“El planeta vuelve a ser asediado por los Kaiju, una raza de alienígenas colosales, que emergen desde un portal interdimensional con el objetivo de destruir a la raza humana.
Ante esta nueva amenaza, los Jaegers, robots gigantes de guerra pilotados por dos personas para sobrellevar la inmensa carga neuronal que conlleva manipularlos, ya no están a la altura de lo que se les viene encima.”.
Copio la (grandilocuente) base argumental de esta producción americana muy pensada para un público oriental, con presencia de actores asiáticos y localizada en Japón.
Los guionistas no se han esforzado mucho.
Los diálogos son pomposos, sin sentido, a veces, de traca rozando o sobrepasando el ridículo.
Las escenas de acción son confusas, sin que te enteres quien es quien en cada una de esas batallas primero entre robots gigantes y luego contra Godzillas del tamaño de una Torre de la Castellana.
Es cine de escombro, en el que se destruyen cientos de edificios y queda todo hecho un desastre, muy sucio y desordenado.
Los personajes no están ni perfilados, por lo tanto que muera uno u otro te da igual, si ni siquiera los conoces.
La peli es terriblemente aburrida, un coñazo monumental.
Hace muchos años decidí liberarme de las cadenas del culturetismo y manifestar mis preferencias aunque sean tachadas de estupideces y yo parezca poco cultivado.
En Twitter hace unas semanas alguien me llamó analfabeto de cine porque no me había gustado la última peli de Richard Linklater.
Por supuesto bloqueé a este individuo, que no se merece respuesta alguna. Una cosa es discrepar y otra es insultar.
Pero con esto se comprueba que hay una especie de corriente dogmática cultural en la que si no amas 2001: A Space Odyssey o no adoras a Linklater eres un inculto, un espécimen indigno de respirar el mismo aire que una persona intelectual y bien formada.
Hace unos meses cuando afirmé que Bruce Willis era uno de mis actores favoritos, en el Taller de Cine de Azuqueca de Henares, se despertaron gestos de desaprobación y desprecio junto con alguna risita.
Como decía Clark Gable en Lo que el viento se llevó: “sinceramente querida, me importa un bledo“.
En las entrevistas de Guadalajara de Cine disfruto mucho oyendo las opiniones de personas aficionadas al cine que no son cinéfilos oficiales y desprecian Ciudadano Kane y les gusta Grease o Bamby.
Muchas veces me dicen: “tienes que invitar a fulanito o menganito, que sabe una barbaridad de cine, que ha visto pelis muy raras“. Pues eso me inspira menos que entrevistar a gente corriente, con sus filias y sus fobias de personas normales, que aman el cine y se expresan sin complejos sobre sus preferencias.
A lo que iba. Bruce Willis es uno de mis actores favoritos, pero con la voz del actor de doblaje Ramón Langa. Estos dos actores componen un personaje para mí perfecto.
El bueno de Bruce nunca entrará en el círculo cultureta, es un héroe de acción, ha protagonizado éxitos comerciales y películas sumamente divertidas todo eso es veneno para un cultureta de pro, un cultureta como Dios manda.
Willis en El justiciero compone, magníficamente, un personaje defraudado con la sociedad en la que le ha tocado vivir, un buen hombre, un buen cirujano que salva vidas sin importar si son buenas o malas personas, como debe ser.
Su depresión, su duelo lo va a superar gracias a que decide tomarse la justicia por su mano. Eso le hace sentirse mejor.
Bruce está perfecto en ese papel de hombre frustrado que intenta hacer el bien, que busca la justicia y la redención personal.
Además la peli incluye la polémica que se crea en la sociedad ante estos hechos, cuestión que se echa de menos en muchas pelis de super-héroes.
Eli Roth sabe componer una peli equilibrada con potentes escenas de acción, violencia, incluso gore, con otros momentos más relajados que permiten al espectador descansar. Hay pequeños toques de humor que se agradecen.
El conjunto resulta muy entretenido y ver a Willis, a sus 63 años, en plena forma es un placer.
Hay que agregar que es un remake de El justiciero de la ciudad de 1974, dirigida por Michael Winner y protagonizada por Charles Bronson.
La joven y atractiva comunicadora Lucía Abajo nos visita en los Multicines Guadalajara para hablar de su relación con el cine y de sus experiencias con el séptimo arte.
Esta semana Mónica Gallo, Diego Gismero y Ramón Bernadó hemos hablado de algunos estrenos en los Multicines Guadalajara y de unas cuantas series que recomendamos:
Esta semana hemos entrevistado en los Multicines Guadalajara a la polifacética Aure Hormaechea.
Ahora dedicada a la escritura de una novela basada en biografías de heroínas zaragozanas de la Guerra de la Independencia, es concejal en el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, psicopedagoga, diseñadora gráfica, licenciada en Humanidades y años atrás ejerció el periodismo.
Hemos hablado de sus experiencias cinéfilas y sus películas preferidas.
Ya resulta un clásico hablar de pelis religiosas en Semana Santa.
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Es raro encontrar cine místico en las carteleras, pero ahora los Multicines Guadalajara nos ofrecen estas dos películas de las que hemos hablado con Mónica Gallo y DiegoGismero:
Pero la gran sorpresa es la presencia en los estudios de EsRadio Guadalajara de la comunicadora Lucía Abajo, que ha manifestado su predilección por el Cine de Semana Santa.
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Aprovechando hemos vuelto a hablar de clásicos como Ben-Hur, Los diez mandamientos o Espartaco.
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Programa semanal para radio y televisión dedicado al cine y a las series.
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Coordinado por José Luis Solano y con la presencia del productor y cinéfilo Diego Gismero y con la del crítico de cine Ramón Bernadó.
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Espacio grabado en Zoom para Alcarria TV y EsRadio Guadalajara.
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Se analizan las películas que son estrenadas en los Multicines Guadalajara y las series de todas las plataformas de streaming.
Reconozco que solo fui a ver esta peli por la presencia de la maravillosa Charlize Theron.
La trama de comedia mantiene una estructura errática, con algún momento brillante y otros penosos, de vergüenza ajena.
Hay algún diálogo interesante como cuando el mafioso mexicano interroga sobre el mejor disco de los Beatles.
Lo más molesto de la peli es David Oyelowo, que interpreta a un cretino insufrible.
El film pretende ser un homenaje a las “buenas personas que siguen las reglas“.
Hay situaciones muy disparatadas y agujeros de guión del tamaño de un volcán, pero la peli se aguanta.
Y ¿porqué se soporta?
Por Amanda Seyfried y Thandie Newton, pero sobre todo por Charlize Theron que está impresionante haciendo de “zorrona total”.
La escena en la barra de un bar con un alto ejecutivo, que le dice de intimar y ella le pide que le enseñe la herramienta y según sea irán a la habitación o hablarán solo de negocios, es abrumadora.
Charlize me impresionó de tal manera que le rogué a Dios que nunca me viera en esa situación.
La peli funciona como vehículo de moderado entretenimiento.
Se deja ver si no eres muy quisquilloso con el guión, si anulas al protagonista de color y te concentras en Charlize.
Tal vez Andrew Hyatt pretendía hacer cine religioso de calidad con emoción y devoción, pero se queda en melodrama aburrido y sin nada de garra.
Lucas acude a una Roma donde Nerón ha culpado a los cristianos del incendio de la urbe.
Gran parte del peso de la trama recae en las conversaciones entre un Pablo preso y torturado y un Lucas deseoso de dar testimonio.
Una novedad de esta producción es dedicarse no a los Evangelios sino al libro posterior Los Hechos de los Apóstoles.
Hyatt intenta, sin éxito, crear escenas con tensión dramática .
La producción es de baratillo y se nota una barbaridad.
Se habla de circo y leones, de incendios, de asesinatos, de tropelías de los romanos y nada de eso se ve.
La peli, tal vez, hubiera funcionado si se hubiera dedicado de manera intimista a las conversaciones entre Lucas y Pablo, pero pretende ser mucho más y se queda en nada. Muy decepcionante.
Estos diálogos sí tienen interés porque nos muestran el espíritu cristiano, revolucionario en su tiempo, de paz, de humildad y de perdón.
Estos dos apóstoles son contrarios al uso de la violencia, son mansos de corazón.
Es una pena que siempre las cosas de médicos estén tan pésimamente tratadas.
Como todo el mundo sabe, Lucas era doctor. Cuando acude a curar a la hija del general romano solo con verla ya le diagnostica una rara enfermedad y la cura de un día para otro.
Mi amigo Jesús Hernando me la recomienda fervorosamente.
480 minutos de puro cine negro.
Reúne todos los requisitos de este género: investigación policial, detective ambiguo moralmente, mujer fatal, asesinato…
Pero The Night Of es mucho más.
Es un retrato del poder de las malas decisiones. Cómo un buen chico toma, una y otra vez, decisiones que le son nefastas. Es como si se dejara arrastrar por el mal, un mal ajeno, pero al que no puede vencer.
También es el relato minucioso de una investigación policial, con la reflexión añadida sobre la búsqueda de la verdad. Lo difícil que es conocer la realidad de las cosas y, a veces, lo evidente no es lo cierto.
La serie nos cuenta de manera minuciosa cual es el proceso desde que alguien es detenido hasta que llega a prisión, un relato que se suele eludir y que resulta muy atractivo conocer.
Es así mismo drama carcelario. Nos cuenta cómo sobrevivir en el ambiente hostil de un talego.
Se habla también sobre la función del abogado y el funcionamiento del sistema judicial americano.
Una serie llena de matices, de aristas, que mantiene atrapado al espectador desde el primer momento y lo agarra para no soltarlo.
Que te deja inquieto, reflexivo, triste y desasosegado.
Todos los actores magníficos, pero destaca John Turturro en un papel memorable, con una interpretación inconmensurable.
Imposible no reaccionar ante los inmensos ojos de Amara Karan, otra que toma malas decisiones.
¿Quié no se dejaría arrastrar al abismo por la atractiva Sofia Black-D´Elia?
Tal vez no he sido lo suficientemente explícito, pero estamos ante una de las mejores series de la historia.
‘Dentro del laberinto’es, junto a ‘Los Goonies’, ‘La princesa prometida’ o ‘La historia interminable’, uno de los principales pilares de la cultura de la nostalgia, que está alcanzando su máximo apogeo en estos últimos años.
¿Quién puede olvidar a Hoggle, Ludo, Sir Didymus, a los goblins creados por The Jim Henson Company, el Pantano del Hedor Eterno, las canciones de Bowie, los “¡no es justo!” de Sarah (Connelly), y sobre todo el robaescenas oficial de la película, el omnipresente paquete de Jareth, el Rey de los Goblins?
Con estos ingredientes, no es de extrañar que ‘Dentro del laberinto’ dejara huella en la generación de los 80, que a día de hoy atesora la película con mucho cariño.
La vi muchas veces con mi hija Marta cuando era una niña.
La vemos un sábado por la tarde mientras los demás duermen la siesta.
Marta se sabe muchos diálogos. Yo hace tiempo que no la veía y me ha vuelto a encantar.
Jennifer Connelly tan joven interpretando a Sarah dando el paso de la niñez a la adolescencia, madurando en un viaje al rescate de su hermano.
Los personajes que se nos presentan son solitarios y perdedores, juntos consiguen su objetivo. Bonito canto a la amistad, al compañerismo y al encuentro entre diferentes que se vuelven complementarios.
Hay referencias a Alicia en el País de las maravillas, a El mago de Oz, a las leyendas artúricas.
Está clara la influencia en obras posteriores como Monstruos, S.A. o Harry Potter.
¡Qué nunca nos cansemos de verla!
Mientras nos guste, algo de inocencia quedará en nuestros corazones.
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Mi puntuación: 8,61/10.
10 curiosidades de ‘Dentro del laberinto’
David Bowie no fue la primera opción para Jareth
Originalmente, Jareth también iba a tener aspecto de goblin.
Sin embargo, a Jim Henson se le ocurrió que lo interpretase un actor.
Su anterior película como director, ‘Cristal oscuro‘, fue realizada íntegramente con marionetas y supuso un fracaso de taquilla, por lo que para ‘Dentro del laberinto‘ Henson decidió introducir un elemento de carne y hueso.
La idea del director era que el actor que interpretase a Jareth debía ser un músico, y que este se encargaría de aportar su estilo musical propio a la película componiendo las canciones.
Henson tenía varias opciones, entre ellas Michael Jackson, Prince, Mick Jagger y Sting.
Finalmente, sus hijos le convencieron de que le ofreciera el papel a David Bowie, que precisamente en ese momento estaba buscando participar una película infantil.
Imaginaos lo diferente que habría sido ‘Laberinto’ sin él.
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El paquete de Jareth
Si hay un personaje que eclipsa a cualquier “puppet” en ‘Dentro del laberinto‘ es el paquete de David Bowie.
En una reciente entrevista con Empire Magazine, el diseñador conceptual Brian Froud explicó que acentuar las “partes bajas” del cantante fue totalmente intencionado.
La idea era crear un personaje que había salido directamente de la mente de Sarah, que estaba alcanzando la edad del despertar sexual.
Así, Jareth es “una amalgama de las fantasías de esta chica: un chico malo con chupa de cuero, un caballero con armadura, Heathcliff de ‘Cumbres borrascosas’ y un bailarín de ballet“.
Las mallas ajustadas son, evidentemente, una referencia al ballet.
Aún a día de hoy, Froud no sabe cómo se salieron con la suya.
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Audiciones
Para interpretar a Sarah Williams, Jim Henson hizo pruebas a cientos de jóvenes actrices, hasta dar con la candidata perfecta, Jennifer Connelly (que había tenido su primer papel destacado un año antes, en ‘Érase una vez en América‘).
Entre las actrices que hicieron audiciones para protagonizar ‘Dentro del laberinto’ estaban Helena Bonham Carter, Jane Krakowski, Sarah Jessica Parker, Maddie Corman, Laura Dern, Lili Taylor, Ally Sheedy, Mia Sara y Marisa Tomei.
Las finalistas elegidas por Henson fueron Krakowski, Sheedy, Corman y Connelly.
Hace unos años, la Jim Henson Company hizo público el vídeo de la audición por la que Connelly se hizo con el papel.
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Lechuza CGI
Jareth puede adoptar forma de lechuza para visitar el mundo de Sarah y vigilarla sin que ésta se dé cuenta (así es cómo se enamora de ella).
Para las escenas de la película se utilizaron lechuzas reales, no así para la memorable secuencia de títulos de crédito iniciales, que contiene el primer animal fotorrealista realizado íntegramente por ordenador para un largometraje.
Estamos hablando de 1986, cuando el CGI todavía estaba en pañales y todos los efectos visuales eran realizados de forma manual, como se puede ver en el resto del film.
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El rey de las bolas
Bowie era un artista muy completo, pero una cosa que no sabía hacer era malabares con bolas de cristal.
Para estas escenas se recurrió al famoso malabarista Michael Moschen, que se escondía detrás de Bowie y manipulaba las esferas mediante la técnica del “contact juggling” (malabares de contacto).
Como debía estar dentro de la escena con el actor y oculto bajo su ropa, Moschen no tenía un monitor como referencia y debía realizar los movimientos a ciegas.
En el making of de ‘Dentro del Laberinto’se puede ver la dificultad de la tarea de Moschen, así como su creciente frustración ante los fallos y la paciencia y buena disposición que Bowie tuvo grabando estas escenas.
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La habitación de Sarah
Al inicio de ‘Dentro del Laberinto‘, un travelling recorre el dormitorio de Sarah, mostrándolos un gran número de objetos que funcionan como guiños a la aventura que la protagonista está a punto de emprender en el Laberinto y nos dan información adicional sobre el personaje (como su pasión por los musicales).
Entre estos objetos se escuentran los libros de ‘El mago de Oz‘, ‘Donde viven los monstruos‘ y ‘Al otro lado‘ (este último es el cuento de Maurice Sendak que sirvió como principal inspiración para la historia), un laberinto de juguete, varios peluches y muñecos de los personajes de la película, el póster de M.C. Escher en el que se basa la secuencia de la sala de escaleras, una estatua de Jareth junto al espejo y lo más importante: un mural con recortes de la madre de Sarah, famosa actriz de teatro que aparece en alguna de las fotos vinculada románticamente a otro actor, sospechosamente parecido a Jareth (el propio Bowie).
Los detalles “ocultos” en la habitación de Sarah han servido a lo largo de los años para establecer muchas teorías sobre la verdadera historia detrás de la obsesión de Jareth por la adolescente (que se parece mucho a su madre) y todo lo que no nos cuenta la película.
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Caras ocultas
El rostro de Bowie aparece camuflado en los escenarios de la película hasta siete veces a lo largo del metraje.
Algunas caras se pueden detectar fácilmente, pero otras están muy ocultas y son más difíciles de ver.
¿Cuántas habéis encontrado vosotros?
Probad ahora que sabéis que hay siete a ver si conseguís dar con todas.
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Escena subida de tono
En el guion original, escrito por el Monty Python Terry Jones, había una mayor carga de contenido sexual en la historia.
Concretamente, la célebre escena del baile de máscaras, donde Sarah se encontraba con el Rey de los Goblins en su subconsciente y bailaba junto a él, estaba escrita oficialmente como el despertar sexual de la protagonista, con referencias explícitas al deseo de Jareth por la chica (Bowie tenía 39 años y Connelly 15 cuando rodaron la película), así como formas descritas como “fálicas”, un plano en el que Jareth se encuentra en actitud “cariñosa” con dos mujeres y una habitación en la que Sarah mira, pero no puede ver lo que está ocurriendo porque una nube de plumas de almohada le tapan la visión.
La escena que acabó en la película conserva algunos elementos de la original, aunque suavizados: una máscara con nariz fálica acariciada sugerentemente por una mujer o un bastón que surge de un bahúl y escandaliza a Sarah, que sale corriendo.
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Toby el travieso
El bebé que hace de hermano de Sarah es el hijo de Brian Froud, el artista que creó los diseños conceptuales en los que se basa la película.
En el guion original de Terry Jones el personaje se llamaba Freddie, pero hubo que cambiarlo porque el pequeño solo respondía a su nombre, Toby.
Durante el número musical “Magic Dance“, Toby debía hacer balbuceos de bebé para la canción, pero tampoco consiguieron sacárselos, y los que se oyen en la versión final son del propio Bowie.
De mayor, Toby Froud siguió los pasos de su padre y de su mentor, Jim Henson, y se convirtió en creador de marionetas.
Hace unos años debutó en la dirección con el cortometraje ‘Lessons Learned‘, donde puso en práctica su experiencia como titiritero en la Jim Henson Company.
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El viaje de Hoggle
El traje y la cabeza animatrónica del enano cascarrabias Hoggle desaparecieron durante un traslado en avión, dándose por perdidos durante años, hasta que en 1997 apareció en la oficina de equipaje no reclamado del aeropuerto de Scottsboro, Alabama.
Desde entonces, Hoggle es la “mascota no oficial” del museo de dicho centro, donde se encuentra expuesto al público, visiblemente deteriorado.
Peli rodada en Toledo, Madrid, Guadalajara y Chiloeches, con extras locales.
Curioso que este thriller con tintes delirantes no haya tenido buenas críticas.
Calparsoro nos cuenta una compleja trama relatada en dos tiempos separados por 10 años.
Nos ofrece imágenes de Madrid y nos da como referencia para situarnos temporalmente las Torres de la Castellana.
La visión esquizofrénica de Raúl Arévalo de los delitos cometidos en años diferentes en una gasolinera es asfixiante y agotadora, pero muy atractiva.
Por otro lado la impotencia de esa madre y de ese niño de diez años, ante el acoso de unos abusadores detestables, se trasmite con mucha intensidad.
El aviso no es una peli bonita ni fácil de ver, contiene suficientes elementos desagradables para que no guste a todo tipo de públicos, pero es un relato lo suficientemente turbador como para que a mí me atrape.
Nunca pensé que podría ver a Belén Cuesta en un registro dramático. No deja de ser ella misma, pero se defiende más que bien.
Raúl Arévalo cumple en un papel donde pasarse es muy fácil, se contiene y mantiene el tipo.
Aura Garrido se come la cámara, con una presencia que eclipsa al resto de sus compañeros de escena. Una madre coraje, de las que se nos cuenta poco de su vida anterior, pero lo suficiente como para intuir que lo ha pasado muy mal.
Discrepo con el resto de la crítica y defiendo esta peli y me atrevo calificarla de estupenda.
Considero a Wilder como uno de los mejores directores de la historia del cine.
Algunas de sus pelis están en la lista de mis favoritas (Primera plana, Irma la dulce, “Uno, dos, tres”, El apartamento, Con faldas y a loco, Testigo de cargo, Traidor en el infierno, Perdición).
Tengo el extraño don de olvidar las pelis malas, o mejor dicho, las que no me gustan.
Haciendo memoria esta peli que nos ocupa la vi, hace muchos años, en la tele y posiblemente no la terminara.
La comedia es un género muy complicado y tiene que mover resortes en tu interior para que te agrade, que esta producción, desde luego, no ha movido en mí.
No consigo entrar en la trama en ningún momento y lo que a mis compañeros de sala les hace partirse de risa, a mí me llega a irritar.
Considero que reírte de los demás es generalmente sano, aquí Wilder se ríe de los italianos.
Los ridiculiza hasta el esperpento.
Eso me molesta profundamente.
Lemmon interpreta a este ejecutivo norteamericano que llega al país mediterráneo con la superioridad anglosajona, con ese detestable supremacismo hacia lo del sur.
Da la impresión que Wilder comparte esa actitud.
A mí me gusta reírme del poderoso, del malo, pero no del que me siento hermano.
Y si me río es porque expongo los defectos desde un punto de vista de igualdad, como hacía Berlanga, sintiendo que nos reímos de nosotros mismos.
Por eso las gracietas reiteradas menospreciando a los italianos me desagradan intensamente.
Toda la comicidad de la peli se basa en eso. Por eso no la soporto.
Otro asunto también muy incómodo es la burla a la supuesta obesidad del personaje interpretado por Juliet Mills, una chica estupenda, muy atractiva física y personalmente.
Se vuelve a hacer comicidad del débil por algo que en absoluto es un defecto.
Tampoco me creo el idilio entre Lemmon y Mills. Nadie se puede sentir atraído por un individuo tan despreciable y lleno de prejuicios como este americano prepotente.
Lo pasé mal durante la proyección.
Tenía la extraña sensación de ser un bicho raro que no disfrutaba como los demás, incapaz de encontrar humor.
No abandoné la sala por educación y porque nunca lo he hecho.
Dos horas y pico de sufrimiento.
Espero que nadie comparta mi opinión.
Quede claro que una peli no me agrade no significa, para nada, que no esté a gusto, incluso entusiasmado, con el Taller de Cine de Azuqueca de Henares y agradecido a Susana y Jose por su ejemplar dedicación.
De esta peli hablamos y vemos un trozo en el Taller de Cine de Azuqueca de Henares.
Basada en una novela de Gore Vidal.
Siento interés en ella y la necesidad de verla. La consigo en latino neutro, incapaz de soportarlo.
Sigo buscando y encuentro una versión en inglés con subtítulos.
Mi atracción nace sobre todo por su protagonista, una lozana Raquel Welch.
Desde luego esta peli es imposible que fuera estrenada en España, con las escenas sexuales que contiene.
Por ello me atrae más. Podemos decir que es una gran curiosidad.
Myra Breckinridge es una reivindicación feminista muy setentera, con elementos psicoanalíticos, de la cultura pop y de la contracultura de la época, con un carácter claramente provocador.
Salpicada de elementos musicales que aumentan su atractivo.
Divertido el reparto con John Huston, John Carradine, Mae West, Farrah Fawcett,Tom Selleck...
Desmonta el mito del “macho”, incluso lo penetra para destruir su supuesta invulnerabilidad.
Es una peli muy loca, muy divertida, muy transgresora.
A mi “amigo” Carlos Boyero tampoco le gustó esta peli. Se aburrió profundamente.
En cambio, yo me sentí intensamente conmovido.
Recibí en mi infancia una educación profundamente religiosa. Estudié en los Escolapios en Zaragoza.
De pequeño hasta los diez años iba a Misa todos los días.
Durante el resto de vida me ha seguido interesando el tema religioso, incluso profundizar en asuntos como la fe o la Resurrección de los muertos o la Asunción de la Virgen María.
Garth Davis nos muestra una María Magdalena (maravillosa Rooney Mara) que recibe la llamada de Cristo y le sigue como un apóstol más.
No es una prostituta redimida, sino una mujer de familia que siente algo especial ante la presencia de Cristo y deja a sus parientes.
En un tono muy diferente emparenta con la peli de los JavisLa llamada.
Es la discípulo que mejor comprende a Cristo y la que recoge la verdadera idea de su mensaje, enfrentándose a Pedro que mantenie la tesis obsesiva de crear “su Reino” en la tierra.
Joaquin Phoenix es un Jesús atormentado, que no comprende el mundo que le rodea ni su verdadera misión. Magdalena le sirve de mediadora para llegar a comprender una realidad lejana para él.
Davis se mueve entre el primer plano, incluso el plano subjetivo y el gran plano general, mostrando a las personas pequeñas en un paisaje bello pero agreste, como si Dios desde las alturas contemplara la pequeñez del hombre.
Por cierto la peli fue rodada en Sicilia, y utiliza exteriores casi en su totalidad.
Reivindica la figura de María Magdalena y también el de la mujer en esa época.
Más que valiosa, no puede gustar más que a los conocedores del Nuevo Testamento abiertos a interpretaciones poco ortodoxas.
Cuando pensamos que el género de terror está gastado, que ya se ha dicho todo, aparece Joachim Trier.
Se nos ofrece el relato de una jovencita que va a la Universidad fuera de la tutela de sus padres.
Algo le sucede a Thelma que no comprende y que además los médicos no saben darle una explicación.
En realidad su aparente debilidad es un poder que debe entender y aprender a usar.
Thelma está llena de imágenes interesantes y, en ocasiones, impactantes. Con un poder visual tan grande que se ha quedado impregnando mis retinas y no lo olvidaré durante mucho tiempo.
El uso de los elementos narrativos es perfecto, aunque ocasionalmente juegue a la confusión entre las pesadillas y la realidad.
Hay en el fondo de la historia una cierta turbiedad ambiental junto a esa frialdad tan nórdica, pero tan atractiva.
Un consejo para Thelma: aprende a desear.
Un consejo para el público: hay que verla.
Me he esforzado en hablar de la peli sin introducir spoilers. ¿Lo habré conseguido?
Fernando Colomo con 72 años es un de los directores con los que he ido convivido a lo largo de mi vida, desde Tigres de papel, pasando por ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, Miss Caribe, Bajarse al moro, la serie Las chicas de hoy en día o Los años bárbaros.
La tribu, no se llevará ni un Oscar ni un Goya, pero es una peli que me ha gustado y divertido de principio a fin.
Me ha tocado la fibra sensible y me ha emocionado.
La historia es sencilla y la dirección de Colomo también simple, sin virtuosismos, sin planos cogote.
Porque el cine de Fernando es directo, sin que haya nada de aparentemente trascendente, presenta un cine comercial.
Pero los temas que trata son de máximo interés.
A mí este grupo de “mamis“, de barrio periférico de cinturón industrial que encuentran una terapia en el baile, me entusiasma. Me parecen tan de verdad que me llegan al corazón.
La historia del ejecutivo sin escrúpulos que se redime gracias a vivir la realidad de los parados que ha ocasionado también me gusta, aunque no sea muy original.
El ambiente de clase obrera solidaria y la reinvindicación de la mujer como motor de las familias de clase baja me parece muy acertado.
Encima los números musicales son muy divertidos, realizados con la naturalidad adecuada.
Cine sencillo, de pobres con mensaje de optimismo.
Carmen Machí en estado de sempiterna gracia.
Paco León cumple.
Me hace gracia ver a Jorge Asín y a Marisol Aznar que conozco por el programa de la televisión autonómica aragonesa Oregón TV, el equivalente al Vaya Semanita en maño.
Saga Norén (detective sueca de Malmö) ha de resolver un nuevo caso ayudada de Henrik (policía de Copenhague), después que a Martin lo metiera en la cárcel.
Estos asesinatos tienen un cierto aire a Seven, pero en lugar de retratar los pecados capitales, representan obras artísticas contemporáneas.
La trama es bastante enrevesada y compleja, con algunos detalles muy cojidos por los perlos.
Pero funciona como vehículo para contar lo más importante.
Saga y Henrik son dos personas profundamente heridas por la pérdida de seres queridos.
Ella padece síndrome de Asperger, él alucinaciones dentro de un trastorno delirante del que hace autocrítica.
La madre de Saga destrozó su infancia y la de su hermana y quiere terminar arruinando su estable y ordenada vida actual.
El personaje de la protagonista, magníficamente interpretado por Sofía Helin, se mueve entre el drama, la compasión y el humor.
Su falta de empatía y la incapacidad de comprender los sentimientos de los demás produce situaciones incómodas y ridículas.
Saga se mueve en un mundo de expresiones no verbales y de sentimientos que no comprende, que se le escapan.
También está el ambiente sucio y plomizo de estos dos países nórdicos.
Siento un extraño placer en comprobar que la vida en “los paraísos del norte” no es tan idílica como siempre hemos pensado.
La trama está salpicada de marginales, de historias turbias de adopción, de fábricas abandonadas y vertederos.
He vuelto a disfrutar mucho con esta tercera temporada.
Netflix estrena esta peli de ciencia ficción que se hubiera merecido pantalla grande.
Aniquilación la podríamos clasificar dentro del cine de este género más intelectual.
Repleta de elementos con carga científica y existencial.
Además es una peli con protagonismo claramente femenino.
Está fenomenal que las mujeres sean las únicas componentes de esta expedición a un espacio desconocido. Hemos visto mil veces a los hombres realizar estas funciones y ya estamos hartos.
Natalie Portman protagoniza esta peli con la combinación perfecta de energía y sabiduría, es una científica con formación militar.
Hay un claro homenaje a Kubrick al llamar a ese espacio extraño El Resplandor.
También podemos adivinar reminiscencias de La isla del Doctor Moreau.
Discurre con una atmósfera turbadora en lo físico y en lo mental.
Estas expedicionarias se adentran en un espacio ambiental peligroso con monstruos y belleza desbordada, pero también sus mentes se ven agredidas por sensaciones extrañas y delirios aterradores.
Todo ello se trasmite al espectador. Ciertamente se pasa mal.
Además está el rollo científico y metafísico que ya tocara Alex Garland en su anterior peli Ex Machina, planteando la diferencia entre inteligencia artificial y humana.
Aquí incide tangencialmente en la idea tenebrosa de la apariencia como sistema de invasión alienígena.
Siempre hemos pensado en la invasión extraterrestre como individuos que vienen a nuestro planeta, por error como E.T. o con malvadas intenciones por Independence Day.
¿Pero si lo que nos invadiera fuera el ADN de fuera de la tierra que mutara nuestras células y la de todos los seres vivos. No para destruir sino para modificar radicalmente?
Estamos ante una peli muy interesante que plantea cuestiones nuevas en la ciencia ficción.
El género acaba de dar un paso hacia delante.
No apta para personas sin conocimientos en mitosis celular.
Perfecta para culturetas de la CF que quieren ir más allá.