Andy Hamilton y Guy Jenkin, dos veteranos directores han sabido hacer algo tan difícil como contar una historia desde el punto de vista de unos niños, sin ñoñería y como para que la comprendan los supuestamente adultos.
La familia siempre es un muy buen tema en el cine.
Personas con las que te une una relación genética y siempre te unirá y que no te tienen ni que caer bien para juntarte y celebrar las “fiestas familiares”.
El otro día en la consulta un niño que acudió con su madre por un accidente escolar me explicaba que tenía cuatro hermanos.
Uno de su padre y su madre (obvio), otro de su padre y su novia actual, otro de su madre y primer marido y otro de su madre y su novio actual.
La madre miraba al niño con cara de asombro.
Le dije que se había explicado muy bien, pero que no necesitaba tanta información.
Las familias puzzles no son ni buenas ni malas, seguramente lo peor es el camino de discusiones, abogados y divorcios que llevan a ellas.
Estos tres hermanos que protagonizan esta peli son testigos de ese proceso y también de la enfermedad terminal de su abuelo.
Y como no son tontos perciben e interpretan la realidad.
Como las grandes comedias nos cuenta en tono de humor este tremendo drama.
Esto hace de Nuestro último verano en Escocia una gran peli, una peli colosal.
Escondida en este formato ligero se cuentan grandes y fundamentales cosas.
Los directores, de los que pongo una foto, les contaban a los niños de que iba la escena y les dejaban improvisar, decir lo que les parecía. El resultado ha sido fresco y energético, chispeante y realista.
Lástima que el doblaje nos impida oír las voces reales de estos tres actorazos infantiles.
La madre es interpretada por la delgaducha Rosamund Pike, que vimos en Perdida de David Fincher, perfecta para papeles de mala, pero aquí no encaja, además sus tres hijos son capaces de robar cualquier escena en la que participen.
Una peli imprescindible, de verdad, de las que nadie se debe perder.
Siempre me gusta ver una peli mala para ponerla a parir, ser cruel y divertirme. Lo de divertir ya es más difícil.
Esperando lo peor acudo a ver esta Negocios con resaca.
La peli oscila entre lo bobalicón, lo cutre, lo falsamente desmadrado, lo soez y sobre todo lo patético.
Yo no sé si su director era consciente que estaba describiendo el patetismo de unos personajes infantiloides y vocacionalmente fracasados, sumidos en una existencia con falsas e imposibles expectativas.
Estos personajes me daban pena, llenos de ilusiones, pero genéticamente incapaces de triunfar, sin ser conscientes de su incapacidad.
Lo que debía ser una comedia alocada solo me inspiraba tristeza y cierto vacío existencial.
Cuando se hace una peli así es imposible pensar en un final realista. Aquí el happy end triunfa con una moralina baratucha que hace más degradante aún la historia de estos fracasados que ni siquiera pueden hundirse con dignidad, siendo salvados por la necesidades de un guión de mierda que aún les humilla más.
Aunque parezca mentira es la ópera prima de Ned Benson.
Con una historia ha hecho tres pelis.
La desaparición de Eleanor Rigby con tres puntos de vista. Ellos, de la que hablaremos ahora. Él y Ella según las versiones de los dos miembros de esta pareja.
La peli comienza con Eleanor tirándose por un puente. Hasta bastante avanzado el metraje no conocemos el porqué.
Solo lo vamos descubriendo poco a poco, mientras tanto te devanas los sesos elucubrando.
Cuando conocemos la causa comprendemos todo.
Somos capaces de entender que su vida perdió el sentido y que no va a poder encontrar consuelo con nada, algo tan antinatural nunca se va a poder superar.
La construcción de la peli es muy adecuada. Mantiene el suspense a base de dosificar la información.
Se huye (gracias a Dios) de sentimentalismos gratuitos y facilones.
Gran parte del acierto de esta peli está en su protagonista, una Jessica Chastain embriagadora que se merienda a su oponente, un James McAvoy solo aceptable.
Me gustaría ver las otras dos versiones, pero más adelante, cuando consiga recuperarme.
Matthew McConaughey y Woody Harrelson son dos detectives que investigan un asesinato ritual.
Si las pesquisas de los dos policías son interesantes más aún lo son las personalidades de ellos.
True Detective nos presenta el mundo de la trash white (basura blanca), esos norteamericanos que viven en infraviviendas de madera o en carabanas rodeados de mezquindad y miseria ambiental y personal. El género que trataba a esta clase social se llamó gótico americano.
Los paisajes de Luisiana fotografiados de manera magistral son el escenario perfecto para estos americanos de tercera.
Curiosamente la serie se centra en trash white, siendo la presencia de negros muy ocasional.
La vida y el carácter de estos dos policías no es menos tenebroso.
Woody Harrelson, un padre de familia autodestructivo que se encoña con facilidad, que quiere a su bella esposa y a sus hijas, pero que es capaz de traicionarlas a las primeras de cambio. Se erige en justiciero por su bajo control de impulsos.
Matthew McConaughey, marcado por la muerte de su hijita, cuya vida carece de sentido, encuentra en la investigación de los asesinatos un mecanismo de redención.
Destacar también lo bien rodada que está la serie, con encuadres bien estudiados y planos secuencia arrebatadores.
Resulta muy divertido comparar las declaraciones de los dos investigadores con lo que ocurrió en realidad.
La trama se sumerge en ese mundo turbio de asesinatos, crueldad, política, divertimentos de ricos depravados… Un universo cruel, amoral, despiadado, sucio y tristemente fascinante.
Con True Detective hemos entrado en una nueva fase evolutiva en las series de televisión. Ha adquirido un carácter de adulta y su negrura la hace retorcidamente intelectual.
La segunda temporada será protagonizada por Colin Farrell, Vince Vaughn y (mi adorada) Rachel McAdams.
La trama se ambientará en California y girará en torno a tres policías y un criminal en una red de conspiraciones que se sucederán tras un asesinato.
Promete, pero ¿superará a esta primera temporada? Lo tiene difícil.
Después del Homenaje a Álex de la Iglesia y Álex Angulo por extensión con la proyección de El Día de la bestia se celebró la Clausura con la lectura de premios.
La peli de la clausura BIG GAME de Jalmari Helander, se quedó pillada a los 40 minutos y no pudimos ver más. Me cabreé como un mono.
Os pongo el Palmarés completo y el vídeo resumen.
Palmarés del Nocturna 2015:
SECCIÓN OFICIAL:
– NOCTURNA PAUL NASCHY MEJOR PELÍCULA: Liza and the Fox Fairy de Károly Ujj Mészáros
– NOCTURNA MEJOR DIRECTOR: Károly Ujj Mészáros por Liza and the Fox Fairy
– NOCTURNA MEJOR GUIÓN: ex aequo – Bálint Hegedûs y Károly Ujj Mészáros por Liza and the Fox Fairy – Marcus Nispel y Kirsten Elms por Exeter
– NOCTURNA MEJOR ACTOR: Szabolcs Bede Fazekas por Liza and the Fox Fairy
– NOCTURNA MEJOR ACTRIZ: Mónica Balsai por Liza and the Fox Fairy
– NOCTURNA MEJORES EFECTOS ESPECIALES: Ex equo – Exeter y Liza and the Fox Fairy
– MENCIONES ESPECIALES DEL JURADO:
El jurado quiere alabar la calidad de los cortometrajes que encierran visiones ambiciosas y personales en La Hora del Baño de Eduardo Casanova, Happy Face de Marc Juvé, The Fisherman de Alejandro Suárez y 2037 de Enric Pardo.
DARK VISIONS:
El jurado de Dark Visions compuesto por Carlos Galán, Carlos Areces y Jimina Sabadú ha decidido otorgar el siguiente premio:
Mejor Película Nocturna Dark Visions – Afterdeath de Gez Medinger y Robin Schimdt
MADNESS:
El jurado de Madness compuesto por Paco Manzanedo, Javier Trujillo y Aurora Carbonell han decidido otorgar el siguiente premio: Mejor Película Nocturna Madness, “de forma unánime por divertida brutal y única” Bunny The Killer Thing de Joonas Makkonen
Con esta peli generacional se despide el NOCTURNA 2015.
Dentro del laberinto tiene muchos elementos valiosos.
Su heroína es una chica.
Ensalza el valor de la amistad.
Es muy ochentera.
Mantiene un aire pop.
Despierta esa ternura de lo artesanal, sin efectos digitales (excepto el búho que es generado por ordenador).
A pesar de sus casi 30 años ha sabido envejecer bien.
Con una sala casi llena la disfruté de lo lindo. Un público entregado.
Michael Jacksonfue considerado para el papel de Jareth. Jim Henson prefería a Sting , pero sus hijos lo convencieron de que David Bowie tendría un atractivo más duradero.
Un granjero australiano descubre una especie de alcachofa gigante extraterrestre que tiene poderes curativos. Que quede claro no es la dieta de la alcachofa.
El mundo anda en guerra, los USA han invadido Irán. Los rusos y los chinos no están muy contentos con el asunto.
Los de la CIA u otra agencia nadan locos detrás de la planta…
Terminus no tiene momentos brillantes, pero se pasa aceptablemente.
Tal vez lo más interesante es el retrato de esa América profunda de la basura blanca, carne de cañón de esta guerra.
A mí el final me gustó con esa pareja que perpetuará la especie. Pedazo de spoiler que acabo de hacer.
Reparto: Daniel MacPherson
Grace Huang
Luke Hemsworth
Guión:
Shane Abbess, Brian Cachia
Duración: 110 min.
Sección: Oficial Fantástico
Peli australiana mezcla de cine de acción, con muchachotes fornidos y bien constituidos, y ciencia ficción.
Llena de tópicos y de elementos ya vistos que no aporta nada al género.
Encima resulta tediosa y aburrida.
110 minutos interminables.
Cuando ya parece que ha terminado y sientes un repentino estado de bienestar, te das cuenta que hay un largo epílogo que te invita al uso de drogas para olvidar esta ficción.
Algunos momentos dramáticos despertaron risas en la sala. Yo estaba de bastante mala leche y no me dio por reír.
Al final de la proyección hubo quien aplaudió. Yo no.
Este corto ya lo había visto previamente por vimeo, me lo había pasado mi amiga Eva Calleja.
Lo vuelvo a ver en el NOCTURNA 2015 (Madrid International Fantastic Film Festival)
Iván Mena Tinoco dirige este corto de 15 minutos.
Aunque se trata de una producción independiente cuenta con medios de gran apuesta cinematográfica.
De una factura técnica perfecta en el sonido (con 160 profesionales), en los efectos especiales (con 60 artistas) y en el rodaje (con más de 60 personas).
Contada a modo de cuento con toques de sueño y, en ocasiones pesadilla, nos introduce en una historia laberíntica, que habla del afán de superación ante la adversidad.
Con una realización fascinante que impide parpadear, que abruma y desconcierta y te lleva por caminos de emociones muy intensos.
Me ha sabido a poco.
Cuando termina te quedas con la sensación que necesitas más.
A través del espejo es una apuesta arriesgada, pero que supera con sobresaliente del reto que ella misma se plantea.
Raquel Salillas con su simpatía habitual nos presenta este corto documental sobre el FESCIGU.
De formato sencillo trasmite muy bien el entusiasmo de los colaboradores, que desinteresadamente, hacen posible el Festival.
Las intervenciones de la mayoría muy divertidas.
Después se realizó una mesa redonda con Pedro Solís, director de los cortometrajes La bruxa (2010) y Cuerdas (2013); Luis Moreno, director del Festival de Cine Solidario de Guadalajara; Elvira Ongil, cortometrajista y miembro de la asociación cultural Contrapicado Films; e Isra Calzado López, productor, realizador audiovisual y expresidente de Baidefeis Producciones. La propia Raquel Salillas moderó el debate.
Las conclusiones que saqué después de oír a los contertulios son un poco desesperanzadoras.
A día de hoy el FESCIGU no tiene ni un duro para seguir adelante y tiene que confiar en los aficionados al cine que colaboren en la campaña de crowdfunding que se ha puesto en marcha.
Se supone que habrá algún patrocinador y que el patronato de Cultura del Ayuntamiento suelte algo de pasta.
Es descorazonador pensar que si el FESCIFU 2015 sale a delante es por el tesón y el esfuerzo titánico de un grupo de incondicionales del cine.
El Ayuntamiento de Guadalajara y más aún la Diputación y el Gobierno de la Comunidad, se mantienen ajenos a esta apuesta cultural.
El FESCIGU a pesar de todo goza de buena salud. La selección de cortos es estupenda y se han visto, estos años atrás, los que luego serían premiados en los Goya.
El mayor éxito es el apoyo del público que en los últimos años ha llenado el aforo del Auditorio Buero Vallejo.
Voy a hacer comparaciones.
ALCINE, el Festival de Cine de Alcalá de Henares, se celebra en el Teatro Salón Cervantes que cuenta con unas doscientas localidades y en su cuadragésima edición, a la que asistí, no se solía llenar. El Ayuntamiento aporta unos 300.000 euros.
El FESCIGU, el año pasado llenó el Buero Vallejo, que cuenta con unas mil localidades. El Ayuntamiento aportó 20.000 euros.
Nuestro Festival ha ido cogiendo fama y empuje, podría ser un impulso económico para la ciudad si contara con más apoyo en publicidad e institucional.
No sé como dos años después vuelvo a cometer el mismo error.
Decididamente soy un tarado.
Esta Aún más alto se acierta con el título. Da al espectador más arriba, en la cabeza.
La primera era como una patada en las tripas. Ésta es como una patada en la boca.
Al parecer tuvo éxito es los USA y eso decidió a los productores a hacer una secuela.
Es una peli de las que llamaríamos girls comedy.
Los personajes de estas muchachas siguen unos estereotipos ya definidos. Está la lista, la guapa, la gordita graciosa, la chicana, la asiática, la lésbica…
Así se congracia con todo tipo de jóvenes.
Con un desarrollo pueril, alejado de la realidad, solo algún golpe cómico más subido de tono rompe con la monotonía.
Salvo los números musicales, por mi condescendencia natural con estas cuestiones.
La directora Elizabeth Banks, también interviene en la peli como actriz. No me cae mal.
Me olvidaba hablar de su protagonista la sosa Anna Kendrick. La actriz(?) no tiene ni el más mínimo carisma y encima parece desganada. Colabora eficazmente a que esto sea un rotundo fracaso.
Sean Penn tiene un prestigio demostrado y una valía y solvencia profesionales fuera de toda duda.
Lo esperable es que una peli protagonizada y producida por él tenga un marchamo de calidad.
Mi decepción ha sido máxima.
No me podía esperar tal desastre.
Una peli mal dirigida, mal interpretada, con una trama entre delirante y cómica.
Javier Bardem perpetra un personaje imposible. Una caricatura del buen actor que un día fue, y tal vez, siga siendo.
Su desarrollo no solo resulta insoportable sino que se va degradando paulatinamente para terminar siendo ridículamente desternillante.
Se supone que están en Barcelona en una corrida de toros (¡!). Es claramente la Plaza de Toros de Las Ventas. Yo soy capaz de identificarla, pero por si hubiera dudas aparece la bandera de la Comunidad de Madrid de un tamaño respetable.
Este final resulta tan grotesco, tan imposible, tan penoso que tuve, por momentos, ganas de vomitar, pero me controlé y comprendí que era mejor encontrarle el lado cómico.
Es una peli insultantemente penosa. Un producto de cuarta fila que degrada a todos los que han intervenido o colaborado.
Querido Sean Penn: no se puede caer más bajo.
La verdad es que sí se puede: haciendo una secuela.
Ya tardaba. Todos me habían hablado elogiosamente de ella.
Comedia con momentos dramáticos que ensalza los valores familiares y reivindica la no discapacidad de los sordos.
Sabe llegar a tocar esa tecla de la emoción, que yo tengo bastante al descubierto.
Pensada para agradar, para que nadie le pueda reprochar nada.
Con un tono, a veces caricaturesco, que no llega a la astracanada y que no llega a chirriar, aunque le anda cerca.
Hay dos elementos que me han parecido sobresalientes.
La música. Estupendos los temas de canción francesa que admiro. Un deleite.
La jovencísima actriz protagonista, Louane Emera, una chica maravillosa en su interpretación y con una personalidad embriagadora. Una auténtico descubrimiento.
Lloré como una Magdalena oyendo Je vais t’aimer ( de Eric Elmosnino).
Lo mejor del cine francés que he visto últimamente.