La obra empieza recordando el trato que han recibido los enfermos psiquiátricos a lo largo de la historia. El resto se desarrolla en la sala de espera de un psiquiatra con un duelo interpretativo entre las dos actrices.
La obra tiene momentos de humor y otros de auténtico drama y a mí me produjo sensación de desasosiego que resulta insoportable al final cuando se descubre el verdadero papel de cada actriz.
El final es implacable, duro y estremecedor.
La reflexión podría ir por el camino que los psiquiatras siguen tratando a los enfermos mentales como incapacitados, como conejillos de indias con los que experimentar.
Vi esta peli por primera vez en el cine del colegio, por seis pesetas veías cosas estupendas. Luego la volví a ver hace como 20 ó 30 años después en la tele y tal vez porque es una de las pelis que forman parte del recuerdo de mi infancia la vuelvo a disfrutar.
Se trata de una peli de aventuras en la que los buenos son las legaciones extranjeras que ejercían de imperialistas y los malos son los chinos que pasan hambre y se revelan contra ellas.
De niño no me enteré que había sido rodada en los alrededores de Madrid y que los chinos eran en su mayor parte madrileños.
El productor Samuel Bronston rodó varias superproducciones en nuestro país aprovechando las facilidades que le ofrecía el gobierno de Franco, lo barata que era la mano de obra y los escasos derechos laborales.
Nicholas Ray es uno de los grandes directores de la historia del cine y se dice que es un director de transición entre el cine clásico y el moderno. Las discrepancias con Bronston llegaron a ser insoportables y terminó renunciando a concluir la película siendo sustituido por Andrew Marton. Ésta fue su última peli.
Ava Gardner entonces ya era una estrella crepuscular, andaba siempre borracha, llegaba tarde, no recordaba su papel. Charlton Heston estaba harto de ella y exigió que se cambiara el guión y que muriera. En el argumento original no fallecía.
El estreno mundial de la película se realizó en Madrid y asistieron estrellas internacionales, además de los protagonistas, como Rita Hayworth y John Wayne. El actual rey, entonces príncipe de España, asistió al estreno.
El embajador español es interpretado por Alfredo Mayo actor por entonces muy popular. Samuel Bronston concedió esta licencia a Franco ya que es falso que España tuviera legación en Pekín en esa época en la que acababa de perder la guerra con Estados Unidos y desde luego ya no era una potencia.
En 55 días en Pekín hay acción, heroísmo, romance, amor, drama, una música extraordinaria, un chino muy malo y mucha diversión. Una gran película. Hay un pero: era mejor cuando la vi de niño.
Se trata de un espectáculo teatral original, instructivo y divertido, incluso desternillante.
Las dos horas pasan en un suspiro (de alegría).
Quico Cadaval demuestra ser un gran narrador y Mofa e Befa dos grandes comediantes que con unos mínimos recursos nos consiguen meter en escena.
El gran Shakespeare supo retratar los recovecos del alma humana mejor que nadie. A mí este espectáculo me venía fenomenal porque del gran autor inglés (como en muchas otras cosas) soy un ignorante y después de haber visto esta comedia sigo siéndolo por lo que voy a dejar de opinar.
La desarrollaré en Sevilla, en los años 20 del siglo pasado.
Estará ambientada en el mundo del toreo.
La madrastra será la mala más mala de la historia de cine, todo el mundo la odiará y la interpretará Maribel Verdú, porque es una actriz como la copia de un pino.
Blancanieves se llamará Carmen y la pondrán cara y cuerpo una niña y también una muchacha que tengan los ojos tan grandes como soles, que deslumbren al espectador.
El estilo será como el de los expresionistas alemanes como Murnau. Con planos picados y con un montaje que imprima dramatismo a la acción.
Plantearé las escenas de toreo de tal manera que hasta los antitaurinos queden impresionados por su belleza.
Mi peli será extaordinaria. Será una obra de arte.”
Pablo no solo maquinó todo esto sino que con esfuerzo y tesón lo llevó a cabo. Y ha hecho una de las pelis más interesantes y bellas del cine actual.
Esta Horas de luz nos relata las andanzas carcelarias de Juan José Garfia. El personaje existe realmente y los hechos que se relatan se basan en lo que sucedió.
Garfia asesinó a tres personas.Fue capturado y condenado a 35 años. En prisión organizó intentos de fuga y motines, en uno de ellos resultó muerto otro recluso. Se le aplicó un regimen penitenciario muy riguroso para evitar siguiera cometiendo fechorías. Una enfermera se enamoró de él. Con el tiempo fue mejorando su situación penitenciaria. Ahora (que sepa yo) disfruta de permisos penitenciarios.
La sociedad aisla en las prisiones a personas que no se han adaptado a las normas sociales. Lo que no ha conseguido esta sociedad se le pide a la institución penitenciaria que reinserte y reeduque. El fracaso social que supone la delincuencia se quiere lavar en las prisiones. Pero dentro de los centros penitenciarios hay un grupo reducido de internos que no se adaptan a las normas y para ellos se instaura una especie de cárcel dentro de la cárcel.
Garfia en sus años jóvenes era un desalmado, lo que se denomina psiquiátricamente un psicópata. Los psicópatas o mejor dicho los que padecen trastorno antisocial de la personalidad son individuos que desde la infancia no se adaptan a las normas sociales, comienzan a delinquir desde pequeños y es característico que no presentan ningún remordimiento por los hechos criminales que cometen, viven el presente sin importarles el futuro, no miden las consecuencias de sus actos. Impresiona de ellos su frialdad afectiva, pueden demostrar ira pero no compasión. Encuentran justificación a sus actos por terribles que sean.
Cuando estos individuos entran en prisión han acumulado condenas de muchos años y aunque cometan más delitos les da igual, primero por su psicopatía y en segundo lugar porque ya no van a ser condenados a más años.
Es preciso dejar claro que psicópata no es lo mismo que psicótico. Los psicópatas tienen perfecta conciencia de la realidad y no sufren ni de alucinaciones ni delirios. La psicopatía es una forma de ser es un trastorno de la personalidad.
En todos los paises hay un pequeño número de psicópatas extremos y ningún estado sabe que hacer con ellos. En España se ha hablado de una cifra de unos cien. Desde luego lo menos conveniente es juntarlos a todos en la misma prisión porque la pueden líar parda. A primeros de los noventa varios de estos sujetos le cortaron la cabeza a otro en el Puerto I y jugaron con su cráneo a la pelota en un patio de un módulo de aislamiento.
Uno de estos presos extraordinariamente peligroso recluido en una celda 24 horas al día tiene demasiado tiempo para idear maldades, por ello siempre he sido partidario de mantenerlos entretenidos permitiéndoles televisión y patio en condiciones de seguridad.
La creación de nuevos centros penitenciarios en la década de los noventa por parte del entonces Secretario General de Instituciones Penitenciarias Antoni Asunción permitió la dispersión de estos reclusos por diversas prisiones y eso disminuyó de forma importante la conflictividad.
Volviendo a la película. Horas de luz refleja bien ese mundo de las celdas de aislamiento y da una visión optimista de la reinserción de Garfia que poco a poco se va transformando en humano gracias a la maravillosa enfermera Marimar que le cura las heridas y el espíritu. En todo individuo por malo que sea siempre hay un atisbo de bondad. Marimar sabe encontrarlo en Garfia.
En las películas de prisiones los malos suelen ser los funcionarios. Aquí los hay malos pero también buenos como El Chincheta. Yo he tenido la suerte de conocer a muchos chinchetas.
Respecto a los actores solo puedo deshacerme en elogios. Alberto San Juan está formidable, tal vez el mejor papel de su carrera.
Emma Suárez está maravillosa, su naturalidad ante la cámara es estupenda.
Esta película me la recomendó mi amigo Teo y al volverla a ver lo he recordado.
Lo siento no he encontrado el trailer. Os pongo el cartel.
El recorrido del niño Oskar por el Nueva York post-once-ese nos presenta una galería de personajes que retratan la variedad étnica y cultural de la Gran Manzana.
Este periplo no lo es solo físico sino sentimental y sirve para que ese niño desconsolado por la muerte de un padre perfecto encuentre un camino para salir de su desolación.
Tom Hanks tiene un papel pequeño pero su presencia se hace notar durante toda la película. El bueno de Tom es el ejemplo perfecto de buena persona, tal vez el americano medio.
El niño Thomas Horn realiza una composición sentida y creíble, con maravillosos enfados verborreícos que emocionan hasta la lágrima.
Sandra Bullock se ha descubierto después de muchos años de carrera como una gran actriz dramática y ha pasado de caerme gorda a caerme bien. La nariz después de la operación no le ha quedado mal.
Es digno de destacar el magnífico ritmo que imprime a la peli su director con un montaje extraordinario, con planos muy bien medidos sin efectismos pero con capacidad de llegar al espectador.
Tan fuerte, tan cerca es una peli sensiblera y lacrimógena pero es una peli bien hecha de forma elegante.
Las llaves que Oskar quiere saber que abren son el mayor macguffin de la historia del cine.
Vi por primera vez esta peli en los años ochenta cuando la programaron en televisión. Desde entonces no la había vuelto a disfrutar.
La primera vez me impresionó Jane Fonda y antes de reverla solo la recordaba a ella.
Todo en esta peli es increíble. El argumento es inverosímil. Los efectos especiales son radicalmente cutres hasta el extremo. Los personajes delirantes. Los modelitos de Barbarella son la leche, diseñados por Paco Rabanne.
Con los años se ha convertido en una película de culto por todo lo dicho pero yo creo que sobre todo por una Jane Fonda estupenda, interpretando a esa tonta galáctica que descubre que además del sexo con pastillas está el contacto físico y le gusta.
Siempre me he preguntado si habrá una versión porno de Barbarella o si esta Barbarella ya es de por sí una peli para adultos.
El argumento es sencillo, una ácida crítica hacia las inseguridades y ansiedades del ciudadano medio.
Su corta duración, tan apenas una hora, la hacen más soportable.
Hay momentos hilarantes. En conjunto es divertida. Se echa mano de recursos humorísticos facilones como los pedos de la abuela, que nunca fallan.
Me molestó especialmente el estilo gritón e histeroide de los actores, absolutamente innecesario. Esta manera de expresarse se está abriendo paso en nuestra sociedad, tal vez comenzó en programas del corazón y se ha extendido hasta en tertulias políticas. Parece que gritando se tenga más razón. Lamentable.
Esta Muestra de Teatro se realiza en Azuqueca de Henares desde hace 29 años con un gran esfuerzo por parte del Ayuntamiento y un éxito de público considerable.
Había una vez un niño que esperaba ansioso la noche de los sábados para ver una serie de televisión. Se trataba de Misión Imposible. Un equipo se encargaba de realizar una operación de espionaje, cada uno de sus miembros ejecutaba una labor diferente, era un trabajo colectivo.
Con los años este niño se hizo mayor, engordó bastante (tirando a mucho) pero recordaba la serie que le emocionaba en su infancia, incluso no había olvidado la pegadiza musiquilla, también recordaba que había un personaje negro que se metía por tubos de aire acondicionado o alcantarillas y no paraba de sudar y hacía labores ingratas pero importantes para la misión.
Pasados 30 años éste antes niño, ahora gordo se enteró que estrenaban una película con el mismo título que la serie y que la dirigía Brian de Palma. La fue a ver con nostalgia y la disfrutó, tal vez el trabajo en grupo se había diluido para dar paso a un personaje más importante protagonizado por Tom Cruise.
Cuatro años más tarde el niño transformado en obeso fue a ver la dos. Aquello no era Misión imposible, el espíritu de la serie había sido traicionado. Ethan Hunt era una especie de superhéroe que podía con todo, ya no había trabajo en equipo. La decepción era absoluta. No tenía ningún parecido con lo que había visto en la infancia. Esto era una mierda.
Cuando en 2006 se estrenó la tercera entrega, el niño no quiso ir a verla. Hubo algún amigo (tal vez retrasado) que se la recomendó pero se mantuvo firme y no fue al cine.
Hace unos meses se estrenó una cuarta, Protocolo Fantasma. Este otrora niño después de pasar varias semanas del estreno en cines decidió verla en el salón de su casa.
En ésta nueva entrega sí había un equipo que parecía funcionar, había un malo-malísimo con ganas de crear una guerra nuclear total, una chica potente y resultona, explosiones, edificios altos, peleas… A pesar de todo ello el gordo no estaba contento, aquello no era lo él quería ver. Necesitó varios días para darse cuenta que no faltaba ningún ingrediente, el que sobraba era Ethan Hunt interpretado por Tom Cruise. Este chulito pequeñete sin carisma conseguía joder toda la película.
El niño escribió en su blog y pidió a los productores que la próxima entrega de Misión Imposible comience con el entierro de Ethan Hunt (pero de verdad).
El sábado pasado decidí hacer sesión doble. Vi primero Skyfall que ya he comentado y después esta Vacaciones en el infierno.
Mel Gibson es el protagonista absoluto de esta peli y además es coguionista y productor y ha encargado a su ayudante de varias películas que dirigiera ésta.
En USAMel empieza a ser un director maldito. Sus críticas antisemitas y sus líos de peleas le han granjeado la enemistad de los grandes estudios. De hecho esta peli ha sido estrenada en internet en pago por visión en Norteamérica.
Gibson es un ultracatólico recalcitrante y un tipo pendenciero pero eso me da igual aquí lo debemos de valorar como actor y cineasta.
Esta peli es una mezcla de comedia y acción, combinación que le dio muy buenos resultados a Gibson en otros tiempos.
Gran parte del metraje se desarrolla en el llamado Pueblito, una prisión mejicana que funciona como una auténtica ciudad, donde los presos viven con sus familias.
Grunberg olvida el realismo para pintar un retrato más o menos amable de este penal. La presencia del protagonista es constante y resulta un poco asfixiante pero hay que reconocer que este delincuente termina cayendo muy simpático.
Grunberg no se compadece de Gibson y éste sale arrugado, sudoroso y sucio casi todo el metraje. Mel no ha caído en la tentación del quirófano, ni del botox.
La trama está bien enlazada y resulta muy entretenida. La parte final está especialmente bien construida.
Vacaciones en el infierno es un producto de puro entretenimiento, sin mensaje social y sin pretensiones. Pero es un producto aceptable que se ve y se recuerda con agrado.
Si jugara un partido con la nueva del 007 el resultado sería: Skyfall 1, Vaciones… 4.
Nunca he sido aficionado al 007. Tal vez porque es lo contrario a mí. James Bond es guapo, seductor, interesante, machista, habilidoso y yo claramente no.
He visto muchas de las 23 películas y afortunadamente las he olvidado con rapidez. Doy prioridad a esta crítica sobre otras antes que la borre de mi memoria.
En esta Skyfall,Bond está viejuno y alcoholizado. Los gadgets que recibe son de baratillo. El MI6 está en absoluta crisis. M está mayor y su gestión del Servicio Secreto Británico es penosa.
Nuestro Javier Bardem ha sido objeto de todo tipo de insultos y críticas por parte de la Caverna Mediática por unas declaraciones muy probablemente acertadas. Tal vez a mí no me caiga bien personalmente pero reconozco su inmensa valía como actor y en cualquier caso no se merece el ataque que ha sufrido por expresar su opinión.
Este malo interpretado por Javier está lleno de matices, con rasgos homos y complejos de Edipo, es como de opereta. Suena a falso, a excesivo, pero es lo mejor de la peli.
El director Sam Mendes se ha esforzado en hacer una peli más seria que el resto de la interminable saga y tal vez lo haya conseguido, pero a mí me ha pasado como en otras ocasiones y ya casi no la recuerdo. Hay una isla con una ciudad en ruinas que me impresionó pero no sé porqué fueron a parar ahí.
Afortunadamente para estas pelis tengo mala memoria.
En Argo podemos distinguir tres partes bien diferenciadas.
La primera es un repaso histórico con viñetas y fotos que nos sitúan históricamente en el conflicto y de forma fugaz nos dan toda la información necesaria. Sabe a poco.
En la segunda Affleck nos muestra el asalto a la embajada norteamericana en Teherán. Son imágenes potentes con un montaje extraordinario, rebosantes de acción y de verdad.
En tono de comedia se desarrolla la tercera parte en la que el agente de la CIA monta con ayuda una productora y una trama para dar verismo a la evasión. Acierta en director con el tono justo, sin pasarse y sin alargarse.
En la parte final se desarrolla la evacuación de los refugiados. Todo es emoción y suspense. Bien medido, bien dosificado.
La ambientación general es estupenda con ese aire ochentero tan logrado. Se podría haber caído en una peli patriotera y eso se evita con habilidad, aunque el director sabe guíar a los espectadores para que tomen partido.
Los secundarios están muy bien dirigidos.
Affleck demuestra en esta peli ser mucho mejor director que actor.
Ésta es la tercera peli del bueno de Ben. Las dos anteriores Adiós pequeña adiós y The Town, ciudad de ladrones eran películas extraordinarias. Hacer tres de tres es muy difícil. Affleck (si sigue por este magnífico camino) va a ser uno de los grandes directores del siglo XXI. Su sentido del ritmo, su retrato de personajes, su buena mano con los actores y el saber contar con maestría historias complejas lo sitúan como uno de los mejores y más interesantes directores actuales.
Como actor nunca ha demostrado nada pero no tiene un pelo de tonto. Ha sido oscarizado al mejor guión y novio (una temporada) de la perfecta Jennifer López.
Espero que esta película esté entre las nominadas al Oscar, junto con Looper. Las dos se lo merecen.
Bruce Willis es uno de mis actores favoritos, ha sido héroe de acción y siempre ha sabido impregnar a sus personajes de humanidad. Ha envejecido con dignidad y no se ha empeñado en ocultar su alopecia. Ha sido también el superhéroe menos convencional en el Protegido. Incluso en películas malas ha sabido aguantar el tipo y ser lo mejor.
Looper es una magnífica peli de ciencia ficción con elementos de thriller y cine de acción y además plantea un dilema moral. Hasta donde serías capaz de llegar por salvar a tus seres queridos.
El viejo Joe, interpretado por Bruce Willis, es capaz de todo por salvar a la mujer que le redimió de una vida vacía que no conseguía llenar con drogas.
El Joe joven (un Joseph Gordon-Levitt maquillado innecesariamente para parecerse al su yo viejo) en cambio parece capaz de todo por mantener su actual vida. Este asesino sin piedad capaz de matar sin miramientos y de traicionar a su amigo por dinero tiene su código moral.
Rian Johnson consigue lo que parece imposible que asesinos despiadados nos caigan bien y que comprendamos sus motivos y el mérito también en parte es de Willis que es capaz de humanizar a su personaje.
El director acierta al plantear como peli de acción un tema tan transcendente y consigue que las piezas del puzzle espacio-tiempo encajen, aunque no hay que meditar demasiado sobre el asunto porque puede producir cefalea.
Hay momentos gloriosos. Willis con sus dos ametralladoras asesinando a diestro y siniestro. Bien por Jhonson que no se recrea en la violencia pero no la elude y además las escenas de acción se entienden y no marean.
Emily Blunt está estupenda y representa la esperanza en todo este tinglado. Ella conoce lo difícil de su misión pero se sabe capaz de asumirla.
El niño Pierce Gagnon da un miedo que te mueres y su actuación es impresionante (para mí que tiene poderes paranormales).
Se nos presenta un futuro que es como el presente pero con más pobres, más marginación, más violencia, más represión, todo más cutre. Un futuro que por el camino que vamos parece el más posible.
Este Atraco de Eduard Cortés es un thriller en tono de comedia divertido e interesante.
La acción avanza con buen ritmo en una trama muy atractiva.
La comedia a veces se desborda por la torpeza del personaje interpretado por Nicolás Cabré que me puso de los nervios.
En el final de la peli predomina el drama que deja un gusto amargo pero realista.
Se retrata con pocas pinceladas la España (Una, Grande y Libre) de 1956, que es representada con más color que otras producciones y más luminosa.
Cuando ya se ha efectuado el atraco surge la trama de investigación de esos dos policías separados por la edad y la experiencia que en poco tiempo se van acercando. Destacar la actuación de Jordi Martínez, un actor como la copa de un pino.
Pero sobre todos los actores brilla como un sol Guillermo Francella, impresionante e inconmensurable, actor que emociona y hace reír en una gama de registros tan amplia como la vida.
Un reproche. En la película uno de los personajes sufre una crisis de asma por tener el inhalador gastado. Estos inhaladores broncodilatadores se empezaron a utilizar en la década de los 80. Si bien es verdad que a finales de los 50 había algún inhalador de nula eficacia terapéutica. Pero de seguro que no en 1956. Es frecuente encontrar errores médicos en las películas y en las series de televisión, especialmente en la horrorosa Hospital Central.
En resumen: una película tan divertida como recomendable.
Siempre se ha dicho que esta tercera parte es la más floja, pero a mí me gusta y Elena es la que prefiere.
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Los esfuerzos de Michael por hacer honrados sus negocios son infructuosos. Cuanto más asciende más porquería encuentra.
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Aquí aparece Andy García interpretando a Vincent Mancini, el hijo ilegítimo de Sony que ha heredado su carácter violento y temerario. Se le echa de menos a Santino en la segunda parte.
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Sofía Coppola reaparece interpretando a la hija de Michael y Kay. En la primera salía de bebé bautizado interpretando al sobrino de Michael, el hijo de Connie y Carlo que en paz descanse.
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Connie adquiere un papel más protagonista y es divertido ver como eso no le gusta nada a su hermano.
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Parte de la trama se basa en los escándalos financieros (totalmente reales) del Vaticano.
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Sofía Coppola fue duramente vapuleada por la crítica por su interpretación. A mí personalmente me parece que lo hace bastante bien. Algún crítico la llamó “niña tonta, hija de papá” y el tiempo ha demostrado que de tonta nada, es una directora de prestigio con pelis muy interesantes (Las vírgenes suicidas, Lost in Translation o María Antonieta).
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En la primera era el destino el centro de la historia, en la segunda la soledad. Esta tercera parte es la tragedia. Ese grito sordo de Michael es el fiel reflejo de esa absoluta incapacidad para escapar de un destino violento que ha perseguido la historia de su familia.
Lo que más me gusta, después de haberla disfrutado tantas veces, es identificar a esos grandes secundarios que salen en las tres películas. Disfruto especialmente relacionándolos con los hechos sucedidos.
Voy a citar un ejemplo. Don Tommasino es un capo siciliano que acoge a Michael Corleone en la Primera película después del doble asesinato que comete en Nueva York.
En la 2 ayuda a Vito Corleone joven (impresionantemente interpretado por Robert de Niro) a vengar la muerte de toda su familia.
En la tercera parte acoge de nuevo a Michael en su viaje a Sicilia para ver debutar en la ópera a su hijo y es asesinado por Mosca.
Podríamos hablar también de Connie Corleone, de Al Neri, de Rocco Lampone, o de Theresa Hagen y de muchos otros que a veces solo aparecen en las películas y otras tienen un papel secundario pero muy importante.
La historia de los protagonistas es imponente y esa mezcla de historias del Vito joven y del Michael maduro es formidable.
El Padrino II es, más que las otras dos pelis de la trilogía, el reflejo de lo que es América. La historia de un niño que emigra al país de las oportunidades y triunfa en el mundo de los negocios, aunque estos negocios no sean legales.
Hay momentos sublimes como esos empresarios que en la Cuba pre-castrista se reparten la tarta con la que se celebra el cumpleaños de Hyman Roth.
En la primera la vida de Michael Corleone se definía por el destino, un destino que no deseaba pero que era imposible evitar, en esta segunda lo que marca la vida del protagonista es la soledad, abandonado por su esposa, por sus socios a los que va eliminando y hasta por su hermano que le traiciona y él se ve impelido a suprimir.
Esa imagen final de Al Pacino (incomensurable) sentado en su butacón en la más absoluta soledad es escalofriante.
Una obra maestra que hay que verla muchas veces para alcanzar su inmensa profundidad.
Oliver Stone es un director cuanto menos interesante. Ha hecho grandes películas y algún que otro bodrio. Entre las primeras tenemos Platoon de 1986 o J. F. K. Caso abierto de 1991 posiblemente el mejor montaje de la historia del cine y que sirve de lección magistral en todas las escuelas de cine.
En esta Salvajes, Stone comete varios errores (a mi modo de ver):
La protagonista O interpretada por la sosa-sosísima Blake Lively nos va relatando la historia con una insufrible voz en off como si fuéramos retrasados.
Los supuestamente buenos Ben y Chon perpretados por Aaron Taylor-Johnson y Taylor Kitsch respectivamente son los peores actores que he visto en mucho tiempo.
La historia es enrevesada y pretende ser violenta con imágenes supuestamente truculentas pero hay algo que me parecía falso en todo ello. Tal vez después de ver hace unos cuantos años la hiperviolenta Asesinos Natos, de este mismo director, todo me parezca flojo.
Oliver Stone se permite el lujo de ofrecernos dos finales alternativos, siendo el primero mi preferido con esa imagen del trío protagonista estilo tragedia griega. El segundo final es posiblemente el que exigieron los productores para hacer más comercial esta peli (¡horror de final feliz!).
El aspecto más positivo es la ambigüedad moral en la que se mueven todos los personajes. Posiblemente los malos caigan más simpáticos.
Hay un momento realmente cruel. Benicio del Toro le muestra el vídeo grabado con el móvil a Blake Lively de su violación.
Querido Oliver: otras veces te has lucido más, pero no dejes de intentarlo.
El planteamiento es muy interesante. Los Estados Unidos divididos en Distritos después de una guerra. Los Distritos perdedores deben presentar dos jóvenes en una especie de Gran Hermano pero no de convivencia sino de lucha a muerte.
El relato parece totalmente verosímil. Hemos vivido competiciones de gladiadores a muerte en otras épocas y esto mezclado pero no agitado con el culebrón estilo Gran Hermano da Los Juegos del Hambre.
Esta producción tuvo un muy limitado presupuesto que la hace más meritoria.
La película funciona porque la protagonista, una magnífica Jennifer Lawrence, da esperanza al espectador. Es una chica con sentimientos (a veces algo maternales) con iniciativa, con espíritu de sacrificio y se sabe adaptar a las circunstancias (sin traicionarse a sí misma) para sobrevivir y ser una heroína perfecta.
Sobre ella recae todo el peso de la cinta.
A Jenni la vimos en la también magnífica Winter´s Bone. El ambiente del Distrito 12 donde vive no se diferencia mucho del de su película anterior. Ésta es de ciencia ficción y la previa realista pero la Lawrence parece que viviera en el mismo pueblo.
Podría parecer un entretenimeinto juvenil. Pero en absoluto. Las cuestiones tienen enjundia, no hay ñoñería, como en las horrorosas de Crepúsculo.
Incluso la relación amorosa (más falsa que una moneda de 6 euros) está llena de matices.
A la protagonista le importa sobrevivir pero no se debe de notar su rebeldía y por eso se deja aconsejar y se salva en Los Juegos del Hambre y supera la prueba (más difícil) de los censores.
Su director, Gary Ross, es un veterano y tal vez su peli más conocida sea Big de 1988 que recuerdo con cariño.
Todos vimos en 2004 en directo en nuestros televisores el tsunami. La noticia ocupó dos o tres minutos en el telediario. Nos impresionaron las imágenes de la ola gigante. Nos contaron que hubo miles de muertos y heridos. Pero aquello no nos emocionó, ni tan siquiera nos inquietó, como mucho unos segundos. Estamos acostumbrados a ver el dolor y la tragedia mientras comemos y cenamos y estamos desensibilizados.
Si al sufrimiento le ponemos cara la cosa cambia. Padecemos más con una persona con nombre que con un millón de desconocidos.
En Lo imposible, Juan Antonio Bayona demuestra ser muy listo. Realiza un producto de consumo diseñado para arrasar en las taquillas.
Cuenta una historia de supervivencia y amor familiar que gusta a todo el mundo.
En la promoción los actores y el director se han encargado de informar que todo termina bien (a nadie le gusta un final triste).
Insiste al principio y al final de la película que está basada en hechos reales, cuestión que suele encantar al público y no entiendo porqué, a mí me gusta la ficción.
En la promoción ha intervenido María, la catalana que sufrió en sus carnes las lesiones y la catástrofe.
Durante toda la película se dosifican de forma extraordinaria las emociones y si Bayona pretendía que gastara 3 paquetes de clines lo consigue.
El reparto con estrellas internacionales asegura una distribución fuera de nuestro país.
El primer fin de semana Lo imposible ha obtenido un éxito en taquilla impresionante, superando a Torrente. Ha recaudado 10 millones de euros. Se ha estrenado solo en España (o ¿debería decir el Estado Español incluida Cataluña?). Ha sido la sexta película con más recaudación en el mundo mundial e insisto solo con lo obtenido aquí.
El producto perfecto de consumo masivo que nos ofrece Bayona da sus frutos. Veremos como sigue, pero supongo que el boca-oreja va a ser sensacional.
Asombra que sea una producción enteramente española con un presupuesto de 30 millones de euros que para estos lares es mucho pero esta peli producida en Hollywood hubiera costado 3 ó 4 veces más.
Los efectos especiales son estupendos el tsunami está hecho a la perfección. El guión es milimétricamente perfecto y cumple con su objetivo (el llanto y la emoción).
Los actores están muy bien y sacan todo el partido a sus personajes.
Destaca Lucas interpretado por el niño, asombrosamente espabilado en la vida real (véanse sus entrevistas), Tom Holland que es el gran héroe del relato. Pasa de ser un adolescente en la edad del pavo con una relación difícil con sus padres al protector de su madre herida.
Bayona podría haber caído en el relato estilo telefilm o con reparto coral, muy propio del cine de catástrofes y sale triunfante ofreciendo un producto sensibe pero no sensiblero, tremendamente comercial y con una factura impecable.
Siempre he defendido que el buen cine es el que despierta sentimientos. ¿Cómo podría criticar algo que me ha hecho llorar durante 2 horas a moco tendido?
Hay cinéfilos de pro que se niegan a ver esta peli como mi querido sobrijo y se amparan en críticas despiadadas contra la peli. A ellos les quiero decir: para criticar es preciso conocer, por lo que hay que verla.
Algunos críticos intentan mantenerse por encima del gran público y todo lo que suene a comercial lo desprecian y estoy seguro que andan equivocados frecuentemente.
El Padrino, Lawrence de Arabia, Casablanca fueron grandes éxitos en taquilla y el tiempo ha demostrado que son obras maestras y seguro que algún listo la puso a parir.
Tim Burton de seguro que fue en su infancia un niño rarito, tal vez como Víctor, el protagonista de esta peli, con pocos amigos, que se relacionaba mal con otros niños, pero con una vida interior muy intensa.
Tal vez tuvo un perrito y lo atropelló un coche.
Pasó su infancia y adolescencia viendo pelis de la Hammer, de Hitchcock, de Joe Dante, de monstruos japoneses. Con todo ese material ha hecho esta Frankenweenie.
Este cuento gótico de terror y humor está realizada con la técnica de stop motion, técnica artesanal que Burton domina a la perfección.
La peli posiblemente resultará atractiva para los niños y mayores que les acompañen pero quienes más la disfrutarán serán los cinéfilos que van descubriendo múltiples homenajes o guiños a clásicos del cine de terror.
Está (por supuesto) Frankenstein que es el núcleo de la historia y con algún momento especialmente atractivo como cuando la muchedumbre avanza con antorchas.
Están los Gremlins, que traumatizaron a toda una generación de inocentes niños.
También los Pájaros del gran Hitchcock e incluso el molino de viento de Enviado Especial (una referencia cinéfila mucho menos conocida).
Y está, el reverenciado por Burton, el gran Vincent Price.
La galería de personajes es grandísima y todos muy interesantes. Como la vecinita triste de Víctor, Elsa Van Helsing, que nos recuerda a Harry Potter con esos tíos obesos y siniestros. Su perrita es la novia de Frankenstein. Un compañero de clase es Igor. Bigotitos, el gato que resultará ser el gran monstruo, que predice sucesos anormales con la forma de sus heces…
Frankenweenie es puro Burton, es también un auto-homenaje a sus mejores películas.
Gustará mucho a sus incondicionales seguidores.
Pero parece que Burton haya agotado sus ideas y recurra a lo que ya nos ha ofrecido otras veces.
De todos modos prefiero mil veces a este Burton que no al de proyectos tan vacíos como El planeta de los Simios.
El País ha sacado una edición remasterizada de El Padrino y aprovechamos para verla de nuevo.
Cuando se estrenó en Zaragoza fui un lunes a verla y salí impresionado, no era capaz de comprender que lo que había presenciado, era una obra de arte. Fui a verla tres días seguidos. Durante meses me obsesionó. El artículo de la revista fotogramas lo leí y lo releí hasta la extenuación. Hasta entonces solo me había pasado algo parecido con Lawrence de Arabia. La he vuelto a ver muchas veces, me sé los personajes, los diálogos, como están rodados los planos.
Me decepciona ver este DVD porque el doblaje es diferente y no reconozco la voz de los personajes. La calidad es buena pero no es HD claramente.
El Padrino está considerada una de las mejores películas de la historia del cine y en muchas listas aparece como la primera.
Es curioso que durante su realización los productores desconfiaran del joven Coppola que había llegado allí por casualidad. Pensaban que iba a ser un fracaso absoluto. Les parecía lenta y violenta. Desconfiaban de Pacino y temían lo peor de Brando.
Pero el día del estreno las colas eran tremendas y el público salía diciendo maravillas. El éxito de taquilla fue inaudito e inesperado por lo que se pensó de inmediato rodar una segunda parte.
El Padrino es la historia de una familia y dentro de ella de un muchacho (Michael) que se ve obligado por las circunstancias a seguir un camino que despreciaba pero para el que resulta perfecto.
Contada con tono épico como una tragedia o como una ópera, impresiona, entretiene y arrebata.
Todo es perfecto. Los actores. La fotografía tan adecuada de Gordon Willis. La música de Nino Rota.
Me encanta reconocer a los secundarios, a veces sin ni siquiera diálogos, que aparecerán en la segunda parte. Como el gran Richard Bright que interpreta a Neri que se disfraza de poli para matar a Barzini y que tendría más protagonismo en la continuación.
Me entusiasman las escenas del final montadas entre el bautizo del hijo de Carlo y Connie una maravilla de construcción cinematográfica que luego sería tantas veces imitadas. Por cierto el niño que tiene en los brazos Diane Keaton es Sofía Coppola, la hija del director y que en la tercera parte reaparecería como la hija de Michael. La escena se repitió un montón de veces porque la Keaton no tenía ninguna experiencia en niños y no sabía tenerla.
Todos los personajes tienen su esencia y su manera de ser y actuar definida, son de verdad.
La historia es de folletín pero para colmo de males está contada con si fuera un telefilm, donde lo que importa es que pasen muchas cosas. El abuso del primer plano resulta desesperante y encima para ver el careto de tontaina del vampirito poniendo cara de malo de palo.
El título de la peli es muy adecuado, tal vez le faltaría el calificativo de total.
La vida de Robert Miller es una gran mentira. Mientras preconiza los valores familiares tiene una amante francesa. Su éxito en los negocios es pura farsa. Pero es un hombre de empresa famoso y aplaudido.
La narración sigue al protagonista sin descanso y se representa bien la presión a la que se ve sometido.
Richard Gere cae simpático a pesar que es un auténtico bicho.
Todo es interesante pero tal vez la peli aumenta en ritmo cuando aparece la investigación criminal dirigida por el magnífico Tim Roth.
Es de reflexionar que el personaje más honrado sea el delincuente interpretado por Nate Parker, al que la policía quiere acorralar.
Susan Sarandon tiene un papel reducido pero en una secuencia con su esposo (Gere) le roba el plano con una interpretación vibrante, poniendo al descubierto la farsa de su matrimonio.
A dos retrasados profundos les encargan asaltar una timba de póquer y a pesar que todo indicaba que iba a ser un desastre, sorprendentemente todo termina bien. Brad Pitt es un matón encargado de saldar las cuentas con todos los implicados.
Los diálogos resultan interminables a lo Tarantino pero algunos son de una intensa comicidad como cuando los dos subnormales dan razones sobre que es preferible follarse a una mujer antes que a un perro, porque el animal puede morder y eso duele.
Las escenas de acción están bien dirigidas y no escatiman en violencia e imágenes truculentas pero estéticas.
Matar suavemente implica sorprender a la víctima para evitar los gimoteos, lloriqueos y ruegos del que va a ser asesinado antes de su muerte.
Durante la proyección 3 parejas de personas de más de 50 años abandonaron la sala entre comentarios nefastos sobre la peli y no me extraña porque los eternos diálogos aburren si no se sabe encontrar el punto humorístico. Porque esta Mátalos suavemente la veo como una comedia negra, muy negra. Desde ese prisma puede resultar divertida.