Berger lleva al público por senderos insospechados.
Eso puede confundirlo, como me ha pasado a mí.
Te lleva desde la comedia costumbrista, al drama familiar, al surrealismo, todo con dosis de esperpento y de reflexión sobre el machismo.
Tal vez demasiadas cosas.
Cuando utiliza la comedia para contar su historia funciona bien. Se ve su intención con emparentar con Azcona y Berlanga.
Aunque se perciben influencias de Almodóvar(¿Qué he hecho yo para merecer esto!).
Puede haber pensado en emular al maestro Buñuel, me refiero al mono, pero eso imposible.
Don Luis era capaz de insertar lo más extravagante y presentarlo como natural y coherente y en eso Berger falla.
En lo delirante no acierta.
Lo mejor de la peli son los actores (Maribel Verdú, Antonio de la Torre, José Mota y Josep Maria Pou).
No incluyo a Quim Gutiérrez por razones obvias.
La Verdú cada día está más guapa (pero más delgada) y mejor actriz.
El momento musical es simpático, pero bastante chirriante. Se nota demasiado el montaje para salvar la situación. Viendo los créditos con atención compruebo que ha habido varios dobles de baile.
En fin, una peli con momentos brillantes, momentos aceptables y con otros decepcionantes.
Si te pretenden llevar por senderos desconocidos a ratos disfrutas y otros padeces.
Es lo que tiene no respetar las reglas de los géneros cinematográficos.
El género de acción no suele ser de mis preferidos.
La mayoría de las estas pelis carecen de verosimilitud. El “héroe” disfruta de una impunidad cinematográfica que me resulta molesta.
Por ejemplo es capaz de soportar golpes y más golpes sin inmutarse o, en ocasiones, no recibe ni lo más mínimo.
Siempre acierta en sus disparos y los “malos” son muy torpes en lo de la puntería.
Esta Atómicaes una mezcla de este género de acción y de espías.
La ambientación en los días de la caída del muro de Berlín permite tener ese paisaje de fondo tan atractivo y contar con una música muy ochentera como banda sonora.
David Leitch ejecuta una dirección impecable, incluso virtuosa, con peleas magníficamente coreografiadas y rodadas.
La trama es compleja, pero se entiende y no deja ningún cabo sin atar.
Pero el gran atractivo de la peli es la espectacular Charlize Theron.
Sabe dar alma a esta agente del MI6 y dotarla de carisma y de energía.
Sentimos con ella cada golpe que recibe, porque su interpretación es capaz de trasmitirlos.
Su presencia es tan potente, tan enigmática que te deja sobrecogido.
Ni siquiera puedo decir que Cars 3 es más de lo mismo.
Es mucho peor que incluso la 2.
Posiblemente la peor peli de Pixar.
Nunca me han gustado las carreras de coche en la tele.
No comprendo la expectación que despierta la Fórmula 1.
No soy capaz de identificar quien va el primero o el último.
No le encuentro la gracia al asunto.
En esta peli se suceden escenas con diálogos moralizantes, totalmente inadecuados para niños, con carreritas sin la más mínima emoción.
De hecho varios niños aburridos, con lo que veían, bajaron a jugar entre la primera fila de sillas y la pantalla.
La salida a los urinarios se convirtió en una peregrinación.
Los pobres infantes ante el tedio reinante obligaban a sus padres a dar un paseo con la vieja escusa de “tengo pis“.
Un servidor estuvo más entretenido viendo el ir y venir de madres e hijos que con la peli.
Tal vez en un par de ocasiones esbocé una sonrisa durante las escenas de la carrera salvaje en pista de barro, donde salieron personajes (coches) bastante simpáticos.
El mensaje bien intencionado de la peli es demasiado burdo, manido y falaz.
Para ser feliz y realizarse en la vida no hace falta ser campeón en nada.
Esperemos que los próximos proyectos de Pixar sean de mejor calidad.
En Diciembre de 2017 se estrenará en España Coco, que tiene como protagonista a un niño llamado Miguel que pretende ser un músico famoso.
Hasta Julio de 2019 no llegará la cuarta entrega de la saga Toy Story. La historia se centrará en la relación amorosa entre el vaquero Woody y la pastora Bo Peep.
Un año antes podremos ver Los Increíbles 2. En la que confío mucho.
Sin fecha fijada, pero parece ser que en 2018 podremos ver una peli de Teddy Newton, que hizo su debut como director con el cortometraje de Pixar Day & Night, que le dio una nominación a los Oscar de Mejor Cortometraje de Animación. Acompañó a Toy Story 3 (2010) en su estreno en cines. No he sabido encontrar de qué va.
Disney siempre ha querido atraer a las salas a un público infanto-juvenil.
No olvidemos que la marca del ratoncillo compro Marvel hace ya bastantes meses.
Este Spider-Man va al instituto y se enfrenta a los triviales problemas de los adolescentes americanos: la ridiculización de los compañeros, los enamoramientos, el baile de graduación, los exámenes…
Este Peter Parker es muy terrenal, un aprendiz de super-héroe que se afana por hacer méritos para ascender a la primera división representada por Los Vengadores.
Se agradece el tono desenfadado y ligero de la peli que resulta entretenida.
Como todo es muy de ir por casa, incluso el malo es solo un padre de familia que intenta sacar a los suyos adelante después que una gran empresa le haya fastidiado el negocio.
No pretende dominar el mundo, ni esclavizar a la humanidad. Solo ganarse la vida.
Resulta gracioso (VA SPOILER!!!) que el openente de Spider-Man sea su suegro chatarrero.
Bien la escasa presencia de Iron-Man.
Resulta reconfortante volver a ver a Marisa Tomei.
Un poco más de Gwyneth Paltrow no hubiera estado mal…
Una peli simpática que se ve con agrado, pero poco más.
Me olvidaba. Los vídeos educativos de Capitán América desternillantes.
Después de ver esta peli me queda la extraña sensación de no haberla disfrutado lo que se merecía.
Los estados de ánimo influyen en la valoración de las películas.
Si vas triste al cine, y te encuentras con una tragedia como ésta, terminas desolado.
El drama de este pueblo de monos y de su líder (César) que son perseguidos para ser exterminados.
La peli tiene elementos de wéstern, recordándome a El gran combate, la peli de 1964 del gran John Ford.
Por otro lado El Coronel Woody Harrelson no paro de asociarlo con, el también coronel, Walter E. Kurtz (Marlon Brando).
Esta producción se aleja de ser una peli palomitera para construir una historia con un calado dramático que reflexiona sobre la venganza y la supervivencia.
En medio del caos y del desastre la figura pura y sin mácula de Nova que aporta ternura y alegría a la trama.
Mi amigo Marcos antes de entrar al cine me aseguró que al final derramarría alguna lágrima y aciertó plenamente. Es fiel conocedor de mi delicado corazón.
Supongo que no va ocurrir, pero Andy Serkis se merece al menos una nominación a los Oscars. Ya va siendo hora.
Con su mirada y su expresión corporal es capaz de trasmitir muchos sentimientos.
Aunque, a la que de verdad se parece es a Very Bad Things una peli de Peter Berg de 1998.
La diferencia es que la peli de finales del siglo pasado era estupenda y ésta, decididamente, no.
Hay muchas cosas que me molestan de esta producción.
Lo primero su falta absoluta de originalidad.
No hay ni un solo detalle novedoso, que llame la atención. Todo está más que trillado.
Pero lo más desagradable es su carencia absoluta de gracia.
Un humor zafio, basado en el slastic más desatado.
No hay sofisticación, ni ironía, ni dobles sentidos. Carece de todo aquello que hace una comedia elegante y divertida.
Es cine bastuzo, lleno de tópicos de la peor estopa.
Claramente Lucia Aniello no es Leo McCarey, ni Ernst Lubitsch, ni Billy Wilder. (Acabo de cometer un sacrilegio poniendo a estos grandes en el mismo párrafo que esta directora).
Además a mí me molesta el mensaje de este tipo de pelis de juerga, con eso de lo vamos a pasar fenomenal con alcohol y drogas. Como si para divertirse hubiera que derretir el cerebro y volverse deficiente mental.
Puedo parecer un puritano, y tal vez lo sea, pero en esa sala de cine repleta de adolescentes el mensaje que se trasmitió es ese. Además si metes la pata hasta el cuezo, no pasa nada, todo se arreglará por arte de birlibirloque.
He de reconocer, no obstante, que era el único en la sala que no se partía de risa.
Las chicas muy guapas.
Me olvidaba. El tráiler es un fraude, presenta imágenes que luego no aparecen. El fotograma que inicia este post es un ejemplo.
Para comprender la peli hay que saber que son tres historias que se desarrollan en una semana, un día y una hora.
Las historias se mezclan y convergen.
Los soldados intentando escapar de las playas francesas por un lado.
Un voluntario con su barco acudiendo al rescate.
Y un piloto de caza que es un máquina, protagonizado por Tom Hardy, al que no le vemos la cara.
Como soy muy influenciable y carezco de criterio, las críticas positivas que había oído en la radio hicieron que viera una película aceptable.
Lo del piloto me pareció un coñazo, un tío con mascarilla dando a un botoncillo cuando se le pone un avión a tiro y poco más. Visto y aburrido.
Pero el fracaso y la lucha por la supervivencia de estos muchachos y que su derrota se convirtiera en éxito, con un cierto tono glorioso final, me gustó.
Siempre me ha atraído la épica del vencimiento.
Pero me encuentro con Jesús Hernando y afirma con rotundidad que le ha parecido un bodrio. Una historia sin personajes, sin guión, sin novedades, con una banda sonora penosa.
El capricho de un director de prestigio para rendir tributo a su abuelo que participó en ese lío.
Intento defenderla, con poca convicción.
Me quedo pensativo y debido a mi falta de criterio, le doy la razón.
Nolan nos presenta situaciones demasiado reconocibles, con personajes de cartón piedra que no tienen historia, de los que no sabemos ni como se llaman.
Pocos diálogos (cuestión que agradezco) y poco guión.
La banda sonora es claramente manipulativa, pero imprescindible, porque la peli sin ella estaría vacía de emociones.
Dunkerke es un fracaso y Nolan no ha conseguido elevarla al éxito.
Es lo que tiene carecer de discernimiento, puedes cambiar de opinión, pero eso me convierte en un insensato.
Mija es una niña que vive en una apartada granja en Corea (del Sur, claro).
Ha criado a una cerda gigante.
Okja más parece un hipopótamo que una lechona, pero se comporta como un perrillo.
Hay una perfecta relación entre ambos. Amistad y compañerismo.
Han sido diez años felices, pero la cerdica solo es un experimento promocional de la empresa alimentaria Miranda.
Se trata de un alegato ecologista y animalista.
Denuncia el maltrato a los animales que luego nos comemos y la experimentación con ellos.
El grupo proderechos animales y la niña son tratados de forma bastante realista, pero la dueña de la empresa alimentaria (la egocéntrica CEO Lucy Mirando –Tilda Swinton-) y, sobre todo el veterinario (un desatado Jake Gyllenhaal), son tratados como personajes de cómic, bastante ridículos.
La peli tiene buenas intenciones, un mensaje realista y sólido, escenas de acción y sentimentalismo bien dosificado.
A mí desde luego me ha influido.
Dejaré de forma definitiva la panceta y temporalmente la ingesta de carne de cerdo.
Como hagan otra peli con una vaca gigante me vuelvo vegano.
He visto esta peli en la vigésimo quinta edición de la Euskal Encounter, siendo mi octavo año de asistencia.
Película canadiense que se desarrolla en Nueva Escocia.
La historia de esta pintora y de su lucha por conservar una relación sentimental con un tosco y desagradable pescador.
Desde el principio me pregunto que vio esta dulce muchacha en este tipo desagradable, egoísta y asqueroso.
La peli avanza en torno a esta relación y a la actividad artística de Maudie.
La trama carece prácticamente de secundarios centrada en estos dos personajes.
El tiempo transforma al rudo pescador. Lo convierte en un ser más sensible, más humano, pero todo es gracias a la bondad y a la paciencia de la pintora folk.
En el tercio final sentí una gran emoción y se instaló en mí el llanto.
Consiguió mover resortes afectivos, que posiblemente no fueron compartidos por el resto del público de la sala.
Esta relación de largo recorrido terminó funcionando y eso me emocionó.
Estamos en una época en la que el cine dedica películas a ensalzar personajes femeninos que la “Historia” tenía olvidados. Y eso está muy bien.
Otras solo sé el título y me dejo llevar para que la sorpresa sea total, desconociendo todo de ella. Éste es el caso.
La peli comienza como una comedia romántica, chico conoce chica…
Pero desde el principio el director sabe introducir en sus fotogramas elementos turbadores, no claramente identificables, que permiten presagiar que algo malo va a ocurrir.
Esta chica viajera solitaria pasa de ser novia-amante a secuestrada.
El espectador y ella se van dando cuenta gradualmente de la situación.
Se mantiene en esa relación una cierta ambigüedad en donde reside el máximo atractivo de la trama.
La fotografía es gris, triste, deprimente, como la película.
Estamos ante un producto artesano con vocación minoritaria.
A mí me ha gustado levemente.
Como ves no demuestro ni el más mínimo entusiasmo.
No me suelen gustar las pelis de acción con persecuciones de coches.
Este género es típicamente norteamericano, donde existe un auténtico culto al automóvil.
En los USA se ha manifestado de esa forma. En España ha sido tradición lavar el coche. En los sesenta al lado de una acequia y ahora con la karcher en las gasolineras.
Pero Baby Drive es mucho más que una peli de acción.
Es, sobre todo, un musical, con elementos de comedia romántica y una peli de atracos con gente mala, muy mala.
Todo el que me conozca sabe que venero el musical.
Baby (Ansel Elgort) utiliza sus ipods para acallar los acúfenos que padece y emplea una canción para cada situación.
La peli está impregnada de buena música que da garra y energía al protagonista y al espectador.
El joven Ansel Elgor mantiene el tipo ante grandes monstruos de la pantalla, como Jamie Foxx, Jon Hamm y Kevin Spacey.
Eiza González es un bellezón.
A Lily James ya la vimos en Cenicienta de Kenneth Branagh. Esta actriz tiene esa cualidad especial, ese don divino, que la quiere la cámara. Sencillamente encantadora.
La peli entretiene cada segundo y está muy bien rodada.
Hay un plano secuencia con los créditos iniciales que me entusiasmó.
El montaje es estupendo.
Hay algo que me recuerda la peli de 1993 Amor a quemarropa del malogrado Tony Scott.
Ya llevamos tres años que hacemos vacaciones de río y de mar.
Este año estuvimos primero en el Alto Tajo.
Localidades como Orihuela del Tremedal, Alustante, Checa, Orea o Chequilla, que volvimos a visitar, son de sobras conocidas por nosotros.
Siempre nos traen estupendos recuerdos.
En cambio Peralejos de las Truchas o Poveda de la Sierra no las conocíamos.
Además de Luca, Leo, Andrea, Marta, Rubén, Elena y un servidor, acudieron mi hermana Pili, Borja y Josito.
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Nos bañamos en el Tajo.
A unos dos kilómetros de Peralejos de las Truchas, junto al camping hay una zona de baño excelente.
Por supuesto la Laguna de Taravilla y junto a ella una zona de paseo con el Salto de Poveda, una presa que nunca se terminó, pero que ha conformado un paisaje extraordinario.
Aguas frías para los flojos, para mí suaves y ligeras.
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Comimos especialmente bien en El Nuevo Reciklao, un restaurante en Peralejos regentado por dos hermanos que han huido del bullicio madrileño. A Pili le pareció caro.
Elena se especializó en la ingesta de cachopo asturiano, que iba aumentando en tamaño día tras día.
Después en Peñíscola disfrutamos de las templadas aguas del Mare Nostrum y además pudimos saludar a unos cuantos amigos.
Saludamos a Montse, Ferran y Chano.
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Entrevistamos a Manoli y Vicent.
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Sin olvidar la entrevista a la gran tronóloga Andrea Rebollo.
Tenemos la suerte de entrevistar a Andrea Rebollo, que, a pesar, de su corta edad es una gran especialista en Juego de Tronos.
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Además de demostrarnos sus conocimientos sobre la serie nos divierte con sus sagaces comentarios.
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Aprovechamos la coincidencia en Peñíscola, localidad que ha entrado dentro del circuito mundial de la serie, al rodarse localizaciones para la sexta temporada.
Decidimos ver el último episodio de la segunda temporada.
Éste lo recordábamos mejor. Realmente estupendo.
Comenzamos a ver esta tercera temporada.
Los primeros capítulos me resultaron un poco flojos, con la incómoda sensación que no pasaba nada.
Pero la serie recobra brío a partir de los episodios seis o siete.
Esta cárcel de mínima seguridad donde habita la pijilla Piper Chapman (Taylor Schiling) y su novia Alex Vause (Laura Prepon) es una especie de resumen concentrado de la realidad americana.
En un espacio pequeño y cerrado conviven chicanas, orientales, afroamericanas, caucásicas…
En esta temporada dos son los sucesos fundamentales que marcan el rumbo de la serie…
¡Van espoliers!
La privatización de la cárcel que lleva consigo la reducción del gasto en medios y personal. Un claro guiño a la situación actual que bien podría aplicarse a la realidad española.
Y la conversión de Piper en una mafiosa con la constitución de una empresa de venta de bragas usadas para disfrute del olfato de algunos internautas.
La simpática Jenji Kohan mezcla bien el drama con la comedia, dando un tono amable a la serie, pero con un fondo amargo.
Los flashbacks que salpican la narración nos van dando pinceladas de los personajes y conocemos, en parte, el porqué son como son.
A mí las pelis protagonizadas por mujeres me encantan. Me entusiasma sumergirme en ese mundo femenino que me parece atractivo y maravilloso.
Wonder Woman se toma tan en serio como un cómic se puede tomar.
Eso le da una ligereza y una frescura que entretiene y emociona.
Podría dividirse en tres capítulos:
En el Paraíso.
Los horrores de la guerra.
El nacimiento de una super-heroína.
Maravillosa la historia de las amazonas destinadas a enfrentarse con Ares.
Divertido como Diana descubre como es la vida a principios del siglo veinte y el enfrentamiento entre una muchacha criada en una sociedad feminista con ese mundo machista y misógino.
Descarnado el hallazgo de lo terrible de un conflicto bélico.
Al final Wonder Woman encuentra su estatus en el mundo.
La peli está magníficamente rodada, con una fotografía de Matthew Jensen espectacular.
Resulta muy entretenida con un ritmo adecuado, intercalando escenas de acción con otras de reflexión, bien proporcionadas, sin que la acción apabulle.
Sabe divertir, sabe hacer reír, sabe conmover.
Gal Gadot está estupenda, aportando un físico potente, pero además resultando convincente como actriz.
Elena Anaya sale de mala, en un papel poco lucido.