Esta semana tocaba analizar las películas que van a los Oscars.
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Además de Mónica Gallo, Diego Gismero y un servidor hemos contado con la presencia de la famosa Pilar Bernadó que ha venido desde Zaragoza para contarnos sobre su relación con el cine.
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Lo hemos pasado fenomenal.
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Aquí os pongo mis comentarios de las pelis nominadas a los Oscars:
Una de las cuestiones más positivas de asistir al Cine Club Alcarreño es comentar las pelis que vemos con mis amigos Rafa y Daniel.
Hacer la crítica posterior se convierte solo en un ejercicio de memoria, recordando todo lo que hemos hablado en el trayecto que va desde la salida de la sala al coche aparcado en la planta 2 del Centro Comercial, que se prolonga solo con Daniel hasta las cercanías de su casa.
Rafa desde el primer fotograma comenzó a quejarse, esas imágenes de ciervos sobre la nieve no le agradaban en absoluto.
En cambio a Daniel y a un servidor nos gustó mucho.
Podría ser un dramón (y lo es) pero tratada con cierto tono de comedia.
En cuerpo y alma es una historia de amor entre dos personas marcadas por una deficiencia.
Él padece una parálisis braquial y ella un síndrome de Asperger.
Descubren que están unidos por los sueños. Cuando duermen viven como ciervos una historia de amor.
Gran parte de la peli se desarrolla en un matadero de ganado vacuno.
Daniel, que, como todo el mundo conoce, es un sabio en psicología (y en todo lo demás), me explicó que hay una psicóloga (zoóloga, etóloga y profesora de la Universidad Estatal de Colorado) autista llamada Temple Grandin que diseñó un sistema indoloro para sacrificar animales. Posiblemente las escenas de la película sobre este tema estén dedicadas a ella.
Comentamos que ver morir a un animal en el cine impacta más que ver morir a una persona.
El espectador sabe en su interior que la muerte de un ser humano es ficción, pero la de un animal puede ser de verdad. Eso lo oí por primera vez a Michael Haneke en una rueda de prensa en Cannes.
La peli está repleta de detalles de buen gusto. El retrato de los personajes es magistral y la historia de amor es extraordinariamente bonita.
Es la primera vez que veo en el cine, de manera realista, una hemorragia arterial. Se nota que la directora se ha asesorado y contado con un buen equipo de efectos especiales.
Está en 2018 entre las nominadas al oscar a mejor peli de habla no inglesa y obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlín.
Se trata de un biopic en tono de comedia, de sátira cruel.
Tonya Harding fue una gran patinadora y una gran palurda.
Se rodeó de gente dañina, empezando por su madre y terminando por su marido.
Personas que ni la apoyaron, ni la ayudaron, sino todo lo contrario.
A pesar de ello consiguió llegar a lo más alto del patinaje artístico.
Para dar más veracidad al relato se van intercalando pedazos de falsas entrevistas, que, en mi opinión, no hacen más que obstaculizar la trama, que hubiera sido mucho mejor sin esos insertos innecesarios y penosos.
La peli está rodada con energía, con el mismo sensacionalismo que se critica.
El retrato de los garrulos es magistral y desternillante.
Lo pasé mal con las escenas de violencia doméstica, que se me hicieron insoportables.
Desde ese aspecto funciona bien como descripción de esas relaciones tóxicas que, a veces, las propias mujeres se empeñan en mantener.
Con las salvedades descritas, la peli es muy divertida.
Margot Robbie da una lección de lo que es ser una buena actriz. Sale mucho más fea de lo que es, transmutándose en el personaje de manera magistral.
Esta adolescente que se hacer llamar Lady Bird es una chica despierta y con ganas de vivir una existencia diferente.
No se conforma con estudiar en una Universidad pública, ni en vivir en un sitio provinciano.
Pero se avergüenza de la pobreza de su familia y discute con su madre que no para de echarle en cara lo que cuesta su educación.
Hay algo en esta película que me cautivó desde su inicio. Esa estupenda sensación de estar viendo algo auténtico, algo que sale del corazón de su directora y llega al mío.
Su narración es concisa, sin rellenos. Todas las escenas tienen su objetivo y lo cumple. Se nota que su directora Greta Gerwig lleva diez años haciendo guiones.
En este último curso de instituto Lady Bird encuentra el amor, el desamor, la amistad y la comprensión.
Sus experiencias determinarán su vida, pero como la de todos los adolescentes.
Propongo una secuela relatando su vida en la Universidad. Se podría llamar Christine.
Saoirse Ronan está sencillamente maravillosa, su interpretación es emotiva y veraz. La actriz perfecta para el personaje perfecto.
Me gusta el relato de esa familia de clase media norteamericana que pasa apuros económicos, con esa madre que hace doble turno para sacar a su familia adelante, sin que nadie se lo reconozca.
Los enfrentamientos entre madre e hija son brutales y realistas.
Tal vez, esta peli no cuente nada nuevo sobre la adolescencia, pero su perspectiva es diferente y fresca. Algo mucho más grande que la típica peli de institutos.
Hay dos polos de interés, para mi persona, en esta peli.
Por un lado el relato del secuestro y de la negociación.
Por otro el drama familiar.
En el primer aspecto me interesa el tremendo contraste entre esa madre angustiada que visita (o lo intenta) a su suegro y el mundo de los secuestradores, un espacio sucio y torpe moral y físicamente.
La negociación termina siendo un regateo, un simple negocio. No es una mala manera de plantearlo, salvo por el personaje de Michelle Williams que es una madre coraje que lucha por un hijo el cual no se lo va a agradecer.
Esta actriz está estupenda contrastando con la cara de palo de Mark Wahlberg, lo que provoca que la Williams se luzca aún más.
El segundo aspecto es esa familia de lo más desestructurada. Con ingredientes explosivos: padre drogadicto y vago, hijo guaperas, abuelo millonetis.
Todo se complica cuando comprobamos que John Paul Getty Sr. no es solo rico sino también tacaño.
Hace unos años tenía un amigo que necesitaba un PC nuevo, tenía un 386 de principios de los noventa. Me llevó como asesor a una nave industrial en Madrid donde había contenedores llenos de discos duros, placas bases, fuentes de alimentación… como si de un negocio de chatarra se tratara.
Estaba todo muy barato, pero la garantía que aquello funcionara era nula. Le dije que con el dinero que tenía porque no se compraba el ordenador de oferta del Media Mark. Me contestó que si tenía mucha pasta era porque no se la gastaba.
Pues el Sr. Getty es del mismo parecer. Terminó siendo el más rico del cementerio.
Christopher Plummer da vida (magníficamente) a este personaje.
Todo el mundo sabe que sustituyó a Kevin Spacey por sus acusaciones de pederastia. Todas sus escenas fueron rodadas de nuevo.
Ridley Scott no quería para nada un escándalo relacionado con su película.
Pero cuando saltó a la prensa la diferencia de ingresos entre Mark Wahlberg y Michelle Williams se produjo otro tipo escándalo.
Mientras el primero por volver a rodar esas escenas había cobrado varios cientos de miles de dólares, ella solo había percibido mil dólares.
Cuando veía la peli no dejaba de pensar cómo hubiera interpretado al millonario el actor pedófilo.
Scott es un director con oficio. Rueda bien esta peli creando un producto comercial entretenido, pero se queda a medias en la profundización de los personajes, nadando entre el thriller de secuestros y el drama familiar sin que termine de entrar en ninguna de las dos piscinas.
Su peli está falta de alma, de autoría.
Bien hecha, pero rutinaria.
Hay dos tremendos errores de casting.
Uno el ya mencionado de Mark Wahlberg que no sabe dar ni profundidad ni nada a su personaje, con una sola cara en todo el metraje, el rostro de mal actor.
Por otro el de Romain Duris, un actor francés interpretando a un calabrés de baja condición.
Seguramente en los USA piensan que París y Catanzaro están al lado.
Estamos ante un thriller de los buenos, de los que a mí me gustan.
El espectador va descubriendo la verdad al mismo tiempo que los protagonistas, sin trampas.
Las conjeturas que vamos sacando van coordinadas con las que obtienen los protagonistas, algunas ligeramente inverosímiles o demasiado deductivas, pero a mí me parecieron convincentes.
Hurgar en el pasado es una misión difícil, especialmente cuando nadie quiere contar toda la verdad.
Además de la historia criminal está el relato de tres amores. El de un padre por su hija y esposa, el de un padrastro por su hijastra y el de dos jóvenes.
Eduardo Blando sabe mezclar en sus personajes humor y sentimiento. ¡Cómo lo admiro!
Antonio Dechent tiene una pequeña intervención, pero de las que no se olvida. ¡Qué gran actor!
Le falta algo de acción para ser más comercial, pero a mí me ha gustado así tal cual.
No se puede dudar de las buenas intenciones del director Jason Hall en mostrarnos los traumas que arrastran los soldados a la vuelta de la guerra.
La tendencia del cine ha sido muy polar. Mostrando a veces el heroísmo de la guerra y otras la parte más oscura y sucia.
La historia de las consecuencias también ha dado grandes pelis, no puedo dejar de nombrar El cazador de Michael Cimino de 1978.
Las guerras son siempre un horror y dejan destrozados a todos los contendientes, sobre todo a los perdedores.
Los vencedores cuentan con la recompensa del triunfo y del reconocimiento.
Esta afirmación se vio descompuesta con la Guerra del Vietnam.
La opinión pública norteamericana no apoyó una guerra, que como se ha demostrado, no se podía ganar.
Los USA siempre están metidos en conflictos bélicos con un fondo de intereses económicos, los lobbys de las armas…
Ahora el ejército USA se provee de los estratos más bajos de la sociedad, chicanos, negros y white trash.
Después de haber arriesgado su vida, de haberla puesto en peligro, los veteranos se ven desamparados en una sociedad que ni siquiera les recibe bien y en donde su experiencia militar no sirve de nada.
Como corresponde a su clase social sus posibilidades de empleo solo son puestos no cualificados.
Esto lo refleja esta película.
El paradigma es el soldado de primera Joe Cole que regresa a su casa esperando que su prometida le reciba con los brazos abiertos y se encuentra una casa vacía y con la luz dada de baja.
Los problemas de los tres protagonistas son por la falta de adaptación a la vida civil porque sus recuerdos no dejan de atormentarlos.
Hay culpa en ellos por la pérdida de sus compañeros, más que por las muertes que han podido ocasionar en el enemigo.
En cambio el sargento Scott Haze disfruta de su vida, a pesar de haber quedado hemipléjico.
La peli tiene un tono pesimista y poco patriótico, pero no mantiene un ritmo adecuado y resulta tediosa ocasionalmente.
Por cierto, en algunos barrios de las ciudades americanas también es fácil que te peguen un tiro.
Cine distópico de nave que va a salvar a la humanidad con un aparato que produce energía que no se entiende, con un desarrollo de la trama que tampoco te enteras del cómo de la paradoja espaciotemporal.
La peli se deja ver si no te planteas nada de la coherencia argumental.
Hay sorpresas y trucos para mantener la atención del espectador, pero con escasa convicción.
Momentos sentimentaloides de baratillo para rellenar espacios y poco más.
Si fuera un episodio de Black Mirror sería de los peores.
Esta semana además de los contertulios habituales Mónica Gallo, Diego Gismero y un servidor hemos contado con la gratísima presencia de Daniel Ramírez, gran amigo y estupendo cinéfilo.
Se trata de un relato fantástico ambientado en los edifcios de la CIA durante la Guerra Fría.
Con dos protagonistas insólitos una limpiadora muda y un monstruo anfibio.
El principio de la peli es un estilo Amélieque me entusiasmó, con escenas tiernas con las que me sentí muy cómplice.
Hay un malo muy malo, un sádico al que da vida de manera magistral un desbocado Michael Shannon, especializado en estos papeles.
Me gusta la idea que la protagonista sea una mujer sencilla con una vida cotidiana nada edificante que encuentra el amor en un ser marginado como ella.
Sally Hawkins me parece extraordinariamente atractiva, con una expresividad que no hace falta que diga ni una sola palabra.
La peli es bonita, atrevida por esta relación de bestialismo, con un mensaje positivo. Termina siendo una gran historia de amor.
Pero no me parece la mejor peli del año como para llevarse el montón de oscars a los que está nominada.
Un grave inconveniente es que el tráiler cuenta toda la peli, incluso el cartel nos muestra el final.
Cuando ya parecía que en el cine de super-héroes estaba todo visto, Black Panther aporta novedades.
Lo mejor es la descripción de Wakanda, un país africano escondido del mundo de manera voluntaria, rico y tecnológico aunque con una monarquía como sistema de gobierno, lo que demuestra que pueden ser avanzados en ciencia, pero retrasados políticamente.
Está bien la mezcla de indigenismo negro con tecnologías futuristas o alternativas.
Las peleas que van salpicando la trama son más de lo mismo, sin novedades.
Pero hay aspectos muy destacables.
Primero que es una peli interpretada casi exclusivamente por negros, menos dos pálidos, uno bueno y otro malo.
Segundo, el protagonismo de las mujeres que ocupan un papel muy activo en la peli y no son solo la novia de, o la hija de.
Tercero, el planteamiento político, con dos alternativas contrapuestas y beligerantes.
Por un lado los que pretenden seguir aislados del mundo, sin interferencias en su evolución y sin aceptar refugiados y por otro los que pretenden liarla parda, distribuyendo armas para hacer la revolución.
La peli se resuelve en una especie de solución de consenso a lo Obama.
Técnicamente perfecta con un aspecto visual muy atractivo ofrece una alternativa novedosa al cine Marvel.
El cuento de la criada es una narración de ciencia ficción distópica y feminista, una de las obras más importantes de la escritora canadiense Margaret Atwood.
El mundo sufre una crisis de fertilidad. Los USA han sufrido una transformación social brutal. Las mujeres carecen de derechos. Las féminas fértiles son usadas para procrear en los hogares de los dignatarios del Régimen.
Todo el relato es en primera persona desde la visión de esta criada interpretada de manera magistral por Elisabeth Moss.
Desde su mirada conocemos de manera dosificada cómo hemos llegado a este punto.
Desde el comienzo del relato se mantiene al espectador abrumado por la situación y en vilo por saber cual ha sido el proceso.
Como siempre en el cine es mejor lo que se insinúa que lo que se cuenta. Es mejor lo que se intuye que lo que se expone.
Con esa premisa arrebatadora se inicia y se desarrolla esta serie.
Tan turbadora, tan magistral que se configura como de lo mejor en series en muchos años.
Su final deja con ganas de más, de mucho más.
Destacar a Elisabeth Moss que mezclando sentimientos de rabia y de humillación nos traslada a sus vivencias de manera extraordinaria. Una de las más grandes interpretaciones que se hayan visto en la historia del cine.
Pero también en The Handmaid’s Talehay aspectos formales muy sobresalientes, con esa combinación de planos generales y primeros planos con una armonía visual que contrasta con la violencia de lo que se relata.
Lo dicho: estupenda y sobresaliente.
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Mi puntuación: 9,17/10.
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L@s director@s Reed Morano, Mike Barker, Kate Dennis, Floria Sigismondi y Kari Skogland:
Como obra cinematográfica es solo un producto de consumo, con bonitos planos bien fotografiados que podrían ser un vídeo promocional de viajes a Benidorm y de ropa del Zara.
Pero lo peor es su mensaje, tan dañino y tan ofensivo que resulta extremadamente irritante.
Sorprendente que en lugar de atraer a un público femenino no convoque manifestaciones de protesta.
En 2018 hemos vivido reivindicaciones feministas, que no olvidemos, que es considerar que los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos, solo eso y nada más. Algo a lo que ninguna persona cabal se puede oponer.
Con eso por delante nos encontramos con esta reivindicación del machismo y del dinero como calificación social.
Solo una pinceladas sobre las que la reflexión es tan obvia que resulta innecesaria.
Christian es el que deja conducir a Anastasia cuando él quiere, además cuando ella conduce le va indicando lo que debe hacer.
Chris entra en furia, incluso le lanza una toalla de malas maneras, cuando observa que su mujer está en tetas en la playa.
Si se porta mal la castiga con instrumentos sexuales.
Se pone celoso cuando la encuentra en una reunión de trabajo con un escritor.
Ana prospera en su empresa gracias a que Christian la compra.
Pero ella lo soporta todo por amor, o tal vez ¿por dinero?
Cuando Anastasia recuerda los felices momentos con su nuevo esposo su memoria se traslada a viajes en helicóptero o aviones privados a casoplones que le ha ragalado…
Machismo y materialismo. Mierda y caca.
Precisamente los valores contrarios que se deben defender si eres una buena persona o solo normalita.
Pero que Christian sea un hijo de puta machista se disculpa porque tuvo una infancia triste. Lo adoptaron unos ricachones que le han dado una vida de riqueza y lujo. Menuda tristeza. Bueno pues con ese ridículo y manido argumento se disculpa que le guste zurrar a las mujeres.
En el fondo de esta trilogía subyaye el mensaje obsceno que hemos escuchado en la boca de machirulos: “si es que les gusta“.
Lo asombroso es que el público femenino se acerque a este tipo de productos que degrada la condición femenina.
Por salvar algo libro de la quema la interpretación de Dakota Johnson que es lo único aceptable, aunque si tuviera dignidad se hubiera negado a colaborar con este mensaje.
Vemos este peliculón en los Multicines Guadalajara programado por el Cine Club Alcarreño.
Esta peli nipona nos cuenta la historia de un asesinato, los previos del juicio y el propio acto judicial.
Su interés radica en cómo se presentan los hechos que dan cabida a varias posibilidades de lo que realmente ocurrió.
Porque todas las alternativas quedan abiertas.
Es un tratado sobre la verdad y lo difícil que es conseguirla.
Hay pelis que sales de verlas y ahí terminó el asunto, en ésta no puedes dejar de darle vueltas para concluir que no hemos llegado a saber lo que sucedió de verdad.
A pesar de ser larga y de ritmo pausado es tan interesante que pasa en un santiamén.
Esta semana hemos disfrutado con la presencia de mi amigo Luis Torres, médico rural, vocal de formación del Colegio de Médicos de Guadalajara y uno de los grandes de la medicina alcarreña.
Le hemos entrevistado Diego Gismero y yo en los Multicines Guadalajara.
Hemos hablado de muchas pelis: El puente de los espías, La naranja mecánica, Ben-Hur, Marcelino pan y vino, Alguien voló sobre el nido del cuco, La vida es bella, Annie Hall…
Esta semana hemos contado con la presencia de uno de los mejores críticos de cine, Ricardo Pablo, director del podcast de cine más visitado Destino Arrakis.
Con Diego Gismero le hemos entrevistado en los Multicines Guadalajara.
Lo hemos pasado fenomenal hablando de La leyenda de la Ciudad sin nombre, de La llamada, de Alien: el octavo pasajero, de Vergüenza y de muchas más series y películas.
Sus gustos, a veces, no son muy ortodoxos y pocas veces coinciden con los míos.
Adam Smith, el padre de la economía moderna, acuñó el término que da título a esta peli: la mano invisible.
Es el principio por el que las personas producen lo que la sociedad necesita.
No lo hacen por altruismo sino buscando el enriquecimiento personal.
Si alguien monta una frutería en tu barrio, no es porque la fruta sea sana, sino que quiere hacer dinerillo con su negocio.
Si abren una carnicería en un barrio de vaganos no tiene éxito y se cierra. El mercado se termina regulando. Es lo que Smith llamó la mano invisible.
David Macián nos ofrece una peli muy teatral, pero que funciona muy bien narrativamente.
Nos expone la situación laboral actual. Da igual que seas albañil, limpiadora o costurera la empresa te va a exprimir para conseguir mejores rendimientos laborales.
El elemento turbador es que estas actividades se convierten en espectáculo, están sujetas al juicio de un público, que no vemos, más que ocasionalmente.
Es para mí la mayor debilidad de la peli. No conocemos el porqué de las reacciones de unos espectadores que deciden intervenir de manera sorprendente.
El componente distópico y desasosegante me atrae, me hipnotiza.
Una peli muy interesante, que no ha visto nadie y que posiblemente interesa a muy pocos.