Siete novias para siete hermanos es uno de los musicales más famosos y uno de los preferidos de mi madre.
Lo ha visto siete veces (según afirma) pero creo que son algunas más. Se sabe muchos de los diálogos y por supuesto la trama y se lo pasa cañón cada vez que la ve. Pero hay un grave inconveniente: te lo radia. No para de contarte lo que estás viendo o, lo que es peor, de relatar lo que va a suceder predecedido de ahora verás como…
El guión no pretende ningún realismo, es un cuento y como tal hay que valorarlo. Cuando la vi por primera vez, posiblemente en mi adolescencia me molestó profundamente esa ausencia de verosimilitud, aunque me entusiasmaron sus canciones.
Con el tiempo he comprendido que uno de los grandes encantos de esta peli es precisamente esa ingenuidad y ese buenismo que respiran todos los personajes.
Esos decorados más falsos que una moneda de 6 euros, con ese vestuario colorista dan un tono de fantasía a la producción. Y tal vez ese sea el mayor de sus encantos.
Los temas musicales son inolvidables y cuando terminas de ver la peli no los puedes sacar de la cabeza.
No se puede evitar esbozar una sonrisa de complacencia durante toda la peli.
Para mí es una de las obras maestras en el género de la comedia. Una sátira mordaz, con unos diálogos trepidantes, sin que haya respiro para el espectador.
Wilder se encontró con múltiples problemas en el rodaje. El más importante fue que de la noche a la mañana se levantó el Muro de Berlín. Varias escenas se rodaban en la Puerta de Brandeburgo con vehículos circulando por ella. Hubo que construirla en decorados en otra ciudad alemana, concretamente en Munich.
Horst Buchholz que interpreta al convencido comunista Otto Ludwig Piffl sufrió un accidente de tráfico completamente borracho unos pocos días antes de terminar el rodaje, por lo que hubo de suspenderse y se reanudó en unos nuevos decorados en Estados Unidos.
En USA fue un fracaso porque la situación de Guerra fría estaba de lo más caliente, y no estaba el horno para bollos. En cambio en Europa obtuvo un gran éxito.
Wilder ejerció de director, guionista y productor pero gran parte del éxito de esta comedia está en la actuación de James Cagney, interpretando a C.R. MacNamara, capaz de memorizar folios y folios de su papel y soltarlos de carrerilla sin equivocarse, lo cual agradaba sobremanera a Wilder que se deshizo en elogios.
Cagney era un gran profesional que sabía moverse como nadie en los escenarios. Comenzó su carrera artística como bailarín. Aunque se especializó en papeles de gansters era un hombre tranquilo que vivía en el campo con su esposa. Al terminar la peli alegó que estaba muy cansado por las exigencias del director y se retiró durante bastantes años. Él y Wilder sabían que no era verdad, el rodaje y su relación había trascurrido apaciblemente.
Horst Buchholz intentó robarle algún plano a Cagney y Wilder, burlándose de él, haciendo referencia a que había sido ganster en El enemigo público de 1931 y en Al rojo vivo de 1949 (por poner dos ejemplos), le dijo que anduviera con cuidado porque iba armado.
La jovencísima Pamela Tiffin estaba abrumada por tener que compartir plano con un monstruo de la interpretación como Cagney. Wilder le dio el siguiente consejo: “sal al escenario, mírale a los ojos y di la verdad“. Y así lo hizo.
Un día Wilder recibe una llamada temible. Al otro lado del hilo, nada más y nada menos que una furiosa Joan Crawford, que tiene un puesto en el consejo de PepsiCo. La extraordinaria actriz protesta por la campaña de publicidad que la película brinda a Coca-Cola en bandeja de plata. Wilder respira hondo y, como el gran guionista que es, saca partido de la situación con un último gag: Macnamara compra varias botellas de Coca-Cola de una maquina expendedora y para su asombro la última que sale es… una Pepsi. Asunto zanjado.
En otras comedias Wilder da tiempo al espectador para que digiera los chistes, aquí el ritmo es tan rápido que no da tiempo a reírse, si te ríes te pierdes dos gags. Wilder dijo que esto había que conducirlo a 140 en las curvas y a 180 en las rectas.
Wilder no deja títere con cabeza. Critica despiadadamente al comunismo. Nos presenta el Berlín Oriental sin reconstruir y con desfiles prosoviéticos.
Resulta premonitorio cuando en una escena uno de los mandatarios comunistas dice que cambian a Cuba misiles por puros y tan solo unos meses después se desató la Crisis de los Misiles, uno de los episodios más peligrosos de la Guerra Fría.
También es inmisericorde con el sistema capitalista. Capaz de comprar cualquier cosa y cualquier voluntad.
Se ríe de la eficacia alemana y de su pasado nazi…
Después de ver esta peli comprendes porque Fernando Trueba habló de él como Dios.
Vemos esta peli por casualidad. Sin saber nada de ella.
Un grupo de pasajeros sobrevive a un accidente aéreo y son atacados por animales que no se dejan ver…
La peli entera está grabada con una vídeo-cámara casera que pasa por varias manos, con largos planos secuencia. Esto que pretende dar un toque de realidad termina por cansar, incluso atosigar.
No da mucho tiempo para conocer a los personajes que van muriendo sucesivamente.
El viejo axioma del cine de terror: lo que más miedo da es lo que no se ve. Aquí se aplica a rajatabla, posiblemente por la escasez de presupuesto.
El rodaje se realizó en tan solo 5 días y los diálogos fueron improvisados por los actores. Vamos que costó cuatro pesetas.
Su corta duración (90 minutos) y su falta de pretensiones ayudan a que sea soportable.
Muchas producciones de millones de dólares obtienen peores resultados.
Película multipremiada, con cuatro nominaciones a los oscar incluyendo mejor peli y mejor actriz.
Se trata del primer largo de su director, que solo había realizado previamente algunos cortos. Con un presupuesto muy pequeño de menos de dos millones de dólares.
Cuenta la historia de una niña que vive en la indigencia con un padre alcohólico y una madre ausente. Habitan en la desembocadura del Missisipi y son víctimas de una tormenta.
El paisaje y el paisanaje son absolutamente deprimentes. Pobreza, marginalidad, alcoholismo, suciedad…
El punto de vista es el de la pequeña Hushpuppy interpretada con mucho sentimiento por Quvenzhané Wallis, con un tono mágico e incluso poético.
A pesar de las muy elogiosas críticas que he leído yo no voy a ser para nada generoso.
Me parece absolutamente indecente intentar ningunear la deprimente vida de esta niña con un aire esteticista mágico-poético. Que tenga momentos de alegría no amortigua para nada la realidad de una existencia abocada a la marginalidad y a la pobreza.
Las imágenes son muy explícitas y no comprendo porqué intentar disimular esa triste realidad con bonitos planos de diseño.
Tampoco encuentro moraleja alguna ni atisbos de optimismo. Por lo que me ha parecido profundamente triste y tramposa.
Aprovechando que se acaba de estrenar Antes del anochecer veo esta peli que junto a Antes del amanecer forman una trilogía que se va prolongando desde 1995.
Sus protagonistas Ethan Hawke y Julie Delpy intervinieron junto con el director en el guión. La cámara los sigue por París en una larga conversación.
Durante los 80 minutos de peli dialogan sobre las relaciones personales, el matrimonio, el amor y la pasión, el destino y las casualidades. Conectan y se vuelven a enamorar. Sobre ellos cae la presión de la hora en la que sale un avión que los separará de nuevo.
Se conocieron durante una noche hace años y eso les marcó, les dejó huella. Sus vidas han transcurrido por senderos diversos pero ninguno de los dos ha dejado de preguntarse que hubiera sido su vida si se hubieran reencontrado antes.
Antes del atardecer es una peli delicada con un formato que podría disuadirme de verla sino fuera por el interés que despierta en mí una trilogía que ha ido evolucionando conforme la edad de sus protagonistas.
Los actores estupendos hablan con naturalidad y me han despertado un enorme sentimiento de empatía.
Cada vez que veo las pelis del maestro Billy Wilder (Dios para Trueba) encuentro nuevas virtudes.
Lo que más me ha impresionado en esta nueva visión de En bandeja de plata es la tremenda humanidad de sus personajes, llenos de sentimientos y de matices.
Harry Hinkle (Jack Lemmon) se mete en el lío que le ofrece su cuñado Willie Gingrich (Walter Matthau), no por dinero sino por amor. El amor a su ex-esposa es lo único que le convence, por cierto una guarra de tomo y lomo.
Jack Lemmon interpreta a un perdedor, un hombre bueno al que las cosas no le han ido todo lo bien que se merece.
Walter Matthau es un abogado sin escrúpulos capaz de hablar con una velocidad pasmosa. Sufrió un infarto durante el rodaje y perdió muchos kilos y para disimularlo sale en varias escenas cubierto de un grueso abrigo.
Wilder sabía, como nadie, disfrazar de comedia las más grandes tragedias. En esta peli consigue que todo funcione como un mecanismo de relojería, todo bien sincronizado y armónico. Su cámara era invisible pero sabía meter en cuadro lo que exactamente quería, sin efectismos, con naturalidad.
Si alguno de los que me leéis no la habéis visto, corred… Es una maravilla.
Moraleja:Nunca de fíes de un cuñado y mucho menos de una ex.
Se trata de la primera producción chilena que llega a ser nominada a los oscar como mejor película de habla no inglesa.
Nos relata como se desarrolló la campaña publicitaria en el plebiscito chileno de 1988.
Pinochet llevaba en el poder 15 años y presionado por la opinión pública internacional convoca un referéndum para perpetuarse en el poder.
Las fuerzas democráticas acuden a un publicista para que diseñe una campaña a favor del No. Éste es René Saavedra (Gael García Bernal).
La peli además de muy entretenida nos plantea temas de lo más interesantes y muy dignos de reflexión.
Aprovechando los pocos minutos diarios de televisión que se ofrece a la plataforma, se decide ofrecer el No como un producto comercial con todos los ingredientes que podría tener un anuncio de la Coca-Cola. El resultado fue excelente y se consiguió sacar del poder al cruel dictador.
Aún así más de un 40% de la población votó a favor del régimen.
Tal vez la única manera de ganar era ofrecer el No como un producto de consumo más. Esto implica la banalización de la política. Las ideas pasan a un segundo plano, incluso la verdad ocupa un lugar secundario. Se trata de llegar al consumidor y atraerlo con imágenes (que no ideas) optimistas y alegres.
En la peli también se refleja con mucho acierto cómo parte de la población prefería una estabilidad económica a un estado de libertad.
El propio René Saavedra se da cuenta de estas realidades y desprecia su triunfo.
Pablo Larraín la rueda con tono documental, ideal para introducir las imágenes reales. Aunque algún plano a contra luz me resultó molesto.
El mejicano Gael García Bernal demuestra que ha llegado a un estado de madurez dramática impresionante.
Es imprescindible para cualquier político que pretenda ganar elecciones.
Solo por la lección de historia, la peli merece la pena.
Malik Bendjelloul es un director sueco especializado en documentales musicales para la televisión de su país. Casualmente se enteró de la historia increíble pero cierta de Sixto Rodríguez y pensó en realizar un documental.
En 6 meses había realizado el 80% del proyecto y luego tardó 5 años en completarlo. Como no encontraba financiación decidió ejecutar él mismo el montaje con un programa casero, también diseñó los créditos y compuso la música.
El resultado ha sido muy exitoso. Con numerosos premios entre ellos el oscar: (no hace falta leerlo)
2012: Festival de Sundance: Premio del público (mejor documental internacional)
2012: Satellite Awards: Nominado a Mejor largometraje documental
2012: National Board of Review (NBR): Mejor documental
2012: Asociación de Críticos de Los Angeles: 2ª posición para Mejor documental
2012: Premios Guldbagge: Mejor documental. 6 nominaciones
2012: Directors Guild of America (DGA): Mejor director (Documental)
Solo voy a introducir la historia.
Sixto Rodríguez publicó varios discos que no obtuvieron ningún éxito en los USA pero que en Sudáfrica arrasaron.
Stephen “Sugar” Segerman inició una investigación para localizar y conocer quien era Sixto Rodríguez.
La peli recoge estos dos aspectos, ambos de lo más interesantes. Por un lado la investigación hasta encontrar al cantante y por otro la propia historia del personaje.
Con imágenes de Sudáfrica y de Detroit, con declaraciones de familiares, productores e investigadores, con animaciones y con muchas imágenes de archivo se compone una película interesante y emotiva que se sigue sin pestañear.
Las canciones de Rodríguez son excepcionales, con unas letras que supieron apreciar los sudafricanos en momentos de crisis.
Para hacer un buen producto no hay nada como tener una excelente historia y saber plasmarla bien en la pantalla.
En La caza retoma el asunto desde una perspectiva totalmente diferente. Ya no es devoto de Dogma, a Dios gracias.
Lucas es un divorciado que trabaja en una guardería. Un día Clara, la hija de unos amigos, hace referencia a que el pito miraba para arriba y la directora se monta una película, el asunto se sale de madre y de pronto el bueno de Lucas se ve inmerso en una pesadilla en la que él es el monstruo.
Mads Mikkelsen es el Ricardo Darín danés, el actor mejor y más popular, en esta peli realiza una composición perfecta. Es un hombretón pero sabe manifestar su faceta más bonachona, cariñoso y juguetón con los niños.
La caza funciona muy bien como retrato de la sociedad idílica que suponemos que es la escandinava. Pero vemos que no es tan diferente a la nuestra en las cosas cotidianas. Los daneses beben y comen casi sin conocimiento, los matrimonios discuten a gritos, van a la Iglesia por el que dirán y son tan influenciables como nosotros.
Se refleja bien la sensibilidad de la sociedad en un tema tan escabroso como los abusos a niños en los que preferimos condenar ante la más mínima sospecha que intentar analizar la realidad. Y ante esa especie de locura colectiva siempre hay alguien cabal, alguien que conoce a Lucas y cree en su inocencia. Uno de ellos es su hijo adolescente que defiende a capa y espada a su padre con una emotividad contagiosa.
El mayor problema es que la calumnia y la sospecha siempre quedan y esas heridas nunca llegan a cicatrizar.
Vinterberg dirige con maestría, mostrando bien los sentimientos de los personajes con una buena dosificación de la trama. No juega al maniqueísmo barato sino que nos intenta explicar la postura de cada personaje. Aunque terminé odiando a la directora de la escuela infantil.
Calificar de excelente a esta peli sería más que justo. Incluso diría que imprescindible.
Meses después de su estreno ponen esta peli en los Multicines Guadalajara. Tenía mucho interés en verla y no la había encontrado en la red (aún).
Bárbara es una pediatra en la Alemania del Este de 1980, es trasladada como castigo de la capital a un pueblo.
Ella es una mujer triste y poco sociable. Pero el ambiente es también bastante desolador.
Christian Petzold representa a la perfección lo que era la República Democrática antes de la inminente caída del Muro. Un país deprimente que funcionaba como una inmensa cárcel y que el máximo anhelo de muchos alemanes era pasarse a la parte occidental. Posiblemente ese soñado paraíso tampoco era lo que esperaban, pero eso es otra historia.
Nina Hoss interpreta a la perfección su papel. Hace unas semanas la vi en Somos la Noche con un look muy diferente.
La peli, a pesar de su frialdad narrativa, consigue trasmitir emociones. Una trama narrativa compuesta de drama personal, intriga de espías y cuestiones médicas que funciona bien como thriller.
Acudo al pase de prensa dos días antes de su estreno. En la misma fila está María Guerra directora del magnífico programa de cine de la Cadena SER La Script. Me siento importante.
After Earth es un producto muy caro (130 millones de dólares) para el lucimiento del segundo de los hijos de Will Smith. Se estrenó como actor en un papel importante en En busca de la felicidad en 2006.
Del archiconocido Will Smith poco se puede decir que no se haya dicho ya. Todos lo recordamos por pelis supertaquilleras como Men in Black o Independence Day.
After Earth pretende ser una peli de aventuras futuristas donde se ensalzan valores como el valor y la solidaridad y se tratan las relaciones paternofiliales y el complejo de culpa. Demasiado ¿verdad?
Es como un día en un Parque de atracciones. Hay visita al volcán, vuelo al lado de gran catarata, huida por el ataque de monos malos, lucha contra felinos salvajes, recorrido por las Cuevas de Altamira… Todo un mundo de diversión.
El problema es que todo el peso recae en este muchachito rapero llamado Jaden Smith con una capacidad de actor limitada a tres posibilidades: cara se susto, cara de rabia y cara de profundo. Los sentimientos que despierta son solo de vergüenza ajena y risa.
La verdad es que su padre tampoco está mucho más expresivo.
Sus cien minutos de duración pasan sin pena ni gloria, sin despertar ningún sentimiento especial.
Siempre me ha llamado la atención lo poco realista que son las cuestiones médicas en las pelis. Se cuidan cuestiones de decorado, de efectos especiales y nadie se molesta en consultar a un médico cuando se elabora el guión.
Una duda que no he conseguido resolver. Jaden Smith necesita unos inhaladores para respirar en la Tierra de dentro de mil años. En la nave tenía una mascarilla estupenda que le permitía respirar sin problemas incluso sin aire. ¿Porqué no la emplea en el planeta azul?
Christopher Nolan como productor y guionista y Zack Snyder como director unen sus fuerzas para levantar esta megaproducción, con un presupuesto de 225 millones de dólares. Posiblemente los dos estén sobrevalorados, aunque confieso que algunas de sus pelis me han parecido más que interesantes.
En 1978 Richard Donner nos ofreció un Superman con cierta ingenuidad, discretamente entretenido. Recuerdo bien que la vi en el Cine Palafox en Zaragoza con mis padres y mis hermanas, entonces era un gran cine y no un multisalas.
El hombre de acero de 2013 pretende ser una revisión del superhéroe dando peso a su faceta de extraterrestre. Ya no es un humano de origen kriptoniano. Aquí es un kriptoniano que ha crecido en la tierra.
La mejor parte es cuando pretende pasar desapercibido entre los terrícolas. El conflicto personal de tratar de ocultar sus poderes como le indicó su padre tiene interés.
A mí todo el rollo de Krypton y de sus líos de decadencia no me impresionan para nada.
El tercio final de la peli se convierte en una orgía de destrucción. El problema es que cuando ves la demolición de cien edificios que sean veinte más o menos te da igual. Me llegué a saturar de esas peleitas entre Kal-El y el General Zod con rotura de decorados añadida. Bostecé varias veces, se me hizo muy tedioso.
Insoportable la interpretación de Ayelet Zurer (Lara Lor-Van, la madre kriptoniana) que no deja de llorar.
Del protagonista Henry Cavill, mejor no comento. No quiero ser destroyer.
La dirección de Snyder me parece pretenciosa, sus continuos primeros planos y desenfoques no consiguieron más que confundirme.
En los USA este Hombre de acero se ha vendido como una representación de la vida de Cristo. No es broma. La productora Warner Bros. para ganar audiencia entre los cristianos la ha promocionado desde la perspectiva de la vida de Jesús aprovechando los numerosos paralelismos entre las dos historias y al parecer ha tenido éxito con esta campaña promocional.
¿Dónde está el sentido del humor? ¿Dónde los calzoncillos? ¿Dónde está la música de John Williams? ¿Dónde está Superman?
Clint Eastwood inventó en 1992 un nuevo género cinematográfico el western crepúscular, con Sin Perdón. Olivier Marchal hace lo propio con el género de gánsters ambientado en Francia.
Dos antiguos capos mafiosos se vuelven a encontrar. Se van alternando escenas del pasado analizando su antigua amistad.
Con un buen pulso narrativo, con escenas de acción y de violencia se mantiene el interés del espectador.
Este cine de mafiosos tiene menos épica que clásicos como El Padrino. Está más pegado a la realidad en la línea de Un Profeta (una peli magnífica). Con cierto aire documental.
Se plantean cuestiones de interés como la ética del mafioso y el valor de la amistad y de la traición.
Todos los actores muy adecuados pero quiero destacar a Gérard Lanvin que hace una buena interpretación en un papel realmente difícil.
Rango es un producto insólito tratándose de una peli de dibujos animados tiene estructura de spaghetti western con muchas referencias a este sub-género.
Su protagonista Rango es un lagarto que vive en un terrario imaginándose diversos personajes e interpretándolos delante de unos muñecajos de plástico. Por casualidades de la vida termina en un pueblucho y su capacidad para inventar y mentir lo convierten en héroe involuntario.
A este personaje le ha puesto la voz en su versión original Johnny Depp y en español su doblador habitual Luis Posada.
Desde luego no es una peli para niños. Más bien es una peli para cinéfilos, que disfrutarán encontrando referencias.
Pocas veces he empleado mejor tres euros y me han salido más rentables.
Acudo al cine a ver esta peli con escasas esperanzas. El tráiler ya lo cuenta todo.
Al comienzo de la proyección me las doy de listillo y pienso: esto es más de lo mismo.
El rollo patriótico de los americanos me produce urticaria. Las escenas de acción rollo super-hombre me abren la úlcera gástrica. El asunto de presidente super-humano con maravillosos vínculos familiares me ocasiona disnea por broncoespasmo.
Pero está todo tan bien rodado, con unas escenas de acción tan bien medidas que la peli me empieza a interesar.
Gerard Butler ejecuta a la perfección su papel que hasta resulta creíble. Hay momentos que parecen Jungla de Cristal con menos humor que Bruce Willis pero con inteligencia.
Los gerifaltes del Pentágono ponen todos cara de susto y da risa verlos.
Conforme avanza la peli me va gustando más. Termino emocionado con el Dios bendiga a los Estados Unidos de América.
No me reconozco. La peli me ha gustado, está muy bien rodada, me he sentido afectado.
Una de las normas del buen crítico es ser sincero.
Lo voy a ser: Una peli estupenda, entretenida, emocionante, con un guión aceptable. No se puede pedir más. Tal vez haya echado de menos una chica guapa.
¿Empezo a tener mal gusto? o ¿Tal vez o no haya tenido nunca?
Acudimos Fer y yo a Madrid para un pre-estreno de Guerra mundial Z. Ayer se estrenaba en EE.UU. y el dos de agosto en España.
Cuando pasamos por delante del Cine capitol, en la Gran Vía madrileña, había una cola de unos 50 metros.
La peli era a las 6 de la tarde y según la invitación las puertas del cine se abrían una hora antes.
Llegamos al cine a las cinco y cuarto, la cola era de 80 metros. Las puertas seguían cerradas.
Esperamos bajo el sol madrileño durante 40 minutos.
Las entradas las habían enviado por mensajería y eran muy chulas. Unas tenían un pequeño triángulo en una esquina y otras un círculo.
Las numerosas azafatas nos iban indicando que con triángulo había que sentarse en los sitios reservados.
Un mal encarado segurata le dice a una chica que si saca su cámara se la quitarán y la echarán del cine. Todos ponemos cara de susto.
Sube al escenario un señor con traje que no se identifica y nos empieza a contar la peli. Algunos espectadores empezamos a protestar. Queremos verla, no que nos la cuenten.
En esto que aparece por los pasillos de la sala Brad Pitt. Se oyen gritos y aplausos.
Dice lo esperable. Que está contento de estar en Madrid. Hace una broma sobre el resultado de la selección española de fútbol (hasta aquí aparece el deporte rey). Termina amenazando con que va a ser la mejor peli del verano.
Sonríe y abandona la sala literalmente corriendo. Todo en menos de un minuto. Sin un solo beso, ni un apretón de manos.
El público se puso en pie y cientos de móviles no paraban de hacer fotos y grabar.
Me giro para ver como estaba el personal. Alguna chica llorando abranzándose a su novio. Otras con cara de asombro, tapándose la facies con las manos. Oigo algún comentario: es lo más grande que me ha pasado en la vida.
De la peli hablaré en otro momento.
A Brad se le ha puesto aspecto de americano fortachón de esos bien nutridos.
Mi pregunta: ¿Ha valido la pena ir hasta Madrid, esperar al sol cuarenta minutos para ver al señor Pitt durante 60 segundos?
Esperaba que la peli compensara ese sacrificio. Pero eso es otra historia.
Veo esta tvmovie de 154 minutos de duración porque escucho un comentario elogioso en Días de Cine, el veterano programa de la Dos de TVE, que me lleva acompañando gran parte de mi vida.
Philip Kaufman nos relata la tormentosa relación entre Ernesto y Marta (Hemingway y Gellhorn).
Todo el mundo conoce a Hemingway que es presentado como un hombre excesivo, iracundo, contradictorio…
Tal vez es menos conocida Martha Gellhorn, corresponsal de guerra desde la Guerra Civil Española una pionera en su profesión que supo dar una perspectiva especial a sus crónicas.
Más importante que la historia de amores y desencuentros entre estos dos torrentes de inteligencia y creatividad es el fondo histórico donde suceden.
Se utiliza abundante material de archivo y en él se insertan los personajes con bastante verosimilitud.
El pasaje más largo, más interesante y menos creíble es el de la contienda española con la presencia de Robert Capa, John Dos Passos y otros personajes que parecen metidos con calzador.
Los dos protagonistas, Nicole Kidman y Clive Owen, están estupendos con interpretaciones muy creíbles y atractivas.
Destacar como la Kidman ha sabido encontrar una nueva vida cinematográfica con papeles adecuados a su edad y con registros de lo más interesante. Véase Stoker o El chico del periódico.
La pena es que todo está lastrado por ese concepto de telefilm con aire de culebrón que pretende abarcar más de lo que puede a pesar de sus más de dos horas y media de duración.
Voy a intentar no emplear palabras como hipnótico, hipnosis…
Con un inicio brillante y estimulante, la peli sigue por estrechos vericuetos demasiados complicados para un señor mayor como soy yo. La distinción entre realidad y sueño se me hizo confusa. Pero lo peor es que la peli conforme avanza pierde fuelle e interés.
Boyle se equivoca retorciendo el guión una y otra vez y sacando de la chistera un conejo y otro y otro…
He de reconocer que es una peli muy bien rodada con planos bien pensados y efectistas aunque resulta con tono videoclipero ligeramente exasperante.
Rosario Dawson ejerce de mujer fatal y cuando sale en pantalla anula a todos los demás actores con una potencia impresionante. Posiblemente esta devorahombres es lo mejor de la peli.
Mi recomendación del día: no recurráis al hipnotismo, ni siquiera por la Dawson. Yo desde luego no me pienso dejar en la vida.
¡Vaya! Al final he dicho la palabrita que no debía.
El ver esta última me invita a repasar toda su obra.
15 años y un día es sobre todo una peli de personajes. Su historia es interesante pero lo son más las vidas de las personas que se nos presentan.
Son todos personajes heridos con sus biografías lastradas por graves sucesos.
Una abuela que fue abandonada por su marido sin tener claro porqué interpretada por una magnífica Susi Sánchez.
Una viuda cuyo esposo se suicidó que no sabe manejar a un adolescente problemático con una maravillosa Maribel Verdú, posiblemente la mejor actriz del cine español.
Un militar retirado que ha visto fechorías que no puede olvidar, atrapado por su rigidez moral y vital. En este papel Tito Valverde está inconmensurable, emocionante, impresionante.
Quiero citar también a la jovencita Sfía Mohamed que interpreta a una adolescente que conoce sus limitaciones y tiene claro su destino pero lo afronta con optimismo y resignación. Maravillosa.
Cuando en una peli todos los actores lo hacen bien es, sin duda, porque están bien dirigidos. Aquí el mérito es de Gracia Querejeta que ensaya semanas antes del rodaje para dejarlo todo engrasado.
La historia y los personajes me llegaron al corazón me emocionaron y volví a llorar como un chiquillo.
Gracia dedica la peli a su padre que ya debía estar muy malito y falleció justo el día de antes que vi la peli.
Todos tenemos una deuda impresionante al productor Elías Querejeta, un hombre comprometido que supo llevar a término lo mejor del cine español. Lamentable que su muerte haya trascendido menos de lo que se merece.
Solo estábamos tres personas en el cine. Una pareja, tal vez, de novios y yo. Cuando salían de la sala la oí comentar: “Vaya rollo”.
Es una producción alemana que trata de unas vampiresas muy modernas, muy guapas, muy cool.
Hay persecuciones muy bien rodadas y una estética muy atractiva pero algo cargante.
Aunque es una peli de vampiros nos da una visión innovadora de la cuestión con trama de thriller de por medio. Con una presión policial hacia estas pobres chicas incomprendidas porque son diferentes y se alimentan de hemoglobina.
Siempre me he preguntado si los vampiros sabrán distinguir los grupos sanguíneos. ¿Será más buena la sangre O+ (la más normalita) o será mejor la AB- (la más rarita)?
A estas vampiresas tan guapas y elegantes no me importaría entrevistarlas y preguntarles muchas cosas.
Dennis Gansel es un buen director y nos ofrece un producto con un acabado impecable. Ya demostró grandes cualidades con su magnífica anterior peli La ola.
Asombrosa la transformación de Karoline Herfurthde ladronzuela a chupasangre vestida de El Corte Inglés.
Lo peor la exaltación de lo banal y del consumismo como gratificación personal.
He visto en estos días 15 pelis y 9 cortos. El género de terror no es uno de mis favoritos pero como soy un cinéfago impenitente he disfrutado como un enano.
En un festival es imposible ver todas las pelis porque se proyectan a la vez varias y porque si además trabajas no puedes quedarte hasta las tantas todos los días.
De lo que he visto ha habido de todo. He de decir que no he visto las tres pelis ganadoras pero si los cortos.
En cambio el nivel de los cortos ha sido mucho mejor. Los tres premiados y para mí los mejores: L’Héritage, Necrolovers y Death of a Shadow. Tres joyas o incluso obras maestras.
El aspecto más negativo de la organización fue la suspensión el lunes de Meteletsa, winter of the dead, peli rusa de zombies.
La organización debía haber previsto el retraso que se ocasionó por las extraordinarias medidas de seguridad por el estreno mundial de Expediente Warren: The Conjuring.
La Gala de Clausura se celebró antes de la proyección de esta producción de la Warner y se hizo deprisa y corriendo. En 15 minutos se entregaron los premios, se hicieron los agradecimientos y habló el director del Festival.
Por cierto nadie se lo dedicó a su madre. Tal vez dedicar una peli de terror a la persona que te dio la vida no sea muy adecuado.
El director de NOCTURNA Luis M. Rosales ha demostrado una dedicación y un empuje dignos de admiración con una cercanía al público total.
Me queda hablar de lo mejor del festival: el público. Unos espectadores entregados que han hecho grande el festival. En muchas ocasiones el verdadero espectáculo no estaba en la pantalla sino en la sala. Hemos aplaudido, vitoreado, reído y pasado miedo juntos, unidos por la gran la inmensa afición al cine.
En estos días he hecho amigos en la cola para coger las entradas, en el asiento en la sala, en los servicios (esto suena fatal)… Todos los espectadores, la mayoría chicos jóvenes, dispuestos a compartir impresiones y aficiones.
Espero seguir teniendo contacto con algunos.
Entre ellos, yo era un ignorante, la mayoría auténticos expertos en Cine fantástico y de terror, de todos ellos he aprendido.
Este tipo de pelis, tantas veces denostadas, están llenas de sangre y vísceras pero también de imaginación, de imágenes impactantes y de diversión, todo eso las eleva a la categoría más alta dentro del cine.
Globalmente una experiencia estupenda.
Agradecer al Heraldo del Henares y especialmente a su director la acreditación en NOCTURNA 2013.
Haciendo un esfuerzo titánico me quedé a ver esta proyección que empezó sobre la una y media de la madrugada.
Su director, Scott Stewart, es el mismo que el de Legión y El Sicario de Dios, dos pelis que me parecieron interesantes en su día y que no recuerdo bien. ¿Será eso positivo o negativo?
Una familia se ve asediada por extraños fenómenos que luego se explican por los extraterrestres.
La trama se sigue con interés (todo el interés que se puede tener a esas horas).
Hay una mezcla de drama familiar, bastante interesante, con peli de fenómenos paranormales con menos chicha.
Los extraterrestres no me cayeron simpáticos.
A la vuelta a casa había un macrocontrol de alcoholemia. Mi preocupación nula. Lo más fuerte que había bebido era una Fanta de naranja. El guardia civil que me tocó es paciente mío. Muy amablemente nos saludamos y nos dimos las buenas noches.
Se trata del estreno mundial de la nueva peli de James Wan.
He firmado una cláusula de confidencialidad y no puedo contar nada sobre ella hasta su estreno en Julio de 2013.
Estaba prohibida la entrada de móviles y cámaras de fotos.
Organizaron en la antesala de los cines un control estilo aeropuerto, donde tenías que dejar el móvil en consigna y pasabas por detectores de metales y te registraban los bolsos.
Yo como estaba avisado no lleve ni móvil ni cámara de fotos.
Los encargados de este cotarro vestían de traje negro y eran muy altos.
Guardamos fila para entrar casi una hora. La gala de clausura y la entrega de premios comenzó una hora y cuarto más tarde.
De la gala ya hablaré en el resumen final que postearé a continuación.
Dura 106 minutos pero yo salí de la sala pensando que había estado una semana. Salí más viejo y con peor salud.
Desde luego es la peli más aburrida que he visto en NOCTURNA y posiblemente una de las más tediosas de mi vida.
Intentaré olvidarla y si no lo consigo marcará mi existencia como una losa de tedio y sopor.
Si en algún momento en mi devenir pienso que estoy perdiendo el tiempo la recordaré y me diré: aquello sí que fue perder el tiempo.
He de decir que a algún crítico le gustó, como a mi nuevo amigo Nico que salió contento. Le dije: tú sí que eres un buen crítico. Y lo pienso de verdad. Alguien que es capaz de encontrar valores positivos en semejante bodrio merece mi admiración y mi respeto.