Refresco la anterior peli de esta saga (Deadpool – 2016 – Tim Miller). Me encanta volver a verla y me gusta la crítica que realicé, bastante sesuda, me sorprendo de mí mismo.
El listón de la diversión había quedado muy alto.
Se crean expectativas que pueden ser defraudadas.
La primera fue la peli más vista con una calificación de “mayores de 18” en los USA que casi solo se da a pelis pornos.
Fue la primera peli de superhéroes nominada a los Globos de Oro como mejor comedia.
En esta secuela, Wade Wilson es presentado como un tipo sin escrúpulos que entra en una profunda depresión…
La peli resulta tan descarada e iconoclasta como la anterior. Se ríe de sí misma y de las pelis de superhéroes.
No termina de tomarse en serio nada.
Su trama es más compleja, con varios cambios de guión.
Es incluso cruel con sus personajes.
Tiene aspectos salvajes y turbios.
Tal vez al final se vuelve un poco blandita, en una especie de concesión al público para que no salga amargado.
Porque existe el riesgo que a pesar de pasárselo fenomenal, te quede un regusto pesimista y desolador.
Porque la peli no deja de ser el relato de una terrible depresión y la búsqueda del protagonista de una redención.
Impresionantes las espectaculares Morena Baccarin (Vanessa) y Zazie Beetz (Domino).
Si te fijas bien podrás identificar al actor que interpreta a Vanisher.
El inicio de Clooney como director es ciertamente brillante.
Usa planos virtuosos jugando con el espacio-tiempo cinematográfico.
La fotografía es muy adecuada para la época en la que se desarrolla la historia.
El conjunto de la peli resulta muy divertido con una combinación entre comedia y drama que se mueve en la cuerda floja, pero sin llegar a caerse.
Nos descubre el inicio de la telebasura y cómo conectó con el público estadounidense primero, español después y supongo que también mundial.
Contrasta lo bien relatada que está esta parte de la peli con lo poco estructurada que se encuentra la dedicada al espionaje, que no pasa de ser escenas más o menos ocurrentes, pero sin una estructura narrativa clara. Con personajes muy poco creíbles.
No sé si es intencionado o casual, pero tal vez Clooney nos muestra esta parte de la trama como menos verosímil y como fruto de la imaginación de Chuck Barris (Sam Rockwell).
La historia de amor funciona gracias a la encantadora y maravillosa Drew Barrymore, que desde que se estrenó en el mundo del cine ha sabido encandilar a la cámara y a un servidor. Ahora de nuevo de máxima actualidad gracias a la divertida serie Santa Clarita Diet.
El californiano Sam Rockwell está desatado, pero en conjunto su papel resulta convincente, por esta peli obtuvo el Oso de Plata en el Festival de Berlín en 2003.
Mi puntuación: 7,32/10.
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El director George Clooney:
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Curiosidades:
Tanto Julia Roberts como Drew Barrymore trabajaron por un salario reducido como un favor a su amigo, el director George Clooney.
Sam Rockwell fue la primera y única opción de George Clooney para interpretar a Chuck Barris.
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La mayoría de las escenas fueron rodadas en una toma.
La escena del lobby de la NBC y el montaje The Dating Game (1965) se realizan completamente en una toma; los actores corrieron para ponerse en posición.
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El clip del The Newlywed Game (1966) es un clip real.
Durante mucho tiempo se pensó que era una leyenda urbana y, en algún momento, incluso el anfitrión llegó a creer que no era real.
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El guionista Charlie Kaufman se sintió insatisfecho con la forma en que George Clooney trató su guión.
Comentó:
“Pasé mucho tiempo trabajando en el guión, pero Clooney no estaba interesado en las cosas que me interesaban. He seguido adelante, y no tengo ninguna animosidad hacia él, pero es una película que no es mía“.
Clooney reconoció que hizo cambios, porque había ‘escenas funky‘ que nunca hubieran tenido luz verde para una película de estudio.
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La Agencia Central de Inteligencia ha negado que Chuck Barris alguna vez haya trabajado para ellos.
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David Fincher y Bryan Singer fueron considerados como directores.
Singer inicialmente aceptó, pero tuvo que retirarse cuando todo el elenco de X-Men 2 (2003) estuvo disponible para que la producción comenzara.
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Mike Myers, Ben Stiller y Johnny Depp fueron considerados para el papel de Chuck Barris.
Depp se quedó como productor ejecutivo.
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Después de su entrenamiento, Chuck se despide de “Jack” y “Lee”.
Teniendo en cuenta las teorías conspirativas populares sobre el asesinato de John F. Kennedy, ésta es claramente una referencia burlona a Jack Ruby y Lee Harvey Oswal.
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La película fue calificada en un breve artículo en The Onion titulado “Película comercializada como seis diferentes géneros“:
Comedia romántica.
Thriller de espías.
Sátira de Hollywood.
Biopic.
Cómo ser John Malkovich (1999).
Película de chicas.
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El padre de George Clooney, Nick Clooney, solía dirigir programas de televisión.
Contribuyó con experiencias de verlos detrás del escenario para hacer la película.
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Un guía turístico dice que su programa de televisión favorito está protagonizado por Rosemary Clooney, tía del director George Clooney.
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A David O. Russell se le ofreció la película para que la dirigiera, pero la rechazó, y decidió “que no se trataba de otra cosa que un tipo al que le gustaba follar a las chicas y decir que le disparó a la gente en la cabeza“.
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En los créditos, el nombre de personaje de Matt Damon se otorga como Bachelor Matt y Brad Pitt como Bachelor Brad.
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Julia Roberts trabajó en el set durante seis días.
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El auto que Chuck usa en Alemania Oriental es el VAZ 2102 soviético.
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George Clooney comenzó una relación con Krista Allen después de que la película se terminó.
Se separaron dos años después.
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El elenco de la película incluye cinco ganadores del Oscar: George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Julia Roberts, Akiva Goldsman y una nominada al Oscar: Maggie Gyllenhaal.
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Chuck Barris, mítico presentador de televisión estadounidense, falleció en el mes de Marzo de 2017 a los 87 años por causas naturales en Palisades, una pequeña aldea del condado de Rockland, en Nueva York, según confirmó su publicista.
Barris es conocido por presentar ‘The Gong Show‘ en 1976 para la NBC.
El programa de talentos es recordado por su humor loco y absurdo.
El espacio consiguió tal popularidad que se convirtió en una película, ‘The Gong Show Movie‘
Zemeckis ha querido componer una historia de amor y espías.
Le ha salido sobre todo melodrama.
Con un estilo clásico, reposado, con las mínimas estridencias.
La peli podría pecar de falta de nervio, de energía, pero a mí me parece que tiene la suficiente para encandilar al espectador.
Tal vez sea una peli pasada de moda.
Lo que se lleva ahora son escenas de acción frenéticas y persecuciones con derrapes.
De eso carece Aliados y eso es probablemente su mayor encanto.
Tenía ganas de ver una peli en la que la emoción sea la justa, pero lo suficientemente verdadera para que me llegue.
Marion Cotillard estupenda, maravillosa.
Lástima que Brad Pitt no esté a la altura. Parece que se quisiera contener para evitar los celos de Angelina, pero eso con Marion enfrente es imposible.
Zemeckis quería hacer un clásico y lo ha conseguido.
Habla de la crisis económica de 2008 y de unos pocos visionarios que la vieron venir y se enriquecieron con ella.
La peli está tratada en tono de comedia y usa recursos del reportaje periodístico y del documental para retratar una realidad con el baño de la ficción.
Un galimatías narrativo del que Adam McKay sale airoso.
La peli está concebida para indignar, para mover conciencias.
Tal vez no cuente nada nuevo que no sepamos ya, pero nos da una visión del gran engaño que fue la burbuja inmobiliaria y las consecuencias funestas para casi toda la sociedad.
Los economistas y los banqueros se inventan un lenguaje especial para confundir al ciudadano y así poderlo engañar.
El chollo de los bonos inmobiliarios se basaba en una engañifa.
El principio que la vivienda siempre sube de precio y es un valor seguro se desplomó cuando se vendieron a personas que no podían pagarlas, para inflar una burbuja y obtener más beneficio.
Cuando el asunto explotó los gobiernos con el dinero de los ciudadanos corrieron a rellenar sus agujeros. El viejo dicho de la “la banca siempre gana” se volvió a cumplir.
En la peli se cuenta todo esto con un carácter didáctico.
Lo que más me molesta de la peli (y de la realidad) es que los supuestos héroes que supieron ver el desastre que se avecinaba se enriquecieron con ello. Forman parte también del engranaje capitalista y que detrás de sus ganancias hay mucho sufrimiento, muchas muertes y mucha pobreza, como apunta el personaje de Brad Pitt.
La peli resulta muy entretenida y cumple la función social de remover conciencias, al igual que la peli española sobre las declaraciones de Bárcenas en la Audiencia Nacional (B de David Ilundain), a diferentes niveles, por supuesto.
Esta peli dirigida por un casi desconocido David Ayer, pero producida y protagonizada por la estrella Brad Pitt, no es un film rutinario de la tan vista Segunda Guerra Mundial.
¿Por qué se han hecho y se seguirán haciendo tantas pelis de esta Guerra?
Yo he encontrado una explicación. Además de porqué ha sido la guerra de las guerras, este conflicto bélico tenía unos buenos y unos malos bien definidos.
Nadie se puede sentir molesto al ver morir alemanes de uniforme y mucho menos nazis. Esto no pasa con otros conflictos como la Guerra del Vietnam, por poner otro ejemplo muy cinematográfico.
Desde esta premisa hacer una producción de este conflicto bélico parte con esa gran ventaja. Desde el primer momento nos vamos a identificar con los buenos y queda claro quienes son los malos.
Cuando ya podía pensar que todo estaba ya visto llega esta Corazones de acero.
Después de Salvar al soldado Ryan, pensé que era la Capilla Sixtina del cine bélico, nada lo iba a superar.
La peli de Ayer no es mejor, pero se acerca mucho.
Tiene acción, unas escenas impresionantes y un estudio de personalidades muy atractivo. Todo muy bien rodado, con un montaje efectista.
Además una visión, una perspectiva nueva del conflicto.
Habíamos visto tanques en combate, pero no nos habíamos metido a vivir la contienda dentro de uno de ellos.
Los personajes de esta historia van sucios, seguro que huelen mal, pasan hambre, sed, miedo, tienen cansancio, pero además no son buenos.
Todos tienen un lado turbio que les ha desarrollado esta guerra en la que están metidos y de la que solo desean salir vivos.
Su trabajo es matar, algo fuera de toda moral, pero han aprendido a hacerlo bien, por que eso los mantiene vivos.
Cuando llega el joven Norman Ellison, bien interpretado por Logan Lerman, les corre prisa que aprenda, su vida está en parte en sus manos. El muchacho tiene que tomar unas lecciones aceleradas para asesinar e intentar no perecer.
En estos soldados hay poco heroísmo de medalla. Su capacidad de resistencia, el buen hacer en su trabajo es su mejor aval.
La peli emociona, te mantiene en tensión y lo que es mejor odias y amas al mismo tiempo a estos soldados.
Brad Pitt demuestra ser un buen actor. Hace tiempo que le vengo observando un poco fondón, a sus 51 años es normal, pero cuando se quita la camiseta aparece muy musculado, eso me llamó la atención (esto ha quedado un poco gay).
Otra cosa que me ha impresionado es lo pequeños que tiene los pabellones auditivos. ¿Se habrá operado las orejillas?
Corazones de acero es una peli imprescindible para los amantes del cine bélico.
Hace unos meses todo el mundo puso por los cielos Shame de este director británico afincado en Amsterdam. A mí me pareció regularcilla, aunque con puntos de interés.
Ahora en 12 años de esclavitud la crítica se ha vuelto a entregar.
Nada de lo que se cuenta es novedoso. El sufrimiento que los seres humanos pueden infringir es inmensa. La institucionalización y la legalidad de la crueldad es una vergüenza para esto que llamamos civilización.
Sobre este tema se ha hecho de todo, bueno y malo. Steve McQueen es muy hábil en tocarnos en la fibra más sensible para nosotros que es la pérdida de la libertad y la posterior esclavitud. No usa recursos trillados de emocionar con sensiblería y solo se rinde a esta tentación al final de la peli.
El mundo depravado que se nos muestra contrasta con el paisaje idílico de Luisiana que sirve de escenario a la tragedia.
Pero no solo hay maldad en los hombres sino en el sistema que oprime hasta el punto de hacer cómplice a la víctima de la misma estructura orgánica que le ataca.
Nos lo muestra McQueen, cruelmente, en varias escenas. Horrorosa e interminable en la que Solomon Northup permanece colgado ante la indiferencia del paisaje y del paisanaje. O cuando es obligado a azotar al personaje que interpreta Lupita Nyong’o.
La propia estructura crea en la víctima el sentimiento de complicidad y de culpabilidad.
Estos aspectos, tal vez, sean los más novedosos de la peli del británico.
La música es perfecta y maravillosa. La fotografía impresionante. La realización, técnicamente muy conseguida, con planos generales, huyendo de la moda de los primeros planos que detesto profundamente.
Con todo lo dicho ¿porqué no termina de parecerme la maravilla que a todo el mundo?
Su insistencia en el sufrimiento me ha recordado La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson pero sin hablar en arameo, ni en latín. En estas dos pelis, siendo muy distintas, se produce un efecto de saturación. La insistencia en mostrar el dolor con imágenes impactantes genera una desensibilización en el espectador. Llega un momento en el que, por muy horroroso sea lo que se ve, ya no te llega.
El personaje de Edwin Epps, sádico esclavista, sería imposible de creer sino lo interpretara un Michael Fassbender que compone una actuación más que magistral, un hombre atormentado que reprime sus pulsiones con una crueldad insoportable. Pero para mala-mala su esposa, celosa, despiadada, cizañera y vengativa.
No quiero olvidarme de Paul Dano que interpreta a un capataz con muy mal perder que este año también compuso un muy buen papel en Prisioneros, también de malo.
Brad Pitt se reserva el papel de productor y de salvador, se las sabe todas, el muy pillín.
Supongo que 12 años de esclavitud se llevará un buen montón de oscars pero a mí me sigue gustando más esta Prisioneros que acabo de mencionar.
Javier Bardem se ha trasmutado en una caricatura, su actuación es excesiva, como ya viene siendo habitual.
Brad Pitt, como el resto de los personajes, va despistado por la peli.
Cameron Diaz interpreta el rol de una mujer fatal y está arroladora, aunque da bastante miedo. A mí verla en pantalla me intimida, no quiero imaginar en la vida real. Impresionante cuando se beneficia a un descapotable (raro-raro). Es lo mejor (o lo único bueno) de la peli.
Con un buen director y unos actores estupendos se puede hacer una caga… como ésta. ¡Ay el guión! ¡Qué importante es el guión!
De hecho una vez terminada la peli, se re-escribió parte del guión y se volvieron a rodar nuevas escenas. Por lo que el presupuesto se disparó a 140 millones de dólares.
Todo está pensado a mayor gloria de su protagonista. ¡Es que es ideal de la muerte!
Padre ejemplar que prepara tortitas a sus hijas y las lleva al cole en coche. Que dejó su trabajo como investigador de la ONU para pasar más tiempo con su familia. Y cuando se desata una epidemia zombi… ¿quién puede salvar al mundo? Pues solo él (mejor dicho Él).
Podéis pensar que le tengo envidia porque es guapo y rico y yo feo y no rico. Pues efectivamente, le tengo mucha envidia.
A mí siempre me hubiera gustado ser guapo, ser como Pitt hubiera sido la caña. Él tiene 50 años y está en forma, estupendo. Yo con unos años más estoy hecho una carracla. Medimos más o menos lo mismo. Pero solo nos parecemos en la talla. En lo único que le mejoro es en la familia, es que la mía es estupenda.
Esta peli reúne todas las convenciones del género zombi. Pero aquí corren que se las pelan y son super-agresivos. Pero son tratados, la mayor parte del metraje, con un ente único, no como individuos cada uno peligroso por sí mismo.
Lo mejor, sin duda, son las escenas de zombis que me pusieron los pelos de punta, pero más como peli de acción que de terror.
Pitt en las entrevistas dice que es un hombre normal y no un superhéroe y eso es falso. Se clava un objeto metálico en el abdomen que le atraviesa saliendo por la zona lumbar. Lo deben de operar, eso no queda claro, y a los tres días (no es guasa) recobra el conocimiento y no llevaba ni un triste gotero. Se levanta y a matar zombis como un campeón.
El guión de la pandemia está bien pero la parte del protagonista es increíble de todo punto.
Brad nos guía por el mundo en una especie de turismo zombi, que me recordó los cambios de escenarios del agente 007.
Posiblemente sea el bombazo del verano como anunció su productor pero solo es un producto comercial para lucimiento de Él.
Me olvidaba: el 3D innecesario, francamente molesto, solo sirve para confundir.
Acudimos Fer y yo a Madrid para un pre-estreno de Guerra mundial Z. Ayer se estrenaba en EE.UU. y el dos de agosto en España.
Cuando pasamos por delante del Cine capitol, en la Gran Vía madrileña, había una cola de unos 50 metros.
La peli era a las 6 de la tarde y según la invitación las puertas del cine se abrían una hora antes.
Llegamos al cine a las cinco y cuarto, la cola era de 80 metros. Las puertas seguían cerradas.
Esperamos bajo el sol madrileño durante 40 minutos.
Las entradas las habían enviado por mensajería y eran muy chulas. Unas tenían un pequeño triángulo en una esquina y otras un círculo.
Las numerosas azafatas nos iban indicando que con triángulo había que sentarse en los sitios reservados.
Un mal encarado segurata le dice a una chica que si saca su cámara se la quitarán y la echarán del cine. Todos ponemos cara de susto.
Sube al escenario un señor con traje que no se identifica y nos empieza a contar la peli. Algunos espectadores empezamos a protestar. Queremos verla, no que nos la cuenten.
En esto que aparece por los pasillos de la sala Brad Pitt. Se oyen gritos y aplausos.
Dice lo esperable. Que está contento de estar en Madrid. Hace una broma sobre el resultado de la selección española de fútbol (hasta aquí aparece el deporte rey). Termina amenazando con que va a ser la mejor peli del verano.
Sonríe y abandona la sala literalmente corriendo. Todo en menos de un minuto. Sin un solo beso, ni un apretón de manos.
El público se puso en pie y cientos de móviles no paraban de hacer fotos y grabar.
Me giro para ver como estaba el personal. Alguna chica llorando abranzándose a su novio. Otras con cara de asombro, tapándose la facies con las manos. Oigo algún comentario: es lo más grande que me ha pasado en la vida.
De la peli hablaré en otro momento.
A Brad se le ha puesto aspecto de americano fortachón de esos bien nutridos.
Mi pregunta: ¿Ha valido la pena ir hasta Madrid, esperar al sol cuarenta minutos para ver al señor Pitt durante 60 segundos?
Esperaba que la peli compensara ese sacrificio. Pero eso es otra historia.
Pero ahora estamos en la época de la globalización y los relatos se encuentran en tres continentes.
El director de 21 gramos nos introduce en los dramas personales en localizaciones diferentes. Coloca la cámara para implicar al espectador, para despertar sentimientos en él.
El cambio de escenario nos permite descansar y no saturarnos de sentimientos y eso lo maneja con habilidad pasmosa.
Esa globalización se observa sobre todo en la información. Un suceso ocurrido en un remoto paraje de Marruecos es noticia en todos los telediarios mundiales pero porque afecta a una ciudadana norteamericana. Si el disparo fortuito lo hubiera recibido una marroquí nunca hubiera sido noticia.
El realizador de Biutiful nos habla de incomunicación, de violencia, de falta de solidaridad, de injusticia, de desigualdad.
Los personajes sufren por motivos diferentes, en ambientes diferentes, pero sufren al fin y al cabo. Separados por la distancia y por la situación social se encuentran unidos por el padecimiento personal.
Todos los actores lo hacen fenomenal, señal inequívoca que han sido muy bien dirigidos por González Iñárritu.
Brad Pitt demuestra una vez más que es un gran actor y además sabe sacrificar su status de estrella para interpretar un papel que no es el de absoluto protagonista.
Lo mejor de esta peli es que el revoltijo de historias y de emociones no confunden al espectador.
La vi con mis compañeros del Club Amigos de Cine. De nuevo se ha vuelto a elegir una peli muy interesante para comentar. Estoy seguro que en esta ocasión todos vamos a estar más de acuerdo que con las de Michael Haneke, reciente Premio Príncipe de Asturias (¡Lo que hay que ver!).
A dos retrasados profundos les encargan asaltar una timba de póquer y a pesar que todo indicaba que iba a ser un desastre, sorprendentemente todo termina bien. Brad Pitt es un matón encargado de saldar las cuentas con todos los implicados.
Los diálogos resultan interminables a lo Tarantino pero algunos son de una intensa comicidad como cuando los dos subnormales dan razones sobre que es preferible follarse a una mujer antes que a un perro, porque el animal puede morder y eso duele.
Las escenas de acción están bien dirigidas y no escatiman en violencia e imágenes truculentas pero estéticas.
Matar suavemente implica sorprender a la víctima para evitar los gimoteos, lloriqueos y ruegos del que va a ser asesinado antes de su muerte.
Durante la proyección 3 parejas de personas de más de 50 años abandonaron la sala entre comentarios nefastos sobre la peli y no me extraña porque los eternos diálogos aburren si no se sabe encontrar el punto humorístico. Porque esta Mátalos suavemente la veo como una comedia negra, muy negra. Desde ese prisma puede resultar divertida.
Por si no sabéis os pongo en situación. El árbol de la vida es la quinta película de Terrence Malick en cuarenta años, osea no es demasiado prolífico. En mi opinión ha hecho pelis pasables e interesantes con La delgada línea roja y obras maestras como Días del cielo.
El árbol de la vida ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Los críticos la han puesto por las nubes calificándola de obra cumbre. El público en cambio está dividido en sus opiniones. En España el primer fin de semana recaudó mucha pasta, tal vez por el reclamo de Brad Pitt, pero hubo muchos espectadores que abandonaron la sala espantados y aburridos. En EE.UU. en los cines se vieron obligados a advertir que la peli no seguía una línea convencional de narración.
Con todo lo dicho, mi interés era máximo por verla.
Proyectada en una sala grande que compartía con solo 12 espectadores más en la sesión de las 16.30.
La peli se puede dividir en tres partes. Una es la historia de unos hermanos que viven asfixiados por su padre dominante (Brad Pitt), antipático y tocapelotas. En otra de las partes el primogénito aparace de mayor interpretado por Sean Penn. Y otra de las secciones es una especie de alegoría de la formación del universo.
Las secciones que os cuento están medio revueltas. La peli dura 139 minutos pero la edición en DVD durará más de 6 horas.
Lo que tiene línea argumental es la parte que nos relata la vida de esa familia, con pocos diálogos, con voces en off de los personajes con sus pensamientos y con escenas de gran contenido dramático, intensas y desasosegantes.
La parte de Sean Penn son solo escenas sueltas sin casi diálogo con este actor poniendo cara de atormentado.
Lo cosmológico de la peli (por decirlo de alguna manera) donde salen imágenes de fuego, aire, agua y tierra, con referencias a la evolución, dinosaurios incluidos, nos muestra fotogramas de una gran belleza con una música subyugante de autores clásicos.
Toda la peli está montada de forma exquisita con planos de corta duración, colocando la cámara de forma original y arriesgada de forma “artística”.
Dicho todo esto. Como ejercicio de estilo me pareció interesante pero Malick se pasa de la raya intentando hacer una obra maestra. El árbol de la vida es una peli demasiado pretenciosa con valores cinematográficos incuestionables pero que me resultó aburrida y que seguro que a la mayoría del público insoportable (véanse foros diversos).
Me cabe una gran duda. Al igual que grandes genios con Picasso o Miró fueron y siguen sin ser admirados por muchas personas que no saben apreciar su talento, ¿me pasará a mi lo mismo con Malick en El árbol de la vida?
Generalmente me resulta muy fácil hacer una crítica, pero en este caso ha sido una largo parto. Tal vez estoy demasiado confuso intentando comprender su mensaje.