“En ‘Silencio’ es difícil sentir ni frío ni calor ante una narración tediosa (…) todo es monotonía y tiempos muertos. Y el deseo de que acabe de una vez algo inútilmente dilatado.”
Scorsese no es uno de mis directores favoritos.
Es un director demasiado protagonista.
Cuando veo sus películas me da la sensación que se exhibe, que me está demostrando continuamente lo bien que lo hace, con esos movimientos de cámara, con los travelings imposibles, con el uso de la grúa…
Otro defecto es el uso pertinaz de la voz en off, que tanto detesto.
Aún así he seguido toda su filmografía que considero muy interesante.
Es uno de los mejores cineastas vivos.
A Martin siempre le interesó la religión. En 1988 rodó La última tentación de Cristo.
En Silencio nos cuenta la historia de dos misioneros que intentan evangelizar el Japón del siglo XVII, por un lado.
Y por otro todos los métodos que utiliza el poder nipón para doblegar su voluntad.
Es una historia de fe y de resistencia.
La fe que es puesta a prueba de la manera más dura.
Y la resistencia a ser colonizados primero por la religión y posiblemente después por la fuerza militar de las potencias occidentales de la época.
La narración es lenta, demasiado detallista, pero con un atractivo inmenso, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta.
Esta vez Scorsese se deja de florituras y realiza una narración más clásica, con una cámara invisible.
Las imágenes de ese Japón feudal son estremecedoras y embriagadoras, barro incluido.
El mensaje de la peli es tan interesante, que da mucho que pensar.
Estamos ante una obra maestra.
Una de las mejores películas de Scorsese.
Solo un consejo: no pongas voz en off, es innecesaria.
Estamos ante un impresionante ejercicio de strip-tease político.
500 horas grabadas durante 15 meses de seguimiento continuo de Podemos.
Ninguna otra formación se hubiera atrevido a una exploración interna tan extensa y profunda.
Fernando León de Aranoa retrata la realidad de este grupo político con la suficiente cercanía, pero con una imparcialidad irreprochable.
No esconde los momentos difíciles, ni las crisis internas.
Me llama la atención que los mayores problemas siguen siendo organizativos y no ideológicos.
Las ideas son claras, pero las estrategias y la logística son fuente inagotable de confrontación en esta formación que quiere encontrar un nuevo lugar en la política española.
Las reflexiones de Íñigo Errejón son de una inteligencia y de una claridad pasmosas. Un auténtico cerebrito.
La impresión general es que este grupo político está sembrado de reflexiones y de razonamiento.
Me gusta mucho este thriller, pensé al terminar la proyección.
Cuando llego a casa me sorprende ver críticas tan negativas.
Incluso mi admirado Javier Ocaña la pone a parir:
“Hay una buena cantidad de inverosimilitudes; también de casualidades forzadas, incluso de arbitrariedades. Pero ese no es el problema. (…) una grisácea fotocopia de fotocopia (…) con aspecto de compleja cuando solo es confusa.”
Un exitoso empresario mata a su amante en un hotel pirenaico.
Con esta premisa se va rebuscando en la verdad, o mejor dicho en las posibles verdades.
Cada personaje tiene su punto de vista y de ahí tenemos que descubrir la realidad.
El planteamiento me parece brillante y la trama avanza con energía.
Tal vez sea demasiado discursiva, apoderándose, en ocasiones, la palabra a la imagen.
Llama la atención lo buena actriz que es Bárbara Lennie, sobre todo si la comparas con el inadecuadamente expresivo Mario Casas.
Porque Bárbara sabe llenar de matices su interpretación haciendo grande su papel.
Mario en cambio…
Una sala con bastante público, que creo que salió más que satisfecho.
Hace unas semanas una paciente de muchos años a la que había visto ocasionalmente durante el embarazo vino a la consulta con su recién nacido que padecía Síndrome de Down.
Al ver al niño le dije que lo sentía y les deseé mucho ánimo.
Ella me lo agradeció. Me dijo que era la primera persona que se compadecía. El resto o hacían como si no pasara nada o hablaban de “bendición de Dios”.
La historia de Jan es un relato de superación.
Del salir adelante de una situación tan dolorosa como que tu hijo no va a ser normal, que siempre irá por detrás en un mundo cruel que lo señalará.
Aunque tú y los tuyos le den todo el amor…
Este documental en formato de retrato casero no deja de ser un testimonio de la realidad desde el punto de vista de unos padres que saben afrontar una situación tan especial.
A ratos muy enternecedor y emotivo, no he podido evitar llorar a moco tendido gran parte del metraje.
Como pero le encuentro la excesiva presencia del padre que ocupa demasiado protagonismo, porque la peli gana cuando es Jan el personaje principal.
Claudia, una joven, bella y simpática nos invita a participar a Diego Gismero y a mí en un Programa de cine realizado para la asignatura de Realización Multicámara de La Universidad de Alcalá de Henares, para el Grado de Comunicación Audiovisual.
En los años setenta surgió este trío de rumba catalana.
En aquellos años me las daba de cultureta y era más de canta-autores que de bailoteos.
Al ver este documental compruebo cómo reconozco la mayoría de las canciones que bailaba en las fiestas de pueblo a las que era muy aficionado.
El documental va diseccionando el éxito mundial de este grupo.
Declaraciones de familiares, amigos y admiradores con mucho material gráfico.
Cuando la película lleva una hora de metraje, y parece que lo ha contado todo, aparecen los tres componentes del grupo hablando de su vida, en algunos casos muy triste y el documental recobra brío y alcanza niveles impresionantes de interés.
Siempre quedará la incógnita que hubiera pasado si se hubieran trasladado a vivir a los USA…
¿Serían como Julio Iglesias?
Un documental bien construido, con interés incluso para los que nunca habían oído hablar de Rumba 3.
Película francesa dirigida por Anne Fontaine que nos ofrece un episodio de horror en la Polonia de la Segunda Guerra Mundial.
Hace bastante años hice un viaje a Varsovia y Cracovia.
Me impresionó la marca de desgracia y sufrimiento que tenía este país y eso que no quise ir a Auschwitz.
Estas monjas sometidas una y otra vez al martirio de la violación por el ejército, supuestamente, libertador.
Toda la Europa que fue ocupada por el Ejército Rojo sufrió de este castigo de guerra.
La violación como elemento de venganza y de represalia con las más inocentes.
Las tropas comunistas violaron a ancianas y niñas sin distinción.
También entraron en el convento de esta película.
La peli trata el tema de cómo afrontar esta desgracia.
Cuando has consagrado tu vida a Dios, confías en que te protegerá.
Él es todo poderoso.
Está también el concepto de la Providencia Divina.
Ese “cuidado amoroso con el que Dios cuida de todas las cosas”.
Cuando un suceso tan traumático sucede en una comunidad religiosa, los pilares de la fe se tambalean.
Como dice una monja: ” la fe en un día es 24 horas de duda y un minuto de esperanza”.
Pero, ¿qué pasa cuando ni siquiera ese minuto aparece, porque ha sido aplastado por la cruda realidad?
¿Cómo poder seguir entregada a Dios y a la Fe?
En medio de esta tragedia personal y moral aparece una joven doctora comunista que paradógicamente es la que viene a dar luz en ese microuniverso de tinieblas.
Anne Fontaine consigue sumergirnos en este cosmos componiendo una película con una profundidad que últimamente brilla por su ausencia en el cine francés.
El tramo final de la película consiguió emocionarme y el esperanzador final me encantó.
Al escribir esto último las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos.
Sigo siendo un tipo sensible.
Pongo fotos de la directora y de la protagonista, la bella Lou de Laâge.
La maldita gripe había cortado mi ordenada, pero divertida, vida.
Necesitaba una buena experiencia en una sala de cine para llenarme de alegría.
Elijo Comanchería.
Y no me equivoco.
Estamos ante un western social.
La Comanchería es un territorio que ocupa parte de Texas y de Nuevo México que era el hábitat de los comanches.
El título en inglés es Hell or High Water, que significa Contra viento y marea.
Como en otras ocasiones, se ha acertado con el cambio.
El término Comanchería hace referencia a ese territorio olvidado que fue usurpado a los indios. A ellos se les quitó también la dignidad, para que vivieran personas que también la iban a perder.
A veces para que se haga justicia hay que incumplir la ley.
Por eso esos dos hermanos elaboran un plan para revertir la hipoteca inversa, con la que engañaron a su madre.
Por cierto, a mis padres hace años un banco, supuestamente amigo, también les ofreció una hipoteca de este tipo.
Menos mal que no la firmaron. El banco hubiera hecho un buen negocio.
El paisaje de esta Comanchería es el de los desahucios, de las casas medio derruidas, de los negocios cerrados, de las calles polvorientas, de las camareras que no sueltan los 200 dólares de propina porque es la mitad de su hipoteca, de gente sin ilusión que lleva armas para dispararlas, de esa basura blanca (white trash) que a mí tanto me gusta ver en las pantallas.
(Curioso. Si pones basura blanca en google sale automático Trump, y no es broma).
Esa América desvalida de ilusiones, pobre social e intelectualmente, es la que ha votado a Donald Trump.
Irremediable al ver a Jeff Bridges, pensar que el Nota se metió a ranger de Texas y ahora le hace la vida imposible a su compañero indio-mexicano, con continuas bromas racistas.
Toda la peli está impregnada de un tenebroso sentido del humor, que nos invita a recordar el estilo de los hermanos Cohen.
Decir que me ha gustado, sería quedarme muy corto.
Estamos ante una gran película, sin paliativos.
El escocés David Mackenzie ya me impresionó con la soberbia Convicto (Starred Up) hace un par de años.
Estamos ante uno de los grandes de la cinematografía actual. Habrá que seguirlo con interés máximo.
Siempre he tenido la impresión que todo es chirriante.
La presentación de la realidad en la medicina, lejos de intentar reflejarla, lo que hace es desdibujarla desde el prisma subjetivo del director o de los guionistas.
Y me irrita ver la imagen deformada de una actividad a la que he dedicado mi vida.
No recuerdo ni una sola película en la que al hablar de medicina no se haya introducido un grave error.
Con lo fácil que sería contratarme de asesor.
Posiblemente toda gran producción los tenga, pero no se les haga caso.
Bien seguro, ocurre lo mismo con los historiadores.
He aprendido a lo largo de los años a tolerar los errores médicos en las películas.
Ocasionalmente alguno me irrita profundamente, me saca de quicio.
Vamos con esta serie.
El ginecólogo William Masters decide investigar sobre sexualidad con la ayuda de una decidida secretaria, Virginia Johnson, en los años sesenta en los USA.
Él posee conocimientos, pero carece de las habilidades sociales de ella.
La serie desarrolla bien como avanza la investigación y los derroteros que va tomando.
Llena de sub-tramas que enriquecen el relato, tiene un cierto carácter de culebrón.
Me llama la atención poderosamente la diferencia entre los los personajes masculinos y femeninos.
Siendo mucho mejores las chicas, que se muestran más maduras, decididas y mejores personas.
El profesor Masters no solo me parece un gilipollas integral, sino que además creo que es mala gente.
Hay una trama secundaria protagonizada por dos actores mayúsculos, los veteranos Allison Janney y Beau Bridges,
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Una historia estupenda, con una profundidad narrativa soberbia que representa muy bien el drama de estas parejas de conveniencia en las que hay amor, pero no puede haber sexo por razones poderosas.
Entre mis personajes preferidos está la cándida secretaria, con tanto amor a la ciencia, que interpreta Heléne Yorke.
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Aunque el gran descubrimiento de la serie es la impresionante Lizzy Caplan, de la que no me extraña se enamoren casi todos los hombres que por ahí circulan.
En estos episodios hay mucho feminismo emergente.
Un poco triste que muchos de los prejuicios sexuales que se rompieron con las investigaciones del doctor Masters sigan aún vigentes.
Thriller de espías que narra el atentado contra el líder nazi Reinhard Heidrich, General de las SS.
Basada en la historia de la Operación Antropoide, la misión de la Segunda Guerra Mundial para asesinar a Heidrich, tercero en la línea de mando y artífice intelectual de la Solución Final.
Esta producción británica parece bien ambientada en la Praga de 1942, pero la torpeza de su director (Sean Ellis) nos impide verlo.
Coloca la cámara a centímetros de los actores, siguiendo esta detestable moda.
Rodada con continuos primeros planos que resultan de lo más molestos.
Con aire de telefilm mejora dramáticamente al final en esa batalla catedralicia, donde toma aspecto de cine bélico de calidad.
Hace años que se acabó mi idilio con el cine francés.
Lolo es una comedia cuya gracia se basa en la estulticia.
Diálogos estúpidos, basados en la sucesión de expresiones de mal gusto, incluso procaces.
Las elegancia brilla por su ausencia.
Situaciones ridículas.
Personajes patéticos.
Un guión arbitrariamente confeccionado, sin coherencia.
Su humor se basa en los chistes más casposos y vergonzosos que nadie puede imaginar.
Julie Delpy, a la que siempre he admirado, compone un personaje ridículo.
Su pareja, el insoportable Dany Boon, es un pésimo actor, cuya actuación sobrepasa el término grotesco.
Lolo es una producción con fines comerciales, que busca la risa en el mismo humor de caverna que tanto hemos denostado en el cine español.
Cuando terminó la sesión manifesté mi enfado a mis amigos Rafa y Daniel.
Peli como ésta, o peores, veo de vez en cuando.
Pero resulta increíble que haya sido proyectada en el Cine Club Alcarreño.
Se supone, o por lo menos yo lo suponía, que este ámbito es el adecuado para ver pelis de autor, o rarezas de otras cinematografías, que no tenemos la oportunidad de ver en las pantallas de Guadalajara. Un cine alternativo con apuestas atrevidas o diferentes.
Este Lolo es el peor de los cines comerciales, que si no ha sido expuesto en las pantallas de los Multicines Guadalajara es sencillamente porque su nivel de calidad no llega a los mínimos que un público educado y razonable exige.
Invito a los programadores del Cine Club Alcarreño que reflexionen sobre esto.
El prestigioso crítico cinematográfico Carlos Boyero ha escrito de esta peli:
“Otro aburrimiento galáctico (…) Nada me resulta exultante, dramático, épico, heroico, complejo o simplemente entretenido. El gran circo no es brillante, sino de una vacuidad apabullante, falta de ritmo y de la mínima gracia.”
Mi modesta opinión:
Las expectativas de los seguidores de la saga son siempre muy elevadas.
Queremos que se sea fiel al espíritu galáctico.
Que se homenajeen a los personajes de siempre.
Pero al mismo tiempo que haya novedades que se avance en las narraciones.
Lloramos cuando desaparece un personaje y nos cuesta aceptar a los nuevos.
En definitiva todo muy complicado para contentarnos.
Cuando Disney compró Lucasfilm muchos pensamos que tal vez la saga se iba a infantilizar.
Con esta nueva entrega, creo que han desaparecido del todo.
Porque este spin-off es cine para seguidores adultos, incluso veteranos.
Es una peli de guerra galáctica.
No hay ñoñería, ni infantilismo.
Hay acción, sangre, sudor y lágrimas.
Curiosamente las relaciones tortuosas entre padres e hijos forman parte del universo Star Wars y del de Disney.
La orfandad siempre ha sido una constante en el cine de la productora del ratoncito.
Aquí este tema vuelve a aparecer y de hecho es la base en la que se sustenta la motivación de la protagonista.
El ambiente bélico del tramo final de la peli está muy bien logrado, encontrándose un sabor a Vietnam o a Normandía.
Ese aire de guerra retro que se respira en tierra contrasta, de manera formidable, con la batalla de naves en el espacio.
El final tiene un marcado carácter trágico y épico que hace que nos emocionemos, que llega al corazón del starwarsmaniaco de pro.
K-2SO aporta los toques de humor precisos, diseminados por el metraje.
No resulta payasesco sino realista y aporta la comicidad de la que carecen los personajes de carne y hueso, con una vida difícil, en la que resulta complicado el espacio para la gracieta.
Bien construidos todos los personajes y bien interpretados.
Felicity Jones está estupenda componiendo una Jyn Erso compleja.
Magnífica heroína de acción.
Propongo un spin-off de este spin-off que explique su vida desde la infancia hasta Rogue One.
Hasta Diego Luna como Cassian Andor está bien. Cuando yo esperaba lo peor.
Grand Moff Tarkin y Leia Organa son físicamente interpretados por Guy Henry e Ingvild Deila, respectivamente, con las similitudes digitales de Peter Cushing y Carrie Fisher.
Ha habido quien ha afirmado que posiblemente es la mejor de la saga desde El imperio contraataca.
A mí me ha entusiasmado.
Darth Vader sigue siendo la caña. Su presencia es estremecedora.
Tú eliges entre Don Carlos Boyero o yo. Ve la peli y decides.
Cunado vi por primera vez Senderos de gloria quedé impresionado.
Era una tarde lluviosa de invierno en el desaparecido cine Dorado.
Salí trastornado.
Unas semanas después volví, necesitaba un segundo visionado.
En esta nueva ocasión me fijé en lo bien rodada que está.
Un placer volverla a ver en pantalla grande y en versión original.
El Taller de Cine de Azuqueca de Henares nos da la oportunidad de ver pelis en la gran pantalla, ocasión posiblemente única en nuestras vidas.
La temperatura en la sala perfecta. Otros años hemos pasado algo de frío, pero esta temporada esta cuestión ha mejorado dramáticamente.
La elección de esta peli es maravillosa.
Senderos de gloria es una peli de guerra, con buenas escenas bélicas.
Es una peli de juicios, con una de las sesiones judiciales mejor rodadas.
Pero sobre todo es una peli que habla de la hipocresía y del sin sentido de la guerra.
Lo copio de la Wikipedia:
“La hipocresía puede venir del deseo de esconder de los demás motivos reales o sentimientos. La hipocresía no es simplemente la inconsistencia entre aquello que se defiende y aquello que se hace; sino que también es la falsedad que demuestra una persona.
Es decir, una persona hipócrita es aquella que pretende que se vea la grandeza y bondad que construye con apariencias sobre sí misma, propagándose como ejemplo y pretendiendo o pidiendo que se actúe de la misma forma, además de que se glorifique su accionar, aunque sus fines y logros estén alejados de la realidad.
En muchos idiomas, incluido el francés, un hipócrita es alguien que esconde sus intenciones y verdadera personalidad.”
La hipocresía es, a veces, cotidiana, incluso puede formar parte de la “buena educación”.
Pero, en otras ocasiones, causa la muerte y es el origen de terribles injusticias, como en esta peli.
Su antónimo es la sinceridad.
Los generales Broulard y Mireau, dos de los personajes más detestables de la historia del cine.
Kirk Douglas en uno de sus mejores papeles con una interpretación magistral.
Una peli imprescindible.
Anécdotas y curiosidades:
Churchill:
Winston Churchill dijo que la película era una representación muy exacta de la guerra de trincheras y el funcionamiento a veces equivocado de la mente militar.
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Ni un dólar:
Stanley Kubrick le presento el guión a Kirk Douglas.
Douglas se entusiasmó con la idea de la película.
Le dijo a Kubrick:
– “Stanley, no creo que vayamos a ganar un dólar con esta película, pero tenemos que hacerla”.
Efectivamente fue un fracaso en taquilla.
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La última comida:
Stanley Kubrick, ampliamente conocido como un perfeccionista, realizó 68 tomas de la escena de “última comida” de los hombres condenados.
Quería que los actores se involucraran en el acto de comer.
En cada toma se preparaba un nuevo pato asado.
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Presupuesto:
Kubrick dispuso de un presupuesto medianamente alto de 900.000 dólares, 300.000 de ellos para su protagonista.
Tenía el aval del éxito de su anterior peli Atraco perfecto.
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Otros actores que pudieron interpretar al coronel Dax:
Richard Burton y James Mason fueron valorados para interpretar el papel del coronel Dax, aunque fue Kirk Douglas quien finalmente se hizo con el papel protagonista.
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Un estreno tenso
Senderos de gloria fue prohibida en España durante la dictadura de Francisco Franco por su mensaje antimilitarista y en contra de la guerra.
Solo se pudo ver once años después de la muerte del Caudillo en 1986.
Con la intención de evitar las tensiones ya existentes entre los distintos territorios, la película, en un inicio, tampoco pudo verse en otros países como Francia o Alemania.
Un final que nunca vio la luz
El final del guión original fue modificado durante el transcurso del rodaje hacia un cierre más realista, aunque la primera propuesta tenía un desenlace más ‘feliz’ que satisfacía los deseos de la productora y dejaba un mejor sabor de boca al espectador, no hubo ningún problema para cambiar el guión.
La productora United Artist quedó tan contenta con el resultado de ‘Senderos de Gloria’ que no tuvo nada que objetar.
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Amor de película
La artista europea Christiane Harlan, que interpreta el papel de la chica alemana que canta al final del film, inició una relación sentimental con Stanley Kubrick durante el rodaje que convirtió a Christiane en su tercera esposa y se mantuvo hasta la muerte del director.
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Si no fuese por Kirk Douglas…
El guión de ‘Senderos de Gloria’ fue rechazado por varios estudios cinematográficos hasta que Kirk Douglas, después de leerlo, decidió utilizar su influencia para poner en marcha este proyecto.
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Rodaje:
La película se rodó en Baviera (Alemania), en los estudios Geiselgasteig (Bavaria Filmkurst Studios), ante las dificultades de ser rodada en Estados Unidos y, por supuesto, en Francia.
Las secuencias bélicas y de las trincheras se rodaron entre abril y mayo de 1957 en las cercanías de Pücheim, cerca de Munich.
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Al altar de los grandes directores:
La película, a pesar de su modesta recaudación, fue todo un éxito de crítica, siendo considerada aún hoy una de las mejores películas de Kubrick y un clásico intemporal antimilitar.
Para Roger Ebert, crítico del Chicago Sun-Times, Senderos de gloria «fue la película con la que Stanley Kubrick entró en el rango de los grandes directores, que no abandonó nunca».
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Estreno conflictivo:
Aunque fue estrenada sin problemas en EE.UU., el film empezó a tenerlos cuando fue estrenado en Europa.
Su proyección, en 1958, en Bruselas, desencadenó importantes incidentes por las presiones de las autoridades francesas y de las asociaciones de ex-combatientes franceses y belgas, que se negaban a aceptar la imagen que se proyectaba del ejército francés.
Las presiones del consulado francés consiguieron que se suspendiese la proyección de la película, lo que a su vez encendió las protestas antimilitaristas.
Las presiones francesas consiguieron que la United Artists llamara a la suspensión de la proyección para insertar una nota explicativa y el himno de La Marsellesa al inicio y el final del film.
Con esta añadidura, la película volvió a proyectarse en Bruselas.
Sin embargo, Suiza prohibió su proyección y la United Artists simplemente no se atrevió a presentar el film en Francia hasta 1972.
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Finalmente fue estrenada en el país galo en 1975.
En España hubo que esperar hasta octubre de 1986 para que se proyectara como una retrospectiva de Kubrick, ya que el régimen de Franco la había censurado por su contenido antimilitarista.
La cinta también se prohibió en Marruecos y Canadá.
Stanley Kubrick declaró:
“La película no transmite mensaje alguno.
En ningún caso es una película que vaya en contra ni a favor del ejército.
Como máximo, es una película contra la guerra, que puede llevar a los hombres a semejantes conflictos de conciencia”.
Horas extras:
La escena de la prisión, donde los hombres discuten sus destinos, fue rodada en sábado, como horas extras.
El perfeccionista Kubrick conseguía lo que quería.
El productor James B. Harris llegó al rodaje para impedir que realizara más tomas, ya iba por 63.
Kubrick se resistió a parar en una rara muestra de temperamento.
Finalmente consiguió lo que quería en la toma 74.
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Conflictivo:
Durante el rodaje, Timothy Carey (el soldado Maurice Ferol) no era eficiente.
También simuló su propio secuestro para conseguir publicidad personal.
Stanley Kubrick y el productor James B. Harris lo despidieron.
Debido a esto, no fueron capaces de mostrar los tres soldados condenados durante la escena de la batalla, y un doble se utilizó para la escena cuando el sacerdote escucha la confesión de Ferol.
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La trinchera enferma:
Richard Anderson que interpretaba al mayor Saint-Auban recordaba:
“La zanja era espantosa.
Sólo apestaba, y luego el tiempo era muy malo.
Hacía frío, hacía mucho frío y nublado y gris.
Nos poníamos todos enfermos.
Todos teníamos resfriados, todos estábamos enfermos la primera semana.
Todos estábamos fatal.
El director estaba encantado con nuestra mala cara”.
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Preparar el terreno:
La secuencia de la batalla épica fue filmado en un terreno alquilado a un agricultor alemán.
Después de pagar por los cultivos que se habían plantado esa temporada, el equipo de producción se trasladó con ocho grúas y 60 miembros que trabajaron todo el día durante tres semanas para crear zanjas, agujeros e irregularidades en un terreno fangoso.
Se creó un perfecto campo de batalla.
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Soldados franceses:
La película se rodó cerca de Munich, Alemania, y la mayoría de los hombres que hacen de los soldados franceses eran en realidad agentes del Departamento de Policía de Munich.
Trincheras más anchas:
Stanley Kubrick después de comenzar el rodaje quiso que las zanjas se ampliaran.
Las trincheras de la Primera Guerra Mundial originales eran de cuatro pies.
Pero el director quería que fueran más anchas de seis pies para dejar espacio a las plataformas móviles.
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Muchos explosivos:
Supervisor de efectos especiales Erwin Lange se vio obligado a comparecer ante una comisión especial del gobierno alemán antes de que se le permitiera adquirir la enorme cantidad de explosivos necesarios para las escenas de batalla.
Más de una tonelada de explosivos fueron utilizados en la primera semana de filmación.
La canción:
La canción interpretada por Christiane Kubrick (de soltera Christiane Harlan) al final de la película es una canción popular alemana titulado “Der treue húsar” (“El húsar Fiel”) y data de 1825.
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Extras valerosos:
Seiscientos policías alemanes fueron contratados como extras para interpretar a las tropas francesas, mientras que seis cámaras siguieron el ataque.
Cada uno de los extras -muchos de los cuales tenía padres que lucharon en la Primera Guerra Mundial- fueron asignados a zonas donde debían de morir.
Stanley Kubrick recordaba a los policías, que tenían tres años de entrenamiento militar, que se suponía que debían actuar de forma temerosa en el campo de batalla.
Sólo después de repetir las tomas, Kubrick consiguió que los extras actuaran de forma temerosa.
Los generales:
Los generales Paul Mireau y George Brulard parecen estar basados libremente en dos generales franceses reales, Robert Nivelle y Philippe Pétain.
Nivelle era el Comandante en Jefe que ordenó un asalto fallido contra posiciones alemanas que resultaron en numerosas bajas francesas.
Fue despedido y reemplazado por Pétain, quien ordenó la ejecución de decenas de soldados franceses que se habían amotinado cuando se enteraron de que iban a ser enviados a través del mismo terreno para atacar al mismo objetivo de nuevo.
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Espartaco:
Kirk Douglas hizo sustituir a Anthony Mann como director de Espartaco (1960) por Kubrick, después de una fuerte discusión.
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Castillo de Schleissheim:
La sede de Coronel Dax se colocó en un edificio muy dañado, que parece como si en realidad hubiera sido alcanzado por proyectiles.
Este conjunto pertenece al antiguo Castillo de Schleissheim del siglo XVIII que se usó como escenario para el consejo de guerra.
Durante la Segunda Guerra Mundial algunas bombas cayeron sobre el castillo, causando graves daños.
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Una foto inicial:
En un primer intento de vender el proyecto a un estudio, Stanley Kubrick y el productor James B. Harris alquilaron uniformes militares y se reunieron varios amigos para posar para una fotografía que capturara la esencia de su historia.
Esta foto fue utilizada para la portada de cada ejemplar guión.
Derechos de la novela:
Stanley Kubrick compró los derechos cinematográficos de la novela de Humphrey Cobb a su viuda por 10.000 dólares.
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Filmación en Baviera:
La mayoría de las escenas de interiores se filmaron en Baviera de Geiselgasteig Studios, y las escenas de corte marcial se rodaron en las inmediaciones del Castillo de Schleissheim, una estructura del siglo XVIII que después fue sede de un museo nacional.
Cerca este lugar está el memorial del campo de concentración de Dachau.
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Charlton Heston:
Charlton Heston rechazó el papel del Coronel Dax, para interpretar el protagonista de Sed de mal (1958).
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Una cita del siglo XVIII:
La cita “El patriotismo es el último refugio de los canallas“, utilizado por el Coronel Dax, en la descripción de las manipulaciones políticas del general Mireau, se atribuye a Samuel Johnson, un escritor inglés del siglo XVIII conocido por su ingenio y sus comentarios políticos.
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Mejor ruso:
Paramount Pictures inicialmente quiso comprar los derechos de la novela de Humphrey Cobb.
Por miedo a ofender al gobierno francés, el estudio propuso cambiar el ejército a la Rusia zarista.
Cita de Thomas Gray:
El título de la película, que es el mismo que el de la novela en la que se basa.
Fue tomado de una línea del poema del siglo XVIII “Elegía escrita en un cementerio de Campo“, de Thomas Gray:
– “Los caminos de plomo no llevan a la gloria sino a la tumba“.
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Los créditos:
Los créditos de cierre difieren en el orden de los títulos de crédito, en los que Kirk Douglas aparece antes del título de la película.