Reparto: Daniel MacPherson
Grace Huang
Luke Hemsworth
Guión:
Shane Abbess, Brian Cachia
Duración: 110 min.
Sección: Oficial Fantástico
Peli australiana mezcla de cine de acción, con muchachotes fornidos y bien constituidos, y ciencia ficción.
Llena de tópicos y de elementos ya vistos que no aporta nada al género.
Encima resulta tediosa y aburrida.
110 minutos interminables.
Cuando ya parece que ha terminado y sientes un repentino estado de bienestar, te das cuenta que hay un largo epílogo que te invita al uso de drogas para olvidar esta ficción.
Algunos momentos dramáticos despertaron risas en la sala. Yo estaba de bastante mala leche y no me dio por reír.
Al final de la proyección hubo quien aplaudió. Yo no.
Este corto ya lo había visto previamente por vimeo, me lo había pasado mi amiga Eva Calleja.
Lo vuelvo a ver en el NOCTURNA 2015 (Madrid International Fantastic Film Festival)
Iván Mena Tinoco dirige este corto de 15 minutos.
Aunque se trata de una producción independiente cuenta con medios de gran apuesta cinematográfica.
De una factura técnica perfecta en el sonido (con 160 profesionales), en los efectos especiales (con 60 artistas) y en el rodaje (con más de 60 personas).
Contada a modo de cuento con toques de sueño y, en ocasiones pesadilla, nos introduce en una historia laberíntica, que habla del afán de superación ante la adversidad.
Con una realización fascinante que impide parpadear, que abruma y desconcierta y te lleva por caminos de emociones muy intensos.
Me ha sabido a poco.
Cuando termina te quedas con la sensación que necesitas más.
A través del espejo es una apuesta arriesgada, pero que supera con sobresaliente del reto que ella misma se plantea.
Raquel Salillas con su simpatía habitual nos presenta este corto documental sobre el FESCIGU.
De formato sencillo trasmite muy bien el entusiasmo de los colaboradores, que desinteresadamente, hacen posible el Festival.
Las intervenciones de la mayoría muy divertidas.
Después se realizó una mesa redonda con Pedro Solís, director de los cortometrajes La bruxa (2010) y Cuerdas (2013); Luis Moreno, director del Festival de Cine Solidario de Guadalajara; Elvira Ongil, cortometrajista y miembro de la asociación cultural Contrapicado Films; e Isra Calzado López, productor, realizador audiovisual y expresidente de Baidefeis Producciones. La propia Raquel Salillas moderó el debate.
Las conclusiones que saqué después de oír a los contertulios son un poco desesperanzadoras.
A día de hoy el FESCIGU no tiene ni un duro para seguir adelante y tiene que confiar en los aficionados al cine que colaboren en la campaña de crowdfunding que se ha puesto en marcha.
Se supone que habrá algún patrocinador y que el patronato de Cultura del Ayuntamiento suelte algo de pasta.
Es descorazonador pensar que si el FESCIFU 2015 sale a delante es por el tesón y el esfuerzo titánico de un grupo de incondicionales del cine.
El Ayuntamiento de Guadalajara y más aún la Diputación y el Gobierno de la Comunidad, se mantienen ajenos a esta apuesta cultural.
El FESCIGU a pesar de todo goza de buena salud. La selección de cortos es estupenda y se han visto, estos años atrás, los que luego serían premiados en los Goya.
El mayor éxito es el apoyo del público que en los últimos años ha llenado el aforo del Auditorio Buero Vallejo.
Voy a hacer comparaciones.
ALCINE, el Festival de Cine de Alcalá de Henares, se celebra en el Teatro Salón Cervantes que cuenta con unas doscientas localidades y en su cuadragésima edición, a la que asistí, no se solía llenar. El Ayuntamiento aporta unos 300.000 euros.
El FESCIGU, el año pasado llenó el Buero Vallejo, que cuenta con unas mil localidades. El Ayuntamiento aportó 20.000 euros.
Nuestro Festival ha ido cogiendo fama y empuje, podría ser un impulso económico para la ciudad si contara con más apoyo en publicidad e institucional.
No sé como dos años después vuelvo a cometer el mismo error.
Decididamente soy un tarado.
Esta Aún más alto se acierta con el título. Da al espectador más arriba, en la cabeza.
La primera era como una patada en las tripas. Ésta es como una patada en la boca.
Al parecer tuvo éxito es los USA y eso decidió a los productores a hacer una secuela.
Es una peli de las que llamaríamos girls comedy.
Los personajes de estas muchachas siguen unos estereotipos ya definidos. Está la lista, la guapa, la gordita graciosa, la chicana, la asiática, la lésbica…
Así se congracia con todo tipo de jóvenes.
Con un desarrollo pueril, alejado de la realidad, solo algún golpe cómico más subido de tono rompe con la monotonía.
Salvo los números musicales, por mi condescendencia natural con estas cuestiones.
La directora Elizabeth Banks, también interviene en la peli como actriz. No me cae mal.
Me olvidaba hablar de su protagonista la sosa Anna Kendrick. La actriz(?) no tiene ni el más mínimo carisma y encima parece desganada. Colabora eficazmente a que esto sea un rotundo fracaso.
Sean Penn tiene un prestigio demostrado y una valía y solvencia profesionales fuera de toda duda.
Lo esperable es que una peli protagonizada y producida por él tenga un marchamo de calidad.
Mi decepción ha sido máxima.
No me podía esperar tal desastre.
Una peli mal dirigida, mal interpretada, con una trama entre delirante y cómica.
Javier Bardem perpetra un personaje imposible. Una caricatura del buen actor que un día fue, y tal vez, siga siendo.
Su desarrollo no solo resulta insoportable sino que se va degradando paulatinamente para terminar siendo ridículamente desternillante.
Se supone que están en Barcelona en una corrida de toros (¡!). Es claramente la Plaza de Toros de Las Ventas. Yo soy capaz de identificarla, pero por si hubiera dudas aparece la bandera de la Comunidad de Madrid de un tamaño respetable.
Este final resulta tan grotesco, tan imposible, tan penoso que tuve, por momentos, ganas de vomitar, pero me controlé y comprendí que era mejor encontrarle el lado cómico.
Es una peli insultantemente penosa. Un producto de cuarta fila que degrada a todos los que han intervenido o colaborado.
Querido Sean Penn: no se puede caer más bajo.
La verdad es que sí se puede: haciendo una secuela.
Ya tardaba. Todos me habían hablado elogiosamente de ella.
Comedia con momentos dramáticos que ensalza los valores familiares y reivindica la no discapacidad de los sordos.
Sabe llegar a tocar esa tecla de la emoción, que yo tengo bastante al descubierto.
Pensada para agradar, para que nadie le pueda reprochar nada.
Con un tono, a veces caricaturesco, que no llega a la astracanada y que no llega a chirriar, aunque le anda cerca.
Hay dos elementos que me han parecido sobresalientes.
La música. Estupendos los temas de canción francesa que admiro. Un deleite.
La jovencísima actriz protagonista, Louane Emera, una chica maravillosa en su interpretación y con una personalidad embriagadora. Una auténtico descubrimiento.
Lloré como una Magdalena oyendo Je vais t’aimer ( de Eric Elmosnino).
Lo mejor del cine francés que he visto últimamente.
Acudimos Elena y yo a ver esta peli. Estaba seguro que saldría satisfecha.
Un folletín de un amor imposible entre un oficial alemán en la ocupación de Francia, con una chica bien con el marido en el frente.
Podría haber tenido el acierto de retratar la guerra desde el punto de vista de dos mujeres que padecen la ocupación de su país y de su casa.
Pero estas dos son de clase social alta y no sufren penurias. En realidad las hacen padecer a sus arrendatarios de los que abusan.
La historia no está mal contada, los actores están aceptables, la ambientación es muy buena. Al fin y al cabo es una producción británica.
Pero algo no termina de funcionar. Tal vez haya sido incapaz de empatizar con los personajes y encuentre el relato superficial que intenta estar lleno de momentos (falsamente) dramáticos.
Michelle Williams no sale guapa (tal vez, no lo sea), pone cara de padecer meteorismo durante todo el metraje.
Kristin Scott Thomas está superseca, parece que le hayan metido un palo por el culo. Esta bellísima actriz, creo que está envejeciendo muy mal. Por cierto, no pude evitar imaginar que nuestra reina Letizia puede adquirir este aspecto dentro de unos años.
Leyendo los créditos del final de la peli (cosa que nadie hace, ya lo sé) vi que participaba Margot Robbie.
No la había reconocido.
Cuando llego a casa compruebo que es la francesa que confraterniza con los ocupantes alemanes.
Hace de guarrona, como no podía ser de otra manera.
Magnífica su caracterización.
Os pongo dos fotos como curiosidad.
A la peli le falta garra, más crítica, demasiado pastelón.
Se trata de una comedia negra con un humor muy británico y también muy alocada.
Hay una crítica a la aristocracia y una especie de venganza al cargarse a ocho de sus miembros en la peli.
Con una fotografía en blanco y negro magnífica y con unos planos muy estudiados.
Alec Guinness interpreta ocho papeles secundarios diferentes de la familia D’Ascoyne, incluido el de Lady Ágata.
Los dos personajes femeninos que aparecen en la peli son totalmente contrapuestos.
Sibella es ambiciosa, egoísta, manipuladora, adúltera y lleva unos sombreros imposibles. Es la mujer fatal de la peli, la que incita al personaje de Louis a la perdición.
Una peli muy divertida muy british, pero con muy mala leche.
Ha sido un placer volverla a ver y además en tan estupenda compañía.
Le sobra voz en off, varias veces absolutamente innecesaria.
Os cuento un par de anécdotas.
Cuando Guinness, interpretando al Almirante, se hunde con su barco, fue atado para que al subir el nivel del agua se mantuviera de pie y no flotara.
Cuando el agua le cubrió la cabeza se dieron cuenta que habían olvidado idear un sistema para soltarlo en ese momento.
Alec pasó un mal rato hasta que lo liberaron.
Cuando interpreta a Lady Ágata en el globo, Guinness no se sentía muy seguro.
Pidió un seguro de vida muy elevado pero la productora Ealing Studios, famosa por su tacañería, se negó.
Por lo que Alec no accedió a volar a más de 15 pies de altura y a salir en la toma en la que el globo caía.
Se eligió a un especialista belga que se disfrazó de la lady para salir en esa toma.
Un belga disfrazado de la mujer que interpretaba Guinness.
Hay una escena en la que salen seis miembros de la familia D’Ascoyne juntos, es decir Guinness por seis.
Esta escena tardó en rodarse dos días.
Se colocaron seis figura de cartón para cada uno de los personajes y la cámara rodó seis veces la escena con Alec poniendo su cabeza en cada sitio alternativamente.
El encargado de la cámara no durmió para vigilar que nada se moviera.
Delante de la cámara se colocaron cinco pantallas negras y una de vidrio que iban cambiando según el personaje que se filmara.
La peli se rodó, en parte, en el Castillo de Leeds en Kent, Inglaterra, la vivienda de esta familia.
En USA el Código Hays obligó agregar un epílogo diciendo que fue condenado por sus crímenes, en aquella época no se consentía que ningún delito quedara impune.
Su final está considerado uno de los mejores de la historia del cine.
A pesar de interpretar a un montón de secundarios la profesionalidad de Guinness fue ejemplar.
Hizo una profunda amistad con el director, Robert Hamer, que duró toda su vida.
Leo casi cincuenta críticas sobre este producto. Todas elogiosas, pero me encuentro con una nota discrepante. Como no podía ser de otra manera es Carlos Boyero, que escribe:
“Algunos disfrutarán un montón en ese universo violento y vertiginoso. Y otros se sentirán saturados de un mecanismo previsible, en el que los guionistas no han tenido que exprimirse mucho el cerebro”
Mad Max es un torbellino trepidante, apabullante de acción.
En esta aventura desesperada hay algo (mucho) de fascinante. Algún resorte cerebral es tocado para que lo que podría causar hastío ocasione interés desmedido.
Esta locura futurista nos sumerge en la distopia de un mundo de infierno, de demonio y de carne sucia.
Mad Max es un western que se desarrolla en las praderas de Monument Valley. Con una diligencia llena de mujeres que huyen de estos nuevos indios, de la sinrazón y de la injusticia.
Pero este western es más duro, menos romántico, aunque posee ese halo de lirismo que impregnaba este género en los cuarenta y cincuenta.
Que esta peli se haya convertido en un clásico desde su estreno tiene que ver mucho con la interpretación de sus protagonistas.
Tom Hardy, como héroe de acción, pero no superhéroe, que sufre y padece, capaz de encontrar esperanza donde ya no la había.
Pero la que trasciende de verdad es Charlize Theron que ejecuta una interpretación sentida, atrayente, magnética. Tan física como emocional.
Leviatán es una bestia marina del Antiguo Testamento, a menudo asociada con Satanás, creada por Dios. Se describe en el Génesis.
El término Leviatán ha sido reutilizado en numerosas ocasiones como sinónimo, hoy en día, de gran monstruo o criatura.
En la Rusia actual, postcomunista y postcapitalista neoliberal, subyace un Laviatán de corrupción en una sociedad enferma, alcoholizada y despiadadamente cruel con los pobres donde se adora el Becerro de Oro del dinero como único dios.
(Estoy muy satisfecho de la frase anterior. Parezco un intelectual, sesudo analista de la realidad mundial).
Mi amigo Daniel al terminar la peli comentó:
– “No pasa nada, pero pasa lento”.
Hay mucho de verdad en ello. El argumento no está mal construido y puede ser interesante, pero hay momentos que rozan lo insoportable.
En contraposición hay escenas muy bien planteadas, precisamente cuando se usa la elipsis y el fuera de cámara la peli mejora.
Sugiero un montaje alternativo de 90 minutos.
Hubiera estado bien haber puesto al final de la peli:
Para la realización de este film se han fumado 350 cartones de tabaco y se han bebido 7.853 metros cúbicos de vozka.
Los 141 minutos de peli se me hicieron muy largos y reconozco que pegué alguna cabezada. Cuando despertaba consultaba con mis amigos y compañeros de Cine Club Alcarreño si había pasado algo de interés y me decían que podía seguir durmiendo.
Estaba en la Tienda de Javi comprando mis revistas de cine cuando veo esta peli editada en DVD para La Razón por solo un euro. Decido comprarla.
De John Sayles guardo muy buen recuerdo de Lone Star.
Silver City es un thriller político.
Cuenta la campaña electoral a Gobernador del Estado de Colorado del candidato del Partido Republicano.
Un investigador, antiguo periodista, comienza a tirar del hilo para desenmarañar el ovillo.
Hay empresarios y políticos corruptos, especulación inmobiliaria, inmigración, explotación de trabajadores… Cuando un periódico molesta lo compra el complejo empresarial al que criticaba y listo.
La peli está muy bien contada, con un nivel de interés creciente.
Los buenos son perdedores, los ganadores son los corrompidos.
Pero éstas son cosas que pasan en los USA, aquí en España es diferente.
En plena campaña de municipales y autonómicas no pude elegir una peli más adecuada.
Me voy a poner a meditar un ratillo.
Otro día os hablaré de Javi, toda una institución en Azuqueca.
Tengo la suerte de ver esta peli en Taller de Cine de Azuqueca de Henares y de compartirla con mis compañeros.
Es considerada el prototipo de las llamadasscrewball comedy, comedias alocadas con un humor absurdo, sofisticadas, también llamadas de teléfonos blancos.
Se trata, tal vez, de la comedia más loca jamás filmada.
Pero si arañamos un poco en la superficie veremos una interesante sátira social.
El código Hays se comenzó a aplicar en 1934. La censura siempre aviva el ingenio.
En el 38, cuando se estrenó esta peli aún persistía la Gran Depresión y el pueblo norteamericano estaba ávido de comedias.
La fiera de mi niña reúne dos condiciones. Por un lado el escapismo de la diversión y por otro la crítica de esa sociedad. La comedia siempre ha servido para esconder análisis duros.
A pesar de ello, no tuvo éxito, pero los años la han convertido en una peli de culto.
En esta película veremos una sátira de las clases altas, la caricaturización igualmente intencional de profesiones “elevadas” como la psquiatría o la policía, un rechazo al matrimonio, una sarcástica interpretación del cortejo humano y una clarísima visión del hombre como el sexo débil y la mujer como una arrolladora creación de la naturaleza.
Impresiona contemplar a Katharine Hepburn como una fuerza casi devastadora, interpretando sus diálogos a una velocidad de vértigo. Detestándola y adorándola al mismo tiempo por su ímpetu, su actitud manipuladora y su encanto personal.
Cary Grant, uno de los mejores actores de la historia del cine, es un muñeco ante la potencia de su compañera-contrincante.
Durante unos minutos después de la proyección comentamos la peli. Siempre aprendo mucho de mis compañeros.
Ignacio apuntaba, con humor, que en la peli había un matriarcado. Efectivamente las tres mujeres que aparecen son dominadoras.
La novia que le deja bien claras las cosas al pobre Cary Grant.
La enredadora Katharine Hepburn que lo manipula hasta salirse con la suya.
La tía, interpretada por May Robson, que es la que tiene la pasta.
Los hombres son comparsas en esta peli donde las dominadoras son las mujeres.
La profesora Ana planteaba un aspecto interesante. El David de La fiera de mi niña podría padecer Síndrome de Asperger.
Efectivamente el personaje de Cary Grant sufre cierta incapacidad de empatizar, con dificultad en las relaciones personales, con buen nivel intelectual.
Howard Hawks no podía conocer esta patología que fue descrita cuando yo terminaba la carrera en 1981 por la psicóloga Lorna Wing.
¡Qué nivel Maribel!
De Hawks, uno de los grandes directores de la historia del cine, no voy a comentar nada, pero es uno de mis preferidos.
Frases estelares
– Su pelota de golf, su coche… ¿pero hay algo en el mundo que no le pertenezca?
– Sí, y a Dios gracias, usted.
– El único modo que tiene para que yo siga alguna de sus sugerencias es que sostenga un objeto brillante ante mis ojos y me hipnotice.
– Me caso.
– ¿Y para qué?
– En los momentos de paz reconozco que me he sentido atraído por usted. Lo malo es que no ha habido un solo momento de paz desde que la conocí.
– Todo se arreglará, David.
– Cállese. Cada vez que dice “todo se arreglará”, algo malo ocurre.
Anécdotas y curiosidades.
La censura llegó a interpretar que el entierro de un hueso por parte del perro era una metáfora de la pérdida de masculinidad del personaje principal.
El título original, Bringing Up, Baby es un juego de palabras que alude tanto al leopardo conductor de la trama como a los protagonistas, concretamente al personaje de Cary Grant, aunque el título en español apunta al de Katherine Hepburn.
La traducción podría ser desde “educando al bebé”, a “persuadir, conducir, llevar, exponer, provocar“.
Asimismo, la canción que supuestamente “calma” y “atrae” a la fiera, I Can’t Give You Everything But Love, “no puedo darte nada más que amor”, también lleva implícito un significativo mensaje.
La película fue un auténtico descalabro comercial que ratificó el apodo de Katherine Hepburn de “veneno para la taquilla” y se saldó con el pago por parte de la actriz para rescindir su contrato con RKO y el mismísimo despido de Hawks por parte de la productora.
El propio Hawks, que aún no era consciente de su carácter adelantado y que sería el consagrado pionero de todo un género de comedia, llegó admitir su fracaso y dijo:
“El problema es que los personajes se comportan todos de forma demasiado alocada, sin que exista ningún personaje normal para compensar”.
Hepburn, que a su vez admitió sentirse decepcionada tras el visionado de la cinta, se retiraría a Broadway para interpretar Historias de Filadelfia, obra que posteriormente se llevaría al cine y la consagraría como actriz.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la película fue ganando atención hasta convertirse en un clásico de la comedia, considerada una de las cien mejores películas (American Film Institute, 1997).
El director, Howard Hawks, que pasaría a la historia del cine por imprimir a sus cintas un ritmo frenético, decía que sus películas eran un veinte por ciento más rápidas que las del resto de directores.
“Tengo diez mandamientos para hacer una película. Los nueve primeros son: ¡no aburrir!”.
Gran parte del mérito del guión de ésta y otras películas del cineasta es atribuible a su genialidad como escritor, que nunca trascendía a los créditos por su deseo explícito de evitar polémicas de autoría. De hecho, fue el responsable de la mayor parte de las escenas y del presupuesto original, y decidió que gran parte del rodaje fuera una serie de improvisaciones interpretativas.
Los guionistas, Hagar Wilde y Dudley Nichols, se enamoraron mientras escribían el guión para la película y esa conexión haría que se sintieran lo bastante inspirados para escribir más de doscientas páginas, que habrían supuesto tres horas y veinte minutos de metraje. Obviamente, y por desgracia, hubo que recortar.
Era la segunda vez que Cary Grant y Katherine Hepburn trabajaban juntos, y la química y la complicidad entre ambos fue inmediata.
Ya habían coincidido enLa gran aventura de SilviaScarlett, de George Cukor, y volverían a aparecer juntos en otras divertidas comedias como Vivir para gozar e Historias de Filadelfia, del mismo director, dos años después.
A partir de ahí la pareja se convertiría en uno de los pilares de la comedia estadounidense.
Por aquel entonces, Grant ya tenía 34 años y temía no llegar a convertirse jamás en un estrella, a diferencia de otros actores altamente reconocidos a esa edad, y a Hepburn, por su parte, la perseguían la sombra del fiasco comercial de todas sus películas y el aura de diva de los dramones desde Mujercitas, algo que le horrorizaba.
En 1964, Hawks intentaría una suerte de remake de la película con Su juego favorito, cambiando el escenario y la profesión del personaje principal, Rock Hudson.
La respuesta de David a la tía Elizabeth preguntándole por qué él está usando la bata de la mujer :
“¡Porque me he hecho gay, de repente!“.
Es considerada la primera vez que se uso la palabra “gay” en su sentido más actual (a diferencia de su significado arcaico de “feliz, sin preocupaciones“).
Los censores no están familiarizados con el término, y asumieron que se le daba el valor anterior.
La escena de la rotura del vestido, en la que David camina detrás de Susan para evitar que esta haga públicas sus posaderas, está basada en una anécdota real que el propio Grant vivió en primera persona, en el Roxy Theater.
Al levantarse, el actor enganchó accidentalmente la cremallera de su pantalón en el vestido de la mujer que tenía delante y tuvo que caminar detrás de ella para evitar que la prenda se rompiera.
Hawks decidió incluir la anécdota en el guión después de que el actor se la contara.
Cary Grant, a diferencia de Katherine Hepburn, que estaba encantada con el leopardo, se negó a rodar cualquier escena que implicara un acercamiento excesivo al animal, que lo tenía completamente aterrorizado.
De hecho, algunas escenas tuvieron que rodarse con un leopardo de peluche.
A pesar de ello, el actor no utilizó dobles, ni siquiera en la espectacular acrobacia final de la película.
El personaje de David Huxley está basado en el famoso cómico y estrella del cine mudo Harold Lloyd.
Hawks le pidió a Grant que se inspirara en su personaje, extraordinariamente tímido, para interpretar al apocado paleontólogo.
El carácter bromista de Hepburn sacaba de quicio a Hawks, que era un hombre serio, con un conocido mal genio y un temperamento difícil.
La actriz se pasaba el día haciendo gestos y muecas supuestamente graciosas, y el director intentaba convencerla sin éxito de que la comedia era un género muy serio basado en la naturalidad.
Para ayudarla a entenderlo, contrató a un equipo completo de actores veteranos del vodevil.
No hay partitura musical para la película, con la excepción de los títulos de apertura y finales.
Se habló que Katharine Hepburn y John Ford habían tenido un romance durante el rodaje de la peli. Está comprobado que la Hepburn pasó unos días en el yate del director de pelis del Oeste, pero también es seguro que estaba su esposa.
En una pausa en el rodaje, Hawks le pidió a su ayudante que mandara a todo el equipo sentarse y observar en silencio a la inagotable y charlatana actriz, para ver si de ese modo dejaba de hablar y podían seguir filmando.
Cuando, pasado un tiempo, ella se dio cuenta y preguntó a qué estaban esperando, el director contestó:
“A que el loro se calle“.
Todos se echaron a reír y Kate, muy molesta, lo llevó aparte y le dijo, señalando a los técnicos:
“Howard, todas estas personas son amigas mías. Si dices cosas así sobre mí, podrías tener algún problema“.
Hawks se dirigió entonces a un electricista que estaba colocando un foco y le preguntó:
“Edie, si tuviese la oportunidad de dejar caer ese foco sobre la señorita Hepburn o sobre mí, ¿a quién de los dos escogería?”.
Y la respuesta del hombre fue:
“¡Apártese Sr. Hawks!“.
Os pongo estas declaraciones que Hepburn hizo en su biografía, a propósito de la película:
Este guión era bueno. Cary Grant estuvo maravilloso. Y yo también estuve bien. Y en cuanto al leopardo, excelente.
Cary siempre se había negado a trabajar con el leopardo. No le gustaba nada.
Una vez, para atormentarle, le tiramos un leopardo de peluche por el ventiladero superior de su camerino. ¡Salió de allí como un rayo!
En esta película estuvo graciosísimo. Reíamos de la mañana a la noche.
Hawks también era divertido. Por lo general llegaba tarde al trabajo. Cary y yo siempre llegábamos temprano. Todo el mundo aportó alguna contribución al guión.
Debo agregar que yo no tenía cerebro suficiente para que me asustara el leopardo, así que hice un montón de escenas con el bicho suelto por ahí.
Olga Celeste, la domadora, empuñaba un gran látigo. Estábamos detrás de una jaula: Olga, el leopardo y yo. Nadie más.
Teníamos la jaula para nosotras solas. La cámara y el sonido estaban disimulados en los agujeros de la cerca.
En mi primera escena yo aparecía vestida con una bata vaporosa y caminaba de acá para allá; hablaba frenéticamente por teléfono, con un cable muy largo. El leopardo me seguía, embistiendo mi muslo que habían impregnado de perfume. Yo le palmeaba la cabeza. La escena iba muy bien.
Después me puse un vestido largo hasta la rodilla, con pesos en el bajo de la falda, cubiertos con piezas de metal, para que se balanceara graciosamente. Pero… un gran pero: di una vuelta rápida y el leopardo me saltó a la espalda. Olga tuvo que darle un latigazo en la cabeza. Éste fue el final de mi libertad con el leopardo.
Más que interesarnos la peli queríamos conocer el nuevo cine de Azuqueca de Henares.
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Es una sala con 160 butacas con un nivel equiparable a cualquier sala comercial de multicines.
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Está emplazada en lo que, al parecer, se llama EJE, Espacio Juvenil Europeo.
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Después de ver la peli a la sala le doy una nota muy alta. Imagen perfecta, aunque estés en las primeras filas, sonido muy adecuado, sin estridencias. El público regular, incluida Elena, que no dejaba de hacer comentarios. Queridos: esto no es el salón de vuestra casa, hay que estar calladicos. Los comentarios para el final.
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Vamos con la peli.
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Mr. Turner es el retrato de la persona y del artista. Pintor británico que falleció a mediados de siglo XIX.
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Timothy Spall compone un personaje de manera perfecta, toda una clase magistral de interpretación.
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Nos presenta a la persona llena de imperfecciones, de contradicciones, de energía. Capaz de la más bella frase y del acto más animal. Que habla citando a los clásicos y haciendo referencias a la mitología o emite gruñidos en diferentes tonos, cual porcino.
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Nos da la imagen del pintor que no para de buscar inspiración en la vida y que tiene ese punto de genialidad que le hace ser un artista con mayúsculas.
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Afortunadamente su director, Mike Leigh, huye de ofrecernos una biografía pormenorizada de su vida y nos muestra con trazo grueso, como los del pintor, la vida y la manera de ser de este personaje único.
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Hay una perfección técnica en todo muy british, que le da un tono de calidad y cierta frialdad, que a mí no me ha molestado.
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La composición de la fotografía es excepcional, con unos encuadres perfectos, medidos, fascinantes. Hay mucho de pintura en el desarrollo de la peli.
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Una peli estupenda.
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Tanto a Elena como a mí las dos horas y media se nos pasaron volando.
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Espero que esta sala la podamos aprovechar todos los jueves para el Taller de Cine de Azuqueca. Sería la caña.
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Mejor imposible: buen continente en un buen contenido.
Es una pena. La idea de hacer una peli con canciones ochenteras que a todos los de mi edad, al menos, nos suenan, es estupenda.
Tienes las canciones, pones unas coreografías molonas y haces una historia más o menos verosímil y sencilla, colocas unos personajes potentes y actores que los ejecuten con dignidad y te sale un peliculón. La fórmula es bien sencilla.
Las canciones bien o, incluso, muy bien.
Las coreografías de baratillo, con montajes que intentan ocultar las deficiencias a la hora de bailar de los actores.
La trama de mercadillo de Benidorm, insultántemente pueril, estúpida, vergonzosa. Trata al espectador como a un retrasado (ya sé que esto no es políticamente correcto).
Los personajes caricaturas mal dibujadas y penosamente interpretados. Descatar las funestas actuaciones de Hannah Arterton y Giulio Berruti. Una recomendación de amigo: estudiad una carrera, una FP de peluquería, lo que sea, pero dejad esto del cine, el público no nos merecemos esto.
Salvo a Annabel Scholey. ¿Quieres ser mi novia?
A pesar de lo dicho me divertí con las canciones. Es lo que tiene la nostalgia.
El inicio de la peli es sensacional. Un plano secuencia imposible, rodado con todas las herramientas de la tecnología actual.
En ese plano que abre el film está la esencia de la peli. Es resto del metraje se podría obviar y simplemente poner: Los 140 minutos restantes son lo mismo , pero un poco peor.
Estos Vengadores se agotan al comenzar, en un torbellino de imágenes, en una montaña rusa mareante que no da respiro al espectador, con una vocación de divertir, a toda costa.
Pero todo es más de lo mismo, sin nada de originalidad, con poco humor (que es lo que suele salvar estas producciones), con un guión calcado a su anterior… Todo suena a ya visto.
Empiezo a estar confuso, sumergido en este mar sin fondo de super-hérores: los Fantásticos, los X-men, los Guardianes de la Galaxia (que es de lo mejor), Superman, el Arañita, el Murcielaguito…
Todos se mezclan en mi senil cabeza y no salvo ya nada.
Hay un público, juvenil, que solo consume estos productos de seres con superpoderes, a los que también debería incluir, Sinsajos y Divergentes, que no quieren más que otra vez lo mismo, ver en bucle la misma peli.
Me considero un tragaldabas, pero esto es demasiado.
Imaginemos que me gustan las ensaladas y el brócoli, pero dejo de consumir carne, pescado, huevos y me hago vegano. En primer lugar mi vida sería más triste y en segundo seguramente no estaría bien nutrido (lo digo con fundamento que tengo un máster en nutrición).
Esto está pasando con nuestros jóvenes que se han vuelto superhéroenívoros.
Xalier Dolan nos presenta una peli difícil en el fondo y en la forma.
Los continuos planos cortos y un tamaño de la pantalla constreñido pueden acongojar, como me ha ocurrido.
Cuando el personaje Steve O’Connor Després, interpretado por Antoine Olivier Pilon, se encuentra feliz la pantalla se expande adquiriendo el formato normal (1,78:1).
Steve es un muchacho conflictivo. En la peli hay momentos de enfrentamientos verbales e incluso físicos de una violencia inusitada que irritan, perturban y dan miedo.
Al principio se presenta a este muchacho con el diagnóstico de Trastorno de déficit de atención, que posiblemente sea correcto, pero después de ver la peli he llegado a la conclusión que padece un Trastorno límite de la personalidad.
Los trastornos de personalidad no son procesos, sino maneras de ser. Desde muy pequeños manifiestan una personalidad definida.
El Trastorno límite comparte rasgos de otros trastornos, de ahí su nombre.
Suelen ser personas con muy baja tolerancia a la frustración que reaccionan de manera desmesurada a contrariedades poco importantes. Manifiestan conductas heteroagresivas y autoagresivas por lo que se autolesionan con frecuencia.
Al contacto con estos individuos se percibe una gran carga de sufrimiento. Sienten un inmenso vacío existencial. Presentan ataques de ira y bajo control de impulsos.
Supongo que Xalier Dolan nos quería presentar un retrato de esta patología a través de Steve. Tal vez solo sean suposiciones mías.
De su madre Diane también habría mucho que decir, pero ya vale por hoy de disquisiciones psiquiátricas.
De la vecina, Kila, se conoce poco de su vida, pero resulta muy chocante que prefiera la compañía de estos dos desquiciados al de su marido y su hijita. Muy perturbador.
Los tres actores principales Anne Dorval, Antoine-Olivier Pilon y Suzanne Clément están maravillosos.
Una peli muy interesante. Te quedas con mal cuerpo.