La misma tarde que vemos Anomalisa para completar visionamos este corto también en stop motion.
Dedicamos este primer trimestre al cine silente y enlazamos los temas que se fueron descubriendo con pelis actuales.
Este corto es mudo y de animación.
El cine de dibujitos ha sido siempre calificado de infantil, esta obra muy al contrario está dedicada a un público adulto que sepa interpretar las claves que se presentan.
La historia de seis minutos es sencilla.
Un individuo condenado a una vida triste y miserable en un trabajo “poco creativo” descubre que de su abdomen fluye una luz que permite ver la realidad a colorines.
Inventa unas gafas que dan felicidad a sus compradores. Su vida en blanco y negro, o mejor en gris, cambia a technicolor. ¡Una maravilla!.
El inventor se hace rico y se transforma en un tirano con sus empleados.
Creo que es la esencia del argumento.
Si me equivoco mis compañeros del Taller de Cine me corregirán el próximo jueves.
Una parábola de la vida actual.
Demasiado triste y pesimista.
¿Estas gafas son como la tele?
Se puede ver enterico abajo del todo, donde coloco los vídeos habitualmente.
Zemeckis ha querido componer una historia de amor y espías.
Le ha salido sobre todo melodrama.
Con un estilo clásico, reposado, con las mínimas estridencias.
La peli podría pecar de falta de nervio, de energía, pero a mí me parece que tiene la suficiente para encandilar al espectador.
Tal vez sea una peli pasada de moda.
Lo que se lleva ahora son escenas de acción frenéticas y persecuciones con derrapes.
De eso carece Aliados y eso es probablemente su mayor encanto.
Tenía ganas de ver una peli en la que la emoción sea la justa, pero lo suficientemente verdadera para que me llegue.
Marion Cotillard estupenda, maravillosa.
Lástima que Brad Pitt no esté a la altura. Parece que se quisiera contener para evitar los celos de Angelina, pero eso con Marion enfrente es imposible.
Zemeckis quería hacer un clásico y lo ha conseguido.
Veinte años después de La niña de tus ojos,Fernando Trueba nos obsequia con una secuela.
La crítica la ha vapuleado, pero yo voy a defenderla contra viento y marea.
Es cierto que usa de chistes visuales y de diálogos ya vistos, pero yo los interpreto como un bello homenaje a la comedia española.
Tal vez algunas partes del guión resultan poco creíbles, pero cuantas veces la realidad resulta inverosímil.
Las peripecias de este grupo de “cómicos” la siento como muy nuestra, enlazando con la mejor comedia clásica española.
Hay un homenaje de Trueba al cine y los que en él intervienen.
Me encanta la presencia callada y continua de la script en la mesa al lado del director.
Además de los actores, los técnicos tienen su protagonismo en la peli. Trueba no se olvida de ellos.
Hay un homenaje también a esos millones de españoles que sufrieron la represión de la Dictadura Franquista y malvivieron hablando en voz baja por el temor de la cárcel y de la muerte.
Todos los personajes tienen su importancia y todos están magníficamente interpretados.
Macarena Granada vuelve de los USA hecha una estrella de Hollywood y con nacionalidad americana, algo parecido a su actriz Penélope Cruz.
Si en La niña de tus ojos se comía la pantalla y todos pudimos darnos cuenta que estaba bendecida con ese don divino que es que te quiera la cámara, aquí, en La reina de España, lo volvemos a confirmar.
Una actriz como la mejor, a la altura de las grandes divas de la pantalla de todos los tiempos.
Con esos ojos, inmensos como el horizonte, capaces de expresar emociones y sentimientos y, lo que es más grande aún, de transmitirlos al espectador.
Penélope, te reverencio, te idolatro.
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Si de verdad fueras la Reina de España me volvería monárquico.
Una de mis máximas ilusiones, en mi actividad cinematográfica, sería poderla entrevistar, pero muy probablemente la emoción me impediría articular palabra.
Este verano cuando iba hablar con uno de mis ídolos, en otro ámbito diferente al cine, mi hijo me dijo: “sobre todo no te eches a llorar. Que te conozco“.
Pero en esta peli todos los actores están estupendos, incluyendo a Santiago Segura, que no goza de mi devoción usualmente, pero aquí me ha encantado.
Extraordinarios como es habitual Antonio Resines, Neus Asensi, Ana Belén, Javier Cámara, Loles León, Jorge Sanz, Rosa María Sardá, Aida Folch, Jesús Bonilla, Ramón Barea, Anabel Alonso…
Bien por Chino Darín que lo tiene difícil para llegar a igualar a su padre. Superarlo es imposible.
Divertida la presencia de Arturo Ripstein.
Mención a parte merece Carlos Areces, capaz de interpretar al etarra Patxi en Negociador y aquí al mismo Caudillo, con igual naturalidad. Un gran acierto.
Destaco los cameos del director Juan Antonio Bayona, del economista y periodista turolense Luis Alegre como cura de huerfanitos y de la magnífica periodista Conchita Casanovas preguntando como en la vida real con inteligencia en una rueda de prensa.
Seguro que hay algún cameo más que no he sido capaz de descubrir.
El diálogo final entre Franco y Macarena de los que más he disfrutado en mi vida.
Si eres de los que dice que no te gusta el cine español, no vayas a verla.
Por ello no me molesta que se hagan cinco pelis ambientadas en este cosmos especial, aunque sea para que Heyday Films y Warner Bros puedan oír el clin de la máquina registradora.
Los cuatro personajes protagonistas me caen bien de principio.
Eddie Redmayne interpretando a ese mago flojo, delicado y ligeramente torpe, muy alejado del héroe convencional.
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Katherine Waterston atractiva investigadora ninguneada por sus superiores.
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Dan Fogler un gordo bonachón muggle cuya mayor ilusión es abrir una pastelería para endulzar la vida a las personas.
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Alison Sudol la atractiva y enamoradiza maga capaz de leer la mente.
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Son cuatro pringados. La idea que sean los héroes de la función me parece muy atractiva.
Los efectos especiales magníficos.
La ambientación y el retrato de Nueva York de principios del siglo XX maravillosos.
Los animales fantásticos muy atractivos.
Los aspectos sobre el reprimido Credence Barebone, bien interpretado por Ezra Miller, interesantes.
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Pero la trama termina cayendo en ese cine de escombro que tanto detesto y que tanto parece gustar a los adolescentes de esta época actual.
Quiere imitar sin disimulo el cine de super héroes de los últimos años.
El encanto de las primeras pelis de Harry Potter era su trama intimista, incluso minimalista que se perdió en las últimas dos entregas.
El cine estaba abarrotado de niños de los seis a los quince años.
Algunos grupos acompañados por un adulto que intentaba mantener el orden en su entorno.
Todos los infantes devorando palomitas y refrescos ricos en sacarosa.
Bastantes llegaron ya empezada la peli.
Según iban entrando y ocupando filas yo me desplazaba hacia las primeras butacas huyendo de ellos.
Algunos grupos no dejaron de meter ruido toda la duración de la peli.
Cuando terminó me quedé a ver los créditos y contemplé una sala con un suelo lleno de basura, restos de envases y palomitas.
Estos niños son guarros, irrespetuosos y maleducados.
Se supone que éste es cine familiar, donde los padres y los hijos comparten una tarde de cine, pero los progenitores han cejado en sus funciones y prefieren que sus hijos vayan en grupos de amigos en los que se comportan como energúmenos.
Yo, en mi infancia, iba al cine todos los fines de semana. En las pelis aplaudíamos, avisábamos cuando llegaba el malo, pero participábamos en la proyección. Era nuestro centro de atención.
Estos niñatos de ahora desprecian lo que van a ver. Solo ensucian y meten ruido.
Ya disculparás si me he ido muy arriba en esta digresión.
Un drama sobre un gurú de la motivación profesional que acude a Cincinnati a dar una conferencia.
El retrato triste y cruel de un hombre desmotivado que vende con su libro precisamente de lo que carece.
Aburrido de su familia y de las personas.
Encuentra el amor por una noche en una muchacha que es justo lo contrario a él.
Marcada por una cicatriz, alejada del éxito profesional, se esfuerza en la vida por aprender y prosperar.
Viven una noche de pasión…
Charlie Kaufman es el artífice de esta frikada.
¿Porqué hacer este guión en animación?
¿No hubiera sido mejor realizarlo con personajes de carne y hueso?
A pesar de la limitación gestual de los muñequillos he de reconocer que se consigue la transmisión de emociones.
No puedo imaginar el resultado con actores.
En cualquier caso es una apuesta estética valiente y turbadora.
Michael Stone, el personaje protagonista, no me trasmite ninguna simpatía.
Cuando salíamos de la proyección mi sabio amigo Carlos comentó, más o menos: “bastante gilipollas soy yo como para ver la vida de otro gilipollas“.
Comparto las dos partes de su opinión y las hago propias.
Si Michael Stone está deprimido lo compadezco, que vaya al psiquiatra de muñequitos. Si es solo gilipollas que le den…
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Premios de Anomalisa:
Premios Oscar: Nominada a Mejor largometraje de animación
Festival de Venecia: Gran Premio del Jurado
Globos de Oro: Nominada a Mejor filme de animación
Premios Annie: 5 nominaciones incluyendo Mejor película y dirección
Premios Independent Spirit: 4 nominaciones incluyendo Mejor película
Satellite Awards: Nominada a Mejor largometraje de animación
Critics Choice Awards: Nominada a mejor largometraje de animación
Críticos de Los Angeles: Mejor largometraje de animación y banda sonora
Asociación de Críticos de Chicago: 3 nom. inc. Mejor actriz sec. (Jason Leigh)
Sindicato de Productores (PGA): Nominada a Mejor película de animación
Filmografía de Charlie Kaufman:
Como guionista:
Being John Malkovich (Cómo ser John Malkovich en España y ¿Quieres ser John Malkovich? en Latinoamérica) (1999), dirigida por Spike Jonze.
Human Nature (2001), dirigida por Michel Gondry.
Adaptation. El ladrón de orquídeas (2002), dirigida por Spike Jonze.
Confesiones de una mente peligrosa (Confessions of a Dangerous Mind) (2002), dirigida por George Clooney.
Eternal Sunshine of the Spotless Mind (¡Olvídate de mí! en España y Eterno resplandor de un mente sin recuerdos en Latinoamérica) (2004), dirigida por Michel Gondry.
Synecdoche, New York (2008)
Kung Fu Panda 2 (2011), revisión del guion.
Anomalisa (2015)
Como director:
Synecdoche, New York (2008), primera película dirigida por Charlie Kaufman.
Ewan McGregor interpreta al hombre bueno que se introduce en un lío de mafias y espías sin comerlo ni beberlo.
Es normal que haga bien su papel de hombre de honor, valiente y sencillo al fin y al cabo ha sido Obi-Wan Kenobi, hace muchos años en una galaxia muy lejana.
La peli discurre surcada de tópicos, con malos malísimos y agentes secretos que se mueven entre dos aguas.
A pesar de su carácter predecible resulta interesante.
Stellan Skarsgård está inconmensurable.
Naomie Harris muy mona, pero demasiado delgaducha.
Una producción británica que no pasará a la historia, pero que resulta eficaz.
Incorpora la reflexión moral: si robas cien euros eres un ladrón, si robas cien millones eres un inversor.
Hay un dicho que dice algo así como: “de buenas intenciones están las tumbas llenas“.
La doctora de Brest está hinchada de buenas intenciones.
La peli reitera una y otra vez la lucha “heroíca” de esta doctora, insistiendo hasta la saciedad.
La eleva al altar de las mujeres perfectas, con marido ideal e hijos estupendos.
Hay escenas de auténtico empalago, como cuando esta neumóloga habla con sus pacientes como si fueran retrasados.
Lo que cobra importancia a lo largo del metraje es que esta médica tenga la razón y el bien triunfe.
La estética se aleja del cine denuncia de Ken Loach y se acerca al telefilm norteamericano de entretenimiento fácil con ínfulas de denuncia social.
La protagonista, la kobmendense Sidse Babett Knudsen, hace lo que puede con su papel, desplegando una gama gestual sorprendente. Está de moda desde que protagonizara la serie Borgen.
Mi amiga Mónica me recomienda encarecidamente esta peli.
Sabe mi afición al género de zombis.
Como méritos presenta en su curriculum ser la peli más taquillera del año en Corea del Sur, haberse presentado a la Sección Oficial en Cannes y haber sido premiada en el Festival de Sitges, al mejor director y efectos especiales.
Tal vez no ofrezca nada nuevo en este género, pero todo el metraje trasmite una emoción muy intensa.
En cada peli o serie, los muertos vivientes tienen sus propias reglas, sus características especiales.
Aquí corren que se las pelan (como en 28 días después), son super furiosos, se quedan quietos si no reciben estímulos visuales o sonoros, se tiran preferentemente a la yugular, su misión es infectar, no se detienen en devorar, pasan un par de minutos desde que se infectan hasta que se transforman.
Los protagonistas se pasan la peli escapando de estos energúmenos que a veces actúan como un enjambre estilo Guerra mundial Z de Marc Forster (2013).
Es inevitable que cualquier peli de terror que se desarrolle en un tren nos recuerde al clásico de 1972 Pánico en el Transiberiano de Eugenio Martín.
Los momentos de tensión abundan, bien entremezclados con escenas más pausadas, que nos permiten coger cariño a los personajes .
La música y el montaje están magn’ificamente sincronizados para que estemos en un sin vivir todo el tiempo.
Hay episodios de lo que se podrían llamar de justicia poética. Cuando veáis la peli sabréis a que me refiero.
Dura casi dos horas que se pasan en un suspiro.
Mi personaje favorito es el fortachón Sang Hwa, un duro de buen corazón interpretado por Dong-seok Ma, protector de su esposa embarazada.
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Hay un malo que terminas teniéndole unas ganas que no veas.
Es una peli que se inscribirá con letras de oro dentro de las mejores pelis de zombis.
Esta semana hemos hablado en EsRadio Guadalajara y en Alcarria TV, junto con Mónica Gallo y Diego Gismero, de diferentes aspectos de la actualidad cinematográfica:
Haciendo un alarde de cinismo absoluto y de petulancia extrema voy a hacer una crítica a favor y otra en contra.
A favor:
Cuando la ciencia ficción ha ido derivando al cine de aventuras y de superhéroes y salvo en contadas ocasiones se ha dedicado a un público adulto y formado, Villeneuve hace una apuesta por esto último.
Acierta dando una visión subjetiva de esta llegada.
La película se plantea desde el punto de vista de esta lingüista (estupenda Amy Adams) encargada de entenderse con los heptápodos.
Es precisamente la interpretación de sus pensamientos y de sus visiones lo que le ayudará a comprender a estos aliens.
La peli te obliga a un ejercicio intelectual intenso.
Poseo una inteligencia muy limitada y por ello no he conseguido comprender la esencia de este nuevo lenguaje, pero eso no me ha impedido que me pareciera sumamente atractivo, subyugante incluso.
Hay escenas a lo Terrence Malick y una clara influencia de Kubrick que componen un conjunto poético y embriagador.
Estamos ante un cine de altura alejado del espectáculo simplista, en La llegada lo importante es el contenido y la belleza de sus imágenes.
Amy Adams es el núcleo de esta peli con una interpretación prodigiosa que le puede llevar al Oscar.
Denis te doy la enhorabuena. ¡Ya era hora que la ciencia ficción se hiciera para listos!
En contra:
Cuando una peli es elogiada por la crítica me genera, de entrada, un cierto rechazo.
Desde el principio descubro que estamos en una producción con afanes intelectualoides.
Se plantea una cuestión interesante como es la comunicación con otros tipos de lenguaje, que en principio me parece de lo más atractiva.
Pero la peli no termina de explicar este nuevo idioma posiblemente para que el espectador medio se sienta inferior ante lo listos que son esta lingüista y el director.
La trama está infiltrada de bellas imágenes desenfocadas a lo Terrence Malick, de las que ya estamos un poco cansados, con una sensación de pérdida de tiempo.
El film tiene ese aire cultureta, que pretende alejarse del público mayoritario, con un claro complejo de superioridad.
Pero lo peor de todo es el tedio y el aburrimiento con el que se sufre su metraje.
Amy Adams hace su papel, muy intensa ella, muy sufridora, muy listica y posiblemente hasta sea nominada a los Oscars.
Por cierto ya estoy un poco saturado de madres que pierden hijitas. Qué sí, que da mucha pena, pero ¿otra vez lo mismo?
Tenemos cierta querencia hacia las series nórdicas.
Ninguna nos ha defraudado.
En estos diez episodios se nos plantea un caso policial.
Un cuerpo es encontrado en medio del puente-túnel de Øresund, justo en el límite entre Dinamarca y Suecia.
El caso es dirigido por un policía de cada país.
El criminal resulta ser un asesino en serie…
¿Qué ofrece de original Bron?
La trama está bien elaborada, pero para mí lo más interesante son los personajes y el ambiente.
Se nos presentan unos países grises, con edificios poco glamurosos, incluso hay un cierto interés por ofrecernos las partes más oscuras de la sociedad nórdica (mendigos, racismo, violencia policial…)
Siempre pensamos en estos países como los más avanzados, como los paraísos nórdicos y estas series se empeñan en presentarnos unas realidades bien diferentes.
Pero lo mejor de la serie son sus personajes protagonistas.
Él, Martin, el policía danés, de ética dudosa, mal marido, mal padre, pero tremendamente humano.
Ella, Saga, la policía sueca, marcada por un pasado y por una cicatriz que le rompe verticalmente los labios.
Padece síndrome de Asperger.
Incapaz de comprender el lenguaje no verbal, incapaz de sentir empatía, de entender la ironía.
No sujeta a los convencionalismos sociales.
Su falta de habilidades sociales se ve suplida por su perspicacia y su profesionalidad.
Saga se va contagiando durante la serie de la humanidad de Martin, su compañero, y va aprendiendo habilidades sociales, porque ella quiere ser mejor.
Muchas de las convenciones sociales no las comprende, pero cuando se las explica Martin parece que cobran forma.
Una serie estupenda.
Incluyo a Sofia Helin entre mis actrices favoritas y Saga Norén entre mis personajes preferidos.
Butch Cassidy, nacido bajo el nombre de Robert Leroy Parker en 1866 y The Sundance Kid, nacido bajo el nombre de Harry Alonzo Longabaugh en 1867 junto con otros pistoleros fueron célebres ladrones de bancos que hicieron de las suyas allá en el lejano oeste norteamericano.
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Un 6 de noviembre de 1908 fueron muertos en San Vicente, cerca de Tupiza en Bolivia a manos de soldados del ejército nacional.
Su historia es fascinante.
Llevaron a cabo la sucesión de robos a bancos más larga en la historia de los Estados Unidos.
Su banda llamada “The Wild Bunch”, había asolado a grandes terratenientes, empresas de ferrocarriles y bancos norteamericanos.
Sus asaltos perfectamente planeados no hacían correr sangre y llevaban los botines hasta las manos de los pioneros más pobres del Oeste.
Trenes, bancos y remesas de los salarios de las minas en las Montañas Rocosas Occidentales les valieron un total de 200.000 dólares (equivalente hoy en día a 2.5 millones de dólares) entre 1889 y principios de 1900.
“The Wild Bunch” también era conocida como el “Sindicato de Asaltantes de Trenes”, la “Pandilla del Hoyo en la Pared” o “El Grupo Salvaje” y era perseguida constantemente por una agencia de detectives llamada “The Pinkertons” que llegaron a ofrecer 1.000 dólares de recompensa por sus cabezas.
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Un poco de opinión:
Otros años ya habíamos pasado frío en el EJE asistiendo al Taller de Cine.
A esta sesión acudo preparado, pero aún así me quedé helado.
Las explicaciones de la conserje son demasiado increíbles y complejas para reproducirlas.
Con bastante aforo, es un placer volver a revisitar esta peli en pantalla grande.
Pude verla cuando se estrenó o tal vez unos años después cuando se reestrenara.
En mis años mozos había cines de reestreno en los que veían pelis de hacía unos meses o años.
Dos hombres y un destino es sobre todo una peli de amistad.
Dos amigos que comparten vida, atracos y novia.
Tiene muchos elementos originales.
Se trata de un western que podríamos calificar de crepuscular.
A caballo entre dos siglos, el universo del Oeste inexplorado e indómito llegaba a su fin.
Los dos forajidos, Butch Cassidy (Newman), y Sundance Kid (Redford), tienen el halo romántico de los hombres que han perdido su tiempo, que tal vez serán los últimos de una estirpe destinada a la extinción.
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Pero Dos hombres… es una comedia, con la maestría de George Roy Hill de contar un drama con el tono preciso para que sin dejar de ser una cuestión seria se convierta en cómica.
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Esto solo lo han podido hacer grandes maestros como Billy Wilder.
Es también una historia de persecuciones. Un subgénero muy unido siempre al western desde su nacimiento.
La desesperación de los dos protagonistas es maravillosa al ver como sus perseguidores son implacables.
Robert Redford y Paul Newman están estupendos, tienen ese magnetismo casi divino que atraía público a las salas con solo sus nombres.
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Personalidades antagónicas o mejor complementarias que funcionan a la perfección para dar comicidad a las escenas.
No me puedo olvidar de la maravillosa Katharine Ross. La novia perfecta. Que ha pasado a la historia como la chica de El graduado y por su paseo en bici, uno de los momentos más míticos de la historia del cine.
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La canción Raindrops Keep Fallin’ on My Head, compuesta por Hal David y Burt Bacharach, la he tarareado toda mi vida.
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Unas pocas curiosidades y anécdotas:
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Carnicero Cassidy:
El nombre verdadero de Butch Cassidy era en realidad Robert Leroy Parker.
Consiguió su apodo porque una vez trabajó en una carnicería.
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La hermana de Cassidy:
Lula Parker Betenson, hermana del verdadero Butch Cassidy, era vista a menudo en el set, su presencia era bienvenida por el reparto y equipo.
Durante pausas en rodaje contaba historias sobre las aventuras de su famoso hermano.
Paul Newman tomaba nota de lo que contaba, por ello consiguió realizar una interpretación tan realista del personaje.
El estudio se enteró de sus visitas y trató de convencerla para apoyar la película en una serie de anuncios que se mostrarían en los cines de todo el país.
Dijo que lo haría, pero sólo si veía la película primero.
El estudio se negó.
Robert Redford intercedió para que su trabajo fuera remunerado convenientemente.
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La escena de la bicicleta:
Katharine Ross rodó la famosa escena de la bicicleta con la segunda unidad.
Había discutido previamente con George Roy Hill.
Su relación terminó siendo muy mala.
Llegó a afirmar: “cualquier día sin Roy es un buen día“.
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Cambio de orden en el título:
Según el guionista William Goldman, su guión originalmente fue titulado “The Sundance Kid y Butch Cassidy“.
Tanto Steve McQueen y Paul Newman leyeron el guión, aproximadamente al mismo tiempo y estuvieron de acuerdo en hacerlo.
Cuando McQueen se retiró del proyecto el nombre de Cassidy pasó al primer puesto.
Newman era más estrella que Redford.
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Agua peligrosa:
Todas las escenas de Bolivia fueron filmadas en México.
Todo el equipo técnico y artístico padeció la venganza de Montezuma (un cuadro de gastroenteritis).
Sólo Robert Redford,Paul Newman y Katharine Ross se salvaron, porque se negaron a beber el agua.
Solo bebían gaseosas y alcohol.
Katharine Ross con una cámara:
En el primer día de rodaje, se filmaban varias escenas del robo del tren.
Katharine Ross llegó al set para asistir como espectadora, ya que en esas escenas no participaba.
Había cinco cámaras y sólo cuatro operadores, por lo que el director de fotografía Conrad L. Hall la colocó para manejar la quinta cámara.
El director George Roy Hill se puso furioso, pero no dijo nada durante todo el día.
Al final de la jornada, sin embargo, le prohibió la asistencia excepto cuando estuviera actuando.
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Salto trucado:
El salto de los caballos desde el vagón del tren está trucado.
Con tan poco espacio hubiera sido imposible que efectuaran el salto.
La que más BAFTAs:
Con nueve premios mantiene el récord de la Academia Británica (BAFTA).
Ganadora por la fotografía, el actor (Robert Redford), actriz (Katharine Ross), dirección (George Roy Hill), guión, montaje, sonido y mejor película.
Riesgos:
Robert Redford quería hacer todas sus escenas de acción.
Paul Newman estaba especialmente molesto ante la insistencia de Redford de saltar sobre el techo del tren y correr a lo largo de la parte superior de los vagones mientras avanzaba.
Newman le dijo:
– “No quiero ningún heroísmo por aquí… No quiero perder a un compañero de reparto”.
¿Con quién se casó Katharine Ross?
El actor Sam Elliott, que aparece al principio de la peli, se casó con su compañera de reparto, Katharine Ross, en 1984.
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Bob Dylan cantando Raindrops Keep Fallin’ on My Head:
Los realizadores trataron de Bob Dylan cantara la famosa canción de Burt Bacharach. Se negó.
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Bill:
El nombre del toro en la película es “Bill”.
Fue trasladado desde Los Ángeles para la escena de la bicicleta, que fue filmada en Utah.
Con el fin de hacer que Bill se moviera, los realizadores rociaron una sustancia en los testículos.
Pagar las deudas:
Paul Newman serró el escritorio de George Roy Hill por la mitad “porque no quería pagar la cuenta de licor que tomó prestado de mi camerino“.
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Ensayos:
Robert Redford no estaba de acuerdo con Paul Newman sobre la necesidad de realizar ensayos.
Afirmaba que disminuía la sensación de espontaneidad, pero accedió a realizarlos por respeto a su compañero.
Escena eliminada:
Se rodó una escena en la que Etta Place, Butch Cassidy y Sundance Kid acudían a un cine en Bolivia.
Ahí contemplaban un corto en el que la banda de Cassidy y Sundance era representada como crueles asesinos y terminaban tiroteados por las fuerzas de la ley.
Ellos gritaban a la pantalla que no había sucedido así.
Este incidente provocaba que Etta abandonara Bolivia y regresara a los USA.
Finalmente George Roy Hill decidió eliminar la escena que le parecía innecesaria.
Raindrops Keep Fallin’ on My Head:
La canción Raindrops Keep Fallin’ on My Head (“Gotas de lluvia siguen cayendo sobre mi cabeza”), fue escrita después de que se terminara la filmación.
Cuando Robert Redford la vio por primera vez en la película, pensó que era terrible.
Adulterio:
Durante el rodaje de Paul Newman tuvo un romance con la periodista Nancy Bacon, que le llevó a separarse de su esposa Joanne Woodward durante un tiempo.
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Percy Garris:
Antes de los verdaderos Butch Cassidy y Sundance Kid terminaron en Bolivia, pasaron algún tiempo en la zona de la Patagonia de Argentina, en un pueblo llamado Cholila.
Después de robar un banco y huyeron de ese país.
Después pasaron una corta temporada en Chile, donde se hicieron amigos del minero Percy Seibert, la inspiración para el personaje de Percy Garris.
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Etta Place:
La verdadera identidad de la persona histórica conocida como “Etta Place” es desconocida.
Los historiadores tienen muchas teorías diferentes, siendo muy popular que era dueña de Fort Worth Eunice Gray, quien murió en un incendio en 1962.
Paul Newman dice que George Roy Hill:
– “Nunca mostró ninguna vacilación o indecisión, sabía exactamente lo que quería en una escena, lo que quería de un actor“.
Steve McQueen y Warren Beatty fueron considerados para el papel de Sundance:
McQueen se retiró debido a desacuerdos económicos.
Beatty se negó cuando encontró la película demasiado similar a Bonnie y Clyde (1967).
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Localizaciones:
Además de algunos interiores y exteriores tipo estudio, la película fue filmada en varias partes de Colorado, Utah, Nuevo México y -para las escenas de Bolivia- Cuernavaca, Taxco y México.
Robert Redford dijo:
– “Tuvimos las mejores ubicaciones posibles, en mi opinión”
La rutina de Paul:
En una entrevista en el set, Paul Newman habló de su rutina diaria con el columnista Rona Jaffe.
Se levantaba a las 5:30 cada mañana, una hora en la piscina y la sauna, y llamando a su esposa Joanne Woodward tres veces al día.
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La fotografía:
Director de fotografía Conrad L. Hall decidió dejar sobreexpuesta gran parte de la película porque pensaba que la ligereza de la historia no necesita una iluminación dramática y colorista, pero que la 20th Century-Fox y el laboratorio de procesamiento de la película de color, introdujeron una gran cantidad de la riqueza de tonos, como era su estilo de marca.
¿Hoffman?:
Dustin Hoffman fue considerado para el papel de Butch Cassidy (Newman).
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Jack Lemmon:
Jack Lemmon rechazó el papel de Sundance(Redford) debido a un conflicto de programación con La Extraña Pareja (1968).
Tampoco le gustaba montar a caballo, y sentía que ya había interpretado demasiados “personajes marcados por el destino”.
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Marlon Brando:
Marlon Brando fue considerado seriamente para uno de los papeles.
Él lo rechazó debido a su compromiso con la Queimada (1969).
También sintió que era demasiado similar a su papel en El rostro impenetrable (1961).
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Severa crítica:
El director John Boorman fue un severo crítico de esta popular película, afirmando que “su éxito había comenzado la decadencia del género del western“.
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El guión:
William Goldman llegó por primera vez a la historia de Butch Cassidy a finales de 1950.
Investigó de forma intermitente durante ocho años antes de sentarse a escribir el guión.
Lo que más le gustó es que “después de correr aventuras en los USA tuvieron un segundo acto recorriendo Sudamérica durante ocho años“.
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Taquilla:
Recaudó en los USA más de 100 millones de dólares, fue la peli más taquillera de ese año.
Contando sus reediciones es posiblemente de las más taquilleras de la historia.
Natalie Wood:
Natalie Wood fue considerada para el papel de Etta Place.
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Cambios de guión:
Cuando William Goldman terminó el guión lo envió a todas las productoras.
Ninguna lo quiso inicialmente.
Un directivo afirmó que no podía ser que huyeran a Sudamérica, “John Wayne nunca huiría“.
Goldman volvió a escribir el guión, no cambió más que unas pocas páginas.
Después todos los estudios lo querían.
Las críticas iniciales no fueron positivas:
George Roy Hill y William Goldman estaban deprimidos.
Pero su ánimo se levantó cuando estaban en una fila para sacar entradas y un espectador que salía gritó: “hacéis bien en entrar a verla, merece realmente la pena“.
Efectivamente el boca a boca funcionó fenomenal.
Montando en Utah:
La secuencia de la bicicleta se filmó en Utah, en un pueblo fantasma que data de alrededor de 1900.
Quedaban algunos edificios en pie, entre ellos una iglesia mormona medio en ruinas, una granja y un granero.
Etta maestra:
William Goldman decidió hacer del personaje de Etta una maestra.
Había visto una foto de la mujer en la vida real y decidió que era demasiado joven y bonita para ser una prostituta.
Jack Reacher, es decir Tom Cruise, es un héroe solitario que duerme en moteles de tercera, viaja por el país haciendo autoestop, listísimo, no se le escapa una, da unos mamporros de campeonato, con un pasado triste, con un compromiso ético y moral inquebrantable. Un hombre de una sola pieza.
¿Cómo Tom Cruise ha encontrado un personaje tan cojonudo?
Muy fácil. Siendo el productor de la peli y contratando a cuatro guionistas (Richard Wenk, Marshall Herskovitz, Edward Zwick, basándose en la novela de Lee Child).
Se complementa con dos chicas guapas, Cobie Smulders y Danika Yarosh.
Todo para mayor gloria de Cruise.
Esta peli es un producto, destinado al consumo masivo.
Funciona medianamente como artículo de entretenimiento, pero no resiste ni el más pequeño análisis.
Su protagonista es un personaje sin fisuras y en consecuencia plano, poco atractivo.
El bueno de Tom va teniendo una edad y comienza a estar para pocos trotes y eso se nota.
La cantidad de tortazos que da y recibe nos los podíamos tomar a broma, pero su personaje y su trama resultan tan solemnes que hay que aceptarla en serio y eso, precisamente, le resta toda credibilidad.
Curiosamente la comandante que interpreta Cobie Smulders reivindica el papel de la mujer y en la peli es poco más que un florero al lado del gallito Cruise.
Para esta historia no hacían falta tantos guionistas.
La trama la hemos visto mil veces y está plagada de “licencias” de guión que resultan inverosímiles.
El público que actualmente llena las salas son los adolescentes con acné comiendo palomitas y bebiendo refrescos edulcorados.
Tom ya está mayor para atraer a este público.
Los viejunos como yo, que nos las damos de culturetas, despreciamos este cine comercial.
En consecuencia ni siquiera el objetivo de vender entradas va a ser conseguido.
Magnífico el retrato de estas tres mujeres marcadas por el fallecimiento de esposo y padre.
Con esa ambientación maravillosa, finales de los sesenta en los USA.
Una fotografía extraordinaria.
Muy bien interpretado por estas tres féminas (Annalise Basso, Elizabeth Reaser, Lulu Wilson).
Los sustos y la trama avanzan de manera estupenda, pero cuando llegamos al “clímax” final aquéllo se desboca y toma derroteros muy trillados en el género de terror.
En definitiva funciona mejor como drama familiar que como peli de miedo.
Un placer reencontrarme con mis amigos del Cine Club Alcarreño.
Todos en muy buena forma: Santiago, Rafa, Ana y Daniel.
Disfrutamos de la Sala 1 de los Multicines Guadalajara, un salón enorme con una pantalla gigante.
Se trata de un biopic documental de la mítica Janis Joplin.
Marcada por un una triste y prematura desaparición.
Un documental bien estructurado que va contando la biografía de la cantante a través de sus cartas y de las declaraciones de amigos y familiares, salteado con números musicales.
Todo resulta muy correcto, muy bien montado, muy académico y esto encaja poco en la personalidad arrolladora, anárquica, innovadora, llena de genio y energía de la Joplin.
Es como si el documental no se hubiera contagiado del verdadero espíritu de la artista.
No emociona, trasmite poco.
Como si la vida de Janis hubiera sido un estereotipo: “genialidad rota por la droga”. Algo convencional…
Se habla de la lucha contra la adversidad y del espíritu de superación.
Demasiadas cosas buenas para intentar siquiera hablar mal.
A Dani Rovira lo tenemos encasillado mentalmente en la comedia.
Su papel es claramente dramático.
Algo falla en mi cerebro que me cuesta tomarlo en serio.
Karra Elejalde se reafirma en lo buen actor que es.
En sus diálogos con Dani Rovira se lo come por las patas.
Curiosamente vuelven a ser yerno y suegro en la ficción.
Alexandra Jiménez está portentosa, con una interpretación impresionante. Su capacidad de comunicar sentimientos en infinita.
La peli funciona a ratos como comedia, pero mucho menos como drama.
Hay una voluntad demasiado manifiesta de emocionar, de conmover al espectador.
Algunas de las tramas secundarias solo están enfocadas a eso, a “llegar al corazón”.
No digo que no tenga mérito hacer un ironman.
Más aún si eres enfermo de esclerosis múltiple.
Pero no creo que para demostrar que puedes luchar contra la enfermedad tengas que hacer una hazaña como correr, nadar e ir en bici un montón de kilómetros, que además no es bueno para la salud de nadie.
Yo he conocido a muchos pacientes de esclerosis múltiple y todos han intentado seguir con su vida.
Concretamente Raúl, amigo de mi hijo desde la infancia, un muchacho excepcional, siempre alegre y simpático, especialmente bondadoso.
A pesar de su patología sigue trabajando, llevando una vida normal y será padre en unas semanas.
No hace falta que corra una maratón, para mí sigue siendo un héroe derrochando entusiasmo y vitalidad, lleno de ilusiones.
La última vez que le vi su máxima preocupación era que su perro se alegraba más de ver a su esposa Marta que a él.
Clint Eastwood y Tom Hanks nunca habían colaborado. Es su primera peli juntos.
Tom es el americano bueno. Con sesenta años sigue en el candelero.
Clint es uno de los grandes del cine norteamericano, con 85 parece en plena forma.
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La peli está compuesta como pedazos de un puzzle que vamos descubriendo para al final tener la imagen completa.
Pero curiosamente no hay trampas, desde el principio sabemos el desenlace, sabemos la historia.
Esto da una especial dificultad para atraer la atención del público.
Alejado de trucos baratos y de cambios de guión sorprendentes, la historia de Sully interesa porque es sincera.
Tanto el director como el actor creen en lo que hacen y eso llega al espectador.
Hanks interpreta a un piloto con experiencia, cabal, profesional, que sabe lo que tiene que hacer y lo hace bien.
Tiene sus dudas, porque es humano, pero sabe que ha hecho lo mejor.
A veces, lo mejor y lo correcto no se corresponden.
Esto que planteo debería ser lo más natural y lo es.
Pero la vida esta llena de perezosos, inconscientes y vagos.
La defensa del buen hacer que realizan este tandem es magnífica.
Se trasmite ese mensaje positivo, y en estos tiempos no está mal que nos llegue una peli con buenos valores que aplauda lo bien realizado.
Pero es que además de buenas intenciones, Sully trasmite emociones.
Hanks sabe llegarme al corazón y llenarme de sentimientos que hicieron saltar las lágrimas.
Después de haber llorado lo mío con Yo, Daniel Blake, ver esta película provocó que acabara con todas mis reservas de kleenex.
Carlos Boyero ha escrito:
“Eastwood es incapaz de contagiarme ni un gramo de pasión, tensión o entretenimiento con la reconstrucción de la hazaña (…) Todo es plano y romo en esta tediosa película”.
Su esposa cayó enferma, tuvo que cuidarla durante años hasta que falleció.
No tuvieron hijos, aunque le hubiera gustado mucho.
Sufrió un infarto. Su cardióloga no le permite incorporase al trabajo.
Daniel es un analfabeto digital. Nunca ha tenido ordenador y no sabe manejarse en internet.
Está metido en una maraña de solicitudes de subsidios.
Katie es madre soltera.
Sus dos hijos son de padres diferentes.
No terminó el bachillerato y no supo elegir a los hombres.
Después de vivir muchos meses en una pensión, el estado le da una casa en una localidad alejada de Londres.
Intenta sobrevivir con ayudas sociales y el banco de alimentos.
Ken Loach, con su guionista de cabecera Paul Laverty, compone un drama social.
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Con ritmo pausado y carácter naturalista nos presenta la historia de estos dos personajes atrapados por la necesidad y una administración que no se lo pone fácil.
Obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Un premio que no todo el mundo aplaudió.
Loach, fiel así mismo hace cine de denuncia social, pero del que emociona, del que te llega a las entrañas.
Porque Daniel y Katie son personajes de verdad, de los que nos cruzamos por la calle y no reconocemos.
Lloré cuando la veía y lloro cuando escribo este post.