Como cada semana desde hace más de seis años nos dedicamos a hablar de cine en los estudios de EsRadio Guadalajara, con la maravillosa Mónica Gallo y el sabio Diego Gismero.
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Iniciamos el programa recordando al gran Stan Lee recientemente fallecido, escritor y editor de cómics estadounidense, además de productor y ocasional actor de cine.
Había recibido varios comentarios positivos. Con la coletilla de “es divertida“.
Marvel, claramente, nos ofrece un producto veraniego de consumo fácil, intrascendente y ligero. Es un polo de limón.
Después de haber degustado un bombón almendrado hace unas semanas.
El juego constante con los cambios de tamaño es lo más entretenido, pero llega a cansar. El truco se repite una y otra vez y termina saturando.
Paul Rudd dando vida al hombre hormiga está gracioso, conocedor que su personaje es de segunda división, le da un tono ligero que funciona, pero en ocasiones se pasa de poca intensidad y llega a parecer desganado.
Evangeline Lilly es una buena actriz y no puedo entender porqué se ha retocado. Lo cierto es que la cirugía plástica la hecho parecerse a su madre en esta peli, una Michelle Pfeiffer muy modificada (o deteriorada) por el bisturí.
A todas las debe de operar el mismo cirujano. Les colocan la misma cara.
A Michael Douglas se le ve mayor y con escaso entusiasmo.
Lo que más me descoloca en el rollo cuántico que no consigo comprender y que es el núcleo de la película.
No entiendo como esta Ant-Man and the Wasp se ha traducido a medias. O pones todo en castellano o todo en inglés.
Cuando ya parecía que en el cine de super-héroes estaba todo visto, Black Panther aporta novedades.
Lo mejor es la descripción de Wakanda, un país africano escondido del mundo de manera voluntaria, rico y tecnológico aunque con una monarquía como sistema de gobierno, lo que demuestra que pueden ser avanzados en ciencia, pero retrasados políticamente.
Está bien la mezcla de indigenismo negro con tecnologías futuristas o alternativas.
Las peleas que van salpicando la trama son más de lo mismo, sin novedades.
Pero hay aspectos muy destacables.
Primero que es una peli interpretada casi exclusivamente por negros, menos dos pálidos, uno bueno y otro malo.
Segundo, el protagonismo de las mujeres que ocupan un papel muy activo en la peli y no son solo la novia de, o la hija de.
Tercero, el planteamiento político, con dos alternativas contrapuestas y beligerantes.
Por un lado los que pretenden seguir aislados del mundo, sin interferencias en su evolución y sin aceptar refugiados y por otro los que pretenden liarla parda, distribuyendo armas para hacer la revolución.
La peli se resuelve en una especie de solución de consenso a lo Obama.
Técnicamente perfecta con un aspecto visual muy atractivo ofrece una alternativa novedosa al cine Marvel.
Disney siempre ha querido atraer a las salas a un público infanto-juvenil.
No olvidemos que la marca del ratoncillo compro Marvel hace ya bastantes meses.
Este Spider-Man va al instituto y se enfrenta a los triviales problemas de los adolescentes americanos: la ridiculización de los compañeros, los enamoramientos, el baile de graduación, los exámenes…
Este Peter Parker es muy terrenal, un aprendiz de super-héroe que se afana por hacer méritos para ascender a la primera división representada por Los Vengadores.
Se agradece el tono desenfadado y ligero de la peli que resulta entretenida.
Como todo es muy de ir por casa, incluso el malo es solo un padre de familia que intenta sacar a los suyos adelante después que una gran empresa le haya fastidiado el negocio.
No pretende dominar el mundo, ni esclavizar a la humanidad. Solo ganarse la vida.
Resulta gracioso (VA SPOILER!!!) que el openente de Spider-Man sea su suegro chatarrero.
Bien la escasa presencia de Iron-Man.
Resulta reconfortante volver a ver a Marisa Tomei.
Un poco más de Gwyneth Paltrow no hubiera estado mal…
Una peli simpática que se ve con agrado, pero poco más.
Me olvidaba. Los vídeos educativos de Capitán América desternillantes.
Benedict Cumberbatch interpreta a un neurocirujano pedante y chulito.
Empezamos mal. Este personaje me cae fatal.
Tiene un accidente. Se queda inútil de las manos…
La peli nos sumerge en una trama enrevesada de magia y brujería que se acompaña de un barroquismo de efectos especiales que lamentablemente no me impresionan.
Luego se lía en bucles espacio-temporales, para colmo de mis desdichas.
La peli no consigue interesarme nunca.
El Dr. Extraño me cae mal todo el metraje.
Me aburro como una ostra.
Solo la presencia ocasional de mi adorada Rachel McAdams consigue despertarme de mi sopor.
¿Será el Dr. Strange el peor héroe de esta Marvel-Disney?
Últimamente espero cada vez menos del cine de superhéroes.
Pero esta peli me sorprende.
La trama es clara, bien relatada. ¡Hasta yo la entendí!
Todos los personajes están bien construidos y su desarrollo resulta coherente.
El malvado Apocalipsis con esa capacidad de acumular mutaciones que le hacen creerse un dios, con sus cuatro seguidores a los que llama hijos y les lava el cerebro.
Entre estos cuatro jinetes del Apocalipsis hay dos chicas. Entre los miembros de las sectas siempre hay mujeres para complacer al líder.
El rollo inicial en el Antiguo Egipto me recordó a La momia.
Destacar a los tres protagonistas, James McAvoy (Profesor Xavier), Michael Fassbender (Magneto) y Jennifer Lawrence (estupenda Raven/Mística) que lo hacen fenomenal.
Inquietantes e interesantes las referencias al pasado en Auschwitz de Magneto que yo recordaba en alguna de las anteriores.
La peli discurre muy entretenida, sin que haya ningún momento aburrido, con escenas brillantes.
Destacar la salvación de los mutantes de La Escuela para Jóvenes Talentos por parte de Mercurio (Pietro Maximoff, alias Quicksilver). Impresionante.
Tal vez le falte algo más de sentido del humor.
El premio a la más maciza se lo lleva Elizabeth “Betsy” Braddock, mejor conocida como Psylocke (Mariposa Mental en España). No puedo evitar poner fotos abajo.
La fugaz presencia de Lobezno o Logan para los amigos (un eficaz Hugh Jackman) es extraordinaria (orgía de sangre).
Hace casi dos semanas que vi esta peli. El tiempo siempre cambia la perspectiva.
Llevamos unas pelis en las que se meten en la misma historia varios superhéroes.
Tal vez sea un signo de que la fórmula se va agotando.
Aquí encontramos una macedonia de gente con superpoderes que se enfrentan por una cuestión de método.
Unos aceptan el dominio de las Naciones Unidas y otros quieren ir por libre.
Como es de esperar, la lían gordísima en una batalla que no debe de ir muy en serio porque no hay muertos y pocas heridas.
Hay algún héroe realmente patético como Ojo de Halcón, el más cutre de todos, con una buena puntería y nada más.
A Ant-Man (el Hombre Hormiga) le toca el papel cómico y tiene gracia que lo conviertan en gigantón.
Sale alguno nuevo, por lo menos para mí, como Pantera Negra que es la versión Cat-Woman de Marbel en chico.
Spider-Man adolescente acude a ayudar a Iron-Man y su grupo. Se promete una nueva saga del arañita.
No me preguntéis quienes formaban cada pandilla. Ya no me acuerdo o tal vez nunca me enteré.
Vuelve a salir el asesinato de los padres de Iron-Man. Ya aburre el rollo de huérfano atormentado.
Las peleas son un guirigay, donde lo que más reina es la confusión. Movimientos de cámara mareantes y docenas de héroes con habilidades diversas me aturdieron.
No aparecen (sorprendentemente) ni Hulk, ni Thor, tal vez por ser los más poderosos. Uno es un dios y el otro una bestia.
Lo más curioso es que el villano es solo un tío malo, retorcido, pero sin superpoderes. Interpretado por el barcelonés Daniel Brühl (Barón Zemo).
Me planteo alguna pregunta:
¿Por qué los españoles hacen de malvados en Hollywood?
¿Es casualidad que hayan elegido a un catalán?
¿Se parecen Carles Puigdemont y Daniel Brühl?
En resumen: la peli se deja ver, pero confunde más que divierte.
Deadpool es una película que se adapta (aparentemente) a la perfección al modelo pre-establecido.
Tiene su héroe atormentado y que solo busca venganza, con una historia de sufrimiento. Se siente un inadaptado (y lo es).
Hay novia guapa, amigo simpático, enemigo malísimo que no acepta bromas.
Pero el director, Tim Miller y los guionistas, Rhett Reese y Paul Wernick, le dan la vuelta al género para cachondearse de él y de sus personajes y hacer parodia de todos los convencionalismos trillados y ya gastados.
La virtud de Deadpool es precisamente construir una peli con la misma narrativa habitual y a base de diálogos divertidos, provocativos. Componer un divertimento que se ríe de todo, respetando un espíritu que dinamita sin que llegue a destruirlo.
Feliz reencuentro con la estupenda Morena Baccarin que estoy viendo en Homeland.
Estupendos los secundarios de lujo (de baratillo según los guionistas) Colosus,Negasonic Teenage Warhead y la fornida Gina Carano interpretando a Polvo de ángel.
El gran poder (debería decir superpoder) de la peli es que va a entusiasmar a los seguidores de Marvel y de sagas de super-héroes en general.
La continua tormenta de chistes y chascarrillos cuesta asimilarla y el público se ríe desincronizadamente según los va pillando. Yo me reía de los últimos.
El viernes de su estreno superó el millón cien mil euros, convirtiéndose en el mejor viernes del año.
Hay que ir a verla.
Solo un par de observaciones: los niños muy pequeños no la entenderán y su humor irreverente, iconoclasta, provocador puede no gustar a todo el mundo.
El inicio de la peli es sensacional. Un plano secuencia imposible, rodado con todas las herramientas de la tecnología actual.
En ese plano que abre el film está la esencia de la peli. Es resto del metraje se podría obviar y simplemente poner: Los 140 minutos restantes son lo mismo , pero un poco peor.
Estos Vengadores se agotan al comenzar, en un torbellino de imágenes, en una montaña rusa mareante que no da respiro al espectador, con una vocación de divertir, a toda costa.
Pero todo es más de lo mismo, sin nada de originalidad, con poco humor (que es lo que suele salvar estas producciones), con un guión calcado a su anterior… Todo suena a ya visto.
Empiezo a estar confuso, sumergido en este mar sin fondo de super-hérores: los Fantásticos, los X-men, los Guardianes de la Galaxia (que es de lo mejor), Superman, el Arañita, el Murcielaguito…
Todos se mezclan en mi senil cabeza y no salvo ya nada.
Hay un público, juvenil, que solo consume estos productos de seres con superpoderes, a los que también debería incluir, Sinsajos y Divergentes, que no quieren más que otra vez lo mismo, ver en bucle la misma peli.
Me considero un tragaldabas, pero esto es demasiado.
Imaginemos que me gustan las ensaladas y el brócoli, pero dejo de consumir carne, pescado, huevos y me hago vegano. En primer lugar mi vida sería más triste y en segundo seguramente no estaría bien nutrido (lo digo con fundamento que tengo un máster en nutrición).
Esto está pasando con nuestros jóvenes que se han vuelto superhéroenívoros.
Me ocurre algo extraño con las pelis de superhéroes: las olvido con facilidad. A veces incluso no recuerdo ni haberla visto.
Las de la saga anterior de Sam Raimi con Tobey Maguire de Peter Parker no me entusiasmaron, las soporté con dignidad.
La anterior de Marc Webb no la vi. Las críticas fueron pésimas y no me atreví.
Ahora esta segunda parte con Andrew Garfield de protagonista ha tenido mejores comentarios.
Este muchachillo con problemas de abandono y de pluriempleo no me motiva nada. Como actor me parece pésimo tirando a peor. Sin carisma, pone caritas de listo o de tonto y poco más. La de tonto le sale mejor.
Gana mucho con el disfraz de látex y la máscara.
Están acreditados 9 guionistas. Mi asombro es mayúsculo. ¿Para qué tantos? La historia es la de siempre sin nada novedoso.
La única explicación a tanto escritor es pretender ocultarse entre la muchedumbre y que no figure en sus respectivos curriculums.
Los malos son siempre los mejores. Ser mejor que este Spider-Man es fácil.
Jamie Foxx interpreta a una caricatura penosa y no me queda claro porque se vuelve eléctrico.
Cuando lo desactivan dicen esa chorrada, mil veces oída: ” te acuerdas en el insti en clase de física… ”
Más vale desternillarse de risa que tomárselo en serio y sufrir un hematoma intracraneal.
Al final se acumulan los malos en escenas confusas.
Paul Giamatti, como cae gracioso, es el único que se salva de esa hoguera que se merecen.
Podemos destacar como aspectos positivos que está bien rodada con buenos efectos especiales, pero la dirección es de manual, sin el menor atisbo de originalidad.
Lo único que merece la pena es la presencia de la maravillosa Emma Stone, absolutamente encantadora. Cuando aparece la pantalla se ilumina y resplandece. Yo montaría una peli de cuarenta minutos con solo sus escenas. Saldría un peliculón (me acabo de pasar de frenada).
Está pensada para que sea una larga saga. La tercera ya está en marcha.
Lo mejor de ver una peli así es que la puedes poner a parir. Hoy he estado generoso.
Si la primera peli de Kevin Smith se desarrollaba en un supermercado (Clerks), ésta segunda el escenario es un centro comercial.
La peli se rodó en Minnesota al mismo tiempo que los Coen rodaban Fargo.
El guión es también muy sencillo, con una trama que recuerda a series de niños pijos de los noventa (Salvados por la campana, por ejemplo) pero todo salpicado de muy mala leche de diálogos gamberros y escatológicos.
Las referencias a la cultura pop son palpables.
Los comics, con unos títulos de créditos iniciales que son todo un homenaje. Desternillante la reflexión sobre las posibles relaciones sexuales de Superman. Curiosa la presencia de Stan Lee.
La colección de tebeos que aparecen perteneciendo a Brodie son en realidad del director que los recuperó después de haberlos vendidos para financiar Clerks y, debido a su (inesperado) éxito comercial, consiguió recuperar.
La Guerra de las Galaxias vuelve a aparecer, ya en Clerks se hablaba sobre las dos Estrellas de la Muerte.
Aquí Kevin Smith contó con mayor presupuesto, ya que tuvo apoyo de una gran productora, la Universal. Pero el resultado no gustó y su tercera peli volvió a ser independiente.
En esta peli la presencia de Jay (Jason Mewes) y Bob el silencioso (Kevin Smith) es mayor y van adquiriendo más carisma.
Aparecen por primera vez Jason Lee y un jovencísimo Ben Affleck que adquirirán más importancia por su presencia en proyectos sucesivos.
Esta Iron Man 3 es una secuela de Los Vengadores y de hecho hace referencia en varias ocasiones a esta peli.
Se trata de una macroproducción muy divertida, como una montaña rusa. Te montas en el asiento y pasan emociones con gran rapidez. Te ríes con los chistes de Tony Stark. Te quedas boquiabierto ante el descomunal despliegue de medios y la presencia de abundantes secundarios, la mayoría muy jugosos.
Todo pasa tan deprisa que no te da tiempo a digerirlo. Sales del cine diciendo: “Ha estado bien, pero no me ha quedado claro cómo esto y cómo lo otro…”
Pero hay que darse cuenta que eso es lo de menos. Esto es un producto de consumo rápido y que se olvida más rápido aún.
Es divertido e interesante el planteamiento del malo-malísimo llamado el Mandarín como elemento que pone cara al mal, cuestión que tanto gusta a los norteamericanos.
Lo mejor de la peli, sin duda, son las dos chicas. La maravillosa Rebecca Hall y la extraordinaria Gwyneth Paltrow.
Siempre albergué la esperanza que nuestro príncipe Felipe se casara con la Paltrow, una chica tan guapa, tan encantadora, tan simpática que veraneaba en Talavera de la Reina y sabe hablar español con acento toledano.
Los actores de Hollywood son la aristocracia de Estados Unidos. Como el príncipe no se decidía con Tatiana de Lichtenstein pensé en Gwyneth… Pero no pudo ser. Cosas de la vida.
Y de Iron Man 3, ¿qué decir más? Casi no recuerdo de nada.