Una peli que se estrenó en España en Enero, pero veo ahora tras su lanzamiento en DVD.
.
Me encuentro ante una obra artística apabullante.
.
Cada fotograma (56.800) es una pintura con la técnica al óleo del pintor holandés, Vincent Van Gogh.
.
Con la colaboración de cien artistas que han realizado esta película que nos relata a base de flashback los últimos días de la muerte del genio.
.
El joven Armant se ve en el compromiso de entregar una carta del pintor a su hermano Theo, que murió poco después.
.
En la búsqueda de su destinatario va descubriendo la verdad, o, al menos, acercándose a ella, sobre la muerte traumática de Vincent.
.
Tiene forma de thriller, con las diversas versiones sobre la personalidad y los hechos que rodearon su fallecimiento.
.
Su estructura narrativa es inmejorable y la apuesta formal alucinante, increíble, sublime.
.
Pero tanta belleza, tanto óleo, tanta textura cromática llega a abrumar y la apuesta formal se come a la narrativa, que aunque sólida, no puede alcanzar la aplastante belleza de sus fotogramas.
Cine distópico de nave que va a salvar a la humanidad con un aparato que produce energía que no se entiende, con un desarrollo de la trama que tampoco te enteras del cómo de la paradoja espaciotemporal.
La peli se deja ver si no te planteas nada de la coherencia argumental.
Hay sorpresas y trucos para mantener la atención del espectador, pero con escasa convicción.
Momentos sentimentaloides de baratillo para rellenar espacios y poco más.
Si fuera un episodio de Black Mirror sería de los peores.
El experto en series exitosas Aaron Sorkin se atreve, en su debut, con una peli biográfica.
Molly Bloom es una chica que ha recibido una estricta educación por parte de su padre. Le han enseñado que está destinada para triunfar.
Tiene que competir con sus hermanos medallistas olímpicos.
Decide meterse en un ambiente donde va a poder ganar mucho dinero, pero es un mundo hostil.
Tal vez, cualquier sector es hostil para una mujer triunfadora, pero el de las timbas de póquer más.
Encuentra machismo y violencia.
Termina encausada por el F.B.I.
Pero Molly es una buena chica, con dignidad, con ética y nunca consentirá que sufran otras personas por sus declaraciones aunque aquello sea su perdición.
La Bloom lo tiene todo: inteligencia, belleza, astucia y… dignidad.
Como veis el personaje es un bombón y además interpretado por una diosa de la escena como Jessica Chastain poco más hay que agregar.
Solo por contemplarla merece verse esta película.
La presencia que me ha resultado penosa es la del veterano (fracasado?) Kevin Costner por el personaje que interpreta y por su actuación, terriblemente mala.
Sorkin emplea un estilo narrativo vigoroso, electrizante, con constantes flash-backs, pero peca de reiterativo al emplear una voz en off innecesaria.
A la peli no la pongo por las nubes pero a Jessica la coloco en el cielo.
Para centrarnos Richard Curtis es el director del taquillazo Love Actually.
Mirando las críticas de estas dos pelis me quedo perplejo ante la disparidad de criterios.
Los hay que las ponen fatal y otros que las alaban.
Yo me apunto a los segundos.
Radio encubiertaes una peli desenfadada y divertida.
Usa de una banda sonora apabullante con temas de pop y rock muy conocidos.
Lástima que sea un ignorante en música.
Seguro que para los expertos ha sido muy divertido ir identificando las canciones que van apareciendo.
La peli da una imagen idílica del sexo, drogas y rock and roll.
Se obvian los aspectos más tristes, sobre todo de la droga.
Llegué tarde, cuestión que detesto. Me gusta ser puntual.
Les había prometido a Jose y Susana pasarles una peli.
En la Notaría nos entretuvimos en exceso.
Ya llegaba tarde, pero me pasé por casa para copiar la peli en un pen.
No hay nada como tener prisa para que todo vaya peor.
Les copiaba la versión doblada y la original con subtítulos, pero uno de los archivos estaba dañado y no se terminaba de copiar nunca.
Nerviosico perdido me fui al EJE, llegando media hora tarde.
Menos mal que la peli me divirtió muchísimo.
He visto en casa las secuencias iniciales y me emocioné y terminé viéndola de nuevo.
Algunas curiosidades:
Esta película está basada muy libremente en la historia de Radio Caroline, un barco pirata de radio con una historia y estilo similares.
.
.
La escena con Mark y un montón de groupies desnudas (cortada en el estreno en Estados Unidos) es un homenaje a la portada del álbum del Reino Unido de Jimi Hendrix’s ‘Electric Ladyland‘, incluso hasta la colocación de las chicas.
.
.
Hans Zimmer escribió la partitura de la película, que consta solo de seis minutos durante el final, sin ser acreditado como compositor.
.
.
El barco utilizado para el rodaje fue el MV Timor Challenger.
Aunque la película se desarrolla en 1966, gran parte de la música que aparece es anacrónica. Hay muchos temas de años posteriores.
La Ley de 1967 de Delitos de Radiodifusión que prohíbe la radio pirata se introdujo bajo el gobierno laborista de Harold Wilson y la persona principal responsable de su introducción fue el famoso político socialista Tony Benn.
.
.
El álbum que Bob agarra al final es The 5000 Spirits Or The Layers de The Onion by Incredible String Band.
.
.
La película tiene lugar 1966-1967.
Bill Nighy, Kenneth Branagh, Emma Thompson y Rhys Ifans estaban todos en las películas Harry Potter.
Muchos de los hechos que se relatan en la peli ocurrieron realmente, aunque no todos en el barco con radio pirata.
Como: el matrimonio, el ascenso al mástil, las visitas de admiradoras…
Todos los pinchadiscos están basados en personajes reales.
Con Mónica Gallo y Diego Gismero hemos comentado la actualidad cinematográfica alcarreña con la primera película de la temporada del Cine Club Alcarreño, Todos queremos algo de Richard Linklater.
También hemos comentado brevemente el segundo día del Taller de Cine de Azuqueca de Henares, Así empezó Hollywood (Nickelodeon) de Peter Bogdanovich.
Hemos terminado con dos grandes estrenos que podemos ver en los Multicines Guadalajara:
Tim Burton acierta volviendo a sus esencias presentándonos unos personajes raritos.
Él en su infancia y juventud no fue precisamente popular y, tal vez, por ello sabe representar ese universo de marginados, de inadaptados sociales que son superiores a los demás, aunque no deseen serlo.
La peli funciona bien como retrato de personajes.
La presentación de los mismos es ejemplar y todos resultan muy atrayentes.
Con esa mezcla tan interesante de super-héroes y marginación, con una cierta melancolía interior de saberse poseedores de dones envidiables, pero al mismo tiempo apartados de una vida normal.
Estos niños peculiares se ven obligados a permanecer ocultos no solo en el espacio sino también en el tiempo.
Y en esto es donde yo me pierdo.
Nunca he sido muy bueno en comprender los movimientos en el tiempo.
Me lío dos veces al año con el maldito cambio de hora. Osea que imagínate con estos bucles temporales.
El guirigay de los malos con ojos blancos y los “huecos” invisibles para casi todo el mundo es un lío.
La peli se pierde en un sinfín de efectos digitales que me superan.
En la relación abuelo-niño percibo cierta ñoñería que me molesta levemente.
En resumen: Burton vuelve a sus personajes, pero se lía con los efectos especiales.
Stephen Frears compone un retrato demoledor de Lance Armstrong.
Este ciclista fue un ídolo mundial, sobre todo en los USA.
En el país dominante en el mundo actual gustan mucho los relatos de superación, siempre necesitados de héroes para seguir con una historia victoriosa.
A veces estos relatos son solo cuentos, que al ser desvelada la verdad, se desmoronan como un castillo de naipes.
Lance Armstrong es posiblemente el más tramposo y mentiroso de la historia.
Hacía todas los trucos posibles para ganar, asesorado por médicos sin escrúpulos.
Uno de los aciertos de esta peli británica es que lo refleja a la perfección.
Lance era además de un mentiroso y un manipulador colosal.
La peli no deja de ser un biopic y este género siempre peca de episódico.
La narración se compone de recortes, de pinceladas que más que retratar una trayectoria dibujan un personaje que se crea un mundo de engaños y de falsedades.
El muy HP para dar un aire benéfico a su lucrativa actividad creó una fundación para la lucha contra el cáncer.
El deporte como práctica me parece fenomenal, pero su faceta de espectáculo y sobre todo la de negocio son, muchas veces, detestables.
Armstrong tuvo fama, prestigio y ganó una considerable fortuna. Lo primero lo ha perdido, pero ¿el dinerito?
Vuelve a contar como protagonista con Brendan Gleeson.
Se trata de un buen sacerdote que recibe una amenaza de muerte, que se ejecutará en una semana, por parte de un feligrés que sufrió abusos en su infancia.
La narración nos va guiando por estos siete días.
Brendan Gleeson solo intenta hacer el bien, sin santurronería, encontrando provocaciones y desprecios a lo largo de su recorrido.
Es sometido a una auténtica prueba de fuego de su fe.
La peli es un drama, cocinado con muchas dosis de un humor muy negro que a veces cuesta asimilar.
La fuerza de su protagonista es imparable, un auténtico animal cinematográfico.
Una apuesta atrevida, perturbadora, emocionante con mucha mala leche.
Se trata de la típica y tópica historia de viejo cascarrabias con niño.
Hecha a la medida de Bill Murray, para su lucimiento personal. Este actor, que me cae fenomenal, me da la impresión que siempre interpreta el mismo personaje o que solo hace de sí mismo.
Su inicio con tono de comedia, con algún punto gamberro, resulta muy decepcionante. La historia es conocida, mil veces vista, nada original.
La presencia de Naomi Watts disfrazada de prostituta embarazada, con unas minifaldas muy adecuadas, alegra la película y le da un toque de interés. Esta chica me parece maravillosa (la actriz y el personaje).
Cuando al final la comedia se transmuta en melodrama, es cuando más me empieza a gustar, cuando comienza a emocionarme.
Ya sabéis que soy de lágrima fácil y la presentación del pequeño Oliver me llegó al corazón.
Las personas no son buenas ni malas de manera absoluta. En todos hay luces y sombras. Para apreciar a un individuo solo hay que encontrar las luces.
Aunque en algunos momentos resulta fastidiosa, me ha parecido una peli valiosa.
Ver a Bill Murray siempre es un placer. Hay actores que caen bien, da igual lo que hagan.
Cuando tenía 12 ó 13 años leí esta novela del irlandés Jonathan Swift. Me pareció una obra entretenida y no supe apreciar la ácida crítica que el autor hacía de la condición humana y de la sociedad. Hay quien considera esta novela una precursora del pensamiento anarquista.
Swift fue un individuo extraordinario, nacido en la más absoluta pobreza ocupó cargos importantes en la vida política de su tiempo. Swift fue el inventor del nombre Vanessa. Escribió un poema con este nombre que hacía referencia a una mujer real (Esther Vanhomrigh) y con “van” y “es” formó este neologismo que actualmente es bastante común.
Vayamos a la peli que nos debe de ocupar. Rob Letterman el director de esta nueva versión cinematográfica ha fabricado una comedia para el lucimiento de Jack Black.
Los ingredientes en principio son estupendos: una novela extraordinaria, efectos visuales, uso del 3D, un actor divertido y solvente, la presencia de la simpática Amanda Peet, un transformer, una casita de muñecas, una niña gigante horrorosa…
Pero todos sabemos que podemos tener buenos ingredientes y guisar algo incomible. Pues incomible es esta peli.
El resultado es terrible. Me aburrí soberanamente. Y creo que no fui el único. La sala estaba llena de niños que tan solo se rieron un par de veces, como yo.
Hay algún momento salvable de la quema. Los teatrillos que Gulliver monta sobre su supuesta vida basados en Titanic y en El Imperio contraataca son divertidos. Jack Black disfrazado de muñequita en la casita de la niña gigantona está gracioso. Pero esto tan solo son unos segundos.
Da la impresión que la peli está hecha con prisa con ganas de acabar rápido. Tal vez su director era consciente que estaba perpetrando una fechoría y tenía ganas de terminar y huir.
Los efectos visuales están bien pero el 3D no se nota para nada, es totalmente superfluo.
Pero no todo es malo, afortunadamente dura menos de 90 minutos.