Es la primera película de Joe Cornish como director, de la que también es autor del argumento. Había hecho anteriormente algún guión y había sido actor ocasional.
Os voy a contar algo del desarrollo de la peli: Unos extraterrestres comienzan a invadir la tierra en un barrio londinense no muy recomendable (primer error). Se enfrentan con unos delincuentes juveniles (segundo error). Asaltan un edificio de pisos que llaman el Bloque (tercer grave error).
Attack the Block mezcla hábilmente varios géneros: la ciencia ficción, la comedia, la acción, cine negro, con unos pequeños toques de cine social y una pizca de gore.
Los extraterrestres son más alimañas salvajes que seres super-inteligentes como nos tienen acostumbrados últimamente.
El conjunto es entretenido pero no es para echar cohetes, a diferencia de lo que sucede en la peli.
Aunque he visto casi todas las pelis del maestro Billy Wilder creo que ésta me faltaba, en cualquier caso no recordaba nada de ella.
Sabrina es una comedia romántica pero con el toque Wilder: diálogos ingeniosos, mucho sentido del humor, mucha mala leche y diversión.
Humphrey Bogart aceptó a regañadientes interpretar esta película. Quería que la protagonista femenina fuera su esposa, Lauren Bacall pero Wilder prefería a Audrey Hepburn que daba mejor con el papel de niña transformada en princesa y se ajustaba más a la edad del personaje.
Humphrey no se veía en el personaje de hombre de negocios serio y formal, cuando estaba acostumbrado a interpretar personajes atormentados y más marginales. El estilo de dirección de Wilder tampoco le gustaba que guiaba siempre con mano firme a sus actores y tenía claro lo que quería. Y además le sacaba más de treinta años a Sabrina.
Bogart hizo todo lo posible para que el rodaje fuera un infierno. Despreciaba continuamente a Audrey. Sus relaciones con Wilder eran penosas, le insultaba y amenazaba contínuamente. Incluso llegó a llamarle “asqueroso nazi”. Billy era judío y austriaco y tuvo que abandonar su patria al ser perseguido por los nazis, su propia madre falleció en Auschwitz. Por todo ello esas palabras fueron especialmente ofensivas. Lo cierto es que Bogart desconocía estos hechos y cuando los supo se disculpó públicamente. Además este actor tenía establecido por contrato que su jornada de trabajo terminaba a las seis de la tarde, hora en la que empezaba a beber, esto sucedía pasara lo que pasara. Él interrumpía el rodaje y bebía sin conocimiento hasta embriagarse. Lo cierto es que por las mañanas acudía puntual al trabajo y no se le notaban las resacas.
Wilder mantuvo hasta el último momento en secreto quien de los dos hermanos se quedaba con Sabrina, lo que crispaba a Bogart y además le preocupaba ya que deseaba un final favorable para él.
Audrey Hepburn está maravillosa e interpreta convincentemente su papel transformándose de oruga en mariposa.
El tono de la película tiene un aire de cuento y de hecho comienza con un érase una vez.
Bogart está inconmensurable y llena la pantalla cada vez que aparece dando un toque de distinción y de calidad a la película que gana con su presencia.
Todos los secundarios están estupendos. Destaco al padre de los Larrabee (Walter Hampden) y por supuesto a William Holden.
El rodaje fue muy difícil pero el resultado es magnífico.
Como estoy leyendo una biografía de Audrey Hepburn me interesa rever todas sus películas.
Elena me comentó que quería ver esta peli y a mí me vino de perlas y se la regalé.
Qué mejor manera de empezar el año que viendo esta peli la tarde de año nuevo.
Su duración es de 200 minutos. A mí las pelis largas siempre me han gustado. Es como si no me saciara de cine.
Vidor combina la historia de unas familias aristocráticas rusas, cuyas vidas se entrecruzan, con la Campaña de Napoleón en Rusia. Es una mezcla que se la debemos al gran Tolstoi pero que Vidor sabe dar vida en el cine.
La década de los cincuenta era una época en la que el cine se concebía como gran espectáculo, en la que un estreno era un acontecimiento mundial. Ahora también ocurre esto. La diferencia es que en estos tiempos actuales el acontecimiento es el estreno de Amanecer o esa de Tom Cruise subiendo las paredes de un rascacielos en lugar de subir en ascensor como todo el mundo.
Volviendo a Guerra y Paz. Las escenas de guerra son impresionantes con grandes masas de soldados en un inmenso campo de batalla. Con una carga de caballería desbordante de emoción. Tal vez dando una visión un poco distante de la batalla.
La película fue producida por el megalomaniaco Dino de Laurentis y rodada en Italia. Se realizaron miles de uniformes de cada ejército con gran fidelidad a los de la época. Los extras (varias decenas de miles) eran soldados que el ejército italiano cedió para la producción. En aquella época no había ordenadores.
En Cinecittà se recreó con gran detalle la ciudad de Moscú que luego fue incendiada de verdad.
Os cuento estos detalles de la producción porque el conocerlos hace que la admiración por la película gane.
La peli fue rodada en su mayor parte en verano, lo que hacía que los actores soportaran temperaturas de más de 40 grados y además en muchos casos con ropa de invierno. Audrey Hepburn, que entonces empezaba a ser una gran estrella, aguantó con profesionalidad todas las adversidades de un rodaje que se prolongó durante meses, a lo que contribuyó el perfeccionismo casi obsesivo de Vidor.
En mi opinión la peli pierde fuelle cuando relata las relaciones y los amoríos de Natasha Rostova, una muchacha vital pero enamoradiza. Llama la atención como su aspecto juvenil al comienzo, va madurando y adquiriendo un aspecto de más mujer.
La Hepburn está impresionante, en cambio, el entonces su esposo, Mel Ferrer está poco convincente y se muere fatal.
Que buenos actores el joven Vittorio Gassman y el ya veterano Barry Jones haciendo de padre alegre y vividor de Natasha.
Guerra y Paz es una gran película pero no una excelente película. Su visión es imprescindible para cualquier cinéfilo de pro. Forma parte de la historia del cine.
Pasamos una tarde estupenda. Inmejorable compañía y una peli interesante.
La tarde de nochevieja acudí solo (como de costumbre) a ver The Artist. En la sala solo habíamos dos personas, la otra era un joven con aspecto de indignado.
Estaba preocupado, las últimas películas que la crítica había aclamado a mí no me habían gustado, hablo de la pretenciosa Melancolía y de la aburrida El topo. Discrepar con la crítica siembra en mi espíritu la duda si no entenderé de cine, cuestión por otra parte bastante probable. Nunca me ha gustado que las opiniones de otros me influyan.
Me sorprendió el respeto al estilo del cine mudo. Los cartelitos, los créditos, el formato de pantalla, la gesticulación excesiva de los actores. En cambio la cámara se movía y fotografiaba con aire expresionista con planos potentes. La música sobre todo al principio me resultaba cargantica, aunque luego fue mejorando. El aire de folletón. El argumento ya visto en grandes obras maestras como la citada Cantando bajo la lluvia o el Crepúsculo de los dioses.
Y a pesar de todo la peli me entusiasmó, me divirtió, me emocionó. Salí del cine con la impresión de estar ante un gran ejercicio de estilo y una obra maestra.
Hay escenas brillantes. Momentos emotivos. El conjunto es soberbio.
La actriz Bérénice Bejo es un gran descubrimiento está absolutamente maravillosa, me pareció perfecta-perfecta.
Jean Dujardin cuyo personaje se apellida casualmente Valentin realiza una interpretación conmovedora.
El cine dentro del cine ha dado grandes películas, antiguas y recientes como la extraordinaria También la lluvia. Esta The Artist será una de las que pasarán a la historia del cine.
Me olvidaba. El número musical final es extraordinario. Un perfecto colofón.
Después de negociar por sms, wasap y móvil decidimos ir a ver esta peli la tarde de Nochebuena. Había partidarios de Inmortales y otros de Noche de fin de año. Pero algunos no querían ver superhéroes griegos en minifalda y otros no querían ver a mi adorada Sara Jessica Parker.
Al final mis sobrinos o se perdieron con el coche o no entendieron bien la hora y el cine y no llegaron ninguno.
Entré al cine ilusionado con Marta y Rubén.
La comida previa había sido magnífica en el Chicago, pequeño bar de copas/restaurante donde un plato combinado se convierte en un menú de lujo suculento, sabroso y abundante.
El Topo se desarrolla de manera lenta y pausada. Marta se durmió en pocos minutos. Rubén aguantaba el tipo. Yo luchaba con todas mis fuerzas para mantenerme despierto pero no podía evitar dar cabezadas.
A partir de la mitad de la proyección conseguí estar en estado de vigilia pero con un esfuerzo titánico y le fui cogiendo el tranquillo a la peli.
Los espías no son superhéroes son burócratas que redactan informes y desconfían de todo y de todos. En espionaje no hay mejor táctica que hacer creer que todo lo que se dice lo saben los otros o todo lo que se sabe es mentira. No hay nada peor que la desconfianza. Pues de eso va esta peli.
Gary Oldman es el gran protagonista de la peli. Un hombre gris, cornudo y poco comunicativo. Gary nos ha tenido acostumbrados a excesos gestuales pero aquí se muestra contenido, tal vez demasiado.
El desarrollo es tan lento que resulta tedioso. En los últimos treinta minutos mejora el ritmo pero eso no equilibra el resultado final. Además hay cuestiones en el guión a las que no encuentro explicación lo que me generó cierta intraquilidad. ¿Me habré perdido momentos cruciales por el sueño intermitente?
Cuando terminó la peli, Marta estaba dolorida por la mala posición. Rubén preguntaba: ¿de qué iba todo esto?
Yo también me hacía preguntas. ¿Se estaban partiendo de risa mis sobrinos por haberme arrastrado a esta película? ¿Es posible que Inmortales fuera peor? ¿Cuando podré ver a Sara Jessica en Noche de fin de año? ¿Porqué Peter Guillian acudió a París siguiendo las instrucciones de George Smiley?
Maktub es una tragicomedia a modo de cuento navideño.
Nadie le puede negar a Paco Arango sus buenas intenciones. Pretende trasmitir optimismo en una situación muy dramática y se vale de magníficos actores.
Las partes cómicas no terminan de funcionar. En cambio las partes dramáticas funcionan mejor pero a costa de recursos extremadamente manidos que en definitiva resultan tramposos. Es como si Arango usara el repertorio clásico para arrancar las lágrimas a los espectadores. Muchas de las situaciones y de los diálogos son ya vistos pero aún así emocionan.
También es verdad que soy de lágrima fácil y me sorprendía llorando como una Madalena ante escenas de sobra conocidas.
Está basada en hechos reales pero aún así el guión resulta inverosímil con casualidad tras casualidad que solo puede ser admitido por la benevolencia de la audiencia.
Para colmo Arango nos inserta un toque mágico con la presencia de una especie de ángel disfrazado de Rosa María Sardá.
Este continuo buenismo y el tono melodramático y sensiblero me recuerda a las pelis de los años sesenta que ensalzaban los valores familiares y religiosos.
Acudo con interés a ver esta película premiada como mejor film del cine europeo de este año, que además ha cosechado magníficas críticas.
Empezamos mal. Imágenes de gran belleza estética con música clásica de fondo. Todo tan bonito como aburrido.
El simpatizante nazi y director de esta peli nos cuenta una boda moviendo la cámara como si sufriera de temblor esencial desenfocando a los actores de vez en cuando. ¡Qué original y estiloso!
En general todas las bodas tienen mucho de farsa, de espectáculo carnavalesco, pues ésta es el colmo. Se desenvuelve entre lo divertido y lo penoso. El tratamiento de los personajes me parece superficial y gratuito, nadie se ocupa de explicar algo sobre ellos que justifique su comportamiento.
Luego llega el desarrollo de la familia esperando al planeta Melancolía. Mucho primer plano con el temblor que no mejora. El drama se vuelve intenso pero me resulta falso y artificioso. Reconozco que en algún momento me interesó el rollito de colisión sí, colisión no.
El final estéticamente está logrado y se agradece que termine la peli.
El reto de Cronenberg al adactar una obra literaria primero y después teatral sobre el psicoanálisis y hacerla una obra personal acorde a toda su filmografía es ciertamente complicado.
Aunque el director siempre ha gustado de guiar a sus personajes por sendas tenebrosas que tal vez solo su subconsciente puede explicar.
El psicoanálisis tiene mucho de religión como ya comenté en otra crítica hace poco. Y ¿porqué? Pues porque se basa en la fe en unas teorías (y recalco lo de teorías) que no han sido demostradas. Si esta crítica la leyera alguien despertaría demonios en muchos psicólogos e incluso médicos que practican esta religión y hasta en sus pacientes que son víctimas de este dogma.
Hay personas que creen de manera ciega en la astrología, en los viajes astrales, en los fantasmas o en la termomix y hacen de eso una verdad que les acompaña como si fuera una realidad equiparable a la ciencia. Con las religiones, por cierto, pasa lo mismo. Pero todo esto (incluido el psicoanálisis) es cuestión de fe, de creer en algo que no se puede demostrar.
Por supuesto que todas estas creencias merecen todo el respeto del mundo pero son solo creencias.
Y desde este punto de vista la peli está bien planteada con un patriarca (Sigmund Freud) que dirige a un grupo de seguidores y alguno aunque aventajado le sale díscolo (Carl Young).
Es interesante que queriendo Young curar a su paciente Sabina Spielrein practique con ella las “perversiones” que la han trastornado. Una magnífica relación médico-paciente.
La peli mantiene el interés y gana sobre todo cuando aparece Viggo Mortensen interpretando al padre del psicoanálisis, un personaje con carisma.
Keira Knightley (nombre difícil de escribir y de pronunciar) perpetra un muestrario de muecas y de excesos faciales asombroso que no sé si calificarlos de esperpento o de interpretación magistral.
La conspiración es un thriller judicial impecablemente realizado, donde están cuidados los detalles de ambientación, vestuario y decorados. Con una dirección serena pero efectista.
Plantea un dilema entre “la Razón de Estado” y el respeto a la Ley y en definitiva la justicia. Aunque su desarrollo es de hace 2 siglos su tema es terriblemente actual. Cuando se sigue manteniendo Guantánamo y Obama ha vuelto a instaurar los Tribunales Militares para juzgar fuera de la Ley.
El único defecto que le encuentro a la peli es el no ser más exhaustiva en la explicación de la trama para llevar a cabo el magnicidio.
También se plantea de pasada la atrocidad que representa la pena de muerte y lo lamentable de su irreversibilidad, con una escena terrible del ahorcamiento con público, incluso infantil, que estremece y repugna.
Cine de calidad con mensaje, didáctico y militante.
El comienzo de esta farsa es divertido y colorista, con esos cardenales vestidos de rojo desfilando para elegir nuevo Papa.
El planteamiento es interesante con ese Papa elegido que padece una crisis de pánico ante su nueva responsabilidad.
Pero la peli sigue unos derroteros de sainete, de comedieta burlona sin enjundia, sin profundidad, que molestan y lo que es peor que aburren.
Todo ese rollo de humanizar a los gerifaltes de la Iglesia está muy bien pero carece de sentido insistir en ese asunto una y otra vez a lo largo de todo el metraje.
Sí resulta divertido enfrentar la religión y el psicoanálisis que en el fondo es solo otra religión más, al igual que la termomix.
Michel Piccoli hace equilibrios interpretativos para mantener el tipo y resulta salir airoso de una empresa imposible.
Nanni Moretti que dirige, protagoniza y produce esta peli se muestra condescendiente y, en mi opinión, adolece de mordacidad y de garra para contar esta historia que es prometedora pero fallida.
Begginers es una peli, hasta cierto punto, sorprendente. El guión sería poco creíble sino estuviera basado en hechos reales vividos por el propio director.
La mezcla durante toda la película de la alegría de Christopher Plummer, a pesar de su enfermedad, y la tristeza de Ewan McGregor, a pesar de haber encontrado a una chica estupenda, dan un tono agridulce a la película.
El planteamiento es original y entretenido, con continuas analepsis y la inserción de imágenes con voz en off que tratan de explicar lo diferentes de varias épocas.
El tema de la homosexualidad está bien tratado aunque tal vez el asunto del cáncer es pasado de forma superficial (esto es de agradecer).
No sé muy bien porque me atraía ver esta película. Acudía al preestreno sabiendo que por la mañana cuando sonara el despertador me arrepentiría. Eso que me digo de dormir más deprisa para dormir más, no funciona.
En principio ver una peli de época cuyo argumento ya conocía, eso de la huerfanita desgraciada, habiendo visto versiones anteriores que recuerdo vagamente, no parecía un planazo precisamente.
La peli me fue gustando cuando descubrí que su director no usaba recursos detestables como la voz en off y que iba directamente al asunto pasando de puntillas por el orfanato.
Si esto lo contáramos ahora sería la historia de una institutriz que es una fresca y consigue sorberle el seso al dueño de la casa y poco más.
Pero hace dos siglos esto se contaba que daba gloria.
La peli está bien narrada creando interés. Los paisajes acompañan. La luz nocturna de ese caserón da un aire de peli de miedo con una excelente fotografía. Pero lo que hace de Jane Eyre una buena película son sus actores, que bien dirigidos dan emoción a la peli. Hay diálogos literarios pero que te llegan.
Mia Wasikowska está impresionante porque trasmitir muchas emociones con tanta contención es muy difícil.
Michael Fassbender (actor de moda) está muy acertado con ese secreto que le atormenta y le impide ser feliz.
Jamie Bell se nos ha hecho un hombre y también está de moda al ser el que se presta de modelo para ser Tintín.
Judi Dench como siempre estupenda, ya especializada en secundarios de lujo.
Tendré que volver a ver versiones anteriores para comparar… pero me falta tiempo.
¿Porqué no se echa mano más de los clásicos para hacer películas?
Terminé ligeramente defraudado al ver esta comedia. No por su desarrollo sino por su final.
Empezaré hablando de éste. Es penoso ver como una estupenda película termina de una forma tan convencional con un final para dejar contento a los amantes de los happy end.
La boda de mi mejor amiga es una comedia divertida que se mofa con muy mala leche de los preparativos de la boda ideal.
Hay episodios incluso crueles con esos personajes entregados al consumo desmesurado para celebrar un matrimonio que con suerte durará unos años.
La peli funciona gracias a su protagonista, una casi desconocida Kristen Wiig que interpreta a la perfección un personaje que se hace simpático por lo contradictorio y patoso. La Wiig es también coguionista pero a pesar de ello no demuestra piedad con su personaje.
Kristen está muy bien secundada por un grupo de actrices sensacionales, todas tienen su historia y ayudan a dar cuerpo a la peli.
La mezcla de comedia romántica (en pequeñas dosis), de comedia gamberra y, a veces, escatológica con una cierta crítica social funciona muy bien y da originalidad a esta peli.
Lo mejor: una Kristen Wiig encantandora. Lo peor el final. Mi consejo es salirse de la sala 5 minutos antes.
Una pregunta final: ¿Porqué en las pelis americanas las actrices hacen el amor con el sujetador puesto?
Los amos de Brooklyn nos relata la vida de 3 policías que trabajan en el famoso barrio de Nueva York. Tres perfiles muy diferentes de personajes que no son héroes sino personas con problemas que sobreviven con su trabajo de agentes de la ley.
El tono de la peli es triste, a veces melancólico, pesimista con una mirada realista.
Las interpretaciones son muy interesantes pero quiero destacar a Richard Gere con una madurez impresionante. Y a un Ethan Hawke angustiado por su situación familiar, necesitado de dinero lo que le obliga a cometer delitos y a meterse de cabeza en la corrupción policial. Su papel es muy agradecido y lo hace fenomenal, hasta tal punto que llegamos a comprenderlo, es un padre de familia capaz de cualquier cosa para proteger a los suyos.
El final es espectacular y no diré más.
A pesar de su larga duración, más de dos horas, la peli se sigue con atención. No es una obra redonda pero sí muy interesante.
Esta película argentina del debutante como largometrajista Gustavo Taretto nos cuenta las vidas cruzadas (pero no encontradas) entre Mariana y Martín.
La peli comienza con decenas de imágenes de edificios de la ciudad de Buenos Aires con un aire de documental y una voz en off que al principio resulta agradable y divertida pero que se reitera a lo largo del desarrollo llegando a ser primero innecesaria y después irritante.
Esta parte documental es estupenda, una especie de homenaje a la caótica capital de Argentina.
La peli se disfruta con muchos momentos graciosos e ingeniosos tanto a nivel de guión como a nivel visual. También hay escenas de relleno en las que parece que el director esté tan perdido como sus personajes.
Destacar la presencia de Pilar López de Ayala que habla bien en argentino. Es divertida esa búsqueda de Wally, fábula de la búsqueda del amor que está camuflado en la gran ciudad.
Los personajes no son muy originales. Son treintañeros, despistados, solos que buscan compañía y amor, viviendo más que en la realidad en internet.
Hay un claro homenaje a Woody Allen y especialmente a su peli Manhattan que emociona por separado a sus dos protagonistas.
Veo esta peli descargada y compruebo que no ha sido estrenada en España, aunque sí en USA y en Francia por ejemplo. Imagino que pasará directamente al mercado del vídeo.
John Pogue que ha sido hasta ahora básicamente guionista se pasa en esta peli a la dirección aunque también es el responsable del argumento.
Enrique Urbizu ya ha demostrado que es un director competente y aquí, con ritmo de thriller clásico, nos cuenta la huida hacia delante de un poli pasado de rosca que busca desesperadamente su redención.
La narración discurre desde dos puntos de vista. El de Santos Trinidad, el poli y la jueza Chacón (Helena Miquel) que instruye las diligencias de un caso de triple asesinato. El espectador va conociendo lo que cada uno de estos personajes va sabiendo y juega con ventaja lo que hace que nos involucremos más en la historia.
Urbizu recrea magníficamente los ambientes y nos presenta una galería de personajes, algunos no muy bien definidos pero todos interesantes.
José Coronado, al parecer repuesto de sus problemas intestinales, recrea a un policía de pasado turbio que conoce su oficio, dibujándolo con pocas palabras con gestualidad medida pero con maestría. Tal vez el mejor papel de su carrerra.
No habrá paz… es cine negro español de calidad, de gran calidad. Una película que deja clavado al asiento y que lamentas que termine. Por favor, necesito más.
Benito Zambrano desde los primeros fotogramas deja claro que va a hacer una película política. Toma partido radicalmente por los perdedores y no lo disimula.
Dejando a parte personajes-estereotipos (posiblemente muy reales) construye una peli llena de sentimientos y de emoción que a mí me llegan al corazón y me conmueven. Tan es así que empapé de lágrimas cuatro pañuelicos de papel.
La actriz María León está en absoluto estado de gracia interpretando de manera impresionante a una chica sencilla, víctima inocente de ese enfrentamiento fratricida que ocurrió en nuestro país.
Zambrano resuelve bien escenas complicadas. Como cuando Pepita obliga a su novio que se declare o como cuando se arma de valor y le habla al general.
Benito hace una defensa declarada de la memoria histórica. Los que olvidan suelen cometer los mismos errores.
Alguien podría decir que es una película innecesaria y que ya están hartos de la Guerra Civil. Yo he visto miles de pelis de la Segunda Guerra Mundial, algunas buenas y otras malas pero a nadie se le ocurriría decir que, por ejemplo, La lista de Schindler es una peli que sobra.
El caso Farewell es una peli de espías al estilo más clásico como esas películas que me entusiasmaban en los años setenta y ochenta.
Aquí los espías son de carne y hueso con sus motivaciones idealistas, patrióticas o económicas, no son James Bond, personaje que detesto profundamente por irreal y superhéroe.
Carion construye una trama sólida y sencilla en la que cobran interés los personajes conforme los vas conociendo. Muy interesante las relaciones entre el francés y el ruso y éste con su hijo.
Los actores están correctos destacando el director Emir Kusturica, aquí metido a actor con una interpretación muy carnal y competente.
El estilo visual es adecuado con ese Moscú plomizo y triste que recuerda, como ya he dicho, los pelis de antiguas décadas del siglo pasado.
Los personajes de políticos reales que aparecen están bastante logrados.
Interesante la presencia de la secuencia crucial de la inmensa peli de John Ford “El hombre que mató a Liberty Valance” con esa moraleja de que unos llevan la fama y otros cardan la lana.
La comedia es siempre un género complicado en el que todo debe encajar como un mecanismo de relojería porque cualquier chirrido da al traste con todo.
Crazy… es una peli divertida, no muy original, más una comedia de enredo que una comedia romántica que se sustenta sobre todo en unas adecuadas interpretaciones de todos los actores que están muy acertados. Y también con algún alarde visual atrayente.
Hay muchos momentos hilarantes con un buen sentido del ritmo.
Me llamó la atención el parecido entre Julianne Moore, que interpreta a la madre y Emma Stone que hace de hija. Las dos pelirrojas y pecotosas, realmente parecen parientes. Una buena dirección de casting.
La peli hace apología del amor para toda la vida en contraposición al ligoteo de una noche o un ratillo, sin que caiga en un discurso carca.
En su conjunto resulta una comedia solvente, cosa poco frecuente o como diría un amigo mío “rara avis“.
Es triste ver como una gran actriz como Hilary Swank se mete en esta penosa producción.
La peli carece del más mínimo interés. Se centra en dos personajes: la víctima y el acosador-pervertido, sin que aparezcan secundarios para enriquecer la trama.
El comienzo puede se prometedor pero conforme se avanza todo es tedio, sin el más mínimo interés, ni el menor atisbo de originalidad.
El director, un tal Antti Jokinen, dedicado hasta ahora a la tele y al baloncesto, está realizando otra peli. A mí me suena a amenaza.
En este caso la víctima perfecta ha sido un servidor que se ha tragado este bodrio.
Después de varias semanas desde su estreno acudo a ver la última de Almodóvar. Ya estaba quedando mal. Disculpa, Pedro.
Contar una peli de Almodóvar resulta imposible porque sus tramas son siempre retorcidas y complejas. Que es un gran director nadie lo puede poner en tela de juicio. Además ha sabido dar a su filmografía un toque personal y único. Cuando ves unos pocos segundos de cualquiera de sus pelis, sabes identificar su autoría sin ningún problema.
Eso es tal vez lo que menos me gusta de esta La piel que habito, la ausencia de humor, salvo una escena en la que intervienen su hermano y su sobrino.
Siempre ha sabido hacer del pecado virtud, consiguiendo que personajes (teóricamente) malvados te caigan simpáticos.
Almodóvar se sabe rodear de los mejores. La fotografía de José Luis Alcaine es impresionante con una nitidez y una perfección técnicas absolutas.
La música de Alberto Iglesias es hipnótica, ideal para sumergirse en la trama.
La dirección del gran Almodóbar es tan personal y tan atrayente que resulta apabullante.
Banderas ha perdido esa frescura que tenía en Átame pero es un actor eficaz. Elena Anaya se come la cámara y su actuación es impresionante, a pesar que su papel es imposible.
He leído críticas muy malas de esta peli. Discrepo profundamente.
Almodóvar es grande, muy grande y ésta es, una vez más, una magnífica película.
Un amigo me definía como almodovariano. Y creo que más bien soy almodovarófilo.
Insidious es una pequeña producción con un presupuesto de risa que ha tenido un relativo éxito de público y un espectacular rendimiento económico. Se han unido dos fenómenos de lo comercial-rentable. Por un lado James Wan director de Saw y por otro Oren Peli aquí productor y en Paranormal Activity director y guionista.
Para que les vayamos cogiendo cariño Wan nos relata primero la vida de una familia para después contarnos que el niño se queda en coma y comienzan los fenómenos extraños.
La peli está bien realizada, resulta turbadora y cumple con su misión de entretener y dar algún sustillo, sin pretensiones pero con eficacia.
Tal vez se parezca demasiado a Poltergeist y ese sea su mayor defecto, que no es original. Todo suena un poco a visto.
Los colores de la montaña nos cuenta, desde la perspectiva de unos niños, la dura vida de los campesinos colombianos metidos en un lío que no veas entre la guerrilla, los paramilitares y el ejército.
Es magnífico el argumento que se basa en una especie de paradigma de la situación: Una pelota (objeto muy preciado entre estos escolares) cae en un campo minado.
Algunos personajes son estupendos como ese niño albino y gafotas que llaman Pocaluz.
Está bien contada la historia, manteniendo la atención de forma permanente, con momentos que emocionan.
Impresionante debut de Carlos César Arbeláez guionista y director de este peliculón.
Jean-Pierre Jeunet siempre es capaz de crear universos alternativos como hizo en su obra más conocida, esa maravilla que es Amelie.
En Micmacs casi lo de menos es la historia, lo importante, lo atractivo, es el ambiente alambicado, colorista y barroco (¿o tal vez gótico?) donde se desarrolla el argumento, una mezcla de comedia y thriller.
Su protagonista es el actor francés Dany Boon que en esta ocasión está especialmente acertado.
Pero en ocasiones la peli pierde fuelle porque las continuas gracietas impiden seguir un desarrollo regular de la trama, que por otro lado no es nada convincente.