Saura nos debía a los aragoneses una peli dedicada a la jota.
A mí oír cantar o ver bailar la jota me despierta una emoción especial.
Lo que justifica que me haya pasado gran parte del metraje llorando.
Saura nos ofrece una panorámica de los diferentes aspectos de la jota.
Se esfuerza en no aburrir.
Me impresionaron la jota flamenca y la gallega por poner dos ejemplos.
Magnífico el homenaje a Imperio Argentina en Nobleza baturra. ¡Qué ganas de volverla a ver!
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Muy sentido el tributo al gran Labordeta que terminó siendo un abuelo para todos los aragoneses, aunque eligiera una canción especialmente triste como Rosa rosae.
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Está bien la participación de Carmen París con esa fusión de jota y jazz.
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Tal vez he echado de menos un gran baile de jota de la más acrobática (puede que no sea el término más correcto) al final de la peli, como gran colofón.
En cualquier caso una peli muy valiosa, con una estética simple pero muy cuidada que ofrece un amplio panorama de la jota.
Vi en mi infancia el relato épico de Antonio Román de 1945.
Me impresionó.
De hecho aún la recuerdo y eso que no la he vuelto a ver.
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Salvador Calvo, especialista en series de tele, nos ofrece un relato de factura técnica correcta que cabalga entre el heroísmo, la obstinación y la locura.
Inicialmente me impresiona falto de ritmo, lastrado por una narrativa torpe, pero la peli gana en su final.
Cuando la historia se vuelve trágica, cuando ya no hay heroísmo, sino el sinsentido como norte, es cuando la historia crece y alcanza paradógicamente sus mejores momentos.
El teniente Tosar empeñado en no rendirse, capaz de asesinar a sus soldados mientras duermen por aplicar el reglamento de campaña, es el paradigma de la sin sazón de la guerra.
Soldados y mandos que luchan en una batalla que se resolvió económicamente por unos políticos, que abandonaron las colonias y a los soldados y funcionarios, colmando el deshonor.
Porque ni siquiera supieron ceder la soberanía de sus territorios de ultramar (Cuba, Puerto rico y Filipinas) a sus habitantes sino que los vendieron al nuevo imperio americano.
Eso se refleja correctamente al final de la peli, edificándose un relato de derrota moral, de crisis, donde quienes tienen el comportamiento más noble son los luchadores filipinos.
Por cierto en la peli aparece la enfermedad del Beriberi, que se debe a déficit de vitamina B1, tiamina o aneurina.
El llamado Beriberi húmedo cursa con insuficiencia cardiaca, por lo que los enfermos presentan edemas maleolares y en los pies, cuestión que se refleja bien en la peli.
Carlos Hipólito interpreta a un médico militar bastante competente.
Hay mucha diferencia entre las actuaciones de los jóvenes actores y los veteranos. ¿Adivina cuáles son los mejores?
Para mí Javier Gutiérrez, componiendo un personaje de perro viejo, que se las sabe todas, un suboficial que busca la muerte y el honor, del que carece absolutamente.
La peli se inicia con unas mujeres con obesidad mórbida bailando desnudas como si fueran gogós de discoteca cult.
Nos da la idea perfecta de lo que vamos a ver en esta peli.
Tom Ford nos va a ofrecer lo peor de esta sociedad, lo más desagradable, pero disfrazado de arte y de estilo.
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La trama se desarrolla en tres planos diferentes.
Por lado la vida de Susan Morrow (maravillosa Amy Adams) que habita en un mundo de riqueza, de esnobismo, de cirugía plástica y reparadora.
Galerista de moda, su matrimonio es un fracaso y su vida bastante triste.
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Por otro la novela que un exmarido le envía y dedica.
Una historia cruel y violenta.
Desarrollada en la América profunda, donde los paletos sin barreras morales campan por sus respetos.
Tony Hastings (Jake Gyllenhaal) es asaltado y su mujer e hija tienen un triste final.
Es la historia del hombre bueno, que algunos considerarían débil, que se ve arrastrado a la venganza.
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La presencia en el relato literario de un inspector, Bobby Andes interpretado por un magistral Michael Shannon, da una energía a la narración inconmensurable.
Un personaje que merece un aparte.
Un policía de la vieja escuela, que le importa más la justicia que la ley.
Desprecia a los delincuentes, pero también a la víctima y la culpa de no haber sabido defender a su familia. la misma culpa que siente Tony Hastings.
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Mencionar al malvado Aaron Taylor-Johnson, un individuo despreciable, un cáncer dentro de una sociedad ya enferma.
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El tercer nivel de la historia es la relación juvenil entre Susan Morrow y Edward Sheffield, también interpretado por Jake Gyllenhaal.
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Él un novelista sin futuro. Ella una rica heredera que odia lo que representa su madre, pero termina eligiendo el mismo camino.
Tom Ford sabe retratar una sociedad vacía, donde la apariencia es lo importante y contraponerla al sufrimiento de la víctima destinada a padecer la injusticia.
Mundos que conviven, pero no se tocan, que no convergen. Moviéndose en escalas diferentes.
La peli en su conjunto contiene el andamiaje perfecto para entretener y subyugar, pero no plantea soluciones, no hay sitio para la felicidad, ni para la justicia, ni para la redención.
Es un espectáculo triste y desolador que te atrapa en la trampa que se teje con habilidad.
Me cabe preguntarme: ¿en esta sociedad decadente, en crisis, el arte, y el cine en concreto, qué función deben jugar?
¿La denuncia, y solo la denuncia, está bien?
¿O sirve para profundizar en el vacío moral?
Mi amigo Carlos ponía el ejemplo de presentar como arte un urinario en una exposición.
Me parece que me he ido muy arriba.
Que nadie me haga caso.
Debe ser la cafeína que me hace discurrir más de la cuenta.
Después de comentar durante hora y media Anomalisa, vemos algunos cortos de animación de la época silente del cine.
Disfrutamos de este corto mítico, que ya conocía.
Me llama la atención la imaginación que se despliega y también cierta crueldad, con momentos muy cercanos al gore que preludia un cine de animación basado en el slapstick, que tan buenos momentos nos ha dado en nuestra vida.
Vemos también un corto de Rasca y Pica que homenajea al botero Willie. Genial.
Cristian Mungiu nos cuenta una historia pequeña, pero que nos representa cómo es la actual sociedad rumana.
Un padre decidido a que su hija tenga un mejor porvenir, para lo cual debe sacar unas notas excelentes para conseguir una beca para estudiar en el Reino Unido.
La sociedad rumana abandonó una dictadura comunista para abrazar el capitalismo extremo.
La corrupción afecta, no solo a políticos y empresarios, sino a toda la sociedad.
El individualismo ha llegado a límites extremos y nadie ayuda a una chica que va a ser violada.
Escalofriante la escena en la que los transeúntes miran y no son capaces ni de usar su móvil para llamar a la policía.
Los exámenes es una peli triste y descorazonadora.
Mungiu rueda con simplicidad con planos secuencia, con sonido ambiente realista, sin música que te obligue a sentir.
Se afana en mostrarnos la historia sin los artificios habituales.
No puedo evitar sentir una infinita comprensión hacia ese médico y padre que lucha por mantenerse a flote a pesar que nada le va bien.
Me decía una paciente comentando esta cinta: “aquí no estamos tan mal“.
Un placer y un honor compartir fila con Ana, Rafa y Daniel.
Mañana es un documental que nos intenta ofrecer alternativas reales en diferentes aspectos al modelo de sociedad actual.
Habla de la economía sostenible, del reciclaje, de la agricultura, de la energía, de los medios de transporte, de la política y de la sociedad. Seguro que me olvido de algún tema.
Bien montado, con imágenes bellas, incluso impactantes, nos recorre el mundo.
Comparto todas las alternativas que se proponen, la mayoría me parecen estupendas.
Pero lo que se nos presenta no deja de ser un publirreportaje.
Donde todo es felicidad y regocijo, sin sombras, sin fisuras.
Esto le resta realismo y credibilidad.
A pesar de su formato de producto publicitario me resultó aburrido.
Contribuye al tedio su excesivo metraje.
Intenté mantener el tipo, pero di alguna cabezada.
Cuando terminó le dije a Daniel que me había parecido largo. Mi amigo afirmó: “a mí más que a ti, porque yo no he roncado“.
Ana me dejó bien claro que le había encantado.
Rafa siempre es muy exigente.
Saliendo me encuentro con la super-agradable Mari-Asún. Siempre pensando en sus alumnos, quería proyectárselo en clase. Le propongo hacerlo por capítulos y no de tirón.
La misma tarde que vemos Anomalisa para completar visionamos este corto también en stop motion.
Dedicamos este primer trimestre al cine silente y enlazamos los temas que se fueron descubriendo con pelis actuales.
Este corto es mudo y de animación.
El cine de dibujitos ha sido siempre calificado de infantil, esta obra muy al contrario está dedicada a un público adulto que sepa interpretar las claves que se presentan.
La historia de seis minutos es sencilla.
Un individuo condenado a una vida triste y miserable en un trabajo “poco creativo” descubre que de su abdomen fluye una luz que permite ver la realidad a colorines.
Inventa unas gafas que dan felicidad a sus compradores. Su vida en blanco y negro, o mejor en gris, cambia a technicolor. ¡Una maravilla!.
El inventor se hace rico y se transforma en un tirano con sus empleados.
Creo que es la esencia del argumento.
Si me equivoco mis compañeros del Taller de Cine me corregirán el próximo jueves.
Una parábola de la vida actual.
Demasiado triste y pesimista.
¿Estas gafas son como la tele?
Se puede ver enterico abajo del todo, donde coloco los vídeos habitualmente.
Zemeckis ha querido componer una historia de amor y espías.
Le ha salido sobre todo melodrama.
Con un estilo clásico, reposado, con las mínimas estridencias.
La peli podría pecar de falta de nervio, de energía, pero a mí me parece que tiene la suficiente para encandilar al espectador.
Tal vez sea una peli pasada de moda.
Lo que se lleva ahora son escenas de acción frenéticas y persecuciones con derrapes.
De eso carece Aliados y eso es probablemente su mayor encanto.
Tenía ganas de ver una peli en la que la emoción sea la justa, pero lo suficientemente verdadera para que me llegue.
Marion Cotillard estupenda, maravillosa.
Lástima que Brad Pitt no esté a la altura. Parece que se quisiera contener para evitar los celos de Angelina, pero eso con Marion enfrente es imposible.
Zemeckis quería hacer un clásico y lo ha conseguido.
Veinte años después de La niña de tus ojos,Fernando Trueba nos obsequia con una secuela.
La crítica la ha vapuleado, pero yo voy a defenderla contra viento y marea.
Es cierto que usa de chistes visuales y de diálogos ya vistos, pero yo los interpreto como un bello homenaje a la comedia española.
Tal vez algunas partes del guión resultan poco creíbles, pero cuantas veces la realidad resulta inverosímil.
Las peripecias de este grupo de “cómicos” la siento como muy nuestra, enlazando con la mejor comedia clásica española.
Hay un homenaje de Trueba al cine y los que en él intervienen.
Me encanta la presencia callada y continua de la script en la mesa al lado del director.
Además de los actores, los técnicos tienen su protagonismo en la peli. Trueba no se olvida de ellos.
Hay un homenaje también a esos millones de españoles que sufrieron la represión de la Dictadura Franquista y malvivieron hablando en voz baja por el temor de la cárcel y de la muerte.
Todos los personajes tienen su importancia y todos están magníficamente interpretados.
Macarena Granada vuelve de los USA hecha una estrella de Hollywood y con nacionalidad americana, algo parecido a su actriz Penélope Cruz.
Si en La niña de tus ojos se comía la pantalla y todos pudimos darnos cuenta que estaba bendecida con ese don divino que es que te quiera la cámara, aquí, en La reina de España, lo volvemos a confirmar.
Una actriz como la mejor, a la altura de las grandes divas de la pantalla de todos los tiempos.
Con esos ojos, inmensos como el horizonte, capaces de expresar emociones y sentimientos y, lo que es más grande aún, de transmitirlos al espectador.
Penélope, te reverencio, te idolatro.
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Si de verdad fueras la Reina de España me volvería monárquico.
Una de mis máximas ilusiones, en mi actividad cinematográfica, sería poderla entrevistar, pero muy probablemente la emoción me impediría articular palabra.
Este verano cuando iba hablar con uno de mis ídolos, en otro ámbito diferente al cine, mi hijo me dijo: “sobre todo no te eches a llorar. Que te conozco“.
Pero en esta peli todos los actores están estupendos, incluyendo a Santiago Segura, que no goza de mi devoción usualmente, pero aquí me ha encantado.
Extraordinarios como es habitual Antonio Resines, Neus Asensi, Ana Belén, Javier Cámara, Loles León, Jorge Sanz, Rosa María Sardá, Aida Folch, Jesús Bonilla, Ramón Barea, Anabel Alonso…
Bien por Chino Darín que lo tiene difícil para llegar a igualar a su padre. Superarlo es imposible.
Divertida la presencia de Arturo Ripstein.
Mención a parte merece Carlos Areces, capaz de interpretar al etarra Patxi en Negociador y aquí al mismo Caudillo, con igual naturalidad. Un gran acierto.
Destaco los cameos del director Juan Antonio Bayona, del economista y periodista turolense Luis Alegre como cura de huerfanitos y de la magnífica periodista Conchita Casanovas preguntando como en la vida real con inteligencia en una rueda de prensa.
Seguro que hay algún cameo más que no he sido capaz de descubrir.
El diálogo final entre Franco y Macarena de los que más he disfrutado en mi vida.
Si eres de los que dice que no te gusta el cine español, no vayas a verla.
Por ello no me molesta que se hagan cinco pelis ambientadas en este cosmos especial, aunque sea para que Heyday Films y Warner Bros puedan oír el clin de la máquina registradora.
Los cuatro personajes protagonistas me caen bien de principio.
Eddie Redmayne interpretando a ese mago flojo, delicado y ligeramente torpe, muy alejado del héroe convencional.
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Katherine Waterston atractiva investigadora ninguneada por sus superiores.
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Dan Fogler un gordo bonachón muggle cuya mayor ilusión es abrir una pastelería para endulzar la vida a las personas.
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Alison Sudol la atractiva y enamoradiza maga capaz de leer la mente.
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Son cuatro pringados. La idea que sean los héroes de la función me parece muy atractiva.
Los efectos especiales magníficos.
La ambientación y el retrato de Nueva York de principios del siglo XX maravillosos.
Los animales fantásticos muy atractivos.
Los aspectos sobre el reprimido Credence Barebone, bien interpretado por Ezra Miller, interesantes.
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Pero la trama termina cayendo en ese cine de escombro que tanto detesto y que tanto parece gustar a los adolescentes de esta época actual.
Quiere imitar sin disimulo el cine de super héroes de los últimos años.
El encanto de las primeras pelis de Harry Potter era su trama intimista, incluso minimalista que se perdió en las últimas dos entregas.
El cine estaba abarrotado de niños de los seis a los quince años.
Algunos grupos acompañados por un adulto que intentaba mantener el orden en su entorno.
Todos los infantes devorando palomitas y refrescos ricos en sacarosa.
Bastantes llegaron ya empezada la peli.
Según iban entrando y ocupando filas yo me desplazaba hacia las primeras butacas huyendo de ellos.
Algunos grupos no dejaron de meter ruido toda la duración de la peli.
Cuando terminó me quedé a ver los créditos y contemplé una sala con un suelo lleno de basura, restos de envases y palomitas.
Estos niños son guarros, irrespetuosos y maleducados.
Se supone que éste es cine familiar, donde los padres y los hijos comparten una tarde de cine, pero los progenitores han cejado en sus funciones y prefieren que sus hijos vayan en grupos de amigos en los que se comportan como energúmenos.
Yo, en mi infancia, iba al cine todos los fines de semana. En las pelis aplaudíamos, avisábamos cuando llegaba el malo, pero participábamos en la proyección. Era nuestro centro de atención.
Estos niñatos de ahora desprecian lo que van a ver. Solo ensucian y meten ruido.
Ya disculparás si me he ido muy arriba en esta digresión.
Un drama sobre un gurú de la motivación profesional que acude a Cincinnati a dar una conferencia.
El retrato triste y cruel de un hombre desmotivado que vende con su libro precisamente de lo que carece.
Aburrido de su familia y de las personas.
Encuentra el amor por una noche en una muchacha que es justo lo contrario a él.
Marcada por una cicatriz, alejada del éxito profesional, se esfuerza en la vida por aprender y prosperar.
Viven una noche de pasión…
Charlie Kaufman es el artífice de esta frikada.
¿Porqué hacer este guión en animación?
¿No hubiera sido mejor realizarlo con personajes de carne y hueso?
A pesar de la limitación gestual de los muñequillos he de reconocer que se consigue la transmisión de emociones.
No puedo imaginar el resultado con actores.
En cualquier caso es una apuesta estética valiente y turbadora.
Michael Stone, el personaje protagonista, no me trasmite ninguna simpatía.
Cuando salíamos de la proyección mi sabio amigo Carlos comentó, más o menos: “bastante gilipollas soy yo como para ver la vida de otro gilipollas“.
Comparto las dos partes de su opinión y las hago propias.
Si Michael Stone está deprimido lo compadezco, que vaya al psiquiatra de muñequitos. Si es solo gilipollas que le den…
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Premios de Anomalisa:
Premios Oscar: Nominada a Mejor largometraje de animación
Festival de Venecia: Gran Premio del Jurado
Globos de Oro: Nominada a Mejor filme de animación
Premios Annie: 5 nominaciones incluyendo Mejor película y dirección
Premios Independent Spirit: 4 nominaciones incluyendo Mejor película
Satellite Awards: Nominada a Mejor largometraje de animación
Critics Choice Awards: Nominada a mejor largometraje de animación
Críticos de Los Angeles: Mejor largometraje de animación y banda sonora
Asociación de Críticos de Chicago: 3 nom. inc. Mejor actriz sec. (Jason Leigh)
Sindicato de Productores (PGA): Nominada a Mejor película de animación
Filmografía de Charlie Kaufman:
Como guionista:
Being John Malkovich (Cómo ser John Malkovich en España y ¿Quieres ser John Malkovich? en Latinoamérica) (1999), dirigida por Spike Jonze.
Human Nature (2001), dirigida por Michel Gondry.
Adaptation. El ladrón de orquídeas (2002), dirigida por Spike Jonze.
Confesiones de una mente peligrosa (Confessions of a Dangerous Mind) (2002), dirigida por George Clooney.
Eternal Sunshine of the Spotless Mind (¡Olvídate de mí! en España y Eterno resplandor de un mente sin recuerdos en Latinoamérica) (2004), dirigida por Michel Gondry.
Synecdoche, New York (2008)
Kung Fu Panda 2 (2011), revisión del guion.
Anomalisa (2015)
Como director:
Synecdoche, New York (2008), primera película dirigida por Charlie Kaufman.
Ewan McGregor interpreta al hombre bueno que se introduce en un lío de mafias y espías sin comerlo ni beberlo.
Es normal que haga bien su papel de hombre de honor, valiente y sencillo al fin y al cabo ha sido Obi-Wan Kenobi, hace muchos años en una galaxia muy lejana.
La peli discurre surcada de tópicos, con malos malísimos y agentes secretos que se mueven entre dos aguas.
A pesar de su carácter predecible resulta interesante.
Stellan Skarsgård está inconmensurable.
Naomie Harris muy mona, pero demasiado delgaducha.
Una producción británica que no pasará a la historia, pero que resulta eficaz.
Incorpora la reflexión moral: si robas cien euros eres un ladrón, si robas cien millones eres un inversor.
Hay un dicho que dice algo así como: “de buenas intenciones están las tumbas llenas“.
La doctora de Brest está hinchada de buenas intenciones.
La peli reitera una y otra vez la lucha “heroíca” de esta doctora, insistiendo hasta la saciedad.
La eleva al altar de las mujeres perfectas, con marido ideal e hijos estupendos.
Hay escenas de auténtico empalago, como cuando esta neumóloga habla con sus pacientes como si fueran retrasados.
Lo que cobra importancia a lo largo del metraje es que esta médica tenga la razón y el bien triunfe.
La estética se aleja del cine denuncia de Ken Loach y se acerca al telefilm norteamericano de entretenimiento fácil con ínfulas de denuncia social.
La protagonista, la kobmendense Sidse Babett Knudsen, hace lo que puede con su papel, desplegando una gama gestual sorprendente. Está de moda desde que protagonizara la serie Borgen.
Mi amiga Mónica me recomienda encarecidamente esta peli.
Sabe mi afición al género de zombis.
Como méritos presenta en su curriculum ser la peli más taquillera del año en Corea del Sur, haberse presentado a la Sección Oficial en Cannes y haber sido premiada en el Festival de Sitges, al mejor director y efectos especiales.
Tal vez no ofrezca nada nuevo en este género, pero todo el metraje trasmite una emoción muy intensa.
En cada peli o serie, los muertos vivientes tienen sus propias reglas, sus características especiales.
Aquí corren que se las pelan (como en 28 días después), son super furiosos, se quedan quietos si no reciben estímulos visuales o sonoros, se tiran preferentemente a la yugular, su misión es infectar, no se detienen en devorar, pasan un par de minutos desde que se infectan hasta que se transforman.
Los protagonistas se pasan la peli escapando de estos energúmenos que a veces actúan como un enjambre estilo Guerra mundial Z de Marc Forster (2013).
Es inevitable que cualquier peli de terror que se desarrolle en un tren nos recuerde al clásico de 1972 Pánico en el Transiberiano de Eugenio Martín.
Los momentos de tensión abundan, bien entremezclados con escenas más pausadas, que nos permiten coger cariño a los personajes .
La música y el montaje están magn’ificamente sincronizados para que estemos en un sin vivir todo el tiempo.
Hay episodios de lo que se podrían llamar de justicia poética. Cuando veáis la peli sabréis a que me refiero.
Dura casi dos horas que se pasan en un suspiro.
Mi personaje favorito es el fortachón Sang Hwa, un duro de buen corazón interpretado por Dong-seok Ma, protector de su esposa embarazada.
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Hay un malo que terminas teniéndole unas ganas que no veas.
Es una peli que se inscribirá con letras de oro dentro de las mejores pelis de zombis.