Esta quinta entrega de aventuras de parque de atracciones da lo que promete.
Unos efectos especiales apabullantes.
Acción a raudales.
Un amorío juvenil.
El capitán Jack Sparrow tan desatado como siempre, con Perla Negra incluida.
Javier Bardem haciendo de malo por enésima vez, como es de esperar. Un español en Hollywood solo puede hacer de asesino o narcotraficante.
Más de lo mismo.
No soy devoto de esta saga. Tan apenas tengo tenues recuerdos de las anteriores.
Ésta ya he empezado a olvidarla.
Porque tanta pirotecnia, tanto ruido de feria solo me aturde, pero no me levanta ni el más mínimo interés y no me despierta ningún sentimiento.
Mi corazón late cansino desprendiendo displicencia.
Sin comprender donde está la gracia de este espectáculo lleno de efectos especiales, pero vacío de nervio y de músculo.
Afortunadamente Johnny Depp está menos expansivo que en otras ocasiones, claro que para eso ya está el español.
Me identifico con los despistados actores que han rodado en Australia en unos estudios, que bien podrían haber estado en Pinseque. No han visto el mar, rodando todo con croma.
Por eso en los créditos se observa una legión de animadores y creadores de Fx.
En Piratas del Caribe todo es falso. Ni siquiera de cartón piedra. Solo digital.
Por ello no me molesta que se hagan cinco pelis ambientadas en este cosmos especial, aunque sea para que Heyday Films y Warner Bros puedan oír el clin de la máquina registradora.
Los cuatro personajes protagonistas me caen bien de principio.
Eddie Redmayne interpretando a ese mago flojo, delicado y ligeramente torpe, muy alejado del héroe convencional.
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Katherine Waterston atractiva investigadora ninguneada por sus superiores.
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Dan Fogler un gordo bonachón muggle cuya mayor ilusión es abrir una pastelería para endulzar la vida a las personas.
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Alison Sudol la atractiva y enamoradiza maga capaz de leer la mente.
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Son cuatro pringados. La idea que sean los héroes de la función me parece muy atractiva.
Los efectos especiales magníficos.
La ambientación y el retrato de Nueva York de principios del siglo XX maravillosos.
Los animales fantásticos muy atractivos.
Los aspectos sobre el reprimido Credence Barebone, bien interpretado por Ezra Miller, interesantes.
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Pero la trama termina cayendo en ese cine de escombro que tanto detesto y que tanto parece gustar a los adolescentes de esta época actual.
Quiere imitar sin disimulo el cine de super héroes de los últimos años.
El encanto de las primeras pelis de Harry Potter era su trama intimista, incluso minimalista que se perdió en las últimas dos entregas.
El cine estaba abarrotado de niños de los seis a los quince años.
Algunos grupos acompañados por un adulto que intentaba mantener el orden en su entorno.
Todos los infantes devorando palomitas y refrescos ricos en sacarosa.
Bastantes llegaron ya empezada la peli.
Según iban entrando y ocupando filas yo me desplazaba hacia las primeras butacas huyendo de ellos.
Algunos grupos no dejaron de meter ruido toda la duración de la peli.
Cuando terminó me quedé a ver los créditos y contemplé una sala con un suelo lleno de basura, restos de envases y palomitas.
Estos niños son guarros, irrespetuosos y maleducados.
Se supone que éste es cine familiar, donde los padres y los hijos comparten una tarde de cine, pero los progenitores han cejado en sus funciones y prefieren que sus hijos vayan en grupos de amigos en los que se comportan como energúmenos.
Yo, en mi infancia, iba al cine todos los fines de semana. En las pelis aplaudíamos, avisábamos cuando llegaba el malo, pero participábamos en la proyección. Era nuestro centro de atención.
Estos niñatos de ahora desprecian lo que van a ver. Solo ensucian y meten ruido.
Ya disculparás si me he ido muy arriba en esta digresión.
Alicia se ha convertido en una capitana intrépida que se enfrenta a los piratas malayos y a los convencionalismos sociales.
Es una mujer adelantada a su tiempo. Valiente y decidida.
Ese retrato me parece un buen ejemplo para las niñas que vayan a ver esta peli.
La pequeña aventura de navegación que se relata al principio funciona como un corto. Me encantó.
La peli es visualmente muy atractiva. Muchos colorines. Muchos efectos visuales.
Tanto que puede llegar a saturar, a pesar tanto que asfixia.
La idea de viajar por el tiempo por medio de la codiciada cronosfera está bien y el tiempo personificado mejor aún.
Pero la peli es ligeramente aburrida, no hay demasiadas sorpresas y una vez saturado de imágenes bellas e impactantes parece que todo lo que sigue te da igual.
El Sombrero Loco es un coñazo de tío y el rollo de su familia muy tedioso.
Al final resulta un pastelón.
Lo mejor Tweedledum y Tweedledee (Patachunta y Patachún, Tararí y Tarará o Do mi sol y Sol mi do en la traducción española).
La historia del mafioso irlandés Whitey Bulger es contada con soltura por el director Scott Cooper.
Más que un relato sobre la mafia bostoniana es un retrato del famoso gangster.
Nos cuentan su biografía durante dos décadas, de 1975 a 1995.
Sus relaciones familiares, con su hermano senador, su madre, su hijo… Pero sobre todo sus fechorías.
Whitey Bulger es un asesino despiadado que consiguió un trato de favor con el F.B.I. por medio de su amigo de infancia John Connolly.
La narración tiene más que ver con Uno de los nuestros o Infiltrados de Martin Scorsese que con El Padrino de Coppola.
La historia está bien contada y resulta una buena película de gangsters, pero es una peli de segunda fila. No alcanza ni de lejos los niveles a los que llegó el maestro Coppola.
Johnny Depp ha hecho todo lo posible para ser candidato al Oscar.
Horas de maquillaje con un resultado muy convincente, una interpretación contenida, pero que se desata ocasionalmente.
Su amigo del F.B.I. interpretado por Joel Edgerton está, tal vez, más solvente, evitando excesos histriónicos.
Black Mass: Estrictamente criminal es una peli solvente, pero no llega al Olimpo de las más grandes.
Dos graves defectos: faltan personajes femeninos en la historia y resulta excesivamente episódica.
Dicho en fino: Transcendence es lo más vacío e intrascendente que se pueda imaginar.
Dicho en basto: Es un truño como un rascacielos de 85 pisos.
Resulta esperpéntico ver en el plano varios monitores, uno con dibujitos, otro con una gráfica, otro con varias pantallitas de Windows, al lado apiladas varias fuentes de alimentación… Con todo esto pretender que es la caña de la informática. Ridículo.
De momento mi primera impresión. Ahora paso a la reflexión.
Un argumento que pretende avisar de los peligros del desarrollo informático. Una exposición tan zafia e incomprensinble que resulta ofensiva. Se trata al expectador como si fuera subnormal profundo, cuando los deficientes son los perpetradores de este engendro.
La coherencia interna del relato es inexistente.
Para colmo a los terroristas ecologistas se los termina presentando como héroes.
Johnny Depp está entre penoso e insoportable. Cuando abandona sus papeles ridículos se vuelve un coñazo.
Es triste ver a una actriz tan buena como Rebecca Hall intervenir en esta producción sin sentido. Aunque mantiene el tipo casi todo el metraje, al final termina cayendo, al igual que la peli, en el esperpento.
Desesperante ver al veterano Morgan Freeman metido en este trabajo puramente alimenticio.
Es el debut en la dirección de Wally Pfister, encargado en pelis prestigiosas de la fotografía. Por favor, si haces otra peli avísame. No iré a verla.
Mi sobrijo Adrián y yo nunca coincidimos en nuestras apreciaciones (bueno, casi nunca). Estoy deseoso de saber que opina. Como le haya gustado me corto las venas antebraquiales.
Si tienes un enemigo, recomiéndasela. No es una venganza sutil, pero es claramente hiriente.
En el año 2000 Terry Gilliam intentó llevar el Quijote a la gran pantalla en un proyecto llamado “El Hombre que Mató a Don Quijote“.
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Su proyecto era extremadamente fantástico y necesitaba un gran esfuerzo de producción.
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Este documental trata sobre el fracaso en la realización de esta peli.
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El relato de las desgracias y los contratiempos resulta de lo más entretenido y aleccionador.
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El documental explica bien como es el proceso de producción y los inconvenientes de trabajar al aire libre y con repartos internacionales.
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El rodaje se iba a desarrollar en Las Bárdenas Reales en Navarra, en el Monasterio de Piedra en Zaragoza y también en los exteriores del Palacio del Infantado en Guadalajara, donde se creó un decorado que permaneció durante un mes, siendo desmontado sin que el equipo de rodaje apareciera.
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Es la deconstrucción de un making-of. La historia de una peli que nunca se hizo.
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Divertida e imprescindible. En el vídeo de Youtube que inserto está enterica.
El presupuesto de El Llanero Solitario se estima en unos 250 millones de dólares. Una auténtica barbaridad. Pero con todo ese montón de pasta se pueden hacer grandes cosas o grandes bodrios.
Esta peli es sobre todo muy divertida. Del principio al fin resulta entretenida. No hay momentos en los que la trama decaiga.
Suceden muchas cosas y todas bien relatadas. Hay mucho humor, aventuras, personajes interesantes, acción…
Una de las normas del buen crítico es no hablar de la fotografía. Me la voy a saltar. Aquí las imágenes son estupendas con una nitidez extraordinaria. Ver esos grandes paisajes del Oeste en una pantalla grande es maravilloso.
Pero he identificado varias referencias más al cine de Ford. El personaje de John Reid (El Llanero Solitario) tiene una clara inspiración en Ransom Stoddard de El hombre que mató a Liberty Valance. Un idealista que cree en la Ley y en el progreso y que se enfrenta a la dura realidad de la violencia del salvaje Oeste.
Esa mujer enamorada del hermano de su esposo con el que se reencuentra después de muchos años es un homenaje a Centauros de desierto.
Estos detalles y otros que se me escapan dan un toque de calidad a esta peli.
Los dos protagonistas son dos anti-héroes, muy alejados del estilo actual. Uno es un indio medio loco marcado por un error en su infancia. Otro un muchacho torpe y simplón.
Ninguno de los dos ejerce la violencia de manera intencionada, sus éxitos son fruto de la suerte y de la casualidad y también de Silver, el caballo blanco que es el gran héroe de la historia.
Hay una crítica al progreso por encima de todo lo demás, sin respetar el medio ambiente o a las personas.
Depp interpreta a un indio poco expresivo por lo que está más contenido que lo habitual, lo que hace su interpretación mucho menos irritante. En la versión en inglés se le llama Tonto como en el cómic pero aquí se ha doblado como Toro, a lo cual no encuentro explicación (razonable).
Tal vez solo sea cine de entretenimiento pero lo es de calidad.
Rango es un producto insólito tratándose de una peli de dibujos animados tiene estructura de spaghetti western con muchas referencias a este sub-género.
Su protagonista Rango es un lagarto que vive en un terrario imaginándose diversos personajes e interpretándolos delante de unos muñecajos de plástico. Por casualidades de la vida termina en un pueblucho y su capacidad para inventar y mentir lo convierten en héroe involuntario.
A este personaje le ha puesto la voz en su versión original Johnny Depp y en español su doblador habitual Luis Posada.
Desde luego no es una peli para niños. Más bien es una peli para cinéfilos, que disfrutarán encontrando referencias.
Pocas veces he empleado mejor tres euros y me han salido más rentables.
El día 5 de Mayo fui a ver esta peli en 3D. Diez euracos que no me importa pagar pero que no es un precio económico para los tiempos que corren. El cine ha dejado de ser el espectáculo-arte del pueblo que fue en el siglo XX.
Vamos a la peli.
Visualmente la Alicia en el País de las Maravillas de Burton es deslumbrante los personajes “no humanos” interaccionan a la perfección con los humanos. El conjunto es de una belleza plástica muy atractiva. El 3D colabora pero cuando llevas un rato de peli te acostumbras y no lo notas. A lo bueno se adapta uno rápido.
Me encantan los dos gorditos que son muy graciosos. Y la Reina de Corazones (Helena Bonham Carter) es magnífica: “Qué le corten la cabeza”.
El ritmo de la película es sensacional manteniendo bien el interés.
La actriz que interpreta a Alicia (Mia Wasikowska) lo hace fenomenal y se va creciendo a lo largo del metraje. Una gran promesa para el cine futuro.
En mi opinión lo peor de la película es Johnny Depp en el papel del Sombrero Loco. Su presencia elentece el ritmo de la historia. A mí me resultó irritante. Es como si Burton se distrajera cuando interviene este actor y perdiera la orientación. Ya sé que los fans de Depp estarán totalmente en desacuerdo pero en mi opinión Johnny está de más.
El giro que toma la peli al final traiciona el espíritu de Lewis Carroll. De la esencia abstracta y rompedora del novelista, Burton pasa a contar en el tramo final una especie de Crónicas de Narnia, con niña heroína y batallita final al estilo que puso de moda el Señor de los Anillos.
Me olvidaba decir que la música es excelente y merece la pena quedarse a los créditos del final de la peli para oír la canción.