Pensaba que no había visto esta peli pero conforme la veía la iba recordando. Hay una escena brutal de tortura para doblegar la rebeldía de Winston Smith. Le acoplan una jaula en la cara con una rata hambrienta. Por supuesto Winston confiesa hasta la muerte de Manolete. Había conseguido olvidar ese momento tan desagradable pero enseguida lo recordé.
La peli representa bien la novela. Ese universo represivo y totalitario que todo lo controla, con el ojo del líder siempre vigilando. Pero aún así surge la rebeldía.
La estética feísta y la escasez en la que viven los personajes me impactaron y también la continua propaganda, incansable y demoledora.
Esta peli estuvo entre las nominadas a los oscars a mejor peli extranjera. Es una producción francocanadiense de la que había oido hablar elogiosamente.
Como no la estrenaban en los cines a los que acudo habitualmente cuando vi a mi amigo Oscar (gerente de estos cines) le pregunté si la iban a poner, me dijo que lo pediría y al siguiente fin de semana ya estaba en la cartelera. ¡Muchas gracias Oscar!
Fuimos Mar y yo el sábado por la tarde. Éramos los únicos en la sala.
La peli comienza con imágenes poderosas e impactantes rebosantes de realismo. Todo preludiaba que iba a ser una gran historia. Pero nuestras expectativas se vieron sobrepasadas y con diferencia. La historia es tan fuerte como un puñetazo en las entrañas.
El marco en que se desarrolla es el Oriente Medio en los confictivos años 60 y 70. No se especifica de que país se trata pero deduzco que puede ser el Líbano. Guerras de religión y étnicas.
Años después dos hermanos se ven obligados por el testamento de su madre a buscar a su padre y su hermano, cuyas existencias eran desconocidas para ellos. El viaje al país árabe de donde procedía su madre es un viaje al pasado de su madre y su abigarrada historia.
La narración es magnífica, los actores están estupendos y la dirección es eficaz sin alardes visuales.
La guerra solo puede generar odio, desgracia y miseria económica y moral. Pero en todo ese caos ¿siempre queda la esperanza?
Otra pregunta: ¿Se podría realizar un spin-off del personaje Tarek Abou?
Vimos esta peli porque actuaba el gran Harrison Ford y parece que un actorazo así solo puede hacer productos de calidad. Elena es admiradora incondicional y lo comprendo.
Morning Glory pretende ser una comedia que se intenta sustentar el la joven actriz Rachel McAdams. Esta chica, al igual que el personaje, le echa empuje y se esfuerza hasta el infinito y más allá para intentar hacer algo divertido y es lo mejor de la peli.
El guión no es nada del otro jueves y se encuentran varias situaciones o ya vistas o repetidas por lo que carecen de total interés.
Reconozco que hay momentos hilarantes, pero el conjunto resulta aburrido.
Diane Keaton está penosa sin gracia y sin saber encontrar su sitio, a veces incluso repelente.
Harrison Ford pone toda la peli cara de enfadado y no sé si es su papel o es que no le gusta lo que está haciendo. Pero verle haciendo algo de chicha y nabo, con lo que ha sido, da pena, mucha pena.
Déjame entrar es una película americana, basada en una producción sueca que tuvo mucho éxito en los países escandinavos y se ha vuelto un fenómeno de masas, además ha obtenido varios premios como en el Festival de Tribeca.
Hacer una peli de vampiros original y que dé miedo es una tarea ciertamente difícil.
El tono de Déjame entrar es intimista, poético y turbador. Es la historia de un niño en una familia disfuncional, con padre ausente, madre ultrarreligiosa y aficionada a la bebida y este muchacho es víctima de acoso escolar por tres subnormales de tomo y lomo. Pero el niño sabe llevar con dignidad sus problemas y hace lo que puede.
Su vecina es una niña enigmática que vive con un señor mayor que parece ser su padre pero no lo es y que le consigue sangre humana para que la niña se alimente.
La niña vampira inspira ternura pero es capaz de sangrientas fechorías.
No es una peli de sustos. Los momentos terribles que más que verlos los suponemos, aunque también hay imágenes explícitas.
Hay secuencias muy potentes vistas desde puntos de cámara inusuales, como la secuencia del accidente de coche.
Una película sumamente interesante en la que el vampirismo solo es un elemento más. Una peli que nos habla de la soledad y de la necesidad de afecto.
Sin límites es un thriller entretenido que mantiene el interés.
Hay secuencias bien rodadas y originales que sorprenden al espectador, sobre todo cuando el protagonista consume esa droga maravillosa el NZT. Esa cámara que camina a ritmo vertiginoso por las calles de Nueva York resulta impactante.
La voz en off es como siempre innecesaria aunque es preciso reconocer que no se abusa de ella.
Robert de Niro como siempre eficaz, pero verle en tantos personajes en tantas y tantas películas confunde un poco.
Hay aspectos en la peli que me recordaron a Matrix y al Club de la lucha, aunque las líneas argumentales sean totalmente diferentes. El apartamento del personaje Eddie Morra me recuerda mucho al del Club de la lucha.
Destacar el maquillaje que resulta muy eficaz y hace muy creíbles a los personajes.
Se podría decir que Sin límites es un thriller del siglo XXI.
Lo peor con ventaja es el final, con una moralina absurda y entrando de lleno en esa malformación del cine americano del happy end.
Segundo preestreno al que acudo en mi vida. Maravillosa compañía la de Mar. Saludamos a Oscar, gerente de los multicines, con el que compartimos sala y comentarios sobre ésta y otras pelis antes de empezar.
Nada que declarar es una peli francesa dirigida por Dany Boon, el director de moda en el país vecino, muy popular a raíz de su peli Bienvenidos al Norte, todo un taquillazo en la Galia y con cierta repercusión en España.
Bienvenidos al Norte se reía de los prejuicios de los franceses del Sur sobre los franceses del Norte y fue una película que me pareció entretenida, aunque un poco irregular.
Nada que declarar trata de ser, desde el primer fotograma, una comedia disparatada. Esta vez habla de las relaciones entre belgas y franceses en el marco histórico de la desaparición de las fronteras en al Unión Europea en 1993.
Empecemos hablando de la dirección. El abuso de los primeros planos resulta irritante, pensando mucho en el mercado televisivo. El manejo de la cámara es impersonal sin nada de interés.
Sigamos por el guión. Decir penoso significaría que da pena y eso sería tener compasión y yo no quiero tenerla. El desarrollo de la trama es horroroso con un relato infantiloide, exento absolutamente de interés por predecible. Desarrollos patéticos que producen auténtica vergüenza ajena. El guión pretende desarrollar una “comedia amable” y lo que obtiene es un esperpento grotesco que no llega ni al nivel de las comedias de Esteso y Pajares o de Ozores de los ochenta.
Los personajes son solo caricaturas (en el peor sentido del término). Los actores gesticulan de manera incomprensible degradando aún más el conjunto.
Debe quedar claro que solo es mi opinión. La sala estaba llena y muchos de los asistentes se partían de risa y daban grandes carcajadas. A mí, esta ¿peli?, solo consiguió arrancarme alguna leve sonrisa en un par de ocasiones. No le veía la gracia por ninguna parte y desde luego no me entretuvo para nada. ¿Habré perdido el sentido del humor?
Escribo la crítica lo más rápidamente posible porque si esperara un poco seguro que la olvidaría, o eso espero.
Atraco perfecto es una película de 1956. Una gran muestra de cine negro.
Su director y guionista es un Stanley Kubrick de tan solo con 28 años realiza una obra maestra.
Kubrick siempre fue un perfeccionista y en su madurez se distinguió por martirizar a los actores repitiendo decenas y a veces cientos de veces las escenas. En esta peli ejecuta un guión de manera meticulosa mostrando el atraco y su preparación desde diferentes puntos de vista.
El uso del blanco y negro es ejemplar con una fotografía que sabe sacar partido de la noche y de sus sombras, hay momentos en los que el negro ocupa toda la pantalla pero aún así la acción avanza.
Kubrick disecciona con brevedad pero con precisión las razones de cada atracador para cometer el delito. Todos tienen su justificación y todos son comprendidos.
Hay un elemento común en todas estas pelis de este género: la mujer como inductora del mal y del desastre final. Esa mujer fatal que impulsa al crimen y a la traición. Mujer sin escrúpulos que hace cualquier cosa para obtener su beneficio. Que sabe manejar a los hombres a su antojo.
El título original en inglés es The Killing y a mí me parece más acertado éste Atraco perfecto en castellano que le da un tono irónico más rico.
La peli es una gran reflexión sobre como el destino domina las vidas y como pequeños imprevistos pueden dar al traste con planes perfectos. En ningún caso el final hubiera podido ser otro, en aquella época el crimen siempre debía tener su castigo al menos en la ficción.
De Crowe todos guardamos en nuestra retina la imagen de Gladiator.
En Los próximos tres días Haggis cumple, con un guión meticuloso que se esfuerza en mostrarnos los detalles de un plan de fuga y que también guarda algún truco para sorprender al espectador. Además plantea un tema interesante y que causó polémica en el salón de mi casa entre Elena y el que suscribe. Si todas las pruebas condenan al supuesto criminal, ¿eso da la certeza de su culpabilidad?
Tal vez sin quererlo pero esta peli se convierte en un alegato contra la pena de muerte, porque si ésta se cumple hace irreversible la condena y siempre puede existir la posibilidad que se elimine físicamente a un inocente.
La dirección es efectiva y mantiene el interés del espectador.
Crowe borda su papel de marido convencido en la inocencia de su esposa y además urde un plan en el que debe relacionarse con gente de mala calaña sufriendo en sus carnes las consecuencias de estas “amistades peligrosas”.
Pero está bien sacar algún defecto. La peli tiene cierto aire de telefim en algunos momentos y al final resuelve la incógnita sobre la culpabilidad de la condenada que tal vez hubiera estado mejor no despejar.
Mis expectativas con esta peli eran muy pobres por eso me ha sorprendido.
La peli no nos cuenta una gran historia planetaria sino que nos narra las vicisitudes de un grupo de heroicos marines que luchan contra los alienígenas que lo destruyen todo y no respetan ni a los civiles.
Se agradece que el relato sea desde el punto de vista exclusivo de los marines y las noticias que tenemos sobre la invasión en todo el planeta son las que ellos ven en televisión.
La presentación de los personajes es tópica a tope. El sargento que se jubila con un pasado turbio. El soldado que se va a casar… …
La lógica de la invasión es absurda y la justificación que da la tele es pueril.
Pero las escenas de guerra están bien rodadas con buena dosificación de la tensión, con momentos incluso brillantes.
Más que como peli de alienígenas funciona como peli de guerra. Además el que los enemigos no sean afganos, ni japoneses, ni iraquíes sino alliens permite que sus muertes no causen ningún tipo de problema ético al espectador, a los marines, claro está, tampoco.
Hubo una época en mi juventud que los extraterrestres eran buenos, hacían música como en Encuentros en la Tercera Fase, o pedían un teléfono para llamar a su casa. Pero esa etapa pasó, ahora son tiempos de desesperanza y los E.T. son malos y destructivos.
Destacar la presencia de Michelle Rodríguez que ya nos tiene acostumbrados a sus papeles de guerrera.
El director, Jonathan Liebesman, a pesar de realizar un trabajo de encargo sin ninguna personalidad cumple su cometido con eficacia.
Comentar que la sala de cine estaba casi llena. Una señora mayor entró con su hija antes de comenzar la proyección. Le comenté a Mar que era extraño que una persona de su edad viniera a ver esta peli. Cuando llevábamos 5 minutos de proyección salió precipitadamente. Se había equivocado de sala. ¿Qué peli había venido a ver?
Por supuesto los marines terminan salvando al mundo, tal vez porque habían visto Indepence Day en Antena 3.
Muchas veces me pregunto porque voy a ver una peli que estoy convencido que va a ser un coñazo. Debe ser que soy optimista por naturaleza. Pienso que los críticos, a los que siempre leo, se habrán equivocado y no habrán sabido apreciar la gracia de la peli. O que tal vez por fin se haya hecho la gran comedia romántica divertida. En el fondo sé que eso no va a pasar pero aún así me cabe la esperanza.
Sin compromiso es la típica y tópica historia de chico conoce chica y blablablá. No aporta nada nuevo a ese género llamado comedia romántica que tampoco ha aportado nada de interés al cine.
Tal vez solo fui a acompañar a Mar que quería ver al soso de Ashton Kutcher.
O tal vez para admirar a Natalie Portman a la que he visto crecer cinematográficamente. La primera actuación que recuerdo de ella es en la magnífica “León. El profesional” donde se comía la cámara y daba una lección de interpretación con tan solo 12 años. Luego fue primero la Princesa y después la Senadora Amidala en las tres primeras partes de Star Wars. Y por fin la he visto hecha una mujer en “Cisne Negro” con Oscar incluido y merecido. Es como una hija de cine que me ha dado grandes satisfacciones. Pero en esta peli sin sustancia es como si me hubiera dado una mala contestación o se hubiera echado un novio tonto del culo.
Pero no penséis que es de esas películas que producen gastroenteritis, que dan ganas de vomitar y te mueven la tripa. No, la peli se aguanta sin ir al servicio. He visto cosas peores.
Solo veo estas razones para recomendar esta peli.
Para las chicas: Ashton Kutcher.
Para los chicos: Natalie Portman.
Para los padres: aunque tu hija se porte mal o se eche el novio inadecuado, sigue siendo tu hija.
Viendo esta peli cumplo con la misión sagrada de ver todas las pelis nominadas al Oscar este año que han sido diez, ni más ni menos.
Los chicos están bien nos presenta una familia formada por dos madres lesbianas y dos hijos adolescentes. Las madres fueron fecundadas por inseminación artificial de un donante anónimo.
Esto que aquí en España nos puede parecer normal, en USA ha levantado mucha controversia, lo cual ha hecho que esta peli llamara la atención.
La peli empieza entretenida presentando a los personajes y la situación pero el interés decae al avanzar el metraje.
Tal vez los personajes más llamativos sean los amigos de los chicos. Uno es un anormal que le gusta orinarse encima de los perros y otra una chica que tiene como único tema el sexo. Es posible que la directora pretendiera hacer más patente las diferencias entre los hijos de esta familia, unos chicos que son encantadores y otros muchachos de una familia diríamos “normal”.
En mi opinión el nivel de esta peli es mucho menor que el de las otras nominadas este año.
Siempre hay que evitar desvelar más de lo necesario del argumento de una peli. En esta ocasión es imprescindible mantenerlo oculto. Parte del acierto de Nunca me abandones es que la información se va dosificando a lo largo del metraje y a veces solo se intuye o se averigua o se deduce. Contar algo de su guión es traicionar al futuro espectador.
Esta peli es singular. Es ciencia ficción disfrazada de drama, pero es una ciencia ficción sin decorados futuristas, ni efectos especiales y no puedo decir más.
En gran parte de la peli el espectador y los protagonistas avanzan juntos en conocer de que va todo y al final tanto uno como los otros se sienten defraudados por conocer que algunas ilusiones eran solo eso.
Esta sociedad es cruel y los protagonistas son víctimas casi-resignadas de un sistema que les condena.
La historia de amor es una anécdota dentro de la historia fundamental , aunque ayuda al desarrollo.
Resulta muy inquietante como los personajes afrontan su destino.
La dirección de Mark Romanek es fría y distante, lo cual encaja perfectamente con la esencia de la peli. Los actores sienten y sufren pero no se empatiza con ellos con lo cual parte del planteamiento argumental resulta congruente.
Una película muy interesante que te deja con mal cuerpo.
Ya sé que esta crítica puede resultar enigmática pero es por tu bien, créelo.
El Síndrome de Chandler Bing se encuadra dentro de las enfermedades raras que son las que tienen una prevalencia menor de 5 casos por cada 10.000 habitantes.
Fue descrita en el año 2000 y por lo tanto se puede decir que es una enfermedad nueva por lo que no aparece en la mayoría de los libros de medicina. Como es lógico ya había casos de esta patología antes de ser descrita.
Lo más característico de este trastorno es que las personas que lo padecen son incapaces de poner una expresión facial normal y relajada delante de una cámara y adoptan muecas o gestos extraños cuando se les va hacer una foto o se les graba en vídeo. Por lo demás estos pacientes suelen llevar una vida normal. Llaman la atención cuando se hacen fotos de grupo por lo grotesco de su expresión facial.
Esta patología se considera genética aunque se duda de su carácter hereditario, atribuyéndose a una mutación genética. Se manifiesta desde la infancia. Como los niños al ser retratados ponen caras extrañas se ha atribuido a retraso mental. Si bien es cierto que algunos pacientes con síndrome de Chandler Bing tienen déficit intelectivo, la gran mayoría tienen un coeficiente intelectual normal, aunque no suelen ser muy listos.
Se suele acompañar de otros síntomas como exceso de apetito, cierta tendencia a la obesidad y al sobrepeso, comportamiento inadecuado en reuniones sociales, sentido del humor distorsionado y tendencia a la flatulencia intestinal. A pesar de que suelen ser rechazados socialmente por sus expresiones faciales delante de la cámara muestran indiferencia, aunque en algunos casos pueden tener problemas, especialmente cuando se tienen que hacer fotos para documentos oficiales.
Parece existir mayor presencia de homosexualidad entre las personas que lo padecen.
Recientemente se ha aceptado en un documento oficial una foto de uno de estos pacientes con una extravagante mueca en un DNI español cuando el sujeto alegó con certificado médico padecer esta patología.
El nombre del síndrome se debe al personaje de la serie norteamericana Friends cuya última temporada fue realizada en 2004.
De momento no existe tratamiento adecuado. La psicoterapia no es eficaz y los tratamientos cognitivo-conductuales no dan buenos resultados. El uso de fármacos estimulantes como anfetaminas parecen empeorar el cuadro clínico.
En definitiva cuando veáis que alguien pone cara de gilipollas en las fotos es que padece Síndrome de Chandler Muriel Bing.
Esta peli está rodada en varios largos planos-secuencia. Siempre he sido un gran admirador de esta técnica que algunos grandes del cine han dominado, como Brian de Palma en casi todas sus pelis, o Luis García Berlanga que siempre decía que como era vago con esta técnica se ahorraba mucho tiempo y trabajo, cuestión que no es cierta porque hay que emplearse a fondo con la planificación y con muchos ensayos, o como el maestro Alfred Joseph Hitchcock en su peli La soga.
Miguel Ángel Vivas, el director, rueda eficazmente los planos-secuencia adquiriendo la cámara gran protagonismo, metiéndose entre los personajes, corriendo delante y detrás de ellos o manteniendo planos cuando la tensión así lo exige.
La trama no es novedosa pero sí esta manera de contarlo. La tensión en la peli va en aumento y te mantiene en un ¡ay! La angustia que se vive en la pantalla se trasmitió a mis entrañas y lo cierto es que lo pasé mal, pero mal de verdad. Sufrí. Pasé miedo.
Cuando era pequeño me asombraba mi madre viendo películas. Avisaba a los personajes de los peligros o les aconsejaba. A mí con esta peli me pasó lo mismo. Viví, y nunca mejor dicho, con tal intensidad la historia que creo que me ha afectado psicológicamente, he quedado traumatizado.
Hace 4 días que la vi y aún no me he recuperado.
Si me seguís ya sabréis que no me gustan los finales felices, con éste debería estar muy contento porque el final es bestia, es brutal y probablemente el mejor de los posibles.
Aunque sea reiterativo: la historia es acongojante, la realización hace que se trasmita así al espectador y la banda sonora contribuye y mucho.
Miguel Ángel permíteme que te diga que eres un fenómeno de la naturaleza, que tienes un gran futuro y sigue haciendo planos-secuencia que eres de los que los hacen bien de verdad.
Decir que la joven Manuela Vellés está bien sería quedarse muy corto, es impresionante como vive su personaje como se entrega totalmente. Por cierto el personaje que hace de su novio (Xoel Yañez) es una auténtica nenaza.
Desaconsejo esta peli a personas sensibles, a cardiópatas y los que viven en chalés de urbanizaciones aisladas. Muy recomendable para diabéticos, no tiene nada de azúcar.
Hace más de 20 años pusieron esta peli en la tele, yo tenía guardia, aún no tenía VHS y me quedé sin verla. Elena me habló maravillas de ella y desde entonces había querido disfrutarla.
Gracias a las denostadas descargas, que por cierto son legales porque aún ningún juzgado ha condenado a nadie y porque compartir cosas no puede ser ilegal sino solidario, pues como decía me la descargué y por fin la he podido disfrutar.
Reúne todos los requisitos para encuadrarla dentro del cine negro. La magnífica fotografía que aprovecha la noche para crear un ambiente turbador. La presencia femenina como inductora del mal. Una trama bien elaborada sin cabos sueltos. Unos diálogos brillantes y ágiles, divertidos y dichos con matemática precisión. Por supuesto un asesinato o más bien homicidio. El seguimiento policial meticuloso…
Puro cine negro.
Robinson colosal. La Bennet embriagadora y turbadora.
Lang perfecto en su dirección.
Es el ejemplo ideal de que un buen guión, con buenos actores, con un buen director y con medios mínimos se puede hacer una gran película, un clásico.
En los Multicines había largas colas para ver la nueva entrega del héroe español Torrente pero en nuestra sala, este sábado solo estábamos seis personas y Mar bajaba la media de edad claramente. Este tema no parece interesar a nadie, o a muy pocos.
Iglesias vuelve a rodar en Suiza para engañarnos diciendo que son las estepas rusas y da el pego.
La historia es interesante pero hay muchas cosas que no funcionan.
Los diálogos no son ágiles, los actores se ven obligados a decir frases largas y complicadas que pretenden crear escenas de gran tensión dramática pero que no lo consiguen, solo aburren al espectador.
Carlos Iglesias que también protagoniza la peli quiere llenarla de grandes momentos que resultan inconexos y fallidos.
Hay algunas escenas penosas y bochornosas que dan vergüenza ajena.
La persistente voz en off es persistente e insufrible, siempre innecesaria.
El director y guionista intenta no tomar partido y evitar el maniqueísmo y lo consigue, aunque tal vez, se ve que se empeña demasiado.
La historia de amor es posiblemente lo más interesante de la peli.
Otra cuestión salvable es el retrato de la vida en la Unión Soviética al final de la peli que resulta muy ilustrativo.
Hace más de treinta años cuando veías alguna peli infumable de esas malas-malas, alguien decía que era buena la fotografía. En ésta también es buena la fotografía.
Es una pena que una peli prometedora con una buena producción se quede en lo que ya he contado. Pero a Carlos Iglesias le quiero decir que le admiro porque nadie se había atrevido a sacar este tema y que si pule algunas cosicas seguro que hará grandes pelis.
Esta peli es una de las diez que este año ha estado nominada a los Oscars.
The Fighter se podría contemplar desde tres puntos de vista.
La típica historia de un chico de clase obrera que se quiere abrir camino en el mundo del boxeo con final feliz, por supuesto. Todo con escaso interés por ser una historia ya vista.
Desde otro ángulo sería el relato de un boxeador fracasado, que se quedó en promesa y que ahora adicto al crack lleva una vida caótica e irresponsable y del que hacen un documental y el pobre tonto se cree que es una estrella de cine. Eso tampoco sería nada del otro jueves.
La historia realmente interesante es la de la familia y la novia del boxeador que se disputan el poder de dominarlo con la escusa de hacerlo el rey del boxeo. Por un lado la madre y las horrorosas hermanas, que son un montón y que no puedo asegurar cuantas porque no me daba tiempo a contarlas, con el hermanito adicto a las drogas como preparador. Por el otro bando está el padre y la novia que parecen más sensatos pero que no quieren ni oír hablar del resto de la familia. Y lo que parecía una peli de boxeo, una de las muchas que se han hecho, algunas buenísimas (Toro salvaje) y otras infumables (la saga de Rocky), se convierte en una guerra familiar.
Esta familia vive en Lowell en Massachuset y forma parte de eso que en USA se llama “basura blanca“, en la que salir de esa situación es difícil sino imposible. Por cierto en Million Dollar Baby se retrataba también este estrato social.
Christian Bale se llevó de forma merecida el Oscar al mejor actor de reparto por interpretar al hermano malo. La madre interpretada por Melissa Leo se llevó el equivalente femenino por hacer de esa matriarca de mucho carácter o mejor dicho con esa mala leche. Para Amy Adams no hubo premio pero también está estupenda.
La pelea de boxeo al final del metraje está bien rodada y dan ganas de decir: ¡qué buen combate!
Lo peor de la peli, con ventaja, es el penoso maquillaje. Las heridas en la cara son costras guarras, las cura penosas y los vendajes un asco.
Hay final feliz y nos dicen: “basada en hechos reales” Dos ingredientes básicos para llevarse el oscar que detesto profundamente. Aún así The Fighter es una peli interesante, con buen ritmo.
Estrenada en España en Mayo de 2010. Esta peli plantea una cuestión interesante. A una persona al que asesinan a su esposa y a su hijita ¿le puede la justicia resarcir de sus pérdidas? ¿la víctima se va a quedar satisfecha con la pena a los culpables? La respuesta es claramente no.
El protagonista se toma la justicia por su mano elaborando un complicado plan de venganzas que resulta insaciable.
Si nos abstraemos de cuestiones morales la peli puede resultar entretenida pero es claramente excesiva e increíble, aunque cosas más difíciles se han visto.
Hay algún momento brillante, como cuando comparece ante la juez y después que ésta le conceda la libertad bajo fianza, él la insulta y la convence para que lo meta en prisión.
Pero gran parte de la película es como un espectáculo de fuegos artificiales, mucho ruido y muchas luces pero poca sustancia.
Hay diálogos de pena, aunque en una peli así los diálogos son lo de menos.
El final es descorazonador porque el vengador, que se ha saltado todas las leyes para consumar su revancha, es eliminado ilegalmente por el fiscal que parecía se había convertido en un hombre íntegro. Parece decirnos: la justicia no vale para nada, lo mejor es saltarse las leyes y hacer “justicia” por sí mismo. Tal vez esto tampoco sea tan novedoso porque siempre se ha dicho: “tengas pleitos y los ganes”.
Lo peor de la peli es con ventaja el epílogo de “final feliz”. El fiscal valorando la vida familiar. Mil veces visto. Y sin el más mínimo remordimiento por nada. Si uno va a ver tocar el violonchelo a su hija todo se perdona.
Al comenzar una cítica se puede hablar del guión, de la trama, de los personajes… En esta peli es obligado hablar de su director Darren Aronofsky. Este Cisne negro con otro director hubiera sido la típica peli de bailarinas que compiten por llegar al papel protagonista, triunfando la más abnegada (como en la mayoría de las pelis con happy end) o la más guarra (como en Showgirls del inefable Paul Verhoeven).
Aronofsky imprime su sello personal a la peli y lo que podía haber sido un pastelito de fácil digestión se convierte en un San Jacobo de Casa Goyo. Ya sé que esta comparación no la entenderá casi nadie pero como mis lectores suelen ser amigos si alguno no conoce Casa Goyo yo le indico.
La vida de la bailarina protagonista está asediada por una madre frustrada e insoportable, un director exigente que quiere sacar de Nina su lado oscuro para que interprete al cisne negro, una sustituta que es lo que las madres definen como malas compañías y la propia Nina que ansía la perfección.
Todo ello lleva a la locura del personaje y a la confusión del espectador que no sabe que es real y que fruto del delirio de la protagonista. Esa confusión es una de las grandes bazas de la peli que nuestro amigo Darren maneja con maestría. Además esta realidad confusa y esquizofrénica se mezcla con la ficción del baile del Lago de los cisnes dando más riqueza aún a las situaciones.
Natalie Portman, ganadora del Oscar por este papel, interpreta magníficamente a esa chica que sufre y sufre y sabe transmitir sus angustias al espectador que también padece con ella.
Winona Ryder está casi irreconocible, es el ángel caído perfecto.
El parisino Vincent Cassel actúa de forma solvente y convincente.
La ucraniana Mila Kunis es la mala compañía perfecta.
Las coreografías son estupendas y el director (otra vez Aronofsky) sabe montarlas para que no se hagan aburridas, para que sean parte de la trama y del sufrimiento del personaje de Nina.
Es difícil definir el género del Cisne negro. Se podría decir que es un musical, o una peli de miedo, o un estudio de la locura o, incluso, un thriller erótico.
En cualquier caso una gran película que sin duda se merecía la nominación al Oscar.
Los académicos que deciden los oscars han elegido esta peli como la mejor. Era previsible que esta historia de superación personal, cuestión tan apreciada por los académicos, fuera la ganadora.
Me había resistido a verla pero al ganar el oscar me tiré a la piscina.
Mi amigo y jefe Jorge me había dicho que visto el trailer, vista la peli. Otra amiga me había dicho que era maravillosa.
Pues efectivamente la historia es justo lo que se espera (como era de suponer el jefe siempre tiene la razón). Un individuo con un defecto en el habla que gracias a la ayuda de un logopeda excéntrico consigue dar el discurso de su vida.
El sujeto con problemas de dicción es el Rey Jorge VI, lo cual parece dar un tono de grandeza al asunto.
Todo en El discurso del rey es predecible, desde el primer cuarto de hora sabes lo que va a pasar y como va a terminar. Eso sí todo muy british: magníficos actores, buena ambientación, realización académica, estupendo vestuario… Pero cero de emoción.
Este año había diez películas nominadas. He visto unas cuantas.
127 horas en mi opinión no es película para oscar su nivel no es suficiente.
La red social es una peli magnífica con mucho humor, pero los académicos jamás premian una comedia.
Origen es una peli interesante y que hace pensar, no es redonda pero mejor y más divertida que la ganadora.
Toy Story 3 es una obra colosal con un nivel más que de sobra para optar a los oscars y tal vez la mejor, pero dar el oscar a una peli de dibujos: imposible.
Valor de ley es una obra maestra, tal vez la mejor peli de los Coen y la menos personal, junto con la Red social, la preferida por mí.
Dar el premio a Winter´s Bone es impensable, dar el oscar a una peli de tan bajo presupuesto significaría menospreciar a las grandes productoras y los académicos prefieren ningunear a esta obra maestra que también se merece lo mejor.
Respecto a la tan ponderada actuación de Colin Firth quiero decir que la interpretación de Javier Bardem en Biutiful es un millón de veces mejor, más profunda y más lucida. Bardem es un tío que tal vez no me caiga bien como persona pero debo reconocer que es un actor absolutamente impresionante y se merecía el oscar de calle.
Geoffrey Rush está como siempre bien, tal vez mejor que Firth.
Esta peli, a pesar de lo dicho, tiene aspectos interesantes que me gustaría comentar. Tal vez sin pretenderlo El discurso del rey introduce una reflexión sobre esa institución milenaria llamada monarquía.
Nadie en su sano juicio puede negar que heredar la jefatura del estado de un país es una cuestión absurda y peligrosa.
En esta peli el hermano mayor de Jorge VI incumple todas las normas no escritas que debe cumplir un heredero a la corona: es juerguista y se casa con una divorciada (tal vez os suene cercano) y por eso abdica en su hermano.
Jorge V, padre del protagonista de esta peli, le dice que con la radio el trabajo del rey es sobre todo el de actor y claro un rey con problemas del habla lo tiene mal.
En España es difícil hablar de este tema. Aquí se puede hablar de todo, poner a parir a todo Cristo pero ojo si dices algo de la monarquía que terminas al menos delante de un juez o en la carcel. Por eso seré prudente y solo insinuaré.
Entre Jorge VI y cierto monarca del sur de Europa hay muchas similitudes. Los dos ocuparon la corona después que el legítimo heredero abdicara. Los dos tenían una esposa con carácter, con mucho carácter. Los dos tuvieron hijas rellenitas. Los dos eran aficionados a la bebida o más bien forofos. Los dos tenían problemas de dicción. Los dos pronunciaron un discurso que les hicieron populares. Muchas coincidencias.
Se trata de una pequeña producción independiente norteamericana que se ha colado entre las nominadas a mejor película en los Oscars. Decir “pequeña producción” significa barata, tan solo costó dos millones de dólares, es decir muy barata. Fue premiada en Sundance.
En esta peli tan importante como la historia es el ambiente donde se desarrolla.
La historia: Una muchacha de 17 años intenta mantener a su familia a flote y conservar su casa.
El ambiente: Esa América profunda, donde la gente está gorda, va desaliñada, vine en casuchas de madera o en caravanas, rodeadas de neumáticos viejos, donde todo el mundo se conoce y todos son familia. Esa atmósfera de peligro y de marginalidad con esos bares en los que solo se oye música country y cuando entras todo el mundo se te queda mirando. Ahí es normal enseñar a los niños a disparar la escopeta, “para que sepan defenderse”.
En esta peli el argumento es emocionante y el espectador va descubriendo los entresijos de la trama y se siente compadecido con la protagonista. Hay algunos momentos de gran intensidad pero sin que se carguen las tintas.
El invierno se ve en las personas y en los paisajes, pero el frío que se vive no solo es el metereológico es el de ese ambiente que he comentado.
La dirección (Debra Granik) es perfecta todo lo dicho está bien dosificado y combinado. El resultado es emotivo e impactante.
Los actores están prodigiosos y especialmente Jennifer Lawrence, la niña coraje que da una lección de interpretación.
La pena es que esta peli se haya estrenado en muy pocas salas en España y vaya a tener muy poca difusión. Pero aún con todo como es una peli tan barata seguro obtendrá una alta rentabilidad, modestos ingresos pero muy bajo coste. Esto demuestra que para hacer grandes películas no es preciso gastarse millonadas, dinero y calidad no van de la mano. También queda acreditado que con un buen guión, una buena dirección, unos buenos actores puede salir una gran película y que el ingrediente del dinero no es imprescindible. Se puede hacer buen cine fuera de los grandes estudios.
Se me ocurre que la mejor manera de explicar que es Winter´s Bone es decir que es justo justo lo contrario a Sexo en Nueva York 2.
Película francesa que relata los hechos reales acaecidos en un monasterio católico en el Atlas en territorio argelino. Un grupo de monjes llevan una vida apacible dedicados al rezo y al trabajo diario, ayudando a la población autóctona. Sienten la amenaza de grupos terroristas fundamentalistas y se plantea la cuestión si huir o permanecer en el Monasterio.
Las críticas que había leído sobre esta peli habían sido excelentes y tenía mucho interés en verla.
La peli comienza con ritmo pausado, ¿o más bien lento? pero con cierto interés porque casi no hay diálogos y las imágenes nos van descubriendo los personajes y vida de los monjes.
Pero cuando avanza la peli todo se hace un poco reiterativo y las escenas de los rezos se hacen interminables y sin ningún interés. Los talibanes son malos, los soldados son malos y los curas superbuenos. Primero hay dudas pero después todos deciden quedarse al martirio si fuera necesario. La relación entre ellos es ejemplar. Todo resulta idílico dentro del Monasterio.
A los indígenas se les presenta como necesitados de la ayuda de los monjes y la única función útil que prestan es la asistencia sanitaria por parte de un viejo sacerdote que es médico. En un momento declara asistir a más de 150 pacientes al día, pero las imágenes de las consultas nos hacen ver un sanitario entregado que dedica mucho tiempo a sus pacientes argelinos.
Hagamos cuentas. Si este viejo médico estuviera pasando consulta 14 horas diarias, cuestión muy difícil, y visitara 150 pacientes, tendría que dedicar menos de 6 minutos por paciente. El SESCAM estaría encantado de tener un médico así.
Igual que no me creo lo del médico, no me creo el ambiente de paz del Monasterio, ni el agradecimiento de los argelinos, ni la abnegación de los monjes.
Me parece una peli tramposa dedicada a despertar la admiración de los espectadores más influenciables. ¿Cine de propaganda religiosa?
Por esta crítica me puede condenar la Iglesia y lo que es peor los sesudos críticos de cine.
Estamos celebrando la semana de Cumpleaños de Elena, porque no se merece solo un día sino una semana larga de celebraciones. Como parte de los festejos fuimos a Madrid a ver este espectáculo musical.
El Teatro Rialto, que ya conocíamos no es muy adecuado. Sus butacas son pequeñas e incómodas con un espacio mínimo entre las filas, pero la acústica es buena y el escenario no está mal.
Pero de estos inconvenientes solo te enteras hasta que empieza la función.
Las canciones son conocidas, nos han acompañado los últimos 30 años o más, lo que permite que se puedan cantar.
Los números musicales son magníficos, divertidos y entretenidos. Los bailarines lo hacen fenomenal con una coreografía bien pensada.
La escenografía está bien, es imaginativa.
La trama es simple y previsible, con muchos momentos divertidos y algunos dramáticos.
Todos cantan muy bien e interpretan aceptablemente. Me gustaron especialmente dos actrices. Beatriz Ros con una voz impresionante y con una gran vis cómica. Y Sandra Cervera, mucho más joven pero con grandes cualidades.
En cambio Susan Martín que interpreta el personaje femenino principal me pareció bastante sosa y delgaducha, con poca energía, aunque canta bien.
El protagonista, Adrián Lastra, ya lo vimos en Hoy no me puedo levantar y actualmente tiene en cartel la peli Primos. También participó en los Goya entregando un premio. No lo hace mal pero tiene que vocalizar mejor, en el teatro hay que entender lo que dicen los actores.
El buenorro de la función es el actor William Miller que hace bien de paralítico.
Una tarde estupenda. Un musical sensacional. Una compañía inmejorable.
Elijo esta peli para ver con Elena un sábado por la noche. Sus antecedentes no podían ser mejores. Dos grandes actores, Robert De Niro y Edward Norton. Una chica guapa, Milla Jovovich. John Curran el director de la estupenda El velo pintado. El tema carcelario que ha dado grandes pelis. Todo apuntaba a una buena sesión de cine.
La peli arranca bien, con una escena poderosa y el comienzo es prometedor pero conforme avanza la peli me invadía el tedio y el aburrimiento y me terminé quedando dormido. El director llena la pantalla de escenas pretenciosas pero sin sustancia. Un auténtico y total fiasco.
Robert de Niro está excesivamente gesticulante y poco convincente como la peli. Y ni siquiera la Yovovich sale guapa.
Cuando me desperté rebobiné y vi el final, siempre queda la esperanza que la situación mejore, pero no fue así. Había perdido el tiempo.
Elena fue más lista,se fue a la cama mucho antes que yo.