Primero quiero copiar algunos resúmenes de críticas:
“Uno de los ejercicios de cine más resplandecientes del año. (…) Por favor, vean ‘Las altas presiones’.” Luis Martínez: Diario El Mundo.
“Una triste, distinta y delicada película.” Javier Ocaña: Diario El País.
“Esta modesta película sabe conjugar los géneros pictóricos del paisaje y del retrato.” Antonio Weinrichter: Diario ABC.
“Película mayúscula, hablada en voz baja, completamente libre de todo exhibicionismo y capaz de transmitir lo complejo sin afectación ni narcisismo.” Jordi Costa: Fotogramas.
“Un cuento (gallego) de verano. Y uno de los planos finales más apetecibles del cine español reciente.” Carlos Marañón: Cinemanía.
Leído esto me va a resultar bastante comprometido escribir lo siguiente:
Cuando llevaba menos de un minuto de película comprendí en lo que estaba inmerso.
Me relajé e intente padecer lo menos posible.
Andrés Gertrúdix vuelve a su Galicia natal a buscar localizaciones para una peli.
Graba con su camarilla en los ambientes más cutres y depresivos que va encontrando. Hoteles abandonados, viejas fábricas, edificios ruinosos.
Él solo trasmite tristeza, apatía, abulia…
El reencuentro con viejos amigos y la relación con unas chicas majísimas tampoco parecen animarle.
Todo invita a la depresión, al desámino…
Todo es tedio, aburrimiento…
Soportar la peli sin perder el estado de ánimo es toda una proeza.
Salir contento y con ganas de chascarrillos es una auténtica heroicidad.
La verdad yo jugué sucio. Hice trampas.
Me había llevado un bocadillo de chorizo picante de León y sin esperar a la mitad de la peli me lo comí. La secreción de endorfinas y serotonina fue tan abundante que evitaron que cayera en el agujero negro en el que el director nos pretendía introducir.
Mis amigos me reprocharon el uso de dopaje. Pero esto era un asunto de vida o muerte y aquí valía todo.
Solo su compañía y el chorizo de León permitieron que saliera indemne del embiste.
Tal vez os pueda parecer duro en mi calificación de la película, pero mis compañeros del Cine Club Alcarreño lo fueron más aún.
Está claro que ni ellos ni yo encontramos la calidad que los críticos habían descubierto.
Mi amiga Mari-Asun tenía mucha prisa, pero se esperó para comentar la peli al final. Todo lo que habíamos penado durante su proyección, nos reímos saliendo de los Cines.
Pude encontrar algún elemento positivo en la peli. Sale una joven doctora, que se llama Alicia, interpretada por Itsaso Arana, que es un auténtico encanto.
Reflexiones:
Seguramente no sabemos apreciar la calidad.
El doping puede estar plenamente justificado, en circunstancias extremas.
En esta ocasión lo mejor (claramente) no fue la peli sino los comentarios posteriores.
La historia del mafioso irlandés Whitey Bulger es contada con soltura por el director Scott Cooper.
Más que un relato sobre la mafia bostoniana es un retrato del famoso gangster.
Nos cuentan su biografía durante dos décadas, de 1975 a 1995.
Sus relaciones familiares, con su hermano senador, su madre, su hijo… Pero sobre todo sus fechorías.
Whitey Bulger es un asesino despiadado que consiguió un trato de favor con el F.B.I. por medio de su amigo de infancia John Connolly.
La narración tiene más que ver con Uno de los nuestros o Infiltrados de Martin Scorsese que con El Padrino de Coppola.
La historia está bien contada y resulta una buena película de gangsters, pero es una peli de segunda fila. No alcanza ni de lejos los niveles a los que llegó el maestro Coppola.
Johnny Depp ha hecho todo lo posible para ser candidato al Oscar.
Horas de maquillaje con un resultado muy convincente, una interpretación contenida, pero que se desata ocasionalmente.
Su amigo del F.B.I. interpretado por Joel Edgerton está, tal vez, más solvente, evitando excesos histriónicos.
Black Mass: Estrictamente criminal es una peli solvente, pero no llega al Olimpo de las más grandes.
Dos graves defectos: faltan personajes femeninos en la historia y resulta excesivamente episódica.
Esta semana hemos comentado con Pablo Franco la actualidad cinematográfica alcarreña.
Comentamos las novedades en el Cine Club Alcarreño, en el Taller de Cine de Azuqueca de Henares y los estrenos más (o menos) recomendables en los Multicines Guadalajara.
Hemos hablado de las siguientes pelis (entre otras):
Ha definido un estilo personal creando un cine excesivo, desmadrado, crítico con lo que le rodea y siempre divertido.
En Mi gran noche homenajea y se mofa de los especiales de Nochevieja, en esas épocas en las que una sola cadena (dos contando el UHF) poseía el monopolio de la diversión de una noche que para millones de españoles solo consistía en estar delante de la caja tonta.
En el gran plató donde se rueda el especial están concentrados todos los personajes que conforman la actualidad española.
Raphael hace de Alphonso en una autoparodia, que demuestra el gran sentido del humor de este inmenso artista que no estaba en una peli desde el año 1971 en Volveré a nacer de Javier Aguirre.
Se retrata ese mundo del famoseo de baratillo con el fondo de la crisis y de los despidos masivos en las cadenas, mientras productores se llevan maletines a Suiza.
Hay envidias entre presentadores. Adictos al móvil que solo desean wiffi. Amores de media noche. Hijos que no consiguen asumir el éxito de su padre. Admiradores despechados…
Muchas historias combinadas para conseguir un producto de entretenimiento con momentos gloriosos.
Destacar a Carlos Areces con una dermatitis seborreica por estrés.
A Terele Pávez tan buena actriz como siempre.
A Blanca Suárez que descubre una faceta de actriz de comedia con gracia y soltura (mi personaje favorito).
Y a Mario Casas interpretando (o mejor perpetrando) Bombero.
Lo mejor: Raphael cantando Escándalo, el mejor tema de la historia de la música.
La idea de la película se le ocurrió a Gale (guionista) hojeando un viejo anuario escolar de su padre, y preguntándose qué habría sucedido si hubiese ido a la escuela con él.
Robert Zemeckis y Bob Gale consiguieron vender la película a los estudios gracias a esta frase:
“Es la historia de un chico que viaja al pasado y su madre se enamora de él”.
Harold Lloyd:
Al principio, cuando salen los relojes, si nos fijamos hay uno que aparece a los 40 segundos en el que se ve a un hombre colgado de las manecillas de un reloj.
Dicho hombre es, o viene a representar a Harold Lloyd en “Safety Last”, una película de 1923, tal y como Doc acaba en 1955.
Porqué fue el productor Steven Spielberg:
El guión fue escrito por Robert Zemeckis y Bob Gale durante un fin de semana, ambos visitaron todos y cada uno de los estudios de Hollywood, pero no lograron que ninguno se interesara por el guión.
Sin embargo Zemeckis logró conseguir trabajo dirigiendo “Romancing The Stone” (en España Tras el Corazón Verde).
Se trataba de una comedia romántica de aventuras interpretada por protagonizada por Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito.
Con el éxito obtenido por esa película todos los estudios antes visitados por los dos guionistas se interesaron por el proyecto de “Back To The Future”, pero Zemeckis y Gale decidieron ir con el único que les había atendido desde el principio: Steven Spielberg.
La botella de licor:
En la versión de DVD hay una toma falsa muy graciosa.
En la escena donde la mamá de Marty y éste llegan al baile y ella saca una botella de licor en el coche, Marty toma la botella y se la bebe.
Lo que Michael J. Fox no esperaba era que la botella realmente había sido llenada con licor por el director Robert Zemeckis.
La reacción de Fox es realmente genial.
Michael J. Fox pequeña diferencia de edad:
Aunque en la película interpreta a un adolescente de 17 años, Michael J. Foxtenía 24 años en el momento del estreno de la primera entrega.
El 5 de Noviembre:
La fecha a la que Marty viaja en la primera parte -el 5 de Noviembre- es la misma que en la película “Time After Time”, que interpreta Mary Steenburgen (Clara Clayton).
Un Michael J. Fox, pluriempleado, fue la primera opción:
Aunque Michael J. Foxsiempre fue la primera opción, originalmente el papel de Marty fue interpretado por Eric Stoltz, que tiene la misma edad y cierto parecido físico con Michael J. Fox.
El problema es que Michael J. Fox ya se encontraba comprometido con la teleserie “Enredos de familia”.
Sin embargo, Stoltz no encajaba en el papel y, al final, el director de la película llegó a un acuerdo con el productor de la serie que les “prestaba” a Michael J. Fox siempre que éste no fallara a su compromiso con la serie.
Fox compaginó ambos trabajos durante el rodaje.
Llegaba al set de rodaje aproximadamente a las 6 de la tarde y trabajaba hasta las 6 de la madrugada, para después irse a casa, dormir unas cinco horas y cumplir con su otro trabajo en la serie.
Por ello, la mayor parte de las escenas de “Regreso al Futuro” ocurren durante la noche, y las escenas diurnas se rodaron durante el fin de semana.
El volver a rodar las escenas ya rodadas con Stoltz aumentó el presupuesto de la película en 3 millones de dólares.
Eric Stolz actor del método:
Se dice que Zemeckis decidió prescindir de Eric Stoltz debido a complicaciones durante el rodaje.
Al parecer, Eric tenía demasiadas ínfulas de “actor de método” y exigía que todos los miembros del equipo lo llamaran “Marty” incluso cuando no estaban rodando.
Eric Stoltz como Marty McFly en Regreso al Futuro. Escenas nunca vistas. Back to the future:
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Stoltz en lugar de Fox:
En la web oficial de “Regreso al Futuro” y en la edición especial del DVD podemos ver fotografías y escenas de la película interpretadas por Stoltz en lugar de Fox.
La máquina del tiempo:
Inicialmente, la máquina del tiempo iba a ser una nevera en lugar de un DeLorean. Sin embargo, se decidió cambiarla por dos razones.
Porque se trataba de un objeto muy estático y porque a algún niño podía ocurrírsele imitar lo visto en la película metiéndose en el frigorífico de su casa.
Además, todo el mundo sabe que las neveras no sirven como máquinas del tiempo sino que son una excelente protección contra explosiones nucleares.
Michael J. Fox y el monopatín:
Se dice que Michael J. Fox tuvo que aprender a patinar para la película, en realidad ya tenía cierta habilidad con el monopatín.
No obstante, contaba con un doble para las escenas complejas y con el asesoramiento de Tony Hawk para la coreografía de las escenas de monopatín.
Tony Hawk iba a ser el doble original de Marty cuando este era interpretado por Stoltz, pero era demasiado alto para hacer lo mismo con Michael J. Fox.
La serie “Los recién casados”:
Al principio de la primera entrega, el episodio de la serie “Los recién casados” que la familia está viendo en la televisión mientras cenan es el mismo que luego Marty ve en casa de su madre mientras cenan en 1955, ya que la serie estuvo en antena entre 1955 y 1956.
Zapatillas con velcro:
En la escena dónde Doc está colgado de las manecillas del reloj, se ve que lleva unas zapatillas de velcro.
Dado que el velcro no se inventó hasta principios de los años 60 (y la película está ambientada en 1955) se suele pensar que esto es un fallo.
Sin embargo, al principio de la primera parte Doc mete una maleta en el maletero del DeLorean, con sus cosas y su ropa.
En una de las escenas eliminadas de la película, se ve como su yo del pasado se dedica a hurgar en dicha maleta, lo cual explica como se hizo con esas zapatillas.
El rancho de la familia Peabody:
Cuando Marty llega a 1955 y se estrella con su coche en el rancho de la familia Peabody, el hijo de la familia confunde el coche con la nave espacial de un cómic que sostiene en su mano titulado “The Tales from Space”.
Dicho cómic fue creado especialmente para la película por Andy Probert.
Siete DeLoreans:
Durante el rodaje se utilizaron siete DeLoreans.
Uno de ellos estaba totalmente desmantelado para poder acceder más fácilmente a su interior; otro era una replica del DMC12 realizada en fibra de vidrio, fácilmente identificable debido a que el logotipo frontal de la marca es más grande en comparación con el del modelo real.
La calle principal:
La calle principal del pueblo es la misma que se usó en “Gremlins” y en “Los Fisgones”.
Doc sobornado a un poli:
Hay una escena, que no se editó finalmente en la que Doc soborna al policía que le pide el permiso para realizar ese “experimento meteorológico” con el Delorean.
Ronald Reagan:
Al por entonces presidente de EE.UU., Ronald Reagan, le encantó la escena en la que el Doc de 1955 no puede creer que el famoso actor sea el presidente de la nación en 1985.
De hecho, durante la proyección de la película pidió que se parase la misma y se volviese a proyectar dicha escena.
Reagan hizo referencia directa a la cinta en 1986 en un discurso oficial con las siguientes palabras:
Como dicen en la película “Regreso al futuro”, a donde vamos, no necesitamos carreteras.
Los pinos:
Al principio de la película, cuando Marty llega al Parking del centro comercial en el que le espera Doc, vemos en el cartel que dicho centro se llama Twin Pines Mall (Centro comercial de los pinos gemelos).
Cuando Marty viaja al pasado “atropella” un pino en su huida de la granja Peabody. Cuando regresa al futuro de nuevo al final de la película, el centro comercial se llama Lone Pine Mall (Centro comercial del pino solitario).
Van Halen:
Cuando Marty asusta a su padre en el 55 usa una cinta de casete titulada Van Halen, el cual es un tema inédito escrito por Eddie Van Halen especialmente para la película por petición del Steven Spielberg.
Pruebas de baile:
En la secuencia en la que el Marty de 1985 está haciendo las pruebas para el baile del instituto, la canción que toca Marty es “The Power of Love” de Huey Lewis and the News.
El actor que interpreta a la persona que les examina y les rechaza por ser “demasiado ruidosos” es el propio Huey Lewis.
Cameo de Steven Spielberg:
Cuando Marty McFly se dirige en monopatín al instituto al principio de la película, el conductor de un todoterreno al que se agarra es el propio Steven Spielberg, productor de la película.
Los calzoncillos:
En la versión original, a Marty McFly le llaman por la marca de sus calzoncillos: Calvin Klein.
Como cuando se estrenó la película en España esta marca no era muy conocida, aquí se cambió por Levi Strauss.
Y en Francia por Pierre Cardín.
De alcalde a vagabundo:
El Vagabundo que aparece diciendo “otro conductor borracho” cuando Marty regresa a 1985 es Red Thomas, alcalde de Hill Valley en el año 1955.
El actor que lo interpreta es Hal Gausman, decorador de la película.
Cambios de guión:
En el guión original de Robert Zemeckis y Bob Gale, Marty y Doc van a Nuevo México durante las pruebas con bombas atómicas para volver al futuro usando esa fuerza.
Asimismo, también en el guión original, el perro del doctor Brown (Einstein) era un mono llamado Shemp.
La mamá tramposa:
En la película se suprimió una escena en la cual Marty descubría a su mamá haciendo trampa durante un examen.
Efectos de sonido:
Los efectos de sonido para la copia en 70 mm fueron añadidos sólo 24 horas antes del estreno.
El guitarrista lesionado:
Cuando Marty toca en el baile al final de la película el tema “Johnny B. Goode” de Chuck Berry, el público no conoce la canción, dado que no se había compuesto todavía.
El guitarrista de la orquesta que se había lesionado la mano llama por teléfono y dice “Primo Chuck, creo que he encontrado el sonido que estabas buscando”.
Dicho guitarrista se llama Marvin Berry.
Acoplamiento en el espacio:
El libro que George escribe, y que le da a Marty al final de la película, es la historia que vivieron él y Lorrein en 1955 gracias a Marty, al cual ponen de extraterrestre.
El nombre del libro es “A match made in space” (“Acoplamiento en el espacio”).
Generador de Fusión:
El Generador de Fusión Mr. Fusion Home Energy Converter se fabricó usando entre otras cosas un molinillo de café Krups Coffee que también se ve al principio de “Alien” como un elemento más de la cocina del Nostromo
El Sr. Fusion Home Energy Reactor convierte los residuos domésticos en energía para la máquina de tiempo de condensadores de fluzo.
Sr. Fusión permitió a la máquina del tiempo DeLorean generar los 1.21 gigawatios necesarios para viajar a través del continuo espacio-tiempo.
La energía producida por el Sr. Fusión reemplaza al plutonio como fuente de energía.
El Sr. Fusión fue visto por primera vez cuando Emmett Brown regresó desde 2015, al final de Regreso al futuro 1.
Busca en la papelera de Marty y encuentra una cáscara de plátano, una lata de cerveza (vierte en los restos de la cerveza, y luego dejar caer la lata), y algunas otras piezas de basura.
Cuando Marty, Doc, y Jennifer llegan al año 2015, unos logotipos son vistos de Fusion Industrias en el callejón donde aterrizan.
Comentarios:
Como es lógico esta peli la he visto numerosas veces.
También es verdad que hacía ya seis u ocho años que no la revisitaba.
He vuelto a disfrutarla.
Un guión muy ingenioso, un desarrollo muy divertido y el ser una peli generacional, la convierten en un auténtico clásico.
Es cine de entretenimiento, sin más pretensiones, pero algo tendrá cuando sigue siendo tan actual, tan fresca, tan entrañable.
Las pelis de espías nunca nos han presentado la vida familiar de estos agentes.
The Americans nos ofrece por un lado las actividades propias de esta pareja de infiltrados y por otro lado la difícil conciliación de la vida familiar y laboral.
Elizabeth y Philip Jennings siguen sujetos a dilemas morales, aunque no pierden eficacia en sus trabajos.
Para colmo de dificultades la niña, Paige, ya adolescente se mete en grupos religiosos y toma a un predicador como referente. Por cierto este reverendo me da muy mala espina.
Sus padres, ateos soviéticos convencidos, no lo llevan nada bien.
Esta muchacha nos va a dar muchos problemas.
Pero hay más campos en esta serie.
Por un lado las desventuras de la bella y seductora Nina Krilova, que tiene que resolver su estancia en una cárcel rusa.
Por otro el agente especial Stan Beeman, que tiene que afrontar su divorcio y sus investigaciones.
La desdichada y engañada Martha Hanson también sufre lo suyo.
Un personaje que va cogiendo peso es el enigmático Gabriel interpretado por el gran Frank Langella.
La serie va ganando por temporadas y capítulos.
Estamos enganchados.
El episodio décimo tercero termina con una llamada que no nos va dejar dormir hasta la siguiente temporada.
Primero fue guión, después obra de teatro y al final peli.
Las historias se desarrollan siempre ese día de la semana en diferentes estaciones y diferentes años.
Se habla de amistad y de las relaciones entre jóvenes treintañeros, que padecen la crisis económica y vital, sobre todo la vital.
Se insertan números musicales, cantados por los mismos protagonistas. Al estilo El otro lado de la cama de Emilio Martínez Lázaro.
Los diálogos son fluidos interpretados por unos actores magníficos.
Predomina el tono de comedia con situaciones (supuestamente) hilarantes.
El ritmo de la peli es estupendo y no decae a lo largo del metraje.
Dicho todo esto: no consigo comprender porqué no me ha gustado.
Es una peli bien hecha, bien interpretada, pero a mí no me ha hecho gracia.
Tenía una cierta impresión de contemplar situaciones ya vistas, sin originalidad.
Los actores interpretando un texto que carecía de consistencia y que sobre el papel parecía cómico, pero llevado a la pantalla no tenía chispa, ni enganchaba al espectador.
Que los problemas de sus protagonistas, sin menospreciarlos, parecían de niños ricos, fútiles, sin contenido.
Ni siquiera los números musicales me gustaron.
Tal vez, sea yo el problema. Tenía una mala tarde, pero me pareció una peli intrascendente, olvidable y aburrida.
Una pareja de ancianos estaban detrás de mí. Reían de vez en cuando (yo no), pero casi al final dejaron escapar: ¡Que coñazo!.
Unas niñas de 12 a 14 años estaban al final de la sala, salieron media docena de veces a comprar palomitas, bebidas, chucherías… Estaba claro que tampoco se sentían atraídas por la historia.
Maggie Cheung lleva un vestido diferente en cada escena.
Había 46 en total, aunque no todos llegaron a la peli con el montaje final.
El rodaje se desplazó desde Pekín a Macao después que las autoridades chinas exigieron ver el guión terminado.
Durante el rodaje, Wong Kar-Wai improvisó, a menudo con los actores, la elaboración de la historia y el tono de la película a medida que avanzaba.
Originalmente, “In the Mood for Love” fue una película con el romance mucho más evidente.
Se decidió, comenzado el rodaje, dar una visión mucho más sutil sobre esa relación.
El número de la habitación del hotel donde se queda Chow es 2046, que es el próximo largometraje del director.
El rodaje duró 15 meses.
El maquillaje y la peluquería de Maggie Cheung llevaba unas cinco horas cada día de rodaje.
Wong Kar-Wai terminó el montaje de la peli una semana antes de su estreno en el Festival de Cannes.
La idea original y la inspiración para la película se derivaron de un cuento japonés en relación con dos personajes que a menudo subían juntos por la escalera sin hablarse. Los personajes en esta historia terminaban suicidándose.
Wong Kar-Wai encontró el título en inglés para “In the Mood for Love” mientras escucha una canción de un CD de Bryan Ferry con un título similar: “Yo estoy en el humor para el amor”.
Es una versión de una canción de 1930 con el mismo título.
La quinta colaboración entre Wong Kar-Wai y el director de fotografía Christopher Doyle. En total fueron siete colaboraciones.
Elegido por “Les Cahiers du cinéma” como una de las diez pelis mejor fotografiadas de 2000.
Cristina nos aporta que el tema principal de la peli fue compuesto por Shigeru Umebayashi y se llama “Yumeji’s theme“.
Durante la peli aparecen dos temas clásicos de Nat King Cole: Quizás y Aquellos ojos verdes.
Comentarios:
Revisando, solo me consta haber visto una peli de este director My Blueberry Nights, que me entusiasmó, como podéis comprobar leyendo mi crítica.
Deseando amar es la historia de una pareja de vecinos que descubren que sus cónyuges les son infieles.
Ella es administrativa y es testigo de los escarceos amorosos de su jefe.
Él es periodista y su mejor amigo es un putero.
Parecen vivir rodeados de adulterio.
Su curiosa relación va avanzando. Primero teatralizan las posibles situaciones con sus respectivos esposos.
Después colaboran en la realización de una novela.
Va naciendo la amistad y después el amor.
Pero ellos no quieren ser como sus parejas y se resisten a consumar su amor.
Ella exquisitamente ataviada con vestidos ceñidos de cuello alto que esconden su piel, pero no sus formas.
Él con su traje y su camisa blanca.
Parecen ser lo único puro que hay en su ambiente.
La peli plantea más incógnitas de las que resuelve.
La gran baza de la cinta es cómo está contada.
La cámara se coloca, en muchas ocasiones, fuera de la habitación donde dialogan los protagonistas, en un rellano de la escalera, o en una esquina de la calle, convirtiendo al espectador en observador cómplice, incluso perverso.
Tomamos el punto de vista del cotilla que impunemente se introduce en la intimidad de los protagonistas.
Cada plano destila sutileza y belleza.
Su ritmo pausado nos invita a la contemplación, al disfrute de la estética.
El tema musical, “Yumeji’s theme“, se repite, pero su belleza es tal que lo deseamos más y más. De hecho lo estoy escuchando mientras escribo este comentario.
El punto increíble lo dan las canciones de Nat King Cole. Temas que yo me sé porque mi madre los cantaba cuando era pequeño.
¿Cómo a Wong Kar-Wai se le ocurrió introducir estas dos canciones en una peli hablada en chino cantonés?
Un acierto haberla visto en versión original. El chino no es tan difícil, y se le va cogiendo el tranquillo a lo largo de la peli. Confunde un poco que en algunos momentos hablan en chino mandarín.
Os pongo el tráiler y el tema musical.
Después hay fotos de la peli, de su bella protagonista (Maggie Cheung) y del director, que siempre lleva gafas de sol.
De ésta presunta marcianada se podía esperar lo peor.
Pero el bueno de Ridley nos sorprende con una peli muy entretenida de principio a fin.
La podríamos encuadrar dentro de la ciencia ficción científica y verosímil. No es una peli fantástica.
Nunca he comprendido el afán por trasportar humanos a satétiles y planetas.
Explorar el sistema solar con sondas vale, pero enviar personas no tiene mucho objeto.
Soy de los que piensan que nunca se ha llegado a la Luna, que eso fue el gran timo de los norteamericanos a la opinión pública mundial.
No puedo creer que el proyecto Apolo llevara a doce hombres a la Luna del 69 al 72 y 43 años después no se haya vuelto a hacer.
Lo de ir a Marte es complicado sobre todo por que la salud de los astronautas se vería gravemente deteriorada después de más de un año de ingravidez, posiblemente su reencuetro con la fuerza gravitatoria resultaría mortal.
Vayamos a la peli.
Matt Damon queda en Marte como una especie de Robinson Crusoe que nos va narrando lo que va realizando para sobrevivir. Su relato no resulta, para nada, aburrido.
Por otro lado se nos cuentan las actividades de la NASA para salvarle.
Exceptuando alguna laguna argumental, todo resulta coherente.
Hay un tratamiento con buen sentido del humor, evitando un dramatismo circunspecto. Ese tono hace a la peli más atractiva.
Damon es un actor perfecto para interpretar al americano medio que puede ser un héroe sin pretenderlo, haciendo lo que puede y lo que sabe sin mucho esfuerzo.
Este actor es Thom Hanks en joven.
Jessica Chastain interpreta a la comandante de la nave y, como suele ser costumbre, está maravillosa. Cada día me gustas más.
Esperemos que con esta peli Ridley Scott enderece su torcida carrera.
Lo primero que se me ocurre comentar de esta peli es lo bien que rueda Guillermo del Toro.
Todas sus escenas están filmadas con elegancia, con un dominio absoluto de la cámara y con un montaje eficaz y sofisticado. Todo un maestro.
La cumbre escarlata es una mezcla de La edad de la inocencia de Martin Scorsese, Rebeca de Alfred Hitchcock y de El sexto sentido de M. Night Shyamalan.
Sobre todo al principio tiene ese estilo romántico y decadente de la sociedad victoriana retratada por Scorsese.
Esa gran mansión regentada por la cuñada tiene un aire al Manderley de los Winter.
El “en ocasiones veo muertos” que decía el niño Cole Sear, interpretado por Haley Joel Osment, cobra todo sentido. porque a Edith Cushing (Mia Wasikowska) le pasa lo mismo.
La historia es un cuento de terror gótico-romántico.
Del Toro le sabe dar su toque de autor, elaborando una historia con su sello personal. Un relato fascinante en su fondo, pero más aún en su forma.
Se cuidan todos los detalles de producción. Unos decorados maravillosos, llamativos, decadentes.
Un vestuario acorde a las circunstancias.
La mansión escarlata que se cae a pedazos es el símbolo perfecto de la decadencia y la podredumbre moral y económica de una familia de aristócratas que han sido incapaces de sacar su hacienda adelante.
Pero la peli de Guillermito no olvida ni la intriga ni el terror.
El escarlata es el color predominante, la sangre rodea a los personajes.
Mia Wasikowska compone un buen personaje, no es solo una damisela que se asusta y grita, sino que sabe defenderse y …
Jessica Chastain interpreta a una malvada cuñada.
El mayor enemigo de una casada son las cuñadas, como todo el mundo sabe, más aún que la suegra.
Jessica está maravillosa. Después de verla aquí caerás en la cuenta que tus cuñadas no son lo peor. Por encima de su maldad está la Chastain. Si son peor que ella solo te queda la solución final.
Es curioso que a pesar de su maldad, su belleza y su magnetismo son tan intensos que no puedes evitar enamorarte de ella.
Por eso no puedo comprender como el soso de Tom Hiddleston prefiere a la floja Wasikowska al amor incestuoso con la fatal, pero irresistible Jessica.
Resulta increíble que este director pretenda estrenar en 2018 Pacific Rim 2. La primera fue un bodrio total.
Esta semana hemos comentado con Pablo Franco la actualidad cinematográfica alcarreña.
Comentamos las novedades en el Cine Club Alcarreño, en el Taller de Cine de Azuqueca de Henares y los estrenos más (o menos) recomendables en los Multicines Guadalajara.
Hemos hablado de las siguientes pelis (entre otras):
Esta peli francesa es una comedia romántica al uso.
Chico conoce chica. Chico y chica discuten. Chico y chica se reconcilian.
Se podría decir que se trata de una peli generacional. Sobre esos jóvenes al rededor de los treinta que no han sabido orientar su vida. De esto habría mucho que comentar y ahora no es el momento.
Está contada por sus personajes que alternativamente van relatando en primera persona lo que va ocurriendo.
Una sucesión interminable de primeros planos y planos medios.
La historia avanza sobre todo por el discurso de los personajes, los recursos cinematográficos son francamente escasos.
Hay momentos simpáticos, pero en general resulta bastante aburrida.
Todo es muy plano, con escasas emociones, con un tono ligero que da poco interés a lo que estamos viendo.
Mi amigo Daniel dio alguna cabezada. La consideró aburrida.
Mi amiga Mercedes la califica de floja.
Yo coincido con ellos, pero además a mí me irritó profundamente esa voz en off continua, machacona, que cuenta lo que ya estamos viendo.
Me puso de los nervios los cambios de textura de la imagen, sin ningún sentido. Con planos desenfocados de grano grueso, con otros bien fotografiados.
Posiblemente el momento cumbre de la peli, que es el objeto de discusión de la pareja protagonista, se relata evitando ver a los actores, que hubiera tenido una gran fuerza dramática. Aunque el motivo de enfado del muchacho yo no lo termino de ver.
De los actores, más bien mediocres, salvo a la bella y encantadora Maud Wyler de la que pongo una foto.
Tal vez las intenciones de la peli sean buenas, pero el resultado es francamente decepcionante.
Jaco Van Dormael compone una peli más que inclasificable. La podemos encuadrar en muy diversos géneros.
Se trata de una comedia negra, irreverente e iconoclasta, con dosis de aventura infantil y sátira religiosa y social.
La premisa: Dios vive en Bruselas y es un cabrón de tomo y lomo. Anula a su esposa, maltrata a su hija e inventa putadas para fastidiar al ser humano.
Cuando abandona su enclaustramiento demuestra ser un inadaptado social.
Su hija decide buscar 6 apóstoles y un evangelista. Se nos introduce en la vida de estos personajes, abusando de la voz en off.
Más que comicidad hay patetismo en el relato, que resulta fascinante en tanto en cuanto a su originalidad.
Tal vez la broma se alarga demasiado.
En la sala estábamos unas cincuenta personas. Era curioso ver como no nos reíamos sincronizadamente. Había momentos que me hacían gracia, pero nadie me acompañaba. En ocasiones eran otras personas las que se reían ante situaciones en las que yo no encontraba la comicidad.
Algunos de los relatos de los apóstoles, que funcionan como cortos independientes, son especialmente llamativos.
El amor entre la joven mutilada y el asesino que posiblemente termine depilándose.
Pero el episodio más estrambótico es el del amor de Catherine Deneuve con un gorila hecho y derecho. Una mezcla de bestialismo y geronfilia de lo más turbador.
Hay un estilo recargado de contar la historia a lo Amélie (Jean-Pierre Jeunet).
Es una peli que da mucho al comentario posterior.
He sentido una mezcla entre fascinación y decepción.
Dentro del Ciclo de Cine francés actual de Azuqueca de Henares se proyecta esta peli en el EJE (Espacio Juvenil Europeo).
Las últimas pelis francesas que he visto han resultado un fiasco total.
Cuando se estrenó Hipócrates duró muy poco en cartel y no la pude ver.
Las pelis de médicos son, en general, una eme.
De las series no quiero ni hablar, salvando Urgencias que se emitió entre 1994 y 2009 por la cadena NBC, creada por el novelista Michael Crichton, que también es médico. La veía en mis noches de guardia hace muchos años y me gustaba. Quedaba claro que su guionista sabía de que hablaba.
Thomas Lilti se nota que es médico.
Porque esta peli es un acercamiento certero y realista a la actividad de un médico residente en un hospital en la actualidad.
En Hipócrates se analizan dos planos diferentes.
Primero el punto de vista de un joven médico que se encuentra con el abismo de la actividad asistencial, con los problemas de práctica diaria, con la dificultad de la relación con los pacientes y los familiares, con cuestiones éticas, con la muerte, con las dudas, con los errores…
En segundo plano la sanidad pública con sus defectos, víctima de los recortes y de la desidia.
Hay un aspecto que no se suele tocar en ninguna peli de médicos que es la relación de éstos con la enfermería, en ocasiones complicada. En esta producción se refleja de manera muy certera.
No hay sensiblería, sentimentalismos baratos, ni épica de la curación… Hay realidad, verdad, honestidad… Todo eso lo agradezco mucho.
Una de las mejores pelis de médicos de la historia del cine.
Me permite reconciliarme temporalmente, al menos, con el cine francés.
El cine independiente americano, de vez en cuando, nos ofrece alguna película brillante.
Alfonso Gomez-Rejon nos brinda una peli con varias facetas todas muy interesantes.
La supervivencia en el instituto, un medio hostil para los raritos. El retrato en primera persona de ese ambiente es especialmente certero.
La familia del protagonista, deliciosamente estrambótica.
La amistad entre adolescentes capaces de disfrutar de la compañía y de los silencios.
El acercamiento hacia la enfermedad, tratada con respeto, sin dramatismos excesivos.
El cine como elemento de evasión, de diversión y de creatividad con la realización de esas versiones cutres estilo suecano como en Rebobine, por favor la peli de Michel Gondry de 2008.
Con una premisa descacharrante: elegir una peli, cambiar el título por algo parecido y hacer un versión a partir de ese enunciado. Por ejemplo: Apocalypse Now te lleva a Halitosis Now…
La idea que también se puede aprender de las personas después de su muerte.
La peli cumple cuando es comedia y enternece cuando es drama, pero sin sentimentalismos baratos de culebrón.
El final de Rachel (una maravillosa Olivia Cooke) viendo su película es uno de los mejores momentos del cine actual.
De lo mejor de este año.
(No he comentado nada de la voz en off, totalmente innecesaria).
Una familia norteamericana llega a un país del Sudeste Asiático donde se lía la de Dios es Cristo.
Tiene que ser un país fronterizo con Vietnam que además su capital esté solo a tres kilómetros por río de este segundo país.
Por más que miro el mapa no me cuadran ni Laos ni Camboya.
El caso es que los indígenas son supermalos y se cargan a todos los extranjeros que pueden, incluso la embajada americana es asaltada.
El padre de la familia se siente culpable por ser un fracasado y encontrar trabajo de segundón tan lejos de la patria.
Hace lo que puede por salvar a su prole.
Las hijas son un coñazo. Que si he perdido el osito. Que si me hago pis. Que si tengo hambre. Que si quiero irme a casa. Que si papá no te vayas…. Mientras hay tiros y machetazos por doquier.
Podría decir que a parte de escenas inverosímiles, la peli mantiene bien la tensión, pero hay un error de casting fundamental: nadie se puede creer a Owen Wilson como actor dramático.
Lo siento, pero a este actor le persigue un halo de comedia, e incluso en los momento más trágicos me da la impresión que va a soltar un chiste. Estoy convencido que ni el mismo se cree su papel.
Curioso y paradógico que la familia norteamericana termine salvándose llegando a Vietnam.
Me acabo de dar cuenta que he destripado la peli. Lo siento.
Una familia de espías soviéticos que lleva una vida normal entre los norteamericanos, que reside y vive como ellos desde hace muchos años.
Esta segunda temporada comienza con el asesinato de otra familia, diferente a la protagonista que vivía en una situación similar.
No se conoce al asesino lo que ocasiona una profunda perturbación en nuestros espías protagonistas y en los espectadores.
La historia avanza con muy buen pulso narrativo, introduciendo nuevos personajes y otros (lamentablemente) se van perdiendo por el camino. Es lo que tiene este difícil mundo.
Uno de los elementos fundamentales de esta temporada es que la niña de esta familia (soviética) les sale rana y se mete en grupos religiosos.
Es una serie de espías, de la Guerra Fría, pero con el plus de la trama familiar.
Los escenarios son el F.B.I., la embajada rusa y el domicilio familiar de los Jennings.
Keri Russell interpreta a Elizabeth, una mujer fuerte, con profundas convicciones que no duda ni por un momento de su labor.
Matthew Rhys es Phillip Jennings, que tiene una doble y a veces triple vida y que cumple como un campeón con su esposa de mentira, la crédula Marta.
Por sacar algún pero… Tal vez, a veces, parece un producto de diseño. Hay sexo, crímenes, alguna pelea, tensión narrativa… Todo muy bien, pero demasiado pensado para atraer a un público deseoso de lo que ofrece.
Elena y yo estamos enganchados y ya hemos comenzado la tercera temporada.
La de su director: Joseph Losey, un exiliado norteamericano en Londres.
Su guionista: Harold Pinter que fue reconocido con el Nobel de literatura.
Y su protagonista: un inconmensurable Dirk Bogarde, que asumió la función de director durante el tiempo en que Losey estuvo hospitalizado por neumonía.
Aunque no hay que olvidar al director de fotografía Douglas Slocombe que creó un ambiente memorable que contribuye fundamentalmente a conseguir una obra maestra.
Posiblemente se trate de un drama psicológico.
La relación señor-criado se va viciando a lo largo del metraje.
Hay superioridad, pero también dependencia.
Ese adinerado joven con un proyecto en Brasil, una especie de sueño, que todo el mundo da por hecho que no se va a cumplir, porque este joven sencillamente es un inútil.
Y hasta tal punto es su incapacidad personal que necesita absolutamente de su criado, que lo mal cría para hacerlo más inútil y más dependiente.
Ese sirviente es malvado y constantemente parece expresar con su mirada lo contrario que ejecuta con sus actos. Es irreverente, maleducado, pero parece lo contrario.
A pesar de todo esta pareja, posiblemente con pulsión homosexual vive en armonía que se verá alterada por la presencia de las mujeres.
Primero la novia que no soporta (aparentemente) al criado que se inmiscuye en su relación.
Entre ellos (novia y mayordomo) se establece una competencia hacia el tonto del señor, que debe de decidir su definición sexual eligiendo a una o a otro.
Después la presencia de la falsa hermana que representa la perdición, esa tentación que lleva al desastre, cual Eva que rompe el Paraíso.
Esa chica de falda demasiado corta es introducida por el sirviente para romper su relación con su amo y, en definitiva, demostrar su poder con su ausencia.
En el tramo final se llega a una decadencia total con un ambiente viciado con una situación absurda.
Los juegos son luchas de poder. Eso es representado magníficamente por el director que coloca al señor tirando la pelota en la parte superior de las escaleras, o al sirviente en un plano superior cuando le incita a tomar láudano para sumergirlo en el vacío.
Todo muy turbio, muy oscuro, muy raro.
Pero además contado con una fotografía (maravillosa) en blanco y negro, muy contrastado en el interior de la casa que es retratada desde todos los ángulos y los puntos de vista.
La constante presencia de los espejos, que componen una visión de una realidad deformada que juegan con el espectador confundiéndolo, sin saber si lo que ve es el reflejo o la realidad misma.
Los cuatro protagonistas, Dirk Bogarde, Sarah Miles, Wendy Craig y James Fox, están soberbios.
Dirk Bogarde componiendo un personaje que hace lo contrario de lo que piensa, malévolo, manipulador, un cabrón.
Sarah Miles una especie de lolita que rompe (intencionadamente) la armonía (falsa) de un hogar en “perfecto” equilibrio.
Wendy Craig, soberbia prometida, consciente de la ineptitud de su novio, que está celosa de la relación con su criado.
James Fox, el señor inútil, perfecto representante de una clase social parásita, incapaz de valerse por sí misma.Tan poderosa como absurda, cuyo único mérito es tener dinero, que no sabe ni cocinar su comida, ni limpiar su porquería.
Posiblemente es el que sufre la mayor degradación moral y personal durante la película, aunque desde el principio se delata como un tontoelculo.
La turbiedad de la peli sigue perfectamente vigente.
Seguro que en el debate encontraremos muchos más matices. Es una peli perfecta para discutir.
Felicitar a Jose y Susana por esta magnífica elección.
Comenzaré sin rodeos: Hitman: Agente 47 es un producto deleznable.
Una sucesión de imágenes, en un montaje descerebrante, sin una trama con una mínima coherencia.
La ausencia de interés es desde el principio.
Esta peli es de las que se olvidan inmediatamente por una cuestión de simple salud mental.
Todo es ya visto, sin una mínima originalidad.
No hay más que tortas y tiros.
Resulta sorprendente como el espectador se tiene que desposeer de la más mínima moralidad para soporta un bodrio (que no peli) en el que van muriendo decenas de personas a lo largo del metraje.
Hay una desidia moral en este tipo de filmes de acción que me resulta preocupante.
Oí a alguien al salir de sala: Es entretenida.
Estuve por gritarle al oído, pero me contuve: ¡Esto es un subproducto abominable!
Es curiosa, y formidable, la expectación que despierta un estreno de Amenábar. Contribuye la promoción de Tele 5.
Ya no se puede decir que sea una joven promesa. Ha hecho pelis notables. Pero desde hace unos años parece que esté en declive.
Hace seis años que estrenó Ágora. Fue una de mis primeras críticas. Era una mierda, mi crítica, no la peli. Es curioso que después de más de un lustro no haya mejorado nada.
La peli trata de una muchacha que ha sufrido abusos y violaciones por parte de su familia, que no recuerda nada, por lo que se la somete a terapias psicológicas de regresión. De ahí el nombre.
Hay una investigación sobre la implicación de ritos satánicos.
Ya sabemos que a Alejandrito le gustan los repartos internacionales y los rodajes en lugares lejanos (Canadá, que simula ser la Minnesota de los noventa).
Pero a pesar de ello la peli tiene un terrible tufo a telefilm de sobremesa.
El recurso de las pesadillas confundiendo al espectador resulta patético. A mí me parece penoso, incluso bochornoso.
Las comparaciones siempre son odiosas.
Mi amigo Miguel Ángel cuando le preguntabas que tal estaba siempre respondía: Comparado con quién.
El universo de la peli invita a recordar la primera temporada de True Detective.
Y no hay color.
La turbiedad moral y ambiental de la serie con ese magnetismo enfermizo que desprende, en la peli de Amenábar es zafiedad y falsedad con señores con capucha con la cara pintada, terror de tvmovie para adolescentes acneicos (perdón por meterme con el público, que solo es víctima).
Para colmo de desgracias Ethan Hawke se empeña en recrear un personaje muy intenso, muy atormentado, llegando, en ocasiones a la astracanada.
A Emma Watson le tengo mucho cariño, la vi crecer en Harry Potter, pero no puedo salvarla. Su interpretación es penosa, y nulamente convincente.
Regresión disfrazada de thriller psicológico es solo una peli de terror barata de segunda (o tercera) que si tiene éxito es por la promoción y por el nombre de su director.
Le termino dando la razón a mi amigo Jesús Hernando.
Eran Riklis es un director israelí. Ha vivido en EE.UU. y Canadá. Estudió cine en Londres. Sirvió en las Fuerzas de Defensa de Israel durante la Guerra de Yom Kipur.
Con su peli El Gerente de Recursos Humanos obtuvo la nominación a los Oscar, la primera peli israelí que lo consigue.
Mis hijos se adentra en el conflicto entre los israelitas árabes y judíos.
En Israel hay más de millón y medio de árabes que tienen nacionalidad israelí.
Comienza como una peli costumbrista, llena de humor, que retrata con cierta ternura la situación de los árabes israelitas.
Conforme avanza se convierte en un drama: el amigo con distrofia muscular, la novia que su familia prefiere que tenga cáncer a un novio seguidor del Islam…
La ventaja, entre otras muchas, de ver la peli con amigos es que te hacen la crítica.
Mi admirado amigo Daniel apuntaba, certeramente, que lo importante no son las etnias, ni las religiones, sino las personas.
Eran Riklis sabe trasmitirnos esta reflexión y a pesar de lo duro del tema, consigue suavizarlo con un manto de humor (sobre todo al inicio) y de optimismo.
Destacar que todas las actrices son bellísimas: la madre (Laëtitia Eïdo), la novia (Daniel Kitsis), la madre del amigo (Yaël Abecassis)…
Arranca muy bien esta temporada el Cine Club Alcarreño.
Solo dos palabras para mostrar mi opinión.
Se ha abierto el debate sobre volver al Teatro Moderno o seguir en los Multicines Guadalajara.
El Teatro Moderno solo ofrece el plus de la nostalgia.
En los Multicines se disfruta de una calidad de imagen y sonido insuperables, una visibilidad perfecta desde cualquier parte de la sala y accesos y aparcamiento (gratuito) inmejorables.