Tengo amigos que esta peli les apasiona, pero Don Carlos Boyero, posiblemente el crítico español más influyente, escribió:
“Espantosa (…) Es una sucesión de tonterías sin gracia, los caprichos vacuamente surrealistas de un niño consentido e irritante.”
Denis Lavant va desplazándose en una limusina por las calles de París en una larga jornada de trabajo donde va representando diferentes personajes, desde los más miserables y estrambóticos, a los más cotidianos.
Comprendo que a algunos pueda espantar y a otros fascinar. Yo soy de los segundos.
Una vorágine incontenible de emociones y experiencias. Algo nunca visto e irrepetible.
El desconcierto inunda todo el metraje, lo que te hace realizar un esfuerzo especial para seguirla y comprenderla, pero este sacrificio tiene la recompensa de obtener una experiencia única.
Me alegro de volver a discrepar con Don Carlos (de nuevo).
Lo normal en una peli es empezar por un guión y después buscar los protagonistas.
Aquí con los protagonistas se ha hecho un guión…
Es un vehículo para el lucimiento de Berto Romero y Andreu Buenafuente.
Berto es un tío con gracia, tal vez actor de un solo personaje, pero invita a la risa.
Andreu, nunca me ha caído bien, me ha parecido endiosado. Mi sorpresa es que su interpretación, de un fracasado, es convincente y aporta el aspecto amargo a la historia. Capaz de todo para poder pagar la ortodoncia a su hijo y conseguir mantener un mínimo de dignidad que la vida y la crisis le han robado. Es lo más interesante de la peli.
Los momentos más cómicos los protagoniza Romero, pero la peli cae en muchas escenas en la astracanada barata de mercadillo, con una penosa sensación de vergüenza ajena. Humor caduco y decadente.
Reconozco que me partí de risa en varios momentos, pero en otros oía reír a toda la sala a carcajadas y a mí no me hacía la menor gracia.
La peli sabe meterse al público en el bolsillo y si entras en el juego, te lo puedes pasar bien.
La historia de fondo es más que interesante. Dos hermanos, ahora reñidos, que obtuvieron popularidad en el mundo musical de los noventa y en la actualidad sufren de ostracismo y necesidad. La cantidad de diez mil euros por dar un pregón de pueblo les hace reconciliarse de nuevo.
Jorge Sanz está impresionante, con un dominio de la situación total, interpretando a ese estilo de político, alcalde de pueblo, chulo y engreído, prototipo de una generación de ediles que han puesto el municipio a su disposición.
Hay errores de racord y de guión incomprensibles.
Al principio aparece un cabritillo con sus cuernos y todo que después se cenan afirmando que es un cordero.
Mezclar Semana Santa, con cofrades procesionando, con fiestas populares, pregón y lanzamiento de cabra de campanario incluidos, es ridículo.
La peli resulta claramente decepcionante, penosa en ocasiones, vergonzosa en otras y divertida esporádicamente.
Salvo a todos los actores, sin excepción, incluido Buenafuente.
Peli australiana que ha tenido un gran éxito en su país.
Es una mezcla de géneros inclasificable e imposible: western, comedia negra, absurdo, dramón y cine social.
Una combinación así resulta arriesgada. Puede perturbar o fascinar.
Su protagonista absoluta es una hermosona (como dirían en mi pueblo) Kate Winslet, en sus caderas nunca se pone el sol.
A mí esta actriz siempre me ha caído gorda. Tal vez, porque hundió el Titanic. Tal vez, porque se esfuerza en exceso en ser una buena actriz. Tal vez, porque es la sucesora generacional de Meryl Streep.
Pero en esta peli, luciendo su rotundidad, me ha encantado.
Se desenvuelve con soltura entre la comedia y el drama.
Resulta atractiva luciendo esos modelazos que embellecen a cualquiera.
Me gusta la idea que enamore al cachas hermano de Thor, el impresionante Liam Hemsworth.
La peli no se muestra condescendiente y trunca un posible final feliz entre el ya mencionado y la protagonista.
Ha horrorizado a críticos de prestigio (Javier Ocaña, Alberto Bermejo, Quin Casas…), pero a mí me ha gustado y mucho.
He disfrutado con esta historia de venganza, con sus absurdos, sus estupideces, sus modelitos de alta costura entre el polvo del desierto…
Basada en un cuento popular japonés anónimo del siglo IX, “El cortador de bambú“.
La vida de una niña singular que no acepta ser posesión de ningún hombre y desprecia a todos sus pretendientes.
Kaguya es inteligente y sabe combinar ingenio, rebeldía y respeto para hacerse valer.
Pero ella no es de este mundo… Es de la luna.
La escena inicial de transformación de muñequita a recién nacida es impresionante y cautivadora.
Tkahata sabe trasmitir al espectador los sentimientos de esta princesa combinando la historia con unos dibujos que me recuerdan a las pinturas de Matisse.
Quede claro que también en arte soy un ignorante, tal vez meta la mata con esa comparación.
Los trazos impresionistas a acuarela y carboncillo, sirven para comunicar emociones y sentimientos.
Una peli delicada y bella.
Tal vez su final peque de estrambótico, pero el conjunto es fascinante.
No puedo evitar encontrar un gran parecido a esta princesa japonesa con una jovencita Elizabeth Taylor. Pongo fotos.
Pero entre las dos había una gran diferencia: Kaguya no se quería casar y la actriz no paraba de hacerlo, contrajo matrimonio en ocho ocasiones.
Acudo con mi maestro, y sin embargo amigo, David Recio a ver esta peli.
Empezaré diciendo que recuerdo vagamente de qué iban las previas.
Lamento mezclar estas sagas juveniles en mi cabeza. No sé muy bien si estoy en los Juegos del laberinto en los que luchan divergentes contra hombres lobos.
La peli va de unos muchachos que se escapan de un Chicago post-apocalíptico amurallado, llegan a una especie de base en medio de un desierto radiactivo. El que manda es malo y se llama David, engaña a Tris que es la heroína. Pero hay un consejo que no sé que pinta…
La historia es un guirigay sin lógica, sin pies ni cabeza.
Como todo el mundo sabe soy de inteligencia muy limitada y este argumento me supera.
Cuando era niño, como diez años, el Padre Valero llamó a mi madre y le dijo que era un poco falto. Mi madre le respondió que ya se habían dado cuenta.
Por ello supongo que no soy capaz de comprender este lío de película, donde se suceden escenas absurdas, diálogos pueriles y situaciones incoherentes.
Mira que admiro a la bella Naomi Watts, pues ni siquiera ella está convincente. Para mí que se ha dado un retoque y la han dejado peor. ¡Cómo lo siento!
La protagonista Tris, interpretada por Shailene Woodley, es una chica aguerrida que cae bien.
La proyección de esta peli en el Cine Club Alcarreño está plenamente justificada.
Ha obtenido numerosos premios y nominaciones.
El relato (en blanco y negro) nos lleva por la vida de dos jóvenes y un niño que recorren las calles de México Distrito Federal, en busca de un mito del rock mexicano Epigmenio Cruz.
El debutante Riuzpalacios utiliza diferentes recursos cinematográficos.
Desde la cámara pegada al cogote del protagonista (detestable), hasta estupendos planos secuencias en la Universidad en huelga.
Con una fotografía sucia y desenfocada en ocasiones, mientras que en otras nos deleita con algún plano bello y delicado.
La primera mitad discurre de una forma tediosa e insufrible.
Pero a raíz de la visita a la asamblea de estudiantes y la presencia de la estupenda Ilse Salas, la peli parece que mejora, que encuentra un rumbo.
No es que se vuelva colosal, solo se hace menos insoportable.
Hay un retrato de la juventud y de la sociedad mexicanas en ese viaje en busca de una idea, de un recuerdo, de una ilusión.
El encuentro con Epigmenio Cruz, el que hizo llorar al mismísimo Bob Dylan, es antológico. El anhelo de estos niños se ve roto cuando el mito cobra vida en la persona de un viejo malhumorado que simplemente se queda dormido.
No soy capaz de quemar en la hoguera la ópera prima de Alonso Ruizpalacios, muy al contrario creo que su peli contiene elementos valiosos que son prometedores.
Después de una segunda temporada muy decepcionante vemos, Elena y yo, esta tercera.
Después del ataque al corazón de la CIA con la que terminaba la anterior temporada (y no quiero hacer demasiados spoilers) se nos presentan las consecuencias en la familia Brody, sobre todo en su hija adolescente Dana (papelón).
Por otro lado padecemos con la estupenda Carrie Mathison metida en un maquiavélico plan del Director Saul Berenson.
Una artimaña retorcida y enrevesada, pero genial que da cuerpo a toda la temporada que cobra brío y enjundia.
Desde el principio de la serie queda claro que no hay buenos ni malos, mejor dicho hay malos y peores.
En esta temporada se toma partido por la CIA que aunque con medios poco ortodoxos y nada legales, parece tener claros sus objetivos.
Hay que aceptar que el fin justifica los medios para no cabrearte continuamente con lo que vamos viendo.
La temporada no solo se desarrolla bien sino que termina mejor, eliminando a uno de los personajes que ya era un lastre para la serie.
Claire Danes demuestra ser una actriz excepcional, dando calidad a su personaje, rellenándolo de miles de matices.
Estupenda Nazanin Boniadi interpretando a la experta en finanzas Fara Sherazi. Un personaje clave, pero que no deja de ser una chica modesta y sencilla con sus escrúpulos morales y éticos.
En la vida real Boniadi es portavoz de Amnistía Internacional EE.UU. (AIUSA), con un enfoque personal en la convicción y el tratamiento de los iraníes jóvenes, las mujeres y los presos de conciencia.
Ella tiene su propia página en el blog oficial de Amnistía Internacional EE.UU. y ha escrito artículos de opinión en medios de comunicación como CNN y The Huffington Post.
Elena está enganchada y yo, lo confieso, también.
Dos cosas he sacado en claro:
Primero: las historias de espías son siempre atractivas.
Segundo: yo no serviría para ese trabajo. Soy demasiado flojo.
Más que la historia, que es floja, lo que importa en Vulcania es el ambiente.
Se trata de una distopía, una parábola de la industrialización, de la explotación y del comunismo.
Esas fábricas trasnochadas sucias y enajenadas tienen algo muy atractivo.
La presentación de esta colonia aislada y alienada, con esa clase dirigente explotadora que mantiene sus privilegios con el miedo y el oscurantismo, es muy perturbadora.
Es la primera peli de ficción de José Skaf, después de haber dirigido un documental muy valioso (Gonzalo Suárez: Sam Peckinpah, director salvaje) y varios cortos.
Este director compone una peli interesante, con cuatro pesetas, obteniendo un resultado meritorio.
Aura Garrido tiene esa cualidad especial, que solo poseen los tocados con la mano divina, que la quiere la cámara. Su presencia resulta fascinante.
Tal vez, resultan un poco chocantes los poderes estilo Magneto de Rubén Ochandiano.
Es una peli muy de festival.
A mí me ha gustado moderadamente, pero es mucho mejor que muchos productos americanos que tienen más éxito comercial.
Isabel, amiga de muchos años de los Multicines Guadalajara, me comentó que no había tenido casi ningún espectador. Solo ha durado una semana en la cartelera.
David Recio y un servidor fuimos juntos a verla. Hemos contribuido a subir la cuota de espectadores.
Danny Collins, al que da vida Al Pacino, es un viejo rockero que persiste en una vida disipada (drogas, mujeres, alcohol).
Decide cambiar su existencia cuando recibe, cuarenta años después, una carta de John Lennon.
Es una historia de redención que se debate entre el drama y la comedia.
Todo gira alrededor de Al Pacino, cuya presencia ocupa todo el metraje.
Su director solo es conocido por dirigir series de televisión de escaso éxito.
La peli no mantiene un ritmo adecuado, con muchos momentos chirriantes.
Avanza a trompicones y la interpretación de Al Pacino resulta, en ocasiones, estrambótica.
Hace una caricatura de sí mismo, creando un personaje excesivo, con una actuación desmesurada que repugna.
Muchos elementos de melodrama de telefilm y un guión sensiblero y repleto de tópicos: nieta marisabidilla pero encantadora, mánager amigo de toda la vida, nuera perfecta, hijo con enfermedad terminal, novia con tendencia a la infidelidad, madurita deseada, crisis creativa…
A veces entretiene y otras muchas irrita.
La relación entre Pacino y Annette Bening resulta poco verosímil y protagonizan los peores momentos de la peli.
Bobby Cannavale me ha sorprendido muy gratamente componiendo el mejor personaje y defiendo un guión ridículo con dignidad. Le recordaba de malo malísimo en Boardwalk Empire (Serie de TV).
Las mejores escenas son las musicales que lamentablemente se prodigan muy poco.
A pesar de todo no me ha disgustado. La he visto con buena predisposición.
Empezaré reconociendo que pegué dos o tres cabezadas, no más de cuatro, durante la proyección.
El ritmo lento, cadencioso, aburrido, soporífero lo favorecía, pero en absoluto es una disculpa a una actitud reprobable.
Curiosamente mis pausas somnolientas no impidieron que disfrutara de la esencia de la trama y comprendiera la historia en toda su complejidad. Lo cual habla más del ritmo de la peli que de mi perspicacia.
Dos hermanos que llevan más de cuarenta años sin hablarse, a pesar de su vecindad.
Solo un perro que transporta mensajes les permite una exigua comunicación.
La desgracia los une al padecer sus hermosas ovejas tembladera o scrapie.
Enfermedad causada por priones al igual que la Enfermedad de la vacas locas o Encefalopatía espongiforme bovina.
Es un drama rural con toda la contundencia de la expresión.
Nuestro buen amigo y admirado Daniel nos aclaró que una peli puede ser aburrida, pero eso no significa que sea mala. Puede ser tediosa y buena. Como puede ser divertida y mala.
A mí personalmente me gustó. No se me hizo larga, pero mis episodios de sueño ayudaron a hacerla más llevadera.
Propongo hacer un montaje obviando las escenas que nunca llegué a ver.
Hace tres años hice una crítica despiadada de Combustión la anterior peli de Calparsoro. Me defraudó profundamente.
De la que nos ocupa había visto el tráiler y me había gustado.
Esperaba un producto rutinario, una peli de atracos y poco más.
Pero Cien años de perdón me ha sorprendido gratamente.
Desde el principio engancha, con unas escenas potentes.
Conforme avanza la trama se va convirtiendo en una peli con tintes de denuncia social.
Calparsoro nos abre las puertas de un banco, pero además nos adentra en las cloacas del poder.
De hecho la corrupción se vuelve protagonista del relato.
En la peli se nos muestra como los corruptos y poderosos son capaces de cualquier cosa, y digo cualquier cosa, por taparla.
En la peli tenemos Presidenta del Gobierno que es tajante en sus órdenes. ¿En quién pensaría Calparsoro?
Para hacer aún más perfecto el relato, Daniel lo impregna de un intenso humor negro realista. Precisamente su verosimilitud lo hace mejor.
Imposible no empatizar con los asaltadores de bancos que han dejado a miles de familias en la calle, que nos han robado con las preferentes, las cláusulas suelo, los intereses de usura…
Tosar siempre solvente.
Rodrigo De la Serna sublime componiendo un personaje con muchas aristas y buen sentido del humor.
Nada mejor que un atracador argentino, ¡la concha de tu madre!
Me gusta la idea de los profesionales que saben manejar la información y los tiempos, que conocen cuales son los límites.
El final resulta catártico. El Uruguayo, el Gallego y los demás tienen cien años de perdón.
La desquiciada Carrie Mathison y el ambiguo Nicholas Brody.
Una pareja destinada a la destrucción.
En general mantiene la tensión que mezcla espionaje, política, terrorismo islámico, patología psiquiátrica, conflictos familiares y crisis adolescentes.
Me horroriza la tensión a la que son sometidos los personajes, sobre todo la familia de este congresista de doble vida.
Me molesta la incoherencia argumental de algunas cuestiones que son increíbles. Si fuera de la CIA me cargaría a los dos protagonistas sin dudarlo. Ya sé que me meto mucho en el papel.
Me asombra la buena química sexual que padecen los dos adversariosbarraamantes fervorosos.
Me gusta que los malos no sean solo los islámicos. Los mandamases amaricanos son también presentados como muy malvados. En realidad, no hay buenos.
El último episodio es sorprendente y bestial.
Seguiremos viéndola, pero a mí me aburre ligeramente. Me parece más de lo mismo.
Hubiera eliminado a los protagonistas y continuado esta serie de espionaje, pero con otros.
Destacar la impresionante interpretación de Claire Danes.
El retrato de una paciente maniacodepresivo (Bipolar) es perfecto. Por una vez la cuestión médica resulta realista.
El visionado para mí de esta peli en el Taller de Cine de Azuqueca de Henares ha sido una gratísima sorpresa.
Se trataba de una peli de la que nunca había oído hablar.
Una comedia romántica al uso (chico conoce chica, chico y chica cortan, chico y chica se reconcilian) con el decorado de los convulsos sesenta y la música de los Beatles.
Se han cogido treinta canciones de los genios de Liverpool como sustrato para elaborar un guión.
Me encanta el musical como idea y éste me ha entusiasmado.
La peli me parece un gran homenaje a la libertad, una idea por la que se luchaba en los sesenta, ya medio cicatrizadas las heridas de la Segunda Guerra Mundial, pero en plena Guerra Fría, que se hacía muy caliente en Vietnam.
Las canciones de los Beatles supusieron un hálito de aire fresco y, en parte, contribuyeron a convulsionar una sociedad conservadora encerrada en sí misma, en sus ideas perennes.
La peli contrapone la gris vida de los astilleros ingleses con la colorista y cosmopolita Nueva York, en eso hace trampa.
Su desarrollo es vertiginoso y la trama no para en las canciones, muy al contrario, avanza con ellas.
Me lo pasé fenomenal.
Curiosidades:
La directora Julie Taymor vio el estreno de Across the Universe sentada junto a Paul McCartney.
Estaba nerviosa por la opinión que podría tener el músico acerca de la peli.
Ella le preguntó que le había parecido y él respondió:
– “¿Qué más se puede pedir?”
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Ringo Starr, Yoko Ono, Paul McCartney y Olivia Harrison elogiaron la película después de verla.
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Sadie, con su pelo rojo fuego y temperamento apasionado, es una referencia a Janis Joplin.
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El personaje de JoJo es una clara referencia a Jimi Hendrix.
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Daily Variety informó que los realizadores tuvieron que pagar a los propietarios de los derechos de las canciones de los Beatles (ATV / Sony Music y Michael Jackson) sobre diez millones de dólares para las 30 canciones utilizadas en la película (aproximadamente 330.000 dólares por canción).
Como condición para el uso de las canciones, los carteles publicitarios de la película no podían mencionar a los Beatles ni los nombres de los compositores.
Sin embargo, los propietarios de los derechos de las canciones de los Beatles fueron incapaces de prohibir los nombres de John Lennon y Paul McCartney en los créditos de la película.
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Salma Hayek pidió específicamente aparecer en la película.
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Esta película fue estrenada en los Estados Unidos el 9 de octubre, el cumpleaños de John Lennon.
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El concierto de la azotea hacia el final de la película es una referencia a la intervención en ese lugar de los Beatles encima de la sede de Apple Records, su última aparición pública.
La policía intentó interrumpir el espectáculo en el último concierto de los Beatles en Londres durante el rodaje de Let It Be (1970).
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Según Julie Taymor se utilizaron 30 canciones de los Beatles como base para el guión que cubre eventos, entre 1963 y 1969, pero en la película esos 6 años se comprimen en dos.
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El Porsche psicodélicamente pintado aparcado delante del edificio (concierto de la azotea) era una referencia al Porsche 356C Cabrio propiedad y conducido por Janis Joplin.
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Los dibujos de desnudos de Jude y Lucy se basan en los de John Lennon y Yoko.
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Algunas escenas se derivan de acontecimientos reales de 1960, como la protesta violenta de los estudiantes en la Universidad de Columbia.
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La escena bajo el agua, Jude y Lucy alude a John Lennon y Yoko Ono en la portada de la revista Rolling Stone Número 335 (22 de enero de 1981). Fotografiados por Annie Leibovitz.
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La compañía discográfica de Sadie se llama “Fresa Jamz“, la de los Beatles “Apple Corps“.
Comedia romántica de enredos con el paisaje al fondo de la crisis.
Como comedia romántica es previsible, absolutamente previsible.
Los enredos son demasiado liosos como para ser creíbles, convertidos en esperpento producen un cierto rechazo.
Tal vez, el retrato de la crisis sea de lo poco aceptable.
Esos primeros minutos con los tópicos que conformaron una época:
– La vivienda es una inversión segura, siempre en alza.
– Te damos el cien por cien, después la alquilas y ganas dinero.
– La banca española es sólida.
– No hay nada más seguro que invertir en sellos.
– Mejor que invertir en turista es en Preferentes…
Me llama la atención la escasa química entre los dos guapos protagonistas Michelle Jenner y Hugo Silva.
En cambio los veteranos Verónica Forqué y el casi olvidado Óscar Ladoire están mucho más graciosos.
Pero la pareja cómica, los realmente divertidos son unos estupendos Belén Cuesta y Ernesto Sevilla. Su interpretación es solvente, con naturalidad. Son los que consiguen salvar una peli que está a punto de naufragar casi constantemente, pero su presencia ocasional lo impide.
La comedia es un género extremadamente difícil y caer en el ridículo, en la vergüenza ajena es muy fácil.
Lamentablemente en esta peli estas dos circunstancias ocurren con frecuencia.
Durante la proyección de la peli no salía de mi asombro.
¿Qué era aquello?
¿Quién podía responsabilizarse de tal desaguisado?
¿Cómo alguien había invertido dinero en esto?
Cuando salía de la sala me encuentro con mi amigo Jesús Hernando que me pregunta qué tal.
Le respondo:
– Tendré que mirar en el diccionario para encontrar el calificativo justo. Ahora soy incapaz.
Mejor… solteras es una sucesión de escenas inconexas, sin una línea argumental clara, con situaciones repetidas que no hacen avanzar la trama, que titubea entre el ridículo y la estafa directa al espectador.
No sé cual es el objetivo de la peli, pero creo que es poner mi paciencia a prueba, a ver cómo reacciono ante una provocación continua a mi (limitado) intelecto.
Un espectador se salió de la sala a los 80 minutos. ¡Qué envidia padecí!
La liberación que sintió debió de ser orgásmica.
Yo aguanté hasta el final porque soy un profesional.
En resumidas cuentas la peli es abominable, aborrecible, detestable, odiosa, repudiable, repugnante, repulsiva, despreciable, deleznable, atroz, execrable, vituperable, condenable, deplorable, censurable, incalificable, intolerable…
Y posiblemente me quede corto.
Destacar que su protagonista Dakota Johnson, también ocupó el papel principal en la considerada peor peli de 2015, Cincuenta sombras de Grey.
Salí satisfecho del cine pensando que al menos algo había aprendido de historia de España.
Mi idea de Juana la Loca es la que Juan de Orduña me trasmitió en Locura de amor con la actriz Aurora Bautista.
La corona partida es una peli política que relata la difícil transición de la Corona de Castilla desde la muerte de Isabel I hasta la llegada al trono de su nieto Carlos I de España.
Todo está impregnado de un carácter teatral, con un ritmo exasperantemente lento.
Los diálogos son enfáticos y demasiado rotundos, le dan a la narración un carácter pesado e irreal.
Los actores interpretan no a personajes sino a estereotipos.
Especialmente penoso Raúl Mérida destrozando a Felipe I, el Hermoso.
Salvo a Irene Escolar haciendo de Juana I de Castilla, que sabe mezclar cordura y trastorno mental componiendo un personaje muy interesante.
Me cae bien Rodolfo Sancho en Fernando de Aragón, ya se sabe la tierra tira.
La ambigüedad del Cardenal Cisneros (formidable Eusebio Poncela) es bastante atractiva.
Anima mucho el cotarro la calentorra Germana de Foix a la que da vida (y qué vida) la bellísima Silvia Alonso. Un gran descubrimiento.
A pesar de sus defectos y de algún error, creo que un cine que nos cuente nuestra historia es siempre bueno.
Trata de la emigración de una chica irlandesa al Nueva York de los años cincuenta.
No tiene especiales problemas. No pasa necesidad, no sufre discriminación, tiene el visado y los papeles hechos, va con empleo, pero padece nostalgia y soledad.
Todo bastante suave.
Brooklyn es un melodrama sin estridencias, tal vez previsibe, domesticado, sencillo, incluso simplón, pero a mí me ha encantado.
Es posible que debajo de mi apariencia cruel y despiadada de crítico entrado en años y pálido por no recibir más luz que la que refleja una pantalla de cine, se esconda una nenaza que se emociona con los sentimientos básicos de una chica de pueblo.
A mí la vida de Eilis Lacey, interpretada a la perfección por Saoirse Ronan, me ha llegado al corazón.
Sus afanes son simples: trabajar, prosperar en la vida, encontrar un buen muchacho, ir al cine a ver El hombre tranquilo, bailar los viernes por la tarde en el salón parroquial, recordar su Irlanda natal…
Tal vez esa inocencia, esa simplicidad, esa humildad sean los que me han emocionado.
Ha llegado a ser candidata a los Oscars.
Solo recomendable para hombres con corazón de colegiala del siglo pasado.
De esta peli lo mejor es saber poco del argumento para sentir las emociones que te trasmite y las sorpresas.
Hay dos partes claramente delimitadas.
La primera es un auténtico prodigio. El empeño de una madre por criar a su hijo evitando la sordidez y la mezquindad de la situación y los esfuerzos para evadirse de ella tanto, primero, mentales y, después, físicos.
En esa hora inicial se nos va presentando la situación y el horror se apodera de nosotros.
La madre Brie Larson y, sobre todo, el niño Jacob Tremblay están portentosos.
La parte final de la peli nos relata la difícil adaptación a la cotidianidad después de una experiencia tan traumática de la madre y el descubrimiento de la realidad, de la vida, por parte del hijo.
Tal vez haya menos intensidad, menos pasión, pero sí mucho interés.
Es una peli irlandesa, rodada en Canadá que se ha colado, sorprendentemente, entre las nominadas a los Oscars.
Una buena peli, que a mí me ha llegado. De las que no se olvidan.
Recomiendo llevar pañuelitos de papel.
Yo usé como 20 kleenex, pero es que estoy resfriado.
La peli cuenta la investigación y heroica cruzada que un forense entabla para dar a conocer los daños cerebrales que ocasiona el futbol americano.
Su protagonista es el inefable Will Smith.
Peli compuesta a mayor gloria de su protagonista.
Es retratado como místico, responsable, trabajador, desprendido, generoso, perseverante, entregado, elegante, humano, con un motón de masters y cursos, pero sobre todo quiere ser un buen americano.
Parece que asociar un deporte donde se dan cabezazos continuamente y mamporros por doquier con daño cerebral es algo obvio.
Desde hace muchos años se conoce la Demencia pugilística.
Pues la peli se obstina en presentarnos a este doctor nigeriano como el más listo y luchador del mundo, sin que haya la más mínima sombra en sus intenciones.
La peli trata al espectador como retrasadico. Reincide en el mensaje una y otra vez y subraya hasta el hastío los sentimientos que el espectador debe padecer con una música declaradamente adecuada y unas imágenes que se mueven entre lo empalagoso y lo ridículo.
Por supuesto tiene final feliz. Al héroe le dan la nacionalidad americana y termina ganando la batalla ante la poderosa y malvada NFL. El “sueño americano” una vez más cumplido.
Todo se mueve entre lo repulsivo y lo ñoño, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido la cara de “estoy estreñido” que pone Will Smith.
Aunque también opta por otras expresiones que van desde “como me molestan las hemorroides” a “esto va a ser una fisura anal“.
No quiero ser despiadado con el famoso actor amigo de Pablo Motos, tal vez lo que pretendiera era cara de “voy a ponerme profundo a ver si me dan el Oscar“.
En cualquier caso le aconsejo una dieta rica en fibra y el uso de un buen laxante.
Mis amigos David y Adolfo que me acompañaron aún fueron más duros.