El inocente es un thriller judicial con un guión enrevesado, con muchos personajes secundarios y con unos protagonistas de calado.
El género de juicios siempre ha sido uno de mis preferidos, cuando era muy pequeño veía Perry Mason y Arresto y juicio y me apasionaban y ese buen recuerdo ha perdurado durante toda mi vida.
Aunque el guión es complicado se puede seguir sin problemas y no redunda en explicaciones innecesarias. El argumento es sólido y bien elaborado.
El director Brad Furman dirije de manera efectista pero sin muchas florituras dando un tono clásico a la peli.
El conjunto resulta muy entretenido y además plantea cuestiones para debatir como el secreto profesional, la inocencia y la diferencia entre lo justo y lo legal.
Me llama la atención que ya nadie fuma en las pelis, ni siquiera los malos pero en cambio el alcohol es la bebida habitual de todos los personajes.
El argumento se basa en la historia real de Li Cunxin, un bailarín chino extraordinario. Se podría decir que es una biografía musical.
El bailarín Chi Cao interpreta de manera eficaz el personaje protagonista, aunque no es actor profesional.
El director se esfuerza en mostrarnos la vida en la China de Mao. Hay escenas hilarantes y surrealistas como cuando se describe a los países capitalistas. Aunque el momento cumbre es la danza revolucionaria que tanto agrada a los miembros del partido.
Resulta brutal el choque del bailarín al percibir las diferencias entre la China maoista y la América hiperconsumista.
Pero en el fondo la historia es una que se ha contado mil veces y que tanto gusta, la típica y tópica historia de superación personal. Ese niño de la China rural que a base de esfuerzo logra ser un bailarín de nivel internacional.
El joven, antes de ir a EE.UU. a un curso de 6 meses, es prevenido sobre los peligros de la sociedad capitalista, pues en todos termina cayendo.
La mejor parte de la peli es cuando se desarrolla el conflicto en el consulado chino.
En general resulta entretenida. Lo peor son las dosis de sentimentalismo de todo punto excesivas. Lo mejor los magníficos bailes.
Película danesa que obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Su directora es Susanne Bier que nos cuenta la historia de dos niños y sus familias rotas por el divorcio una y la otra por la muerte de la madre.
La peli está cargada de imágenes potentes que hacen que su visión sea entretenida.
Pero lo más interesante es el planteamiento y la reflexión sobre la violencia.
Una violencia extrema y gratuita en un país africano donde un médico danés, el padre de Elías, trabaja para una ONG. Y otra violencia más cotidiana pero también gratuita en la civilizada Dinarmarca donde hay niños acosadores y padres abusones.
Parece que se mantiene la tesis que ante la violencia hay que mantener una actitud civilizada y pacífica. Pero lo cierto es que esto solo sirve para mantener la agresividad latente y a veces la venganza es irremediable. La discusión queda abierta.
Un aspecto que me gustó mucho es lo bueno que es el médico, hombre de grandes principios éticos, como suele ser habitual en todas las personas que practicamos esta profesión.
La directora se muestra condescendiente ofreciendo un final abierto a la esperanza.
Se desarrolla en Berlín, cuestión que me ha gustado porque la conocí el verano pasado.
La acción discurre bajo la mirada de Liam Neeson, protagonista absoluto y los hechos se conocen al mismo tiempo que el personaje, sin trucos.
El guión es complejo y da un giro inesperado al final de la peli, momento en el que empeora no en el ritmo pero sí en la trama que se enrevesa demasiado.
Pero la acción discurre a tal ritmo que no te da tiempo a plantearte los fallos de guión.
Liam Neeson en un papel difícil está perfecto.
Destacar la intervención magnífica de Bruno Ganz como antiguo agente de la Stasi.
Peli hablada en catalán en la versión original, dirigida a cuatro manos por Jordi Cadena y Judith Colell.
Tiene dos partes bien diferenciadas. La primera en blanco y negro relatando la violación de Elisa y los efectos que en ella causa ese terrible suceso. La segunda parte en color cuando la protagonista es universitaria y un día recuerda ese suceso.
El planteamiento de la película es interesante y su desarrollo atrapa.
Pero tiene graves defectos que impiden que sea una peli redonda.
La voz en off es constante y va relatando con frialdad todo lo que sucede incluso anticipando acontecimientos. Mis seguidores, si es que los tengo, ya conoceréis mi aversión hacia este recurso que suele ser innecesario. Aquí se abusa de él y resulta insoportable. ¿Para que decir lo que ya ves?
Las circunstancias de la violación de Elisa son poco creíbles.
La escena en la que Elisa ya jovencica recuerda es tal vez demasiado larga y excesiva.
El sufrimiento de Elisa se trasmite bien al espectador que se queda impresionado y comprende que el horroroso incidente va a marcar la vida de la niña.
Es una historia de pura supervivencia a través de la mirada de un niño, Andreu, interpretado por Francesc Colomer. A la situación de pobreza de esa Cataluña rural se suma la miseria de la postguerra española.
Andreu va descubriendo como la mentira está instaurada en su vida y que sus padres no son precisamente un modelo ético.
La peli es bastante deprimente porque a la miseria económica se le añade la miseria moral. No entraré en detalles escabrosos pero son numerosos.
El guión me ha resultado un poco confuso y me ha molestado la falta de referente ético. Desde luego no es la típica historia de buenos y malos, aquí todos son malos.
La ambientación es excelente con escenas impactantes. Los actores están todos fenomenal.
Pero el discurrir de la peli no me emocionó aunque sí me repugnó en bastantes ocasiones.
Siempre he pensado que el buen cine es el que despierta emociones. Esta cinta no te deja indiferente.
En mi opinión su Goya a la mejor película es excesivo además había una producción muy superior como También la lluvia, ninguneada sin razón.
Un cameo de lujo, la primera dama de Francia, Carla Bruni que sale airosa del compromiso.
Una historia divertida con referencias a la Cenicienta, con una colección de personajes-artistas curiosos, especialmente gracioso el personaje de Dalí.
Un personaje pedante y odioso interpretado por Michael Sheen.
Con todo esto, Allen ha hecho una de sus mejores obras que como siempre nos invita a una reflexión-moraleja, esta vez sobre el inconformismo y la búsqueda de algo mejor en otro tiempo o en otras personas que nunca se termina de encontrar.
No tengas miedo es la triste historia de Silvia. En la peli la vemos de 7, de 14 y de 25 años. Desde los 7 años sufre abusos sexuales de su padre, pero solo sexuales. En toda la peli Lluís Homar, el padre, se muestra cariñoso y compresivo, incluso tierno, aparentemente un padre ejemplar.
Montxo Armendáriz realiza una peli personal con una cámara colocada a la altura de la cara o más bien de la cabeza de Silvia niña, adolescente y después joven víctima de los abusos de su padre. Armendáriz es un director que siempre me ha gustado, su ópera prima Tasio de 1984 es para mí su mejor película junto con Secretos del corazón de 1997.
Michelle Jenner y las otras dos actrices que interpretan a Silvia realizan una magnífica actuación. El peso de la tristeza se ve en sus rostros, esa amargura mezcla de asco y de sentimiento de culpabilidad. La insistencia de Armendáriz por seguir el rostro de Michelle Jenner llega a cansar y parece un recurso del que se abusa.
Las declaraciones de otras víctimas en esa psicoterapia de grupo son impactantes pero innecesarias, el drama personal de Silvia es más que suficiente para impresionar al espectador.
La indiferencia y la negación de la madre, una eficaz Belén Rueda, resultan escalofriantes.
Las intervenciones de la psicóloga resultan ridículas. La conclusión es que a la pobre Silvia nadie la ayuda de verdad, es ella la única que puede hacer algo por sí misma.
Casi al final de la peli rompí a llorar (ya sé que soy un lila) La tristeza me invadió.
Compartí la sala con un señor de unos 60 años y con dos jóvenes en los que aprecié cierto retraso intelectivo. Los jóvenes comentaron, textualmente: “Pues yo no he pasado miedo”. Al señor de edad le pregunté si le había gustado y me contestó: “basura propagandística”. No salgo de mi asombro.
A mí siempre me ha interesado el cine argentino. Soy un fan incondicional de Juan José Campanella desde que en 2001 estrenara El hijo de la novia, posiblemente la película que más veces he visto, unas veinte y cada vez que la veo encuentro cosas nuevas.
Todos sabemos que los argentinos hablan en un idioma diferente. Cuando empiezas a ver una peli tardas unos veinte minutos en entender lo que dicen pero luego lo comprendes sin problema, es una cuestión casi milagrosa que a mí no me ha ocurrido nunca con el inglés o con el alemán.
Cuestión de principios es una película sumamente interesante que plantea cuestiones vitales de gran calado. El desarrollo de la peli es muy entretenido pero es que además contribuye a la reflexión y al debate posterior. No voy a jugar a sacar conclusiones porque soy el menos indicado y porque en ese aspecto la película deja el tema abierto a la discusión.
Federico Luppi está inconmensurable con tal cantidad de matices en su interpretación que apabulla.
Norma Aleandro, la gran dama del cine argentino, está colosal y soy admirador de ella desde El hijo de la novia.
Iba a decir que Cuestión de principios es una peli imprescindible pero seré comedido y solo diré que es altamente recomendable.
Gerardo Olivares es director y guionista de esta peli. Basada en hechos reales. El director se inspiró en una tesis doctoral y en el propio relato del personaje real para confeccionar esta peli.
Una tarde en el coche oí una larga entrevista al director. Contó sobre el rodaje de la peli y lo que le resultó más difícil, no fue manejar a los lobos o al búho, sino a las cabras que no paraban de moverse.
El maestro Hitchcock decía que odiaba trabajar con niños y con animales. Pues esta peli está protagonizada por niños y animales, osea una difícil tarea.
El niño Manuel Camacho que interpreta a Marcos de 8 a 10 años no sabe poner cara de asombro ni de susto por lo demás su actuación es aceptable. Juan José Ballesta tiene tan solo una presencia testimonial interpretando a Marcos a los 20 años.
Destacar la presencia de Sancho Gracia magnífico en su papel de Atanasio.
La peli funciona bien sobre todo cuando parece un documental del Hombre y la Tierra. La fotografía es excelente.
Alguna pega hay que sacar y tal vez la podemos encontrar en algunos personajes que parecen caricaturescos.
Ahora Emilio Aragón se ha metido en el cine. Ha escrito el guión a cuatro manos con Fernando Castets, ha compuesto la música y ha dirigido esta peli.
Milikito es un fenómeno de la naturaleza. Ha sido payaso, humorista, presentador de televisión, guionista de series de televisión, actor, productor televisivo, cantante, compositor, director de orquesta, el Señor de la Sexta y ahora director de películas y seguro que me dejo algo.
Siempre he sentido admiración por él. Tenemos una edad parecida y hemos crecido juntos. Me gustaba su programa de humor “Ni en vivo ni en directo“, también como presentador del Juego de la Oca. Cantaba Me huelen los pies o Cuidado con Paloma con mis hijos cuando íbamos de viaje en el coche. Pero no me atrajo en Médico de Familia. Ha sido productor de series míticas como 7 vidas. Y ahora que dirige la Sexta me gusta el Intermedio.
Su debut en la dirección tiene muchos aspectos positivos. La ambientación y la producción son excelentes. Los actores magníficos con alguna excepción. Consigue hacer una peli entrañable y emotiva.
Pero hay aspectos negativos. El niño (Roger Príncep) me parece insoportable. Hay aspectos divertidos en la trama pero el complot para cargarse al Generalísimo resulta del todo increíble.
Hay momentos que pretenden ser poéticos pero no lo consiguen. La banda sonora es pretenciosa intentando aumentar el ambiente sentimental y emotivo pero solo se queda en el intento. Algún número musical algo reiterativo. Imanol Arias no consigue centrarse en su personaje.
Lo mejor es Carmen Machi con una subtrama divertida y ella muy graciosa.
El homenaje final a Miliki honra a su hijo pero en el contexto de la peli resulta innecesario y sentimentaloide en exceso.
Hace unos días que vi esta peli y casi no la recuerdo. Es asombroso lo inteligente que es el cerebro que consigue olvidar lo mediocre.
Si casi no la recuerdo es porque no me emocionó en absoluto. La vi pensando en un producto de entretenimiento con una trama bien urdida sobre atracos. Tal vez esperaba ver The Town. Ciudad de ladrones, una magnífica película.
La peli es un bodrio de tomo y lomo, ni atracos bien elaborados, ni personajes interesantes, ni nada de nada.
La banda sonora es un aspecto que para mí suele pasar desapercibido. Aunque como todo el mundo sabe soy buen cantante de karaoke pero no tengo mucho oído. Para que la música de una peli me llame la atención o tiene que ser muy buena o muy pero que muy mala. Adivina cual es el caso de esta peli. Dejemos el asunto solo en claramente inadecuada.
Estoy intentando recordar y no encuentro nada que salvar. Hay que olvidarla y punto.
Voy corriendo a ver de nuevo The Town. Ciudad de ladrones.
Ambiente pantanoso en los alrededores de New Orleans .
Chicas asesinadas y descuartizadas.
Hallazgo de un cadáver de hace muchos años.
Poli de vuelta de todo cansado de la ineficacia de la justicia, interpretado por el magnífico Tommy Lee Jones, que interpreta muy bien su papel o de verdad está cansado.
Alguna escena de acción a cargo de Tommy absolutamente increible.
Mafioso local interpretado por John Goodman que parece de chiste.
El rodaje de una peli en la zona.
Expolis que son los malos (acabo de destripar la peli).
La presencia de apariciones de un general sudista que pretende dar un toque de calidad. Éste sería el ingrediente inesperado, difícil de encontrar en el super del barrio.
Hijita adoptada que es secuestrada para dar dramatismo.
El cocinero es Bertrand Tavernier que guisa una peli sin fundamento y que resulta irregular y en general aburrida.
La unión del mejor guionista del cine español (Rafael Azcona) y un gran director (Marco Ferreri) crea una de las mejores películas del cine hispano.
El comienzo es estupendo con ese coche recorriendo las calles del Madrid de los 50 dando una imagen sofisticada en el fondo y en la forma, pero Mery (Celia Conde) llega a la casa donde vive realquilada y eso nos adentra en la realidad de una época que director y guionista retratan con tal maestría que parece un concienzudo estudio sociológico.
Ferreri usa planos largos y planos secuencia en donde pasan veinte cosas a al vez tratando al espectador como adulto e inteligente. El cine de ahora es más simple un primer plano y plano y contraplano para que quede bien claro quien habla, infantiliza al espectador. Con Ferreri te puedes fijar en muchos detalles y disfrutar de la riqueza de esas imágenes.
Hay secuencias tan potentes que impactan. Ese tranvía circulando entre el rebaño de cabras que cuida un señor con gabardina. O ese niño sentado en el orinal encima de la mesa donde están comiendo.
Los personajes son todos sensacionales y los actores impresionantes con ese jovencísimo José Luis López Vázquez en estado de gracia absoluta o su novia, Petrita, interpretada por Mari Carrillo inconmensurable.
Decir que el pisito es una comedia disparatada es mentir y no entender nada. El pisito es la radiografía atinada y certera de una época, es el drama de una sociedad con problemas cotidianos impresionantes tratados con humor, con un humor negro, muy negro.
Cuando en 2004 el ganador del Rally Dakar en categoría de coches, el piloto francés Stéphane Peterhansel padeció una orquitis, por no llevar adecuadamente colocados los testículos durante una larga etapa, se dio a conocer una patología relativamente frecuente que había afectado a millones de conductores previamente.
Esta patología aparece exclusivamente en varones. Después de largos periodos de conducción sin realizar descansos y con los testículos en posición inadecuada se produce una inflamación de éstos apareciendo orquitis.
La compresión del testículo y el continuo traqueteo produce una inflamación extremadamente dolorosa de los testes.
Esta patología cursa con intenso dolor, aumento del tamaño escrotal y en ocasiones fiebre.
El tratamiento se realiza con antiinflamatorios, analgésicos, aplicación local de frío y reposo.
Aunque como es lógico la medida más eficaz es la prevención. Todo conductor varón antes de iniciar la conducción debe colocarse adecuadamente los testículos, evitando que puedan ser comprimidos.
Por cierto cuando Stéphane Peterhansel presentó la orquitis del conductor varias etapas antes de terminar el Rally Dakar, un miembro del equipo comentó: “tenemos un problema de co…” Stéphane consiguió terminar el rally y salir triunfador a pesar de tan grave dolencia, dando una lección de espíritu de sacrificio y superación.
Mar y yo decidimos ver de tirón las tres primeras pelis de Scream para poder ir al cine a ver la cuarta entrega con fundamento.
Las tres fueron dirigidas por Wes Craven en 1996, 1997 y 2000.
Como llevo retraso con las críticas hago un pack tres por uno.
Despreciar este cine de entretenimiento y juvenil sería lo más sencillo. Destacar algunos elementos de interés es posiblemente más complicado pero más divertido.
La línea argumental es clavada en las tres pelis pero la segunda parodia a su anterior y la tercera a sus predecesoras.
Ese tono de autoparodia con un espíritu juguetón del siempre joven Craven le dan un toque especial.
Las referencias cinéfilas son estupendas y constantes. Esa discusión en clase de cine sobre si las segundas partes son mejores que las primeras es magnífica.
Es gracioso como Drew Barrymore dura unos pocos minutos al comienzo de Scream. En la dos ocurre lo mismo con Jada Pinkett Smith, la esposa de Will Smith, con una agonía delante de la pantalla rememorando algún clásico, un inicio espléndido, mientras ven el estreno de Puñalada que protagoniza Heather Graham que también es asesinada haciendo el papel de la Barrymore.
Hay tres personajes que duran las tres pelis: la sosa y feucha Neve Campbell, el torpe pero imprescindible David Arquette y la maravillosa Courteney Cox, la Mónica de Friends, de la que me declaro absoluto admirador.
La saga de Scream es para tomársela a broma, cualquier afán de trascendencia o intentar recordar quienes son los asesinos resulta inútil.
Veremos que nos presenta Wes Craven en la cuarta entrega. ¿Más de lo mismo o lo mismo mejorado?
Pensaba que no había visto esta peli pero conforme la veía la iba recordando. Hay una escena brutal de tortura para doblegar la rebeldía de Winston Smith. Le acoplan una jaula en la cara con una rata hambrienta. Por supuesto Winston confiesa hasta la muerte de Manolete. Había conseguido olvidar ese momento tan desagradable pero enseguida lo recordé.
La peli representa bien la novela. Ese universo represivo y totalitario que todo lo controla, con el ojo del líder siempre vigilando. Pero aún así surge la rebeldía.
La estética feísta y la escasez en la que viven los personajes me impactaron y también la continua propaganda, incansable y demoledora.
Esta peli estuvo entre las nominadas a los oscars a mejor peli extranjera. Es una producción francocanadiense de la que había oido hablar elogiosamente.
Como no la estrenaban en los cines a los que acudo habitualmente cuando vi a mi amigo Oscar (gerente de estos cines) le pregunté si la iban a poner, me dijo que lo pediría y al siguiente fin de semana ya estaba en la cartelera. ¡Muchas gracias Oscar!
Fuimos Mar y yo el sábado por la tarde. Éramos los únicos en la sala.
La peli comienza con imágenes poderosas e impactantes rebosantes de realismo. Todo preludiaba que iba a ser una gran historia. Pero nuestras expectativas se vieron sobrepasadas y con diferencia. La historia es tan fuerte como un puñetazo en las entrañas.
El marco en que se desarrolla es el Oriente Medio en los confictivos años 60 y 70. No se especifica de que país se trata pero deduzco que puede ser el Líbano. Guerras de religión y étnicas.
Años después dos hermanos se ven obligados por el testamento de su madre a buscar a su padre y su hermano, cuyas existencias eran desconocidas para ellos. El viaje al país árabe de donde procedía su madre es un viaje al pasado de su madre y su abigarrada historia.
La narración es magnífica, los actores están estupendos y la dirección es eficaz sin alardes visuales.
La guerra solo puede generar odio, desgracia y miseria económica y moral. Pero en todo ese caos ¿siempre queda la esperanza?
Otra pregunta: ¿Se podría realizar un spin-off del personaje Tarek Abou?
Vimos esta peli porque actuaba el gran Harrison Ford y parece que un actorazo así solo puede hacer productos de calidad. Elena es admiradora incondicional y lo comprendo.
Morning Glory pretende ser una comedia que se intenta sustentar el la joven actriz Rachel McAdams. Esta chica, al igual que el personaje, le echa empuje y se esfuerza hasta el infinito y más allá para intentar hacer algo divertido y es lo mejor de la peli.
El guión no es nada del otro jueves y se encuentran varias situaciones o ya vistas o repetidas por lo que carecen de total interés.
Reconozco que hay momentos hilarantes, pero el conjunto resulta aburrido.
Diane Keaton está penosa sin gracia y sin saber encontrar su sitio, a veces incluso repelente.
Harrison Ford pone toda la peli cara de enfadado y no sé si es su papel o es que no le gusta lo que está haciendo. Pero verle haciendo algo de chicha y nabo, con lo que ha sido, da pena, mucha pena.
Déjame entrar es una película americana, basada en una producción sueca que tuvo mucho éxito en los países escandinavos y se ha vuelto un fenómeno de masas, además ha obtenido varios premios como en el Festival de Tribeca.
Hacer una peli de vampiros original y que dé miedo es una tarea ciertamente difícil.
El tono de Déjame entrar es intimista, poético y turbador. Es la historia de un niño en una familia disfuncional, con padre ausente, madre ultrarreligiosa y aficionada a la bebida y este muchacho es víctima de acoso escolar por tres subnormales de tomo y lomo. Pero el niño sabe llevar con dignidad sus problemas y hace lo que puede.
Su vecina es una niña enigmática que vive con un señor mayor que parece ser su padre pero no lo es y que le consigue sangre humana para que la niña se alimente.
La niña vampira inspira ternura pero es capaz de sangrientas fechorías.
No es una peli de sustos. Los momentos terribles que más que verlos los suponemos, aunque también hay imágenes explícitas.
Hay secuencias muy potentes vistas desde puntos de cámara inusuales, como la secuencia del accidente de coche.
Una película sumamente interesante en la que el vampirismo solo es un elemento más. Una peli que nos habla de la soledad y de la necesidad de afecto.
Sin límites es un thriller entretenido que mantiene el interés.
Hay secuencias bien rodadas y originales que sorprenden al espectador, sobre todo cuando el protagonista consume esa droga maravillosa el NZT. Esa cámara que camina a ritmo vertiginoso por las calles de Nueva York resulta impactante.
La voz en off es como siempre innecesaria aunque es preciso reconocer que no se abusa de ella.
Robert de Niro como siempre eficaz, pero verle en tantos personajes en tantas y tantas películas confunde un poco.
Hay aspectos en la peli que me recordaron a Matrix y al Club de la lucha, aunque las líneas argumentales sean totalmente diferentes. El apartamento del personaje Eddie Morra me recuerda mucho al del Club de la lucha.
Destacar el maquillaje que resulta muy eficaz y hace muy creíbles a los personajes.
Se podría decir que Sin límites es un thriller del siglo XXI.
Lo peor con ventaja es el final, con una moralina absurda y entrando de lleno en esa malformación del cine americano del happy end.