Cortometraje de la película Paris Je t’aime (2006) dirigido por el canadiense Vincenzo Natali en el que un joven turista (Elija Wood) se encuentra con una extraña vampiresa (Olga Kurylenko) en un barrio de París.
Con una fotografía fascinante y con una sangre roja tan atrayente, la bellísima Olga Kurylenko se apiada del joven Elija Wood.
Ya sabéis que hay besos recatados, en los labios, con lengua y (los que aquí se dan) con sangre.
Yo no los he probado, pero por lo felices que se les ve, parecen estupendos.
El Cine Club Alcarreño pone un broche de oro a esta temporada.
Macbeth es un versión de la obra de William Shakespeare.
Siempre resulta difícil adaptar el teatro al cine.
Por otra parte desechar texto de esta obra para hacerlo más digerible en la gran pantalla es una labor muy penosa.
El director australiano, Justin Kurzel, compone una peli terriblemente fascinante.
Su desarrollo visual, su estética, su plasticidad son apabullantes.
Su fuerza visual es desgarradora.
Esa batalla rodada en medio de la niebla, donde la fotografía se para o se vuelve rápida para hacernos comprender el caos, la sangre y la muerte de una guerra.
Se retrata la ambición por el poder.
Un poder que se adquiere por la traición y el asesinato, cuyo elemento de inducción es la mujer, siempre el origen del pecado y de la destrucción.
Pero Macbeth necesita mantenerse y entra en una espiral de muertes sin sentido.
Es el retrato de la locura del poder que hace débil y temeroso al que lo sustenta por la fuerza y el deshonor.
Tal vez la peli se ve lastrada por el excesivo diálogo. ¿Pero quién se resiste a los textos de Shakespeare?
Michael Fassbender está impresionante, con una interpretación tan potente, tan colosal que resulta agotadora.
Estamos ante una gran peli.
Tal vez, como decía mi amigo Daniel, precise de una larga digestión.
Mis retinas no podrán olvidar el rojo del paisaje de fuego donde perece el ambicioso Macbeth.
Se nos plantea la cuestión fundamental: cómo la Alemania derrotada afrontó su reciente pasado.
El Fiscal General Fritz Bauer estaba obsesionado por hacer justicia con los asesinos del Tercer Reich.
Pero el poder judicial estaba infiltrado de exnazis que intentaban que su labor no fructificara.
Igual pasaba con otros poderes del estado, como la policía o los servicios de información.
El retrato del personaje es magnífico. Ese hombre despeinado, fumador compulsivo, al que le molesta el aire fresco, homosexual reprimido, huraño, malhumorado y obsesionado con la idea de justicia.
Por otro lado el director nos presenta la sociedad represiva e intolerante de los años cincuenta en la República Federal, con ese joven fiscal arrastrado irremediablemente hacia una trampa por sus apetitos sexuales insatisfechos.
La trama discurre cadenciosamente con la parsimonia de las grandes películas, evitando el efectismo y rindiéndose a la realidad y al retrato fidedigno de una época.
He disfrutado y he sufrido mucho en esta sexta temporada.
En la mayoría de los episodios la tensión ha llegado al máximo.
Ya he cogido cariño a la mayoría de los personajes y no quiero que fallezca ninguno.
.
.
.
.
Los caminantes me siguen dando un miedo terrible.
Por las noches me veo obligado a levantarme a orinar.
Mi próstata tiene el tamaño de un balón de baloncesto.
No puedo evitar pensar que en los escasos cinco metros que separan mi cama del baño voy a ser atacado por un muerto viviente.
Meto debajo de la cama un bate de béisbol y lo cojo cuando la necesidad miccional me obliga.
Pero en la serie lo que más problemas causa a esta familia de supervivientes, no son los mordedores, son los humanos.
El Apocalipsis Zombi ha hecho de la Tierra un territorio sin orden, sin reglas, donde todo vale para sobrevivir.
Nuestros amigos han aprendido que es mejor matar que morir y ante la duda…
Esto quedaba claro hasta que aparece el reconvertido Morgan Jones, interpretado por Lennie James, siembra en Rick, pero sobre todo, en Carol la semilla de la duda.
.
.
.
.
Su tesis es que todos los hombres, por malvados que sean, son recuperables, se pueden redimir.
A Carol en los momentos más difíciles le entran los remordimientos por matar para sobrevivir y eso les hace más débiles.
.
.
.
.
Sigo siendo fan absoluto de Daryl y de Glenn. Cuanto he sufrido por ellos dos, sobre todo por el segundo. La serie (no quiero hacer spoilers) nos plantea una cuestión que ha sido muy dura.
.
.
.
.
.
.
En Alejandría donde disponen de un ambiente más confortable, con ducha, cama, agua caliente, electricidad… surgen amoríos con cierta facilidad.
El muchachote que se lía con Michonne es un hombre con suerte.
.
.
.
.
Mi chica favorita es Rosita Espinosa, igualica que Lara Croft (versión videojuego, no Angelina).
.
.
.
.
.
.
.
.
Por último mencionar a la luchadora Maggie Greene que en esta temporada lo pasa especialmente mal.
.
.
.
.
A pesar del cariño que tengo a la mayoría de los personajes no creo que vea ninguna temporada más.
Lo he pasado tan mal, especialmente los dos últimos capítulos que no quiero volver a padecer este calvario.
Mi consejo: no veáis los dos últimos episodios. Esperad a la séptima temporada y los veis justo antes.
Ya en las últimas temporadas de la serie Homeland veíamos la guerra con drones.
Esta peli inaugura el nuevo cine bélico.
Las guerras del siglo XXI se van a librar con estos artefactos voladores que manejados a distancia pueden soltar unos pepinazos con toda exactitud en cualquier blanco.
En la guerra se han cometido muchas fechorías. La justicia, la ley y el derecho se dejan a un lado y el fin justifica los medios.
Los americanos siempre han sido firmes defensores de esa doctrina. Lanzaron la bomba atómica para evitar la muerte de muchos norteamericanos.
Cuando se bombardean ciudades mueren cientos de personas, pero los que lanzan las bombas y los que lo ordenan no ven a sus víctimas. Su objetivo está oculto por la distancia.
Pero ahora cuando se lanza un misil desde un dron la tecnología nos permite ver el objetivo y los daños colaterales. Las víctimas tienen cara ya no son invisibles.
De eso habla esta peli que enlaza, como un rosario, los problemas éticos y morales que entraña esta nueva manera de hacer la guerra.
La peli mantiene la tensión y la emoción.
Nos muestra las tecnologías que se emplean y la importancia del factor humano a la hora de manejar estos aparatillos y de tomar las decisiones.
El desarrollo resulta brillante contando con interpretaciones excelentes.
Destacar a Helen Mirren (siempre eficaz), Alan Rickman (muy contenido), Aaron Paul (un gran cambio de registro después de su fama por Breaking Bad) y Barkhad Abdi (al que ya vimos en Capitán Phillips).
El biopic es un género complicado, casi todos resultan demasiado episódicos.
El debutante Matt Brown se empeña en llenar su relato de momentos intensos. Ya sabéis los actores ponen cara de emoción, la música de cuerda (tararí tararí), primeros planos… Estilo pastelón para conseguir mover emociones en el espectador.
Eso funciona cuando no se le ve el plumero, pero aquí canta demasiado.
La peli está repleta de tópicos. Alguno me encanta como la suegra que esconde las cartas de la nuera, ¡qué bonito!
La tuberculosis es tratada como era de esperar. Sucede y presenta los síntomas siempre vistos en el cine.
Dev Patel demuestra sobradamente que es un pésimo actor, despertando sentimientos opuestos a los que pretende. Su presencia resulta francamente irritante.
Jeremy Irons hace lo que puede en medio de este desaguisado, demuestra su valía de buen actor.
Tampoco favorece nada el interés del espectador que el tema de fondo, las matemáticas, parezcan, no una ciencia, sino una religión.
Últimamente espero cada vez menos del cine de superhéroes.
Pero esta peli me sorprende.
La trama es clara, bien relatada. ¡Hasta yo la entendí!
Todos los personajes están bien construidos y su desarrollo resulta coherente.
El malvado Apocalipsis con esa capacidad de acumular mutaciones que le hacen creerse un dios, con sus cuatro seguidores a los que llama hijos y les lava el cerebro.
Entre estos cuatro jinetes del Apocalipsis hay dos chicas. Entre los miembros de las sectas siempre hay mujeres para complacer al líder.
El rollo inicial en el Antiguo Egipto me recordó a La momia.
Destacar a los tres protagonistas, James McAvoy (Profesor Xavier), Michael Fassbender (Magneto) y Jennifer Lawrence (estupenda Raven/Mística) que lo hacen fenomenal.
Inquietantes e interesantes las referencias al pasado en Auschwitz de Magneto que yo recordaba en alguna de las anteriores.
La peli discurre muy entretenida, sin que haya ningún momento aburrido, con escenas brillantes.
Destacar la salvación de los mutantes de La Escuela para Jóvenes Talentos por parte de Mercurio (Pietro Maximoff, alias Quicksilver). Impresionante.
Tal vez le falte algo más de sentido del humor.
El premio a la más maciza se lo lleva Elizabeth “Betsy” Braddock, mejor conocida como Psylocke (Mariposa Mental en España). No puedo evitar poner fotos abajo.
La fugaz presencia de Lobezno o Logan para los amigos (un eficaz Hugh Jackman) es extraordinaria (orgía de sangre).
El Taller de Cine de Azuqueca de Henares nos ofrece una oportunidad única de ver en pantalla grande este clásico de aventuras. Un lujazo.
Es una de mis pelis de cabecera. La vi en su estreno y muchas más veces en la tele.
Huston nos introduce en paisajes exóticos a dos personajes perdedores, dos truhanes que son conscientes de su valía personal y de sus sueños imposibles.
Despreciados se defienden afirmando que “con sujetos como ellos se ha construido el Imperio Británico”.
Toda la peli está impregnada de un gran sentido del humor que ayuda a suavizar momentos duros, que gracias a la comicidad son digeribles.
Por otro lado hay una gran nostalgia de una época que tal vez los protagonistas ni siquiera llegaron a vivir.
Estos dos perdedores llegan a triunfar, de hecho Danny Dravot llega a ser Dios en Kafiristán.
Solo una mujer logra romper sus sueños.
El homenaje a Rudyard Kipling es manifiesto, interpretado por un joven Christopher Plummer.
La trama, aunque poco creíble, está bien hilvanada.
Formidables Sean Connery y Michael Caine que componen dos personajes bien diferentes, pero complementarios.
Envidiable la amistad que los une.
Una peli de aventuras que lo tiene todo: viajes, emoción, peleas, amor, camaradería, humor, batallas y épica.
Pero la épica es de los perdedores, de los que nunca consigue triunfar.
Curiosidades:
John Huston trató de realizar la versión cinematográfica de “El hombre que pudo reinar” muchas veces antes.
Se concibió originalmente como un vehículo para Clark Gable y Humphrey Bogart en los años cincuenta, y más tarde para Burt Lancaster y Kirk Douglas.
También se barajaron nombres como Robert Redford y Paul Newman.
Este último sugirió a Sean Connery y Michael Caine .
.
.
.
.
.
.
John Huston también consideró a Richard Burton y Peter O’Toole como Dravot y Carnehan.
.
.
.
.
Karroom Ben Bouih (Sumo Sacerdote Kafu Selim) era el vigilante nocturno de un olivar cerca de la localización de la película.
Fue contratado después que John Huston accidentalmente se encontrara con él.
Se quedó dormido un par de veces durante el rodaje, descubriéndose que todavía había mantenido su trabajo de vigilante nocturno.
Huston tuvo que explicarle que no necesitaba ese trabajo, la compañía cinematográfica le pagaría lo suficiente y así podría dormir por las noches.
.
.
.
.
Karroom Ben Bouih llegó a vivir 103 años.
Hizo su primera y única aparición en el cine con esta peli.
Al ver a algunas de las imágenes, declaró que ahora iba a vivir para siempre.
Sean Connery ha declarado que es su película favorita.
.
.
.
.
Christopher Plummer interpreta a Rudyard Kipling.
Sean Connery tuvo que insistir en la participación de este actor. Los productores no lo querían.
Connery tuvo que amenazar con dejar el rodaje si no se le contrataba.
.
.
.
.
.
.
El director John Huston no había adjudicado el papel de Roxanne antes de empezar a rodar.
Durante la filmación, en una pequeña cena para algunos técnicos y actores, se le preguntó si él todavía no había pensado en alguna actriz para el personaje.
Cuando respondió que no, todas las cabezas se volvieron hacia Shakira Caine, esposa de la estrella Michael Caine.
Huston le dio el papel en el acto.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Michael Caine y Sean Connery estaban preocupados por la falta de dirección y retroalimentación con Huston.
Caine se acercó a Huston y preguntó si algo estaba mal y si estaba contento con sus actuaciones.
Huston respondió:
“Estás cobrando un montón de pasta por hacer esto, Michael, creo que deberías hacerlo por ti mismo”.
.
.
.
.
La escena en la que Danny se reúne con Peachy recibe un disparo en la kasbah de Ait Benhaddou, justo al norte de la ciudad del sur marroquí de Ouarzazate.
Este sitio fue utilizado en Gladiador (2000) como la arena del norte de África donde Maximus combate en sus primeras peleas.
Ouarzazate es conocido como el “Hollywood de Marruecos“, ya que muchas producciones internacionales, como El reino de los cielos (2005) y Las Colinas Tienen Ojos (2006), fueron rodadas en la zona.
.
.
.
.
.
.
.
.
La primera de las dos películas que los amigos en la vida real, Michael Caine y Sean Connery, protagonizaron juntos.
Su segunda colaboración fue “Un puente lejano” (1977).
El Cine Club Alcarreño patrocina esta proyección en el Teatro Moderno.
Se trata de un mediometraje (no llega a la hora) crítico con el periodo histórico de la Transición.
Me veo en la obligación de emitir una opinión de lo formal, cuestión sencilla, y del fondo, un asunto complicado.
Se compone de entrevistas de activistas y políticos.
Se entremezclan escasas imágenes de archivo y algunos datos sobre los restos del franquismo que persisten en nuestra geografía, sobrepuestos a los comentarios de los entrevistados, que solo despistan.
Algunas imágenes son de una calidad técnica penosa, como la entrevista a Julio Anguita, con ruido de fondo e imágenes desenfocadas, hasta yo lo hubiera grabado mejor.
Técnicamente me parece una chapuza.
El fondo es mucho más difícil de criticar porque implica enfrentar mi opinión a la del documentalista.
No es un tema del que se pueda ser aséptico.
La peli mantiene la tesis, según he interpretado, que esta etapa de la historia española fue un fraude. Las “superestructuras” sociales (justicia, policía, agentes económicos y gran parte de los políticos) no cambiaron.
Se hizo una especie de lavado de cara de la Dictadura que mantuvo su poder social y económico.
Esto lo explican especialmente bien Juan Carlos Monedero y Julio Anguita.
El documental incide mucho en el papel del Partido Comunista y especialmente de su líder Santiago Carrillo.
No me extiendo más.
En mi opinión adolece de testimonios de otros sectores de la vida política que hubiera estado bien que sirvieran de contrapunto a las opiniones vertidas.
También se olvida el terrorismo de ETA y de otras organizaciones terroristas como Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive o Terra Lliure que convulsionaron la vida española del momento.
No se hace hincapié en la continua amenaza de golpe de estado por parte de un sector del ejército que se mantenía fiel al Caudillo con el que había luchado en la Guerra Civil.
En mi opinión se hizo lo que se pudo. Las fuerzas democráticas apostaron por la reconciliación nacional y por la transición lo más pacífica posible.
Nada iba a favor del cambio.
El ambiente en los cuarteles, el terrorismo en las calles, la movilización sindical, la represión policial, la crisis económica, las fuerzas violentas de ultraderecha y muchos nostálgicos del Régimen que veían que una manera de entender España se quebraba.
Pero lo que impedía totalmente la ruptura y solo permitía la transición era la inmensa clase media conservadora que el Régimen había favorecido.
Una de las maniobras más importantes del Franquismo fue facilitar la compra de viviendas de manera masiva por los ciudadanos españoles y un sistema de protección social bastante aceptable.
Estas medidas favorecieron la formación de una gran clase media de pequeños propietarios de viviendas. Tal vez, por sus ingresos y forma de vida solo eran clase baja, pero su nivel de vida era mejor que en la inmediata posguerra y se creían prósperos pertenecientes a esa gran clase social.
Cualquier actitud revolucionaria o rupturista estaba llamada al fracaso absoluto.
Eso lo supieron ver los partidos de izquierda y tanto PSOE como el histórico y combativo PCE asumieron todos los supuestos del estado burgués que se ofrecía (bandera, monarquía, sistema electoral, mantenimiento de las estructuras del antiguo régimen).
En el Referéndum para la Reforma Política se vio bien claro que la mayoría de la ciudadanía quería una transición y no una ruptura.
En las siguientes elecciones del 77 la mayoría votó a partidos de derechas (UCD, AP, partidos conservadores nacionalistas).
Por lo tanto quedó claro que la ruptura no contaba con el apoyo de la mayoría de los españoles.
Como decía antes, en esa situación tan difícil casi todos los grupos políticos transigieron para conseguir llegar a crear un estado democrático, al menos en lo formal.
El que más cedió fue el Partido Comunista de España que quería dejar atrás su estigma de diablo rojo que había penetrado en gran parte de la población después de lustros de propaganda política franquista anticomunista.
Yo viví la transición política mientras estudiaba Medicina.
En primero se murió Franco y en sexto Tejero asaltó el Congreso.
Era partidario de la ruptura democrática con el Régimen, de la República, pero los que opinábamos así éramos minoría.
Se hizo lo que se pudo.
Pero ni fue un fracaso, ni el mayor de los éxitos.
Lo que está claro que los partidarios de la Revolución de los cambios radicales nos vimos defraudados.
Una época tan convulsa tampoco se puede vender como un gran éxito. Muchos modos propios de la dictadura tardaron años en desaparecer o, incluso, persisten aún hoy en día.
Dos días después de la proyección de este mediometraje recibimos los socios del Cine Club Alcarreño este correo electrónico:
“Buenas tardes, Queríamos pedir disculpas por la proyección del documental “La Transacción Española” del pasado miércoles.
.
Desde el Cineclub Alcarreño creemos que es interesante dar cabida a diferentes puntos de vista que haya sobre cualquier tema, cuestionar lo preestablecido, plantear temas desde diferentes ángulos para que cada uno saque sus propias conclusiones y, sobretodo, siempre primando el interés Cinematográfico y Cultural por encima de todo.
.
Cuando pensamos en la proyección de este documental, por su temática, nos pareció que encajaba con la filosofía comentada anteriormente y, bien por exceso de confianza, bien por falta de tiempo, no chequeamos la película antes de su proyección que, finalmente, destacó más por su aire a mitin político que por su interés cultural.
.
En fin, agradecemos mucho a la gente que se acercó a verlo, confiando en la línea de programación o el nivel de calidad que se le presupone al Cineclub Alcarreño desde hace ya casi cuarenta años y que, por esta vez, no fue así.
.
Os pedimos disculpas, es un error que intentaremos evitar en el futuro.
A esta familia la expulsan de una comunidad puritana calvinista por pasarse de puritanos y de calvinistas, en el Massachusetts de finales del siglo XVIII.
No viven felices porque su existencia está impregnada por la amenaza del pecado.
Un Dios exigente y vengador les impide alcanzar la paz.
Entre sus miembros, los padres y cuatro hijos, florece la mentira, el resquemor, la represión, la envidia…
Para colmo pasan hambre, necesidad y desaparece el más pequeño de la familia.
La mujer es vista como fuente de deseo y de pecado.
Todo esto desembocó en la quema de las brujas de Salem, años después.
Robert Eggers envuelve su relato en una atmósfera turbia, donde el sol no llega a los personajes por las hojas del bosque o por las nubes del valle.
El desarrollo está lleno de detalles de buen director, del que sabe expresar con imágenes sentimientos y situaciones, colocando la cámara con naturalidad y sin artificios baldíos.
Hay fotogramas de claro carácter pictórico, de una belleza extraordinaria que además inquietan y perturban.
En conjunto una peli muy estimable. Una joya del cine de terror.
Yo le quitaría el epílogo final.
Mi amiga María, gran aficionada al género, afirma que no le gustó porque, aunque aprecia elementos valiosos, no da miedo.
Esperó durante toda la proyección algún susto, de los que carece. Los comentarios que escuchó fueron negativos.
Como podéis ver en el vídeo las chicas muy guapas y los chicos, en general, elegantes.
La Gala de Clausura contó con la intervención de un montón de actores y actrices que entregaban premios a muchos galardonados.
La presentadora de la Gala fue una bellísima Belén Rueda que iba en un vestido rosa que le sentaba fenomenal.
Tuvo que ponerse gafas para poder leer sus entradillas.
Solo hubo una intervención musical a cargo de la formidable Silvia Pérez Cruz, ganadora de la Biznaga por la música de Cerca de tu casa de Eduard Cortés.