La peli va de un joven, el soso-soso e inexpresivo Dermot Mulroney, que lleva a su novia, Sarah Jessica, a pasar las navidades con su familia para que la conozcan.
La peli pretende ser una sucesión de escenas hilarantes con otras de carácter dramático pero lo gracioso no lo es y lo trágico es aburrido.
Penosa la interpretación de Diane Keaton a diferencia de la Parker que a pesar de interpretar un papel imposible sale más que airosa del entuerto.
Como la peli es americana todo termina bien y todos encuentran parejita. ¡Qué potito!
Entonces ¿porque tenía interés en verla? ¿Sería para hacer una crítica despiadada? Seguramente y también por Amanda Seyfried y Gary Oldman.
La trama es rebuscada pero todo suena a conocido aunque la peli no se parece al cuento se parece a Crepúsculo, con dos chicos, hombres lobos, chica guapa pero honesta, bla, bla… …
En general resulta tediosa y solo se salva por los dos ya mencionados actores y por su estilo visual que resulta apropiado a la historia.
Gary Oldman vuelve hacer de malo siniestro. Se le podría declarar malo oficial del cine actual.
Amanda Seyfried está estupenda con dotes de buena actriz y soportando el peso de una película insostenible.
Destacar la presencia de la veterana Julie Christie que hace de abuelita y mantiene el famoso diálogo.
Lo cierto es que al final eché alguna cabezadita, pero me enteré bastante bien de todo.
La historia de Rapunzel llevada al cine por Disney es una peli divertida y que desde su estreno se ha convertido en un clásico al mismo nivel de otras grandes pelis de la productora del ratoncito.
Se nota la mano de John Lasseter en el guión. Todos los personajes son estupendos y atractivos, bien definidos y con carisma.
Hablar de perfección técnica y de magnífica música resulta obvio.
El personaje de Gothel, la falsa madre, es muy interesante con mala leche de verdad (no dejes de ver el vídeo). ¿Es posible que esté inspirado en la actriz Cher? ¿O solo son imaginaciones mías?
La intervención de los malvados de la taberna resulta desternillante.
Peli basada en la novela autobiográfica de Valérie Tasso que tuvo un gran éxito.
La peli nos cuenta las relaciones de Val con diversos tipos de hombres que es tal vez lo único de interés de la peli. Pero los personajes resultan arquetípicos y poco creíbles.
Todo el metraje se ve lastrado por el origen literario y hay una permanente voz en off que resulta totalmente prescindible e insoportable.
Para colmo de desdichas la actriz protagonista Belén Fabra resulta sosa y sus continuos desnudos no son nada estimulantes. Si este papel lo llegara a interpretar Jennifer López sería la caña.
Como dato positivo la buena actuación de Llum Barrera que interpreta un personaje creíble.
El conjunto resulta penoso. Una peli totalmente olvidable.
Fer me recomendó hace tiempo esta peli. Por otra parte había oído hablar bien de ella. Y por fin me decidí a verla.
Chris McCandless, magníficamente interpretado por Emile Hirsch, decide abandonar las mentiras que le rodean y emprender un viaje en busca de la verdad.
Es un viaje a lo largo de Estados Unidos y también un viaje interior donde va descubriendo paisajes y paisanajes muy interesantes y enriquecedores.
El director es Sean Penn que está muy pero que muy acertado al dirigir la peli en general y a los actores en particular.
Puedes no compartir muchas de las acciones de Chris McCandless pero las comprendes, incluso sus contradicciones.
El conjunto resulta trágico y esa naturaleza en la que Chris se quiere integrar resulta letal. Pero cada uno debe decidir que hacer con su vida aunque esa decisión te salga muy cara.
Nunca leí el comic original del belga Peyo de los Pitufos pero sí vi algunos de los capítulos de la serie de televisión de los años ochenta de Hanna y Barbera. Los pitufos me parecían una pena, eran aburridos y pesados, cantaban continuamente una canción desasosegante y hablaban como retrasados, pongo un ejemplo: los pitufos están pitufando todo el pitufodía y son una pitufomierda.
Con un material así ¿se puede hacer una buena película o solo una pitufopeli?
El gato malo Azrael es el mejor personaje con una riqueza gestual asombrosa.
Pero los hay negativos:
Los pitufos no paran de decir pitufochorradas, aunque los efectos de animación son buenos.
Cantan su horrorosa canción. ¿Muchos niños soñarán con ella?
Se ensalzan los valores familiares sin venir a cuento.
En conjunto resulta aburrida.
En la última media hora el espectáculo pasó de la pantalla a las butacas. Entre la primera fila y el escenario unos 20 ó 30 niños jugaban sin prestar la más mínima atención. Una niña de unos tres años se estuvo comiendo las palomitas del suelo de las escaleras de forma meticulosa.
Seguro que a estos niños que les había aburrido tanto la peli que habían sido incapaces de prestar interés, cuando terminó la peli sus padres hicieron esa típica y tópica pregunta: ¿te ha gustado? Y ellos respondieron que sí. ¿Será un público poco exigente, o es que yo ya no aguanto las pitufochorradas?
Cuando tenía 10 u once años vi El Planeta de los simios y me gustó regular. Todo el mundo hablaba del final. Que sí, que estaba bien pero no era para tanto.
Un buen final puede salvar una película. A mí la que me gustó de verdad era Linda Harrison que hacía el papel de Nova la novia que se echa Charlton Heston en el planeta dichoso.
Pues 50 años después nos explican el porqué de ese desastre de planeta. La justificación del lío está bien pero es la más previsible.
Entonces si no me parece el guión una maravilla ¿porqué me ha gustado tanto esta peli?
Pues porque los monos lo hacen fenomenal. Ya sé que no son actores que tiene trampa y todo eso. Pero ese simio llamado César, el gran protagonista, es capaz de expresar magníficamente sus sentimientos.
A pesar de que los chimpancés son los malos yo quería que ganaran, me solidarizaba con ellos.
Su director Rupert Wyatt maneja la cámara de forma sorprendente. Esa cámara que sigue los movimientos de los primates a velocidad vertiginosa deslumbra. Rupert combina certeramente los momentos de acción con los de reflexión.
James Franco sigue siendo un soseras. Andy Serkis se ha especializado en estos papeles de actor disfrazado, siendo el impresionante Gollum primero y aquí el inconmensurable César.
Se ríe de los aficionados a la ufología y de los comics, de los cristianos ultraconservadores, de los paletos americanos, de los agentes del FBI y de alguna cosa más que no me acuerdo.
Pero lo que tiene más gracia son las frecuentes referencias a pelis de extraterrestres incluso con el pequeño cameo de Sigourney Weaver al final.
Su director es Greg Mottola que ha perpetrado Adventureland de 2009 y Supersalidos de 2007 que no he visto pero que tendré que ver con algo de prevención, dicho sea de paso.
La dirección es correcta sin nada que destacar.
La peli podría haber sido divertida pero le falta más mala uva, resulta muy blandita y condescendiente con todos los personajes. Paul es un E.T. ñoño que lo único que hace fuera de lo políticamente correcto es fumar.
Una buena idea a la que no se le ha sacado todo el partido.
Que termine una saga que ha ocupado 10 años de nuestra vida da un punto de tristeza.
Hemos visto crecer y desarrollarse a tres niños que se han hecho mayores y han acabado haciéndose novios, hemos vivido sus aventuras y conocido un mundo fantástico con sus reglas y sus personajes. Pero todo ha terminado.
¿Y cómo ha sido ese final? Pues sencillamente apoteósico. Esta última entrega es formidable llena de acción y de emociones.
Hay batallas, persecuciones, se descubren misterios por resolver y hay sorpresas, malos que eran buenos y otros malos que solo eran regulares, pringaos que se descubren héroes, unos gigantes estupendos, explosiones, incendios, indignados… Vamos: la caña.
A mí el personaje que más me ha gustado en toda la saga ha sido sin duda Hermione Granger, la más lista y la más guapa. Aunque Ron Weasley demuestra ser el más espabilado que se queda con Hermione. Porque, sí amigos, Ron y Hermione se hacen novios, ya desde pequeños se veía que había química entre ellos y en los últimos episodios incluso tensión sexual.
Harry sigue pareciéndome un soseras y con el rollo ese de atormentado.
Evité verla en 3D y creo que hacerté, en la versión tridimensional parece que se ve muy oscura.
Esta peli también se podía titular “Los ejecutivos también se quedan en paro”, ¡pobrecillos!
Ben Affleck es un directivo de una empresa que tiene un coche de esos muy pequeñetes que hay ir hecho un cuatro pero que valen mucha pasta, juega al golf, tiene una casa de millonario y el desgraciadico se queda sin empleo. Si antes que le despidan parecía gilipollas después aún lo parece más. Se queda triste porque no puede pagar el club de golf y hasta tiene que vender el porsche. ¡Da una pena!
Con aire de telefim, The Company Men a duras penas mantiene la atención.
Pero no os preocupéis es una peli americana y todo termina bien. Aunque no se aclara bien si el bueno de Ben vuelve a jugar al golf y repupera su deportivo. Espero que haya una segunda parte y lo muestre, mientras tanto será un sinvivir.
Playing for Change es un proyecto musical multimedia y también una fundación, ambos creados por iniciativa de Mark Johnson con el objectivo de reunir, grabar y filmar músicos de diferentes culturas.
En marzo del 2005, el ingeniero de sonido y productor estadounidense Mark Johnson filmó y grabó al guitarrista y cantante estadounidense Roger Ridley en las calles de Santa Mónica, California cantando la canción Stand By Me.
Fue entonces cuando decidió añadir otros músicos a esta misma canción: viajó a Barcelona, donde grabó, entre otros, a Clarence Bekker, y luego a Sudáfrica, a la India, a Nepal, a Oriente Próximo y a Irlanda, donde añadiría a muchos otros intérpretes tanto a la grabación de la misma canción como a la grabación de otras canciones.
Hacia mayo de 2011, el vídeo de Stand By Me ha sido visto más de 31 millones de veces en Internet.
Siempre se ha dicho que sin un buen guión no se puede hacer una buena película. Pues en Hanna el guión no es nada del otro jueves, es simplista y la sorpresa es poco sorprendente. Pero es una peli sensacional, entretenida y con grandes valores cinematográficos.
Resulta difícil especificar porque una peli te gusta y otras las aborreces y esta Hanna me ha entusiasmado.
Aunque la historia es conocida, el director, un acertado Joe Wright, nos la cuenta de manera atractiva. La cámara sigue a Hanna en sus andanzas y en sus emociones en paisajes muy diversos. Las escenas de acción están perfectas y no son largas están medidas para que entretengan pero no agoten.
El montaje es estupendo y además Wright aporta un toque de calidad con un largo plano secuencia que sigue a Eric Bana en exteriores y el metro con una pelea en la que mantiene el plano en un prodigio de planificación.
Hay algún elemento que baja el nivel como el cuadro flamenco perpetrado por un grupo de gitanos representando la típica noche española, de auténtica pena-penita-pena.
Saoirse Ronan está impresionante interpretando a esa niña sorprendida y atormentada, a esa pequeña salvaje que conoce el mundo por una enciclopedia y por un cuento.
Hanna es una peli de espías, de acción pero sobre todo es un cuento con una Bruja mala, una Cate Blanchet, como siempre estupenda, con unos secuaces que también son como de echarles de comer aparte.
En este cuento hay grandes decorados con bosques, parques de atracciones abandonados y laberintos de grandes contenedores. También la fuga de Hanna del centro de detención tiene algo de Alicia en el País de las Maravillas.
Tal vez me he entusiasmado demasiado. Ya disculparéis.
Es la típica película pensada para un público juvenil. A lo de juvenil podría añadir calificativos como retrasado o como dicen en la Alcarria un poco falto, pero me voy a contener y no los añado.
Un chico guapete que es extraterrestre pero con poderes huye de otros extraterrestres que son tan malos y feos que dan risa. El guapete se enamora de un terrícola y al final pelea con los feos y malos y aparece otra extraterreste guapetona y los ganan. Gran parte se desarrolla en un Instituto con abusones y eso.
Donde pongo extratrrestre pon vampiro y te acabo de contar el rollo de Crepúsculo, esa saga juvenil para adolescentes mojigatos.
A veces en una peli mala se puede destacar la interpretación pues éste no es el caso. El protagonista solo sabe poner una cara, la de tonto.
Está visto que los magnates del cine si ven que una fórmula funciona la repiten hasta el hastío.
Lo peor de todo es que parece que es el piloto de una saga. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Horror!!!!!!!!!!!
Elena es una gran admiradora de Harrison Ford y yo la comprendo. Ha sido Jack Ryan, Indiana Jones, Han Solo y Rick Deckard y en esta peli el presidente del Imperio USA. Posiblemente ningún actor haya interpretado personajes tan importantes en la historia del cine.
La vimos en TVE, sin anuncios y sin un solo corte. Posiblemente es la tercera o la cuarta vez que la veo y cada vez me gusta menos.
Su director, Wolfgang Petersen, realiza un alarde en la realización de esta peli, con grandes dosis de acción bien dosificada. Los efectos especiales son buenos para la época pero ahora seguro que serían mejores.
Pero la peli se sostiene por el bueno y el malo. Harrison es el bueno mejor del cine y aquí interpreta al más aguerrido presidente USA que podamos imaginar. Y en el lado opuesto está el malo peor: Gary Oldman que es despiadado y se ha especializado en malos perturvados.
Con todo esto ¿cómo puede ser que me guste menos cada vez? En la peli fallecen un montón de personas la mayoría de los buenos, revienta un avión cisterna con su tripulación, derriban un caza… Vamos que se cargan a montón de peña. Pero como se salva el Presi todo parece acabar bien. Incluso se trasmite al espectador que eso es lo importante que el resto de vidas valían poco comparada con la del Rey del Imperio. Y esa idea me repugna. Desde algún punto de vista me parece una peli propagandística. ¿O tal vez desde todos? ¡Basura yanqui!
Código Fuente es un thriller con toques de ciencia ficción que juega, en los primeros minutos, a la confusión del espectador y del protagonista.
Los continuos viajes en el tiempo recuerdan, como no, a la magnífica Atrapado en el tiempo de Harold Ramis aunque el tono de las pelis es totalmente diferente.
Parece que esta mezcla de intriga y ciencia ficción está de moda. La lógica de la trama es el punto más flaco y es mejor no hacerse preguntas que no tienen explicación, cuestión que me molesta bastante.
La limitación del uso de efectos especiales se agradece y lo que predomina es la “investigación”.
Duncan Jones dirige la peli sin muchos artificios y de él me gustó su anterior peli Moon, interesante pero no redonda.
Os pongo un vídeo de Lady Gaga, que por cierto protagoniza unas producciones excelentes, y un videomob rodado en Madrid basado en el tema Judas que tiene una calidad profesional que protagoniza Alex un amigo de Mar. Para que comparéis.
Un documental que nos muestra los primeros 15 meses de vida de cuatro niños. Una africana, un mongol, una japonesa y una norteamericana.
El montaje mostrándonos los grandes contrastes entre los cuatro bebés y el medio donde crecen hace que este documental sea tremendamente instructivo y divertido.
Resulta especialmente agradable la niña africana, risueña y simpática que parece la más feliz.
El contraste entre la vida de estas criaturas resulta brutal sobre todo a nivel de cuidados y de higiene. Me considero limpio y soy de esos que se lavan las manos cuando está indicado y que me ducho casi todos los meses incluso sin hacer falta. Como decía: me considero limpio y ver en la situación de absoluta insalubridad en la que viven los bebés africano y mongol me produjo mucha pena. Aunque parecen en muchos momentos felices, incluso más que la niña japonesa, su esperanza de vida seguro que se ve reducida por infecciones sobre todo digestivas. Hay un momento en el que la niña de Namibia bebe de un charco resultando gracioso y repugnante a la vez.
La relación con los diferentes padres es también curiosa. El papá africano no aparece, el mongol tiene una breve presencia. En cambio el japonés y el americano se ocupan activamente del cuidado de su hijo.
Hay momentos de auténtica tensión e incluso miedo cuando aparecen animales domésticos.
La cámara observa con atención respetando la espontaneidad. El montaje es ágil y hace el documental muy entretenido. Pero lo que más agradezco es la ausencia absoluta de voz en off, ¿para qué contar lo que ya se ve?
Es un documental pero su visionado es tan entretenido como el de una peli de ficción o incluso mucho más que la mayoría.
Una peli francesa y protagonizada por Audrey Tautou parece ser sinónimo de calidad.
La Tautou saltó a la fama por la sobrevalorada aunque divertida Amelie y hay que reconocer que es una gran actriz.
En esta ocasión interpreta a una peluquera que casualmente se llama Emelie, que recibe una hermosa carta de amor y decide reenviarla a su madre que está bajo el síndrome postdivorcio.
Una dulce mentira pretende ser una comedia de enredo donde las mentiras bienintencionadas se van entrelazando, todo de buen rollito.
Hay que reconocer que el director, Pierre Salvadori le echa voluntad pero el resultado que consigue es mediocre. Hay pocos momentos cómicos y ninguno hilarante y el desarrollo resulta tedioso y aburrido. Solo la presencia de la Tautou, con una buena interpretación, salva del desastre absoluto.
Destacar al protagonista masculino, Sami Bouajila, que está correcto.
Una peli absolutamente prescindible. Solo recomendable para su visionado en un sillón relax y dejarse arrastrar por el sueño.
Estamos ante una nueva comedia de los hermanos Farrelly con sus chistes gruesos y escatológicos, con sus personajes patéticos sobre todo los masculinos. Vamos todo muy Farrelly.
A mí este estilo de comedia me gusta bastante. Hay títulos de los hermanísimos que me entusiasmaron como Algo pasa con Mary, Pegado a ti o Amor ciego.
En esta peli los personajes masculinos son tan patéticos que en lugar de hacer gracia dan pena. No me vi identificado para nada con ellos y eso resta interés. Con esto no quiero decir que yo no sea patético sino que mi visión es diferente a los protagonistas.
Pero los Farrelly han perdido fuelle. Hacen una peli en general entretenida y en momentos divertida pero hay escenas sin interés alguno. Además el tono moralista incluso con moralina respecto a la institución familiar es excesivo.
Tal vez después de haber visto Resacón en las Vegas, los Farrelly me parecen unos blandos.
Destino oculto es una mezcla de ciencia ficción, historia de amor y película de políticos (suponiendo que ese género exista).
Un candidato al Senado y una bailarina se conocen, se enamoran pero unos personajes no humanos intentan evitar que sigan juntos porque hay un plan establecido para ellos que se vería truncado con su relación.
Estos personajes que visten de negro y llevan sombrero son una mezcla de agentes del FBI y ángeles, que hacen su trabajo estilo funcionario.
La peli me mantuvo atento con buenos efectos especiales, los cambios de decorado al pasar las puertas son espectaculares, pero lo que más me gustó es la historia de amor.
El amor entre un guapetón Matt Damon y una estupenda Emily Blunt, que luchan contra viento y marea para estar juntos. Tomé partido desde el principio por la pareja que tiene muy buena química. Matt Damon da el tipo de chico norteamericano bien nutrido y bonachón y Emily Blunt es bella y estilizada.
Se desarrolla en Nueva York pero no en la ciudad de postal sino en calles normales menos turísticas pero más reales.
Muchas veces me dicen que me gustan casi todas las pelis y es verdad. Pues ésta también me ha gustado.
Recomendable para románticos empedernidos y para amantes de la acción.