Las dos primeras temporadas fueron muy regulares, especialmente la segunda. La tercera mucho mejor. Esta cuarta excelente.
Carrie Mathison mete el cuezo hasta la ingle y se carga a todos los invitados a una boda para intentar eliminar a un afamado terrorista.
Consigue que se la nombre Jefa de zona de la C.I.A. en Pakistán…
En esta temporada pasan mil cosas.
Investigaciones de la Agencia con una falta absoluta de escrúpulos y de moralidad para obtener objetivos antiterroristas, sin importar la legalidad y la justicia.
También hay de la vida privada de la protagonista con su niñita a la que deja en segundo plano. La hijita es clavada al padre.
La serie ocasionalmente nos da la visión de los terroristas y no es complaciente con el espionaje norteamericano.
Los desastres se van acumulando y nos hacen vivir estupendos momentos de tensión.
De hecho, Elena y yo nos hemos zampado los doce episodios, de casi una hora, en una semana.
Claire Danes está impresionante, componiendo un personaje con muchas sombras, con el que a veces empatizas y en ocasiones aborreces.
Rupert Friend interpretando al agente de campo Peter Quinn es un elemento muy turbador e interesante, espero verlo en las próximas. Por cierto, mucha tensión sexual no resuelta.
Me alegra mucho que Nicholas Brody haya desaparecido de la trama. ¡Qué gran acierto eliminarlo!
Aunque hecho de menos a su esposa Jessica Brody, interpretada por la magnética Morena Baccarin, ahora de moda por su intervención en Deadpool de Tim Miller.
Parece que cuando se menciona al director y productor Jeffrey Jacob Abrams haya que poner signos de admiración.
El debutante Dan Trachtenberg viene abalado por J. J.
Tres personajes encerrados en un búnker construido por un paranoico.
La historia es vista a través de los ojos de la aguerrida Mary Elizabeth Winstead. (Pongo foto).
Su problema (y el nuestro) es discernir la verdad de la mentira.
A pesar de los estrechos márgenes de la escenografía hay espacio para la intriga, la investigación, el retrato psicológico y después para el terror puro y duro.
No hay escenas gratuitas ni eliminables, todo está perfecto, lo suficientemente inquietante y cotidiano para llevarnos a las sorpresas, a los giros de guión, componiendo una peli soberbia.
Resulta muy inquietante ver al bueno de John Goodman en un papel de malo, que compone a las mil maravillas. Da más miedo cuando se afeita y se pone camisa limpia.
El final es chirriante, pero maravilloso. Hay un toque serie B. Un homenaje a las pelis de los ochenta superlativo. El complemento ideal.
Una peli de pretensiones modestas, pero de resultados mayúsculos.
Es el debut en el largo de Joel Edgerton, guionista, productor, director y actor de esta peli.
Podríamos decir que se trata de un thriller psicológico.
Dos son las reflexiones fundamentales en las que se basa esta peli:
– El pasado está escrito y nadie lo puede borrar. Las acciones buenas o malas de tu vida te acompañarán siempre. La venganza puede estar siempre al acecho.
– Las apariencias engañan. La verdad está muchas veces oculta.
La peli no es en absoluto convencional, aunque tiene estructura de telefilm, pero sobrepasa las convencioiones del género para ofrecernos una historia rica y compleja.
Rebecca Hall está impresionante, es el hilo conductor de la historia y asistimos a su compresión progresiva de la realidad. La apunto en mi lista de mejores actrices del momento.
En esta lista personal e intransferible incluyo a la londinense Rachel McAdams, a la americana de Arizona Emma Stone, a la californiana Brie Larson, la sueca Alicia Vikander, la galáctica británica Daisy Ridley y aunque parezca mentira a la británica Kate Elizabeth Winslet. (Pongo fotos abajo del todo).
Tengo amigos que esta peli les apasiona, pero Don Carlos Boyero, posiblemente el crítico español más influyente, escribió:
“Espantosa (…) Es una sucesión de tonterías sin gracia, los caprichos vacuamente surrealistas de un niño consentido e irritante.”
Denis Lavant va desplazándose en una limusina por las calles de París en una larga jornada de trabajo donde va representando diferentes personajes, desde los más miserables y estrambóticos, a los más cotidianos.
Comprendo que a algunos pueda espantar y a otros fascinar. Yo soy de los segundos.
Una vorágine incontenible de emociones y experiencias. Algo nunca visto e irrepetible.
El desconcierto inunda todo el metraje, lo que te hace realizar un esfuerzo especial para seguirla y comprenderla, pero este sacrificio tiene la recompensa de obtener una experiencia única.
Me alegro de volver a discrepar con Don Carlos (de nuevo).
Lo normal en una peli es empezar por un guión y después buscar los protagonistas.
Aquí con los protagonistas se ha hecho un guión…
Es un vehículo para el lucimiento de Berto Romero y Andreu Buenafuente.
Berto es un tío con gracia, tal vez actor de un solo personaje, pero invita a la risa.
Andreu, nunca me ha caído bien, me ha parecido endiosado. Mi sorpresa es que su interpretación, de un fracasado, es convincente y aporta el aspecto amargo a la historia. Capaz de todo para poder pagar la ortodoncia a su hijo y conseguir mantener un mínimo de dignidad que la vida y la crisis le han robado. Es lo más interesante de la peli.
Los momentos más cómicos los protagoniza Romero, pero la peli cae en muchas escenas en la astracanada barata de mercadillo, con una penosa sensación de vergüenza ajena. Humor caduco y decadente.
Reconozco que me partí de risa en varios momentos, pero en otros oía reír a toda la sala a carcajadas y a mí no me hacía la menor gracia.
La peli sabe meterse al público en el bolsillo y si entras en el juego, te lo puedes pasar bien.
La historia de fondo es más que interesante. Dos hermanos, ahora reñidos, que obtuvieron popularidad en el mundo musical de los noventa y en la actualidad sufren de ostracismo y necesidad. La cantidad de diez mil euros por dar un pregón de pueblo les hace reconciliarse de nuevo.
Jorge Sanz está impresionante, con un dominio de la situación total, interpretando a ese estilo de político, alcalde de pueblo, chulo y engreído, prototipo de una generación de ediles que han puesto el municipio a su disposición.
Hay errores de racord y de guión incomprensibles.
Al principio aparece un cabritillo con sus cuernos y todo que después se cenan afirmando que es un cordero.
Mezclar Semana Santa, con cofrades procesionando, con fiestas populares, pregón y lanzamiento de cabra de campanario incluidos, es ridículo.
La peli resulta claramente decepcionante, penosa en ocasiones, vergonzosa en otras y divertida esporádicamente.
Salvo a todos los actores, sin excepción, incluido Buenafuente.
Peli australiana que ha tenido un gran éxito en su país.
Es una mezcla de géneros inclasificable e imposible: western, comedia negra, absurdo, dramón y cine social.
Una combinación así resulta arriesgada. Puede perturbar o fascinar.
Su protagonista absoluta es una hermosona (como dirían en mi pueblo) Kate Winslet, en sus caderas nunca se pone el sol.
A mí esta actriz siempre me ha caído gorda. Tal vez, porque hundió el Titanic. Tal vez, porque se esfuerza en exceso en ser una buena actriz. Tal vez, porque es la sucesora generacional de Meryl Streep.
Pero en esta peli, luciendo su rotundidad, me ha encantado.
Se desenvuelve con soltura entre la comedia y el drama.
Resulta atractiva luciendo esos modelazos que embellecen a cualquiera.
Me gusta la idea que enamore al cachas hermano de Thor, el impresionante Liam Hemsworth.
La peli no se muestra condescendiente y trunca un posible final feliz entre el ya mencionado y la protagonista.
Ha horrorizado a críticos de prestigio (Javier Ocaña, Alberto Bermejo, Quin Casas…), pero a mí me ha gustado y mucho.
He disfrutado con esta historia de venganza, con sus absurdos, sus estupideces, sus modelitos de alta costura entre el polvo del desierto…
Basada en un cuento popular japonés anónimo del siglo IX, “El cortador de bambú“.
La vida de una niña singular que no acepta ser posesión de ningún hombre y desprecia a todos sus pretendientes.
Kaguya es inteligente y sabe combinar ingenio, rebeldía y respeto para hacerse valer.
Pero ella no es de este mundo… Es de la luna.
La escena inicial de transformación de muñequita a recién nacida es impresionante y cautivadora.
Tkahata sabe trasmitir al espectador los sentimientos de esta princesa combinando la historia con unos dibujos que me recuerdan a las pinturas de Matisse.
Quede claro que también en arte soy un ignorante, tal vez meta la mata con esa comparación.
Los trazos impresionistas a acuarela y carboncillo, sirven para comunicar emociones y sentimientos.
Una peli delicada y bella.
Tal vez su final peque de estrambótico, pero el conjunto es fascinante.
No puedo evitar encontrar un gran parecido a esta princesa japonesa con una jovencita Elizabeth Taylor. Pongo fotos.
Pero entre las dos había una gran diferencia: Kaguya no se quería casar y la actriz no paraba de hacerlo, contrajo matrimonio en ocho ocasiones.
Acudo con mi maestro, y sin embargo amigo, David Recio a ver esta peli.
Empezaré diciendo que recuerdo vagamente de qué iban las previas.
Lamento mezclar estas sagas juveniles en mi cabeza. No sé muy bien si estoy en los Juegos del laberinto en los que luchan divergentes contra hombres lobos.
La peli va de unos muchachos que se escapan de un Chicago post-apocalíptico amurallado, llegan a una especie de base en medio de un desierto radiactivo. El que manda es malo y se llama David, engaña a Tris que es la heroína. Pero hay un consejo que no sé que pinta…
La historia es un guirigay sin lógica, sin pies ni cabeza.
Como todo el mundo sabe soy de inteligencia muy limitada y este argumento me supera.
Cuando era niño, como diez años, el Padre Valero llamó a mi madre y le dijo que era un poco falto. Mi madre le respondió que ya se habían dado cuenta.
Por ello supongo que no soy capaz de comprender este lío de película, donde se suceden escenas absurdas, diálogos pueriles y situaciones incoherentes.
Mira que admiro a la bella Naomi Watts, pues ni siquiera ella está convincente. Para mí que se ha dado un retoque y la han dejado peor. ¡Cómo lo siento!
La protagonista Tris, interpretada por Shailene Woodley, es una chica aguerrida que cae bien.
La proyección de esta peli en el Cine Club Alcarreño está plenamente justificada.
Ha obtenido numerosos premios y nominaciones.
El relato (en blanco y negro) nos lleva por la vida de dos jóvenes y un niño que recorren las calles de México Distrito Federal, en busca de un mito del rock mexicano Epigmenio Cruz.
El debutante Riuzpalacios utiliza diferentes recursos cinematográficos.
Desde la cámara pegada al cogote del protagonista (detestable), hasta estupendos planos secuencias en la Universidad en huelga.
Con una fotografía sucia y desenfocada en ocasiones, mientras que en otras nos deleita con algún plano bello y delicado.
La primera mitad discurre de una forma tediosa e insufrible.
Pero a raíz de la visita a la asamblea de estudiantes y la presencia de la estupenda Ilse Salas, la peli parece que mejora, que encuentra un rumbo.
No es que se vuelva colosal, solo se hace menos insoportable.
Hay un retrato de la juventud y de la sociedad mexicanas en ese viaje en busca de una idea, de un recuerdo, de una ilusión.
El encuentro con Epigmenio Cruz, el que hizo llorar al mismísimo Bob Dylan, es antológico. El anhelo de estos niños se ve roto cuando el mito cobra vida en la persona de un viejo malhumorado que simplemente se queda dormido.
No soy capaz de quemar en la hoguera la ópera prima de Alonso Ruizpalacios, muy al contrario creo que su peli contiene elementos valiosos que son prometedores.
Después de una segunda temporada muy decepcionante vemos, Elena y yo, esta tercera.
Después del ataque al corazón de la CIA con la que terminaba la anterior temporada (y no quiero hacer demasiados spoilers) se nos presentan las consecuencias en la familia Brody, sobre todo en su hija adolescente Dana (papelón).
Por otro lado padecemos con la estupenda Carrie Mathison metida en un maquiavélico plan del Director Saul Berenson.
Una artimaña retorcida y enrevesada, pero genial que da cuerpo a toda la temporada que cobra brío y enjundia.
Desde el principio de la serie queda claro que no hay buenos ni malos, mejor dicho hay malos y peores.
En esta temporada se toma partido por la CIA que aunque con medios poco ortodoxos y nada legales, parece tener claros sus objetivos.
Hay que aceptar que el fin justifica los medios para no cabrearte continuamente con lo que vamos viendo.
La temporada no solo se desarrolla bien sino que termina mejor, eliminando a uno de los personajes que ya era un lastre para la serie.
Claire Danes demuestra ser una actriz excepcional, dando calidad a su personaje, rellenándolo de miles de matices.
Estupenda Nazanin Boniadi interpretando a la experta en finanzas Fara Sherazi. Un personaje clave, pero que no deja de ser una chica modesta y sencilla con sus escrúpulos morales y éticos.
En la vida real Boniadi es portavoz de Amnistía Internacional EE.UU. (AIUSA), con un enfoque personal en la convicción y el tratamiento de los iraníes jóvenes, las mujeres y los presos de conciencia.
Ella tiene su propia página en el blog oficial de Amnistía Internacional EE.UU. y ha escrito artículos de opinión en medios de comunicación como CNN y The Huffington Post.
Elena está enganchada y yo, lo confieso, también.
Dos cosas he sacado en claro:
Primero: las historias de espías son siempre atractivas.
Segundo: yo no serviría para ese trabajo. Soy demasiado flojo.
La desquiciada Carrie Mathison y el ambiguo Nicholas Brody.
Una pareja destinada a la destrucción.
En general mantiene la tensión que mezcla espionaje, política, terrorismo islámico, patología psiquiátrica, conflictos familiares y crisis adolescentes.
Me horroriza la tensión a la que son sometidos los personajes, sobre todo la familia de este congresista de doble vida.
Me molesta la incoherencia argumental de algunas cuestiones que son increíbles. Si fuera de la CIA me cargaría a los dos protagonistas sin dudarlo. Ya sé que me meto mucho en el papel.
Me asombra la buena química sexual que padecen los dos adversariosbarraamantes fervorosos.
Me gusta que los malos no sean solo los islámicos. Los mandamases amaricanos son también presentados como muy malvados. En realidad, no hay buenos.
El último episodio es sorprendente y bestial.
Seguiremos viéndola, pero a mí me aburre ligeramente. Me parece más de lo mismo.
Hubiera eliminado a los protagonistas y continuado esta serie de espionaje, pero con otros.
Destacar la impresionante interpretación de Claire Danes.
El retrato de una paciente maniacodepresivo (Bipolar) es perfecto. Por una vez la cuestión médica resulta realista.
Durante la proyección de la peli no salía de mi asombro.
¿Qué era aquello?
¿Quién podía responsabilizarse de tal desaguisado?
¿Cómo alguien había invertido dinero en esto?
Cuando salía de la sala me encuentro con mi amigo Jesús Hernando que me pregunta qué tal.
Le respondo:
– Tendré que mirar en el diccionario para encontrar el calificativo justo. Ahora soy incapaz.
Mejor… solteras es una sucesión de escenas inconexas, sin una línea argumental clara, con situaciones repetidas que no hacen avanzar la trama, que titubea entre el ridículo y la estafa directa al espectador.
No sé cual es el objetivo de la peli, pero creo que es poner mi paciencia a prueba, a ver cómo reacciono ante una provocación continua a mi (limitado) intelecto.
Un espectador se salió de la sala a los 80 minutos. ¡Qué envidia padecí!
La liberación que sintió debió de ser orgásmica.
Yo aguanté hasta el final porque soy un profesional.
En resumidas cuentas la peli es abominable, aborrecible, detestable, odiosa, repudiable, repugnante, repulsiva, despreciable, deleznable, atroz, execrable, vituperable, condenable, deplorable, censurable, incalificable, intolerable…
Y posiblemente me quede corto.
Destacar que su protagonista Dakota Johnson, también ocupó el papel principal en la considerada peor peli de 2015, Cincuenta sombras de Grey.
La peli cuenta la investigación y heroica cruzada que un forense entabla para dar a conocer los daños cerebrales que ocasiona el futbol americano.
Su protagonista es el inefable Will Smith.
Peli compuesta a mayor gloria de su protagonista.
Es retratado como místico, responsable, trabajador, desprendido, generoso, perseverante, entregado, elegante, humano, con un motón de masters y cursos, pero sobre todo quiere ser un buen americano.
Parece que asociar un deporte donde se dan cabezazos continuamente y mamporros por doquier con daño cerebral es algo obvio.
Desde hace muchos años se conoce la Demencia pugilística.
Pues la peli se obstina en presentarnos a este doctor nigeriano como el más listo y luchador del mundo, sin que haya la más mínima sombra en sus intenciones.
La peli trata al espectador como retrasadico. Reincide en el mensaje una y otra vez y subraya hasta el hastío los sentimientos que el espectador debe padecer con una música declaradamente adecuada y unas imágenes que se mueven entre lo empalagoso y lo ridículo.
Por supuesto tiene final feliz. Al héroe le dan la nacionalidad americana y termina ganando la batalla ante la poderosa y malvada NFL. El “sueño americano” una vez más cumplido.
Todo se mueve entre lo repulsivo y lo ñoño, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido la cara de “estoy estreñido” que pone Will Smith.
Aunque también opta por otras expresiones que van desde “como me molestan las hemorroides” a “esto va a ser una fisura anal“.
No quiero ser despiadado con el famoso actor amigo de Pablo Motos, tal vez lo que pretendiera era cara de “voy a ponerme profundo a ver si me dan el Oscar“.
En cualquier caso le aconsejo una dieta rica en fibra y el uso de un buen laxante.
Mis amigos David y Adolfo que me acompañaron aún fueron más duros.
La comedia, la buena comedia, siempre habla de cuestiones serias.
Gregory La Cava realiza una crítica demoledora de una clase social parásita que vive insensible a las desgracias ajenas.
La trama se desarrolla durante la Gran Depresión y compara la vida de los habitantes del vertedero con la de los del imaginario Hotel Waldorf-Ritz.
Construye una peli divertida con grandes momentos absurdos.
Interpretaciones antológicas, especialmente las femeninas.
Los títulos de crédito iniciales son maravillosos. La cámara se mueve de manera elegante desde el lujo a la pobreza.
Tal vez, el final sea demasiado complaciente, llegando al buenismo, pero ¿a quién no le gusta un final feliz?
Un auténtico placer ver clásicos del cine en la pantalla grande del EJE (Espacio Juvenil Europeo). Una oportunidad única.
Curiosidades:
Carole Lombard tenía la costumbre de improvisar introduciendo palabrotas en los diálogos. Lo que obligó realizar varias tomas.
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William Powell sugirió a su ex-esposa, Carole Lombard, para el papel principal con la explicación que en su vida real el romance con Lombard había sido muy parecido al de los personajes de Godfrey e Irene.
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Cuando William Powell y el director Gregory La Cava tuvieron un desacuerdo sobre cómo se debía de interpretar a Godfrey.
Se bebieron mientras conversaban una botella de whisky en el camerino de Powell.
Al día siguiente, La Cava volvió al set de rodaje con un gran dolor de cabeza, pero Powell no estaba allí.
El director recibió un telegrama de su estrella: “Es posible que hayamos encontrado a Godfrey anoche pero hemos perdido a Powell esta mañana”
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Esta es la única película con seis nominaciones al Oscar por la dirección, el guión y los cuatro premios de actuación sin ser nominada a la Mejor Película.
Además de William Powell y Carole Lombard se quedaron sin estatuilla Alice Brady y Mischa Auer.
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Aunque las estrellas William Powell y Carole Lombard se habían divorciado hacía tres años en el momento del rodaje de la peli, cuando se le ofreció el papel a Powell declaró que la única actriz para el papel de Irene era Lombard.
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Cuando Irene, interpretada por Carole Lombard, y Molly, interpretada por Jean Dixon, están llorando en la cocina, Godfrey, interpretado por William Powell, entra, borracho después de su discusión con Tommy, interpretado por Alan Mowbray, las líneas de la canción que canta son:
“For tomorrow may bring sorrow/ So tonight let’s all be gay./ Tell the story of the glory”.
Estas líneas vienen de “Beba un Highball“, una canción de la Universidad de Harvard, pero se supone que Godfrey ha estudiado enla Universidad de Pennsylvania.
Por lo que agrega al final de la estrofa “de Pennsylvania”
Los escritores probablemente lo agregaron para evitar la contradicción.
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Esta película fue producida en un periodo difícil en la larga historia de Universal.
El estudio se había recuperado del reciente fracaso, Oro en el Pacífico (1936).
A pesar del costo relativamente económico de My Man Godfrey (menos de 700.000 dólares) el éxito de la peli contribuyó poco al reflotamiento del estudio.
Mischa Auer, que interpreta al protegido Carlo canta en varias ocasiones la canción “Ochi Chornya“.
Nueve años después, en Diez Negritos (1945) su papel del Príncipe Nikita Starloff comienza a tocar las primeras notas de “Ochi Chornya” al piano antes de conocer su fallecimiento.
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La mansión Bullock está situado en 1101 Park Avenue, Manhattan, Nueva York.
1101 Park Avenue se encuentra en la calle East 89, justo detrás de la famosa milla de los museos de la Quinta Avenida, a sólo unas pocas cuadras al norte y al este del Museo Metropolitano de Arte en East Calle 82 y la Quinta Avenida.
Considerada como una de “Las 50 mejores comedias de todos los tiempos” en 2006.
Basado en el libro “1101 Park Avenue” de Eric Hatch .
Fue seleccionada para su preservación por el Registro Nacional de Cine en 1999, como culturalmente significativa por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
El hecho de que el poseedor del copyright no renovara los derechos de autor de la película, dio lugar a que se caiga en el dominio público, lo que significa que prácticamente cualquier persona podría duplicar y vender una copia en DVD de la película.
Jane Wyman tiene un papel sin acreditar.
Se le puede ver de pie en la parte de atrás de la multitud en el Waldorf Hotel Ritz cuando Godfrey hace su discurso condenando a todos como “imbéciles”.
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En 2002, la película fue remasterizada y restaurada y coloreada con eficacia por primera vez.
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El hotel donde se organizó la caza del tesoro es el “Waldorf Hotel Ritz” que no existía.
Sin embargo, uno de los mejores hoteles en la ciudad de Nueva York en 1936 fue el Waldorf Astoria, y otro de los mejores hoteles en la ciudad de Nueva York en ese momento fue el primer hotel Ritz-Carlton de los EE.UU., que fue construido en la ciudad de Nueva York en 1917.
El “Waldorf-Ritz” era una fusión de esas dos marcas icónicas.
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Cuando fue adaptado y transmitido como un episodio de la Radio Teatro Lux, el 9 de mayo, 1938 “My Man Godfrey”, David Niven interpretó a Tommy Gray.
Niven más tarde la estrella en la nueva versión, Un aristócrata Mayordomo (1957).
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Al principio de la película, y esporádicamente a lo largo de ella, a Godfrey, interpretado por William Powell, le llaman “Duke” su amigo Mike y otros vagabundos de la ciudad, pero nunca se llama Duke fuera de la zona del vertedero.
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Está ubicada y filmada durante la Gran Depresión.
Se incluye entre las “1001 películas que hay que ver antes de morir“, editado por Steven Schneider.
Pocas películas y series han tenido como tema central las investigaciones de la CIA.
Homeland en su primera temporada tiene dos protagonistas como ejes narrativos.
Por un lado Carrie Mathison interpretada por la estupenda Clare Danes.
Por otro Nicholas Brody, que da vida Damian Lewis.
La primera es una agente de campo de la CIA que ha estado durante años en Oriente Medio, con problemas mentales, que trata de ocultar.
El segundo un marine secuestrado por los terroristas durante ocho años.
La serie se basa sobre las investigaciones, la obsesión, de la agente Mathison, sobre el supuestamente “convertido” Brody.
La virtud de esta primera temporada es descubrirnos el sombrío y oscuro mundo del espionaje, donde la legalidad es asaltada sistemáticamente por la Razón de Estado. Donde el fin justifica los medios.
Los personajes son planteados de forma poliédrica. No son buenos, ni malos.
Llenos de problemas familiares y personales.
Personas en continuo conflicto.
Tal vez hubiera preferido que se me dieran menos datos o de forma menos explícita, lo que hubiera contribuido a hacer algo más enigmática la serie.
Destacar, incluso elevar a los altares, a Clare Danes que compone una protagonista estupenda con una capacidad interpretativa impresionante.
Aunque a mí me ha gustado moderadamente a Elena le ha entusiasmado.
Veremos como avanzan el resto de temporadas que pensamos ver de tirón.
Me olvidaba mencionar a la bella Morena Baccarin que ahora está especialmente de moda por el estreno de Deadpool de Tim Miller.
Deadpool es una película que se adapta (aparentemente) a la perfección al modelo pre-establecido.
Tiene su héroe atormentado y que solo busca venganza, con una historia de sufrimiento. Se siente un inadaptado (y lo es).
Hay novia guapa, amigo simpático, enemigo malísimo que no acepta bromas.
Pero el director, Tim Miller y los guionistas, Rhett Reese y Paul Wernick, le dan la vuelta al género para cachondearse de él y de sus personajes y hacer parodia de todos los convencionalismos trillados y ya gastados.
La virtud de Deadpool es precisamente construir una peli con la misma narrativa habitual y a base de diálogos divertidos, provocativos. Componer un divertimento que se ríe de todo, respetando un espíritu que dinamita sin que llegue a destruirlo.
Feliz reencuentro con la estupenda Morena Baccarin que estoy viendo en Homeland.
Estupendos los secundarios de lujo (de baratillo según los guionistas) Colosus,Negasonic Teenage Warhead y la fornida Gina Carano interpretando a Polvo de ángel.
El gran poder (debería decir superpoder) de la peli es que va a entusiasmar a los seguidores de Marvel y de sagas de super-héroes en general.
La continua tormenta de chistes y chascarrillos cuesta asimilarla y el público se ríe desincronizadamente según los va pillando. Yo me reía de los últimos.
El viernes de su estreno superó el millón cien mil euros, convirtiéndose en el mejor viernes del año.
Hay que ir a verla.
Solo un par de observaciones: los niños muy pequeños no la entenderán y su humor irreverente, iconoclasta, provocador puede no gustar a todo el mundo.
Lo engaña presentando como un documental, lo que es en realidad una ficción.
Con este juego nos muestra la sociedad iraní, llena de contradicciones, donde modernidad y tradición se mezclan, se confunden y colisionan.
Panahi no deja nada al azar y es el conductor de este taxi y de su peli.
Deposita mucha esperanza en su sobrinilla, una chica locuaz e inteligente que quiere seguir la carrera de su tío y nos expresa los límites que puede tener una peli en el Irán actual. Mucha sabiduría concentrada en un cuerpo pequeño.
El futuro del país está en esta niña y parece muy prometedor.
En Taxi Teherán, Panahi nos abre puertas a posibilidades narrativas para contar la vida cotidiana de un país.
Esta peli es la primera producida por la plataforma de visionado de series y pelis online Netflix.
Fue estrenada en unos pocos cines de los USA con un resultado modesto, pero en Netflix ha sido la peli más vista en la red.
Su realizador Cary Joji Fukunaga ha colaborado en la dirección de la serie True Detective.
La peli cuenta las desgracias de un niño soldado reclutado por un Señor de la guerra durante la Guerra civil de un país africano.
Mantiene un tono realista, descarnado que nos ofrece, o más bien nos castiga, con las fechorías de la guerra y las penalidades de este niño obligado a hacer cosas horribles.
Pero a mí personalmente no me ha impresionado demasiado. Podría haber sido un film que te cogiera por las tripas y te removiera, pero no lo consigue.
Tal vez estemos desensibilizados ante la tragedia humana.
Los pensamientos en off del niño protagonista lastran la narración y son absolutamente eludibles.
Idris Elba configura un personaje monstruoso con una interpretación soberbia. Hubiera sido de agradecer una nominación al Oscar.
Espero que tras el éxito comercial y artístico de esta producción, Netflix siga este camino que tan buenos resultados le ha dado.
Cuando era crío y después joven, fui muy aficionado al fútbol.
Fui perdiendo el interés los últimos años de Universidad.
Ahora detesto el fútbol por lo que tiene de gran, inmenso negocio. Donde se pagan millonadas por jugadores y trapichean directivos. Donde los ultras al amparo de su equipo cometen salvajadas.
Me irrita que ocupe mucho más tiempo en las noticias este deporte que todos los demás juntos y que la cultura.
El domingo siguiente a los Goyas mientras me duchaba oía la radio. El fútbol ocupó más de 15 minutos y los Goya (el gran acontecimiento anual del cine español) fue despachado en menos de dos minutos.
Estoy harto de oír declaraciones de futbolistas y entrenadores vacías de contenido y llenas de los más trillados tópicos.
A pesar de todo me decido a ver este documental de Álex de la Iglesia con guión de Jorge Valdano.
Amigos de la infancia, compañeros del Barsa, entrenadores, periodistas sentados en diferentes mesas van glosando la vida de Lionel Andrés Messi Cuccittini (Rosario, 24 de junio de 1987).
El director entremezcla con los comentarios escenas dramatizadas de la infancia del futbolista, confundiendo, impidiendo que sepamos que son imágenes reales o ficción.
Se construye un retrato más del mito que de la persona.
Es una hagiografía de la figura sin la persona.
Porque aunque se habla solo de él, Lionel está escondido. No hay declaraciones suyas y las que se presentan son solo respuestas de muy pocas palabras.
Reconozco que cuando se ha comparado con Diego Armando Maradona y he vuelto a ver imágenes de La mano de dios me he emocionado.
Dentro de mí aún queda el amante del buen fútbol.
Viendo jugadas portentosas como las de estos dos fenómenos de la naturaleza no puedo evitar conmoverme.
A pesar de sus defectos este documental deportivo de ficción me ha gustado.
Elena cambia en una tienda de Alcalá algunas series en DVD, que han perdido nuestro interés, por varias pelis, entre ellas ésta.
Rudolph Maté de origen húngaro cogió prestigio en Francia como director de fotografía. En 1935 se traslada a los USA y con su experiencia y buen hacer da el salto a la dirección.
Rodó westerns, cine policiaco, dramas y en su etapa final peplums.
No es considerado un autor, sino un artesano que trabajaba por encargo, con oficio pero sin nada que lo distinguiera.
Perseguida (Second Chance) se desarrolla en tres días en un país sudamericano.
Un boxeador, Robert Mitchum, que se enamora de una belleza como Linda Darnell, la ex de un mafioso.
Jack Palance hace de malo. ¿Qué gran malo!
Cuestiones a destacar:
– Un combate de boxeo por la tarde a pleno sol en una plaza de toros.
– Trata a los nativos (sudamericanos) como retrasadicos. Un claro tufo de superioridad del hombre blanco.
– El uso de transparencias, que se notan una barbaridad. Bastante penosas.
– Las maquetas de las montañas son de risa.
– El argumento es muy simple.
– El tratamiento de los personajes esquemático.
– Comprensible que todos se enamoren de la bellísima Linda Darnell.
– Robert Mitchum B como boxeador resulta poco convincente.
– La trama del teleférico es previsible y poco emocionante.
– La peli resulta curiosa de ver por su aire infantiloide y por la nostalgia que despiertan este tipo de pelis.