que tiene un punto de patológica.
Los dos además no son queridos por estas mujeres.
Alicia ni siquiera conoce a Benigno.
Lydia ha dejado de quererle y se va a ir con el torero.
Siempre tira más un torero que un escritor.
La historia termina como no podía ser de otra manera.
Lo de Benigno era bonito, pero en este mundo incompresible, eso acaba en tragedia.
Atribuir mérito a los actores en una peli de Almodóbar es algo posiblemente inmerecido.
Pedro dirige hasta el más mínimo detalle de sus actores y si hay excelentes actuaciones son gracias a él y solo a él.
Banderas en el Festival de Málaga de este año, donde recibió la Viznaga de Oro, ante la pregunta de un periodista declaró que no se reconocía en las pelis de Almodóbar.
Hasta tal punto llega el control del director que anula la iniciativa de los actores, dominando cada gesto y cada sentimiento.
El director de Calzada de Calatrava se ha hecho famoso por su trabajo con personajes femeninos, pues aquí las duerme para dar protagonismo a los hombres.
Antes de ver la peli disfrutamos de un montaje, un homenaje al cine, de Bichobola, el primero que realizaron hace diez años.
Como todos los suyos una auténtica maravilla. Con música de Alberto Iglesias, así que venía al pelo.
Los de provincias siempre llevamos mal ir a Madrid.
Este año el festejo de los Premios Feroz se celebraba en el Palacete de los Duques de Pastrana.
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Eso está en Paseo de La Habana.
Imposible aparcar. Todo zona verde para residentes.
Aparco en Chamartín y cojo un taxi.
Desde que salgo de casa y llego al fiestorro dos horas.
Desde el principio mucho ambiente.
Las actrices españolas engalanadas, guapísimas.
Me introduzco entre las mesas y no dejo de ver famosos.
Saludo a varios conocidos.
Las mesas son de nueve comensales.
Me toca una mesa estupenda, al lado de los de la serie Vis a vis y detrás de los de El Caso: crónica de sucesos.
En la mesa más atrás está Alex de la Iglesia y Carolina Bang. Los dos han adelgazado, ella bellísima.
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Sirven bebida, no demasiada, y unos canapiés de tamaño nanométrico.
La comida además de ser de muy reducido tamaño es irreconocible.
Como todo lo que puedo, porque las perspectivas son de pasar mucho hambre.
A las nueve en punto comienza la gala.
Nos presentamos los de mi mesa.
Hay dos chicas periodistas muy jóvenes, otros dos más veteranos y cuatro directivos de una empresa de avalistas de producciones cinematográficas.
El que está a mi izquierda me explica que para que los bancos den pasta para hacer una peli ellos la avalan, cobrando una comisión supongo. Porque sin aval los bancos no sueltan el parné.
La gala comienza con un monólogo de Antoñito de la Torre, encargado de la presentación.
Nos reímos mucho, sobre todo con el comentario a las dos protagonistas de Julieta, Emma Suárez y Adriana Ugarte.
Ya sabéis que las dos interpretan a Julieta en la peli de Almodóvar. Una hace de mayor y la otra de joven. No compartieron ni un minuto de rodaje, pero salieron discutiendo notoriamente de una entrevista de promoción.
Por la cara que pusieron, no les gustó un pelo el comentario de Antoñito.
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Los agradecimientos en general demasiado largos.
Los premiados aprovechan su momento de gloria para mencionar a toda la familia y a conocidos de cuando eran pequeños y veraneaban en Benidorm.
Cuando ya se sobraban les ponían una música que iba aumentando de volumen y le bajaban el micro, pero algunos insistían y seguían y seguían.
Destacar el mal perder de algunos no premiados.
A mí lado estaba la mesa de la serie Vis a vis.
Ni Najwa Nimri, ni Alba Flores fueron galardonadas como actrices de series. Las dos pusieron cara de defunción y se fueron antes que terminara la gala, visiblemente contrariadas.
Mira que caretos y era antes de los no premios.
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En cambio su compañera, la malagueña Maggie Civantos aguantó el tipo y estuvo muy simpática.
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El Feroz de Honor fue para el enorme Narciso Ibáñez Serrador, uno de los grandes del cine y la tele del siglo pasado.
Muy adecuada su elección al ser este año el de incorporación a los premios las series de televisión.
La presentación estuvo a cargo de Álex de la Iglesia, un discípulo aventajado.
A pesar de estar muy mayor se mostró gracioso y aseguró que volverá a rodar con los jóvenes actores que veía por la gala y que no conocía.
Insistió en ponerse de pie, ayudado por su hijo.
La ovación fue muy larga con todos puestos en pie.
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Este año el discurso del presidente de la Asociación de Informadores Cinematográficos, Pedro Vallin, fue breve y acertado.
Nos invitó a ser rebeldes como la Princesa Leia y a ser prudentes y no destrozar con nuestras críticas el trabajo y la ilusión de los cineastas.
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El chanante Julián López presentó tres premios: tráiler, cartel y música.
Protagonizó un tráiler alternativo de Julieta.
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Se mofó de la escasa importancia de los premios a los que iba a nombrar.
Paradójicamente Gabriel Moreno que recibió el premio al mejor cartel por El hombre de las mil caras lo agradeció visiblemente emocionado.
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Leonor Watling, Eduardo Noriega y Bárbara Lennie tuvieron unas palabras para Bimba Bosé que había fallecido por cáncer de mama ese mismo día.
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También hubo un recuerdo a Rikar Gil, uno de los creadores de El Ministerio del Tiempo, fallecido por accidente de moto el día anterior.
La lista de premiados:
Mejor película dramática: Tarde para la ira
Mejor comedia: Kiki el amor se hace
Mejor dirección: Raúl Arévalo (Tarde para la ira)
Mejor L´Oreal Professionnel a mejor actriz protagonista: Bárbara Lennie (María y los demás)
Mejor actor protagonista: Roberto Álamo (Que Dios nos perdone)
Mejor actriz de reparto: Ruth Díaz (Tarde para la ira)
Mejor actor de reparto: Manolo Solo (Tarde para la ira)
Mejor guion: David Pulido y Raúl Arévalo (Tarde para la ira)
Mejor música original: Fernando Velázquez (Un monstruo viene a verme)
Mejor tráiler: Rafa Martínez (Kiki, el amor se hace)
Mejor cartel: Gabriel Moreno (El hombre de las mil caras)
Mejor serie dramática: El ministerio del tiempo
Mejor serie de comedia: Paquita Salas
Mejor actriz protagonista de tv: Aura Garrido (El ministerio del tiempo)
Mejor actor protagonista de tv: Brays Efe (Paquita Salas)
Mejor actriz de reparto de tv: Belén Cuesta (Paquita Salas)
Mejor actor de reparto de tv: Ex Aequo para Hugo Silva (El ministerio del tiempo) y José Sacristán (Velvet)
Tarde para la ira de Raúl Arévalo fue la gran triunfadora de la noche con cinco feroces (actriz de reparto, actor de reparto, guión, dirección y mejor película dramática).
Mi película favorita y de más críticos. Me alegré una barbaridad con todos los premios.
Arévalo muy agradecido y emocionado.
Especialmente acertado estuvo en su intervención el guionista premiado David Pulido.
Agradeció el apoyo de la crítica que ha sido fundamental para la progresión de la película.
Me cayó fenomenal, un personaje con la cabeza bien amueblada y que brevemente nos trasladó lo que quería expresar.
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Javier Ambrossi y Javier Calvo, los creadores de Paquita Salas, fueron otros de los triunfadores de la noche.
Esta webserie fue la sorpresa de la noche. Yo ni siquiera sabía de su existencia.
Se fue con tres de los grandes premios en series.
Recibieron alborozados estos galardones. Muy simpáticos.
Con unas ganas terribles de ver a esta Paquita.
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Paco León, con su peli Kiki, el amor se hace, agradeció a los Feroz que haya un premio a la mejor comedia, de esa manera él se puede llevar uno a su casa.
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Una de las más guapas, Natalia de Molina, por la que siento devoción.
Cortometraje de la película Paris Je t’aime (2006) dirigido por el canadiense Vincenzo Natali en el que un joven turista (Elija Wood) se encuentra con una extraña vampiresa (Olga Kurylenko) en un barrio de París.
Con una fotografía fascinante y con una sangre roja tan atrayente, la bellísima Olga Kurylenko se apiada del joven Elija Wood.
Ya sabéis que hay besos recatados, en los labios, con lengua y (los que aquí se dan) con sangre.
Yo no los he probado, pero por lo felices que se les ve, parecen estupendos.
Menos mal que se trata de una producción británica. No la podemos incluir dentro de las pelis españolas de las que gusta calificar al Ministro Montoro. ¡Que se la coman los británicos!
Parece mentira que la Isabel Coixet que dirigió La vida sin mí o Ayer no termina nunca haya perpetrado este infumable producto.
Tengo respeto y admiración por esta directora por lo que voy a intentar ser prudente.
Mi otro yo es una mezcla de thriller psicológico y drama familiar.
Su protagonista es Sophie Turner, conocida como Sansa Stark en Juego de Tronos. Sus capacidades interpretativas, por el momento, son bastante limitadas.
Mi otro yo es un producto rutinario, lleno de tópicos, cayendo, en ocasiones, en el melodrama barato, sin el más mínimo interés.
Hecho con desgana y con una ausencia absoluta de convicción.
Las escenas se intercalan con planos de árboles y cielo, con la vana pretensión de dar un tono poético, solo consigue distraer del relato, lo que resulta de agradecer.
Hasta ahora he sido diplomático, incluso sutil.
De aquí en adelante me desato, aunque brevemente.
Producto insufrible, aburrido, insoportable y ridículo. Peor incluso que Tokarev con el nefasto Nicolas Gage. Me dieron ganas de abandonar la sala.
Como estaba solo en el cine podía gritar de vez en cuando: ¡¡¡No más, por favor!!!
Título original: THE FOOD GUIDE TO LOVE
País: España, Irlanda, Francia
Productora: Tornasol Films, Parallel Films, Haut&CourtDistribution, Fox International Productions
Director: Teresa de Pelegri, Dominic Harari
Guión: Teresa de Pelegrí, DominicHarari, Eugene O’Brien
Reparto: Richard Coyle, Leonor Watling, Ginés García Millán, Simon Delaney, Lorcan Cranitch, Bronagh Gallagher, GerRyan David Wilmot
Se trata de una comedia romántico-gastronómica.
Sigue los esquemas clásicos de este género aderezado con las diferentes maneras de entender la vida representadas en la comida.
Con momentos francamente divertidos se sustenta en la buena química entre sus protagonistas, una Leonor Watling maravillosa y el actor irlandés Richard Coyle.
Comparto la mofa hacia los ecologistas/vegetarianos que actúan como una secta intentando convencer a todo el mundo que no comer carne es lo mejor. Son como los que tienen la Termomix que se creen superiores.
A mí los veganos me parecen fenomenal pero por favor ¿porqué no me dejan comer lo que yo quiera?
Esto lo comparto enteramente con el protagonista de esta comedia.
Hay culturas en el mundo que mantienen alimentaciones diferentes. No hay ninguna que sea totalmente vegetariana y en cambio sí la hay que coma solo alimentos animales y nada de vegetales, son los esquimales y se crían muy sanicos.
Las dos dietas que se han demostrado más saludables son la china y la mediterránea.
Me he vuelto a ir por las ramas, pido sinceramente perdón.
Volviendo a la peli. Tal vez no aporte nada nuevo a este género pero es una peli bien hecha, entretenida y con algún episodio brillante como la muerte del padre que le sirve a Oliver para comprender en qué consiste el amor para toda la vida, y no digo más.
Hay una contraposición entre las tapas españolas, ricas, variopintas y llenas de color y el guiso de salchichas con patatas cocidas típicamente dublinés, un auténtico asquito.
El citado Silvestre adquiere un tono de chulo de discoteca que le viene que ni pintado para el papel. Me cabe la duda que sea su aspecto habitual y no caracterización para el personaje.
En cambio la maravillosa Leonor sabe hacer convincente su papel de jueza seriota entregada a su trabajo que se deja arrastrar por los placeres del sexo llevada por el profesional en la materia.
Barroso no acierta en esta ocasión. La fotografía es adecuada y el ritmo de la peli no es malo, pero me quedo con ganas que nos cuente más de la trama de investigación y me sobran los encuentros supuestamente de alto contenido erótico. La peli hubiera ganado si el crimen que se dilucida hubiera tenido más presencia.
Un intento fallido de obtener un éxito comercial. Lo único que vale la pena es la presencia de la extraordinaria Watling una actriz que por si sola no consigue salvar esta producción.