El Hombre Hormiga era un personaje que la Marvel había reservado para hacer peli, pero está entregada a una sucesión de aventuras superheroícas y se ha decidido a sacarlo del baúl de los recuerdos.
Ant-Man pretende combinar acción y humor, una mezcla que suele funcionar, pero aquí fracasa.
Asemejarla, como ha hecho alguno, con Guardianes de la galaxia es como comparar a Dios con el Diablo.
Las escenas de acción funcionan medianamente bien, pero son escasas.
El rollo de los científicos, con grandes egos, enfrentados para defender uno el bien y otro el mal, está demasiado visto y resulta tedioso.
Paul Rudd pone cara de aburrido durante toda la peli y parece que hiciera su papel con desgana. Casi había conseguido olvidarlo de cuando era novio de Phoebe Buffay (Lisa Kudrow) en la serie Friends.
La ex-perdida y ex-elfa Evangeline Lilly da la impresión que se ha retocado los labios y la han dejado fatal. La química con el Hombre Hormiga es nula. Cuando se besan resulta chocante y penosamente previsible.
El también retocado Michael Douglas aburre, sin el más mínimo interés.
Tal vez le sobren las escenas iniciales y finales en el cementerio en Normandía que son muy de Spielberg. Todos tenemos nuestros defectos.
En Salvar al soldado Ryan hay emoción, realismo, ética de la guerra, la dosis necesaria de patriotismo…
Steven demuestra que es un gran director con dominio absoluto de los recursos narrativos, del montaje y del sonido.
Hacía tiempo que no la veía. La echaba de menos.
Curiosidades y anécdotas:
Steven Spielberg eligió a Matt Damon como Ryan porque quería un actor desconocido con una mirada All-American.
No sabía que Damon iba a ganar un Oscar por El indomable Will Hunting (1997) y convertirse en una estrella de la noche a la mañana antes del estreno de la película.
Los dos soldados “alemanes” que se rinden hablaban checo.
Decían:
– “¡Por favor, no me dispare, no soy alemán, soy checo, Yo no maté a nadie, soy checo!”.
Eran miembros de lo que los alemanes llaman Ost [Este] de los batallones, los hombres hechos prisioneros en los países del este de Europa invadida por Alemania y forzados a luchar con su ejército.
La cámara se mueve durante las explosiones.
Steven Spielberg usó simulacros unidos a la cámara que se activaban cuando era necesario para producir ese efecto.
En la versión alemana doblada de la película, uno de los actores era un veterano alemán de la invasión de Normandía, no pudo realizar su trabajo porque la emoción se lo impidió y hubo de ser reemplazado.
Mel Gibson y Harrison Ford se consideraron para el papel de capitán John Miller, antes que Steven Spielberg se decidiera por Tom Hanks.
Todos los actores principales fueron sometidos a varios días de entrenamiento militar que resultó ser agotador, a excepción de Matt Damon, que se libró, de manera que los otros actores transmitirían ese resentimiento en sus actuaciones.
La película fue bloqueada por la Junta de Censura de la India por demasiada violencia.
El Consejo exigió recortes que Steven Spielberg se negó a hacer y en su lugar, decidió no lanzar la película en la India en absoluto.
Al darse cuenta de la gravedad de la situación, el entonces Ministro del Interior de la India vio la película.
Impresionado, ordenó que fuera exhibida sin cortes.
La escena Omaha Beach cuestó 11 millones de dólares.
Participaron hasta mil extras, muchos de ellos miembros de la Reserva del Ejército irlandés.
De esos extras, treinta eran amputados.
La película más taquillera de 1998 en los Estados Unidos.
También fue la última película de clasificación R que lideró la taquilla hasta El Francotirador (2014).
Muchos veteranos del Día D felicitaron al director Steven Spielberg para la autenticidad de la película, incluyendo al actor James Doohan , más conocido como Scotty de La conquista del espacio (1966).
Doohan perdió el dedo medio de su mano derecha y fue herido en la pierna durante la guerra.
Además, participó en la invasión de Normandía el 6 de junio de 1944, en Juno Beach, donde la tercera división de infantería canadiense lideró el ataque.
Elogió a Spielberg para no olvidar ningún detalle sangriento.
Matt Damon improvisó la historia que cuenta hacia el final de la película sobre su hermano en el granero con la chica fea.
El discurso era incoherente y no particularmente divertido o interesante, pero el equipo decidió que por eso funcionaba.
El Departamento de Asuntos de Veteranos estableció un número especial 800 para ayudar a los cientos de ex soldados que se sintieron traumatizados después de ver la película.
Steven Spielberg redujo la saturación de color de la película en un 60% por razones artísticas.
Los dos principales proveedores estadounidenses de satélite (DirecTV y Dish Newtork) y numerosos proveedores de televisión por cable recibieron muchas quejas de usuarios que protestaban por el color defectuoso, por lo que se vieron obligados a aumentar la saturación del color.
En 2006, Tom Hanks fue exaltado al Salón de la Fama del bosque del ejército de Estados Unidos como miembro honorario, en gran parte gracias a su interpretación del capitán John Miller.
Edward Norton se le ofreció el papel de soldado Ryan, pero lo rechazó para trabajar en American History X (1998) en su lugar.
Dos de las lanchas de desembarco utilizado en las escenas de Omaha Beach se usaron realmente en la Segunda Guerra Mundial.
40 barriles de sangre falsa se utilizaron en la escena de la batalla del inicio.
Los efectos de sonido de disparos que se escuchan en la película fueron grabados de tiros reales con munición auténtica de armas de época.
El papel de Caparzo fue escrito especialmente para un desconocido Vin Diesel después que el director Steven Spielberg vio la peli independiente Strays (1997), de la que era director, guionista y productor.
Solo se permitió llamar a los actores por los nombres de sus personajes.
La batalla de la playa de Omaha fue filmada durante un período de cuatro semanas, sin storyboard previo.
La primera película de DreamWorks que costó más de 100 millones de dólares.
Como Steven Spielberg se negó a cortar las escenas violentas, la película fue prohibida en Malasia.
El historiador militar y autor Stephen Ambrose, en una proyección especial de la película para él, tuvo que pedir que la peli se detuviera durante 20 minutos.
No podía controlar su emoción.
Inspirada en la historia real de los hermanos Niland.
Frederick Niland estaba en el Regimiento de Infantería 501.
Hermanos de sangre (2001), producida por Steven Spielberg y Tom Hanks, contó la historia de otra unidad la 101 Airborne, la Compañía Easy..
Billy Bob Thornton rechazó el papel del sargento Horvath porque él no quería filmar las escenas de la playa de Normandía, debido a una fobia de agua.
Al escritor Robert Rodat se le ocurrió la historia de la película en 1994, cuando vio un monumento dedicado a los cuatro hijos de Agnes Allison de Port Carbon, Pennsylvania.
Los hermanos murieron en la guerra civil americana.
Rodat decidió escribir una historia similar durante la Segunda Guerra Mundial.
El guión fue presentado al productor Mark Gordon , quien luego se lo entregó a Tom Hanks.
Finalmente fue dado a Steven Spielberg, quien decidió dirigirla
Vin Diesel cobró 100.000 dólares por el papel de Caparzo, cuando todavía era un actor muy poco conocido.
La intervención de Industrial Light & Magic se minimizó significativamente a fin que no pareciera una película de efectos especiales.
La contribución de ILM, sin embargo, fue sutil pero muy necesaria ya que la mayoría de los impactos de bala en el ataque Omaha Beach fueron creados digitalmente.
El asedio en el pueblo de Ramelle fue filmado en un conjunto creado en un campo de aviación en desuso en Hatfield, Inglaterra.
El puente tan valientemente defendido, en realidad atraviesa un profundo canal de tres pies creado para la película.
Para lograr un “look” único para la película, el director de fotografía Janusz Kaminski ajustó el obturador película de 90 grados para crear imágenes más nítidas, más realistas.
Tom Sizemore rechazó un papel en La Línea delgada roja (1998) de Terrence Malick, para aparecer en esta película.
Los dos tanques Tiger alemanes en la película eran de hecho rusos T-34, tanques modificados para parecerse lo más posibles a los tanques Tiger.
El rodaje cambió desde el Reino Unido a Irlanda después de que el Ministerio de Defensa británico se negara a proporcionar el número de soldados que se pidieron para actuar como extras en la película.
Las Fuerzas de Defensa de Irlanda suministraron 2.500 hombres procedentes de una mezcla de unidades de las FCA (Reserva del Ejército) y Slua Muiri (Navy).
Steven Spielberg afirmó que considera a la película como un regalo a su anciano padre, un veterano de la Segunda Guerra Mundial.
El ex presidente de Estados Unidos George W. Bushs la considera su película favorita.
Una de las últimas películas que se editó en laserdisc en noviembre de 1999.
Laserdiscs dejó de ser fabricado a finales de ese año.
La técnico de sonido foley, Jana Vance se lesionó tres costillas mientras cargaba equipo pesado y botas militares para los efectos de sonido de una escena.
Éste es el último largometraje de Steven Spielberg del siglo XX.
La película contiene cuatro actores convertidos posteriormente en directores en el reparto: Tom Hanks, Edward Burns, Adam Goldberg y Vin Diesel.
Esta película fue una coproducción de DreamWorks y Paramount Pictures.
DreamWorks la distribuyó en América del Norte y Paramount realizó el lanzamiento internacional.
Fue estrenada el mismo año que La delgada línea roja.
Premios:
1998: 5 Oscars: Director, fotografía, montaje, sonido, efectos sonoros. 11 nom. Increíblemente el Oscar a la mejor peli se lo llevó Shakespeare in love.
1998: 2 Globos de Oro: Mejor película: Drama, director. 5 nominaciones.
Hablamos de un torbellino de imaginación lleno de ocurrencias, al menos simpáticas.
Repleta de detalles, que se escapan al ojo poco entrenado del espectador.
Todo este aluvión es al mismo tiempo divertidamente positivo y un lío descomunal que al no dar respiro produce una cierta fatiga.
No hay momentos de descanso, la peli avanza imparable y te impide la reflexión sobre lo que estamos observando, para al final volverse ñoña con la presencia del insoportable Will Ferrell.
Ese epílogo con el interés de darle moralina, además de innecesario, es pernicioso.
La reivindicación del hombre corriente enlaza con clásicos del cine como ¡Qué bello es vivir! de Frank Capra.
Esta semana comentamos con Pablo Franco las pelis de animación que he visto últimamente y aprovechamos para hablar de las diferentes productoras de dibujos animados:
Alan Taylor es un director de prestigio en series de tele. Ha dirigido episodios en Juego de Tronos, Los Soprano, Mad Men, El ala oeste de la Casa Blanca o Roma.
Terminator Génesis parece un trabajo de encargo, sin estilo que solo pretende contentar a los fans de la saga y divertir a los adolescentes que vieron las pelis en televisión.
Pero no consigue ni lo uno, ni lo otro.
Al inicio parece que va a funcionar como peli de acción, ya que las paradojas espacio-temporales no hay quien las entienda (de hecho renuncian a hacerlas comprensibles), solo queda disfrutar de las peleas y de los tiros.
Pero cuando avanza el metraje los puñetazos y los tortazos se hacen aburridamente reiterativos.
Los dos tercios finales son un batiburrillo de persecuciones y leñazos que solo invitan al sopor,en el mejor de los casos, porque si te pilla en mal momento te puedes llegar a indignar.
Curiosamente Arnold Schwarzenegger, en su reaparición, es casi lo mejor. Se sabe reír de sí mismo, pero poco más. Que su mejor papel haya sido el de robot no dice mucho de sus capacidades interpretativas.
A Emilia (Daenerys Targaryen) Clarke le tengo que perdonar todo, porque me cae fenomenal.
Terminator Génesis no sirve ni para pasar el rato, huyendo del caloret.
Peli vapuleada por la crítica de la que esperaba lo peor.
Desde el principio parece respirar un cierto tufillo a telefilm que no le abandona.
Pero el debutante en la dirección Rupert Goold sabe radiografiar una relación enfermiza, morbosa, inquietante y amoral entre un periodista y un asesino.
Los dos quieren obtener beneficio de esa relación artificiosa e interesada. Los dos pretenden la fama de una u otra manera. La verdad es el eufemismo tras el que se esconde la razón real de esta relación.
Los tres protagonistas, Jonah Hill, James Franco y Felicity Jones, están impecables, soberbios, electrizantes.
Doy la bienvenida a Jonah Hill que realiza su primer papel totalmente dramático.
La peli no da respuestas al porqué de esos terribles asesinatos, tampoco lo pretende, lo que puede decepcionar a cierto público. Sencillamente hay cosas que no tienen explicación.
Lo que se cuenta es tan horroroso que no parece pueda suceder, pero ese no es el meollo de la peli.
James Franco es un actor que ha ido creciendo con las pelis. Le va como anillo al dedo hacer de psicópata. Esto es un guiño para el que haya visto la peli.
Mi amigo Jesús Hernando, gerente de los Multicines Guadalajara (mi segunda residencia), me recomendó encarecidamente esta serie.
Forbrydelsen se desarrolla en 20 episodios, igual número de días que la investigación del asesinato de Nanna Birk Larssen.
La serie es danesa. Para que algo de este país llegue a nuestras pantallas tiene que ser excepcional.
Los americanos ya han hecho su versión, incapaces de ver algo que no tenga su sello con olor a hamburguesa y Coca Cola.
Se desarrolla en Copenhague.
Sarah Lund (Sofie Gråbøl) es una persistente y obsesiva detective que entrega su vida en esta investigación. Pierde a su novio, a su hijo y a su madre por el camino y también olvida cuestiones como la higiene personal, llevando solo dos jerseys diferentes en estos veinte días.
Uno de los grandes aciertos de la serie es configurar varios puntos de vista. La familia, los policías y la política municipal.
En ningún momento el espectador conoce más información que los investigadores, no se juega con ventaja y las deducciones de los agentes nos parecen siempre coherentes con la información de la que disponemos.
La ambientación es extraordinaria. Se nos presenta un Copenhague gris y turbio, muy alejado de la imagen idílica que tenemos de estos países del norte de Europa.
Forbrydelsen es, ante todo, un tratado sobre la verdad, sobre los torcidos que son los caminos que te llevan a ella. De cómo los indicios y lo que se ve diáfano luego resulta no serlo.
Porque las líneas de investigación van presentando sospechosos, que por la presión de la familia y de la sociedad hay que condenar sin pruebas suficientes.
Para emborronar más la verdad está la ambición política, el afán de venganza y los obstáculos que se encuentran por intereses espúreos.
Destacar el personaje de Sarah Lund de una constancia irritante que va perdiendo color y peso a lo largo de esta investigación de veinte días y que en contra de todo, incluso de la ley, sigue adelante en una obsesión enloquecida, febril, vehemente en busca de la verdad, esa verdad que se muestra tan esquiva.
La que da vida a este personaje es la maravillosa Sofie Gråbøl, una reconocida actriz danesa, su composición es admirable y tiene un atractivo del que difícilmente se puede escapar.
La produce DreamWorks Animation. Es la responsable de Shrek, El Espanta Tiburones, Madagascar, Bee Movie, Kung Fu Panda, Spirit el corcel indomable, Monsters vs Aliens, Cómo entrenar a tu dragón y Megamind.
Tal vez haga falta ver la Uno para enterarse mejor de los personajes, que aquí son difusamente presentados.
Hay unas bonitas escenas de dragones volando que resultan confusas y aburridas.
Hay un mensaje ecologista de lo más contradictorio.
Por un lado la defensa de la vida natural, concretamente la de los dragones.
Por otro lado estos animalillos son domesticados y utilizados para fines bélicos.
Hay unos bichos supergrandes con cuernos que les salen de la nariz que pueden ejercer un control telepático sobre los pobres dragones.
De estos Alfas hay dos, malo y bueno que se enfrentan. Un rollo macabeo.
Una peli que hace aguas por mil sitios y que ni siquiera a los niños divertirá.
La vi en casa, pero estoy convencido que en los cines los infantes se pasaron la mayor parte del metraje, yendo a hacer pis y jugando en el pasillo.
Se trata de la típica peli de Walt Disney Animation Studios.
Es una peli de princesas, con bonitas canciones que se llevan el Óscar.
Voy a contarla de otra manera, o mejor dicho a mi manera.
Es una muchacha que descubre que tiene superpoderes frigoríficos. La amiga que uno se querría llevar de excursión al campo en Agosto o a la playa en Benidorm.
La superheroína no sabe controlar sus superpoderes y por ello se recluye. Cuando la nombran reina la lía parda.
Su hermana, que es muy casquivana, se mete en lo que no le importa y en lugar de quedarse con el reino se va a convencerla con un muchachote, del que está claro se enamorará. Como es de princesas se enamoran si fueran de Vallecas habría un me gustas y… (algo más sencillo).
Al final descubre en el colmo de la cursilería que para dominar sus poderes de helar a todo lo que se le presenta está el amor. Ñoñería total.
Recuerdo que cuando se estrenó estaba en la cola del cine para ver otra peli y un niño gritaba y se lamentaba que no quería verla, su madre argüía que su hermana había ganado a piedra-papel-tijera y la había elegido.
Al niño le habían dicho que era una peli de niñas.
La peli me gustó, pero tiene un cierto aire rancio con princesitas y monarquías, con súbditos sumisos y agradecidos…
Las canciones me parecieron repelentes.
De todos los personajes me quedo con Anna, enamoradiza, pero muy expontánea, es como el Froilán del Reino de Hielo.
Pete Docter ha sido también director de dos de las maravillas de Pixar, Up de 2009 y Monstruos, S.A. de 2001.
Es un tipo alto, con pinta de chico sano y vergonzoso, que esconde detrás de su aspecto corriente un auténtico genio.
Pixar a lo largo de su historia ha obtenido 27 premios Óscar de la Academia, siete Globos de Oro, once Grammys y siete Premios Annie.
En 1995 estrena Toy Story completamente realizada con ordenador. En estos veinte años ha terminado un puñado de obras maestras.
Además de la citada ha estrenado 14 películas: Bichos, una aventura en miniatura (1998), Toy Story 2 (1999), Monsters, Inc. (2001), Buscando a Nemo (2003), Los Increíbles (2004), Cars (2006), Ratatouille (2007), WALL·E (2008), Up (2009), Toy Story 3 (2010), Cars 2 (2011), Brave (2012) y Monsters University (2013), Inside Out (2015).
Además, tiene en producción otros proyectos: The Good Dinosaur (2015), Buscando a Dory (2016), Día de los muertos (2016), Toy Story 4 (2017), Cars 3 (2018) y Los Increíbles 2 (2019).
En 2014 fue comprada por Walt Disney Company por 7.400 millones de dólares, unos 6.000 millones de euros.
Se van a re-estrenarLos Increíbles y Ratatouille en 3D.
Del revés (Inside Out), que curiosamente en Argentina se ha titulado Intensa-Mente, es una peli valiente que apuesta por agradar a un público adulto y culto que disfrutará mucho más del film que los niños.
La idea es absolutamente genial. Una peli protagonizada por los sentimientos de una adolescente en crisis.
Alegría y Tristeza desarrollan una road movie por la mente de Riley.
Pasan por archivo de recuerdos, por la inteligencia, los sueños, encuentran al amigo imaginario…
Hay episodios gloriosos como cuando llegan al pensamiento abstracto que convierte a las emociones viajeras en imágenes reconocibles pictóricamente, para después deconstruirlas y simplificarlas al máximo. Una maravilla.
Hay una reivindicación de la tristeza como emoción necesaria, complementaria y no enfrentada a la alegría.
Dejando claro que estamos hablando de una maravilla yo le encuentro algún defecto, o más bien un par de cosillas que no me han gustado.
Convertir en un parque de atracciones la mente humana tiene algo de chirriante, aunque hay que dar entretenimiento a un público infantil.
La peli funciona muy bien cuando trata de emocionar y resulta menos cuando trata de divertir, habiendo momentos fallidos.
Gustará más a los padres que a los niños.
En ningún caso hay que perdérsela.
Fuimos Andrea (a la que dedico esta crítica) y yo a verla en 3D. Cada vez me reitero que este formato no aporta nada. La peli se ve más oscura y el efecto tridimensional se deja de percibir a los 10 minutos.
Cuando estrenaron esta peli se proyectó en muy pocos cines y no pude verla.
La tenía desde hacía meses preparada para su visionado y en unos días de vacaciones la veo en la táblet y curiosamente por su manera de estar rodada no es un mal modo de verla.
De Palma usa, sobre todo, el formato de grabación casera.
A mí esta manera de rodar no me entusiasma. Creo que si pretende un mayor verismo no lo consigue.
La historia enlaza con una peli suya de 1989, Corazones de Hierro.
Aquí la trama se desarrolla en la Guerra de Irak y está basada en hechos reales.
Ha habido muchos sinsentidos en la historia, demasiados, esta guerra es uno de los más grandes errores.
Dentro de las filas norteamericanas hay desde auténticos patriotas (en el mejor sentido del término) hasta subnormales profundos (en el peor sentido posible).
Incluso más grave que los propios actos, absolutamente deleznables, está el encubrimiento que el Ejército como institución realiza.
La peli en conjunto es floja. Llena de buenas intenciones, pero flaquea en la construcción de los personajes que son demasiado arquetípicos.
De Palma tiene ya 75 años, prepara un estreno para 2016. Su última peli fue una producción alemana que pasó sin pena ni gloria, a ver si la consigo, tengo interés.
Los malos son siempre personajes muy agradecidos, cinematográficamente hablando.
La idea de colocar como protagonista un señor malhumorado, calvo, narigudo, con barriga, es muy acertada y hasta cierto punto atrevida.
Las tres huerfanitas son sensacionales, inspirando ternura, pero sin sentimentalismos, ellas conocen la cruda realidad. Me quedo, como todo el mundo, con Agnes.
Robar la Luna es una de las fechorías que jamás se me hubiera ocurrido hacer. Tiene algo de poético.
El otro malo Véctor, seudónimo de Víctor, también resulta gracioso.
Pero el gran descubrimiento de la peli son los Minions, capaces de robar todos y cada uno de los planos que aparecen.
Illumination Entertainment de Universal Pictures no empezó mal su andadura con esta peli, que no es comparable con lo mejor de Pixar, tal vez porque sencillamente es inmejorable, pero es divertida y apta para niños y padres.
Ilumination Entertainment es una productora de cine estadounidense, fundada por Chris Meledandri en 2007. Es propiedad de Universal Studios, con sede en Santa Monica, California.
Los Minions es una precuela de las dos de Gru y también se puede considerar un spin-off.
No había visto ni Gru ni la dos, Los Minions me pillan por sorpresa. En el tráiler ya me cautivaron.
Son una especie de cápsula con un cefalotoraxabdomen, unas extremidades superiores largas y las inferiores muy cortas.
Hay muchos. Todos tienen su propio nombre y todos son reconocibles y diferentes.
El ingenio de sus creadores es digno de elogio y admiración. Con muy pocos rasgos diferenciadores consiguen dar personalidad a cada uno de los Minions.
Su búsqueda de un malvado al que seguir desde antes de la existencia de la humanidad y su torpeza le dan unas señas propias de identidad como grupo.
Pero lo que más llama la atención es su comicidad que nace del slapstick, lo que lo entronca con los clásicos del cine cómico mudo (Charlie Chaplin, Buster Keaton, Fatty Arbuckle, Harold Lloyd y Mack Sennett).
El término slapstick pertenece al idioma inglés y es traducido al idioma español como bufonada o payasada.
En su origen etimológico, slapstick es una contracción de las palabras inglesas slap (golpe o bofetada) y stick (palo).
Slapstick es un subgénero de la comedia que se caracteriza por presentar acciones exageradas de violencia física que no derivan en consecuencias reales de dolor.
El slapstick es una forma bulliciosa de comedia que basa su atractivo en el dolor, la farsa, los golpes y las bromas prácticas del humor crudo para crear un efecto cómico en el espectador, excediendo los límites del sentido común.
El humor slapstick es un enfoque de la comedia que recurre a bromas exageradas de humor físico para definir una producción dramática que contiene un argumento sencillo.
Se convierte en uno de los primeros enfoques del cine y la animación, el cual florecería entre los años 1900 a 1940.
El slapstick se convierte en un elemento clave del humor estadounidense, estilo de humor crudo que marcó la producción fílmica y televisiva durante la primera mitad del siglo XX con la explotación excesiva de la comedia física.
Este género de la comedia es también una forma usual de gag cómico que resulta en una imposibilidad física u ocurrencias inesperadas que transmiten un chiste práctico a través de la utilización de secuencias visuales, normalmente convirtiéndose en bromas prácticas clásicas que representan una referencia recurrente en la producción dramática, fílmica o televisiva (Ejemplo: lanzar un pastel a la cara o un personaje golpeado con una sartén).
Como ya no se me ocurre que más copiar del slapstick, termino hablando de la peli.
Funciona bien como sucesión de gags y por el encanto innegable de estos personajillos, pero falla en el entrelazado de la historia.
Después de unos días se recuerda poco de la trama, pero te queda una magnífica impresión de los protagonistas, que por cierto son del mismo tono de amarillo que los Simpsons.
Solo me queda preguntar: ¿quién te gusta más, Kevin, Stuart o Bob?
No perderse el número musical después de todos los créditos. En la sala solo nos quedamos Andrea y un servidor.
A Patrice Leconte, a pesar de sus muchas producciones, solo le recuerdo por El marido de la peluquera.
El título en francés traducido es Una hora de tranquilidad.
Yo lo podría haber titulado 79 minutos de bochorno y vergüenza ajena.
Eso es lo que sentí en un cine casi vacío.
Se supone que esto es una comedia y no consiguió en mí ni una efímera sonrisa.
Los personajes son caricaturescos, se mueven en una astracanada sin sentido carente de todo interés.
Que haga mofa de los burgueses parisinos me puede parecer bien, pero que se ría de las criadas españolas y de los albañiles portugueses en un tono claramente racista me ofende profundamente.
Se burla de un muchacho perroflauta y lo presenta como un vago que además es hijo ilegítimo resultado de un adulterio, me parece triste.
Presenta con desprecio y falta de empatía a una familia numerosa filipina. Sencillamente irritante.
La peli concentra un contenido de muy mal gusto, usando todos los tópicos que las personas más reaccionarias pueden acumular.
En algún momento mi indignación llegó hasta tal punto que estuve tentado a abandonar la sala, cuestión que no he realizado nunca.
Para colmo Christian Clavier aparece en todos los fotogramas de las peli, se trata de un actor(?) insufrible, con una tendencia insoportable a la pantomima y a la sobreactuación, capaz de destrozar cualquier peli en la que intervenga. Me recuerda al funesto Luis de Funes.
El cine francés camina por muy malos caminos en los últimos tiempos.
Tengo un problema con las pelis de terror: me olvido fácilmente de ellas.
Debe ser que tengo alguna parte de mi cerebro minusválida, incapaz de recordar estas pelis.
Solo unas pocas quedan en mi memoria.
Ésta que nos ocupa creo que va ser de las últimas. De las que no podré olvidar.
La primera escena es tan desconcertante como atractiva.
Un plano secuencia de poco más de un minuto.
La cámara situada en medio de la calle.
Una chica sale de su casa con pijama, con cara de terror.
Su padre le pregunta qué le pasa.
La cámara se mueve en circunferencia siguiendo a la muchacha que vuelve a entrar a la casa.
Sale con un bolsito.
Se monta en un coche y se va todo lo rápido que puede.
Esta escena, rodada con maestría, es suficiente para fascinarme.
Pero éste no es el único momento excitante.
Toda la peli rebosa una atmósfera inquietante.
En el cine coincidí con Don Francisco, antiguo profesor de literatura de mi hija.
Discutimos, cuando terminó la peli, sobre en que época se desarrolla.
No hay móviles, ni ordenadores.
Las teles parecen de los ochenta.
Una de las chicas lee libros en un dispositivo pequeñete con forma de concha.
Al principio de la peli una parejita va al cine a ver Charada de 1963, la peli de Stanley Donen con Cary Grant y Audrey Hepburn.
En la tele se ven pelis de serie B de monstruos de los años cincuenta.
Aparecen revistas porno.
Su vestuario impresiona (dudosamente) de actual.
Parece que se desarrolla en Detroit, con barrios, antes residenciales, ahora abandonados.
Hay otro aspecto muy inquietante.
La ausencia de personajes adultos.
Todos son jóvenes, excepto los perseguidores que cubren todo el espectro de edades.
La maldición persecutoria se trasmite vía sexual, como si fuera una enfermedad venérea, lo cual introduce un morbo añadido y le da un aire moral, o más bien amoral.
En los perseguidores hay un carácter lascivo bastante malrollante.
Uno de los defectos frecuentes de las pelis de miedo es la falta de consistencia interna del guión.
Aquí la estructura narrativa está bien equilibrada, manteniendo una perfecta coherencia interna.
La peli es inquietante, con escasos sustos, pero mantiene una tensión electrizante.
Salí del cine mirando atrás, por si alguien me seguía.
Me parece que no la voy a poder olvidar. ¡¡¡Socorro!!!
Especialista en comedias ya ha hecho dos pelis con Melissa McCarthy, Cuerpos especiales y La boda de mi mejor amiga.
En la peli hay una reivindicación de las mujeres con formas redondas.
Un enfretamiento entre la oronda Melissa McCarthy y la delgaducha Rose Byrne, que da grima verla tan flacucha, aunque no consigue el nivel de la Reina Letizia.
La peli funciona porque tiene una estructura de thriller aunque no para de usar la comedia y los chistes verbales y visuales se suceden sin descanso.
La apología de las chicas gorditas se basa paradójicamente en poner en ridículo a su protagonista.
Pero el personaje más sobresaliente y con el que se es más cruel es con Jason Statham que se ríe de sí mismo de manera bestial.
Uno de los más duros del cine actual y posiblemente de los peores actores (con el permiso de Nicolas Cage) demuestra tener una gran vis cómica con unos diálogos descacharrantes.
Ya es conocida mi aversión al inefable Nicolas Cage, que es, según mi opinión, el peor actor de la historia del cine, pero no solo del pasado y del presente sino también del futuro. Por mucho que mi imaginación se desborde es imposible pensar que podamos encontrar un actor más nefasto en los tiempos venideros.
Completa el reparto Jude Law, una parodia de James Bon.
Es curioso que este actor, hace unos años, parecía destinado a ser uno de los más grandes del estrellato de Hollywood, y al final se ha quedado en nada.
Creo que ha influido mucho su notoria alopecia que no es soportada por los gerifaltes de la Meca del cine.
Espías es una peli muy divertida, su ausencia de más pretensiones la hace perfecta para pasar una buena tarde de verano.
Pero contiene un grandísimo hallazgo: Jason Statham como actor de comedia.
Fue crucificado con la cruz en equis en Grecia y tardó tres días en morir.
Mientras fallecía siguió predicando la doctrina cristiana.
Pero esta peli no va de la vida de este santo (hubiera sido mejor) sino de la Falla de San Andrés.
Tiene 1.200 Km de longitud y recorre California de norte a sur, causando terribles terremotos.
Después de ver la peli termino con el corazón partío.
Por un lado me lo he pasado fenomenal, con edificios cayendo a lo bestia, como una atracción de feria a lo grande.
La familia rota que se une gracias a la desgracia común, aflorando los mejores sentimientos.
Con un fortachón Dwayne “The Rock” Johnson que da gloria verlo de lo lucido que está y que no hace mal su papel, incluso podría decir que en ocasiones parece actor.
Con dos bellas. Por un lado la madurita, pero atractiva Carla Gugino que se mantiene fenomenal.
Por otro la jovencita Alexandra Daddario que tiene unos ojos que, como diría un romántico, se podría navegar toda una vida en ellos.
La peli es una montaña rusa de impresiones que no te deja respiro y te impide un racionamiento adecuado.
Por otro lado la peli no soporta ni el más mínimo análisis.
Se trata de la típica peli de catástrofes de las que padecemos periódicamente sin que se aporte nada original.
Es cine de escombro donde parece que se establece un concurso a ver que edificio levanta más polvo.
La historia no se sostiene (ni los rascacielos).
Dwayne “The Rock” Johnson acude a salvar a su esposa que se divorcia para liarse con un ricachón. Para rato iba cualquier exmarido cabal a salvar a su ex. Con la cantidad de chicas guapas divorciadas que hay en el mundo.
Luego se dedican a buscar a la hija perdida. Van por tierra, robando un coche, por aire, robando una avioneta y por mar, robando un barco. Como hay que salvar a la niña desaparece el concepto de propiedad privada.
La escena de la RCP es patética y previsible. Penosa, emética, insoportable, cabreante…
El científico Paul Giamatti está, como siempre estupendo. Escaso aliento.
Salir contento de una peli y que tu racionamiento posterior te diga a gritos que es basura es muy triste.
Recuerdo que en 1974 vi una peli que se llamaba Terremoto con unos crepusculares Charlton Heston y Ava Gardner, también intervenía la exuberante Victoria Principal. Esta peli contaba con sensurrum (o como se diga) y me pasó lo mismo me gustó, pero no se aguantaba.
Me consuela que en el fondo sigo siendo un jovenzano tan tontaína como hace 40 años.
Ya sé que puedo hacer con mi problema: ¡tiritas para este corazón partío!.
Si la primera temporada me gustó, esta segunda me ha fascinado.
Francis Underwood y su bellísima esposa Claire Underwood son la personificación del mal, de la ambición, de la ausencia de moral y de ética.
Impresionantes Kevin Spacey y Robin Wright.
Sus rocambolescas y manipuladoras intrigas los llevan al triunfo máximo, haciendo buena la frase que pronuncia en el primer capítulo de esta temporada: “La democracia está sobrevalorada”.
En House of Cards se aprende mucho como funciona el Congreso norteamericano, donde cada congresista vota con independencia de su grupo parlamentario, cuestión impensable en España.
También se destapan escándalos de financiación ilegal, como en España.
Aquí es todo más chapucero con apuntes a lápiz en una libreta.
Ahí dimite el presidente, aquí…
Hay un fondo de crítica al sistema político norteamericano, donde individuos como Francis Underwood pueden prosperar.
La estructura de intriga política está magníficamente bien trazada de tal manera que te pide atención, pero te da mucho interés que casi se vuelve adictiva, o sin casi.
El final es apoteósico, con muchas subtramas abiertas.
Destacar que entre los directores de los diferentes capítulos hay realizadores muy destacados como David Fincher, James Foley, Joel Schumacher, Agnieszka Holland, Robin Wright (también protagonista de la serie) y la exniña prodigio Jodie Foster.
Es indudable que las series están viviendo una época dorada y que los grandes actores y directores se han volcado en este formato televisivo.
House of Cards es sin duda una de las mejores series de los últimos tiempos.