Mi amigo Ricardo Arrakis me recomienda este western.
No sé si se ha estrenado en España.
Se trata de una peli salvaje, dura, descarnada.
“La conquista del salvaje Oeste” es un término, un eufemismo, para designar el genocidio que se realizó en los USA, exterminando a las tribus de indios americanos que poblaban este inmenso país.
Una historia de violencia inusitada donde el desprecio por la vida casi era secundario, porque las torturas y los sufrimientos infringidos eran superiores al desenlace de la muerte.
En esta cinta, un capitán, marcado por el odio de haber visto morir a sus compañeros, tiene que devolver a sus tierras de origen a un viejo jefe indio moribundo y su familia.
Su trayecto está marcado por el asesinato y el dolor.
Paradógicamente encuentra apoyo en sus antiguos enemigos y en una viuda.
Como en todas las road movies se produce un viaje interior que transforma al curtido militar.
Western puro con grandes praderas, bosques, ríos y hombres malos. Con intolerancia, con racismo, con prejuicios, sin escrúpulos…
Triste y desoladora historia de violencia, en la que veo el reflejo de la construcción de un país, basado en los principios de la falta de humanidad y en las armas como símbolo falso y fallido de libertad.
Noche de juegos puede tener muchos defectos (ritmo irregular, alguna gracieta poco graciosa, giros absurdos de guión, situaciones inverosímiles) pero me lo he pasado fenomenal.
Hay dos elementos fundamentales que la hacen muy divertida: la buena construcción de los personajes y esa maravilla de la naturaleza que es Rachel McAdams.
Los directores nos dan la suficiente información de los personajes como para que los conozcamos y nos caigan bien.
Rachel es ese tipo de actrices que está en muchas películas buenas y que destaca precisamente por no destacar.
Pero es una actriz que puede con todo. Puede hacer de periodista en Spotlight o de agente de la ley en True Detective II o salir en una peli de Wim Wenders como Todo saldrá bien.
En esta Noche de juegos mantiene el tipo en el género más difícil como es la comedia.
La peli la conduce y la salva ella.
Tuve la suerte de ir con Rubén y con mi hija Mar, que al leer la sinopsis pensó que era una peli de intriga y de eso algo tiene, pero sobre todo es una comedia negra que se ríe de las apariencias y que habla también de la amistad y reivindica los juegos de mesa.
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Mi puntuación: 7,06/10.
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Los directores John Francis Daley y Jonathan Goldstein:
Iniciamos la cuarta etapa de esta serie con este primer episodio.
Su comienzo resulta defraudante, ya que ni Elena ni yo somos seguidores de Star Trek.
Pero la trama cobra fuerza mientras avanza.
Plantea una cuestión muy interesante, como es habitual en esta serie, en relación con opciones de la tecnología del futuro.
Habla sobre la existencia de una personalidad digital, va más más allá al plantear la existencia de una persona digital, con sentimientos, con conciencia del yo, con alma…
Esto combinado con una trama que al final se vuelve muy energética termina redondeando un episodio que hace que esta cuarta temporada sea prometedora.
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Mi puntuación: 7,04/10.
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Todos los episodios de Black Mirror ordenados alfabéticamente:
Spielberg está empeñado en retratar la historia de Estados Unidos.
Por cierto, piensa hacer Indiana Jones 5y después un remake de West Side Story. ¡Qué Dios nos proteja!
La peli comienza con poco interés, un poco cansina, pero el maestro de Cincinnati consigue darle un ritmo progresivo, convirtiéndola en una película muy interesante.
Se trata de una precuela de la añorada Todos los hombres del presidente de 1976 dirigida por Alan J. Pakula.
Plantea cuestiones de plena actualidad, como el papel de la prensa en una democracia, la influencia de los poderes fácticos en la información, las obligaciones de los periodistas a informar.
Katherine Graham (Meryl Streep) es la dueña de The Washington Post, se enfrenta a una difícil decisión. Una mujer que hasta ese momento no había cogido las riendas de su vida, ni de su periódico decide hacer “lo correcto”.
Hanks solvente y la Streep impresionante.
Una estupenda peli, con ese tono didáctico que suele dar a sus obras históricas el mago de Hollywood.
La escena de las rotativas en marcha al final de la película me emocionaron.
Con Tom Cruise de actor principal nada bueno se puede esperar.
Es proverbial su descomunal ansia de protagonismo y su necesidad de acallar sus complejos por ser pequeñete.
En sus últimas pelis ha hecho de héroe o super-héroe, incapaz de realizar un personaje más creíble.
Los prejuicios son muy nocivos.
Dejarse llevar por ellos es uno de los grandes errores que se pueden cometer.
Barry Seal: El traficante es una peli divertida a más no poder, con un aire juguetón y con una intensa carga de profundidad hacia las veleidades de la Administración norteamericana.
Además de ser el retrato de un personaje que nunca perdía la sonrisa y que era un buen trabajador es la descripción de cómo los americanos flexibilizan la moral, la justicia y el delito según su conveniencia.
Ya estoy cansado de repetir que la voz en off no solo es innecesaria sino un gran estorbo.
Cruise está estupendo (pensé que esto nunca saldría de mi teclado), gracioso, divertido, convincente.
Su pareja en la ficción, Sarah Wright, ejecuta un estupendo papel que aporta realismo y comicidad.
Como el que no quiere la cosa Doug Liman nos relata de manera minuciosa las implicaciones del Gobierno norteamericano en el narcotráfico, en la Contra, en el tráfico de armas…
Una peli más que recomendable.
Tom por favor sigue así. No vuelvas a Misión Imposible.
“Se han cambiado los nombres para respetar a los vivos. Pero se han mantenido los hechos para respetar a los muertos”.
Este Fargo II recopila todo lo positivo que se puede esperar de una serie.
Hay elementos de comedia negra de los Cohen, intriga, asesinatos a lo Tarantino y mucha diversión y mala leche.
Con el retrato de fondo de esa América profunda, conservadora, rural, en la que nunca pasa nada hasta que de pronto la situación se derrumba y los crímenes se suceden en avalancha.
Donde dos personajes simples y bobalicones como son el carnicero y la peluquera, ni son tan simples, ni son bobos.
Saben defenderse y de ser las víctimas propiciatorias pasan a ser verdaderos supervivientes.
Hay algo en ellos que me crea complicidad. Con ellos me siento identificado.
Son el americano medio, con anhelos pequeños en mundos pequeños, pero que en situaciones extremas reaccionan y se hacen grandes, invencibles.
Imposible llegar a contar los cadáveres.
No hay personaje desperdiciado, ni mal construido.
Además se juega hábilmente con el tempo cinematográfico para contar la historia desde diferentes puntos de vista, jugando de manera fascinante con el espectador.
Una serie excepcional, de lo mejor que se ha hecho para televisión.
¿Porqué el indio hace lo que hace?
Nos quedaremos con la incógnita, lo que nos permite elaborar teorías personales.
Stephen Frears compone un retrato demoledor de Lance Armstrong.
Este ciclista fue un ídolo mundial, sobre todo en los USA.
En el país dominante en el mundo actual gustan mucho los relatos de superación, siempre necesitados de héroes para seguir con una historia victoriosa.
A veces estos relatos son solo cuentos, que al ser desvelada la verdad, se desmoronan como un castillo de naipes.
Lance Armstrong es posiblemente el más tramposo y mentiroso de la historia.
Hacía todas los trucos posibles para ganar, asesorado por médicos sin escrúpulos.
Uno de los aciertos de esta peli británica es que lo refleja a la perfección.
Lance era además de un mentiroso y un manipulador colosal.
La peli no deja de ser un biopic y este género siempre peca de episódico.
La narración se compone de recortes, de pinceladas que más que retratar una trayectoria dibujan un personaje que se crea un mundo de engaños y de falsedades.
El muy HP para dar un aire benéfico a su lucrativa actividad creó una fundación para la lucha contra el cáncer.
El deporte como práctica me parece fenomenal, pero su faceta de espectáculo y sobre todo la de negocio son, muchas veces, detestables.
Armstrong tuvo fama, prestigio y ganó una considerable fortuna. Lo primero lo ha perdido, pero ¿el dinerito?
El tejano Tommy Lee Jones, a pesar de sus casi setenta años, sigue estando en plena forma y presenta una lucidez escalofriante.
Deuda de honor es una de las grandes pelis de este año y, salvo torpeza de la Academia, una de las más firmes candidatas al Óscar.
Es un western descarnado e hiperrealista que no da concesiones a la ternura ni a la épica.
Que nos muestra la dura vida en el salvaje oeste y su repercusión sobre las más débiles.
Mary Bee Cuddy, prodigiosa Hilary Swank, es una mujer pudiente, trabajadora, independiente que inexplicablemente anhela un marido.
Personaje perfectamente construido. No termina de encontrar la felicidad porque los posibles candidatos la consideran fea. A mí desde luego no me lo parece.
George Briggs, un Tommy Lee Jones impecable, es un delincuente y un borracho que encuentra hasta cierto punto su redención en la misión que se ve obligado a cumplir.
Los viajes, y más en el western, no son solo desplazamientos en el espacio, sino los cambios, las transformaciones personales que se suceden.
Estas tres pobres mujeres, depresivas y/o esquizofrénicas, llamadas locas, son víctimas de una vida tan dura y de unos maridos tan asquerosos que su única salida es la muerte o la enfermedad mental.
Hay un profundo pesimismo en la historia que se nos narra, el pesimismo de una sociedad y de una vida demasiado dura para muchos.
Lamentablemente este tema sigue de plena vigencia en la actualidad.
The Homesman es, sin duda, el mejor western de los últimos tiempos.
Tal vez no sea digerible para todos los públicos pero tiene esa calidad, esa inmensa profundidad que hace de ella una gran peli.
La historia del mafioso irlandés Whitey Bulger es contada con soltura por el director Scott Cooper.
Más que un relato sobre la mafia bostoniana es un retrato del famoso gangster.
Nos cuentan su biografía durante dos décadas, de 1975 a 1995.
Sus relaciones familiares, con su hermano senador, su madre, su hijo… Pero sobre todo sus fechorías.
Whitey Bulger es un asesino despiadado que consiguió un trato de favor con el F.B.I. por medio de su amigo de infancia John Connolly.
La narración tiene más que ver con Uno de los nuestros o Infiltrados de Martin Scorsese que con El Padrino de Coppola.
La historia está bien contada y resulta una buena película de gangsters, pero es una peli de segunda fila. No alcanza ni de lejos los niveles a los que llegó el maestro Coppola.
Johnny Depp ha hecho todo lo posible para ser candidato al Oscar.
Horas de maquillaje con un resultado muy convincente, una interpretación contenida, pero que se desata ocasionalmente.
Su amigo del F.B.I. interpretado por Joel Edgerton está, tal vez, más solvente, evitando excesos histriónicos.
Black Mass: Estrictamente criminal es una peli solvente, pero no llega al Olimpo de las más grandes.
Dos graves defectos: faltan personajes femeninos en la historia y resulta excesivamente episódica.
Hasta ahora no había comentado las series que voy viendo. Algún amigo me lo había demandado.
Después de haber visto, con Elena, de tirón las cinco temporadas de Breaking Bad, me decido.
El planteamiento desde su inicio es tan arriesgado que resulta sorprendente que halla tenido éxito.
Un profesor de instituto que padece cáncer de pulmón se asocia con un antiguo alumno suyo, drogadicto de profesión, para fabricar metanfetamina. Para complicar las cosas hay un cuñado que es agente de la DEA. Y para romper cualquier posibilidad de glamour, no se desarrolla ni en L.A., ni en Nueva York, sino en una localidad de Nuevo México llamada Alburquerque. Todo muy insólito, muy desconcertante, muy novedoso.
Me gustaría contar más cosas pero hoy me voy a resistir prefiero que la veáis.
Cuando empezamos a verla nos atrapó pero conforme avanzaban los capítulos y los personajes crecían y aumentaban en número y en tamaño nos subyugó.
La trama está perfectamente hilada, bien estructurada y funciona como un mecanismo de relojería y lo que más gusta es que avanza sin dejar respiro, sin casi tiempo pata digerir lo que va sucediendo.
En sus 5 temporadas y sus 62 episodios ha obtenido 128 nominaciones y 62 premios. Todo un récord.
El episodio final ha sido el más visto en la televisión americana.
En Breaking Bad hay drama familiar, drogas, comedia, thriller del más puro. Es una combinación perfecta de cine negro y comedia macabra.
Me considero seriéfilo de pro. Entre mis series preferidas están Sexo en Nueva York, Friends, Los Soprano… Tal vez éstas me hayan gustado más pero Breaking Bad es mejor, más perfecta.
No me voy a extender en alabanzas hacia los magníficos actores que componen unos personajes complicados, poliédricos pero bien justificados y que se pueden comprender.
No se trata de buenos y malos, todo se entiende en su contexto. Hay una ambigüedad moral que resulta turbadora, inquietante, peligrosa…
No dejéis de verla. Es absolutamente imprescindible, Se puede comprar en DVD o descargar fácilmente.
Se está haciendo una versión latina que pasará plano a plano la versión estadounidense. ¡Sorprendente! ¿Verdad?