En cada uno se visualiza en tiempo real los minutos previos a la presentación de los tres productos icónicos del “visionario”.
Danny Boyle y su guionista Aaron Sorkin nos abruman con diálogos agotadores.
Con este blablablá continuo se nos intenta diseccionar a un personaje que es tratado como un dios.
Siempre me he permitido poner en duda la calidad de los productos de la manzanita mordida.
Tal vez me hayan dado mal rollo cosas que llevan por emblema lo mismo que durmió a Blancanieves.
Tal vez sea que estos productos son comprados por unos seguidores que parecen pertenecer a una religión.
Los que tienen un iphone o un ipad se sienten superiores y miran por encima del hombro a los que hemos comprado un Bq, que nos ha costado cuatro o cinco veces menos y podemos hacer lo mismo que ellos, pero con menos calidad y categoría.
Todos lo que se compran estos productos que empiezan por ay (que parece un quejido) se apuntan a una religión, a una secta.
Es lo mismo que la Termomix. Pero eso es otra cuestión.
Pues del ídolo de esta iglesia habla esta peli.
Un individuo mezquino que hizo pasar necesidad a su hija y a la madre de ésta. Que trató con nepotismo a sus colaboradores.
Que no era ingeniero, ni diseñador, ni economista sino “un visionario“.
Un individuo tan pagado de sí mismo, que era incapaz de abrir su corazón, al igual que sus productos a los que para levantar su carcasa hace falta herramienta especial.
Nunca perteneceré a una secta que tenga como líder a un individuo así.
La peli pinta a base de trazos gruesos el personaje.
Esta superproducción española supone una gran novedad en la historia actual del cine patrio: habla sobre el colonialismo español.
Recuerdo bien cuando se independizó Guinea Ecuatorial.
En el año 68 era un crío, pero tenía uso de razón.
Los telediarios de la época ofrecieron la independencia como un acto de “generosa justicia de España”.
Había un programa semanal que se llamaba Por tierra, mar y aire, dedicado a las fuerzas armadas.
Hubo un especial de cómo el ejercito español había formado a las tropas guineanas.
Como veis a los 10 años devoraba toda la tele que se me ofrecía.
La realidad es que con la independencia se pasó de un colonialismo tradicional a una dictadura cruel, la de Macías que tres años después de la independencia se proclamaba “Presidente Vitalicio”.
Efectivamente fue de por vida hasta que su sobrino dio un golpe de estado y lo asesinó.
Volviendo a la peli.
Palmeras en la nieve nos presenta una historia de amor apasionado y adúltero entre un español y una africana.
Pero lo que más interés tiene es el trasfondo de la colonia española que nos da una visión inédita de esta etapa de la historia.
Hay una inquietante tendencia hacia el melodrama en esa historia romántico-trágica que me resulta molesta.
La peli cuenta con un gran acierto: la interpretación de la portentosa Macarena García, que está incomensurable. Roba cada plano en el que aparece. ¡Te idolatro!
Pero hay dos grandes errores:
Adriana Ugarte, que aunque figura como protagonista tiene un papel breve y poco importante. Esta chica tiene la rara habilidad de poner caritas sobreactuadas que destrozan el personaje. Afortunadamente sale poco.
Mario Casas es la gran equivocación de la peli. El protagonista de la trama es incapaz de trasmitir otra sensación que la de ridículo continuo. Incompetente para comprender su personaje va luciendo palmito en una actuación que parece premeditadamente esperpéntica.
Es la gran cagada de la peli que la desmonta y la llega a hacer insufrible.
Supongo que la base literaria es mejor que la peli, como suele ocurrir, pero creo que se consigue una buena ambientación y la mayoría de los actores sacan adelante su papel, con las excepciones citadas.
Hay un error en la cronología de la historia.
Kilian aparece como un viejo demenciado de más de setenta años en el comienzo de la historia.
Cuando Clarence viaja a Guinea encuentra al hijo de Kilian que parece tener unos veinte años.
Si el protagonista estuvo en la colonia con treinta años, como mucho, solo tendría cincuenta y no setenta.
Y Clarence debía ser menor.
(Creo que no me explico bien, lo siento).
La peli se hace larga y el tono es más de serie de televisión, que tal vez hubiera sido su formato más conveniente.
El director italiano Gabriele Muccino, afincado en Hollywood, nos ofrece un dramón ambientado en dos épocas de la vida de la protagonista.
Katie (Amanda Seyfried) es una niña que pierde a su madre en un accidente de tráfico.
Su padre, un escritor, interpretado por Russell Crowe, es internado en una institución psiquiátrica.
De adulta adopta conductas autodestructivas, bebe y fornica con poco conocimiento.
La enfermedad que padece el padre de Katie no está bien explicada, siempre sucede lo mismo con los asuntos médicos.
Se habla de psicosis maniacodepresiva y de esquizofrenia, pero la patología que presenta son parálisis en la mano derecha y crisis tónico clónicas, si además tuviera cefalea podrían corresponder a un tumor intracraneal.
Parece increíble que se gasten una pasta en hacer una peli y no pidan asesoría a algún médico competente.
La historia está impregnada de un tono folletinesco y con un poso, de eso que tanto gusta a los americanos, de espíritu de superación.
Los dos personajes que más me han llamado la atención no son los protagonistas.
Por un lado Jane Fonda que acaba de cumplir 78 años y está estupenda. Supongo que habrá pasado por el quirófano para múltiples retoques, pero la han dejado fenomenal.
– Jane pásame la dirección de tu cirujano plástico, porfa.
Por otro Aaron Paul que cambia de registro de toxicómano empedernido en Breaking Bad interpretando a Jesse Pinkman, a novio empalagoso y cornudo de la promiscua Katie.
A favor de su director Gabriele Muccino, he de decir que hay algún plano secuencia, algún movimiento de cámara y algún travelling que me entusiasmaron.
La peli no pasa de entrenidilla, con una tendencia reprobable hacia el melodrama.
Esta semana con Pablo Franco hemos dado un repaso a las películas nominadas a los Premios Feroz, a los Goya y a las pelis más taquilleras el último fin de semana.
Veo esta peli porque ha tenido nueve nominaciones a los Goya entre ellas a mejor peli.
Se me plantea un problema inicial: el personaje de Juliette Binoche me cae fatal desde el comienzo.
Mujer rica y “civilizada” que disfruta asesinando osos polares por diversión, que se considera superior a los esquimales y que pone en peligro la vida de otras personas para buscar a su marido en una empresa que se le viene muy grande, pero su arrogancia le impide reconocerlo.
Que la Binoche es una gran actriz está fuera de dudas.
Pero no puedo evitar que me caiga gorda, teniéndola que soportar durante casi dos horas de metraje.
Si por mí fuera hubiera preferido que el guión se la cargará a los diez minutos como víctima de su altanería, tragada por el hielo.
Su personaje representa ese tipo de personas que desprecian a las demás razas y creen en la superioridad intelectual del hombre blanco, o más bien del anglosajón.
Nadie quiere la noche no es una peli de aventuras, es una peli de sufrimientos y supervivencia.
Padecimientos innecesarios a los que se enfrenta esta tonta del culo.
Supervivencia que demuestra la esquimal Allaka que incompresiblemente intenta salvar a la americana, para terminar siendo abandonada.
Isabel Coixet es una directora irregular. Ha compuesto grandes obras y otras muy olvidables.
Su peli se va haciendo más oscura conforme avanza y más aburrida. La última media hora es insoportable.
No puedo comprender cómo los académicos han valorado esta peli para nominarla a los Goya.
En mi opinión es un bodrio.
Si alguien la ve y se aburre, que quede claro: yo ya lo advertí.
Qué bello es vivir de Frank Capra es la película navideña por excelencia del siglo XX.
¿Love Actually podría ser el equivalente del siglo XXI?
Vemos Marta, Rubén y un servidor esta peli la noche del día de Navidad, en el salón de casa de mi madre.
Reconozco mi veneración por esta peli. Me resulta entrañable y divertida.
Las historias más o menos cruzadas con el tema central del amor y con el paisaje de la Navidad.
Es una producción británica plagada de grandes actores del Reino Unido: Hugh Grant, Liam Neeson, Colin Firth, Laura Linney, Emma Thompson, Alan Rickman, Keira Knightley, Bill Nighy…
Hay un aspecto que me agrada especialmente: la reivindicación de lo británico en contraposición a lo norteamericano.
Billy Bob Thornton, actor de Arkansas, representa a un presidente USA arrogante que además se intenta liar con la novia del presidente británico.
Me encanta el humor british, elegante, con fina ironía, sin aspavientos, sin esperpentos, que impregna todo el metraje.
La peli es un pastelón. Todo muy dulce, muy almibarado.
Pero a mí me gusta, me enternece, me conmueve y además me la creo.
Sería un buen propósito verla todas las navidades.
Comparto totalmente los gustos de Hugh Grant. Refiero mil veces a la rotunda Martine McCutcheon, que a la flacucha Keira Knightley.
Sigo con Elena, en el salón de mi casa, esta serie.
Conforme avanza se va convirtiendo en diseccionadora de la realidad norteamericana.
En esta temporada nos muestra nuevos escenarios y los ya conocidos.
Las calles de Baltimore siguen siendo protagonistas con sus “esquinas” donde se vende y compra la droga y donde la vida no vale nada.
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A la policía se le acumulan los cadáveres en las calles de la ciudad y en las casas abandonadas con muy escasos resultados prácticos.
La Brigada de crímenes especiales se disuelve y cada uno de sus componentes ocupa puestos diferentes.
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El detective James ‘Jimmy’ McNulty parece que encuentra la armonía en su vida patrullando por las calles y con su pareja (la maravillosa oficial Beatrice ‘Beadie’ Russell interpretada por Amy Ryan).
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En esta temporada ocupan un lugar importante las escuelas de la ciudad y la experiencia de inserción que realiza el expolicía Ervin H. Burrell.
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Un personaje que cobra protagonismo es el indigente Reginald ‘Bubbles’ Cousins.
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El otro gran escenario es el de la política municipal con el Concejal Thomas ‘Tommy’ Carcetti, interpretado por Aidan Gillen (Meñique en Juego de tronos).
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Estos escenarios que se nos presentan componen un fresco realista y macabro de la sociedad norteamericana.
La dura realidad alejada de la gente guapa y de los barrios residenciales de Mujeres Desesperadas o del glamour neoyorkino de Sexo en Nueva York.
Dos ancianos deciden hacer la Ruta de Los Apalaches.
Uno es un escritor que se resiste a la jubilación, serio y responsable.
El otro un bebedor, mujeriego y fullero.
La peli parece que nos va a ofrecer el enfrentamiento entre estas dos personalidades y el viaje hacia la reflexión sobre lo que es la vejez y la vida.
Pero lejos de eso se convierte en una comedia bufa, con momentos supuestamente cómicos que solo llegan a lo ridículo.
Hay una extraña sensación de falsedad en casi todas las escenas.
Las enormes mochilas que transportan da la impresión que no pesan nada y la cámara intenta evitar cualquier elemento físico que demuestre la fragilidad de estos señores de edad.
La peli está vacía de contenido. Ni siquiera sirve para mostrar la eficacia de sus dos protagonistas.
Robert Redford ejecuta uno de los peores personajes de su vida y lo hace con desgana, sin la más mínima convicción.
Nick Nolte está francamente deteriorado, incapaz de caminar dos cientos metros sin presentar disnea. Demuestra que es un buen actor y es tal vez lo único que se salva de esta película sin rumbo.
Emma Thompson es solo una secundaria sin casi papel, pero cuando sale en pantalla demuestra tener un carisma arrollador.
Interviene en el comienzo de la peli antes de la partida de los dos excursionistas y esa es la mejor parte.
Una pena de peli. Una idea buena totalmente desaprovechada. Dos actores míticos que intentan salvarse del naufragio donde se han metido.
A Ken Kwapis le recomiendo que siga haciendo telefilmes de tercera y evite llegar a la gran pantalla.
La historia ya la conozco, pero eso no me impide disfrutarla y seguir considerando que estamos ante un PELICULÓN.
Mi intención era, sobre todo, analizar el 3D.
El efecto en tres dimensiones se percibe al principio, después de unos cuantos minutos mi cerebro se acostumbra y el efecto tridimensional me pasa desapercibido.
No me asombra. No me aporta nada más.
En algún momento alguna imagen me resulta ridícula.
Compruebo levantándome las gafas que se ve mucho más oscuro.
Hubiera preferido verla sin este artefacto que solo es un obstáculo para el disfrute total de la peli.
A pesar del 3D, insisto: Jeffrey Jacob Abrams, la Fuerza está contigo.
Había en la sala un numeroso grupo de adolescentes, esa edad en la que se parece un poco falto.
Estos muchachos no pararon de meter ruido y comer palomitas.
De vez en cuando alguno salía de la sala, pero justo en las escenas de acción.
Acudo al Teatro Moderno a ver esta peli. Hacía años que no lo visitaba.
Lo encuentro remozado y con buen aspecto.
#Sequence se compone de 17 cortos rodados en un plano secuencia de menos de 3 minutos.
Se realizó para celebrar el El día más corto [ED+C].
Lo que caracteriza este tipo de películas es la irregularidad.
Los cortos se suceden con demasiada rapidez sin capacidad para digerirlos.
Los hay divertidos, otros horrorosos y alguno que no lo he entendido.
Este formato tan pequeño y denso impide el aburrimiento.
Tenía unos abuelos delante de mí. Iban comentando cada historia. Había una que parecía la más lista que les iba diciendo lo que ya habíamos visto.
Después de la proyección se estableció un coloquio que moderó Alberto Sanz, presidente del Cine Club Alcarreño, en el que intervinieron prestigiosos cortametrajistas alcarreños:
Pedro Solís (con 179 premios por su corto Cuerdas)
Luis Moreno (Director del FESCIGU)
Julián de la Fuente (con amplia carrera en la producción y en la dirección)
Israel Calzado (periodista y crítico de cine). (Pongo una cutrefoto).
Comentaron #Littlesecretfilm, un modelo de producción cinematográfica basado en 10 normas que limitan las condiciones de rodaje y distribución, que animan a todos los realizadores/as del mundo a sumarse a un ejercicio de riesgo cinematográfico extremo.
Me fui antes que terminara el debate. Tenía prisa, ya se hacía tarde y hacía un frío terrible causa del resfriado que padezco y que temo me va a perseguir estas navidades.
Paula Ortiz realiza un ejercicio de estilo para imprimir a su peli algo especial, algo que no se pueda olvidar.
Corre el riesgo de pasarse de frenada y agobiar al espectador, porque todo en su narración es exceso, es incontinencia.
Es como una fuerza arrasadora que te puede agotar, dejar vacío.
Pero en ese exceso, en la desmesura, está su mayor acierto.
Convierte su relato en más lorquiano que el propio Lorca.
La fatalidad inunda la narración en donde predomina más la pasión que la razón.
La “tierra” es la excusa perfecta para que las pasiones desatadas sean tan intensas que envuelvan a los personajes en un terremoto de delirio.
El texto y las canciones de Lorca están engrandecidas con una puesta en escena bestial, arrolladora.
Los actores están inconmensurables, sobre todo las actrices.
Además de Inma Cuesta, de la que no va haber calificativos suficientes, quiero destacar a Leticia Dolera que nos tiene acostumbrados a papeles de comedia y aquí se nos ofrece como una actriz dramática que enfrenta su contención al torrente de su prima y oponente la ya nombrada Inma Cuesta.
No es una peli que vaya a gustar a todo el mundo.
Detrás se sentó en la sala una pareja. El señor nada comenzar la peli empezó a quejarse:
– Si sé que esto es así vemos otra. Vaya dinero más mal empleado.
Como había asientos vacíos cambié de localidad.
Este individuo siguió protestando en voz más alta. A pesar de la distancia lo seguía oyendo.
Estuve por levantarme para rogarle que callara, pero estaba manifiestamente molesto y no quise echar leña al fuego.
Desde aquí le digo:
– Es usted un maleducado.
(Me asombra mi ponderación).
Espero que si vais al cine os pase como a mí que me ha apasionado y no como a este cretino.
Sufragistas en un homenaje a las mujeres que a principios del siglo pasado pelearon por obtener el voto.
Está bien que se nos recuerde que los derechos sociales se alcanzan con la lucha y con la reivindicación.
La sociedad avanza gracias a los que se esfuerzan para que así sea.
Lo que ahora nos parece de lo más normal hace cien años era visto como algo estrambótico y lamentablemente aún hay países en los que las mujeres no pueden votar.
En España las mujeres tienen sueldos menores que los hombres y sobre ellas se ejerce una violencia machista intolerable.
La idea de la peli me parece de lo más acertada.
Además la protagonista es una chica trabajadora con una vida desgraciada que se hace sufragista por amistad y por las circunstancias de la vida y esa actividad reivindicativa la vuelve más desdichada aún.
Sarah Gavron filma la peli con una torpeza manifiesta.
Rueda con una cámara tambaleante, con profusión de primeros planos y desenfocados. Todo lo cual me molesta profundamente.
A su peli le falta emoción y energía. Hay momentos sensibleros que me emocionaron (ye es conocida mi labilidad afectiva).
El peso de la peli recae sobre una estupenda Carey Mulligan que lo da todo y que resulta muy convincente.
La presencia de Meryl Streep es meramente testimonial. Que nadie espere ver una peli esta gran dama de la escena. Su aparición no llega a dos minutos.
Una peli bien intencionada, pero lamentablemente mal rodada. Eso sí: necesaria.
Llevo como quince días entregado a leer y ver todo lo relacionado con esta séptima entrega de la saga.
Acudo a la proyección el día del estreno especialmente emocionado por la compañía de mis hijos y algunos amigos con los que me encuentro por casualidad.
Al mismo tiempo me recorre un escalofrío de temor ante la posibilidad que la peli de J. J. Abrams me defraude.
Afortudamente, eso no ocurre.
Desde los primeros fotogramas comienzo a emocionarme, lo que estoy viendo es muy grande.
Cuando sale Harrison Ford interpretando a Han Solo (el mejor personaje de la saga) no puedo evitar sacar el pañuelo para secarme las lágrimas.
Abrams vuelve a utilizar su método preferido para enganchar al espectador: la caja negra.
Nos presenta a los personajes cargados de historia y de vida, pero no nos deja ver como va evolucionar la historia.
Vamos avanzando y poco a poco nos ofrece la trayectoria de la trama que no podemos suponer para al final rendir un gran homenaje a la peli de 1977 (La guerra de las galaxias. Episodio IV: Una nueva esperanza) convirtiéndola en una especie de remake actualizado, pero sin defraudar el verdadero espíritu de la saga.
Se nota la intervención en el guión de Lawrence Kasdan.
Es curioso como los más fervientes seguidores de la sextalogía, los más puristas, son los que siempre ofrecen más dudas sobre la verosimilitud de la trama, poniendo en duda las claves internas que dan vida propia a Star Wars.
Abrams sabe combinar, con maestría, los nuevos componentes con los elementos tradicionales, a los que no quiere renunciar, y los trata con el respeto que se merecen.
La segunda trilogía, que cronológicamente es la primera, contaba con un personaje femenino potente, que no era una princesa en apuros que era rescatada por unos caballeros andantes. Era una mujer de armas tomar.
En esta séptima entrega Rey ocupa el puesto protagonista con toda firmeza, siendo la que salva en varias ocasiones al flojucho Finn.
Harrison Ford llevaba varios años dedicado a hacer pelis de segunda fila con un muy escaso entusiasmo. Se le veía abatido, sin ganas. Pero en El despertar de la Fuerza se entrega, se le ve animado y con ganas, parece que este personaje, paradógicamente, le haya dado una nueva vitalidad.
Se podrá decir que no hay elementos nuevos, radicalmente novedosos, en la historia, pero la Guerra de las Galaxias no necesitaba un gran cambio, solo se pedía un lavado de cara que continuara con unas películas que emocionan y entretienen, con unos personajes con los que te puedes identificar, a los que puedes querer.
La peli incluye una sorpresa, que no voy a desvelar, que encaja muy bien en la idea de las series de éxito actuales. Ésa que parte del principio que nadie es imprescindible y que una serie o una saga puede continuar aunque desaparezca alguno de los personajes que se consideraban insustituibles. Como paradigma de lo que digo está Juego de tronos.
A mí Star Wars: El despertar de la Fuerza me ha dado todo lo que esperaba y más: muy buenos nuevos personajes, el homenaje a los ya veteranos y una historia que no está cerrada y que promete avanzar.
Que lo sepas Jeffrey Jacob Abrams, la Fuerza está contigo.
Rafa, Daniel y yo nos ponemos a ver esta peli de animación que nos ofrece el Cine Club Alcarreño.
Antes de contar mi opinión voy a dar un resumen de premios y críticas obtenidos por esta producción irlandesa.
Premios:
2015: Premios del Cine Europeo: Mejor film de animación.
2014: Premios Oscar: Nominada a Mejor largometraje animación.
2014: Premios César: Nominada a Mejor film de animación.
2014: Festival de Gijón: Mejor largometraje de animación.
2014: Premios Annie: 7 nominaciones, incluyendo Mejor película.
2014: Satellite Awards: Mejor largometraje de animación.
Críticas:
“Moore dirige otra gema única y confirma que en él no sólo hay un autor de marcada identidad estética sino también el más humilde y creativo foco de resistencia a la hegemonía estética de la animación Pixar.”
Jordi Costa: Diario El País.
“Una encantadora historia (…) y una manufactura sorprendente, de una estética rica en geometría y cromatismo que maravilla al ojo infantil y subyuga al ojo adulto (…)”
E. Rodríguez Marchante: Diario ABC.
“Maravilloso filme artesanal, poético, bello, delicado, puro (…) apta, no, obligatoria, para todas las edades”
Carmen L. Lobo: Diario La Razón.
“Un atrevimiento estético bello y riguroso que recuerda a otra obra maestra reciente de Ghibli: ‘El cuento de la princesa Kaguya”
Daniel De Partearroyo: Cinemanía.
“Una película bellísima, preciosa (…) una joya animada que se graba a fuego en la memoria y ofrece algunas de las secuencias más bellas del cine reciente; animado o no.”
Pablo González Taboada: Cinemanía.
“Una digna continuación de ‘El secreto del libro de Kells’ (…) Moore aplica su alucinante estilo artesanal a otra fábula inspirada en una leyenda irlandesa”
Peter Debruge: Variety.
“Otra satisfactoria patada en la cara de la animación por ordenador del director irlandés Tomm Moore (…) Un poco más accesible que la historia de Kells e igualmente magnífica”
Boyd van Hoeij: The Hollywood Reporter.
Empezamos a ver la peli. A los pocos minutos di una cabezada. Afortunadamente de unos cinco minutos.
Enseguida cogieron el relevo mis amigos.
Rafa, no roncaba, pero respiraba fuerte. Durmió plácidamente hasta el final de la peli.
Daniel fue despertado por el móvil interrumpiendo un profundo sueño.
Me mantuve despierto hasta el final de la peli.
Los tres concluimos que tenía un carácter hipnótico.
Resulta difícil hablar mal de una peli tan premiada y con unas buenas críticas unánimes, pero he de ser sincero.
A mí personalmente este tipo de dibujo tan alejado de Pixar o del maestro Hayao Miyazaki, no me disgusta.
Es una animación colorista, simbólica, a veces con trazos geométricos que me resulta muy agradable.
Se trata de un cuento que el niño protagonista realiza para digerir la realidad en la que vive.
Huérfano desde que su madre falleciera al nacer su hermana. Su padre vive aislado como farero y decide enviar a sus hijos con la abuela en la ciudad.
Los niños se escapan y en el viaje viven una aventura llena de personajes imaginarios que son la representación literario-onírica de sus familiares y conocidos.
A mí me aburrió. Tuve que realizar grandes esfuerzos por mantenerme despierto, pero ante la claudicación de mis amigos no me quedó más remedio que aguantar.
Mantiene un tono infantiloide, que tampoco creo que atraiga a los niños, a los que casi seguro no divertirá.
Las situaciones se alargan y resultan tediosas.
Se intenta mantener un tono poético que resulta un fiasco.
Los últimos minutos se hacen eternos.
Lo siento, pero a mí no me gustó.
Casi apostaría que solo encanta a los críticos que encuentran valores que yo no hallo.
Jesús Eguiguren participó y fue clave en los contactos previos que el PSE-EE realizó con miembros de Batasuna iniciados en 2002, siendo entonces José María Aznar (PP) Presidente del Gobierno de España.
Estos contactos, posteriormente, con la presidencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), llevaron en 2006 a la declaración de un alto el fuego permanente deETA y el denominado «proceso de paz».
Este proceso se encalló y en la práctica fue roto con el atentado de la T4, realizado por ETA mientras mantenía la tregua.
Aunque tras él se realizaron algunas conversaciones más, no pudo lograrse encauzar y ETA declaró, en un comunicado en junio de 2007, el reinicio de su actividad.
Sin embargo, el 20 de octubre de 2011 ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada.
En abril de 2013, Eguiguren y el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi fueron galardonados con el premio Gernika por la Paz y la Reconciliación por «su aportación en la consecución de la Paz en Euskal Herria».
De estas conversaciones habla esta peli.
Borja Cobeaga mientras hacía el guión de Ocho apellidos catalanes, en los ratos libres confeccionó el de esta peli que luego dirigió en solitario.
Este guionista y director ha sabido llegar, con humor, al núcleo de los problemas vascos con el programa Vaya semanita de Euskal Televista.
Jesús María Eguiguren, en la ficción llamado Manu Aranguren interpretado por Ramón Barea, negoció primero con José Antonio Urruticoechea Bengoechea, alias Josu Ternera, llamado en la peli Jokin (Josean Bengoetxea), y posteriormente con Francisco Javier López Peña, alias Thierry (Patxi al que pone cara Carlos Areces).
Estos dramáticos, incluso trágicos, hechos son presentados por su director en tono de comedia.
Siguiendo la tradición de grandes del cine como Garía Berlanga o Billy Wider, Cobeaga es capaz de hacer del drama comedia.
Manu Aranguren es un hombre esforzado por conseguir la paz.
Jokin es reservado, hosco y arisco, pero tiene una verdadera voluntad a llegar a buen fin las conversaciones.
Patxi, en cambio, parece más campechano, pero es más bestia y negociar con él resulta mucho más difícil.
Entre medio un mediador internacional que solo habla inglés y una traductora.
La comicidad nace de las propias contradicciones en el lenguaje, un elemento que resulta fundamental.
Pero también tienen gracia las relaciones personales y las situaciones que viven los protagonistas, entre ridículas e increíbles.
Hay algo de cutre, de andrajoso en toda la narración.
Cobeaga compone un retrato fiel, directo, cotidiano de lo que pudieron ser unas negociaciones y posiblemente lo fueron.
Una peli divertida que te hace reír mientras te corre un escalofrío de terror por la espalda.
Destacar las interpretaciones de los tres protagonistas y especialmente la de Carlos Areces, incomensurable en su papel de chulo de barra de bar con pistola, jefe de ETA.
Documental español, dirigido por Toni Bestard y Marcos Cabotá.
David Prowse es el hombre que encarnó a Darth Vader en las pelis de Star Wars. El villano más malvado de la Galaxia y de la historia del cine.
Prowse fue actor, la mayoría de las veces escondido tras una máscara o un grueso maquillaje, culturista, halterofílico, entrenador deportivo, superhéroe en campañas de tráfico…
Interpretó a Darth Vader, pero no se usó su voz (James Earl Jones y Constantino Romero) y en el único momento en que se retira la máscara se utilizó a otro actor (Sebastián Shaw).
Sus relaciones con Lucas terminaron como el rosario de la aurora.
Ahora es una anciano afable. Los directores de este documental le van a hacer una propuesta que no podrá rechazar.
Un documental divertido, ilustrativo que rinde homenaje al actor y los muchos olvidados en la historia del cine.
Muy a propósito antes del estreno de Star Wars: El despertar de la Fuerza. Episodio VII, que esperamos con ilusión.
Vemos esta peli los amigos de Azuqueca en el cine del EJE.
No me cansaré de dar las gracias y repetir que es un auténtico lujo.
En la peli anterior (Fresas salvajes – 1957 – Ingmar Bergman) pasamos mucho frío. Varios compañeros vienen con manta preparada, que afortunadamente no hace falta porque contamos con calefacción.
Siempre he mantenido que son cuestiones diferentes el artista y la persona.
Podemos encontrar detestable al individuo, pongo el caso de Dalí, y encantarnos su obra.
En el cine también tenemos algún caso muy notorio.
Allen tuvo como pareja entre 1982 y 1992 a la actriz Mia Farrow.
Se separó de la misma después de que Farrow le descubriera fotografías pornográficas de una de las hijas adoptivas de ella, desnuda.
Allen negó cualquier vinculación sexual o sentimental con su hijastra (a quien conocía desde los cuatro años).
Pero al poco tiempo de separarse de Farrow “blanqueó” su relación sentimental con Soon Yi, con quien se casó en 1997.
En 1991, cuando la relación salió a la luz, Allen tenía 56 años y Soon Yi, 20.
Tras la separación, Farrow denunció penalmente al director por acoso sexual a la hija de la pareja, Dylan Farrow, que tenía 7 años en la época de los abusos.
Dylan Farrow, relató en febrero de 2014 a través de una carta abierta los abusos sexuales a los que la sometió el cineasta cuando tenía 7 años.
Segun Dylan, los hechos ocurrieron cuando vivía junto a Allen y la actriz Mia Farrow.
El caso salió a la luz en 1993, pero los cargos criminales en contra del director fueron retirados por Farrow, aunque la justicia reconoció las pruebas y prohibió a Allen el derecho de visitas sobre su hija.
La carta ha sido la primera vez que Dylan Farrow se ha referido al tema ante la prensa, y la decisión estuvo inspirada por los reconocimientos que ha recibido Allen durante los últimos tiempos. Allen siempre negó las acusaciones.
No tendría ningún derecho de contar estas cuestiones en una crítica cinematográfica, pero en esta peli Allen nos hace un relato “autobiográfico” que pudiera ser justificativo. La peli se realiza después de la polémica.
Quede claro que el Allen cineasta me gusta y el conjunto de su obra me parece sobresaliente.
Esta peli la vi hace años y casi no la recordaba.
Repleta de diálogos que no dejan un momento de descanso y que llegan a agotar.
Allen nos cuenta sus conflictos sentimentales y sus relaciones con las mujeres.
Mezcla continuamente la ficción con la falsa realidad del relato cinematográfico, creando confusión en el espectador, o por lo menos en mí.
Está claro que no es la transposición literal de su vida amorosa, porque que él la enriquece y la retuerce para contarla a su conveniencia.
Las mujeres de esta peli son todas unas histéricas, con actitudes excesivas, habiendo incluso tiros.
Cuando le acusan de adulterio él responde con contestaciones claramente machistas, culpando a sus parejas.
El único personaje que parece salir bien parado es la joven amante (Elisabeth Shue) que le abandona para casarse con Billy Crystal.
El colmo de la desfachatez del director y protagonista es cuando en una escena, por otra parte muy divertida, la esposa le explica a su hermana (y amante del adúltero) que se ha liado con una veinteañera.
Allen ridiculiza a las mujeres las presenta como comparsas de su vida en el colmo del egocentrismo y de la misoginia.
Tal vez sea una revancha miserable por la situación que había padecido (merecidamente).
Woody es un tío listo y nos intenta desarmar con el humor, con el tono de comedia que sabe dar a las situaciones más dramáticas.
Ésta es la típica peli que se olvida o, tal vez, solo recordada por ser una comedia divertida.
Pero no deberíamos disculpar sus actitudes misógenas por que obtenga una sonrisa cómplice. Eso es lo que pretende de nosotros complicidad y justificación.
Para que una peli funcione lo ideal es contar con un buen guión, unos buenos actores y una buena dirección.
A veces, con todo eso unido puede salir un bodrio. Y lo contrario.
En esto del cine, y del arte en general, no hay fórmulas predeterminadas infalibles.
En El puente de los espías han metido mano en el guión los hermanos Coen y se nota.
La ha dirigido con maestría Spielberg.
La protagonizado el solvente Tom Hanks.
Y el resultado es magnífico.
El puente de los espías tiene ese aire a cine clásico de calidad, con el toque autoral de Spielberg.
Este director ha ido dejando atrás el cine de entretenimiento, que tanto buenos momentos nos ha dado, para cobrar un carácter más personal, más propio.
El abogado de éxito James B. Donovan deja su confortable vida de litigador de seguros para resolver un embolado de padre y muy señor mío.
Es un hombre justo, responsable, que cree en lo que hace. Es el Atticus Finch de los espías.
Lleno de confianza porque sabe que le ampara la razón y la justicia.
La trama comienza como una peli de juicios para transformarse en una peli de espías.
¿Porqué el Señor Donovan se convierte en un gran negociador? Porque detrás de sus argumentos hay un fondo moral una carga de justicia incontestable.
Dentro de la trama hay muchos aspectos notables.
El retrato de ese momento histórico de la creación del Muro de Berlín.
El adiestramiento de esos pilotos norteamericanos para ejercer como espías y las exigencias más allá de lo moral.
Resulta grotesco el trato que recibe el abogado Donoban en Berlín, tanto por parte de los agentes de la CIA como de los soviéticos. Con ese ejercicio de humillación de la persona, posiblemente para hacerlo más vulnerable.
Encomiable la entereza y la dignidad que mantiene el personaje de Tom Hanks en todo momento.
Spielberg no puede evitar adornar la historia con toques de sensiblería que a mí me resultan molestos, pero, lo cierto es que no se excede, sabe controlar esos malos impulsos.
El puente de los espías es una gran peli, posiblemente una de las mejores de este año.
Siempre se ha afirmado que es la peor de la trilogía, pero yo la defiendo.
Obtuvo la que menos recaudación, pero no fue un fracaso en taquilla.
Zemeckis quería hacer un western y lo insertó en esta trilogía.
Respetando el esquema clásico de las pelis del Oeste y las reglas de las dos primeras pelis de la trilogía.
El malo sigue siendo Biff Tannen, aquí en 1885 es llamado Buford ‘Perro rabioso’ Tannen.
Le vuelve a caer un carro de estiércol y además una escupidera.
Pero a mí hay una cuestión que me encanta: la historia de amor.
El científico racionalista (Dr. Emmett Brown) que se enamora de la maestra (una maravillosa Clara Clayton).
Parece una cuestión imposible, no por la diferencia de edad sino por la diferencia temporal, pero al final el amor sale triunfador.
Un magnífico colofón a esta gran trilogía que me ha dado muchos buenos momentos de diversión.
Curiosidades:
Hasta que llegó su hora:
Hay una escena es la que se homenajea a la película “Hasta que llegó su hora” (Once upon a time in the west), de Sergio Leone.
Cuando Marty llega al pueblo siguiendo la vía del tren, la cámara se eleva y aparece el pueblo de Hill Valley de forma inesperada.
En la película de Leone es Claudia Cardinale la que llega a la estación.
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Por un Puñado de Dólares:
Marty ve una película de vaqueros, que le servirá para el duelo contra Biff.
Usará la placa de metal de la estufa para evitar las balas.
La película en la que se basó es “Por un Puñado de Dólares” con Clint Eastwood.
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Michael Jackson:
Cuando la banda de Bufford Tannen obliga a Marty a “bailar”, éste se marca unos pasos al más puro estilo “moonwalk”, uno de los más representativos de Michael Jackson.
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Las maquetas:
Hay dos escenas muy parecidas en la primera y tercera parte respectivamente.
En 1885, Doc enseña a Marty su plan para regresar al futuro usando una maqueta, llega Clara, tapan la máquina, ella entra con el telescopio y por último le pregunta a Doc si van a ir a la fiesta.
En la primera parte Doc le dice a Marty su plan para enviarle al futuro con otra maqueta, tapan el DeLorean, entra Lorraine y le pregunta a Marty si la invita al Baile de la escuela.
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Marty siempre se despierta en casa de un familiar:
Tanto en la primera, la segunda y la tercera parte, aparecen unas escenas muy peculiares que se producen cuando Marty acaba en casa de un familiar y éste se levanta desconcertado diciendo “tu eres….”.
La primera peli deClint Eastwood:
Cuando Marty está vestido de vaquero y dice “Clint Eastwood no iría vestido así”, lo dice al lado de un cartel de la primera película que rodó Clint Eastwood.
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Dean Cundey, director de fotografía de la trilogía:
El fotógrafo que en 1885 hace la foto a Doc y a Marty junto al reloj es el mismo Dean Cundey, director de fotografía de la trilogía.
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Las torres de luz al fondo:
Cuando Marty McFly aparece con el coche en el pasado y le persiguen los indios, se ven claramente en el fondo del plano las grandes torres de conducción de luz.
Michael J. Fox a punto de morir ahorcado:
Michael J. Fox estuvo a punto de morir ahorcado en la escena del linchamiento cuando el sistema de seguridad se rompió y no pudo avisar porque todos pensaban que estaba interpretando la escena.
En la película quedó muy realista.
Michael J. Fox se le olvidó como se montaba en monopatín:
Tanto la tercera parte como la segunda, se rodaron 5 años después que la primera. Durante este tiempo a Michael J. Fox se le olvidó como se montaba en monopatín.
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Banda musical ZZ Top:
La banda de música en 1885 es ZZ Top que realiza un cameo, los cuales escribieron algunas de las músicas para la película.
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Homenaje a Bob Gale:
El editor del periódico de Hill Valley en 1885 es “M.R. Gale”, un homenaje al guionista de la trilogía Bob Gale.
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El tatarabuelo Seamus:
Michael J. Fox interpreta, además de a Marty McFly, a su tatarabuelo Seamus.
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Frío en Monument Valley:
Pese a que la película está ambientada en una época calurosa, el clima durante el rodaje en Monument Valley fue gélido.
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Clara Clayton ya había viajado en el tiempo:
La actriz que interpreta a Clara Clayton, Mary Steenburgen, ya había viajado a otras dimensiones temporales junto a su marido en la vida real Malcolm McDowell en “Los pasajeros del tiempo” (1979).
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D.W. Griffith:
Cuando Marty hace una referencia casual a las películas, nadie le presta la más mínima atención (el cine no se había inventado aún), pero un niño curioso le pregunta qué es una película.
Antes de que Marty pueda responderle, un hombre toma del brazo al chaval y le aparta diciéndole:
– “Venga, D.W., lárgate”.
A lo que uno de los hombres que ha observado la escena comenta:
– “Ese pequeño de los Griffith siempre anda escapándose”.
D.W. Griffith (1875-1948) fue el primer gran director de cine de la historia.
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Dos partes juntas:
Tanto la segunda como la tercera parte de esta trilogía se rodaron consecutivamente, sin apenas tiempo para la postproducción.
Homenaje al western:
Como homenaje a los antiguos Westerns, Zemeckis (director) hizo sentar en una de las mesas del salón a tres veteranos actores ya retirados: Harry Carey Jr., Dub Taylor y Pat Buttram.
El camarero que les servía también fue famoso en su época: Matt Clark.
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El primer beso de Christopher Lloyd:
Aunque parezca difícil de creer, esta tercera parte le dio a Christopher Lloyd (Dr. Emmett Brown), un actor con una larga experiencia en cine y televisión a sus espaldas, su primera oportunidad de dar un beso en la pantalla.
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Rodaje en Sonora:
Ante la imposibilidad de contar con suficiente espacio para el rodaje dentro de los estudios Universal, se decidió levantar todo un poblado en Sonora, a 600 km del norte de Los Ángeles.
Allí se habían rodado los exteriores de westerns míticos:
El virginiano (1929), Camino de Santa Fe (1940), Duelo al sol (1946) y Solo ante el peligro (1952).
También sirvió como decorado para series como Lassie, Bonanza y La casa de la pradera.
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Barranco Eastwood:
Cuando Marty Mcfly consigue regresar por fin a su 1985 gracias a la propulsión del tren pasa por delante de un cartel que indica el nombre del barranco, este barranco debería haberse llamado barranco Clayton en honor a Clara Clayton, la novia de Doc Emmet Brown, que según la historia debería haberse despeñado por él con la carreta desbocada.
Esta historia cambió cuando Doc la salvó, ahora el barranco se llama Barranco Eastwood, que era el nombre que se puso Marty en el oeste (Clint Eastwood).
Mucho vestuario:
Fue necesario diseñar vestuario para 500 extras.
Todos los trajes fueron envejecidos con polvo rojizo para que ganasen autenticidad.
Sierra Railroad:
Para las escenas del tren se utilizó una locomotora de la época, el legendario Sierra Railroad construido en 1897.
El mismo famoso tren que espera Gary Cooper en Solo ante el peligro.
Este tren está expuesto en Universal Studios Florida.
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Monument Valley:
Para la incursión de Marty en el Lejano Oeste, Zemeckis (director) optó por usar los majestuosos paisajes de Monument Valley, que el cine ha popularizado y asociado para siempre a las películas de John Ford.