Diálogos brillantes, con exposiciones interesantes y debates morales de máximo interés.
Plantea una cuestión casi filosófica. Si tu hijo ha hecho un acto execrable, ¿qué debemos hacer?
¿Ocultarlo e intentar olvidar? o ¿afrontar las consecuencias y procurar aprender de ello?
Hay una postura práctica y otra ética. ¿Cuál será la mejor para nuestro hijo?
¿Se puede amar a un individuo capaz de regodearse ante la muerte de un ser humano?
La peli toma partido, como es lógico, presentado lo deleznable que resulta siempre culpabilizar a la víctima.
Un asunto de tanto calado se nos muestra con un aspecto muy teatral, con unos actores que parecen estar más en un escenario que delante de una cámara.
La voz en off de la locura de un irreconocible Steve Coogan, es axfixiante e irritante, pero refleja bien cómo se debe sentir el personaje preso de sus pensamientos parásitos y paranoides.
En todo el metraje no paramos de oír el blablablá de los personajes, que termina siendo insufrible.
Aún así me ha gustado, por las cuestiones que plantea.
Me olvidaba. Detesto los restaurantes con nombres largos en la carta y pequeños en el plato.
Vuelvo a ver esta peli en el salón de mi casa. Agradezco este regalo a Papá Noel, mi superhéroe favorito.
Me impresiona esa magnífica fotografía de Néstor Almendros con esos paisajes extensos, hermosos, tan bien retratados.
La cámara colocada de muchas maneras, con una profundidad de campo que es un deleite para la vista.
Casi toda la peli fue rodada a la “hora mágica” que corresponde al atardecer y al amanecer. Malick quería “cielos limpios“.
Los exteriores de la película se rodaron en Alberta, Canadá.
El oído también disfruta con la música de Ennio Morricone que es menos protagonista que la imagen.
La historia que nos ofrece Terrence Malick es menos potente que sus imágenes.
El retrato de la vida de los braceros que se imagina dura, está bañada por las imágenes bucólicas y eso resta potencia al sufrimiento de estos trabajadores sin derechos laborales.
Resulta ser una historia de sufrimientos, engaños, supervivencia y celos.
La voz en off innecesaria, como siempre, resta potencia al relato y a las imágenes.
Malick tardó dos años en montar la peli que fue un fracaso comercial.
Tal vez, debería haberse preocupado más en dirigir mejor a los actores.
El título de la película es una referencia al Deuteronomio: “Que tus días se multipliquen, y los días de vuestros hijos, en la que el Señor juró a tus padres que les daría como los días de los cielos sobre la tierra”.
En contraposición absoluta los veteranos Judi Dench, Maggie Smith y Bill Nighy cumplen con su cometido, tal vez, un poco despistados con una trama insostenible.
Curioso, que al antes galán, Richard Gere se le meta en este club de ancianitos.
Confieso no haber visto esta peli hasta ahora, a pesar que Coppola es uno de mis directores preferidos, especialmente por su trilogía del Padrino.
La veo porque en unas semanas podremos disfrutar (?) en los cines el estreno de un remake.
Se nota que es un producto de encargo. Una mezcla de cine musical, de gánsters y melodrama, sin que quede definido el estilo predominante.
Francis Ford Coppola es un maestro y dirige de manera prodigiosa, resultando un producto de calidad, muy entretenido pero le falta el acabado final, ese toque de autor que la hubiera convertido en una obra maestra.
La historia de dos parejas de hermanos, unos blancos y otros negros, que se cruzan levemente, hace de este film una peli coral.
Richard Gere interpreta con escasa convicción su papel y va de sobrado.
En cambio Diane Lane está maravillosa, posiblemente el personaje más interesante y por supuesto el más atractivo.
Nicolas Cage sobrino del director realiza una interpretación auténticamente patética, demostrando que es un penoso actor, cuestión que ha ido confirmando a lo largo de su carrera, a pesar de su oscar. Por cierto ya empezaba a quedarse calvo.
Lo mejor la dirección de Coppola con escenas memorables como el intercalado de imágenes de claqué y el uso generoso de la metralleta.
El título de la peli es muy adecuado, tal vez le faltaría el calificativo de total.
La vida de Robert Miller es una gran mentira. Mientras preconiza los valores familiares tiene una amante francesa. Su éxito en los negocios es pura farsa. Pero es un hombre de empresa famoso y aplaudido.
La narración sigue al protagonista sin descanso y se representa bien la presión a la que se ve sometido.
Richard Gere cae simpático a pesar que es un auténtico bicho.
Todo es interesante pero tal vez la peli aumenta en ritmo cuando aparece la investigación criminal dirigida por el magnífico Tim Roth.
Es de reflexionar que el personaje más honrado sea el delincuente interpretado por Nate Parker, al que la policía quiere acorralar.
Susan Sarandon tiene un papel reducido pero en una secuencia con su esposo (Gere) le roba el plano con una interpretación vibrante, poniendo al descubierto la farsa de su matrimonio.
No había visto esta peli y siempre había tenido interés en ella.
La intervención de dos grandes del cine, la trama sobre la planificación de un magnicidio y una investigación policial la hacían a priori atractiva.
Tal vez esperaba un relato meticuloso y verosímil, algo paracido a Chacal de 1973 del gran Fred Zinneman en la que todo era perfecto con unos personajes reales de carne y hueso.
En este Chacal de Michael Caton-Jones todo es frustrante. Personajes de caricatura barata. Trama inverosímil con giros inexplicables y penosos. Dramatismo de culebrón venezolano. Escenas insostenibles. Mucho artificio y poca sustancia.
Para colmo de los colmos aparece una etarra llamada Isabel que da entre risa y vergüenza. Si por lo menos se hubiera llamado Maitechu o Idoia.
Es triste ver al gran Bruce Willis interpretando con corrección un personaje sin alma y sin sentimientos. Lo mejor de la peli es ver disfrado a Bruce como un personaje de vodebil.
Los amos de Brooklyn nos relata la vida de 3 policías que trabajan en el famoso barrio de Nueva York. Tres perfiles muy diferentes de personajes que no son héroes sino personas con problemas que sobreviven con su trabajo de agentes de la ley.
El tono de la peli es triste, a veces melancólico, pesimista con una mirada realista.
Las interpretaciones son muy interesantes pero quiero destacar a Richard Gere con una madurez impresionante. Y a un Ethan Hawke angustiado por su situación familiar, necesitado de dinero lo que le obliga a cometer delitos y a meterse de cabeza en la corrupción policial. Su papel es muy agradecido y lo hace fenomenal, hasta tal punto que llegamos a comprenderlo, es un padre de familia capaz de cualquier cosa para proteger a los suyos.
El final es espectacular y no diré más.
A pesar de su larga duración, más de dos horas, la peli se sigue con atención. No es una obra redonda pero sí muy interesante.
Esta peli es de 2007, su director es Richard Shepard y la he visto un sábado por la noche en el salón de mi casa, con mi querida Elena.
El comienzo me pareció brillante contando las aventuras de una pareja de reporteros de guerra pero la peli va decayendo a lo largo del metraje. Se desarrolla en la Bosnia Herzegobina pacificada por las fuerzas de la OTAN y de la ONU que se esfuerzan poco o nada en detener a los criminales de guerra.
La peli está llena de tópicos. Los servios son fuertes, altos y todos con cara de malos. Los periodistas beben incesantemente.
Al protagonista le matan a la novia embarazada. Sale un enano que es extraperlista y tiene mala leche. Una chica guapa que les descubre. Un oficial de la ONU que parece tonto.
El periodista novato tiene un momento de inspiración y nos deja boquiabiertos (una buena escena de la peli). Los “buenos” aparecen en el momento adecuado para salvar a los periodistas…
Las imágenes de los edificios acribillados a balazos son impactantes y los bosques servo-bosnios turbadores.
Según se dice está basada en hechos reales pero la verdad es que la realización es poco creíble.
Hay una cosa que no se la puede creer nadie. A uno de los periodistas (Terrence Howard) le espera una chica que está superbuena y él la deja plantada por hacer la entrevista. Si veis a la chica os daréis cuenta de verdad que es totalmente inverosímil.
En fin una peli olvidable pero que se deja ver, sobre todo porque los protagonistas caen simpáticos.