Estamos ante una peli de acción con tiros y persecuciones de coche.
¿Qué tiene de especial esta peli de acción?
Dos cosas. Es una producción británica, el prota es un chico guapete, con carita de bueno y no el tipo duro y musculoso habitual y en tercer lugar la chica es la adorable Felicity Jones, la de Rogue One: Una historia de Star Wars. Me han salido tres.
Las escenas de persecuciones, que ocupan el 80% del metraje, están bien rodadas.
El guión es muy tópico, con algunos fallos del tamaño de un agujero negro (que supongo son muy grandes).
Cito un ejemplo, que tal vez no sea ni spoiler. Acorralados en un garito por la policía, con gran despliegue de medios, salen todos con tranquilidad por la puerta de atrás.
Ben Kingsley, el otrora Gandhi, hace de malo desatado.
Anthony Hopkins hace de Hannibal Lecter, pero mafioso.
Curioso que entre los dos villanos se cree un conflicto de clases.
Cuando no esperas nada de una peli y te da poco, aunque sea muy poco, sales contento.
Esta peli es la típica de manual con el que Hollywood llena nuestras carteleras y nuestras tardes de domingo en la pequeña pantalla.
El mayor atractivo es la presencia de Anthony Hopkins, pero no nos engañemos, su entusiasmo en lo que hace es cero.
Se le ve aburrido, desganado.
Tal vez cuando cobró se sintió feliz, con esa estúpida satisfacción que da tener una cifra más alta en la cuenta corriente.
Pero dentro de su interior, debe de sentir una profunda decepción consigo mismo.
Primero porque no demuestra ser un buen profesional, ejecutando un personaje en el que no cree.
Y segundo interviniendo en una peli con un guión y una dirección rutinaria.
Se supone que estamos ante un thriller paranormal trepidante, con visiones chulas, persecuciones en coches, agentes de FBI torturadas por su pasado, dramas familiares…
Todo convencional y sin convicción.
Cuando a un protagonista lo hieren, me da igual.
Cuando descubro su pasado tormentoso me da igual.
Que esté divorciado por el fallecimiento de su hijita, lo único que pienso: eso ya lo hemos visto.
Rutinario en el argumento y en la presentación.
Pretenciosa, intentando plantear cuestiones de fondo moral.
Es una peli fraude que no da nada de lo que promete.
Tal vez sea un iluso.
Por un momento pensé que Hopkins solo hacía buenas pelis y buenas actuaciones.
Nada más comenzar la peli ya hay una sorpresa, sorpresa. Aparecen unos gigantes de piedra con poliartrosis que se llaman Vigilantes (ángeles descarriados ¡?). Cuando oigo hablar de vigilantes pienso en los de la playa. Éstos son todo lo contrario.
La peli sigue un tortuoso e inquietante camino, se convierte en una mezcla de El Señor de los Anillos y Mad Max. El tono es entre épico y cutrerretrofuturista.
Van llegando animalillos de éstos generados por ordenador. Hay batallitas y empieza a llover.
Todo es sorprendente y rídiculo. Tardé en reaccionar, para entonces comenzaba la segunda parte de la peli dentro del arca.
De las aventurillas retrofantásticas se pasa a un drama familiar, con rollitos de envidias y complejos de Edipo. A Noé le da un pronto y se quiere cargar a los nietos.
Es como si a Darren Aronofsky se le hubiera ido la olla y haya pensado: voy a sorprender. Para contentar a los creacionistas mete un spot publicitario basado en el Génesis.
Podría decir que las chicas Jennifer Connelly y Emma Watson (las únicas que transmiten emociones) están fenomenales, pero eso es como el valor en la mili, se da por hecho.
Noé, en definitiva, es una mezcla imposible de cine de catástrofes, aventuras épicoapocalípticas, drama familiar y una chispina de relato bíblico.
Esta 360. Juego de destinos se basa en el recurso, ya muy manido, de las vidas cruzadas que se va convertir en un género.
Las historias se enlazan con elegancia y la peli discurre plácidamente con escasas pretensiones.
Me da la impresión que hay algo de autobiográfico en esta peli cuyo guión ha sido escrito por Peter Morgan.
La globalización nos permite saltar en pocas horas de Viena a Londres y a Denver… Una brasileña puede conocer a un inglés en un viaje a Estados Unidos.
Las historias son todas diferentes con pocos puntos en común. Tal vez todos los personajes buscan la felicidad de muy diferentes maneras.
Los actores transpiran sinceridad. Con interpretaciones muy correctas. Destaca Anthony Hopkins con un monólogo en una reunión de alcohólicos anónimos que es toda un declaración vital.
Las actrices están todas bellísimas a Rachel Weisz la vi especialmente delgada (¿me tendré que empezar a preocupar?)
Al comentar esta peli se puede caer en la tentación de hablar del Mago del suspense, o del cine dentro del cine (que ya es un género), o hablar de Psicosis y terminar sin hacer una crítica de esta producción.
Hitchcock es posiblemente el mejor director de la historia del cine y puedo presumir haber visto todas sus películas, incluidas las de su etapa inglesa, y tener los vídeos. Elena es una gran admiradora.
Alfred fue muy conocido en su época gracias sobre todo a la televisión y a su serie mítica Alfred Hitchcock presenta, que por cierto he visto enteramente. Antes, como ahora, eran más conocidos los actores que los directores pero el director de Los Pájaros supo impregnar sus pelis de un sello personal además de innovar. Hace poco más de un año leí El cine según Hitchcock que es una recopilación de más de 50 horas de entrevistas que François Truffaut fue realizando a lo largo de varios años.
A Hitchcock le divertía pensar la película, cuestión que hacía hasta el más mínimo detalle y lo plasmaba en el guión y en minuciosos storyboard. Filmar la película le aburría porque ya la tenía en la cabeza. Utilizó todos los recursos del lenguaje cinematográfico para impresionar al público. Decía que el cine son 200 butacas por llenar.
El cine dentro del cine ha dado grandes películas, desde Cantando bajo la lluvia, pasando por La noche americana, hasta las recientes The Artist o Mi semana con Marilyn. En la que ahora nos ocupa se representa bien todo el proceso de elaboración de una película. Desde la idea, la producción, el guión, el reparto, los retoques al guión, el rodaje, el montaje y la promoción. En el caso de Psicosis todos estos procesos fueron controlados por Hitchcock.
Psicosis tiene muchos aspectos interesantes y es digna de estudio por los más cinéfilos. Ya se ha hablado mucho del montaje de la ducha en el que en 45 segundos hay 72 planos. O que la protagonista fallezca antes de la mitad de la peli… Todo ello está bien visto en esta Hitchcock y también el uso de las transparencias y la crueldad del director con sus actores.
La peli de Sacha Gervasi es entretenida e ilustrativa y recoge bien todo lo que llevo comentando pero es sobre todo un homenaje a Alma Reville que fue montadora, guionista, script y supervisora de muchas pelis y en todas las de su esposo. Pongo un vídeo de 1979 en el que Hitchcock dedica el premio a su compañera.
Helen Mirren interpretando a Alma es la verdadera protagonista de la peli.
La caracterización de Anthony Hopkins ha sido muy criticada pero a mí me gusta y me hace olvidar que es un actor en el pellejo de Hitchcock.
Ésta es la nueva película de Woody Allen que nos tiene acostumbrado a una película al año. Este director-guionista-actor-escritor tiene ya 74 años. Ha hecho de actor en 10 películas sin ser el director. Ha publicado más de 20 libros. Ha hecho teatro y televisión. Y ha dirigido 41 películas y en muchas de ellas ha participado como actor. Todo un carrerón.
Su anterior película (Si la cosa funciona) era divertida con los signos de identidad propios de Allen. A mí me gustó.
En esta peli nos muestra una galería de personajes insatisfechos, inconformistas, egoístas y desorientados. Ninguno de los personajes me resultó simpático. Hay que reconocer que los actores lo hacen fenomenal, tal vez Banderas un poco gesticulante y sobreactuado.
Allen coloca la cámara con maestría y se mete entre los personajes dando una sensación de cercanía, su dirección es elegante con planos bien conseguidos.
Hay elementos en el guión que son ingeniosos, muy propios del director, como el robo del libro al amigo o la imagen de la mujer deseada tras la ventana.
Pero la peli ni me entretuvo ni me divirtió, en varios momentos me resultó tediosa y previsible, de hecho me distraje con facilidad masticando los hielos de la fanta de naranja. No hay momentos de humor aunque el tono es de comedia ligera.
De todas las pelis de Woody Allen, en mi opinión ésta es de las peores.